viernes, 30 de agosto de 2019

LUIZ INÁCIO LULA DA SILVA: "BOLSONARO HACE UN GRAN DAÑO A BRASIL, POR MALDAD Y POR IGNORANCIA"




Luiz Inácio Lula da Silva, expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, por los fuegos que consumen millones de hectáreas en la Amazonía.  

"Pienso que Bolsonaro le está haciendo un gran daño a los brasileños. Una parte por maldad y otra por ignorancia, él no sabe de lo que está hablando", declaró al periodista de la BBC Will Grant, enviado especial a la zona.
Desde la prisión Federal de Policía de Curitiba, Lula se opuso a lo que Bolsonaro ha declarado en las últimas fechas.
"En las relaciones entre países no puedes insultar como hacen Trump y Bolsonaro. Brasil necesita amigos como Francia, Reino Unido, Italia, Estados Unidos y China. Y ellos también nos necesitan", defendió Lula.
El expresidente consideró que "no existe relación" entre Bolsonaro y esos países porque "está ideológicamente guiado por personas que no creen que la tierra es redonda. No tiene la más mínima noción de geopolítica internacional".
A comienzos de semana, Bolsonaro condicionó aceptar los US$22 de ayuda aprobados por el Grupo de los 7 (G7) a que Emmanuel Macron, presidente de Francia, retirara los "insultos" vertidos sobre el mandatario brasileño.
Macron le acusó de "incumplir y mentir" sobre pactos medioambientales y Bolsonaro, a su vez, acusó a Macron de querer "interferir en la soberanía" de Brasil.
Desde enero, y según datos oficiales, se ha registrado la cifra récord de más de 74.000 incendios en Brasil.
A eso se le une la propagación de los mismos a zonas amazónicas en Perú, Bolivia y Paraguay.
Aunque las causas del fuego no están del todo esclarecidas, un estudio conjunto del Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonía y la Universidad Federal de Acre indica que los incendios están directamente relacionados a la deforestación, ya que las diez municipalidades de la región con más advertencias de deforestación son las que más sufrieron incendios en el año.
Ante esto, Bolsonaro acusó a las organizaciones humanitarias de lanzar una "campaña" en su contra y su ministro de medioambiente, Ricardo Salles, aseguró que "el clima seco, el viento y el calor hicieron que los incendios aumentaran en casi todo el país".
Lula, por su parte, se puso de lado de lo que dicen las ONGs y declaró que los responsables de los incendios "piensan que preservar los árboles para combatir el calentamiento global es estúpido. Deforestan como si Brasil y el mundo no necesitaran bosques. En nuestro país, la estupidez está al máximo nivel en el gobierno".
Lula da Silva, tras la reducción de una de sus condenas de 12 a 9 años, alberga esperanzas de ser liberado pronto. Especialmente después que se filtraran mensajes privados de su juez y actual ministro de justicia Sergio Moro donde, según el medio The Intercept, no actuaba con imparcialidad sino guiado por motivos políticos. 





PRESIDENTE DE BOLIVIA EVO MORALES INSTA AL MUNDO CUMPLIR CON EL ACUERDO SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO

Front News de Rusia (www.es.news-front.info)
                                                             
El presidente de Bolivia, Evo Morales, señaló hoy que la causa principal de los incendios forestales en el mundo es el cambio climático, por lo cual instó a la comunidad internacional a cumplir el Acuerdo de París.
‘La causa principal de grandes incendios que, lamentablemente, también se registran en otros continentes, es el cambio climático, que es responsabilidad de todos los países del mundo. El Acuerdo de París debe cumplirse, especialmente en países industrializados’, escribió el mandatario en su cuenta en Twitter.
En la Conferencia de París sobre el Clima, celebrada en diciembre de 2015, 195 países firmaron el primer acuerdo vinculante mundial sobre el clima, un plan de acción que pone límite al calentamiento global.
Según informó la Organización Meteorológica Mundial, en la actualidad se reportan incendios en la Amazonía y en zonas tropicales de África, como Angola.
Bolivia enfrenta por tierra y aire los incendios en la Chiquitania, llanura sudamericana ubicada entre el Gran Chaco y la Amazonía, en el departamento de Santa Cruz (este).
Los incendios afectaron hasta el momento más de 750 mil hectáreas de bosque, pastizales y cultivos, según informes preliminares.
El Gobierno impulsa las operaciones mediante el avión cisterna Boeing 747 Supertanker, considerado el más grande del mundo; 42 cisternas, cinco helicópteros, avionetas y 209 vehículos para el transporte de brigadistas y voluntarios que superan las cuatro mil personas.
En esta jornada, el jefe de Estado destacó la labor de los más de 10 mil voluntarios, bomberos, efectivos de las Fuerzas Armadas y policías que combaten los incendios en el departamento de Santa Cruz.
A ellos se suma personal médico bajo la supervisión del Ministerio de Salud, además de veterinarios y técnicos de los diez municipios afectados, la Gobernación de Santa Cruz y del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria.
También, desde el 21 de agosto el Estado Plurinacional de Bolivia recibe cooperación internacional de distintos países y organismos.
El canciller Diego Pary informó que a la fecha las autoridades nacionales efectivizaron un total de dos millones 250 mil dólares de cooperación económica y el apoyo de técnicos especializados contra incendios.
También expertos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo apoyarán en la etapa post incendio, en la evaluación de los daños y el establecimiento de planes de recuperación de la región, explicó el jefe de la diplomacia boliviana.
Pary adelantó que aún continúan las gestiones con más países de Sudamérica, Europa y Asia para ampliar la ayuda y sofocar los incendios en el menor tiempo.







Evo Morales aprobó un decreto que permitía la quema controlada de bosques en los departamentos amazónicos bolivianos de Santa Cruz y Beni, donde comenzaron los fuegos extendiéndose luego al Brasil.

El Diario Exterior de España (www.eldiarioexterior.com)

Antes que nada, y para que se queden tranquilos, el “pulmón del planeta” son los océanos, no los árboles, ya que generan entre el 50 y el 90% -según cuál experto- del oxígeno global gracias al fitoplancton marino. Por otro lado, como señala Ian Vázquez, si bien para el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil en 2019 se produjeron 83% más incendios que en 2018, el destacado experto Daniel Nepstad, asegura que el aumento es de solo 7% sobre el promedio de los últimos diez años.
En cualquier caso, el poder de la propaganda es notable. Los Estados, los políticos con el fin de beneficiarse y esconder sus culpas, gracias a que tienen una gran capacidad de difusión, están haciéndole creer a la opinión pública que son los únicos que pueden resolver el problema y que, por tanto, necesitan más poder, más dinero.
Irónicamente, como asegura Jorge Amador, son los Estados los principales contaminadores, empezando por las Fuerzas Armadas, sus bases militares y basureros y siguiendo por sus empresas como las enormes petroleras estatales. Utilizar las Fuerzas Armadas, que son altamente contaminadoras, para apagar incendios es irónico. Ese trabajo bien podrían hacerlo, con más eficacia, cuerpos de bomberos privados y compañías aseguradoras.
Precisamente el hecho de que la opinión pública reaccione con tanta preocupación demuestra que el problema lo crearon los políticos, no el mercado que, por cierto, no son las grandes empresas como algunos creen, sino estas personas comunes, de la opinión pública.
Es cierto que fueron campesinos los principales responsables de encender el fuego, pero incitados por el gobierno. Evo Morales aprobó un decreto que permitía la quema controlada de bosques en los departamentos amazónicos bolivianos de Santa Cruz y Beni, donde comenzaron los fuegos extendiéndose luego al Brasil.
Por otra parte, se entregó tierra de manera gratuita y, si bien puede parecer muy “caritativo”, esto acarrea dos problemas. Por un lado, que no se valore y, por tanto, no se cuide la propiedad y, por otro lado, que los ocupantes no tengan los recursos necesarios. El propio Morales dijo que “Las pequeñas familias, si no chaquean, ¿de qué van a vivir?”. Sucede que estas familias pobres no tenían el equipamiento necesario para desforestar, y transformar en cultivables las tierras, con lo que no tenían otra solución que quemar la maleza.
Son las personas comunes -el mercado- las que con más fuerza se dedican a la preservación de la naturaleza. Los caballos, por caso, no se extinguen porque están en manos privadas cosa que, básicamente, no ocurre con otros animales al borde de la extinción.
Según Jarret Wollstein, durante los años sesenta, Brasil se embarcó en un masivo desarrollo de su selva amazónica. Y el Estado construyó miles de kilómetros de caminos con subsidios, otorgó préstamos baratos a los granjeros y ganaderos e, inclusive, les proveyó transporte gratuito. Los granjeros quemaron los bosques. La agricultura del Amazonas era rentable únicamente debido a los subsidios.
En contraposición, Matt Ridley escribió que, en Nueva Zelanda, el gobierno dejó de subsidiar a los agricultores. Lo que resultó muy beneficioso para el medio ambiente, dado que éstos utilizaban los subsidios estatales para convertir artificialmente, mediante la utilización de pesticidas y fertilizantes contaminantes, tierras que no eran rentables según el mercado.





PAÍSES VECINOS DE BRASIL TAMBIÉN QUEMAN Y ENVENENAN EL AMAZONAS
                                                                
Bolivia y Perú han tenido una mayor cantidad de incendios este año que el gigante sudamericano, ya que mineros ilegales, ganaderos y productores de cocaína continúan causando estragos.

Infobae de Argentina (www.infobae.com)

Mientras los incendios que arrasan con la Amazonía brasileña avivan la indignación global, los países vecinos también queman, desgarran y envenenan sus bosques, en gran parte sin que nadie lo note.
Bolivia y Perú han tenido una mayor cantidad de incendios este año que Brasil, ya que mineros ilegales, ganaderos y productores de cocaína continúan causando estragos.
La Amazonía, de 6,5 millones de kilómetros cuadrados, está bajo ataque por todo lado, con incendios que reclaman un área equivalente a docenas de campos de fútbol cada hora solo en Brasil. Según las tasas de deforestación observadas en los últimos años, todo el bosque perderá un área del tamaño del estado de Virginia en la próxima década, según Michael T. Coe, científico principal del centro de investigación Woods Hole.
Esto pone en peligro un ecosistema que no solo alberga una gran parte de la biodiversidad del mundo y otra más que aún se desconoce, sino que también ayuda a regular el clima del continente.
Los incendios se han multiplicado en Brasil desde que madereros y agricultores, envalentonados por el presidente Jair Bolsonaro y su desdén por la supervisión ambiental, prendieron fuego a tierras despejadas a principios de este año. Países como Colombia, Perú y Bolivia no fomentan la deforestación, pero carecen de recursos y voluntad política para hacer cumplir las regulaciones existentes, según Carolina Gil, abogada del grupo de protección ambiental Amazon Conservation. "La crisis actual en Brasil es solo la punta del iceberg", dijo Gil.
Plantas de coca
La destrucción continua amenaza con convertir los densos bosques en matorrales cubiertos de arbustos y malezas, agregó, destruyendo así una región que es hogar de decenas de miles de especies de animales y plantas, y aproximadamente una quinta parte del agua dulce del mundo.
Colombia, que cuenta con la franja más grande de la Amazonía después de Brasil y Perú, perdió 215.000 hectáreas de selva tropical en 2017, según datos satelitales monitoreados por Amazon Conservation. Brasil, que tiene aproximadamente seis veces más de la selva, ha perdido alrededor de 607.000 hectáreas al año.
Entretanto, el cultivo de plantas de coca, la materia prima para la cocaína, se cuadruplicó en Colombia entre 2012 y 2017. Los agricultores a menudo talan bosques en parques nacionales para plantar cultivos ilegales en partes remotas del país donde la presencia del gobierno es débil o inexistente.
El mercurio que utilizan los mineros informales de oro también se filtra continuamente en los ríos del Amazonas colombiano, envenenando a los peces.
El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia no respondió a una solicitud de comentarios por escrito.
Aún peor
Brasil ha tenido más de 83.000 incendios en lo que va del año, 77% más que en el mismo período del año pasado, según el Instituto Nacional de Investigación Espacial del país, conocido como Inpe. Entretanto, en Bolivia y Perú el número de incendios ha sido de casi el doble durante el mismo período.
En Bolivia, donde cerca de 19.000 incendios han destruido más de 405.000 hectáreas de bosque este año, el presidente de izquierda, Evo Morales, ha movilizado a los bomberos y acudió a un Supertanker Boeing 747 para combatir los incendios.
El Ministerio de Ambiente y Agua de Bolivia y la oficina de prensa presidencial no respondieron llamadas telefónicas y correos electrónicos en busca de comentarios. Morales dijo el domingo que estaba abierto a la ayuda internacional para apagar incendios y pidió una cumbre entre los países que conforman la Amazonía para "coordinar acciones inmediatas y planes a largo plazo", según una declaración.
El Ministerio del Ambiente de Perú no respondió a un correo electrónico en busca de comentarios.
Los vecinos de Brasil no comparten la beligerancia u hostilidad de Bolsonaro frente a la protección del medio ambiente, pero su historial no es mucho mejor, dijo Rodrigo Botero, director de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible en Colombia.
"Se puede ver en toda la región que la presión en países como Bolivia, que sufre grandes pérdidas, o Paraguay son las mismas que en Brasil", dijo. "No es una cuestión de izquierda o derecha".





"ESTOY HACIENDO TODO LO QUE PUEDO": LOS VOLUNTARIOS QUE AYUDAN A MITIGAR LAS SECUELAS DE LOS INCENDIOS EN BOLIVIA

Actualidad RT de Rusia (www.actualidad.rt.com)
                                                                                        
Mientras continúan los incendios y las labores para su extinción en el sureste de Bolivia, numerosos voluntarios se han organizado para ayudar en la mitigación de sus consecuencias. De esta manera, muchos bolivianos han dejado sus tareas habituales para encargarse de preparar comida o de rescatar a los animales.
La tragedia que está viviendo el país ha despertado la solidaridad de muchas mujeres y hombres, que se dedican a preparar las vituallas que ingieren los brigadistas, rescatistas y soldados del Ejército boliviano que a diario acuden a las zonas más inhóspitas de la región para combatir las llamas, sofocar las cenizas y evitar que se siga propagando uno de los incendios más terribles que ha asolado este país.
700 raciones de comida diaria para los brigadistas
En Roboré, en la región de la Chitanía del departamento de Santa Cruz, donde sigue activo uno de los mayores focos, se ha reunido un grupo que prepara 700 raciones diarias de desayuno, almuerzo, merienda y cena, con un alto contenido calórico. En este municipio se han suspendido las clases, lo que implica que maestras y auxiliares municipales tienen más tiempo libre, que han decidido invertir en ayudar a quienes trabajan para acabar con el fuego. Los brigadistas se acercan a comer y agradecen el apoyo de los habitantes de esta ciudad.
En entrevista con RT, una de las cocineras voluntarias, Marilyn Santander, explica por qué decidió implicarse: "Roboré necesitaba apoyo, necesitaba de las mujeres valientes para cocinar. Porque esa gente que nos ha visitado necesita que los atendamos". Una de sus compañeras, Rosana Dos Santos, dice que no tiene "palabras para agradecerle a la gente solidaria" que ha acudido a este municipio.
Todas las viandas que se preparan han sido donados por el municipio de Roboré y por voluntarios.
Luchando por rescatar animales
La solidaridad continua en un centro cercano de refugio de animales silvestres que tiene a veterinarios, biólogos y distintos voluntarios trabajando para recuperar la fauna que se ha visto afectada por los incendios y asistiendo también a los animales domésticos damnificados por las llamas o por el humo.
En la localidad de Aguascaliente, próxima a Roboré, Cecilia Dorado, veterinaria del refugio de animales silvestres, se muestra compungida y afectada por la situación: "Quisiera haber estado más preparada para esto, pero no es así. Estoy haciendo todo lo que puedo. Mi equipo está haciendo todo lo que puede", sostiene casi entre sollozos, mientras que describe una realidad alarmante: "Nos encontramos con zonas totalmente quemadas, donde no hay una sola hoja para que los animales coman, no hay una sola fuente de agua para que beban".
Las tareas de mitigación continuarán durante las próximas semanas con varios objetivos: que no se sigan propagando las llamas, recuperar el territorio, y realizar las acciones preventivas para evitar que este desastre natural se vuelva a repetir.
En las últimas horas las autoridades policiales bolivianas ha denunciado que al menos una parte de los incendios en la región de la Chiquitanía fue provocada de forma intencionada, debido a que encontraron botellas con gasolina y neumáticos quemados en localidades afectadas. Según ha anunciado el presidente Evo Morales, en los últimos días se han reducido los focos de incendio de 8.000 a 162.





SALTEÑOS PARTEN A CUIDAR ANIMALES DE LA REGIÓN AMAZÓNICA 

Irán al este de Bolivia a colaborar con la curación y salvaguarda de la fauna que huye de los incendios.

El Tribuno de Argentina (www.eltribuno.com)
                                                          
Un grupo de salteños partirá la semana que viene al sector cercano a los incendios que afectan al Amazonas, en el sector boliviano. La idea de los voluntarios es colaborar con el rescate de los animales que están huyendo del fuego y, para eso, apelan a la solidaridad de los salteños para poder llegar mejor preparados.
"Nosotros vamos al Refugio Termal de Recuperación de Animales Silvestres. Se trata de la estancia Aguas Calientes, ubicada a 35 kilómetros de la localidad de Roboré, y a unos 450 kilómetros al este de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia. Somos tres personas que vamos a colaborar en el rescate de animales salvajes que están escapando de los incendios que se están registrando en la región amazónica", dijo Laura Alanís.
Los voluntarios salteños pidieron colaboración local para llevar la mayor cantidad de agua, alimentos para los animales, semillas de todo tipo para darles a las aves, dardos tranquilizantes, guantes antimordidas, bebederos, comederos y jaulas, entre otras cosas.
La campaña comenzó hace unos días y están esperando que la solidaridad de los vecinos les llene la camioneta con la que se trasladarán hacia el territorio afectado.
El aterrador silencio que ha sustituido el cantar de los pájaros tan solo se rompe por el ensordecedor ruido de las llamas, que avanzan sin control y se tragan cada vez más hectáreas de la selva tropical que alberga a un 20 por ciento de todo el agua dulce del mundo.
Todo tipo de animales se escaparon de la selva en los últimos días por el avance del fuego. Felinos de todos los tamaños, aves y víboras necesitan asistencia.
"Nosotros no pertenecemos a ningún partido político, a ninguna agrupación ni a nada. Todo nuestro esfuerzo sale de nuestros bolsillos. Vamos solo con nuestro espíritu solidario por los animales que están sufriendo por los incendios", dijo Alanís.
La acompañarán Ivana Aramayo y Flavio Díaz Portella.
Consecuencias
Las organizaciones ecologistas alertaron que los recurrentes incendios y la deforestación de la selva amazónica tendrán consecuencias "profundas" no solo para el bosque tropical, sino para "todo el mundo".
"No solo se puede ayudar con donaciones. También esperamos que nos contacten voluntarios que puedan acompañarnos con sus vehículos, quizás para poder llevar más cosas; hace falta de todo", dijo Laura. También dijo que sería importante sumar ayuda de médicos veterinarios para atender a los ejemplares heridos.
En los alrededores de las zonas alcanzadas por los vastos incendios que queman, desde hace semanas, parte de la selva tropical, se acumulaban cientos de cadáveres de animales que habían sucumbido debido al humo o a las llamas. Los salteños van para asistir a los animales que sobreviven al fuego.
La selva amazónica regula el clima y las lluvias en toda la región continental.
"Cuanto mayor es la deforestación, más desreguladas serán las lluvias, lo que influye también en el clima global", explicó el coordinador de políticas públicas de Greenpeace, Márcio Astrini.





INCENDIOS EN SUDAMÉRICA: SE ACTIVA EL MECANISMO DE PROTECCIÓN CIVIL DE LA UE PARA AYUDAR A BOLIVIA

América Economía de EEUU (www.americaeconomica.com)
                                                                    
A raíz de una solicitud de ayuda de Bolivia el 29 de agosto de 2019, se ha activado el Mecanismo de Protección Civil de la UE para ayudar a detener la propagación de los incendios forestales en la región de Chiquitania. Como primera respuesta inmediata, la Comisión está movilizando un equipo de expertos de los Estados miembros de la UE que se desplegará en las zonas afectadas.
"La UE se solidariza con Bolivia y con todos los países de la región afectados por estos incendios devastadores. Los incendios en la región amazónica muestran que el cambio climático ha aumentado la amenaza de desastres naturales en todo el mundo.
Tenemos el deber común de trabajar juntos para proteger nuestro medio ambiente", ha declarado Christos Stylianides, comisario de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis. El Centro de Coordinación de la Respuesta de Emergencia de la Unión Europea, que funciona las 24 horas del día, los 7 días de la semana, está en estrecho contacto con las autoridades bolivianas para supervisar la situación y canalizar la ayuda de la UE.
Además, el servicio de emergencia por satélite Copernicus de la UE proporciona actualmente mapas de las zonas afectadas por los incendios forestales.






EL PRESIDENTE AMBIENTALISTA DE BOLIVIA, EVO MORALES, BAJO FUEGO

Los incendios forestales ponen en duda las credenciales del líder socialista como protector de la "Madre Tierra"

Financial Times de Londres (www.ft.com/content)
                                                                         
Puede que el fuego se haya extinguido, pero el humo todavía se eleva en el aire en este parche de bosque carbonizado en la frontera entre Brasil y Bolivia. "La situación es terrible, crítica", dijo un guardaparque y bombero que trabaja para la agencia de parques nacionales de Brasil en el estado amazónico de Acre que limita con los dos países.
En los últimos días, a medida que creció la indignación mundial por el número récord de incendios en el Amazonas, el bosque tropical más grande del mundo, la atención se centró en las políticas ambientales del presidente de extrema derecha de Brasil, Jair Bolsonaro.
Pero los incendios también están causando estragos en la vecina Bolivia. El país se vio obligado a declarar un estado de emergencia por las llamas, una caída en desgracia para Evo Morales, el presidente socialista una vez aclamado como el protector de la "Pachamama" o la Madre Tierra, debido a su autoproclamado amor por el medio ambiente. Morales suspendió su campaña de reelección para lidiar con los incendios.
Alrededor de 1,2 millones de hectáreas de bosque quemado en Bolivia, dijo el gobierno esta semana, con partes del bosque de Chiquitano y la Amazonía, tan extensa es la selva tropical que se puede encontrar en nueve países diferentes, en llamas.
Los críticos del presidente socialista dicen que el incendio, principalmente iniciado por pequeños agricultores que limpian tierras con el uso de "incendios controlados" legalmente permitidos, son una consecuencia del propio impulso de Morales para abrir nuevas áreas a la agricultura y el ganado y desarrollar aún más uno de los países más pobres de América Latina antes de su controvertida oferta para un cuarto mandato en el cargo a finales de este año. "Quiere complacer a los agricultores, pero el presidente parece estar demasiado ciego por su reelección como para creer que los incendios aquí podrían controlarse", dijo la ganadera boliviana María del Pilar Zúñiga en la frontera.
Los ambientalistas expresan críticas similares, aunque más duras, a su homólogo brasileño, cuya retórica ha alentado a aquellos ansiosos por iniciar incendios. Bolsonaro ha criticado a las agencias de cumplimiento ambiental y ha dejado en claro que quiere traer más agricultura y minería al Amazonas. El líder brasileño dijo esta semana que los presidentes de los países sudamericanos con selva amazónica, salvo Venezuela, se reunirán el próximo mes para discutir políticas para "preservar el medio ambiente" y fomentar la "exploración sostenible" de los recursos del área. El jueves, Bolsonaro prohibió encender fuegos para despejar tierras durante 60 días.
Demasiado tarde, respondió el guardaparque ya que "no ha habido mucha aplicación de la ley ambiental" desde que Bolsonaro asumió el cargo en enero. "Este es el resultado de Bolsonaro", dijo. Los ganaderos y otros interesados ​​en limpiar la tierra son responsables de la devastación, dijo Joel Bogo, un fiscal federal que investiga crímenes ambientales en Río Branco, la capital del estado de Acre. Si continúa la limpieza de tierras en Brasil, sugirió un informe de Goldman Sachs, hasta el 31 por ciento de la Amazonía "puede convertirse a la agricultura" en 2050, por encima del nivel actual del 17 por ciento.
Los incendios han provocado una protesta mundial y una amarga disputa entre Bolsonaro y su homólogo francés Emmanuel Macron, cuyo país comparte una frontera amazónica con Brasil en la Guayana Francesa. "El bosque amazónico es un tema para todo el planeta", dijo Macron, y agregó que "no podemos permitir que destruyas todo". Bolsonaro acusó a Macron de tener una mentalidad colonial diciendo que Brasil no aceptará sus "ataques irrazonables y gratuitos". en el Amazonas ".
El manejo de los incendios del Amazonas por parte de Bolsonaro ha contribuido a sus índices de aprobación de tanques, y los funcionarios del gobierno boliviano temen que la crisis forestal pueda obstaculizar la candidatura presidencial de Morales en octubre.
Carlos Mesa, su principal oponente en las elecciones presidenciales, lo culpó del "desastre nacional" y criticó la lenta reacción. "Llegan las inundaciones, Evo Morales es el culpable, hay una sequía, Evo Morales es el culpable, hay incendios, Evo Morales es el culpable", respondió el presidente.
COICA, una organización indígena pan-amazónica, dijo que ninguno de los líderes era bienvenido en la selva tropical ya que eran responsables de su "desaparición".
"El Amazonas se está quemando y Bolsonaro y Morales tienen enfoques notablemente similares: promover la deforestación, culpar a las organizaciones ambientales y jugar a la política con una emergencia planetaria", dijo Jim Shultz, un activista ambiental que dirige el Centro para la Democracia con sede en Bolivia. "De izquierda a derecha, todavía se trata de convertir la naturaleza en dinero".
En la ciudad fronteriza boliviana de Cobija, la neblina del fuego todavía es visible. Graffiti deja en claro las opiniones de algunos ambientalistas: "Morales y Bolsonaro son ecocidas".





NO HAY REFUGIO PARA EL AMAZONAS EN LA BOLIVIA DE EVO MORALES

Evo Morales ha cultivado cuidadosamente su imagen en el escenario mundial como un defensor indígena de la "Pachamama (Madre Tierra)", pero sus políticas domésticas contradicen otra realidad.

Common Dreams de EEUU (www.commondreams.org)

El domingo por la mañana, 25 de agosto, los residentes urbanos de Santa Cruz de la Sierra se despertaron sorprendidos al ver halcones salvajes y tucanes encaramados en los balcones de sus apartamentos y plantas de jardín. Las aves tropicales resecas habían viajado más de 300 km para refugiarse de los intensos incendios forestales en la Amazonía boliviana, una región conocida como Chiquitania, el bosque seco tropical más grande del mundo. En las últimas semanas, los incendios forestales se han extendido a lo largo del este de Bolivia hasta el ahora devastado parque Ñembi Guasa, un refugio para los ayoreo "no contactados" en la frontera paraguaya.
Si bien la atención y la ira internacionales se han centrado en la quema de la Amazonía brasileña y la responsabilidad del gobierno ultraderechista de Jair Bolsonaro, al otro lado de la frontera en el este de Bolivia, incendios devastadores igualmente devastadores en las últimas tres semanas han destruido casi 1 millón de hectáreas. En cambio, la respuesta del gobierno ideológicamente de izquierda de Evo Morales se ha visto forzada, en gran parte, debido a la presión interna de los bolivianos que cada vez más ven la respuesta como no muy poco y demasiado tarde, sino que también culpan directamente a las políticas de desarrollo de Morales por la destrucción continua de el Amazonas.
Los incendios amenazan al menos cuatro reservas protegidas, así como el Parque Nacional Noel Kempff, hogar de más de 3500 especies de flora, 1500 especies de fauna, incluidos jaguares, tapires y 35 especies en peligro de extinción que ahora se pueden ver escapando por los caminos de tierra utilizados por bomberos voluntarios locales desafiando tormentas de fuego con equipo limitado. El histórico pueblo misionero jesuita de San José de Chiquitos se ha convertido en un refugio para la vida silvestre rescatada, mientras que el popular pueblo vacacional de Roboré, ahora rodeado de vegetación quemada, es la sede improvisada de las operaciones de respuesta del gobierno, establecidas a fines de la semana pasada.
Ira pública e incertidumbre electoral
A pesar de la llegada de un Boeing 737 "SuperTanker" de California y las recientes visitas de alto perfil del presidente y los ministros del gobierno, los locales están molestos por lo que ven como la lenta respuesta de las autoridades, la negativa a declarar oficialmente un estado de emergencia y la renuencia a pedir ayuda internacional. Los incendios ya han causado un gran número de víctimas, que actualmente afectan a 1.817 familias, según el Ministerio de Defensa, de las comunidades en gran parte rurales e indígenas de Chiquitania, cuyo bienestar y sustento depende de la tierra. Los biólogos estiman que los bosques tropicales tardarán 300 años en regenerarse.
En toda Bolivia, la reacción a las imágenes angustiosas y los informes del desastre en curso se ha convertido en ira pública. Para muchos, la respuesta atrasada del gobierno es un intento cínico de evitar que la ira pública crezca hasta el punto de interrumpir la próxima candidatura de reelección de Evo Morales para un cuarto mandato en octubre. Las encuestas siguen siendo estrechas con su rival más cercano, el ex presidente Carlos Mesa, y el cuarto mandato de Morales violaría los límites explícitos del mandato constitucional.
Morales esperó hasta el domingo por la mañana, solo unas horas antes de que se realizaran protestas nacionales en ciudades de todo el país, para anunciar que Bolivia aceptaría ayuda internacional, revocando su posición anterior y suspendió la campaña electoral a la luz de los incendios forestales. El ministro presidencial Ramón Quintana hizo explícita la paranoia electoral, acusando a la oposición política de iniciar "incendios deliberados" para crear un "banquete de mentiras, difamación, calumnia". En una manifestación pública el lunes, Morales ridiculizó las protestas de los ambientalistas como "molestias electorales de pequeños grupos", que contaminan hipócritamente en el supermercado.
Política gubernamental culpable
Una conferencia en Santa Cruz sobre el bosque de Chuquitana, organizada por la Fundación TIERRA, se inauguró el viernes con palabras tensas cuando un líder comunitario de la Organización Indígena Chiquitana (OICH) denunció la ausencia de representantes del instituto forestal estatal y nacional de tierras, "fueron invitados ¿Dónde están los culpables de los incendios? Los líderes indígenas y las organizaciones de la sociedad civil señalan las políticas gubernamentales para alentar la deforestación y los incendios forestales.
En julio, un mes antes del inicio de los incendios forestales, Evo Morales emitió una orden presidencial (Decreto Supremo 3973) que perdía aún más las restricciones para los incendios de limpieza de tierras en la Amazonía boliviana de 5 a 20 hectáreas, modificación de una ley de 2015 que permitía la limpieza de tierras. Pablo Solón, ex embajador boliviano en la ONU y director de la Fundación Solón, señala que las tasas de deforestación se han disparado en los últimos años, más del triple este año de 295 mil hectáreas en 2016, mientras que 420 mil hectáreas se perdieron el año pasado. Según las regulaciones actuales, la multa por la tala ilegal de tierras es de tan solo $ 6.60 por hectárea, mientras que el costo estimado para sembrar la reforestación de una hectárea es de $ 1,000.
Los incendios forestales en Chiquitania siguen a años de política ambiental perjudicial del gobierno de Morales, diseñada para abrir la Amazonía boliviana a proyectos de megadesarrollo e intereses comerciales. En 2011, el estado desplegó a la policía para reprimir violentamente la marcha nacional de organizaciones indígenas opuestas a la construcción de una carretera internacional a través del Territorio Indígena y el Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS). Los planes para construir represas hidroeléctricas en toda la cuenca amazónica, incluido el mundialmente famoso Parque Nacional Madidi, avanzan a pesar de las protestas indígenas y locales. En la última década, el partido gobernante de Morales ha fomentado una alianza con el sector de agronegocios de soja y ganado de élite de las tierras bajas tropicales de Bolivia, centrado en Santa Cruz, la ciudad de más rápido crecimiento de América del Sur.
Intereses comerciales detrás de los incendios forestales
Evo Morales ha cultivado cuidadosamente su imagen en el escenario mundial como un defensor indígena de la "Pachamama (Madre Tierra)", pero sus políticas internas creen otra realidad. En una entrevista reciente, Marina Silva, ex ministra de Medio Ambiente de Brasil durante el primer mandato presidencial de Lula da Silva, declaró "en este momento tenemos dos polos de deforestación: Brasil y Bolivia, a instancias del proyecto de soja bajo Morales o la política de Bolsonaro. La deforestación en el resto de los países amazónicos, como Colombia o Perú, es grave pero sigue eclipsada. La falta de compromiso es tanto una pregunta para la izquierda como para la derecha ". De la misma manera que Bolsonaro, el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, acusa a los detractores del desarrollo amazónico de involucrarse en el" imperialismo ecológico "paternalista.
El día de las protestas nacionales del domingo, Morales demostró dónde residen sus intereses al asistir a la reunión anual de la federación regional de ganaderos de Beni en la ciudad amazónica de Trinidad. En la reunión, el presidente de la federación, Abdon Nacif, denunció los llamamientos para derogar el controvertido Decreto 3973, declarando que prohibir la tala de bosques dañaría el desarrollo regional. A principios de este año, Morales anunció junto con líderes empresariales privados en Santa Cruz la expansión de la frontera agrícola en la Amazonía boliviana por 250 mil hectáreas adicionales, en gran parte destinadas al cultivo de soja transgénica. A partir de este mes, Bolivia exportará hasta 200 mil toneladas de carne al creciente mercado de consumo de China. Solo la semana pasada, Morales se jactó de que los empresarios le dicen que ahora ganan más con su partido de izquierda que durante los gobiernos neoliberales anteriores.
Evo Morales ha defendido los permisos de limpieza de tierras al justificar la importancia de usar incendios (chaqueos) para la subsistencia rural, "familias pequeñas que no usan chaqueo, ¿de qué van a vivir?". Sin embargo, los miembros de las comunidades indígenas ven esta condonación como una afrenta a sus medios de vida y métodos de cultivo. “Para nosotros, esto es algo desastroso. Hemos plantado caoba, castaños, muchos árboles y estamos repoblando el bosque. Ahora, como consecuencia, todo lo que hemos trabajado para crear será eliminado y quemado. Prácticamente, este decreto está barriendo todo lo que hemos creado ”, dijo Lidia Anti de la Organización Comunal de Mujeres Amazónicas del Beni.
Los incendios forestales que asolan la Chiquitania están estrechamente vinculados a un reciente aumento en el acaparamiento de tierras y la titulación irregular en la región, tolerado y ayudado por las agencias gubernamentales. Según el director de la Fundación TIERRA, Gonzalo Colque, las zonas de incendio en Chiquitania se corresponden directamente con las áreas de expansión de la frontera agrícola y la colonización. El gobierno ha acelerado las donaciones de tierras en la región, agitando los requisitos del proceso regulatorio. Entre 2011 y 2018, se han titulado 7 millones de hectáreas en la región. Según las cifras oficiales, la mayoría (57 por ciento) de los nuevos títulos de propiedad en Chiquitania se destinaron a propietarios medianos y grandes, mientras que solo el 28 por ciento benefició a los pequeños propietarios.
“Los que han recibido tierras no son trabajadores agrícolas. No viven allí, y muchos han deforestado sin prácticas de gestión. Esto es peligroso. Los beneficiarios son miembros [del partido gobernante] que no viven de la agricultura, sino que engordaron para luego vender la tierra a la agricultura industrial ”, sostiene Colque.
En los últimos dos años, las comunidades y las organizaciones cívicas en Chiquitania se han involucrado en bloqueos de carreteras para protestar por la falta de transparencia en las donaciones de tierras por parte del instituto nacional de tierras. La titulación irregular de tierras públicas incluye donaciones dentro de los límites de cinco reservas forestales protegidas. La complicidad del gobierno con el acaparamiento de tierras en Bolivia recientemente incluso incluyó la titulación de 60 hectáreas dentro del sitio protegido por la UNESCO de ruinas preincaicas en Samaipata.
Justicia para los pueblos indígenas y el medio ambiente
Desde el estallido de los incendios forestales en Chiquitania, ochenta organizaciones de la sociedad civil, incluida la Iglesia Católica, han pedido la derogación de la legislación y los decretos presidenciales que permiten los incendios y la limpieza de tierras. Evo Morales ha respondido con una "pausa ecológica" temporal para la nueva titulación de tierras. Mientras que Carlos Mesa, el principal opositor de Morales en las próximas elecciones presidenciales, denunció la "anarquía" de las donaciones de tierras y la deforestación bajo Morales, los pueblos indígenas amazónicos pueden esperar poco de un posible cambio político. Mesa también respaldó recientemente el "modelo de Santa Cruz" y su agricultura industrial orientada a la exportación, como el camino de desarrollo para Bolivia.
Sin contentarse con esperar el cambio del sistema político, las organizaciones indígenas han pedido una acción directa para detener la destrucción de la Amazonía. En una declaración fuertemente redactada, el Coordinador de Organizaciones Indígenas de la Cuenca del Río Amazonas (COICA) declaró a Evo Morales y Jair Bolsonaro "personas non gratas": "Nosotros, los pueblos indígenas, responsabilizamos a los gobiernos de Jair Bolsonaro y Evo Morales por el desaparición y genocidio físico, ambiental y cultural actualmente presente en la Amazonía ". Además, la declaración condena las políticas de ambos gobiernos, que" solo apunta a beneficiar los intereses de poderosos grupos económicos que buscan convertir la Amazonía en parcelas para la agricultura megaproyectos, minas, represas y proyectos de energía".
El activista indígena boliviano Alex Villca ha pedido que se mantenga una responsabilidad contra Morales por crímenes de etnocidio y biocida, una llamada que ha sido reiterada por el congresista indígena Rafael Quispe y el ex defensor del pueblo del estado Rolando Villena. Fuera de la opinión pública, queda por ver si alguien será responsable de la destrucción que tiene lugar en la Chiquitania. La manifestación del domingo por la ayuda internacional en Santa Cruz se transformó en una impresionante y gran protesta cuando miles inundaron la plaza central de la ciudad hasta la noche. Las demandas de derogación del Decreto 3973 fueron omnipresentes y los cantos de justicia reverberaron en la multitud. "¡Evo, asesino! ¡Evo, asesino!"





LOS INCENDIOS EN BOLIVIA "ABRASAN" A EVO MORALES

El presidente del país andino sufre una caída de popularidad por el fuego que ha calcinado más de un millón de hectáreas y recibe duras críticas por hacerse una foto vestido de bombero

ABC de España (www.abc.es)

Los graves incendios forestales en Bolivia están golpeando la imagen del presidente Evo Morales y dando un giro en su favoritismo a apenas dos meses de las elecciones, en las que compite por su cuarto mandato.
El fuego, que ha calcinado más de un millón de hectáreas en la región de la Chiquitania, un área ambiental de entre el Chaco y la Amazonia, han inflamado también el debate entre los tres principales candidatos al convertirse en el principal tema de campaña, que hasta la semana pasada, era favorable a Morales, según las encuestas.
Tratando de salvar su imagen, Morales apareció el martes vestido con un mono de bombero, del color azul de su partido, y con un extinguidor en manos, para apagar directamente los brotes de fuego en el área del desastre.
La iniciativa del presidente cayó mal en una tregua inédita de campaña pactada el domingo entre los tres principales candidatos para dar una pausa en el proselitismo y enfocarse en el combate en de los incendios.
Las fotos del presidente difundidas por el ministerio de comunicación fue criticada por políticos y ambientalistas e inflamó el debate por el uso de recursos públicos en las elecciones.
«Esto es una ofensa a los bolivianos, pagada con el dinero de los bolivianos. El ministerio de Comunicación es una vergüenza», publicó en sus redes el activista de la plataforma ciudadana Ríos de Pie, Federico Morón, contra Morales.
Carlos Mesa culpa al presidente del desastre
El principal opositor a Evo, el expresidente Carlos Mesa, culpó a Morales de ser responsable de lo que llamó de «peor desastre del año». Mesa también ha sido criticado por aparecer la semana pasada en fotos al lado de las cenizas del desastre ambiental.
El tercero en las encuestas, Óscar Ortiz, también anunció el domingo la suspensión de la campaña y colocó sus fondos a disposición del combate al fuego, y pidió que el Gobierno también interrumpa sus gastos en publicidad.
La crisis ha generado críticas y movilizaciones desde el sábado, en las calles de Santa Cruz de la Sierra y de al menos otra cuatro ciudades. Morales atacó a los ambientalistas que van a las marchas para después ir a «los supermercados a consumir chatarra».
El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, por su parte, acusó a la oposición de provocar uno de los incendios del fin de semana para presionar una declaratoria de desastre nacional.
El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, informó que el Gobierno contrató el avión bombero Supertanker, un Boeing 747-400 a un costo aproximado de un millón de dólares. «No hemos abandonado a la región», declaró.





LA NATURALEZA SE QUEMA Y LA POLÍTICA SE AGOTA

Los incendios en la Amazonia están afectando a Brasil, Bolivia, Perú y Paraguay, países con gobiernos de ideologías opuestas, pero con iguales modelos de desarrollo extractivista y agropecuario.

Brecha de Uruguay (www.brecha.com.uy)

En los primeros días el fuego te acorrala; en los días siguientes las cenizas te entristecen. Así pueden describirse mis sensaciones en una de mis visitas años atrás a las zonas amazónicas de Brasil, Perú y Bolivia. Estas coincidieron con incendios como los que hoy causan alarma mundial.
Cuando las llamas están activas, el humo inunda todo, es peligroso transitar los caminos por la poca visibilidad, hay momentos en los que cuesta respirar, la garganta se inflama y los ojos lagrimean. Cuando las llamas se apagan, el ocre y el gris dominan las escenas. Aquí y allá siguen erguidos los restos de algunos árboles, mientras que en el suelo, entre las cenizas, aparecen de tanto en tanto los cadáveres calcinados de animales que no pudieron escapar.
Esta destrucción de la fauna y la flora es lo que está repitiéndose en estos días en América del Sur. Si bien la prensa convencional insiste con los titulares sobre la Amazonia y sobre Brasil, la realidad es más compleja, y también más hiriente.
En efecto, este tipo de incendios está ocurriendo en estos momentos en por lo menos cuatro países sudamericanos; además de Brasil, afectan a Bolivia, Perú y Paraguay. A su vez, se están quemando selvas tropicales húmedas, la Amazonia, pero lo mismo está sucediendo con los bosques secos y sabanas arboladas, como la Chiquitanía en Bolivia o el Cerrado brasileño.
En los datos más recientes, el número de incendios en Brasil superó los 82 mil focos (al 26 de agosto), la cifra más alta desde 2010, y casi el doble de lo registrado en estas mismas fechas en el año anterior. En Bolivia son más de 19 mil focos (el doble que en 2018), en Paraguay más de 10 mil (manteniéndose en valores semejantes al año anterior), y en Perú más de 6 mil (un poco más del doble).
Todas las grandes regiones ecológicas del trópico y subtrópico sudamericano están afectadas por los incendios. Por ejemplo, en Brasil, aproximadamente la mitad de los focos se ubican en la Amazonia, pero casi un tercio ocurren en el Cerrado, y un 10 por ciento en los bosques atlánticos. Bolivia en estos momentos vive el drama de ver cómo enormes áreas de bosques secos e incluso su Pantanal están siendo devorados por las llamas (las pérdidas al día de hoy se estiman en 1,5 millones de hectáreas). Por lo tanto, pensar que solamente está ardiendo la Amazonia brasileña es una simplificación. Las pérdidas ecológicas en todos esos ambientes son enormes. Por ejemplo, el bosque seco de la Chiquitanía es único en su tipo en todo el continente, y se estima que más de 750 mil hectáreas ya se quemaron.
EL CHAQUEO DE AYER Y LA DEFORESTACIÓN DE HOY. La quema de bosques o campos, el llamado “chaqueo” en algunos sitios, ha sido una práctica tradicional realizada especialmente por pequeños campesinos e indígenas. Afectaba a pequeñas superficies en tanto estaba directamente vinculada al autoconsumo de alimentos o por limitaciones tecnológicas. Todo eso ha cambiado en las últimas décadas a medida que han llegado a las áreas tropicales y subtropicales todo tipo de colonos y empresas. Los incendios de hoy nada tienen que ver con aquellos del pasado.
En la actualidad se deforestan y queman amplias zonas, casi siempre con el propósito de liberar espacio para la ganadería extensiva, aunque en otros sitios es para la agricultura. Para hacerlo a esa mayor escala se necesitan importantes recursos materiales, como motosierras y maquinaria pesada, y mucho capital para financiar una ingeniería de trámites legales o ilegales, formales o amparados en la corrupción. Detrás de esto no están ni los indígenas ni los pequeños agricultores.
Esa presión ganadera puede ser brutal. Por ejemplo, en la zona de San Félix de Xingú (estado de Pará), se concentra un rodeo vacuno de más de 2 millones de cabezas. Factores como esos empujan a la agropecuaria convencional a las áreas naturales tropicales y subtropicales.
A su vez, la diseminación de los monocultivos, especialmente de la soja, en otras zonas de Brasil, pero también en Bolivia y Paraguay, hace que los ganaderos se desplacen hacia nuevas áreas a deforestar. Todo esto genera un enorme arco de deforestación amazónica que atraviesa América del Sur, desde la costa atlántica brasileña hasta las faldas de los Andes en Bolivia y Perú. Es una franja de casi 3 mil quilómetros de largo; una distancia similar a la que separa Madrid de Varsovia.
BOLSONARIZACIÓN PARA MILITARIZAR LA AMAZONIA. Esta problemática se ha agravado notablemente bajo el gobierno de Jair Bolsonaro. Por un lado, recortó controles ambientales en cuestiones críticas como la deforestación, redujo el presupuesto del Ministerio del Ambiente, cesó a personal clave en las agencias del ambiente y de conservación de la biodiversidad, maniobró para que se cancelaran multas a los infractores ambientales, y mucho más.
Por otro lado, Bolsonaro y su equipo han hostigado repetidamente a los ambientalistas, indígenas y pequeños campesinos, presentándolos como trabas al progreso, potenciales criminales e incluso como responsables de los incendios. Tan sólo como ejemplo, el 27 de agosto, en la reunión con los gobernadores de los estados amazónicos, en lugar de analizar la crisis ecológica volvió a quejarse de que los indígenas ya tienen demasiadas tierras y anunció que no aprobará nuevas áreas protegidas.
Bolsonaro tampoco duda en repeler las críticas diciendo que son parte de un complot del exterior para quedarse con la Amazonia brasileña. Esa retórica tiene antecedentes desde por lo menos la década de 1970, cuando el gobierno militar se oponía a las primeras negociaciones internacionales ambientales. Bolsonaro revive parte de ese vocabulario, viene colocando a militares en puestos afectados a la gestión ambiental y ha dado señales de resucitar un programa de control militar en las fronteras amazónicas. Bajo esas condiciones, no puede sorprender que recibiera cierto respaldo de otro gobierno muy conservador, el de Ivan Duque en Colombia. Este también ha presentado un nuevo plan de desarrollo en el que la gestión ambiental pasa a ser parte de la estrategia de seguridad del Estado.
LA GEOPOLÍTICA AMAZÓNICA. La condición internacional de la Amazonia volvió al primer plano con la reacción internacional ante los incendios. Una circunstancia que aprovechó Emmanuel Macron, en la que hay poco de ambientalismo y mucho de oportunismo comercial y político. Pero el problema es que, por lo menos desde la década de 1980, los gobiernos brasileños por un lado insisten en el control soberano sobre su Amazonia, pero al mismo tiempo repiten que no tienen dinero para protegerla y reclaman ayudas a los países industrializados. Desde allí se construyeron diversos mecanismos, financiados especialmente por Europa.
Por ejemplo, en 1992 se inició el Programa Piloto de Protección de los Bosques Tropicales del G7 (Ppg7), que funcionó hasta 2009, con un presupuesto de más de 460 millones de dólares. Cuando se hacía lobby por esos dineros, desde Brasil se insistía en que la Amazonia era un ecosistema único en el planeta y que los países ricos debían colaborar a protegerlo. También se alentó una visión deformada, como si sólo existiera Amazonia en Brasil, dejando en segundo plano a los otros países que comparten la cuenca. De ese modo, las propias autoridades brasileñas durante al menos 30 años han contribuido a ese entrevero que ha oscilado entre una Amazonia “solo mía” a otra que sería “de toda la humanidad”.
La actual crisis ha expuesto en toda su crudeza las tensiones entre la soberanía nacional y las responsabilidades ecológicas, no sólo hacia adentro de un país, sino con sus vecinos y con la salud ecológica planetaria.
LAS CENIZAS IDEOLÓGICAS. El problema se vuelve más complejo cuando se entiende que las quemas y la crisis ambiental se repiten en las naciones vecinas. No sorprende que ocurra con gobiernos conservadores como los de Colombia, Perú y Paraguay. Más difícil se vuelve asumir que en Bolivia, desde posturas ideológicas que se presentan como opuestas, también se han debilitado los controles ambientales, se perdonaron las faltas a los deforestadores y se alienta el avance del agronegocio.
El gobierno de Evo Morales cita a la Pachamama, pero sus acciones concretas han sido las de promover la explotación minera, petrolera y agropecuaria, y por ello enfrenta un desastre ecológico similar. Así como Bolsonaro ataca a los ambientalistas, la administración de Morales se burla de ellos, los hostiga y ha amenazado con expulsarlos del país.
En los progresismos, la retórica se nutre de otros argumentos. Por ejemplo, el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, cita a Marx y a Lenin, pero también sostiene que la protección de la naturaleza es un invento del norte y por eso no deberían ser guardabosques de nadie. Tuvieron éxito en esa promesa: no cuidaron los bosques y ahora se están incendiando. Y aunque los aderezos de sus discursos son opuestos a los de Bolsonaro, las similitudes en sus esencias dejan un gusto muy amargo.
Por todo esto, cuando se leen los titulares de la prensa en Madrid, Londres o París, siempre queda esa sensación de que realmente no están entendiendo lo que ocurre aquí en el sur. Es más sencillo atacar a Bolsonaro, en tanto es machista, racista, violento y autoritario, pero es más dificultoso asumir las serias contradicciones en otras tiendas políticas. Nos cuesta entender que estamos ante una crisis ecológica de escala continental y que ella también expresa el agotamiento de las ideologías políticas herederas de la Europa ilustrada. Las viejas políticas, todas ellas, han caducado. La cuestión es comprenderlo para construir alternativas antes de que se queme el último árbol.





UN IMPORTANTE FABRICANTE DE ROPA Y CALZADO VETA EL CUERO BRASILEÑO TRAS LOS INCENDIOS EN LA AMAZONIA

VF Corporation, dueña de marcas como Timberland o Vans, no utilizará pieles procedentes del gigante sudamericano hasta asegurarse de que su origen no contribuye a la destrucción del pulmón del mundo

El País de España (www.elpais.com)
                                                                                      
El aumento de los incendios en la Amazonia ha generado una nueva reacción que podría afectar la vacilante economía brasileña. VF Corporation, la empresa dueña de marcas como Kipling, Timberland y Vans —populares entre la clase media del país—, ha confirmado a los medios brasileños que no utilizará cuero de Brasil hasta que esté completamente segura del origen de los productos. El bloqueo de la compra de pieles es el primer golpe real contra la economía del gigante sudamericano, provocado por el discurso antiambientalista del presidente brasileño de ultraderecha, Jair Bolsonaro, que hasta el pasado viernes intentaba desvincularse de la crisis ambiental. El mandatario, sin embargo, ha prohibido este jueves las quemas durante dos meses, menos en las quemas que son autorizadas por los organismos de control. Según datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), desde enero hasta el pasado martes se registraron 83.329 focos de incendio en Brasil, más de la mitad de los cuales se han producido en la selva amazónica.
“VF Corporation y sus marcas han decidido no seguir suministrando directamente el cuero y los curtidos de Brasil a nuestros negocios internacionales hasta estar seguros de que los materiales utilizados en nuestros productos no contribuyen a perjudicar el medio ambiente en el país”, ha informado la empresa a través de un comunicado de prensa. El Centro de las Industrias de Curtidos de Brasil afirmó a EL PAÍS el pasado jueves que los importadores habían pedido información adicional a los fabricantes brasileños sobre el origen del cuero. Para el presidente de la institución, José Fernando Bello, la escalada del boicot podría ser desastrosa para una industria que exporta más del 80% de su producción y genera 2.000 millones de dólares al año en ventas al mercado exterior.
Desde que llegó al poder, Bolsonaro ha cercenado la inspección ambiental del país, llamado radicales a los activistas y desdeñado el dinero que Alemania y Noruega han dejado de destinar al Fondo Amazonia, que contribuye a preservar la selva brasileña, incluso con proyectos de prevención de incendios. Los especialistas ven su discurso beligerante como una especie de autorización para realizar acciones contra el medio ambiente. En su primer año en el Gobierno, además de los incendios, la deforestación también ha aumentado, aunque el presidente haya desmentido los datos revelados por el INPE y haya destituido al presidente del instituto tras conocerse la información. Todo ello va construyendo la imagen de villano ambiental que el ultraderechista —y el país— ofrece al mundo.
La semana pasada, muchos famosos y dirigentes de países de la Unión Europea, como el francés Emmanuel Macron, criticaron en las redes sociales la política ambiental de Brasil. La joven sueca Greta Thunberg, que se ha convertido en icono de la lucha contra el cambio climático, también se manifestó. [Los que incendian la Amazonia] muestran “claras señales de que tenemos que parar de destruir la naturaleza, que nuestra guerra contra la naturaleza tiene que terminar”, dijo el miércoles al llegar a Nueva York, tras dos semanas navegando por el Atlántico.
Bolsonaro, que inicialmente llegó a decir que las ONG que actúan en la Amazonia eran las principales sospechosas de haber prendido fuego a la selva, se vio obligado a actuar ante la presión internacional. El viernes pasado, anunció en red nacional que enviaría a la Fuerza Nacional —una especie de cuerpo de élite del país, formado por policías militares de varios estados— a la Amazonia para combatir el fuego y las actividades ilegales que lo provocan.
En la presionada selva brasileña, las llamas son solo una etapa del proceso productivo. Primero se entra en la selva para talar los árboles más valiosos, como el lapacho; después, se destruye el resto de los árboles con el correntão, una cadena de hierro de la que tiran dos tractores y que devasta la vegetación rápidamente; por último, se prende fuego para plantar el pasto que alimentará a los bueyes. Según Greenpeace, la ganadería es el principal vector de deforestación en la Amazonia.
El Gobierno, que asegura que los focos están disminuyendo, ha destacado a más de 3.900 militares y brigadistas, centenares de vehículos y 18 aeronaves, entre las que se encuentran dos aviones Hércules C-130, para controlar las llamas, según datos del Ministerio de Defensa. En el decreto anunciado este jueves, Bolsonaro ha prohibido que se hagan quemas en Brasil durante dos meses. La única excepción son las controladas, permitidas por el Código Forestal Brasileño en prácticas agrícolas y forestales cuando están justificadas y autorizadas por los órganos de control.
Mientras tanto, las reacciones mundiales al discurso de Bolsonaro siguen preocupando a los empresarios brasileños, incluso a los de la agroindustria, que temen perder ventas con un posible boicot de los países europeos. Según el periódico Folha de S. Paulo, algunos productores presionan al ministro del Medio Ambiente, Ricardo Salles, para que refuerce el control y abandone el discurso beligerante contra los órganos ambientales del Gobierno. Quieren mostrar al mundo que el sistema de control ambiental funciona, en una excepcional posición pública contra la deforestación, lo que convertiría al sector más criticado por los ambientalistas desde hace décadas en el protector de la selva.





RECUPERAR LOS SUELOS EROSIONADOS DEL AMAZONAS Y DE ÁFRICA ES MÁS DIFÍCIL QUE EN EUROPA

Los suelos son más antiguos y pobres por lo que se recuperan peor y tienen una mayor pérdida de nutrientes

ABC de España (www.abc.es)
                                                                          
La restauración del suelo erosionado por incendios en las zonas tropicales de Suramérica y el África central o húmeda es más difícil que en otras latitudes como España o Europa, por lo que las estrategias para afrontarla deben ser distintas, según ha señalado a Europa Press el decano del Colegio de Ingenieros de Montes, Eduardo Rojas.
Rojas, que antes de ser elegido decano ocupó la Subdirección General y ejerció como responsable del Departamento Forestal de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la Agricultura y la Alimentación (FAO) cree que este organismo, entre otros muchas instituciones internacionales, deberían apostar por compartir sinergias, experiencias y metodologías entre los distintos países para afrontar la mejor forma de extinguir y prevenir incendios.
Con motivo de los incendios que afectan desde hace semanas tanto al Amazonas como a la zona del África Central, las zonas bajas de América y África, Rojas ha precisado a Europa Press que sus suelos son más antiguos y pobres por lo que advierte de que si se erosionan «no se pueden recuperar bien» porque tienen una mayor pérdida de nutrientes y, en todo caso «lograrlo es mucho más difícil y costoso».
Por ello, considera que las estrategias y planes de recuperación del suelo en ambos territorios deben ser diferentes. Hay que diagnosticar lo que ha habido tras los fuegos, si se ha producido un cambio de uso o no en el Amazonas, mientras que en África, se trata más de una cuestión de tenencia y propiedad de la tierra así como de los derechos históricos de los pueblos.
A su juicio, pese a todo, en América del sur se ha «empoderado mejor» a sus poblaciones locales, no así en África y cree que son precisamente los países más pequeños del continente negro los que más trabajan en el ámbito de la restauración forestal. Entre sus propuestas, Briales insta a establecer una gestión comunal con modelos agroforestales que respeten la propiedad de las familias, en el caso de África, mientras que en América del sur se debería controlar mejor los cultivos forestales.
Entre las medidas para evitar los incendios en el Amazonas, plantea la compensación a los propietarios, ya que, ha puesto el ejemplo de que en una finca fuera del Amazonas en Brasil se puede cultivar el cien por cien de su superficie, sin embargo, en la zona de la selva, en esa misma extensión apenas está permitido cultivar el 20%. Por ello, insiste en que para controlar la deforestación deben recuperarse los mecanismos de compensación a esa falta de capacidad de producción.
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Asimismo, apuesta por que la FAO siga adelante con una de las ideas que le faltó por terminar de desarrollar cuando estuvo al frente de la sección forestal de la organización y que pasa por el intercambio de recursos y experiencias. «Lo que funciona en países donde la actuación inmediata en extinción es más fácil, como en California, Francia o España, no sirve para el Amazonas, pero se pueden aprovechar los recursos, conocimientos y sinergias de todos», ha planteado Rojas que insiste en buscar la complementareidad y las lecciones aprendidas entre los distintos operativos de extinción y prevención.
Sobre la situación de los incendios paralelos en ambos continentes, ha comentado que son más extensos en cuanto a superficie en África que en el Amazonas pero la vegetación es diferente, una es sobre todo zonas semiseca, de sabana, con apenas un 20 por ciento de zonas húmedas, en el caso del continente africano y, la otra, América del Sur, es en gran medida de selva tropical con clima subhúmedo.
Aunque los incendios son más habituales en África, el decano de los ingenieros recuerda que el último informe forestal de la FAO, que se publicó hace cuatro años, se señalaba que África tiene una «tasa de deforestación moderada» que ha calificado de «aceptable», pero con un ritmo de degradación progresiva muy rápido, a consecuencia, principalmente del preferido uso de madera para cocinar por parte de la población por cuestiones culturales.






LA DESCONOCIDA HISTORIA DE LA EMPRESA ARGENTINA QUE PROVEE EQUIPOS PARA COMBATIR EL FUEGO EN LA AMAZONIA

La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
                                                                         
Una parte de los equipos que se usan para combatir el fuego en el Amazonas salen de una empresa argentina, instalada en Alta Gracia , la única del país que fabrica soluciones integrales para incendios forestales. Inforest SRL nació en 2001 de la mano de Miguel Peláez. Durante un tiempo fue unipersonal; hoy ocupa 15 operarios y produce, por ejemplo, 300 mochilas mensuales, más ropa ignífuga y herramientas de todo tipo. Exporta la mitad de lo que hace.
Elisa Cordi, esposa y socia de Peláez, cuenta que él buscaba una tarea que pudiera realizar en paralelo a la de bombero voluntario: "Llevó la mochila que se había fabricado para él a La Pampa, donde fue a combatir incendios y ahí le pidieron que participara en una licitación donde se compraban 100". Lo distintivo del producto es su ergonomía, diferente al contenedor de plástico rígido que se usaba; carga hasta 20 litros y es más fácil de llevar.
Peláez es bombero desde los 14 años; ingresó como cadete al cuerpo de Alta Gracia en 1992 y a los cuatro años hizo sus primeras salidas. Comenzó a fabricar en el garaje de su casa; en una autopartista donde trabajaba le prestaban las máquinas.
En 2003 exportó por primera vez a Brasil y empezó a sumar todo lo necesario para el ataque de incendios y rescates. La mayor parte se fabrica en Inforest, que terceriza algunos productos; los insumos como las telas son importados porque directamente no hay en el país. Además la empresa representa a una marca de moto bombas y mangueras de Canadá que usan para sus equipos de ataque rápido.
A partir de 2012 se hicieron fuertes en ropa ignífuga y elementos de protección personal, que certificaron bajo normas europeas. Los principales compradores son Australia (por su alto índice de incendios forestales); España (mercado para el que desarrollan productos a medida, como una pechera de comunicación con la que acaban de ganar una licitación en Castilla y León); Bolivia ; Brasil ; Chile y Panamá (le producen mamelucos para los aviadores que operan los hidrantes, también certificados).
En Alemania tienen presencia desde fines de 2015 ("sus bomberos eligen nuestros equipos sobre los locales") y también proveen a Hong Kong (la empresa está en la plataforma Alibabá). "Esta fábrica es como el ' Disney ' de los bomberos, se van diseñando los productos en función de lo que pide el cliente; es clave que todo sea cómodo, porque deben andar cargados. Adaptamos todo", apunta Cordi.
Por ejemplo, los brasileños pidieron una reformulación de las mochilas porque las llevan cargadas y requieren acople rápido; los australianos las usan con un carrito de transporte; los chalecos para china deben ser amarillos; las pecheras de comunicación llevan nombre y grupo sanguíneo. En el caso de las forestadoras, la empresa les hace mantenimiento de las mochilas.
Los clientes bolivianos ya estaban comprando más en previsión de la situación y ahora la demanda "se profundizó". Además, una gran parte del equipamiento que llevan los bomberos argentinos que van a colaborar también es de Inforest; lo vendió en 2015 al Ministerio de Defensa cuando se instrumentó un plan de equipamiento para situaciones de emergencia.





"DONDE CAMINA EL VIENTO": UNA MUESTRA DE PINTURA PERUANA Y BOLIVIANA EN EL CUSCO

La exposición reúne a artistas como Corina Aguilar, Braulio Condori, Eduardo Cochachín, Gamboa Inca, entre otros. Se inaugura el 1 de setiembre en el Museo Contemporáneo del Cusco.

El Comercio de Perú (www.elcomercio.pe)
                                                                                            
Las obras de nueve pintores con diferentes registros plásticos, y procedentes de distintas ciudades de Perú y Bolivia, se reunirán en la exposición pictórica "Donde camina el viento", que se inaugurará este lunes.
Los artistas agrupados para esta ocasión con Corina Aguilar, Braulio Condori, Eduardo Cochachín, Vidal Cussi, Juan Carlos Condori, Joel Gallardo, Julito Garay, Gamboa Inca y Cristhian Velásquez.
Aunque la temática de los cuadros es libre, el título de la muestra es, según los organizadores, "una referencia al paisaje andino, lugar por donde el viento camina junto a las personas, entre nubes, quebradas y ríos, bajo la mirada atenta y severa de montañas tutelares".
La exposición se realizará en la sala 1 del Museo Contemporáneo de Cusco, ubicado en el Palacio Municipal de la Plaza Cusipata, en centro histórico.
La inauguración será el lunes 2 de setiembre, a las 7 de la noche.Habrá música, lectura de poemas y un vino de honor. "Donde camina el viento" se exhibirá hasta el 14 de setiembre, de lunes a sábado de 9 a.m. a 6 p.m.





DETUVIERON EN PARAGUAY A UN NARCO QUE IBA A ATRAVESAR EL PUENTE ARTIGAS CON 38 KILOS DE COCAÍNA

El cargamento de cocaína, un total de 38 kilos, había sido adquirido (o levantado) por el uruguayo en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.

El Entre Ríos de Argentina (www.elentrerios.com)

Un uruguayo de 40 años fue detenido en el departamento de Caaguazú (Paraguay), a 180 kilómetros al sureste de Asunción, tras haber sido seguido por la Policía en el marco del denominado operativo “Paysandú”.
El nombre del procedimiento, según precisó el periodista Iván Leguizamón, del diario ABC de Paraguay, se debe a que la investigación establecía que el punto de ingreso de la droga a Uruguay sería a través del puente General Artigas, que une Colón con Paysandú. Su destino final sería Montevideo.
El cargamento de cocaína, un total de 38 kilos, había sido adquirido (o levantado) por el uruguayo en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. La droga estaba acondicionada en forma de “panes” y tras ocultarla en el automóvil Volkswagen Vento, matrícula FRA 9600, el hombre hizo un desvío hacia el municipio de Corumbá, el Mato Grosso brasileño. Desde allí, se constató el ingreso del auto a Paraguay a través de la ciudad Pedro Juan Caballero, de donde bajó por ruta 5 hasta Yby Yaú y luego tomó ruta 3 hasta el cruce conocido como Calle 6.000, en el municipio de Guajayví.
Un uruguayo de 40 años fue detenido en el departamento de Caaguazú (Paraguay), a 180 kilómetros al sureste de Asunción, tras haber sido seguido por la Policía en el marco del denominado operativo “Paysandú”.
El nombre del procedimiento, según precisó el periodista Iván Leguizamón, del diario ABC de Paraguay, se debe a que la investigación establecía que el punto de ingreso de la droga a Uruguay sería a través del puente General Artigas, que une Colón con Paysandú. Su destino final sería Montevideo.
El cargamento de cocaína, un total de 38 kilos, había sido adquirido (o levantado) por el uruguayo en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. La droga estaba acondicionada en forma de “panes” y tras ocultarla en el automóvil Volkswagen Vento, matrícula FRA 9600, el hombre hizo un desvío hacia el municipio de Corumbá, el Mato Grosso brasileño. Desde allí, se constató el ingreso del auto a Paraguay a través de la ciudad Pedro Juan Caballero, de donde bajó por ruta 5 hasta Yby Yaú y luego tomó ruta 3 hasta el cruce conocido como Calle 6.000, en el municipio de Guajayví.
Luego de 1.700 kilómetros de recorrido, el traficante alcanzó la ciudad de Caaguazú, en su trayecto hacia Ciudad del Este. Su plan era descansar, para retomar su viaje hacia Encarnación y cruzar a Posadas (Argentina), para emprender el último tramo mediante la conexión Colón-Paysandú.
Sin embargo, el rodado fue interceptado por policías de Interpol que aprovecharon que fue demorado en un puesto de control en el kilómetro 242 de la ruta 2. El subcomisario Fredy Duarte, jefe de Interpol en Alto Paraná, dijo a ABC que para lograr este certero golpe fue vital la colaboración de las policías de Bolivia y de Uruguay, ya que era la tercera vez que ese mismo rodado ingresaba a Paraguay por la triple frontera. El uruguayo, por su parte, negó que transportara droga y dijo que solo estaba de paseo.





BOLIVIA APUESTA A EMPRESAS CHINA Y ALEMANA PARA INDUSTRIALIZAR EL LITIO

Xinhua de China (www.spanish.xinhuanet.com)
                                                       
Bolivia, que posee las mayores reservas de litio del mundo, apuesta a la sociedad estratégica con consorcios de China y Alemania para industrializar los recursos evaporíticos de los salares de Uyuni, Coipasa y Pastos Grandes, consideró el viceministro de Altas Tecnologías Energéticas del Ministerio de Energías, Luis Alberto Echazú.
En una reciente entrevista con Xinhua, el funcionario se refirió a la política estatal que implementa el Gobierno en torno a la explotación e industrialización de los recursos evaporíticos, socios estratégicos, reservas de litio, acciones a desarrollar, dificultades y proyecciones.
Precisó que en el marco de la Constitución Política del Estado y la Ley 928 se ha propuesto industrializar los recursos evaporíticos de manera integral, considerando no solo el litio de la salmuera, sino también sodio, potasio, magnesio, boro, bromo y sus sales transformándolos en productos industriales.
Para este cometido, continuó, surgió la necesidad de contar con socios estratégicos que aporten principalmente tecnología de punta y constante avance científico, además de garantizar mercado y tener la solvencia para proveer de financiamiento a este ambicioso proyecto.
Fueron más de una decena de países interesados en asociarse con Bolivia para este emprendimiento, pero el país andino terminó optando por las propuestas más ventajosas y completas expresadas por consorcios chinos y alemanes.
En octubre de 2018, Bolivia suscribió con la empresa alemana ACI Systems un acuerdo para la industrialización del salar de Uyuni en Potosí (sudoeste), que contempla una planta de hidróxido de litio de 40.000 toneladas al año, una planta de materiales catódicos y baterías de litio de 10 GWh por año.
El segundo acuerdo, firmado el 20 de agosto con el consorcio chino Xinjiang TBEA Group-Baocheng, se dedicará a la industrialización de los salares de Pastos Grandes, en el departamento de Potosí (sudoeste) y Coipasa, en Oruro (oeste).
Las plantas en Coipasa son de sulfato de potasio y pueden producir 450. 000 toneladas al año, hidróxido de litio de 60.000 toneladas al año, ácido bórico de 60.000 toneladas al año, bromo puro de 10.000 toneladas al año y bromuro de sodio de 10.000 toneladas al año.
Las plantas en Pastos Grandes cuentan con una producción anual de cloruro de litio de 82.000 toneladas, carbonato de litio de 20.000 toneladas y litio metálico de 5.600 toneladas.
"Todos estos datos de capacidades de producción están sujetos a cambios según se establezca en los estudios de factibilidad que se irán realizando", puntualizó Echazú.
Estos salares, considerados como el mayor desierto de sal del mundo, con más de 10.000 km2 de extensión, ubicado al sudoeste de Bolivia a 3.650 metros sobre el nivel del mar, tendrá una inversión mayor a 4.000 millones de dólares.
Según Echazú, desde finales de 2016 se tuvieron acercamientos con más de 15 empresas de Alemania, Australia, Canadá, Chile, China, Reino Unido, Rusia, Suecia y Suiza, interesadas en una asociación estratégica con la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) para la industrialización de los recursos evaporíticos bolivianos.
El principal requisito exigido a las empresas fue que el Estado boliviano sea el socio mayoritario en el proyecto con 51 por ciento. Por su parte, las empresas elegidas demostraron alta capacidad tecnológica en el rubro, garantizando el mercado para toda la producción de sales y baterías fabricadas en el país.
Asimismo, el funcionario confirmó que la empresa estadounidense SRK realizó el estudio de "modelaje numérico hidrogeológico" del salar de Uyuni, para lo cual se realizaron perforaciones de pozos de 50 metros de profundidad en una extensión que alcanza al 64 por ciento de la planicie del salar, certificando una reserva geológica de 21 millones de toneladas métricas de litio en el Salar de Uyuni.
Este estudio no contempla los salares de Coipasa y de Pastos Grandes, pero se tiene previsto hacer la certificación de reservas más adelante.
"Efectivamente, con 21 millones de toneladas métricas de litio (sólo en el salar de Uyuni), Bolivia se sitúa como el país con las más altas reservas en el mundo por lo que la producción industrial de litio vislumbra un futuro prometedor para Bolivia, con mercados internacionales de amplia demanda", aseveró.
El viceministro dijo que en los últimos años y enmarcado en el contexto internacional, se ha visto un considerable incremento de la demanda de productos derivados del litio, específicamente carbonato de litio e hidróxido de litio, ya que son materias primas de la fabricación de materiales catódicos para las baterías de litio de dispositivos móviles, automóviles eléctricos y sistemas de almacenamiento.