martes, 30 de enero de 2018

BOLIVIANA ASISTIRÁ A LA RENDICIÓN DE CUENTAS DE TRUMP ANTE EL CONGRESO


Un estudiante de secundaria de Virginia asistirá al discurso sobre el Estado de la Unión del presidente Donald Trump mañana como invitada del Representante Gerald Connolly, demócrata por Virginia.
Nicolle Uria, estudiante de último año de secundaria en Annandale High School en el condado de Fairfax, es una jugadora de voleibol, aspirante a magnate de medios, y uno de los aproximadamente 690.000 inmigrantes cuyo futuro es incierto desde el 5 de septiembre, cuando Trump rescindió el programa de Acción Diferida para Llegadas durante la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés).
El programa fue creado en 2012 para inmigrantes indocumentados que vinieron a los Estados Unidos cuando eran niños.
"Nicolle es una estudiante brillante y talentosa que hasta el pasado mes de septiembre vivió el Sueño Americano", dijo Connolly en un comunicado. "Tenía muchas ganas de ir a la universidad y dirigir su propia compañía de medios un día, hasta que el presidente Trump puso ese futuro en peligro con su insensible decisión de terminar con DACA".
Los padres de Uria emigraron de Bolivia a los Estados Unidos con visas de trabajo hace 16 años, cuando ella tenía un año, y permanecieron en el país cuando expiraron sus visas. Sus padres y hermanas mayores más tarde obtuvieron la residencia temporal, abriendo un camino hacia la residencia permanente, pero la decisión de Trump de rescindir DACA puso en peligro el estatus de Uria.
"Es como si estuvieras navegando en un hermoso océano y luego chocas y está lloviendo mucho", dijo Uria en un perfil del Washington Post en octubre. "Y estás atrapado y no sabes a dónde ir, por cuál camino nadar, está oscuro y no puedes ver. Así es como me siento ahora que DACA quizá llegue a su fin".
A menos que el Congreso pueda llegar a una solución, el estatus de DACA que tiene Uria expirará en septiembre. Los funcionarios de la Casa Blanca ofrecieron un camino a la ciudadanía para los "soñadores" a cambio de $25 mil millones en fondos para un muro fronterizo entre los EE.UU. y México y que se endurezcan las restricciones de inmigración.
La decisión de Connolly de llevar a Uria al discurso de la rendición de cuentas fue una manera de criticar de la decisión de Trump de terminar con DACA.
"Ella y tantos otros Soñadores son exactamente los jóvenes que no queremos se alejen de nuestro país", dijo Connolly. "Son lo que hacen que los EE.UU. sea una gran nación". El Tiempo Latino de EEUU (www.eltiempolatino.com)








CASO MARÍA CASH: EL CRÁNEO ENCONTRADO ES DE MUJER, DE ENTRE 18 Y 25 AÑOS

Cuando hallaron los restos, tenían cabello oscuro. Cancillería reclamó a la Embajada de Bolivia.

El Tribuno de Argentina (www.eltribuno.com)
                                                                     
Nada está confirmado, pero las coincidencias son importantes o, al menos, llamativas. El cráneo descubierto en Bolivia en noviembre 2011, solo cuatro meses después de la desaparición de María Cash, pertenecía a una mujer, de entre 18 y 25 años aproximadamente, que tenía pelo oscuro.
Esos datos se suman al estudio que realizaron dentistas forenses sobre la sonrisa, que afirman, es similar en su singularidad a las huellas dactilares de cada persona.
Con todo esto es que desde hace varios meses se habla de las "importantes similitudes" de esos restos con la joven diseñadora desaparecida en Salta, en julio de aquel año.
Cuando los restos fueron hallados, hace poco más de seis años en una ruta cerca de la ciudad de Oruro, "aún tenían tejido y cabellos, que es el material que utilizó el equipo que encabeza el doctor Edgar Quisbert para realizar la descripción y un estudio de ADN que ellos hicieron en Bolivia", explicó ayer Pedro García Castiella, el abogado de la familia Cash en la causa que investiga la desaparición de la joven.
Toda esa información es la que desde mayo del año pasado la Justicia Federal en Salta viene solicitando, vía Cancillería, a su par de Oruro.
"Queremos tener la cadena de ADN que se hizo en el vecino país, pero a nosotros nos interesaría tener una muestra para que el ADN se haga aquí", añadió el letrado.
No es un capricho. Si las muestras llegan serán analizadas por el mundialmente reconocido Equipo Argentino de Antropología Forense, "lo que nos dará una certeza absoluta sobre el resultado", agregó.
Por ahora solo están las comparaciones, hechas por el doctor Oscar H. Heit, de Entre Ríos, y su par salteño Pablo Medina, en contacto con una dentista forense de Bolivia, quien es la que les pidió colaboración para tratar de identificar los restos.
En las fotografías, que ya fueron incorporadas al expediente de la causa judicial, se pueden ver múltiples coincidencias, que van desde una pequeña grieta en uno de los incisivos a la forma del mentón, pasando por las inclinaciones de otras piezas dentarias.
Ante esta evidencia científica, los doctores Heit y Medina, su colega forense de Bolivia y el doctor Quisbert están en permanente contacto.
Gestiones
Tras la repercusión mediática que tuvo la semana pasada la noticia sobre el hallazgo del cráneo en el caso María Cash, autoridades de la Cancillería argentina se reunieron el viernes pasado con funcionarios de la Embajada de Bolivia en Buenos Aires, donde plantearon la queja por la demora en la respuesta de los tres exhortos ya enviados por el Juzgado Federal 2 de Salta a la Justicia de Oruro.
En paralelo, hoy a la tarde García Castiella se reunirá con el cónsul de Bolivia en Salta, Jesús Ricardo Díaz. "Nos gustaría que con el cónsul establezcamos un puente para que colabore con el diligenciamiento rápido, porque esto no va a ser un simple trámite", explicó García Castiella.
Otras investigaciones
El abogado explicó que en paralelo a la solicitud enviada a Bolivia, "existen otras hipótesis sobre las que estamos trabajando" en la búsqueda de María Cash. Son tres líneas de investigación, dentro del país, que sigue la familia, no la Justicia, por ahora. El Tribuno de Argentina (www.eltribuno.com)






MARÍA CASH: CANCILLERÍA INTERVENDRÁ PARA QUE BOLIVIA COLABORE EN LA CAUSA
                                                                                                
En Cochabamba encontraron restos humanos que podrían ser de la diseñadora desaparecida hace seis años. La justicia Federal evalúa el nuevo hallazgo.

Informe Salta de Argentina (www.informatesalta.com.ar)
                                                             
La justicia Federal investiga el hallazgo de restos humanos en Cochabamba que podrían ser de María Cash, la diseñadora desaparecida hace seis años. La noticia fue informada desde Gendarmería, pero hasta el momento no se pudo agilizar la información porque Bolivia no responde los exhortos. Por ello la Cancillería intervendrá.
El juez Miguel Medina, quien investiga la desaparición, contó por FM Aries hoy el Ministerio de Relaciones del Interior va a pedir a Bolivia que colabore con las investigaciones. “Nos falta información. Estamos en medio de una lucha diplomática”, sostuvo. No dudó en decir que la información que circula son únicamente hipótesis y conjeturas que salen de afuera del expediente.
Nuestra meta es darle valor a todo lo que pueda tener un objetivo relacionado con saber cuál fue el destino de María Cash, estamos tratando de obtener la información para hacer, en este caso, los cotejos y las comparaciones que se hacen con nuestro sistema. Tenemos que hacerlo en Argentina con peritos y expertos argentinos”, sostuvo.
Aseguró que el expediente nunca estuvo quieto,  “a lo largo de estos años son varias las comunicaciones internacionales que hicimos con intervención de la Cancillería para lograr las respuestas bolivianas y no las tuvimos. Lo único que tenemos fidedigno es lo que está en el expediente,  lo que hacemos con las reglas del proceso argentino, todo lo demás no sirve para nada, son solo conjeturas”.





LUCHA POR SU VIDA: ADOLESCENTE CAMINABA POR LAS VÍAS Y FUE ARROLLADO POR EL TREN
                                                                                                                  
La víctima sufrió heridas gravísimas y ahora se encuentra en el hospital Erill, con pronóstico reservado. Es oriundo de Bolivia y vive en Loma Verde. Descartan que haya sido un intento de suicidio.

El Diario de Escobar, Argentina (www.eldiadeescobar.com.ar)
                                                 
Un adolescente de 15 años que caminaba por las vías del ferrocarril fue arrollado este domingo a la tarde por un tren y ahora se encuentra luchando por su vida en el hospital provincial de Escobar.
El episodio ocurrió cerca de las 16.30, cuando la formación número 2506 de la línea Mitre, que había salido desde Zárate con destino a Villa Ballester, embistió al joven en cercanías del paso a nivel de la calle Paseo de Julio, en el barrio Philips de Belén de Escobar.
Como consecuencia del brutal impacto, el adolescente sufrió varias heridas de gravedad: fractura de cráneo, de fémur y un neumotórax, por lo cual debió ser trasladado de urgencia por una ambulancia del SAME al nosocomio local, donde ingresó en estado reservado y actualmente sigue luchando por su vida, según fuentes policiales consultadas por El Día de Escobar.
El muchacho fue identificado como Carlos Jonathan Flores, nativo de Bolivia y con domicilio en la localidad de Loma Verde.
En cuanto a los motivos del accidente, se descartaría que se trate de un intento de suicido, algo muy habitual en estos casos. El ayudante del maquinista manifestó en su declaración que la víctima caminaba por el medio de las vías dando la espalda al tren y que no reaccionó a la fuerte bocina del convoy. Que estuviera distraído o escuchando música con auriculares son algunas de las hipótesis que se manejaban.
Tras el choque, que aconteció escasos minutos antes de llegar a la estación de Escobar, la formación debió interrumpir su recorrido y permaneció en el lugar durante más de tres horas con todos los pasajeros a bordo, muchos de los cuales se descompusieron por el sofocante calor y debieron ser asistidos con agua fría por personal de Defensa Civil y Bomberos Voluntarios.
Por tratarse de un accidente ferroviario, intervino el juzgado federal de Campana.





IMPRESIONANTE SALAR DE UYUNI

Hace unos días el Dakar pasó por aquellas lejanas tierras que visitamos en un recorrido hasta la frontera con Chile

Diario Vasco de España (www.diariovasco.com)
                                                              
El más impresionante, mayor y más alto desierto de sal del mundo, el Salar de Uyuni era una asignatura pendiente que tenía desde hace muchos años, desde que por primera vez pisé Bolivia, país sudamericano en el que se encuentra. Y todavía más cuando en 2013, recorriendo el desierto de Atacama en Chile, llegamos a la frontera con Bolivia. Pues bien, el pasado verano volvimos a llegar a la misma frontera pero desde el otro lado, desde Bolivia, a través del Salar de Uyuni, y después de muchos, muchísimos kilómetros en 4x4 por el altiplano llegamos hasta la Laguna Verde en las mismas faldas del majestuoso Licancabur, de 5.920 metros de altura, frontera natural entre Bolivia y Chile.
A mediados de enero el famoso rally Dakar, entraba en Bolivia desde Arequipa en Perú, donde se inició en Lima, su capital el pasado día de Reyes, hasta La Paz, descansando un día y al siguiente precisamente cubrir el trayecto entre la capital boliviana y Uyuni, atravesando parte del impresionante Salar, donde se encuentra la estatua de sal conmemorativa del paso del Dakar por este salado terreno ubicado a 3.650 metros de altitud. El sábado pasado salió de Uyuni para cubrir el trayecto hasta la localidad de Tupiza, todavía en Bolivia desde donde salió el domingo hacia Salta, ya en Argentina, para terminar el recorrido en la ciudad argentina de Córdoba el viernes, 20 de enero.
Cementerio de trenes
Con esto que ya hemos comentado del famoso rally, ya es suficiente porque escribimos hoy en estas páginas de viajes sobre un más que interesante recorrido hacia y por el Salar de Uyuni. Nuestro punto de partida fue la magnífica ciudad de Potosí. Habíamos partido en coche desde Sucre, emplazado a 2.810 metros de altura, y la carretera va ascendiendo hasta llegar a la ciudad minera a 4.090 metros de altitud. Y esto se nota. Infusiones de coca irán bien para suavizar el ‘soroche’ o mal de altura, al tiempo que se aconseja no hacer ejercicios bruscos para ir adaptando el cuerpo poco a poco.
Saliendo de Potosí hacia Uyuni, imprescindible la visita al cementerio de trenes, vestigios del siglo XX, convertidos en ruinas, producto del abandono de la línea que cubría en 1899 Uyuni-Antofagasta. Este panteón de trenes, en tiempos parte fundamental de la vida de los pueblos, plagado de hierros que componen las imponentes máquinas ferroviarias y sus destartalados vagones, no deja de ser un lugar curioso perdido en la inmensidad del altiplano. Merece la pena.
Y continuando camino de Uyuni se hace casi obligada una parada en Colchani para visitar una de las fábricas de sal donde nos explicarán la economía familiar de la sal, que rige la vida del pueblo en base a una organización cooperativista.
Pueblo minero
Y llegados a Potosí, evidentemente hay que darse una vuelta por el centro, visitando la Casa de la Moneda. Merece la pena al menos ver y entrar dentro del edificio más importante de la arquitectura colonial en América del Sur. Potosí es una ciudad de poco más de 240.000 habitantes, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. La catedral, la Plaza 10 de noviembre, el Obelisco, la Estatua de la libertad, etc., en definitiva el centro histórico, bien merece un recorrido, y por supuesto, el Cerro Rico. Está alto pero hay que subir al mirador, y de camino, una paradita en el monumento al minero.
Potosí fue nombrada por el emperador de España Carlos V en el siglo XVII como la ‘Villa Imperial de Carlos V’. Creció de forma espectacularmente rápida a la vez que desordenada y en el siglo XVII se convierte, por su riqueza, en una de las tres ciudades más importantes del mundo, junto con París y Londres. Una leyenda urbana comenta que con la plata extraída de la mina del Cerro Rico, se podría construir un puente desde Potosí a Europa. Estas minas fueron sostén de la economía mundial durante la colonia, que tristemente se convirtieron en la tumba de miles de indígenas que perdieron su vida para extraer las riquezas de sus entrañas.
Merece la pena visitar las minas, donde nos enseñarán previamente dónde se compra la dinamita que se vende alegremente y a cualquiera en la pendientes calles de Potosí. Ver cómo trabajan hoy en día y en unas condiciones más que extremas con una temperatura en su interior que puede alcanzar cerca de los cincuenta grados es sorprendente.
El Salar de Uyuni
Un punto fuerte de nuestro recorrido por Bolivia iba a ser sin duda el gran Salar de Uyuni. Una confortable carretera va descendiendo de Potosí al pueblo de Uyuni, que se encuentra igualmente en el Departamento de Potosí. Llegando a esta población de Uyuni hay que darse una vuelta por el centro visitando el reloj público, entre la plaza Aniceto Arce y la avenida Potosí, construido en 1930 y declarado Patrimonio Cultural Material Inmueble del Estado Plurinacional de Bolivia, por su valor histórico, estético y urbano. Muy cerca de la escultura del Dakar está el ‘sol-máforo’, el primero construido íntegramente en Bolivia, que mide los niveles de radiación ultravioleta y que se instaló precisamente en Uyuni a raíz del Dakar.
Con una extensión de unos 10.500 kms. cuadrados y situado a 3.650 metros de altitud, esta la gran planicie salada, salpicada de islas. Hace 40.000 años era una enorme lago, llamado Minchin que con el paso del tiempo se fue reduciendo en extensión, hasta quedar en lo que hoy en día es un destino turístico mundial visitado por unos 60.000 turistas al año. Este deslumbrante manto blanco tiene figuras geométricas casi perfectas, apreciables a simple vista, formadas por las partículas de sal aglomeradas en polígonos. De los diez billones de toneladas que contiene el salar, en la actualidad se extraen unas 25.000 toneladas al año. Y como dato, el 90% de litio del mundo se encuentra en el salar, con lo que su riqueza mineral es asombrosa.
Viajar con un 4x4 a través de él se convierte por sí mismo en un espectáculo paisajístico, haciendo diversas paradas para visitar sus islas, como la de Incahuasi (en quechua, la casa del inca), la más turística, con enormes cactus de hasta 10 metros de alto. O pararse en el primer hotel construido íntegramente con sal del salar, en cuyas afueras se encuentra una gran efigie del símbolo del Dakar, nada atractivo pero ahí está rompiendo el paisaje.
Se puede también hacer una visita a Coqueza tras haber recorrido unos cien kilómetros en el salar. Caminando un poco por las laderas del volcán Thunupa, podremos llegar hasta una cueva donde se albergan unas momias milenarias.
Hacia las laguna
Otra delicia cercana al salar y habiendo salido ya de este, es el árbol de piedra, una formación rocosa fruto de los caprichos de la naturaleza creado por los fuertes vientos que abaten la zona a lo largo de los tiempos. De unos cinco metros de altura y en equilibrio constante, se encuentra en el desierto de Siloli en las puertas de la Reserva Natural de Fauna Andina Eduardo Abaroa. Adentrados en este lugar observaremos el desierto de Dalí, llamado así porque, aunque sin conocerlo, el propio artista pintó algunos paisajes similares. Se trata de unas montañas con peculiares tonos rojizos. Si continuamos camino del desierto en el altiplano podremos ir visitando las diferentes lagunas altiplánicas a cada cuál más singular, por su color, por su fauna, por sus detalles...
En la laguna Colorada vemos una impresionante colonia de flamencos. Continuando viaje hay que visitar irremediablemente los Géiseres del Sol de Mañana. Entonces estaremos a unos 5.000 metros de altitud, suponemos que ya aclimatados después de deambular por el Salar y el desierto unos cuantos días. En esta zona de gran actividad geotérmica se pueden apreciar numerosas fumarolas, lava hirviendo y géiseres que contrastan con la nieve de alrededor. Para no perdérselos.
Las Damas del Desierto es otra obra maestra de la naturaleza que por acción del viento ha esculpido estas formaciones rocosas, cuando menos curiosas. Y como colofón al viaje y muy cerca ya de Chile, llegaremos a la Laguna Verde al pie del majestuoso volcán Licancabur.
Cerro Rico y El Quijote
El Cerro Rico en Potosí se eleva hacia el cielo por encima de los 4.800 metros, dominado la ciudad. Llamado así por su riqueza en plata, hoy todavía se sigue extrayendo de la mina el preciado metal. Hasta Miguel de Cervantes en su famosísimo El Quijote le decía a Sancho: «Si yo te hubiera de pagar conforme lo que merece la grandeza y calidad de este remedio, el tesoro de Venecia, las minas del Potosí fueran poco para pagarte; toma tú el tiento a lo que llevas mío, y pon el precio a cada azote». También de ahí viene el dicho de que esto o aquello vale un Potosí, refiriéndose al valor de las cosas.





EL REY NEGRO DE BOLIVIA

Un documental estrenado en España retrata la vida de Julio Pinedo, reconocido descendiente de un monarca africano llevado como esclavo a Bolivia.

La República de Perú (www.larepublica.pe)

En la exuberante vegetación de Los Yungas, al norte de La Paz, se esconde una leyenda sobre la existencia de un soberano negro. Este hombre es Julio Pinedo, nombrado rey de los afrobolivianos, reconocido descendiente de un monarca africano traído como esclavo a Bolivia por los españoles en 1820. La directora Paola Gosalvez escuchó este relato y le atrajo inmediatamente: “Reconocido por algunos como rey, en un Estado como el nuestro, viviendo como campesino. Me sigue pareciendo muy interesante para filmar”. Ocho años tuvieron que pasar para que viera la luz El rey negro, el documental de un hombre que ha trabajado toda su vida como agricultor en Bolivia, pero que sus raíces están conectadas a una realeza antigua de otro continente.
Pinedo es parco con las palabras, pero sin embargo Gosalvez logró ganarse la amistad del rey para que le contara su historia. Parte del proceso de creación del documental fue obtener su confianza, ya que es una persona reservada, cuenta la directora. No le gusta la atención porque se siente utilizado. “No solo me han abierto las puertas de su casa, sino de su vida, de su intimidad. Para eso tenía que ganarme su confianza. No es de un día al otro. Es un proceso de varios años”, cuenta Gosalvez.
Sin palacio ni traje real, Pinedo camina taciturno en su sencilla vida de campo. Sin embargo, una nueva inquietud personal motiva ahora a toda la familia. Sueña con emprender un camino de reencuentro con su raíces y su linaje. Ir a África es su nueva meta para reencontrarse con toda una historia perdida, cuenta una parte de la sinopsis del documental. Gosalvez no quería hacer un filme investigativo o periodístico, sino más bien uno de observación. “La idea de viajar a África era ver las emociones y sensaciones que ellos sentían en un continente de donde venían sus ancestros, y que lo sentían absolutamente ajeno”, precisa la también guionista.
Linaje perdido
La familia Pinedo no sabe con exactitud de dónde proviene su linaje, a pesar de las distintas pruebas de ADN que les realizaron. Les dijeron que su ascendencia puede ser de una región de la República Democrática del Congo o Uganda. La producción acompaña al rey afroboliviano y a su familia a ese segundo país, en el cual se puede dar distintas lecturas sobre lo que sienten y piensan, en un país donde predomina las personas con el mismo color de su piel. La realizadora toma distancia respecto a sus personajes y optar por la no ficción contemplativa. “Es lo que he tratado de reflejar. Por eso es un documental de observación y cada uno hace su lectura. No induzco a los personajes a que hagan algo, a que hablen o a que comenten. Si ellos se quieren dirigir hacia mí en algún momento, yo los observo y escucho”, afirma Gosalvez.
El documental, que es una coproducción entre Bolivia y España, tuvo una proyección especial en La Paz. Su recorrido por distintos festivales dará inicio este año, cuenta Gosalvez. Sin embargo, ya cuenta con un distribuidor internacional para difundirlo en la televisión en distintos países. Uno de los principales desafíos para Gosalvez, fue narrativo. El documental dura más de una hora y veía difícil sostener la atención del espectador. A pesar de sus temores, salió reconfortada por la reacción del público después de las dos primeras exhibiciones. “Ver que la gente se de cuenta de detalles súper sutiles y me lo dice. Cuando los escucho reír, que se diviertan, que les entre curiosidad. Todas esas cosas me devuelven con creces todo lo que hemos trabajado”, finaliza.





TESLA NEGOCIA CON CHILE INVERSIONES EN LITIO Y POTENCIAL PLANTA PROCESADORA

Revista NMAS 1 de España (www.nmas1.org/news)
                                                                    
Las necesidades de materia prima de la empresa tecnológica Tesla, incluyendo el litio, se incrementan rápidamente con su cada vez mayor demanda en su Gigafábrica 1 en Nevada, EEUU, para darle soporte a la producción de su Model 3 y otros grandes proyectos de almacenamiento de energía. Es por ello que, es natural que la compañía de Elon Musk se encuentre en búsqueda de suministros de litio y que sea Chile uno de sus objetivos principales: el país sudamericano tiene al Salar de Atacama (en la región de Antofagasta), con el 25 % de las reservas mundiales de litio.
El referido salar, donde la empresa SQM (Sociedad Química y Minera de Chile) tiene derechos de explotación sobre 196.000 hectáreas, es la punta de mayor producción del llamado “triángulo del litio”, un área geográfica que, junto con el sur de Bolivia y el noroeste de Argentina, representa el 70% de las reservas mundiales de ese mineral y las de mayor calidad.
De acuerdo informan medios internacionales, la firma estadounidense y la empresa minera chilena se encuentran en conversaciones para un potencial acuerdo por el mentado mineral. Esto, luego de que se supiera del paso del ícono de las energías renovables por el país austral a fines de diciembre pasado, prácticamente de incógnito.
Podría incluso construirse una planta en Chile
Eduardo Bitran, vicepresidente ejecutivo de la gubernamental Corfo, indicó al diario online de suscripción Finantial Times que Tesla está en conversaciones con SQM y “podría incluso tener planes de construir una planta procesadora en Chile para producir el litio de alta calidad que necesita para sus baterías”.  La misma información fue brindada por la agencia Reuters horas más tarde.
“Con sus suministros de litio, Chile es clave para cualquier empresa que se quiera volver global en electromovilidad. Tener de su lado a Chile, o hacer una alianza estratégica en Chile es un factor estratégico por una compañía como Tesla”, dijo Bitran al medio referido.
El interés de Tesla por las reservas de litio chilenas ya tiene años. A la fecha, la mayoría de las baterías de los fabricantes de autos provienen del Japón, siendo Panasonic la firma que gestiona la cadena de suministro. Con la Gigafábrica 1 en Nevada, Tesla está ahora más involucrado en esta cadena. El 2018 se presenta como un año de grandes necesidades, donde el Model 3 alcanzará niveles de producción de hasta 5.000 autos por semana.
Tesla al momento tiene un acuerdo de suministro con Pure Energy Minerals, que tendría unas 4.000 hectáreas en Clayton Valley, California, a solo 4 horas de la Gigafábrica. No obstante, se necesitarán más fuentes para nutrir la fase de producción.
El interés también puesto en Argentina
SQM, que ha sido recientemente cuestionada en Chile por temas de financiamiento irregular de la política y temas ecológicos, es una de las empresas que produce litio a menor coste en el mundo. Hace poco se unió a la Corfo para cuadruplicar su capacidad de producción para el 2026.
Otros países sudamericanos tienen también reservas de litio. El año pasado, representantes de Tesla se reunieron con el gobernador de Salta para conversar sobre proyectos de energía solar y almacenamiento, al igual que de suministros de litio.






Gizmodo de Italia (www.es.gizmodo.com)
                                                     
La compañía de coches eléctricos (y baterías) de Elon Musk se estaría preparando para llegar a Chile. Según el ejecutivo de una empresa del gobierno chileno, Tesla está en conversaciones para instalar una planta en el país, uno de los mayores productores de litio en el planeta (junto con Bolivia y Argentina).
Eduardo Bitran, vicepresidente de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), una agencia gubernamental de chile, la compañía de Musk está negociando la instalación de su primera planta en el país, una procesadora de litio, en conjunto con la compañía privada Sociedad Química y Minera de Chile (SQM), quienes estarían encargados de ayudar a Tesla a instalarse en el país.
Chile tiene una de las mayores reservas de litio del mundo, material base de las baterías de Tesla, así que es evidente por qué la nación llamó la atención del fabricante de coches eléctricos. Esta alianza, según Bitran, será clave y un factor estratégico para “una compañía como Tesla”, que depende al 100% de la producción de baterías de litio. A inicios del mes de enero Elon Musk en persona visitó Chile, aunque aseguró que era por motivos turísticos.





FMI: BOLIVIA TIENE LA ECONOMÍA INFORMAL MÁS GRANDE DEL MUNDO

Financial Tribune de Irán (www.financialtribune.com)

Zimbabwe tiene la segunda economía informal más grande como porcentaje de su economía total en el mundo, después de Bolivia, dijo el Fondo Monetario Internacional. En un documento de trabajo titulado "Economías sombrías en todo el mundo: ¿qué aprendimos en los últimos 20 años?" En el que se estudiaron 158 economías, Bolivia obtuvo el 62,3%, seguido de Zimbabue con el 60,6%.
Suiza con el 7,2% y Austria con el 8,9%, se encontraban entre las más bajas del mundo. El FMI admitió que las economías ocultas, que son conocidas por varios nombres en todo el mundo, entre ellas la economía oculta, la economía gris, la economía sumergida o la falta de economía, la economía en efectivo o la economía informal, son difíciles de medir, informó AllAfrica.
"La economía sumergida incluye todas las actividades económicas que están ocultas a las autoridades oficiales por razones monetarias, regulatorias e institucionales", dijo el FMI. Las actividades de las economías en la sombra fueron ocultadas a las autoridades por varias razones, que incluyen regulatorias, monetarias e institucionales, dijo la institución financiera internacional.
Las razones monetarias, dijo el FMI, incluyen evitar el pago de impuestos y todas las contribuciones a la seguridad social, mientras que las razones regulatorias incluyen evitar la burocracia gubernamental o la carga de la regulación. Por otro lado, las razones institucionales incluyen la ley de corrupción, la calidad de las instituciones políticas y el débil estado de derecho.
El presidente boliviano, Evo Morales, destacó recientemente el crecimiento económico del país en 2017, que registró un aumento del 3,8%. Bolivia ha sido considerado como el líder en crecimiento económico en América Latina para 2017.
El gobierno de Zimbabwe ha reconocido el crecimiento de su economía informal, que el ministro de Finanzas Patrick Chinamasa describió como la "nueva economía" en su presentación presupuestaria. La economía del país estuvo muy informalizada en las últimas dos décadas debido a que Zimbabwe atravesó severos desafíos económicos en los que las principales empresas formales cerraron sus negocios o se reubicaron.





EMPRESA CHINA ENTREGARÁ PLANTA DEL MUTÚN A BOLIVIA EN 30 MESES

Xinhua de China (www.spanish.xinhuanet.com)

La empresa china Sinosteel Equipment entregará a Bolivia a mediados del 2020 la construcción, montaje y puesta en marcha de una planta siderúrgica con productos de alta calidad en el Mutún, departamento de Santa Cruz (este).
Además capacitará a 100 profesionales bolivianos en China para que puedan operar la planta, señaló el ministro boliviano de Minería, César Navarro en entrevista con Xinhua.
"La empresa china entregará la planta funcionando en 30 meses, produciendo productos altamente competitivos", expresó.
"Además, deben garantizar un año de funcionamiento de la planta y paralelamente en ese tiempo los profesionales bolivianos capacitados en China asumirán paulatinamente la conducción de la siderurgia hasta hacerlo totalmente", afirmó el ministro.
Navarro manifestó su optimismo porque este proyecto se haga realidad después de 50 años de intentos y promesas por anteriores gestiones gubernamentales en la población de Puerto Suárez, en el este de Bolivia, en la frontera con Brasil.
El gobierno boliviano firmó el 30 de agosto de 2016 el contrato con Sinosteel Equipment para la instalación de la planta siderúrgica en el Mutún, que prevé tratar 650.000 toneladas de mineral bruto y producirá, entre otras cosas, 250.000 toneladas de hierro esponja, de las cuales 86.000 se perfilan para la exportación.
Por su parte, la empresa china Chongqing CISDI realizará la supervisión y certificación de calidad del proyecto siderúrgico Mutún.
CREDITO-INTERESES
Para Navarro, se ha logrado pasar la fase más importante que es la aprobación tanto del gobierno boliviano como del Banco de Exportaciones e Importaciones de China (Eximbank) del crédito de 396 millones de dólares.
"Ahora estamos esperando la aprobación de la Asamblea Legislativa que seguramente se hará en los próximos días, lo que implicaría iniciar la obra", agregó.
"Este crédito tiene como condición que el Estado ponga una contraparte del 15 por ciento del total del proyecto y el mismo decreto autoriza a que el Ministerio de Economía y Finanzas designe la suma de 69 millones de dólares para la ejecución de este proyecto", aseveró.
Precisó que Bolivia cancelará en el lapso de 15 años el crédito chino con una tasa anual de interés del 3 por ciento.
Mientras dure la construcción se pagarán sólo los intereses y una vez que comience a producir se cancelará el capital.
EMPLEO-MERCADOS
Navarro dividió el proyecto siderúrgico con dos partes, la primera compuesta por el diseño, la construcción y la puesta en marcha de la planta que representa 443 millones de dólares.
La segunda parte consiste en la supervisión de la obra y representa una inversión de 22 millones de dólares.
"Esta es la composición; tenemos el financiamiento para la construcción, la puesta en marcha y la operación de este proyecto, paralelamente para la supervisión de este emprendimiento", reiteró.
Sobre los mercados, el ministro dijo que esta planta abastecerá aproximadamente al 40 por ciento del mercado local.
"Nosotros consideramos que los primeros años tenemos que estabilizar la producción y la comercialización. En este primer momento vamos a tener empleos directos en la construcción y puesta en marcha de cerca de 1.500 empleos y empleos indirectos al menos 3.000", agregó.
Precisó que una vez que la planta empiece a funcionar se generarán más de 600 empleos directos y más de 5.000 indirectos.
El ministro mencionó que otro elemento importante dentro del acuerdo con la empresa que se adjudicó el proyecto es la capacitación de 100 profesionales bolivianos en China para operar la planta.
"Estos profesionales bolivianos serán seleccionados, a través de un concurso público. Serán ellos los que puedan realizar la conducción técnica y administrativa de este importante proyecto de carácter estatal", añadió.
Consideró que no se abocará específicamente a la comercialización desde Puerto Suárez, sino que se tendrá que desplegar diferentes puntos de comercialización en varios centros urbanos de Bolivia.
Navarro dijo que al perfilar la etapa de comercialización y el flujo de caja se tiene la suficiente "musculatura" para encarar este proyecto, pues está seguro de tener como a uno de los mercados más directos las instituciones públicas, por el comportamiento de la inversión que anualmente destina el gobierno para obras de infraestructura.





GOBERNADOR PARTICIPA DE REUNIÓN SOBRE GAS NATURAL CON AUTORIDADES DE BOLIVIA

Se debatirá contratos futuros y el suministro de gas natural al Estado

Campo Grande News de Brasil (www.campograndenews.com.br)
                                               
El gobernador de Mato Grosso do Sul, Reinaldo Azambuja (PSDB), participa en un encuentro técnico entre MS Gás y autoridades bolivianas. La reunión cerrada comienza a las 8:30 en el auditorio del Novo Hotel, en Campo Grande, este martes (30). Según el gobierno, se discutirán temas relacionados con el gas natural. El encuentro va hasta las 16 horas y, a las 11 horas, la prensa será atendida.
Se debatirá contratos futuros y el suministro de gas natural para el Estado. El director ejecutivo de la compañía de gas, en MS, Rudel Trindade, dijo que, además de buscar estrechar la relación entre los países, el objetivo es buscar el suministro de gas natural para la implantación del proyecto de Fronteras.
Además del gobernador y director-presidente, participan de la solemnidad el viceministro de Industrialización y Comercialización de Bolivia, Humberto Salinas, secretarios Marcelo Miglioli (Infraestructura) y Jaime Verrruck (Medio Ambiente, Desarrollo Económico, Producción y Agricultura Familiar), directores de MS Gas y huéspedes técnicos y comerciales.





VOLVIERON LAS "MULAS": EN 2017 CRECIÓ 175% ESA MODALIDAD DE TRÁFICO DE COCAÍNA

Desde el Ministerio de Seguridad sostienen que se debe al éxito de los operativos en otras rutas de acceso. El año pasado se decomisaron 15 toneladas de cocaína.

Clarín de Argentina (www.clarin.com)

En el negocio del narcotráfico nada pasa por que sí. Hay mucho dinero en juego como para improvisar. Por eso los cambios en modalidades de contrabando, el tipo de droga a ofrecer, el mercado final y las rutas para llegar a él se modifican siempre siguiendo una lógica.
Y según estadísticas del Ministerio de Seguridad de la Nación, a las que tuvo acceso Clarín, en el 2017 los traficantes que operan en la Argentina volvieron a una vieja práctica que parecía estabilizada y controlada: el uso de mulas que tragan cápsulas con cocaína.
Los números que manejan la ministra Patricia Bullrich y su secretario Eugenio Burzaco, indican que durante 2017 la cantidad de capsuleros detenidos se incrementó en un 175% en relación a 2016. La tendencia es aun más llamativa si se tiene en cuenta que entre 2012 y 2013 los "ingestados" habían caído un 64% y se habían mantenido más o menos estables entre 2013 y 2016.
Ante estos datos, desde el Ministerio de Seguridad llevan agua para su molino y sostienen la teoría de que los capsuleros volvieron a tener protagonismo debido al éxito de los operativos antinarcóticos que el año pasado llevaron la cifra de decomiso de cocaína a 15 toneladas, siempre según datos oficiales.
De acuerdo a los números del Ministerio la suba en la detección de capsuleros fue traccionada por los procedimientos de Gendarmería, que aumentaron un 187% en el ultimo año. De hecho cuando se habla de esta tendencia hay que mirar casi exclusivamente a esta fuerza.
La razón: de las 118 detenciones de 2017 (muy cerca del récord de 123 en 2012) 108 fueron en el marco de controles de gendarmes en la frontera Norte.
Y en el caso de los “"ingestados"” las mulas siguen teniendo el mismo perfil de siempre: personas vulnerables, que son tentadas por un pago “salvador”, de unos 1000 dólares por viaje. Por estas cifras, las mujeres (el 38% de los detenidos) tragan cápsulas de entre 3,5 y 5 centímetros de largo con entre 10 y 17,5 gramos cada una. Una mula puede llevar hasta 120 alojadas en sus intestinos.
“El año pasado tuvimos unas 8 condenas a penas de entre 4 y 5 años de prisión a través del sistema de juicio por flagrancia, que es muy rápido. Los capsuleros son personas en estado de vulnerabilidad que parten de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) engañadas. Les dan 1000 dólares y a cambio de eso le hacen "ingestar" hasta un kilo a las mujeres y hasta un kilo trescientos gramos a los hombres”, explico a Clarín Gustavo Montoya, a cargo del juzgado Federal de Oran, en Salta.
“Curiosamente casi todos los capsuleros detenidos van al barrio de Liniers, en Capital Federal. Creemos que es porque ahí hay una importante comunidad boliviana. Los arrepentidos que declararon en el juzgado señalaron que primero los hacen practicar tragando trozos de zanahoria y luego, cuando llega el día del viaje, los hospedan en un hotel de Santa Cruz de la Sierra y ahí los encierran y los drogan. Por un lado les dan tranquilizantes y por otro pastillas de carbón para que no evacuen antes de tiempo”, agregó Montoya.
“Cuando los agarran en frontera, como no es gente muy preparada, a la segunda pregunta salta que no van a visitar a ningún primo como habían dicho y cuando los requisan les encuentran un papelito que dice calle tal, esperar en la terminal. Muy primario todo”, agregó el juez, quien recuerda particularmente el caso de una mujer que entrevistó en una visita al lugar de detención.
“Me dijo ‘lo único que le pido doctor es que me procese pronto así me pueden mandar al servicio penitenciario federal de Güemes, así yo puedo trabajar y mandarle dinero a mis hijos’. Pobreza, vulnerabilidad. Eso es una constante”, concluyó Montoya.
Éxtasis en polvo, también
Contrariamente a lo que pasa con el contrabando por tierra- principalmente a través de la frontera norte- en el aeropuerto internacional de Ezeiza se detectan cada vez con mayor frecuencia "mulas" que entran al país "ingestadas" con drogas de diseño.
Generalmente traen éxtasis en polvo y los narcos de acá se encargan de hacer las clásicas pastillas con diferentes colores o dibujos.
El pasado 18 de enero una mujer de 52 años, de nacionalidad española, fue detenida en el Aeropuerto de Ezeiza. Había llegado al país desde Madrid y se descubrió que estaba "ingestada" con un kilo de éxtasis en polvo, repartido con capsulas.
Unos días antes en el mismo aeropuerto había sido apresado un hombre dominicano que llevaba en sus intestinos una cantidad similar de la misma droga.
"Al igual que cuando se 'ingestan' con cocaína las cápsulas van de 80 a 100 cápsulas con similares características de envoltorio y procedimiento. Ya es común el ida y vuelta de Sudamérica con Europa, mandando cocaína y recibiendo drogas sintéticas”, explico a Clarín el juez en lo penal Económico Marcelo Aguinsky.





LOS NARCOTRAFICANTES “INVISIBLES” DE SUDAMÉRICA

No son los narcotraficantes mexicanos los dueños de los mercados en Sudamérica, sino las mafias nacionales en Colombia, Venezuela, Brasil o Perú, explica a DW el director ejecutivo de InSight Crime, Jeremy McDermott.

Deutsche Welle de Alemania (www.dw.com/es)
                                
DW: El Departamento de Estado de EE.UU. afirma que el 80% de la cocaína que va a ese país pasa por Centroamérica. Los carteles mexicanos estarían penetrando también países productores como Colombia. ¿Cuál es realmente la situación actual?
Jeremy McDermott: La verdad es que los mexicanos dominan  el mercado en Estados Unidos, pero los colombianos tienen el dominio de la droga exportada a Europa. 
Una de las sedes del centro de investigaciones InSight Crime está en Medellín, una ciudad que carga el lastre de haber sido la cuna de Pablo Escobar, abatido jefe de uno de los carteles más sanguinarios que haya existido. ¿Quiénes son hoy sus herederos? ¿Cómo se llaman? ¿Cómo operan?
La actual es la cuarta generación de carteles colombianos de la droga que llamamos los "invisibles”. Su bajo perfil contrasta con los mexicanos, que usan la violencia indiscriminada.
En estos momentos Colombia está exportando más cocaína que nunca en la historia, pero los niveles de homicidios están bajando. Esta es una muestra de la nueva cara del narcotráfico y la sofisticación de los grupos ilegales colombianos.
¿Se puede hacer una lista de cuáles son esos grupos?
No, realmente. Por esa razón los llamamos "los invisibles”. No son carteles como los de la primera generación de Medellín y Cali. Se trata de células, de redes. Son pequeños grupos, sin estructura militar, especializados en algunos mercados como Alemania, por ejemplo. La misión central de estos "pussycats” es mantenerse en el anonimato.
¿Qué ha pasado, por ejemplo, con la disidencia de las FARC?
En efecto, uno de los frentes que no se desmovilizaron se dedicó de lleno al narcotráfico. A este se suman los paramilitares "Los Urabeños” y las Autodefensas Gaitanistas que operan, primordialmente, dentro de Colombia. Mientras estos producen cocaína, los traficantes internacionales son invisibles.
¿Cuáles son los puntos de salida de la cocaína?
La Costa Pacífica y Venezuela. Ecuador y Panamá son países de tránsito. Y Brasil especialmente para los cargamentos de droga hacia Europa.
En los últimos años en África se han confiscado aviones con matrícula venezolana que aterrizan en pistas ilegales repletos de cocaína. Se habla del "Cartel de los Soles” por los presuntos negocios de militares allí y hasta políticos están pedidos en extradición. ¿Es Venezuela una plataforma del narcotráfico?
El flujo de cocaína ha corrompido a elementos de las Fuerzas Armadas venezolanas. El poder corruptor del narcotráfico ha llegado a los cargos más altos del régimen de Nicolás Maduro. Los sobrinos de su esposa (Cilia Flores) fueron condenados en Estados Unidos por narcotráfico (cada uno a 18 años de cárcel). A estos se suma una larga lista de militares chavistas, e incluso el vicepresidente (Tareck El Aissami) y el ministro del Interior (el militar Néstor Reverol) tienen pedido de extradición por narcotráfico. Lo que empezó con corrupción en las filas de la Guardia Nacional ha convertido a Venezuela en un eje criminal para el narcotráfico. Hoy los militares no solo facilitan, sino que participan activamente en el narcotráfico.
Sabemos que Venezuela les sirve de guarida para atacar en Colombia y esconderse allí, bajo el amparo de las autoridades venezolanas. ¿Qué sabe de las conexiones del Gobierno de Venezuela y la guerrilla del ELN en el narcotráfico?
La situación tiene dos facetas: el ELN tiene presencia, sobre todo en los estados venezolanos de Apure, en donde está radicado casi todo el frente oriental. Y en Zulia está radicado el COCE, el comando central de la guerrilla del ELN. Por otra parte, los "elenos” están cada día más metidos en el narcotráfico y trabajan ahora con disidentes de las extintas FARC. No en vano, el comandante "Pablito” del ELN, radicado en Apure, Venezuela, tiene orden de extradición por narcotráfico.
¿Qué tanto se sabe de las estructuras del narcotráfico en Brasil?
Hay una ruta importantísima que cruza la selva amazónica y que ahora está en las manos de los disidentes de las FARC. En 2017 las mafias brasileñas iniciaron una agresiva expansión de sus ventas: después de Estados Unidos, Brasil es el segundo mayor consumidor de cocaína en el mundo.
¿Cuál es el ranking de los productores de cocaína en América Latina?
En su orden. Colombia, Bolivia y Perú. Mientras de Perú la droga sale para Europa, los mafiosos colombianos están diversificando el mercado y ahora tienen clientes en China, Australia e India. La droga a China entra, principalmente, en contenedores y no con "mulas”.
¿Qué papel juega en esto la política de Donald Trump? ¿En dónde está la Unión Europea?
Trump ha insultado a los mexicanos y a los colombianos los ha amenazado con "descertificarlos”, quitándoles la categoría de cooperación para retirarles la entrega de fondos para la lucha contra el narcotráfico. La realidad es empero, que Estados Unidos carece de una política contra el mal y la falta de cooperación internacional favorece el aumento del narcotráfico y su impacto. Y los europeos andan ocupados de la migración masiva y el terrorismo.





EL MOVIMIENTO CAMPESINO PUEDE SALVAR LA NATURALEZA

Según una experta, el campesinado puede devolver el equilibrio de la naturaleza perdido con la industrialización y el mercado globalizado

La Vanguardia de España (www.lavanguardia.com)
                                                  
Con la industrialización se empezó a considerar que la agricultura necesitaba producir cantidad y muchas personas dejaron la vida en el campo para trasladarse a las ciudades a trabajar en fábricas. Así empezó la destrucción del campesinado. La agricultura, que hasta entonces era una forma de vivir y de relacionarse con la naturaleza, se transformó en un sector económico que tenía que dar salida a los productos de la industria y ser materia prima para el sector industrial.
Silvia Pérez-Vitoria, economista, socióloga y documentalista francesa, resume en su libro, ‘El retorno de los campesinos’, el estado actual del campo y la evolución que el campesinado ha sufrido desde sus primeros tiempos al paso de su industrialización, con la consecuente pérdida de valores del campo y el campesinado en su relación con la naturaleza y calidad de sus productos.
Después de realizar numerosos documentales sobre campesinos en Estados Unidos, Francia, España, México, Eritrea, Bolivia y Nicaragua, Pérez-Vitoria ha plasmado en su libro como estos movimientos campesinos en la actualidad se promueven como fuerza social y económica y son una alternativa a las nuevas generaciones y a la supervivencia del planeta.
“En la actualidad y desde hace más o menos dos décadas se están creando movimientos campesinos muy fuertes que por primera vez están trabajando a nivel internacional en la historia del campesinado, en los que sus miembros luchan por querer seguir siendo campesinos y que sus hijos también los sean” explica Pérez-Vitoria.
Campesinos para recuperar el equilibrio natural
Según Pérez-Vitoria el campesinado es uno de los ejercicios más antiguos del mundo y tiene un trabajo esencial para conseguir un equilibrio con la naturaleza. Ella diferencia entre el conocimiento del agricultor tradicional y del agricultor industrial, porque “el primero trata de mantener los medios naturales. Ha sido el campesino el que ha mantenido históricamente la riqueza de la tierra que tenemos, pero en 150 años se han destrozado los suelos por el uso de productos químicos, maquinaria, así como por los monocultivos, etc”.
En el terreno de la biodiversidad, la utilización de productos naturales para fertilizar y luchar contra las enfermedades, ayuda a que se mantenga un suelo rico, que es, como explica Pérez-Vitoria, muy importante en Europa, donde el suelo está destrozado por la agricultura industrial.
La socióloga considera que en la actualidad “hay una voluntad por parte de la gente de reclamar la tierra para trabajarla, pero como campesinos, no con agricultura industrial. Aunque – se lamenta-, lo que pasa es que no hay ningún estado del mundo que valore al campesinado”.
Para Pérez-Vitoria el futuro es el campo está en renovar sus propios recursos constantemente y es un futuro real para los jóvenes, para los que quieran ir a encontrar trabajo en el campo y buscar una plenitud que muchas veces no van a encontrar en las ciudades.
“Una de las características del capitalismo es que la producción está dirigida únicamente para el mercado. Sin embargo, las dos terceras partes de la población vive en el campo, lo que quiere decir que si la gente trabajara para su autoconsumo se resolvería parte del hambre en el mundo”, argumenta Pérez-Vitoria.
Además añade que para alimentar también a las ciudades sólo hace falta disponer de suficientes campesinos que el campo requiere para dar de comer a todo el mundo, porque, según ella, un billón de personas pasa hambre y otro billón de personas come mal.





DESPUÉS DE VENEZUELA, BOLIVIA: ¿CÓMO SE PRODUCE UNA “REVOLUCIÓN DE COLORES”?

La Tercera de España (www.tercerainformacion.es)
                                                                    
El concepto “revolución de colores” es medianamente novedoso en política. No es precisamente un concepto que nazca en la teoría política sino que proviene del ámbito militar. Es un componente estratégico de las “guerras de cuarta generación” y está diseñado para implosionar procesos democráticos inconvenientes para la hegemonía gringa. A diferencia del “golpe suave”, no depende de la injerencia directa o de una orquestada propaganda mediática (exterior e interior) que interpele a las propias instituciones, para hacerlas patrocinadoras y ejecutoras de una destitución gubernamental. Una “revolución de colores” acude a factores mucho más complejos y que precisa, no sólo de un conocimiento detallado de la realidad política y del bloque en el poder, sino de la posibilidad de interferir en la propia gestión gubernamental para minar, desde adentro, la legitimidad que le sostiene. Por eso es conceptuada como una “revolución”, porque aparece y se desarrolla mediante una “transferencia de legitimidad”, que crece inversamente proporcional a la pérdida de legitimidad del gobierno y que es, en última instancia, lo que acaba ungiendo a la oposición con un aura democrático y revolucionario.
Pero el contexto actual y su hiper-complejidad hace que, la implementación metódica de estas figuras puedan entremezclarse, generando escenarios de multi-dimensionalidad, cuasi imposibles de comprensión en el análisis político usual. Ya no estamos en el siglo XX para confiar en diagnósticos simples, lineales causa-efecto. Tampoco los procesos que vivimos pueden explicarse al modo del análisis periodístico. Gran parte de la confusión reinante proviene de la miopía intelectual (oficialista y opositora) que se empecina en ver los hechos de modo fragmentado y pretender explicar un fenómeno con otro fenómeno. Ya el análisis se queda impotente a la hora de ver el uso de medios inusitados, recreados de modo local y dislocando eficientemente un proceso democrático, sin poder reconocerlos anteladamente y resignándose a su implementación creciente.
Lo cual se agrava cuando advertimos que, ya no se trata del simple remplazo de gobiernos sino de la condenación de países y regiones enteras al limbo del caos generalizado, una vez que se halla en marcha una reconfiguración geopolítica del mapa global, acelerada, a su vez, por el agotamiento de los recursos energéticos. El Imperio en decadencia opta también por la sobrevivencia en un nuevo orden tripolar y por ello promueve desestabilizaciones en regiones geoestratégicas para diseminar el llamado “caos constructivo”, amenazando a las potencias emergentes (cuando estas regiones hacen frontera con esas potencias) y a gobiernos que puedan aspirar a salirse de su esfera de influencia.
Las formas de dominación que se habían desarrollado en el siglo XX y que, además, habían impulsado las instituciones globales, se hallan completamente deslegitimadas; lo cual precisa una más sofisticada resignificación y restauración de las relaciones de dominación global centro-periferia. Las formas pasadas de intervención política y militar son difíciles de reditarse de modo directo; por eso ahora, “las formas indirectas” son las que se desarrollan y están dirigidas a restituir las áreas de influencia gringa, que la aparición del fenómeno BRICS había comenzado a disipar. Esto empieza en el Medio Oriente donde, precisamente, se hallan las mayores concentraciones de recursos hidrocarburíferos. La creciente demanda del primer mundo –y ahora de las potencias emergentes– de energía, es el contexto de las disputas globales en torno a la dislocación del tablero geopolítico que había promovido Occidente, es decir, USA y Europa.
En Venezuela son obvias las razones geopolíticas que pesan en los intentos desestabilizadores que se operan desde afuera. Allí se vio, en abril del 2002, una forma clásica de “golpe suave”, cuyo antecedente ha sido algo que la izquierda latinoamericana nunca ha sabido comprender: el golpe de Estado a Salvador Allende (que fue el laboratorio de todas las formas de injerencia que vemos hoy actualizadas). Hoy el “golpe suave” no basta, porque el interés ya no radica en la sustitución gubernamental sino en la destrucción de toda posible democracia popular. Por eso, ingresando en el capítulo boliviano, lo que se puede advertir de mejor modo, son los factores conducentes que operan para producir una “revolución de colores”.
No se trata de una clásica operación externa sino de un operativo provocado desde adentro. Es desde adentro que se generan las condiciones para implosionar una estabilidad política, como condición del “caos constructivo” que se impone como la nueva fisonomía que adquiere un país sin más remedio que la intervención. Ahora bien, ¿cómo desde adentro se provoca una implosión? Para ello cabe hacer hincapié en el concepto de colonialidad, porque para explicar el por qué de la connivencia entre intereses externos e internos, debemos mostrar la diferencia entre el colonialismo clásico y esta nueva forma de dominación que ha producido el mundo moderno.
No se trata de una mera tributación económica porque, si de tributación hablamos, lo que la periferia tributa es, en definitiva, voluntad de vida. Cuando, por ejemplo, se habla de colonialidad del poder, no se tiene en cuenta que la periferia es la que cede voluntad de poder al centro, de modo que el poder real mundial es producto de ese acto de transferencia unilateral que hace la periferia a un centro cuyo poder es producto de esta renuncia que hace la propia periferia. Por eso podemos hablar de “Estado aparente”, porque su soberanía es sólo formal, cuando transfiere soberanía real al centro. Son las elites las encargadas de esta transferencia, porque son precisamente formateadas en la dependencia al centro, incluso la “elite revolucionaria”. A eso llamamos “colonialidad subjetivada”; porque esa dependencia se encuentra ya naturalizada y consiste en aspirar a ser como el centro, es decir, a renunciar a ser centro de sí mismo y condenarse a ser “conciencia satelital”, o sea, “periférica”. De este modo, el centro halla, en esa suerte hasta fatídica, el mejor modo de reponer su hegemonía desde el propio ámbito periférico.
Entonces, en el caso boliviano, no es precisamente la derecha (como brazo político de la oligarquía y de la hegemonía gringa), la gestora de una situación ideal para la aparición de una “revolución de colores”, sino que son las propias contradicciones gubernamentales las que nos arrinconan a una situación, ya no sólo de repliegue popular sino de “transferencia de legitimidad”. Es decir, si desde los inicios del “proceso de cambio”, la legitimidad se había constituido en patrimonio popular, cuando ésta es apropiada por la derecha es entonces cuando la insurrección oligárquica recupera vitalidad, porque la condición de legitimidad que se le ha transferido es lo que puede reorganizar ahora al conjunto de las oposiciones en un cuerpo unificado. Se puede decir que, en este sentido, la insurrección oligárquica ya no necesita de la oligarquía como actor visible sino que la clase media y hasta sectores populares se convierten en el contingente de arremetida social que provoca la desestabilización necesaria para generar caos.
Esto empieza desde el gasolinazo del 2010, pero se agudiza con el conflicto del TIPNIS el 2012. Allí se produce –usando la terminología del vicepresidente García Linera– una “bifurcación” en el propio gobierno, porque desde entonces, las banderas de “defensa de la Madre tierra”, el “vivir bien”, la “descolonización”  y “lo indígena” son, paulatinamente, cedidos por un gobierno que, cuanto más se aleja del horizonte plurinacional, más legitimidad transfiere a los actores que se empoderan de modo creciente. De ese modo el gobierno y el MAS van, poco a poco, enajenándose del espíritu que les había conferido una legitimidad novedosa en el campo político (la lucha política había incluido un nuevo actor que lo indígena instaló como reivindicación histórica: lo nacional-popular se había hecho telúrico, o sea, la política debía resignificarse desde lo ecológico).
Lo novedoso y lo singular del proceso boliviano, que era lo que confería de sentido trascendental al nuevo Estado plurinacional que se quería constituir, era a lo que se renunciaba y dejaba a la administración gubernamental reditar un otro ciclo estatal, dentro de los márgenes de acción que la sustancia liberal del Estado colonial pudiese permitir. Esto quería decir que, la propia dirigencia gubernamental, renunciaba al sentido mismo del cambio y, de ese modo, reponía a un espíritu señorial que, inevitablemente, iría a “normalizar” la gestión estatal, una vez que lo plurinacional se condenaba a constituirse en mera retórica demagógica.
Pero, con esto, no sólo el gobierno se enajenaba de la nueva legitimidad sino que dejaba al pueblo huérfano de la mística que había hecho posible su reconstitución en sujeto histórico y que inauguraba la posibilidad de producir un nuevo concepto de lo político y lo democrático. Por eso la oposición empezaba a apropiarse del lenguaje plurinacional de modo instrumental para vaciar definitivamente al pueblo de un discurso necesario para su reconstitución en sujeto político. O sea, no es la astucia de la derecha sino la renuncia que hace el propio gobierno del carácter plurinacional que debía ser su nueva sustancia política, lo que promueve la articulación de la derecha en oposición democrática (siendo ahora lo democrático patrimonio del bloque opositor).
Esto significa la renuncia a lo político y la capitulación a lo económico. Otra vez y como una maldición, lo político se hace un subsidiario del poder económico y sus necesidades. Pues si todo consiste en sólo “hacer buenos negocios” o subordinar las expectativas populares a las necesidades de la economía del crecimiento (que la crisis climática se encargó ya de poner en crisis), entonces ya no podemos hablar de un nuevo proyecto político, o de una economía para la vida, sino de que la política se hace, otra vez, un accesorio procedimental de las prerrogativas del capital. La paulatina adopción de la lógica que impone la inversión extranjera muestra cómo una economía es moldeada, otra vez y sistemáticamente, en la dependencia.
Porque si de política hablamos, lo político de la existencia consiste en hacer realidad el horizonte utópico que se propone un pueblo en cuanto sujeto histórico; pero si ya no hay proyecto entonces la política se resume a ser una mera agenciadora del orden vigente (lo cual se traduce en una mera lucha por el poder). Por eso no es raro que, no sólo la derecha, sino hasta el gobierno recurra repetidamente al argumento técnico en vez del político. Ambos se acusan de hacer política y ambos reniegan de ello; lo cual muestra el abandono de lo político y esto significa la confrontación, por eso podemos notar el alto grado de déficit en la discusión, contaminada con la pura calumnia y la mentira, para el festín del circo mediático. La renuncia a la política es, en definitiva, la renuncia a la resolución racional del conflicto creciente.
Entonces, esto que representa el vaciamiento ideológico de una nueva apuesta histórica es lo que sirve de caldo de cultivo de la reposición señorial promovida por una directriz gubernamental que, renunciando al horizonte plurinacional, vacía al propio pueblo del horizonte que se proponía en cuanto sujeto histórico. De ese modo, la vuelta a la “normalidad” se describe en los términos que la misma derecha esgrime: el cambio prometido nunca llegó sino que, hasta la corrupción se apoderó del gobierno del cambio. Entonces, la “transferencia de legitimidad” es lo que inicia la insurrección porque, además, una vez que el pueblo se encuentra vaciado de su propia mística, entonces se enfrenta a un bando conservador esgrimiendo sus mismas banderas, dejando al pueblo en la impotencia de verse ahora bajo el estigma anti demócrata y dictatorial.
Si el pueblo, en pleno proceso constituyente, hasta el 2010, era el heraldo de la mística democrática (lo cual debía haber llevado a un nuevo concepto de lo democrático), ahora se encuentra expropiado de su propia creación y recluido a un papel secundario de mero obediente de una política gubernamental que, para colmo, ya no muestra interés en reivindicar el horizonte indígena que le garantizo llegar al poder (y eso lo demuestra el último discurso del vicepresidente en el día del Estado plurinacional).
Lo que ahora permanece y delata una entusiasta asimilación a la cultura política tradicional –que era lo que había que transformar–, es el puro cálculo político de la acumulación de poder. Ello otorga a la derecha los argumentos para denunciar todas las iniciativas oficiales –incluso las mejores– como un accionar autoritario. Entonces, no es que la oposición descomponga el carácter popular del nuevo Estado sino que es, desde adentro, que aquella descomposición empieza a suceder. Lo que hace la oposición es atizar la desestabilización como reflejo de aquella descomposición. Y éste es el escenario desde donde se hace posible una “revolución de colores”.
Se llamaría así porque es promovida con toda la fisonomía democrática que fue usurpada al pueblo; de este modo, los sectores contrarios a la nueva Constitución y a los principios de una revolución democrático-cultural, se ven en las mejores condiciones de recuperar el patrimonio estatal. Entonces se puede provocar una insurrección señorial que puede movilizar grandes contingentes de masa social para destruir un proceso democrático con banderas democráticas y, de ese modo, inviabilizar una recomposición popular.
Esto quiere decir que, una “revolución de colores”, precisa generar su legitimación desde la propia pérdida de legitimidad del gobierno; el modo de esa transferencia es lo que garantizaría el éxito de la “revolución”. Por ello los think tanks del Pentágono utilizan este concepto, aprovechando e instrumentalizando el carácter popular-democrático de una revolución para, mediante ella, reponer su hegemonía recuperando un sistema democrático útil a sus intereses. Eso es lo que, a nombre de democracia, defienden los analistas de la oposición (y hasta del gobierno): un concepto creado por la Comisión Trilateral en la década de los 70 para, precisamente, acabar con toda revolución popular (por eso, como en Brasil, hoy se pueden hacer hasta “golpes democráticos”).
A nombre de la democracia, se puede acabar con la democracia y ese es el propósito de una “revolución de colores”. Lo que llenaría de colores a esta asonada contra-revolucionaria es el uso premeditado de símbolos que expresan valores irrenunciables. Como el gobierno ya no es capaz de contener los valores morales que la oposición esgrime ahora como su patrimonio único, entonces nos encontramos ante una situación en la que hay buenos y malos, y los medios se encargan de canonizar esta dicotomía belicosa. Por eso, para presentarse como “revolución”, debe primero imbuirse de esa “legitimidad transferida” que ya no puede recuperar el gobierno. Una vez que cede, mediáticamente, el patrimonio de la agenda política a una oposición que ahora aparece investida del espíritu democrático, es entonces cuando las contradicciones gubernamentales aparecen hasta premeditadas (las “tensiones creativas” del vicepresidente) y tienden a vaciar aún más la exigua legitimidad que tiene y ampararse sólo en la pura legalidad (para la mantención exclusiva del poder), lo cual conduce, inevitablemente, al uso de la fuerza coercitiva, como último recurso estatal.
Ahí es donde empieza la “revolución de colores”, haciendo de la derecha, en la plataforma mediática, la nueva depositaria de la legitimidad usurpada al sujeto del cambio. Lo que sale entonces a las calles, al enfrentamiento violento, bajo la rúbrica de pueblo, no es un pueblo en tanto que pueblo, porque esto significaría un sujeto histórico que apuesta por un nuevo horizonte de vida, sino que, lo que ahora se constituye en actor empoderado, es un contingente que defiende el orden hegemónico señorial, colonial y liberal y, por ello mismo, hasta podría exigir una intervención imperial.
La oligarquía misma, bajo el paraguas mediático de una “revolución de colores”, no puede constituirse en autora de la revolución, porque esa es una de las condiciones para movilizar incluso a sectores populares y congregarlos en una “multitud” “multicolor”, “diversa” y “pluralista” que le unifica sólo una fijación: sacrificar al chivo expiatorio. Son las propias contradicciones, al interior del bloque oficialista, las que inclinan las expectativas sociales a una apuesta conservadora porque, además, aquellos desvaríos son acompañados por un paulatino abandono de lo que generó, en el pueblo, un nuevo horizonte de creencias. El bloque en el poder se hace conservador y aparece una elite que se constituye en sujeto sustitutivo del sujeto plurinacional.
Este sujeto sustitutivo impone su manera de entender el “proceso de cambio” y establece un culto a la personalidad como garantía de una fidelidad que sustituye al proyecto por el líder. Pero con aquel culto no hace sino vaciar de legitimidad al líder y convertir su liderazgo en una aventura personal. Inventa el “evismo”. Es decir, diluye en el líder toda la significación del “proceso de cambio”, convirtiendo al cambio en la extensión de un ego que ya no responde a nada sino a sí mismo. Lo que llamamos “llunquerío” es la obediencia tributaria que ahora no sólo des-constituye al líder sino al pueblo mismo. Ya no hay relación crítica con el líder y, sin ésta, el líder ya no se relaciona con el pueblo como sujeto. Las dirigencias asumen una verticalidad análoga, porque lo sagrado de la política ha sido abandonado y, en consecuencia, todo se corrompe. Todo se resume a defender el poder logrado. Una vez diluida la mística y el espíritu –lo sagrado de la política–, del cual era depositario el pueblo como sujeto histórico, lo único que queda es el poder y el cálculo político. La revolución popular se aburguesa, entonces el bando opositor puede decir: “son como nosotros, iguales o peores”.
Se genera una elite que se constituye en círculo concéntrico en torno al líder. Una vez que se ha abandonado el horizonte del “vivir bien”, la mística y el espíritu plurinacional, lo único que queda es el culto al líder. La fidelidad ya no es a un proyecto sino a la permanencia de la figura entronizada y esto termina no sólo reduciendo al pueblo sino al mismo líder, pues esto conduce a sumirlo en un solipsismo irremediable. Esto empieza con el llamado al referéndum del 21 de febrero de 2016.
Desde allí aparece una empecinada tarea de minar el liderazgo, pues toda opción se reduce a una y ésta consiste en el sacrificio del líder. El círculo se cierra en torno a la figura presidencial, porque ésta es la única garantía de la permanencia de ese círculo; de ese modo, el sujeto sustitutivo provoca el desgaste permanente del líder. Por sublimarlo terminan por sacrificarlo.
El referéndum era anacrónico y aquella tozudez sólo denotaba una insistencia que iría, en lo sucesivo, mermando y desgastando aún más la figura presidencial. Si hacemos un poco de recuento, podríamos advertir que fue en las “mesas de concertación” del 2010 (la “negociación” entre gobierno y derecha para aprobar el texto constitucional), donde aparece la negativa a una re-elección. El gobierno no fue capaz de esgrimir, aquel entonces, un argumento que mostrase el carácter chantajista de la derecha, porque la derecha condicionaba su aceptación con un requerimiento dirigido a un alguien señalado como “el causante de todo”; esa miopía hizo carne en el gobierno y en el MAS, porque, en efecto, todo empezó a concentrarse en el señalado por la derecha. Cuando después el gobierno, en el segundo mandato, se jacta de haber promovido una trampa a la derecha, da la razón a los chantajistas y el presidente aparece como el único tramposo.
Entonces, las expectativas populares empezaron a diluirse cuando el gobierno del cambio adoptaba la política tradicional y generaba un giro conservador. Bien podía el gobierno, en aquel entonces, proponerse honestamente constituirse en un gobierno de reconstrucción nacional (lo cual debía traducirse en una reforma moral) y plantear una continuidad de largo aliento en el liderazgo gubernamental, como sucedió, por ejemplo, con la reconstrucción de la Alemania post-segunda guerra (donde Konrad Adenauer fue canciller 14 años). Pero la falta de visión, con el paulatino abandono del nuevo horizonte utópico, hizo ya merma en la argumentación oficialista. Incluso, cuando gozaba el presidente del máximo de popularidad, cuando era el momento oportuno de hacer un lapso en la presidencia y hacer una retirada estratégica para volver por la puerta grande (que es a lo que debiera siempre apostar un político), se determina insistir en una irreflexiva re-postulación, incapaz de advertir lo que eso traería. El tufo del poder ya no permitía visión estratégica.
Empezó un curioso proceso de desgaste, que ya parecía deliberado, y bastante preocupante, que terminó por hacer de cada acto electoral un evento plebiscitario. ¿Cómo, si no, se explica, por ejemplo, la sentencia del tribunal constitucional a favor de la re-postulación del presidente, horas antes de la elección judicial, como para detonar un repudio que se verificó en el apabullante voto nulo?
El código penal tampoco se iba a salvar, aun cuando fuese perfecto, porque ya todo se encontraba viciado del repudio a una nueva re-postulación del presidente (que pasaba por alto un referéndum propiciado desde adentro del gobierno, apelando al soberano, para desconocerlo después). Pues una vez abrogado el código penal, la derecha admite que el código era apenas una excusa y a lo que se apunta es, como en Brasil, a inviabilizar una nueva presidencia de Evo. Es el propio MAS el que se mete en este entuerto, al sacrificar a su principal ficha y mermar casi definitivamente una legitimidad que ahora hace aguas. Sólo el “núcleo duro” del MAS apuesta por la continuidad, pero esta apuesta ya no es meditada sino el resultado de la revancha irreflexiva; además opacada por un desencantamiento creciente en las propias filas masistas, cuando no sólo se ve una pérdida de sentido en la movilización popular sino en la ratificación de actores ajenos al proyecto popular en puestos claves de decisión.

EL “TERMIDOR” Y LA DESPOLITIZACIÓN DEL “PROCESO DE CAMBIO”
Ya hemos señalado la importancia de la figura del “termidor” en el aburguesamiento de una revolución popular en otro escrito (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=222945). Por aburguesamiento queremos señalar el vaciamiento sistemático de los contenidos alter-nativos que poseía el proceso boliviano. Ese vaciamiento no es accidental sino premeditado y señala responsables, y tiene que ver con la discrepancia entre el llamado socialismo del siglo XX y el “vivir bien”. Aun cuando se proponga un nuevo “socialismo del siglo XXI”, su sola enunciación no basta y lo que debiera ser una auténtica auto-crítica no es sino una auto-afirmación de las mismas premisas que condujeron al fracaso histórico de la izquierda. El “socialismo comunitario” oficialista, dista mucho de ser un nuevo proyecto, siendo apenas una mixtura posmodernista, prescrita para los oídos de una izquierda continental que, en las conferencias del vicepresidente boliviano, se cura de la nostalgia pero no de la ortodoxia; pues festejan un discurso que nunca cuestiona la idiosincrasia eurocéntrica de esa izquierda: la singularidad del proceso boliviano no existe sino que pareciera que en Bolivia funcionan todos los credos del siglo XX.
En ese sentido, ya no conviene centrarse en el último discurso presidencial (en el día del Estado plurinacional) sino en el discurso del vicepresidente. Porque allí vamos a encontrar el modo cómo procede el vaciamiento de sentido histórico popular y que, en la coyuntura actual, ratifica la “trasferencia de legitimidad” hacia una oposición que, empoderada por la abrogación del código penal hecha por el propio Evo, tiene despejado el camino para generar una “revolución de colores”, por medio de la negativa ciudadana a una nueva re-postulación del presidente.
En aquél discurso se ha podido notar un viraje definitivo, que confirma una ya desideologizada y despolitizada visión del llamado “proceso de cambio”. Ese vaciamiento de contenidos es la culminación del abandono de “lo político de una revolución”.
Cuando ya señalaba el vicepresidente (en una infausta declaración anterior) que nos encontramos en “estado de guerra” y, en consecuencia, llamaba a “defender el proceso de cambio a toda costa”, no hace sino confirmar una exigua comprensión de lo político, típico de los términos hostiles de una realpolitik que ya se creía superada. Porque, precisamente, la política, incluso en el puro pragmatismo, es el desplazamiento de la guerra. Quien sigue pensando la política como “la continuación de la guerra por otros medios”, es porque nunca ha entendido en qué consiste lo político. Por eso hasta sus diagnósticos se convierten en profecías de malagüero porque, si de “empate catastrófico” hablásemos, es la “transferencia de legitimidad” la que habría logrado aquello, como la confirmación de un premeditado accionar que horada las bases mismas de legitimación popular del “proceso de cambio” y del supuesto gobierno del cambio.
Lo que hace el discurso del vicepresidente es vaciarle al pueblo de la mística necesaria que le había constituido en pueblo; cuando de lo que se trataba, en plena asonada derechista, era de ungir al pueblo nuevamente con el espíritu democrático y de reconstituir su politicidad de sujeto histórico. Y esto pasa necesariamente por recuperar el horizonte indígena, que era la marca país del proyecto que había generado tanta expectativa a nivel mundial. Pero, con ese vaciamiento, porque en el discurso vicepresidencial no hay ya, una sola mención, al “vivir bien”, o a la “descolonización”, menos a la Pachamama o al Estado plurinacional, le transfiere a la oposición la mística de lo democrático, empoderándola como abanderada de la democracia y dejando al pueblo como un usurpador de aquello.
Un pueblo sin espíritu deja de serlo y cede su soberanía a la recomposición del espíritu señorial que restituye la oposición. En el discurso, como ya no hay ninguna mención al horizonte indígena-popular, todos sus buenos deseos acaban siendo coherentes con cualquier política hasta neoliberal. Eso demuestra que el viraje se concluyó y la propia derechización del gobierno es ya patente. El ideólogo que debiera dar línea y recomposición al sujeto del cambio, deja al pueblo huérfano de toda referencia trascendental y lo subsume en las misma expectativas que cualquier proyecto neoliberal podría proponer.
Toda aquella apología de la tecnología actual (que Marx diría que no es sino el componente orgánico del proceso de maximización de la tasa acumulativa del capital global) muestra una ingenuidad sospechosa. La tecnología es una mediación y nunca un fin. Quienes son ofuscados por lo tecnológico, no hacen sino declarar su más exacerbado desarrollismo y su falta de comprensión de la singularidad de un proyecto político que generó un nuevo desiderátum epocal y que supo poner las cosas en su sitio. Las últimas tecnologías no son precisamente las que nos van a salvar del desastre ecológico que se viene (es más, habría ya que preguntarse: ¿entre tanta ciencia y tecnología, somos mejores seres humanos?, ¿la tecnología nos hizo mejores personas?; más bien, habría que señalar que, a mayor composición tecnológica, mayor devastación natural).
Volver a lo natural no es un romanticismo ingenuo; en muchos casos ha de ser la más sensata respuesta a la agudización de la crisis climática. Pero la ceguera desarrollista, que es la formalización de la clasificación antropológico-racial que produce la modernidad para legitimar sus pretensiones expansionistas, sólo ve como posible lo que el desarrollo prescribe, dejando lo que podría constituirse como independencia científico-tecnológica –la revalorización y actualización de nuestro propio horizonte cultural y civilizatorio– como algo cancelado por la carrera desarrollista (credo del capitalismo y de una izquierda eurocéntrica).
La desideologización deja al pueblo inerme, sin contenido político y sólo con el déficit democrático de quedar relegado a mero defensor de una figura. Si el pueblo no es sujeto político entonces no es pueblo, pero si lo político se reduce sólo a lo partidario, entonces todo se reduce a defender a alguien y ya no a un proyecto de vida. Lo político es la clarificación autoconsciente del proyecto que constituye a un pueblo en tanto que pueblo, o sea, lo político debiera ser patrimonio de un sujeto constituyente autor de un nuevo horizonte de vida.
La propia agenda gubernamental que declara el discurso del vicepresidente, queda diluida en un mero decálogo prescriptivo que nos propone asumir al componente orgánico del capital –la apología de lo tecnológico– como única política estatal, y esto desnuda la ausencia de clarificación de un horizonte alter-nativo. Hay que recalcar que, incluso, para ninguna potencia, la tecnología constituye una política de Estado; porque lo gravitante en una política de Estado consiste en clarificar el proyecto de vida propio y no una mera apología de la ciencia y la tecnología, o del “progreso moderno” (que es lo que precisamente ha puesto en crisis el calentamiento global). Ello no hace sino descubrir al vicepresidente como un positivista más del siglo XIX.
El anacronismo se hace explícito cuando nos dice que “las nuevas obras que nos demanda la población ya no significa más mano de obra sino uso intensivo de tecnología”. Eso no sólo es un discurso demagógico dirigido a una clase media que ya no ve en él un actor creíble, sino que posterga definitivamente a los pobres de todo protagonismo en el proyecto que se imagina; es más, requerir sofisticadas tecnologías significa comprarlas, o sea, seguir siendo consumidores de un conocimiento que está diseñado para depender.
Si hasta ahora no se observa ninguna voluntad de revalorización de un conocimiento dormido y nunca apreciado por la academia, como son los saberes indígenas, resulta que ahora nos plantea el gobierno un abandono definitivo de aquella esperanza. La ausencia del concepto “vivir bien” en el discurso del vicepresidente no es casual; él mismo se encargó de excluir paulatinamente el lenguaje plurinacional en su versión liberal de la política estatal; cuando nos exige “colocarnos a la altura de la historia”, habla como el expresidente Mesa cuando nos exigía “someternos al imperio de la ley”. Hasta Jürgen Habermas se reiría de aquella encomienda, porque eso significa una relación pre-convencional con la ley, donde hay ausencia de relación crítica y de sujetos.
Para el vicepresidente, “colocarnos a la altura de la historia” significaría que desistamos de toda recuperación cultural, que los logros civilizatorios de nuestras culturas están condenados al puro pasado, o sea, que lo nuestro ya no sirve para “desarrollarnos” (al modo euro-gringo-céntrico). Si la tecnología deshumanizadora del primer mundo es la solución, entonces ¿de qué “revolución democrático-cultural”, “des-colonizada”, promotora del indio como “reserva moral de la humanidad”, de los “derechos de la Pachamama” y abanderada del “vivir bien”, estamos hablando? Si todo fue un engaño, ¿quién nos engañó?
Ahora que la oposición se siente empoderada, el gobierno sólo sabe optar por la beligerancia y esa parece ser la única carta que puede ofrecer el “termidor” en su discurso. Pero hace del pueblo ya no un sujeto histórico sino apenas un batallón de infantería. El sujeto sustitutivo conforma su cuartel general en una guerra anunciada y pone como única bandera de lucha la defensa de los generales.
El 2008 se pudo derrotar al golpe cívico-prefectural porque el pueblo estaba imbuido de la mística democrática y constituyente; ahora es la derecha la que tiene en bandeja de plata esa mística bajo la bandera democrática, gracias a la “transferencia de legitimidad” que hace un gobierno que ha perdido el horizonte plurinacional. Por eso en el discurso del “termidor” hay una ausencia total de ese horizonte y eso constata que ese jamás fue el horizonte que se propuso el “termidor” y nunca tuvo como propósito político estampar el horizonte indígena-popular en la política gubernamental.
Si el pueblo recuperase su papel protagónico, tendría que tomar consciencia de la usurpación que se hizo de una revolución popular; produciendo, desde adentro, la contrarrevolución. Esto que se inicia a partir del referéndum y en los sucesivos intentos de re-postulación, denota que, más que errores, se trata de una meditada conspiración, desde adentro, para horadar la legitimidad, ya no solo del líder sino del proyecto popular que éste representa.
Continuamente, la elite gubernamental, ha dado las mejores muestras de brindarle a la derecha argumentos para confirmar los prejuicios en contra del gobierno, que se han ido restituyendo decisivamente gracias al accionar mediático. Lo cual también manifiesta una ceguera en cuanto a política comunicacional, que decepciona en cada episodio crítico (mientras toda la mediocracia bombardeaba contra el código penal, los canales estatales y sus radios estaban perdidos en el Dakar; el colmo sucede cuando, en horario estelar, el canal estatal inaugura un programa conducido por uno de los personajes más aciagos del racismo mediático). El gobierno carece de política comunicacional y eso pretende subsanarlo con pura propaganda, pero ni con ello remedia ese déficit.
La asonada social contra el código penal, muestra que, si se contase con verdaderos operadores políticos, lo más adecuado, para prevenir el estallido de un conflicto mayor, era socializar el código en todo el tiempo de su gestación; además que ya teniendo un conflicto anterior con el sector médico, el gobierno ya debía de entrar en cuenta que en ese conflicto hay un rehén de por medio, que es la propia población. Si el gobierno se proponía enfrentar al poder que tiene ese sector (que se atribuye además la salud como su propiedad privada), debía primero proporcionarle a la población alternativas para no quedar como rehén en medio del conflicto. La creación de clínicas populares, revalorizando la medicina tradicional y alternativa, debiera de haber sido prioridad en un gobierno que se propone reformar el sistema de salud.
La falta de política comunicacional merma toda recuperación política del lado popular; si el canal estatal, los paraestatales y las radios oficialistas no tienen la capacidad de responder a la asonada beligerante que provocan los medios privados, eso devela una excesiva e ingenua confianza de la elite gubernamental en apostar por el desgaste de los conflictos. Otra vez, eso no es un simple error y ya huele a una rancia recurrencia al ninguneo de actores que se hacen cada vez más beligerantes. El que ningunea es porque se cree autosuficiente e infalible. Ese no es ni siquiera el “hombre nuevo” del que hablaba el Che y menos el que se propone el “vivir bien” como horizonte de vida.
La oposición y la derecha ya han declarado que el foco de la movilización, que congrega una creciente masa social sobre todo citadina, es la capitulación del presidente. Los resabios señorialistas de la movilización dejan ver, de ese modo, que, en medio de un descontento social comprensible, se cuela una repuesta insurrección señorial que atiza el conflicto mediante la exacerbación del racismo implícito en las dirigencias que aparecen liderando a la oposición. La fijación en el presidente es una fijación en lo que representa y eso se nota en la intransigencia que también hace mella en la oposición.
El desprendimiento presidencial, que sería la mejor forma de descolocar una insurrección de la oligarquía camuflada de “revolución de colores”, no es lo que se ve y eso agudiza más la situación. Mientras la derecha ningunea al núcleo duro de apoyo al presidente, que es la descualificación del pueblo como actor político, lo cual provoca su señalamiento negativo por parte de un radicalismo racista renacido; la elite gubernamental hace lo mismo con toda la oposición, no sabiendo discernir niveles de conflictividad y de actores que no pueden ser tratados con la misma vara. Todo eso no hace sino conducirnos al estallido social, es decir, a una “revolución de colores”. Frente a eso, cuando se debiera dar línea política estratégica de reposición hegemónica popular, el “termidor” opta por el enfrentamiento. Quien nunca ha podido producir hegemonía y tampoco ha permitido la politización del sujeto del cambio, es decir, la constitución del pueblo en sujeto (porque sólo le interesó reducirlo a obediente de los dictámenes de arriba) es quien se constituye en el “termidor” que se dedica, para su propia desgracia, a restituir el Estado que quería transformar. Si su proyecto de vida fue ser un viabilizador de la asunción de un indio al poder, ahora reafirma que nunca creyó en el indio ni en lo que cree el indio.
Los ingenuos y los oportunistas líderes de la oposición, tampoco se dan cuenta que sus aspiraciones acabarán, si se concretara la insurrección de la oligarquía, en la reposición de un orden que sí hará realidad sus miedos. Serán barridos como simples peones de un juego que acabará con una más férrea injerencia de nueva clase. Como en la Argentina de Macri, o el Brasil de Temer, una reposición oligárquica-liberal conculcará la democracia y todas las conquistas sociales y populares alcanzadas estos últimos años. Otra vez se reditará el episodio del gobierno de Torrez, cuando la izquierda también provocó el golpe militar.
No se dan cuenta que la derecha no actúa ni siquiera para sí misma y que, en su debido momento, el componente fascista se impondrá y desplazará a todos los ingenuos que, liderando interesadamente las marchas y los paros, habrán servido, en bandeja de plata, el poder a la insurrección de la oligarquía. El desenlace hasta burlesco que podría provocar la digitación externa de una “revolución de colores”, para terminar por descomponer una recomposición del campo popular, sería la entronización de otro indígena en el poder (no en vano un ex vicepresidente indígena es el más entusiasta crítico del gobierno), con la siguiente amonestación: “con un indio quisieron soñar en cambiar todo, con otro indio les enseñaremos que nada se puede cambiar”.

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