Por Hernán Mena
Cifuentes.- En Bolivia, el presidente Evo Morales inauguró el miércoles una
escuela única, donde los militares recibirán clases sobre respeto a la vida
humana, filosofía diametralmente opuesta a la de la tristemente célebre,
Escuela de Las Américas de Panamá donde más de 60.000 militares
latinoamericanos aprendieron de sus maestros del Ejército de EEUU a torturar,
asesinar y dar golpes de Estado.
La creación de
la Escuela Antiimperialista de los Pueblos del Abya Yala, nombre de la
institución, marca la diferencia que hay entre la visión humanista de los
procesos políticos surgidos en la Patria grande a partir de la revolución
cubana, nicaragüense y venezolana, y el nulo valor que la vida tiene para el
Imperio, que deshumaniza a los soldados y los convierte en robots que asesinan
a mansalva.
“Esta escuela
-dijo el mandatario Aymara durante el discurso que pronuncio en el acto- que
antes ( en Panamá) existía la Escuela de las Américas, institución operada por
los EEUU donde los militares latinoamericanos eran ideologilizados, ahora será
un centro para revisar la historia de cómo los países de América Latina y del
mundo han sido sometidos. Es nuestra obligación crear esta escuela que recupere
ideológicamente nuestra identidad.”
“Era necesario
-explicó- crear esta institución para construir un pensamiento que permita
enfrentar el dominio cultural, ideológico, político del Imperio y su estructura
Capitalista y lograr así la verdadera liberación de los pueblos. Un espacio
institucional de discusión, de conocimiento y de construcción de un pensamiento
anticolonial, anticapitalista, antiimperial, orgánico, que permita la
solidaridad entre fuerzas armadas y movimientos sociales.
Evo describió a
la audiencia las armas que utiliza el Imperialismo para someter a los pueblos,
entre ellas, la Economía, las tecnologías y los medios de comunicación,
advirtiendo que estos últimos se han convertido en una poderosa arma de guerra
dirigida a la desinformacióñn, a la ideologización imperial y a la
desmovilización de la sociedad.”
“Son armas para
someter a las sociedades que construyen modelos de vida ideales, como el arma
del modelo estadounidense que se basa en el lujo y el consumismo exagerado.”
La Escuela
Antiimperialista es la antítesis de la Escuela de las Américas que existió en
Panamá durante 38 años hasta su expulsión por decisión del General Omar
Torrijos, hastiado de observar como allí se destruía la tradición heroica y
libertaria de los soldados latinoamericanos y caribeños y emergía en su lugar
una generación de militares asesinos al servicio de EEUU.
Reymi Ferreira,
ministro de Defensa boliviano destacó la asistencia al acto, de sus homólogos,
nicaragüense y venezolano, Martha Ruiz Vladimir Padrino López y del
viceministro de Defensa ecuatoriano, Felipe Vega, señalando que quienes critican
la creación de la nueva escuela, lo hacen porque les molesta que la FAB tome
conciencia y no vuelva a estar supeditadas a ninguna potencia.”
El historiador,
sociólogo y politólogo argentino Atillio Borón dictó la primera clase a los
alumnos de la institución, disertando sobre los diferentes procesos y sucesos
que se desarrollan en la Patria Grande, donde EEUU busca recuperar los feudos
que perdió tras la irrupción de gobiernos progresistas y revolucionarios que
cambiaron el mapa político, económico y social de la región,
Por su parte,
Darío Klein, periodista, académico e historiador argentino, rasgó hace años con
la destreza de un cirujano forense, el bisturí investigativo en el cuerpo de la
School of the Americas (SOA por sus siglas en inglés) después que esta fue
mudada en 1984 a Fort Benning, Columbus, en el Estado de Georgia, EEUU.
Su análisis,
vertido en un trabajo titulado: “Escuela de las Américas: La academia militar
de la Guerrra Fría”· es un breve tratado sobre las actividades que en sus aulas
desarrollaron, expertos del US Army en Contrainsurgencia, para convertir en
asesinos a miles de militares latinoamericanos y caribeños, muchos de los
cuales regresaron a su patrias para aplicar las nefastas técnicas de tortura,
desaparición y muerte que allí aprendieron.
“Es blanco de
odios -dice el estudio en su parte introductoria- de gente dispuesta a todo,
hasta ir a la cárcel, para que deje de existir. Sus paredes y su biblioteca
parecen un museo de la Guerra fría latinoamericana. Unos 60 mil soldados pasaron
por sus aulas. De allí salieron 10 presidentes, 38 ministros de Defensa y 71
Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armas” (de varios países).
“Allí se
graduaron 496 soldados que fueron acusados de delitos y violaciones a los DDHH.
También muchos otros que sirvieron decentemente a la sociedad. Su formación
incluyó bibliografía anticomunista y, en algunos casos, antidemocrática. Hoy
sus cursos y entrenamientos fueron reformulados para el nuevo mundo que nació
tras la caída del muro de Berlín.”
“Sin embargo,
en la entrada todavía puede leerse un texto que, en algunos de sus pasajes,
reza:
“Soy el
espíritu de la Escuela de las Américas. Estoy entre aquellos hombres que ansían
detener el Comunismo en Las Américas.”
“Para los
activistas en DDHH y, específicamente para una ONG llamada “School of Americas
Watch”, (Vigilantes de la Escuela de las Américas) la institución debe ser
clausurada.. Según ellos, representa el lado más oscuro de la Guerra Fría y de
la lucha contra la insurgencia en América latina: las persecuciones, las
torturas, las desapariciones, la guerra sucias…las dictaduras militares.”
Dictaduras
encabezadas en algunos casos por graduados de la Escuela: Argentina, con
Leopoldo Galtieri o Roberto Viola; Bolivia, con Hugo Banzer…Guatemala, con José
Efraín Ríos Montt…Violaciones a los DDHH que involucraron varias veces a ex
estudiantes de la institución.”
“Y dan cifras:
más de dos tercios de los citados en el informe de la Comisión de la Verdad de
la ONU referente a El Salvador, dado a conocer en 1993, fueron egresados de la
SOA.”
“De los
acusados de atrocidades en Colombia, casi la mitad estudio en la SOA. Respecto
a Guatemala, ocho de los mencionados en el Informe “Nunca Más” de la
Arquidiócesis guatemalteca también recibieron instrucción en la SOA.”
“Dos de los
tres oficiales acusados del asesinato del Arzobispo Oscar Romero en El Salvador
en 1990; 19 de los 26 implicados en la matanza de seis monjas jesuitas, su ama
de llaves y su hija adolescente en 1989, también en El Salvador; diez de doce
acusados de la masacre de 900 civiles (indígenas) en El Mozote, todos ellos
recibieron instrucción en la SOA.”…
Y la macabra
lista se extiende y es tan larga que no cabe en estas paginas.
Y es que hablar
de la Escuela de las Américas, es hablar de una época de horror originada por
las intervenciones militares de EEUU y por militares de la región egresados de
esa institución que pusieron en práctica lo aprendido en sus aulas, dando
golpes de Estado que derrocaron gobiernos democráticos e instauraron dictaduras
que hicieron correr ríos de sangre a lo largo y ancho del Abya Yala..
La SOA, ( por
sus siglas en inglés) sinónimo de de vergüenza, dolor y humillación para los
pueblos de América Latina y el Caribe funcionó en la Zona del canal de Panamá,
territorio declarado estadounidense en base a un leonino, ilegítimo e ilegal
contrato a “perpetuidad”, suscrito por Washington con sumisos y obedientes
gobernantes del istmo.
gobernantes del istmo.
De allí
egresaron los más sanguinarios tiranos que recuerda la historia de la región,
autores de crímenes de lesa humanidad, que durante décadas permanecieron bajo
el manto de la impunidad, hasta que, con la llegada de gobiernos progresistas y
revolucionarios, “la justicia, que aunque cojea, siempre alcanza al criminal en
su carrera”, detuvo, juzgó y condenó a muchos de ellos.
Es tan
repugnante la fama alcanzada por los tiranos y asesinos egresados de la SOA,
que hasta un político estadounidense, el Senador Martin Meehan dijo que “si la
Escuela de las Américas decidiera celebrar una reunión de ex alumnos, (como es
tradición de muchas instituciones educativas) reuniría a algunos de los más
infames e indeseables matones y malhechores del hemisferio.”
Como no habría
de serlo, si por sus aulas pasaron asesinos como Elías Wessin y Wessin, líder
del golpe de Estado que derrocó al presidente dominicano Juan Bosh en 1963
Como Hugo
Banzer, de Bolivia, autor del golpe de Estado de 1971 que lo llevó a
convertirse en dictador 7 años y después triunfar en los comicios que lo
llevaron a la presidencia entre 1997 y 2001.
Roberto
DÁbuisson de El Salvador, el cabecilla de los Escuadrones de la Muerte,
responsable del magnicidio del Arzobispo Arnulfo Romero y fundador del nefasto
partido político Alianza Republicana Nacionalista, mejor conocido como ARENA,
por sus siglas bajo cuya administración se perpetraron los más horrendos
crímenes.
Roberto Eduardo
Viola, de Argentina, que lideró la manada de “gorilas” con uniforme militar que
llevaron al país a una sanguinaria dictadora de 8 años que dejó miles de
muertos y de una legión de desaparecidos, entre ellos miles de niños hijos de
mujeres combatientes asesinadas, entregados a militares y sus familiares,
decenas de ellos rescatados por las “Abuelas de la Plaza de Mayo.
Luís Posada
Carriles, militar y en agente de la CIA, el más salvaje y brutal de los
terroristas que han asolaron a Cuba, Venezuela y otras naciones de la Patria
Grande, autor intelectual del derribo del avión de Cubana de Aviación en 1974,
atentado cobarde que mató a los 76 pasajeros y tripulantes a bordo, entre ellos
el equipo cubano campeón de esgrima de los V Juegos Panamericanos.
Romeo Orlando
Vásquez Velásquez, de Honduras, coautor del golpe parlamentario-militar el 28
de junio de 2009 derrocó al presidente Manuel Zelaya, quien fue llevado en un
avión militar que hizo escala en la base aérea yanqui de Palmasola y siguió
rumbo al aeropuerto de San José de Costa Rica donde lo dejó abandonado en
piyamas al lado de la pista.
Heriberto
Lazcano Lazcano, de México, quien abandonó las filas del ejercito y bajo el
alias de “El Verdugo” o “Zeta-3” se convirtió en el narcotraficante más
poderoso y más buscado por las autororidades mexicanas y estadounidenses,
muerto en un enfrentamiento con efectivos de la Marina de Guerra, cuyo cuerpo
fue secuestrado por sus cómplices de la funeraria donde era velado.
Henry López
Sisco, de Venezuela, psicópta asesino en serie que aunque no fue militar sino
un policía, estudió en la SOA, lideró masacres de combatientes revolucionarios;
asesinó a pescadores a quienes confundió con guerrilleros y acribilló a balazos
a un haitiano y un dominicano y se habían rendido en el interior de un avión
que habían secuestrado en Caracas y lo hicieron aterrizar en Curazao.
HLP también
participó activamente en “El Caracazo”, como se conoció la rebelión que en 1989
protagonizó en Caracas y otras ciudades del país el pueblo acosado por el
hambre y la miseria en que vivía inmerso por las políticas socioeconómicas
impuestas por el FMI a la Cuarta República, suceso en el que el ejército y las
policías asesinaron a más de tres mil seres humanos.
Este monstruo
escapó de la justicia huyendo a Costa Rica, cuyos gobiernos le otorgaron
refugio como perseguido político, rechazando la solicitud de extracción
introducida por el gobierno bolivariano acompañada de fehacientes pruebas de
las masacres y demás crímenes que cometió como agente de la CIA en Venezuela.
Y el WHIS; que
es la misma SOA, como asesino compulsivo que no puede detener su criminal
carrera, siguió creando “gorilas” que al regresar a sus países torturaron, asesinaron
y asestaron golpes de Estado.
Pero llegó el
día en que mandatarios progresistas y revolucionarios elegidos por el pueblo en
comicios transparentes, sustituyeron a varios gobiernos lacayos del Imperio
decidieron poner fin a la vil tarea de los regimenes que les antecedieron,
diciendo “basta” ya de tanta complicidad y subordinación y no enviaron más
militares a esa escuela de donde muchos salieron convertidos en criminales.
El primero fue
Chávez, en 2004, cuyo ejemplo de dignidad soberanía e independencia siguió
Néstor en Argentina, en 2006;
Evo en Bolivia
en 2007; Correa en Ecuador y Daniel en Nicaragua en 2012. El gobierno de Costa
Rica anunció en 2007 que lo haría pero desde 2011 siguio enviando policías, que
hacen las veces de soldados ya que el país centroamericano no tiene ejército.
Asi finaliza
este resumen de una trágica historia escrita por EEUU, creador de unos
diabólicos engendros en ese laboratorio de la guerra sucia, Escuela de horror y
Muerte que es la Escuela de las Américas, fundada hace 70 años y rebautizada
con el nombre de Western Hemisphere Institute for Security , antítesis de la
Escuela Antiimperialista del Abya Yala, Escuela de Vida creada por Evo.
Una institución
humanista en cuyas aulas, las presentes y futuras generaciones de militares
bolivianos recibirán clases sobre la dignidad y derecho a la vida que tienen
los seres humanos, y no las clases de tortura, muerte y golpes de Estado que
reciben de EEUU miles de militares en la SOA o WHIS para convertirlos en
“gorilas” y hacer correr ríos de sangre sobre la amplia geografía del Abya
Yala.
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