lunes, 11 de junio de 2018

BOLIVIA, LEJOS DE PEDIR AYUDA AL FMI, AFIANZA SU MODELO ECONOMICO


El vicepresidente Álvaro García Linera, fue taxativo al descartar la posibilidad de que el país pida ayuda financiera al Fondo Monetario Internacional (FMI), y destacó que el de Bolivia, constituye hoy el único modelo económico exitoso de la región, con un crecimiento planificado superior al 4,5 por ciento, el cual será verificado por el Banco Mundial.
García Linera señaló que desde 2003, Bolivia no recurre a esa organización financiera, como sucedía anteriormente cuando el país tenía problemas en su economía interna. E indicó en este 2018, por quinto año consecutivo la economía boliviana será la que registre mayor crecimiento en América Latina.
Sin referirse a la crisis argentina, lamentó que otros países de la región atraviesen por una situación extrema de crisis [por sus políticas neoliberales, que como ya se preveía, han fracasado], lo que les obliga a recurrir al FMI y soportar las condiciones que se les imponga para acceder a un crédito que les ayude a estabilizar su economía.
Esta estabilidad responde al diseño de un modelo económico basado en pilares sustentables y sólidos dentro de los que figuran la recuperación del excedente económico, la redistribución de la riqueza, la nacionalización de empresas, la bolivianización de la economía y la creciente diversificación económica, dijo. Este modelo funciona y va a seguir funcionando por una década y media más. Tiene suficiente combustible para llegar muy lejos, complementó el vicepresidente del Estado, añadió.
Bolivia, en los últimos 12 años, bajó el nivel de extrema pobreza en un 20 por ciento, cifra que no fue alcanzada por ninguna nación vecina y se mostró confiado en que en los siguientes meses habrá más flujo económico por el incremento en el precio de los minerales, la soya, el precio del gas e hidrocarburos y otros productos de exportación.
A pesar de la crisis del precio de las materias primas, logró ahorrar y fue cauto en no despilfarrar el dinero que le llegó después de decretar la nacionalización de los hidrocarburos en 2006, amparado en los cuantiosos ingresos que le dan las exportaciones de gas natural (que le vende a Brasil y Argentina). Le llaman "el milagro económico boliviano”.
Argentina, Brasil, México
El presidente Evo Morales se reunió la última semana en La Paz con el canciller de México, Luis Videgaray, quien le informó la decisión de su gobierno de liberar la importación de quinua boliviana, lo que permitirá a los productores bolivianos exportar este producto sin restricciones.
"México es un mercado grande, somos un país de más de 125 millones de habitantes, en el cual la quinua es un producto que se ha vuelto muy popular, y que hoy llegará directamente de Bolivia”, agregó Videgaray.
A su vez, el ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, aseguró que Bolivia garantiza cumplir con la demanda para la venta de gas a Brasil por los siguientes 7 u 8 años, mientras que la exportación del hidrocarburo hacia Argentina está consolidada hasta 2026, además de cubrir el mercado interno "hasta 2045".
Bolivia cuenta actualmente con 10 trillones de metros cúbicos (TCF's) de reservas de gas probadas y con múltiples inversiones en tareas de exploración conducidas a incrementarlas. "En los próximos 3 o 4 años iremos incrementando las reservas hidrocarburíferas", resaltó el ministro. La Haine (www.lahaine.org)





EL GOBIERNO LANZA UN PLAN CONTRA EL NARCOTRÁFICO EN LAS FRONTERAS
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                
En su punto principal, consiste en nombrar a 94 jueces en provincias asoladas por la droga. Macri lo anuncia con gobernadores y Lorenzetti.

La Gaceta de Argentina (www.gacetamercantil.com)
                                                                                                                                  
El Gobierno reforzará la lucha contra el narcotráfico en las fronteras, en particular en los límites con Bolivia y Paraguay, con el nombramiento de más de 90 jueces federal dentro de un plan de seguridad que será anunciado hoy por el presidente Mauricio Macri.
Los detalles del proyecto, que ya tiene estado parlamentario, se conocerán durante un acto que encabezará a las 13:30 el Presidente junto con el presidente de la Corte Suprema de Justicia argentina, Ricardo Lorenzetti, y la mayoría de los gobernadores provinciales.
El plan consiste en nombrar a 94 magistrados mediante concursos públicos y orales, que no deberán durar más de seis meses y que serán transmitidos en vivo por Internet para garantizar la transparencia del proceso.
Varios de los jueces designados enviados a la frontera noroeste (provincias de Jujuy y Salta), que limita con Bolivia, por donde ingresa cocaína, según informes del Gobierno.
También se reforzará la frontera noreste (provincias de Chaco, Corrientes, Formosa y Misiones), que limita con Paraguay, por donde ingresa marihuana, de acuerdo con informes del Ministerio de Seguridad argentino.
La iniciativa de Cambiemos tiene el apoyo de varios gobernadores opositores peronistas y se estima que será aprobada por el Parlamento.





MASTER BLENDS, LA PRIMERA EMPRESA EN PRODUCIR GINEBRA EN BOLIVIA, SE ADHIRIÓ AL PLAN NACIONAL DE EMPLEO

NOVA de Argentina (www.novargentina.com)

 “De una manera silenciosa, la Bolivia nueva, la Bolivia joven está comenzando a posesionarse”, afirmó Álvaro García Linera, vicepresidente del Estado, al destacar el emprendimiento de la empresa Master Blends, dirigida por jóvenes, desde 2012, ubicada en la zona sur de la sede de gobierno, que esta semana se adhirió al Plan Nacional de Empleo.
Master Blends es una pequeña destilería paceña, que funciona con 20 trabajadores, que produce el ginebra “La República”, el aguardiente “Supay” y el licor “Cocalero de altura”, este último ya es exportado a países de Sudamérica y de Europa.
El emprendimiento es la primera empresa en producir ginebra en el país, y sus productos incorporan una serie de ingredientes propios tanto del área andina como de la Amazonía nacional.
“Aquí tenemos a un grupo de jóvenes llevando adelante un conjunto de emprendimientos fantásticos y es que en Bolivia, la mayor cantidad del empleo lo generan los pequeños emprendimientos; somos un país de pequeños productores y en verdad lo que sostiene a Bolivia es la pequeña producción y la juventud, esa es la fuerza que mueve al país”, complementó la autoridad nacional.
Por ello, el vicepresidente remarcó que es necesario construir una Bolivia adecuada a los jóvenes, a sus ideas y a sus sueños, porque son gente muy capaz que solo requiere de una oportunidad para mostrarla.
De igual manera, García Linera, señaló: “Hacemos cuatro cosas para darles una mano y si hay que hacer más, lo haremos; la primera, les garantizamos a todas las industrias y emprendimientos costos de uso de energía eléctrica baratos, se han hecho ajustes, pero que no son al costo real”; la segunda, se incentiva y dinamiza el mercado interno que lleva a un mayor consumo de productos, lo que garantiza la estabilidad económica del país; la tercera, es haber establecido un máximo de interés del 6  por ciento para el crédito tanto para la producción como para la vivienda y, la cuarta, es la posibilidad de ayudarles a contratar personal.
“Quiero que crezcan porque este país es de ustedes, de los jóvenes que están construyendo silenciosamente el país y muestran que es posible soñar, imaginar y arriesgarse, felicidades. Mientras generen empleo, el Estado siempre estará a su lado”, aseveró la autoridad nacional.
Cabe recordar que el Plan Nacional de Empleo tiene como objetivo generar 40 mil fuentes laborales y está conformado por seis programas a nivel nacional: de inserción laboral para jóvenes, de protección y habilitación de áreas productivas, de infraestructura urbana, de fondo para capital semilla, de incentivo a la generación de empleo en las contrataciones públicas y proyectos productivos financiados por el Fondo de Desarrollo Indígena; con una inversión de 346 millones de dólares.
Entre estos programas, el que más se destaca es el de inserción laboral para jóvenes comprendidos entre los 18 y 35 años, mediante el cual se ofrecen importantes incentivos económicos a las empresas para que contraten a jóvenes con o sin formación académica y/o experiencia laboral.
Este programa cuenta con dos modalidades que es la contratación de mano de obra no calificada con la que el Estado otorga a la empresa, durante la duración completa del contrato que es de 11 meses, el 30  por ciento del salario mínimo nacional, el total de los aportes patronales y un aguinaldo. Adicionalmente, los jóvenes serán beneficiados con un periodo de pasantía y distintos cursos de capacitación.
Y la segunda modalidad es la contratación de mano de obra calificada, en la que el Estado otorga a la empresa, durante seis meses, el 30  por ciento del salario básico, entre 2.500 a 4.000 bolivianos, el total de los aportes patronales y el 30  por ciento del aguinaldo; la duración de la contratación será también de 11 meses.
“Estamos repensando y rediseñando el país, desde el gobierno nacional, a partir de una iniciativa del presidente Evo Morales, estamos dando este impulso a través del Plan Nacional de Empleo, apoyando con el primer paso para que (las empresas pequeñas) puedan consolidar su planta de trabajadores, para que jóvenes tengan todos los respaldos en cuanto a aportes patronales, Caja Nacional se Salud, tener todas las condiciones para tener un trabajo digno”, explicó, por su lado, la ministra de Planificación de Desarrollo, Mariana Prado.





UN DOCUMENTAL ARGENTINO SIGUE LA HUELLA DE LOS AFRICANOS EN BOLIVIA

Es el resultado de un año de trabajo de Pedro Fernández Quiroga y Taio Gardey en el país vecino.

El Clarín de Argentina (www.clarin.com)
                                                                                                    
No se sabe si de casualidad o por obra del destino, Pedro Fernández Quiroga (27) y Taio Gardey (29) se cruzaron con una nota del diario “El País” que los llevó a adentrarse en la historia de los afrobolivianos.
Estos amigos que viven en Beccar, en el Norte del Gran Buenos Aires, sin tener ningún estudio en cine decidieron aceptar el desafío de darle visibilidad a esta comunidad olvidada, filmando el documental “La fuerza de los invisibles”.
“Vimos que el heredero del linaje real de Mozambique vivía en Tocaña, el lugar de Bolivia en el que grabamos. Nos llamó la atención porque era rey en su tierra pero esclavo en su comunidad, donde se prohibió esa práctica recién en 1952”, señala Pedro.
A partir de esa inquietud viajaron a La Paz, donde filmaron a los afrobolivianos que ocupan cargos políticos, pero donde mas se asentaron fue en Tocaña.
“Nos alojamos en la casa de un antropólogo que vive ahí hace 30 años. Los primeros días fueron de reconocimiento. Trabajamos en forjar un vínculo con ellos colaborando en sus actividades. Recién después de charlar un montón de días, de conocer detalles finos, ahí nos pusimos a grabar las entrevistas, una semana antes de volver”, relata Pedro.
Taio agrega: “Al principio pensamos que iba a ser difícil que se abrieran porque venían con muchos prejuicios de investigadores que habían ido en otras ocasiones. Son historias muy duras, sólo uno de los nativos que había sufrido la esclavitud se animó a hablar. Aún así otros pobladores se abrieron y contaron sus historias y eso fue espectacular. Estuvimos mas de un mes con ellos para poder lograr lo que nos propusimos”.
Al finalizar su trabajo, luego de un año de intensa filmación y edición, los autores decidieron volver a Bolivia a mostrar el documental a la comunidad.
“Fue increíble como nos recibieron, con abrazos y alegría. Dijeron que el documental les gustaba pero que eso no era lo mas importante, sino que habíamos vuelto. Durante todo ese tiempo no pararon de darnos enseñanzas de vida, pero la mas grande fue cómo continúan hacia adelante con alegría a pesar de ese pasado tan terrible”, cuenta Taio.
Hace diez días tuvieron la oportunidad de presentar la película en el Centro Cultural San Isidro, ante mucho público.
“Al ver tanta aceptación tenemos ganas de continuar con este tipo de proyectos. ‘La fuerza de los invisibles’ es un nombre genérico porque en algún momento soñamos que sea plataforma de otros proyectos audiovisuales que puedan darle visibilidad a muchas otras comunidades. De esta forma creamos una sociedad mas solidaria y ninguna sociedad quedaría marginada”, explica Pedro.





ARICA: ADUANAS DETECTÓ MILLONARIO CONTRABANDO DE CIGARRILLOS EN EL PASO FRONTERIZO CHUNGARÁ

Un camión proveniente de Bolivia intentó ingresar más de 38 mil cajetillas escondidas en un cargamento de soya.

Radio Cooperativa de Chile (www.cooperativa.cl)

Un millonario cargamento de cigarrillos de contrabando proveniente de Bolivia fue detectado por el Servicio Nacional de Aduanas de Arica, tras el control a un conductor de camiones en el paso fronterizo Chungará.
Según informaron desde la intitución, el camión ingresó a Chile con un Manifiesto Internacional de Carga que declaraba el transporte de 22.400 kilos de torta de soya a granel en forma de pellets. Sin embargo, al utilizar fibroscopios, los fiscalizadores detectaron 75 cajas de cigarrillos y 99 cartones sueltos, los que estaban escondidos entre la soya.
"Los fiscalizadores apostados en Chungará revisaron un camión con soya a granel. Debido a ciertos indicadores aplicaron tecnología no invasiva y constataron que bajo los pellets habían cajas de cigarrillos", señaló el director regional de Aduanas de Arica, Hugo Yávar.
En total, fueron incautadas 38.490 cajetillas de la marca paraguaya Mill Blue, lo que significa un perjuicio en materia de impuesto de $84.106.099.
El chofer fue denunciado por contrabando y arriesga penas de cárcel y multas que van desde 50 hasta el 300 por ciento de los derechos y gravámenes dejados de percibir.





TRABAJO ESCLAVO: “LO DEL PARQUE PEREYRA ES MÁS COMÚN DE LO QUE CREEMOS”, DICE ARRESEYGOR

Impulso Baires de Argentina (www.impulsobaires.com.ar)

Sobre el fin de la semana pasada, un grupo de dieciocho niños “esclavos” intoxicados con agroquímicos, que fueron traídos engañados desde Bolivia junto a sus padres para ser explotados laboralmente y reducidos a la servidumbre en una quinta del Parque Pereyra Iraola, fueron liberados por la Policía durante cuatro allanamientos.
“Lamentablemente esta situación se repite en varios lugares del cordón hortícola de La Plata, es necesario trabajar en conjunto con el estado y las autoridades para solucionar este problema” explicó el líder del Sindicato Agrario SATHA, Gustavo Arreseygor.
La investigación comenzó cuando una maestra de una escuela rural de esa zona descubrió que una alumna tenía las manos quemadas, al parecer tras tener contacto con sustancias muy peligrosas. La docente hizo la denuncia y comenzó una investigación en la que se descubrió una red de explotación de personas con conexiones en el país del altiplano.
“El predio del Parque Pereyra es controlado por el Ministerio de Agroindustria de la Provincia de Buenos Aires, por esa razón no se pueden hacer controles y reina la ilegalidad con productores que no tienen ningún tipo de control” afirmo el Secretario General de SATHA.
“Hace tiempo que desde el Sindicato Argentino de Trabajadores Horticultores y Agrarios se vienen denunciando estas situaciones y nadie nos prestaba atención, por suerte rescataron a los niños, es un milagro que no haya muertos” finalizó Arreseygor.





ASEGURAN QUE LA EXPLOTACIÓN INFANTIL EN UN SECTOR RURAL DE LA PROVINCIA "ES MÁS COMÚN DE LO QUE CREEMOS"

Agencia NOVA de Argentina (www.agencianova.com)

El Secretario General del Sindicato Argentino de Trabajadores Horicultores y Agrícolas (SATHA), Gustavo Arreseygor, se refirió a la situación de 18 menores de edad que fueron rescatados luego de intoxicarse con agroquímicos en la zona del Parque Pereyra Iraola dónde cumplían tareas en condiciones de semiesclavitud.
“Lamentablemente esta situación se repite en varios lugares del cordón hortícola de La Plata, es necesario trabajar en conjunto con el estado y las autoridades para solucionar este problema”, explicó el líder del Sindicato Agrario, luego de que se conociera la historia de los menores que fueron traídos engañados desde Bolivia junto a sus padres para ser explotados laboralmente y reducidos a la servidumbre y que lograron su libertad tras cuatro allanamientos.
La investigación comenzó cuando una maestra de una escuela rural de esa zona descubrió que una alumna tenía las manos quemadas, al parecer tras tener contacto con sustancias muy peligrosas. La docente hizo la denuncia y comenzó una investigación en la que se descubrió una red de explotación de personas con conexiones en el país del altiplano.
“El predio del Parque Pereyra es controlado por el Ministerio de Agroindustria de la Provincia de Buenos Aires, por esa razón no se pueden hacer controles y reina la ilegalidad con productores que no tienen ningún tipo de control”, afirmó el secretario General de SATHA.
“Hace tiempo que desde el Sindicato Argentino de Trabajadores Horticultores y Agrarios se vienen denunciando estas situaciones y nadie nos prestaba atención, por suerte rescataron a los niños, es un milagro que no haya muertos”, finalizó Arreseygor.





TRES CAMPANAS ALERTABAN DE LA LLEGADA DE BOLIVIANOS EN LA GUERRA DEL CHACO

Ultima Hora de Paraguay (www.ultimahora.com)

Durante la contienda chaqueña retumbaban en el pueblo para dar aviso de la proximidad de contingentes en barcos que atracaban el muelle La Victoria. Anunciaban la llegada y partida de trenes, que se internaban en el interior del Chaco, y también su toque advertía del sobrevuelo por la zona de aviones bolivianos, que llegaron a bombardear Puerto Casado durante la Guerra contra Bolivia, desarrollada desde 1932 a 1935.
Se trata de tres emblemáticas campanas de la iglesia San Ramón Nonato, en Puerto Casado, Departamento de Alto Paraguay. Las reliquias, que aún conservan firmas intactas, guardan recuerdos imborrables de la Guerra del Chaco.
Los soldados, incluso militares de alto rango, antes de partir hacia el campo de batalla, subían hasta la torre donde estaban ubicadas las campanas. Estando en la cúpula estampaban sus firmas con la fecha de partida al frente. Los que lograban sobrevivir volvían para colocar la fecha de su retorno, relata el sacerdote salesiano Martín Rodríguez.
Tal es así que hay escrituras que hasta ahora aún se conservan con el paso del tiempo; son firmas de los combatientes grabadas en el bronce.
Origen. Según versiones que surgieron de la época, don Carlos Casado del Alisal, dueño de la extinta empresa que lleva su nombre –que explotó el quebracho colorado en el Chaco para la fabricación de taninos–, habría otorgado un cheque en blanco al entonces párroco Livio Farinha después de terminar la edificación del templo, en 1925. El sacerdote viajó a Italia y adquirió las campanas junto con los altares que hasta hoy permanecen en su estado original.
Las campanas fueron forjadas en una fundición denominada Barigozzi de Milán, Italia, cuyo sello se puede observar aún en el metal. Cada una posee una inscripción como lema: "Dios, Patria, Trabajo".
El fundador del lugar, Carlos Casado del Alisal, perpetuó a su familia a través del bronce poniéndoles nombres de sus hijas a cada campana.
La primera es Casilda, que contiene una inscripción en latín que traducida al español dice: "Llama a los operarios para tu mies"; la segunda es Margarita, con la descripción: "Gloria, alabanza y honor a ti, Cristo Redentor", y la tercera Genara, con el escrito: "Mi voz es voz divina y os llamo para la liturgia, venid".
Visitas. El sitio, a pesar de la escasa promoción, es muy visitado por propios y extraños. Los turistas llegan hasta la parroquia de Casado para observar y registrar una memoria de la importante reliquia que posee la ciudad.
Desfile. Por el aniversario de la Paz del Chaco, hoy se realizará el tradicional desfile de instituciones educativas en la ciudad de Fernando de la Mora. El evento se inicia a las 8.00 en la plaza 28 de Febrero. Para mañana se prevé una ceremonia recordatoria en el Cuartel de la Victoria.






La Nación de Paraguay (www.lanacion.com.py)
                                                               
“Yo, Rutherford Birchard Hayes, presidente de los Estados Unidos de América, después de haber tomado en debida consideración las dichas exposiciones y documentos fehacientes, juzgo: que la dicha República del Paraguay tiene los títulos perfectos y legales a la posesión del dicho territorio discutido entre el Pilcomayo y río Verde y de Villa Occidental situada entre ellos, y de consiguiente concedo a la dicha República del Paraguay el territorio en la orilla occidental del río del mismo nombre, entre el río Verde y el Brazo principal del Pilcomayo, incluyendo Villa Occidental”.
Se trata del laudo arbitral del presidente de los Estados Unidos Rutherford Hayes (1877 y 1881), emitido el 12 de noviembre de 1878 –que resolvió la cuestión de límites entre Argentina y Paraguay–. En 1878 Argentina y Paraguay le solicitaron a Hayes actuar como árbitro para definir sus límites en el Chaco Boreal luego de la Guerra de la Triple Alianza entre Argentina, Brasil y Uruguay contra Paraguay. Hayes laudó en favor de la posición paraguaya.
En gratitud a ese histórico fallo de un presidente de los Estados Unidos, un departamento de nuestro país se denomina Presidente Hayes, que tiene hoy por capital a la ciudad de Villa Hayes, una decisión tomada muy acertadamente.
Esa decisión del presidente de los Estados Unidos habría de marcar el desarrollo y curso de las decisiones futuras de países vecinos, entre ellos Bolivia, un país que tras perder costas en el Pacífico en su guerra contra Chile, buscaba apoyo internacional para invadir el Chaco Boreal con la intención de sacar sus productos por el caudaloso Río Paraguay hasta el Río de la Plata, en el Atlántico. Pero como EEUU había fallado a favor de Paraguay, era difícil que se prestara a las pretensiones bolivianas sobre el Chaco Boreal. Entonces, se aventuró a invadir el Chaco Boreal, con las consecuencias que todos conocemos. Los paraguayos los hicieron replegar hasta las estribaciones de Tarija, recuperando su territorio y más, significando la derrota boliviana.
Las causas y antecedentes de la Guerra del Chaco, en que perdieron la vida más de 90.000 soldados (60.000 bolivianos y 30.000 paraguayos), son bastante complicados. Sin embargo, se resalta el hecho de una nefasta herencia de la época colonial de determinación de límites para ambos países.
El Chaco Boreal, hoy Chaco Paraguayo –solo un poco más pequeño que Francia– era una inmensa zona inhóspita y despoblada, por lo que ambas naciones tuvieron que fijar sus respectivas jurisdicciones de acuerdo con documentos y líneas propias que no eran aceptados por ninguno de los dos. Se habían establecido cuatro tratados de límites entre 1879 y 1907, pero más tarde tampoco habían sido aceptados definitivamente por Paraguay y Bolivia.
Cuando Bolivia pierde su salida al océano Pacífico, como consecuencia de la Guerra del Pacífico (1879-1883), el Chaco adquirió un valor estratégico, siendo necesaria su ocupación para salir al océano Atlántico por el río Paraguay.
Otra de las razones de Bolivia para la ocupación del Chaco tiene que ver con los rumores, ya en esa época –como hasta hoy–, de la supuesta existencia de petróleo en el subsuelo chaqueño, que la Standard Oil ya extraía en los bordes de la serranía en los umbrales del Chaco Boreal. Ocurrió que la Standard, cuentan los historiadores, fracasó en su intento por sacar el petróleo boliviano por un oleoducto en territorio argentino. Entonces, la otra opción era lo más al sur posible, nuestro Chaco.
Así, Bolivia resolvió la invasión del Chaco Boreal, yendo a una guerra contra Paraguay que se inició en 1932 y culminó en 1935. No obstante, la ocupación del Chaco ya se venía produciendo varios años antes del inicio formal de la guerra, llegando inclusive hasta el Bajo Chaco, en Nanawa. Los bolivianos necesitaban apoyo extranjero para conquistar suelo paraguayo, pero el laudo Hayes los descolocó y emprendieron una guerra en un territorio hostil que no conocían y contra un pueblo que ya había demostrado su bravura apenas pocas décadas atrás en la contienda contra la Triple Alianza.
Arremetieron contra paraguayos ante la atenta mirada de otras potencias del mundo, como Estados Unidos y Gran Bretaña, que supuestamente también tenían intereses petroleros en Sudamérica. Conocidos historiadores afirman que el petróleo en realidad fue la gran causante de la Guerra. Dos empresas extranjeras se disputaban en aquel entonces el control del petróleo: la inglesa Rochall Dusch (Shell) y la Standard Oil (Esso), norteamericana, con presencia en Sudamérica. Esta versión refiere que ambas compañías utilizaron a dos pueblos hermanos, Paraguay y Bolivia, para definir la posesión de un vasto territorio en el que se creía había abundante petróleo. Hasta hoy, ambas cosas son especulaciones: la incidencia de las compañías en la guerra y la existencia del “oro negro” en el Chaco. Se comprobó, no obstante, que hay gas, pero no crudo o petróleo para su explotación comercial.
El Chaco, tal como lo conocemos, es parte de la República del Paraguay debido a decisiones valientes de verdaderos guerreros que hasta derramaron sangre por defenderlo. Si hoy cuenta con casi 250.000 kilómetros cuadrados, es porque otro diplomático y ex presidente de EEUU se plantó y evitó que Argentina se quede con gran parte de la Región Occidental. No estamos ni podemos actuar nunca solos. Por eso, va mi homenaje a todos ellos. Es bueno recordar la historia en este tiempo en que celebramos la firma del Tratado de Paz, realizada en Buenos Aires un 12 de junio de 1935.





MINAMBIENTE Y CERREJÓN ESTUDIAN CORREDOR BIOLÓGICO DEL JAGUAR

El Heraldo de Colombia (www.elheraldo.co)

Los jaguares que han venido siendo sacrificados por campesinos que los ven como un alto riesgo para sus animales domésticos y por los cazadores que los matan solo para apoderarse de sus pieles, pues no comen ni sus carnes, ahora tienen una mirada compasiva de diferentes instancias ambientales que cuentan en esta parte de Colombia, con el apoyo de Cerrejón y Corpoguajira.
El último de estos anuncios para proteger esta especie felina que habita los dos macizos montañosos antes de que llegaran los campesinos, tienen que ver con la construcción de un corredor biológico, proyecto que también se conoce como El Puente para el Jaguar, entre la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía El Perijá.
Antes de que se hicieran las carreteras, antes de que se plantaron grandes cultivos y se devastara el pie de monte para los cultivos y mucho antes de que se produjera la intervención minera en cientos de hectáreas, el jaguar o tigre americano había presencia entre los dos macizos montañosos, pero las vías y las grandes maquinarias y el acercamiento peligroso del hombre lo alejaron a recónditos parajes para poder protegerse.
Ante ese panorama poco alentador el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y la Fundación Panthera (ONG Internacional) firmaron un Convenio de Cooperación que busca crear un corredor biológico entre  13 países latinoamericanos donde habita el jaguar.
En 2015 uno de los ministro de ambiente que estuvo en la firma de ese convenio, aseguró que este corredor permitiría que se diera un intercambio biológico entre los jaguares que habitan desde México hasta argentina. 
Los países que hacen del Corredor del Jaguar son: México, Belice, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Ecuador, Brasil, Argentina, Paraguay y  Bolivia.
En La Guajira la compañía cerrejón aseguró que le apuesta al corredor y que están alistando todo para empezar el entrante año.
En la Guajira lo que se pretende es la construcción de puentes que serán subterráneos por donde pasarán estos animales para comunicarse entre las dos serranías.
Gabriel Bustos, gerente de gestión ambiental de Cerrejón, dijo que el aporte de la companía se realiza por la compensación ambiental a la que están obligados por la explotación minera que están haciendo en lo que fue antes el área de estos felinos.
“Tenemos una obligación ante el ANLA y por eso queremos compensar con este tipo de proyectos. Pronto estos animales, no solo el jaguar, podrán pasar por estos puentes que no son nuevos, pues existen en otros países donde se protegen esa y otras especies, lo que se quiere es que los animales no tengan el riesgo de las carreteras, ni las líneas férreas”, dijo el funcionario.






LAS DICTADURAS SON CUATRO: CUBA, VENEZUELA, NICARAGUA Y BOLIVIA

Infobae de Argentina (www.infobae.com)

Por Carlos Sánchez Berzain.- El 48 Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de la OEA ha cumplido el objetivo de la Organización de "promover y consolidar la democracia", declarando ilegítimo el proceso electoral y el régimen de Venezuela. Es un hecho histórico que consolida la recuperación de la OEA luego del vergonzoso periodo en que estuvo bajo control y fue instrumento de las "dictaduras del socialismo del siglo XXI" hoy denominadas "dictaduras de delincuencia organizada". Es un recordatorio de que siguen existiendo "dos Américas", la democrática y la dictatorial, y que las dictaduras son cuatro: Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia.
La democracia en las Américas es obligatoria para los estados que forman parte de la OEA. No es un concepto abstracto librado a consideraciones teóricas, ni es una cuestión en debate, porque está contenida por un texto mandatorio que es la Carta Democrática Interamericana (CDI) suscrita en Lima el 11 de septiembre de 2001. El término "Carta" en el Derecho Internacional "se usa para designar instrumentos oficiales de especial solemnidad, como el tratado constitutivo de una organización internacional". La OEA tiene dos cartas, la de Bogotá con la que se constituyó y la Democrática Interamericana con la que institucionalizó la democracia. Esa es la importancia y obligatoriedad de una norma obligatoria que las dictaduras pretenden sea vista como una simple proclama.
El Art. 1 de la CDI manda que "Los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla y defenderla". El Art. 3 determina que "son elementos esenciales de la democracia representativa entre otros, el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales; el acceso al poder y su ejercicio con sujeción al estado de derecho; la celebración de elecciones periódicas, libres, justas y basadas en el sufragio universal y secreto como expresión de la soberanía del pueblo; el régimen plural de partidos y organizaciones políticas; y la separación e independencia de los poderes públicos".
Dictadura es el "régimen político que, por la fuerza o violencia, concentra todo el poder en una persona o en un grupo y organización y reprime los derechos humanos y las libertades individuales". Aplicando la CDI, existe dictadura cuando se establece "una forma de gobierno que concentra el poder en un individuo o una élite violando cualquiera de los elementos esenciales de la democracia". Estas son las características que hoy se presentan en Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia que son dictaduras.
La democracia reacciona después de casi dos décadas de imposición del modelo dictatorial cubano con el petróleo de Venezuela por la alianza Castro-Chávez, continuada con el control castrista del régimen de Nicolás Maduro. Esto hizo de la OEA con Insulza un instrumento de expansión y encubrimiento de las dictaduras, fortalecido con el sistema de crimen organizado transnacional de contratación de obras destapado como "Lava Jato" con el "Foro de Sao Paulo", la participación de Lula da Silva desde Brasil y que aún se encubre en Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia.
El Secretario General Luis Almagro rompió el esquema en el caso Venezuela aplicando la CDI con sus informes y su sostenida lucha que ha creado la "Doctrina Almagro". La nueva política exterior de los Estados Unidos señalada por el Presidente Trump en Junio de 2017 empieza a aplicarse casi un año después con el Secretario Mike Pompeo y marca el retorno a los principios que coinciden con sus intereses de seguridad nacional. El Grupo de Lima, el liderazgo de México, el valor de Costa Rica y Chile, la decisión de Argentina y Brasil, el cambio de Colombia dan 19 votos importantes pero no suficientes.
En los 11 países que se abstuvieron destaca Ecuador con señales de salida del grupo de las dictaduras donde lo amarró Correa, Nicaragua que es una de las dictaduras pero que se abstiene seguramente a cambio del trato suave que recibió, y los países que aún dependen del petróleo dictatorial o del miedo.
Los que respaldan la dictadura Venezolana son Cuba desde fuera, que mostró controlar a Dominica y San Vicente LG, y Bolivia de Evo Morales porque su permanencia indebida en el poder depende de las dictaduras de Venezuela y Cuba.
No podemos olvidar que las dictaduras que son cuatro: Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia e integran una unidad de crimen organizado transnacional.





NICARAGUA SE ALZA EN BARRICADAS CONTRA ORTEGA

Los bloqueos en las carreteras han dejado varados a 6.000 camiones de carga con pérdidas de más de 70 millones de dólares

El País de España (www.elpais.com/internacional)
                                                                                                                  
En Nicaragua la Virgen María también se ha atrincherado. Un grupo de vecinos de la colonial Granada, una ciudad localizada a 45 kilómetros al sureste de Managua, crearon un altar con la imagen de la Virgen y la bandera de Nicaragua sobre una de las barricadas que se han alzado en esta bella ciudad golpeada por el asedio de las huestes de Ortega. La respuesta de la población, desarmada e indefensa, ha sido atrincherarse tras estas barreras hechas con adoquines. La imagen de la Virgen en la barricada, con los vecinos al rededor rogándole protección, es símbolo de resistencia y de coraje frente al terror desatado por los grupos parapoliciales al mando de Ortega. En las principales ciudades del país se han alzado centenares de barricadas, mientras que las carreteras están paralizadas con más de cien bloqueos, que desde hace dos semanas impiden el paso a más de 6.000 camiones cargados con mercancía centroamericana. Las pérdidas, según ese sector, ascienden a más de 70 millones de dólares.
Una de las ciudades más asediadas por los grupos armados por el régimen de Ortega ha sido Masaya, localizada a 35 kilómetros al sureste de la capital. Ahí las calles están bloqueadas con 200 barricadas y los vecinos se han organizado para garantizar la seguridad y recolectar alimentos para los jóvenes que cuidan las trincheras. Las parroquias de esta ciudad considerada capital del folclore de Nicaragua se han convertido en centro de acopios de alimentos y en refugios donde se trata a los heridos. El sábado continúo el asedio contra la ciudad. Se reporta un muerto, un hombre de 63 años que recibió un disparo en el pecho, y media docena de heridos.
Nicaragua cumplió 54 días de crisis que han dejado más de 130 muertos, según datos recopilados por el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH). La crisis comenzó en abril, cuando el presidente Daniel Ortega impuso una reforma a la Seguridad Social –que fue rechazada por la empresa privada y la población–, pero se agudizó tras la violenta represión desatada por Ortega contra quienes se manifestaban contra las reformas. Esa respuesta violenta dejó 76 muertos en abril, según un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Las manifestaciones han continuado, pero Ortega las ha reventado con violencia. El 30 de mayo centenares de miles de nicaragüenses marcharon en Managua en honor a las madres de los muertos de abril. Esa marcha terminó en un baño de sangre después de que grupos armados por el Gobierno dispararan contra los manifestantes. Se reportaron al menos ocho muertos en Managua y decenas de heridos. Ese día trágico dejó 19 muertos en todo el país, porque también fueron reprimidas las manifestaciones organizadas en el interior de Nicaragua.
Las barricadas y bloqueos de carreteras han sido la última respuesta de los nicaragüenses frente a la violencia de Ortega. En Nicaragua se les llama “tranques” y tienen un alto costo para la economía del país. Los nicaragüenses, sin embargo, están dispuestos a sufrir esas pérdidas antes que desmantelar sus barricadas y desbloquear las carreteras. Son, a decir por vecinos consultados en Managua, una forma de protección frente a los grupos irregulares que siembran el terror en las ciudades del país. Estos grupos asaltan, saquean e intimidan a la población por las noches. “Mire cómo dejaron esto”, dijo el dependiente de una tienda localizada en una gasolinera de la capital, al señalar los estantes vacíos. “Vinieron esos tipos y rompieron todo, se llevaron lo que encontraron”, explicó el chico, un muchacho de mediana estatura, moreno, de rostro redondo, que no quiso revelar su nombre por temor. La tienda está ubicada a unos metros de la Universidad Nacional Autónoma, la principal del país, donde decenas de estudiantes se mantienen atrincherados. Esa universidad fue atacada por las huestes de Ortega el jueves. En el ataque murió un chico de 18 años.
Managua, una ciudad de 1.4 millones de habitantes y siempre dispuesta al baile y las fiestas, se ha convertido en una capital desolada desde las seis de la tarde, cuando la gente se encierra en sus casas por temor a las bandas armadas. Los diarios reportan todas las mañanas muertos de la noche anterior, asesinatos que hasta ahora se mantienen sin explicaciones y dentro de la impunidad. El último ha sido un chico de 18 años asesinado con un disparo en la cabeza. Bares, restaurantes, centros comerciales y tiendas de la ciudad sufren pérdidas millonarias. La crisis, según la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (FUNIES) podría dejar al país pérdidas superiores a los 600 millones de dólares. Entre las consecuencias de la violencia está la suspensión de las misas vespertinas en la capitalina Catedral Metropolitana para proteger a los feligreses. La Iglesia echa el cierre desde las 6:00 de la tarde. “Sabemos muy bien que a esa hora andan los paramilitares”, dijo este domingo a los medios nacionales el vicario de Catedral, Silvio Romero.
Debido a esa violencia desatada desde el Estado es que los nicaragüenses se han alzado en barricadas contra Ortega y de paso paralizado el país. Sin duda están sorprendidos de la magnitud del daño que le han hecho al régimen, en un despertar popular inédito en Nicaragua, que le ha arrebatado el control de las calles a Ortega, una suerte de autoritario tropical, cuyo Gobierno mezcla lo místico con lo religioso, el pragmatismo económico con el clientelismo para los más pobres, la represión a las voces críticas con un mensaje de paz y amor. La imagen de fuerza, indestructible, que proyectaba a nivel nacional y en el exterior empieza a grietarse tras este movimiento popular, parecido a los terremotos que de cuando en cuando resquebrajan a este país centroamericano. A pesar de la respuesta violenta frente al estallido social, los nicaragüenses parecen dispuestos a mantener su lucha, atrincherados en sus barricadas, convertidas también en alteres para rezar a la Virgen María.





HACIA UNA RENOVACIÓN DEL PARADIGMA DEPENDENTISTA

Revista Intersecciones de Argentina (www.intersecciones.com.ar)
                                                                                                                                   
Claudio Katz es uno de los exponentes más destacados de la teoría marxista de la dependencia en América Latina. Próximamente va a publicar un nuevo libro en el cual reivindica una renovación del paradigma dependentista. Conversamos con él sobre este trabajo en curso, incluyendo su evaluación de los debates dependentistas de los años sesenta y setenta, su reivindicación de la figura de Ruy Mauro Marini, el estado actual del dependentismo en América Latina y el mundo, así como la necesidad de adecuar las reflexiones dependentistas a las particularidades de la fase capitalista actual.
El dependentismo ha sido caracterizado de manera variada, como teoría, escuela e incluso como paradigma. ¿Qué fue para ti ese desarrollo teórico y conceptual?
El debate sobre el estatus analítico de la teoría de la dependencia comenzó junto a la propia aparición de esa concepción. Agustín Cueva rechazó la existencia de leyes propias del capitalismo dependiente, en polémica con Ruy Mauro Marini y Theotônio Dos Santos, que atribuían a sus formulaciones esa condición. Eran dos miradas metodológicas contrapuestas. Posteriormente se tornó evidente que la primera postura era muy restrictiva y que la segunda no era satisfactoria. Entonces aparecieron criterios más flexibles. Cobró fuerza la idea de evaluar al dependentismo como un paradigma, en el sentido de un modelo aceptado por la comunidad de los cientistas sociales. Otros hablaron de una perspectiva, un enfoque, un punto de vista o un programa de investigación. Yo coincido con estas reformulaciones. Lo importante es registrar que el propósito específico del dependentismo ha sido estudiar el funcionamiento de las economías periféricas.
En su debut esa corriente incluyó internamente variantes de las tres principales expresiones del pensamiento económico latinoamericano. Todas asumieron cierta auto-denominación dependentista, aunque expresaban afinidades con el liberalismo, el desarrollismo y el marxismo. Las mismas escuelas que han confrontado en la última centuria polemizaron dentro del universo teórico de la dependencia. El clima radicalizado de esa época explica esa curiosa confluencia en un campo compartido.
La corriente marxista estuvo representada por Marini, Dos Santos y Bambirra. Retomaron ideas sugeridas por Marx en sus análisis de China, India y sobre todo Irlanda. Recogieron de Lenin, Trotski y Luxemburg explicaciones del subdesarrollo conectadas con la confiscación imperial de los recursos de los países atrasados. Y adoptaron miradas similares a Sweezy y Mandel, en la caracterización de los drenajes padecidos por la periferia. 
Especialmente Marini reelaboró esos conceptos en forma muy original, combinando el legado marxista con ciertas nociones de la economía latinoamericana trabajadas por Prebisch y Furtado. Estudió detenidamente la forma en que la región reproduce su inserción subordinada en el mercado mundial y aportó un planteo muy esclarecedor de la reproducción dependiente.
¿Cuáles fueron las otras dos vertientes?
 La segunda corriente estuvo liderada por Fernando Henrique Cardoso, que presentaba un enfoque en los hechos compatible con el liberalismo. Yo comparto la interpretación de varios autores brasileños, que destacan las viejas raíces de los planteos derechistas adoptados por Cardoso como primer mandatario. Ese giro no fue sólo una improvisación pragmática, del hombre que quemó todo lo escrito antes de ocupar el sillón presidencial. Hubo un elemento de continuidad en su pensamiento. Siempre fue hostil a los proyectos radicales. Coqueteaba con una especie de marxismo weberiano totalmente ecléctico y en su libro con Falleto concibió la problemática de la dependencia en simplificados términos políticos. Expuso una clasificación de regiones en modalidades de enclave o mayor autonomía, pero rechazó la contraposición básica entre dependencia y desarrollo. Postuló una idea de desenvolvimiento asociado con empresas transnacionales y posteriormente profundizó esa propuesta incorporando todos los dogmas del neoliberalismo. Su evolución guarda cierto parentesco con viejo liberalismo socialista que inauguró Juan B. Justo. Mientras que la teoría marxista de la dependencia se ubicaba en las antípodas de las tesis derechistas de la modernización, Cardoso elogiaba las inversiones extranjeras.
La tercera corriente del dependentismo mantuvo nexos con la CEPAL y expresó un momento de gran radicalización del desarrollismo. En cierta medida Osvaldo Sunkel representaba ese enfoque, que constituía una corriente de opinión con exponentes muy variados. Planteaba una combinación de dependentismo e industrialismo. No sólo promovían la intervención del estado en la regulación económica, sino que también convalidaban propuestas de reforma agraria. Fueron los antecesores de las corrientes social-desarrollistas del reciente ciclo progresista.
En síntesis, si se revisa la trayectoria de la teoría de la dependencia en sus años de gestación, puede notarse la convivencia y el choque en su interior de las tres vertientes del pensamiento económico latinoamericano. Esta reconsideración es útil para evaluar también los debates con los críticos del dependentismo. Yo creo que en los años setenta se exacerbaron las divergencias dentro del marxismo en torno a esa concepción. Por eso las fuertes polémicas de inicio se zanjaron con convergencias posteriores.
Agustín Cueva cuestionaba con razón las exageraciones exogenistas y la interpretación del subdesarrollo como un efecto exclusivo de la dependencia externa. Marini respondía objetando la unilateralidad inversa de explicaciones atadas a la dinámica de procesos internos. El trasfondo era la vieja discusión sobre las causas del retraso regional. Una mirada ponía el acento en los grandes latifundios y la otra en la extracción de recursos al exterior. Pero en los hechos ambas posiciones eran complementarias. La combinación de terratenientes y empresas extranjeras era determinante del subdesarrollo. Incidía tanto el despilfarro local como en la succión de los excedentes hacia afuera. Por eso Cueva y Marini convergieron, a medida que se clarificó la confrontación de ambos con Cardoso. Estas líneas divisorias maduraron con el tiempo, superando la inclusión o exclusión inicial en el universo del dependentismo.
Es interesante lo que dices frente a la usual contraposición de la teoría de la modernización (centrada en factores endógenos) con la teoría de la dependencia (preocupada por los factores exógenos). Pero también se afirma que el dependetismo incurrió en un determinismo económico, refutado por la industrialización de los “tigres asiáticos”.
Yo creo que es una visión muy superficial, que desconoce la matriz política de todos los razonamientos del dependentismo marxista. Esta corriente surgió en directa sintonía con la revolución cubana. Sin ese acontecimiento no habría existido en la modalidad que emergió. Lo que determinó el ascenso y descenso de la prédica dependentista fue la incidencia de esa revolución y de su proyecto de gestar el socialismo en toda América Latina. La tesis de Marini constituye una teorización de esa expectativa y de un programa socialista como solución radical al problema de la dependencia. Esa misma percepción estaba presente en Cueva, a pesar de las fuertes divergencias que tuvieron en la definición de los caminos para alcanzar esa meta. Esas diferencias alcanzaron un pico de gran intensidad durante la experiencia de la Unidad Popular chilena. En contraposición a las estrategias de alianza con la burguesía nacional, Marini auspiciaba un proceso ininterrumpido de radicalización socialista.
Como todos los debates presentaban este fuerte trasfondo político, me parece totalmente desubicado calificar al dependentismo de economicista. Los principales exponentes de esa vertiente ni siquiera se consideraban economistas. Marini, Dos Santos y Bambirra pensaban como revolucionarios. Durante la gestación de la teoría estuvieron más comprometidos con la militancia que con el dictado de clases en alguna universidad.
Por otra parte, la problemática de los tigres asiáticos apareció cuando decaían los debates sobre la dependencia. Esa discusión fue previa y signada por otras circunstancias. Además, el impetuoso surgimiento de economías asiáticas no fue previsto por nadie. La omisión achacada al dependentismo valdría también para los economistas neoclásicos y heterodoxos. En realidad quién estuvo más cerca de explicar el fenómeno fueron todos los teóricos marxistas que realzaron la problemática de explotación. El gran capital comenzó a desplazarse al Sudeste Asiático para lucrar con la baratura de una fuerza del trabajo más disciplinada. Es importante situar siempre cada debate en su momento histórico. Cuando se olvida esa contextualización aparecen todo tipo de arbitrariedades.
El desenvolvimiento del dependentismo incluye una extraña paradoja. Ha sido marginalizado en un momento de gran recrudecimiento de la dependencia ¿Cuáles fueron las razones de ese retroceso?
Esa pérdida de influencia tiene una explicación política. América Latina presenta hoy un escenario más dependiente que en los años setenta y la tesis que mejor esclarece esa situación gravita menos que en el pasado. Actualmente impera el extractivismo y la regresión industrial en todos los planos, pero el registro de este hecho es menor. Las razones del divorcio se encuentran en lo sucedido en el plano político.
Tres grandes acontecimientos cerraron el ciclo de la revolución cubana. Primero se consumó la derrota de los movimientos guerrilleros, que buscaban expandir esa transformación social al conjunto de la región. El asesinato del Che simbolizó ese cambio. Luego se registró la frustración de la Unidad Popular en Chile y el renacimiento revolucionario posterior en Nicaragua, quedó cerrado con la derrota electoral del sandinismo. Ahí comenzó a la expansión del neoliberalismo, que fue parcialmente contenido en la última década con el ciclo progresista, pero sin la fuerza suficiente para evitar la ulterior restauración conservadora. En todas las fases de las últimas décadas se verificaron momentos de resurgimiento de la tradición dependentista. Pero en ningún caso se ha revertido el contexto adverso para ese proyecto.
Es interesante que sitúas el declive en el plano político frente a la generalizada creencia en una derrota del dependentismo en el plano teórico.
Esa impresión es totalmente equivocada. ¿Cómo medimos la derrota de una teoría? ¿Por su consistencia interna? ¿Por su capacidad para formular pronósticos acertados? El primer plano se dirime en los debates conceptuales. El segundo plantea un parámetro muy controvertible. Si la teoría de la dependencia no tuvo pronósticos certeros: ¿quién los tuvo? ¿Alguien previó el despegue del Sudeste Asiático?
Estamos considerando fenómenos muy complejos cuya dimensión política es siempre imprevisible. La caída de la Unión Soviética es otro ejemplo de esa dificultad de previsión. Hay que cuidarse de la típica evaluación retrospectiva de los sucesos del pasado con miradas del presente. La misma objeción de pronósticos fallidos que se expone contra el dependentismo cabría para cualquier otra teoría. No me parece un camino sensato de análisis.
A pesar de un cierto declive la teoría de la dependencia nunca desapareció, y su instrumental incluso ha sido utilizado por algunos economistas europeos. ¿Cuáles han sido los aportes al dependentismo en otras regiones?
Hay varios desarrollos a nivel internacional. Un curso muy fructífero se desenvolvió en el encuentro con la teoría del sistema-mundo de Immanuel Wallerstein. Ese empalme fue interesante, porque no estuvo centrado en ningún caso particular. No investigó lo ocurrido en un determinado país, sino que indagó la consistencia general de nuevos conceptos, como la semiperiferia. Esa noción de formaciones intermedias fue asumida por Marini al distinguir de hecho a Brasil de Haití. Pero también hubo áreas de discrepancia entre las dos concepciones. Marini y Dos Santos eran marxistas clásicos. No razonaban con el modelo cerrado del sistema-mundo, ni con la tesis de un fin predeterminado, con fechas de eclosión del capitalismo.
No estoy muy familiarizado con la recepción del dependentismo en Europa, pero es muy evidente la existencia de problemáticas comunes. Durante la crisis de la deuda en Grecia se generalizaron las comparaciones con lo ocurrido en Argentina. Esos contrapuntos se hicieron con miradas dependentistas. Se reconoció un problema común de la deuda manejada por distintos acreedores. En vez de Estados Unidos actuaba Alemania y en vez del FMI el ajuste era impuesto por la Comisión Europea. Pero la lógica es la misma. Algunos economistas franceses han escrito trabajos muy interesantes con ese basamento teórico, para clarificar la problemática del Euro. Plantearon muy bien cómo el Euro vincula a países con salarios diferentes, generando transferencias de valor desde la periferia al centro de Europa.
En ese caso se quita a los países periféricos la posibilidad de devaluar, generando un desequilibrio enorme. La periferia ya no tiene más válvulas de escape que disminuir el nivel de vida de los trabajadores.
Exacto. Ese mecanismo económico tiene muchas semejanzas con las tesis de Marini. Es la misma idea con otras modalidades operativas. El problema es siempre la transferencia de valor. Se puede consumar por senderos comerciales, financieros o productivos. En la periferia europea (Irlanda, Portugal, Grecia), el Euro consagra desequilibrios comerciales a favor de Alemania, que desembocan en endeudamiento y dependencia. Hay muchos estudios empíricos de esa dinámica.
Pero más allá del impacto que tuvo el dependentismo en Europa hay dos personalidades no latinoamericanas, que tuvieron gran influencia en el desenvolvimiento de esa teoría. Primero André Gunder Frank, un intelectual muy singular que inicialmente canalizó la conexión de las vertientes antiimperialistas de Estados Unidos (asociadas con la revista Monthly Review) con el dependentismo. Desenvolvió una formulación muy popular de esa concepción con la idea de “desarrollo del subdesarrollo” y su libro fue tomado como una gran síntesis de la teoría.
Pero curiosamente Frank abandonó ese enfoque muy temprano. En 1971 quedó fascinado por la teoría del sistema mundial que él contrapuso al dependentismo, cuando Wallerstein convergía con Marini y Dos Santos. Y en una etapa posterior elaboró una exótica concepción sobre el capitalismo milenario con epicentro en China. Fue una figura muy controvertida. Si miramos lo ocurrido en forma retrospectiva, Cueva fue mucho más dependentista. Sus críticas a Frank resultaron acertadas, especialmente en el debate historiográfico sobre el origen del capitalismo en América Latina.
La otra figura ha sido Samir Amin. Es el teórico vivo más importante del dependentismo y construyó la obra más consistente. Tuvo quizás la paradójica ventaja de razonar fuera del condicionamiento latinoamericano. Trabajó desde Europa, Asia y África con una mirada distinta y un enfoque más global. Partió del problema de viejas sociedades orientales sometidas al colonialismo europeo y no de un Nuevo Continente capturado por esa dominación. Por eso su análisis de las formaciones tributarias es tan distinto de la clásica controversia sobre el feudalismo y el capitalismo colonial.
Ha combinado como pocos autores la esfera de la historia con la economía y también razonó con otras referencias políticas. Mientras que el dependentismo latinoamericano estuvo signado de la revolución cubana, Amin partió de Bandung y la convergencia del nacionalismo revolucionario con el socialismo en Asia y África. Sin lugar a dudas expresa otra vertiente muy fructífera de la teoría de la dependencia.
Y también está el caso del dependentismo en el Caribe, donde se registró una recepción bastante interesante y poco investigada.
Si. Fue distinta por su peculiar mezcla con tradiciones múltiples. Ahí aparece el problema de la negritud que no es estrictamente latinoamericano. La relación de dependencia con el indigenismo conceptualizada por  varios autores andinos, adoptó en el Caribe otro tipo de conexiones, insertas en la huella de los jacobinos negros y la revolución haitiana. Pero ahí también se observa la mayor proximidad de la revolución cubana. La teoría de la dependencia articuló esa diversidad de problemáticas con la especificidad de economías muy fragmentadas. Lo que Marini pensaba para Brasil no se aplica a Jamaica, pero ambos países están conectados a la misma dinámica de la reproducción dependiente.
Quería preguntarte sobre las distintas trayectorias dentro del dependentismo latinoamericano.
Yo considero necesario estudiar con detenimiento a Marini que elaboró un razonamiento integral. Indagó el caso de  Brasil que en los años sesenta era una formación intermedia en proceso de industrialización. Compartió las mismas preocupaciones de los teóricos de la CEPAL sobre Argentina y México y analizó la dinámica de esas economías. En ese abordaje introdujo categorías muy novedosas y polémicas, como la superexplotación, el ciclo dependiente y el subimperialismo. Lo que Cueva estudiaba para países como Ecuador, Bolivia o Perú –aún centrados en la problemática del campesinado y el latifundio– Marini lo indagaba para una sociedad como Brasil, ya signada por los desequilibrios de la industrialización. Eran dos escenarios distintos de la lógica de la dependencia.
Me parece importante rescatar también la figura de Theotônio dos Santos que acaba de fallecer. En los años 60-80 aportó ideas claves sobre el estado, las clases y también la estrategia socialista. Razonó de otra forma, con menos apego a la elaboración abstracta de Marini, que seguía rigurosamente las pistas de El Capital y de todas las categorías de Marx.
Es decir, pensaba el dependentismo a partir de la ley del valor.
Si. Claramente en Marini. Pero en Theotônio prevalece más bien el estudio combinado de la dimensión económica y política. Desarrolla una visión más familiar al abordaje que inauguró Lenin. No hay tanta preocupación por definir las contradicciones de un modelo de la reproducción ampliada, sino por detectar cuáles son las fuerzas sociales actuantes en cada escenario. Ahí aparece esa reflexión sobre las relaciones entre el estado, las clases dominantes y la burocracia, que en la obra posterior de Dos Santos asumieron connotaciones más controvertidas. Quizás a la hora de los homenajes conviene también recordar las interesantes clasificaciones que desarrolló Bambirra, sobre distintas economías latinoamericanas.
En mi opinión hay que revisar la originalidad y consistencia de cada aporte teórico, pero con alguna tesis ordenadora. De lo contrario, nos deslizamos hacia la simple descripción o hacia la reivindicación ritual. Mi balance subraya la síntesis entre Cueva y Marini y la consiguiente confluencia del endogenismo con el exogenismo marxista. Observo los aspectos problemáticos de ambas vertientes, pero no pierdo de vista que ese empalme define un enfoque integral y rival del pensamiento liberal o desarrollista. En ese trípode se concentran las grandes divergencias teóricas que perduran hasta la actualidad.
En los años ochenta el dependentismo experimentó un fuerte revés y partir del nuevo milenio se observa una ligera recuperación. ¿Cómo caracterizarías ese acotado resurgimiento?
Yo creo que efectivamente hay una cierta recuperación del dependentismo. Ese rebrote acompañó al ciclo progresista de la última década y sobre todo al surgimiento del chavismo. La teoría de la dependencia estuvo muy presente en el universo conceptual de Chávez y también en muchos razonamientos Evo Morales. No es la mirada de Lula, ni tampoco de Cristina Kirchner, que son tolerantes pero no afines al dependentismo. Con el mismo énfasis que postuló la actualidad del comunismo y del socialismo, Chávez reivindicó la teoría de la dependencia.
En términos más generales, todas las propuestas teóricas que aparecieron en los últimos años como el “socialismo del siglo XXI”, el “bolivarianismo” o el “buen vivir” rescatan elementos de la teoría de la dependencia. Por eso hemos visto homenajes a sus principales figuras y una interesante reedición de libros. No se repite el clima intelectual de los 70, pero resurgió el pensamiento crítico. Han aparecido además muchos núcleos de investigación especialmente en Brasil, mientras que en México continúa la elaboración de los autores que fueron discípulos de Marini. Hay muchas variantes de estos replanteos en distintos puntos de América Latina. Incluso en Argentina, dónde nunca tuvo raíces significativas.
En la actualidad se verifica también un llamativo contrapunto entre los defensores de la teoría de la dependencia tal como fue formulada por Marini, y los críticos marxistas de ese enfoque, que conforman la vertiente antidependentista. Retoman los cuestionamientos que aparecieron desde los años 80, especialmente en Inglaterra. Son planteos con cierta resonancia en el mundo académico de Argentina.
Pero también existe una corriente que reivindica una renovación de la teoría marxista de la dependencia.
Si. Yo me ubico en ese terreno de reivindicación de la teoría, señalando al mismo tiempo la necesidad de introducir importantes actualizaciones y modificaciones. En este plano hay varios temas en discusión. El primero es la superexplotación. En sus últimos trabajos Marini sostuvo que ese rasgo ya no constituía una peculiaridad de América Latina o la periferia, sino que integraba las características del capitalismo globalizado. Esa reformulación abrió un debate entre quienes ampliamos y reconsideramos la dinámica de ese principio y los autores que defienden su formato tradicional.
El segundo tema –que todavía no suscitó polémicas abiertas pero que seguramente va a derivar en intensas discusiones– es la renta. Algunos pensadores cuestionan la teoría de la dependencia por omitir esa categoría y otros responden que no tiene relevancia específica. Yo coincido con la tesis de reintegrar el concepto al dependentismo, con una caracterización peculiar de la renta agraria y petrolera a escala internacional. Este problema tiene importantes consecuencias para la evaluación de la economía argentina o venezolana.
También se ha renovado el viejo debate sobre el intercambio desigual, ya no con las referencias de los años 70 al modelo de Emmanuel, sino considerando las nuevas modalidades de la división global del trabajo. Hay investigaciones muy interesantes, sobre la forma en que la plusvalía es transferida a empresas ubicadas en la cúspide de la cadena de valor. El mismo proceso se verifica en las maquilas y en ciertas empresas transnacionales. Las ideas dependentistas son muy gravitantes en estos terrenos.
Un tercer problema en debate es la validez o alcance del concepto de subimperialismo. Hay llamativas evaluaciones de Brasil y Sudáfrica y sobre todo del papel de los BRICS. Yo creo que esa categoría rige más bien para países como Turquía o India. No es una noción meramente económica. Es un concepto geopolítico, referido a la capacidad de una potencia intermedia para actuar en el plano militar. Es lo que hace Turquía en Siria contra los kurdos. Brasil ha quedado situado en otro plano, desde que perdió capacidad de acción autónoma. Otro tema muy conectado a estos debates es la configuración actual de China. La controversia gira en torno a su clasificación dentro del denominado “Sur global”.
Y en ese caso si el comercio entre América Latina y China expresa una cooperación sur-sur o una nueva forma de dependencia.
Exacto. Hay trabajos muy recientes de autores estadounidenses sobre el tema. Abordan la globalización productiva desde la óptica dependentista, con acertadas evaluaciones de la nueva dinámica del arbitraje global del trabajo. Analizan cómo el valor generado en un punto del planeta se realiza en otro. Pero justamente ahí aparece el problema geopolítico del status de China. No creo que esa nueva potencia forme parte del “Sur global”. Es la segunda economía del mundo y actúa como un imperio en formación.
En uno de tus textos más recientes reivindicas entonces la renovación del paradigma dependentista. ¿Cómo se concretaría ese replanteo?
El punto de partida es evaluar las enormes transformaciones registradas en el capitalismo, en comparación a la época de Marini. Estamos en una etapa neoliberal completamente distinta, luego del ocaso del periodo keynesiano. Necesitamos conceptualizar el funcionamiento del capitalismo mundial de nuestro tiempo.
Ese sistema se basa en una agresión permanente contra los trabajadores, asentada en el predominio de las empresas transnacionales. Hace cuarenta años ya era un capitalismo mundial pero sin cadenas de valor. Ahora predomina la globalización productiva, que define las formas de expansión de la mundialización financiera y de los nuevos mecanismos de extracción de plusvalía. La distinción entre explotación del centro y superexplotación en la periferia ya no constituye un criterio acertado. Hay expresiones de ambos tipos en ambos polos de la economía mundial, con fuertes diferencias en el status del trabajo formal e informal.
También la estructura jerárquica mundial y las redes de transferencia de valor son diferentes. Por eso necesitamos una comprensión del nuevo capitalismo mundial, que opera con una inédita dinámica de recorte del empleo. No sólo destruye más puestos de trabajo que los generados. Consuma esa demolición a una velocidad muy superior a todo lo conocido. Theotônio dos Santos era un pensador muy abierto a estudiar estos problemas. Pero esos procesos eran desconocidos en el auge de la teoría de la dependencia. La revolución digital sólo era imaginada en la ciencia ficción.
Además el universo geopolítico actual es totalmente distinto. Desapareció la Unión Soviética, surgió China y existe una controversia irresuelta sobre el declive Estados Unidos, en un contexto de remodelación de todos los dispositivos imperiales. El capitalismo y el imperialismo son distintos a los imperantes en los años de Marini. Sin afrontar el tipo de transnacionalización pura que conciben algunos pensadores, tampoco prevalecen las viejas configuraciones nacionales. Más bien predomina una modalidad híbrida de mundialización productiva, sin correlato equivalente en las clases sociales y los estados.
Esta mutación nos obliga a re-conceptualizar muchos problemas. Por ejemplo, el estricto paralelo entre subimperialismo y semiperiferia ya no se verifica con la misma sintonía. Hay modalidades combinadas en todas las formaciones intermedias. Una semiperiferia como Corea del Sur carece de rasgos subimperiales y difiere de Turquía, que a su vez no tiene el grado de integración global de la economía del Sudeste Asiático.
Por lo tanto hay que reacondicionar muchas categorías en la tradición teórica del dependentismo, pero sin fascinarse con un sólo pensador. Y por eso conviene observar a esa escuela como un momento de evolución de todo el marxismo, con un aporte específico en la indagación de la lógica del subdesarrollo. Quizás lo más interesante es retomar las tesis del ciclo dependiente, como mecanismo de transferencia de valor hacia economías más desarrolladas. Marini fue un buen teórico de la maquila mexicana. Pero hay otros fenómenos que en su momento exageró o que eran válidos para su época y no para la actualidad. 
Y desde esa perspectiva de una renovación intervienes en los debates sobre la superexplotacion.
Si. Pero en esas discusiones deberíamos tener cuidado para no repetir los errores del pasado, cuando se extremaron contraposiciones entre partidarios de la misma concepción. Como es un debate entre defensores de la misma tradición dependentista deberíamos mensurar las divergencias en juego. Estas polémicas no pueden tener la intensidad de las controversias con nuestros enemigos del neoliberalismo o con nuestros adversarios de la heterodoxia.
En los últimos años, una de las nociones más frecuentadas en los debates sobre el desarrollo en América Latina ha sido el extractivismo, pero curiosamente emerge con grandes desencuentros con el dependentismo. ¿Por qué?
También ahí existe una dualidad de situaciones. Hay por un lado un gran espectro de convergencias entre ambas corrientes, en la denuncia de la reprimarización y en la defensa del medio ambiente. Muchos autores trabajan con razonamientos de las dos concepciones. El desencuentro se ubica con lo que podríamos denominar post-desarrollismo. Hay vertientes anti-extractivistas que objetan la idea del desarrollo, en contraposición al programa marxista de forjar otro desarrollo. Esa meta es clave en América Latina como corolario directo de la crítica al subdesarrollo. Además, existe una fuerte divergencia con las perspectivas localistas, meramente comunitarias y anti-estatales de esas corrientes. La teoría de la dependencia se inscribe en una tradición de intervención estatal radical, con la mira puesta en la gestación de una sociedad socialista. El post-desarrollismo se opone a esa perspectiva.
El fin del ciclo progresista es uno de los temas de mayor actualidad en la región. ¿Cuál sería la lectura dependentista de ese proceso?
Desde una óptica dependentista cabría señalar que el ciclo progresista se frustró por no encarar la superación del subdesarrollo. Y eso vale para Argentina, Brasil, pero también para Venezuela. No se ha logrado transformar la renta agraria o petrolera en una fuente de desarrollo inclusivo y equitativo.
Desde la misma tradición es igualmente clave distinguir el radicalismo de Chávez o Evo Morales del centroizquierdismo convencional de Lula o Kirchner. También corresponde aclarar que esos procesos no están clausurados. Debemos extraer un balance de lo ocurrido hasta ahora sabiendo que la disputa sigue en pie.
¿Y cuáles son para ti las posibilidades y los límites del nuevo auge del neoliberalismo en América Latina?
Yo soy muy cauto con cualquier pronóstico. Lo que está claro es el diagnóstico. Estamos en un momento de restauración conservadora con gobiernos neoliberales que afrontan tres grandes problemas. El primero es económico. Pretenden afianzar la primarización y el extractivismo, en un contexto internacional adverso por el estancamiento de los precios de las materias primas. Implementan una adaptación pasiva al libre-comercio, cuando Trump y Macron revisan todos los aranceles. Además, el comprador de las materias primas es China y no Estados Unidos, y los presidentes derechistas de la región han quedado desubicados por su primitivismo ideológico pro-norteamericano.
El segundo problema es político. Son gobiernos con legitimidad reducida, basados en un esquema de constitucionalismo muy limitado. Cada día se corrobora algún nuevo rasgo regresivo de sistemas políticos autoritarios con elementos pro-dictatoriales. La consistencia de esos regímenes para implementar la reorganización neoliberal que ambicionan es muy dudosa. El tercer aspecto es la resistencia social. Todos enfrentan el rechazo en las calles. En Argentina esa oposición es fuerte y ha limitado el proyecto de Macri. En otros países es más limitada, pero todos los regímenes derechistas deben lidiar con el movimiento popular. Qué no hayan logrado destituir a Maduro es otro indicio de los límites del neoliberalismo. Bolivia, Venezuela, Cuba siguen en pie, demostrando la persistencia de los bastiones que la derecha no ha podido remover.
Por último, quisiera preguntarte sobre el alcance del dependentismo. ¿Puede trascender el contexto latinoamericano y posicionarse frente al capitalismo mundializado?
Me parece que sí. Pero ese problema remite a una vieja disyuntiva de los pensadores sociales de la región, que han buscado evitar tanto el puro singularismo como la disolución de la especificidad latinoamericana. Nuestros problemas no son únicos e incontrastables, pero deben ser abordados con una mirada de tradiciones locales. Por eso es tan fructífera la herencia de Mariátegui.
La teoría de la dependencia justamente evitó esos dos errores. Compartió las trayectorias del marxismo latinoamericano y se mantuvo alejado del exotismo regional y de la simple copia de enfoques elaborados en otros escenarios. Confluyó con pensadores de África y Europa, integró exponentes de Estados Unidos y nunca tuvo pretensiones latinoamericanistas excluyentes. Pero al mismo tiempo evitó la mera absorción de un dogma elaborado fuera de la región. 
El dependentismo construyó una teoría para explicar el subdesarrollo y por eso despertó tanto interés en otras regiones de la periferia. Brindó instrumentos para comprender las polaridades mundiales y también las bifurcaciones. Este último aspecto es clave por la relevancia actual de las semiperiferias frente a la mera contraposición entre centro y periferia. No basta con explicar las distancias que separan a Estados Unidos de Guatemala. También debemos entender a Corea del Sur, en la pista aportada por Marini para indagar a Brasil.
Yo creo que hoy es interesante estudiar por qué ciertas economías industriales declinan, y otras avanzan. Es justamente el contrapunto entre Corea del Sur y Brasil. Ese cambio sólo se explica en  la lógica de la mundialización productiva y por eso es decisivo renovar el dependentismo.
Finalmente una observación política. La actualización de la teoría de la dependencia empalma en mi opinión con el resurgimiento del antiimperialismo. Esta bandera es clave en una era signada por la agresiva brutalidad de Trump. También debería converger con tradiciones internacionalistas de acción común de los pueblos sin distinción de nacionalidades. Son dos raíces que siempre nutrieron al dependentismo. La lucha contra el imperio y la batalla contra el capitalismo. En esas dos acciones aparecerán nuevos problemas y nuevas respuestas que afianzarán la renovación de la teoría marxista de la dependencia.

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