viernes, 19 de mayo de 2017

LA CIUDAD BOLIVIANA DE SANTA CRUZ DE LA SIERRA ES UNO DE LOS NÚCLEOS URBANOS CON MAYOR CRECIMIENTO DE AMÉRICA DEL SUR



En la actualidad el continente suramericano se encuentra en pleno auge, sobre todo desde que en los diferentes países que lo forman se ha empezado a apostar por el desarrollo de las TIC. Unas de las ciudades que más destaca por presentar unas excelentes condiciones de vida es Santa Cruz de la Sierra, una ciudad de Bolivia que se encuentra en pleno crecimiento.
Y es que en los últimos años, el estado plurinacional de Bolivia ha crecido tanto económica como demográficamente. Su superficie es la sexta más extensa de Iberoamérica y comprende distintos espacios geográficos como la cordillera de los Andes o la Amazonía. De esta forma, Bolivia en la actualidad es uno de los países latinoamericanos que más destaca para los turistas, por la gran biodiversidad que posee y por el crecimiento económico que viene notando desde años atrás.
El lugar ideal para vivir
En los últimos años cada vez más personas han apostado por ‘cruzar el charco’ y desplazarse hasta el continente americano, para encontrar trabajo y emprender una nueva vida lejos del continente europeo. Sin duda, una de las ciudades que más destaca por su desarrollo es Santa Cruz de la Sierra, la capital del Departamento de Santa Cruz (Bolivia), que al mismo tiempo es la ciudad más poblada del país desde que El Alto se segregó de La Paz para ser una ciudad independiente de ésta.
Santa Cruz de la Sierra es una ciudad que se encuentra situada al este del país, y cuenta con una población de 1.453.549 habitantes, que unidos a los de su área metropolitana ascienden a un total de 1.749.000 habitantes. Una ciudad con muchos incentivos, ya sea para visitar o para quedarse a vivir, si tenemos en cuenta las buenas condiciones económicas, climatológicas y de seguridad que posee.
En la actualidad resulta muy común entre las personas buscar alquileres en Santa Cruz, puesto que en la ciudad se pueden encontrar casas en alquiler que son auténticas oportunidades en forma de propiedades. Además Santa Cruz, es una ciudad que desprende cultura por los cuatro costados, ya que en ella se pueden ver una gran cantidad de paisajes y monumentos como la Catedral Metropolitana, la avenida Monseñor Rivero, la plaza Metropolitana 24 de septiembre o el Zoológico de Fauna Sudamericana Noel Kempff Mercado.
Pero como ya se ha señalado antes, si por algo destaca Bolivia es por su biodiversidad, por lo que en esta zona de Santa Cruz se puede disfrutar de espectaculares parques y jardines como el jardín botánico de Santa Cruz de la Sierra, el parque El Arenal o el parque Urbano. Además todos los años se celebra el famoso Carnaval de Santa Cruz de la Sierra, que alberga una gran cantidad de actividades en la ciudad y atrae a personas de todas las partes del mundo.
Encontrar piso en Santa Cruz de la Sierra
Actualmente Santa Cruz de la Sierra es una de las ciudades con mayor crecimiento de América del Sur, y presenta grandes atractivos para vivir o invertir. Esta zona de Bolivia presenta grandes atractivos en cuanto a condiciones de vida se refiere, por lo que cada vez más personas apuestan por trasladarse hasta el Departamento de Santa Cruz de la Sierra y buscan una vivienda que les permita desarrollar su vida de forma placentera y tranquila.
En esta zona de Bolivia resulta muy fácil encontrar oportunidades de alquiler de todo tipo, como por ejemplo los inmuebles situados al norte en el barrio de Equipetrol. Para ello es recomendable utilizar un portal referente en propiedades, que ofrezca diferentes tipos de opciones a la hora de alquilar inmuebles.
Existen algunos en la red, pero sin duda el que más destaca tanto por los inmuebles que contiene como por las personas que lo utilizan (desde gente joven con pocos recursos que pretende ganarse la vida, hasta extranjeros con dinero que quieren hacer inversiones económicas) es http://www.infocasas.com.bo.
Trasladarse hasta lugares prósperos de América Latina, como el Departamento de Santa Cruz de la Sierra en Bolivia se ha convertido en una práctica cada vez más habitual entre las personas que no encuentran trabajo en su país, y necesitan explorar nuevas aventuras fuera de su hogar. Crónica de España (www.lacronicadelpajarito.es)







Revista Cascara Amarga de España (www.cascaraamarga.es)
                                                                                                                  
Para muchos Santa Cruz de la Sierra está considerada la mejor ciudad de Bolivia, e incluso una de las mejores de América Latina para emigrar. Muchos factores influyen en esta valoración que se hace de esta atractiva locación que ya no solo es escogida para turismo, sino también como lugar para establecer una nueva vida.
No se trata de una situación fácil y antes de tomar la decisión se deben tener en cuenta varios aspectos. Por ejemplo, Santa Cruz de la Sierra es una de las zonas más seleccionadas por los jóvenes para independizarse y formar una familia. Esto no involucra solo a los habitantes de Bolivia, sino a ciudadanos de otros países que han visto allí una oportunidad.
Debido al gran crecimiento y desarrollo que ha experimentado Santa Cruz de la Sierra en los últimos años, en Sudamérica es considerada una de las ciudades con más potencial de todo el continente.
El auge inmobiliario
Gracias a esta evolución comercial, las oportunidades en departamentos Santa Cruz son múltiples y variadas. Portales online como InfoCasas.com.bo disponen de infinidad de anuncios y opciones que hacen más sencillo buscar departamentos en venta que cubran cualquier necesidad, tal y como puede verse aquí: venta departamentos Santa Cruz.
La compra y venta de inmuebles ha crecido en paralelo con la región. Los más buscados son los departamentos y esto se puede evidenciar con una búsqueda en el mencionado portal InfoCasas. También el auge inmobiliario ha ido de la mano con el surgimiento de nuevos negocios, como esta web consolidada como referente en la búsqueda de propiedades online.
Al tomar la decisión de emigrar hacia Santa Cruz de la Sierra el primer paso obligado es en este sitio web, donde se encuentran propiedades a la venta en diversas zonas de la ciudad. Además ayuda a ponerse en contacto con los dueños, revisar fotografías, comparaciones y precios para tomar la mejor decisión de cuál es la casa o departamento ideal para empezar la vida en Bolivia.
Para los más indecisos aporta informaciones de valor sobre las mejores zonas de Bolivia y de Santa Cruz, así como varios puntos a tener en cuenta antes de iniciar el proceso.
Es posible consultar antes las mejores zonas para comprar en Santa Cruz en este sitio web especializado en propiedades y descubrir cualidades únicas de cada región. Por ejemplo, Equipetrol es de las más buscadas para comprar propiedades.
¿Por qué Santa Cruz?
Varias son las razones que ubican a Santa Cruz al inicio del ranking de las ciudades más escogidas de Bolivia para mudarse. Una de ellas es que los alquileres de casas o departamentos en Santa Cruz de la Sierra tienen precios bajos en comparación con otras ciudades que ofrecen más o menos el mismo estilo de vida.
Santa Cruz se caracteriza por la calidad de vida, la seguridad y sus múltiples lugares que visitar. Es por ello que se ubica por encima de La Paz o Cochabamba, donde vivir es mucho más caro.
A diferencia de otras ciudades del continente americano, en esta localidad de Bolivia es posible establecerse y llevar una buena vida. Adquirir una vivienda no es una misión imposible ni una tarea de años.
También la industria comercial ha evolucionado mucho y permite el desarrollo profesional en diversas áreas, especialmente para los jóvenes. Sin embargo el motivo principal de que se haya convertido en un destino muy buscado es la producción agropecuaria.
Santa Cruz de la Sierra cuenta con más del 80% de sus tierras en estado cultivable. Esto ha hecho que cada vez más personas quieran iniciar una empresa enfocada en este sector, que puede convertirse en la nueva empresa familiar.
También existe un gran auge de industrias petroleras y petroquímicas, que ofrecen un área de desarrollo para profesionales de estas áreas.
Aunque al escoger un nuevo sitio para vivir la decisión no se suele basar en los lugares turísticos, es importante destacar que en Santa Cruz se encuentran algunos de los parques naturales más hermosos de Bolivia. A pocos minutos de distancia se hallan increíbles maravillas donde incluso es posible admirar a los cóndores.
Uno de ellos es el remoto Parque Nacional Noel Kempff Mercado que, además, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Este territorio abarca cinco ecosistemas que permiten a sus visitantes apreciar la naturaleza en todo su esplendor. También hay espacio para los amantes de la naturaleza, de los animales y de la vida silvestre en lugares como el Parque Nacional Amboró.
El Parque Nacional Kaa-Iya es otra parada obligatoria para observar increíbles animales como el puma, el armadillo gigante, el pecarí, etc.
Sin duda, estos atractivos son los que están convirtiendo a Santa Cruz de la Sierra en el nuevo hogar de jóvenes de toda América Latina.





LAS MUJERES DEL HUERTO

Las mujeres de Itaú, una pequeña comunidad boliviana a una hora de Caraparí, el pueblo donde se instalaron los campos petroleros más ricos del país, se reúnen con regularidad desde hace años, cuando se organizaron en una colectiva capaz de reconocerse juntas y proyectar un mundo nuevo, que rompiera con los sometimientos y las violencias ancestrales. Enredadas, salieron de sus casas para asistir y capacitarse en diferentes talleres, sobre todo aquellos orientados al cultivo orgánico de hortalizas, y recuperar sus pequeños huertos familiares. Hoy conforman una organización con todas las mujeres de su comunidad y de distritos vecinos, la Asociación Integral de Mujeres Productoras del Agro Sostenible, una herramienta de desarrollo sustentable y feminista.

Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)
                                                                                                 
Cecilia Yujra Chávez tiene la memoria de un elefante. Recuerda discursos enteros palabra por palabra y es capaz de escribir diálogos completos días después. Repite de memoria recetas de distintos tipos de abono orgánico con todos sus tecnicismos, señala fechas con día y hora puntuales, recuerda lugares y vestimentas precisos pero sobre todo recuerda el día que su padre se fue para siempre.
Tenía 11 años cuando su papá, después de beber y beber y golpear a su mujer y a sus hijos día tras día, finalmente se marchó. “Cuando una es chica no sabe si quiere o no quiere”, dice Cecilia, los ojos achinados, la voz dulce. Ladea la cabeza con pena y por un segundo se pierde –o se encuentra– en los recuerdos de su memoria implacable, sentada sobre un tronco a modo de silla bajo el techo de lona de su casa en Itaú, un remoto lugar en el Chaco boliviano. Cecilia tiene hoy 45 años.
De pronto se levanta, sacude los recuerdos y sigue en lo suyo. Cecilia no es una mujer de llorar. Su verbo es hacer y mientras habla cocina, lleva y trae, se mueve. Conversa. Habla como hacen las mujeres alrededor del fuego: compartiendo sus alegrías y sus penas más inconfesables. Por eso comienza su historia recordando la maldad de su padre a quien ella no sabía si amar u odiar. Porque aún si miraba cómo él castigaba a sus hermanos amarrándolos por el cuello con una soga que luego colgaba del techo y con la punta les daba latigazos peores que la muerte misma (“matarnos era poquito”, dicen ellos), el día que éste se marchó, Cecilia lo despidió creyendo que volvería: “Papá: me va a traer de esas galletas grandes... grandes, ¿no? Muñecas me lo va a traer”.  
Cecilia agarra el cuchillo con firmeza y rebana con maestría la cáscara de la yuca gruesa, dura, terca. “¡Autoritario!” dice, mientras termina de pelar el último tubérculo. Se levanta, tira la yuca pelada al agua hirviendo y regresa como si acabase de escupir una pepa atorada en el corazón.
Cecilia nació allí mismo, en Itaú, una pequeña comunidad de clima semi húmedo distante una hora de Caraparí, el pueblo grande donde se han instalado los campos petroleros más ricos, al sur del país. Luego de la nacionalización de los hidrocarburos el año 2006, las arcas del municipio se llenaron de tal manera que muchos pobladores llegaron atraídos por la bonanza petrolera. Como en ningún otro lugar de Bolivia, en Caraparí lxs niñxs reciben desayuno, almuerzo, mochila y material escolar para todo el año y un autobús los recoge de sus casas para llevarlos al colegio gratis. Claro que cuando Cecilia tenía 11 años y su papá se fue de la casa, nada de eso había y ella cursó solamente hasta el cuarto año de primaria, igual que la mayoría de las mujeres bolivianas del área rural. Poco después de cumplir 15 años, la niña Cecilia fue mamá.
Cecilia va y viene de un lado a otro al mismo tiempo que conversa; no pierde el tiempo y anda afanada en cocinar. Los vientos helados del sur llegaron esta mañana como suele suceder de vez en cuando por estos lados donde lo habitual es el clima caliente, de modo que gran parte de las viviendas no tienen puertas ni ventanas, quiero decir, las casas pobres. Y casas pobres son casi todas, a pesar del dinero petrolero.
La casa de Cecilia queda al borde del camino de tierra, veinte minutos después de haber dejado el asfalto y antes de llegar al centro de la pequeña comunidad de Itaú. Es un extenso terreno de fronteras difusas cercado con maderas flacas y alambre liso, donde se alzan dos mínimas construcciones precarias. La principal es apenas un cuarto que tiene como base cinco filas de ladrillos y el resto de la pared armado con tablas y un par de telas que cuelgan en vez de puertas. A un lado está la cocina donde también hay una cama, una mesa y un montón de objetos diversos, entre ellos un televisor y un reproductor de DVD que hoy que hay invitadas tiene puesto el video de un grupo musical chaqueño; al otro lado, separado por una tela, está el cuarto de Cecilia.
Chacho, su marido, sólo logró levantar unas cuantas paredes de la casa que algún día esperan terminar y que por ahora está rodeada de maleza a pocos metros del cuarto principal. Detrás de todo, mirando a las montañas, está el huerto de Cecilia tan pequeño como media cancha de tenis. Eso sí, está lleno de hortalizas coloridas.
Calladiiiita ya no más
Llueve menudito. La tierra rojiza se ha hecho barro por donde pasean algunos chanchos, gallinas y tres perros con nombres de súper héroes. Chacho y Cecilia esperan visitas con un cerdo crucificado que se cocina lentamente clavado en un palo en medio de la brasa. Allí mismo, Chacho lanza la “taba”: un hueso pequeño y pesado que da nombre al juego que consiste en lanzar esa pieza sobre una superficie marcada en el suelo mojado; dependiendo de qué lado caiga, se gana o se pierde. Chacho se empecina en ganar a su mujer que se da tiempo de lanzar la “taba”, al paso, mientras entra y sale de la cocina, abre una caja de vino argentino, lo mezcla con soda, invita y ahora sonríe. Chacho se entusiasma, prueba un sorbo y exclama: “¡púta!… tá ríco como ajéno…”, acentúa y estira las vocales, usando a su antojo las palabrotas que allí son parte del vocabulario cotidiano, florido, cachondo. “Saque y meta, saque y tome”, grita Chacho y ríe otra vez. Ella y su marido hablan y hablan, los dos al mismo tiempo, en esa batalla que de tanto pelear se ha hecho vida cotidiana llevadera. No sé si logran escucharse pero sí sé que hablar es la revancha. Su marido es su marido a fuerza de la costumbre de callar.
Eso cuenta Cecilia recordando que “antes, las mujeres éramos criadas así, a palos; por eso calladiiiitas teníamos miedo de avisar”. Avisar que Chacho, jovencito, iba y la “afanaba” (afanar, argentinismo que significa apropiarse de lo ajeno). Así nació su primer hijo y luego otro y otro cada dos años hasta completar ocho igual que su mamá que desde el principio le dijo que si él quería casarse, ella tenía que aceptar, y como Cecilia no entendía nada, se casó. Con un hijo tras otro siguieron juntos hasta hoy.
Cecilia asistía a las reuniones de la comunidad “solamente para hacer bulto, para que no cobren multa nomás”, porque su timidez no daba para más. Cecilia se recuerda a sí misma moviendo la cabeza en señal de reproche o lamento. “Yo no sé…   Es como si una tuviese que madurar para darse cuenta recién, para saber qué es lo bueno, qué es lo malo. Yo calladiiiita todo ese tiempo. Todo sí nomás decía. Mi marido me trataba como a una ‘chiqui’ (niña, pequeña). Lo que me decía yo hacía; mi obligación era atender a mis hijos y a él. Vivía como si estuviera durmiendo”.
Como las abejitas
Por eso fue lindo el día que su cuñada llegó como abeja que pica. Apareció diciendo que había un taller sobre género. ¿Qué? –Género. Bueno. Como a todo decía que sí, Cecilia fue y no se equivocó. Porque allí oyó decir que las mujeres tenemos un problema y es que “una mujer no habla bien de otra mujer”. Supongamos –explica–: “si una mujer se separa de un hombre y el hombre se queda con los hijos, decimos: ‘pobre señor’, y lo ayudamos. No tiene con quién dejar a los hijos para ir a trabajar: ‘tráigalos aquí’, decimos, ‘yo se los voy a cuidar’. ‘Qué mujer perra que se ha ido con otro’, decimos. No sabemos reconocer, no nos damos nuestro lugar, no velamos por otra mujer, siempre por el hombre”, advierte Cecilia.
Esa reunión resultó suficiente para saber que algo estaba a punto de cambiar. De allí en adelante, ella se apuntó a cuanto taller apareció. En uno de esos encuentros Cecilia oyó el ejemplo que marcaría su vida. “Nos entraron con el ejemplo de las abejitas –cuenta–. Tan chiquititas son que una no puede ver ni sus ojos, pero las abejitas nos ven de leeejos. Ven, olfatean y ¡cómo tienen esa resistencia! nos pican, nos pelean ¡nos hacen escapar!”, exclama, sabiéndose ahora una suerte de abeja reina.
A pesar de las protestas de su marido, Cecilia incluso se animó y viajó lejos con sus hijxs a cuestas para asistir a un ambicioso curso sobre finanzas. Los reclamos de Chacho cedieron cuando ocho meses después su mujer entendía sobre planes de negocio, mercado, clientes y cómo comportase con ellos. Así lo ayudó a hacer presupuestos para las obras que emprendía como albañil y desde entonces él también supo valorar su trabajo. Más aún, los roles se invirtieron y eso quedó claro cuando Cecilia, ya empoderada, le dijo: “Aquí no manda nadie más que yo”. Y hasta en las fiestas o en las camorras ella se puso al frente, a defender a su marido. “Yo no dejo que le humillen. Si alguien tiene que ofender, primero que me ofenda a mí, primero que me diga a mí. Si tiene que pegarme primero que me pegue a mí, después a él. Así he parado yo a la gente”, cuenta envalentonada mientras Chacho mira de lejos sosteniendo su “taba” junto al cerdo que arde con paciencia. El alma de la familia es claramente su mujer.
De pronto “ahhhh…” , grita Chacho. La “taba” ha caído en el blanco y del lado correcto.
Todas contentas
Sandra Donaire tiene 40 años, la voz cálida, las manos cuidadas y el aire coqueto. Habla con calma y precisión. Dolly Jurado es la más joven, tiene 35 años y una figura imponente. Aunque poco, habla fuerte. Luisa Tórrez es pequeñita y tiene la voz tan gruesa que junto al modo de hablar local, lleno de particularismos, es difícil entenderle. Es la mayor de todas y esta vez la reunión es en su casa, tan colorida como ella que parece la hormiguita hippie.
Las cuatro mujeres se saludan de a besos y entre risas dicen “hola mi amor”, “hola cariño”. Están contentas de verse. Se reúnen con regularidad desde hace varios años cuando, igual que Cecilia, se reconocieron abejitas capaces de mirar lejos y salieron de sus casas a capacitarse en distintos talleres, sobre todo aquellos orientados al cultivo orgánico de hortalizas. Así resucitaron sus pequeños huertos familiares. Luego conformaron un grupo con todas las mujeres de la comunidad. Lo mismo sucedió en las otras comunidades del distrito hasta que finalmente formaron una asociación que llamaron Asociación Integral de Mujeres Productoras del Agro Sostenible, “un 25 de abril de 2010”, apunta Cecilia memoriosa, siempre atenta a las fechas precisas desde la silla donde se ha sentado para escuchar a sus compañeras. Sólo interviene para acotar nombres, días, meses, años, cantidades, lugares. Su liderazgo se siente aún o precisamente porque ahora calla y hablan las demás.
“Fue en febrero de 2006” –precisa Cecilia– cuando se presentó una institución para hablarles de un proyecto de huertos hortícolas. A todas les pareció interesante porque hasta entonces compraban la verdura de un camión que venía desde muy lejos y todas salían corriendo. Si el camión no venía o no lograban alcanzarlo, tenían que caminar kilómetros hasta la casa de uno de los tres vecinos de la comunidad que producía algo de verdura para vender.
La segunda razón que las animó a poner empeño en sus huertos fue que así mataban tres pájaros de un tiro: No gastaban dinero comprando verdura sino produciéndola; el excedente podrían venderlo ellas mismas; y de paso cuidaban su salud y la de sus familias produciendo hortalizas orgánicas.
Pero antes de todas esas razones estuvo la primera: todas quisieron salir de sus casas y ser autónomas. Sandra, que habla con cuidado, un poco en broma y harto en serio, dice: “conocer nuestros derechos y tantas capacitaciones que hemos tenido nos ha servido para liberarnos del yugo español”. Ellas estallan en una carcajada y corrigen a coro: “del yugo de nuestros mariiidooos…”
Dolly es la que más trabaja intentando “educar” a su marido. Tiene cuatro hijos pequeños y “como es costumbre”, dice, se dedica a las labores de la casa. Su marido era “muy caprichoso”, cuenta, “hay veces, cuando yo iba a las reuniones, volvía y él estaba bravo. Era bien machista pero al final ya entendió. Parece que ya torció el brazo. Cuando vuelvo yo le cuento lo que hacemos, aunque poco me da importancia pero igual le cuento qué es lo que he aprendido y en qué más me puedo capacitar”.
De pronto vuelven las risitas, se miran y siguen riendo. Entonces Dolly explica que es porque ahora la ven y la oyen hablar recordando lo tímida que era y lo mucho que le costaba participar en las reuniones. “Yo sé que soy capaz de enfrentar y aprender cosas que todavía no he aprendido”, cuenta casi solemne. Ahora viaja dos, tres días a los talleres donde se capacita y a su vuelta le toca moderar los ánimos de su marido. Finalmente dice: “es verdad: desde que empecé a salir, recién él me está valorando. Porque a veces cuando la mujer sale, ellos piensan que no es mucho lo que hacemos”.
Nuevamente todas ríen y aclaran que hasta ahora ningún marido las ha llamado en medio taller para recriminarlas o molestar. “Al revés”, comentan sonrientes: “llaman cariñosos”. Chacho, el marido de Cecilia, dijo en su casa que su mujer “se ha puesto ¡más guapa!”. También contó, con gesto resignado, que ahora los maridos se quedan “wuajchi”, sin par, sin pareja. “Ni cómo ir a trabajar porque tengo que estar cuidando aquí a los chicos que van al colegio….  tengo que estar aquí viendo a los animales, dando de comer…” .
Luisa ya superó todo eso. “Mi marido ahora es educado, antes no me dejaba: ‘¡A qué vas, las mujeres no van a eso!’, decía. En una discusión, una vez dijo que si voy ahí es que vuelvo más capaz a pelearle a él. Es eso pues, no me voy a dejar tampoco porque ya no estamos en esos años”, asegura con solvencia. Ahora sus hijos son los que más la apoyan: “mamita, cuando usted quiera ir nos avisa para que nosotros hagamos aquí”, la alientan. Y eso sucede porque cuando Luisa vuelve también enseña a sus hijos lo que aprende. Lo mismo pasa en la casa de Cecilia donde las preguntas de sus hijos, cuando hacen las tareas de la escuela, se dirigen siempre a ella.
Y lo que las mujeres del huerto aprenden no es poco. Una a una describe los distintos tipos de abono orgánico. Entonces Cecilia, que las ha escuchado calladita, interviene, porque nadie como ella para repetir de memoria y con las medidas exactas una receta: “50 litros de suero, 20 kilos de ‘aca’ de vaca, 180 gramos de levadura y 3 kilos de chancaca…” Cecilia habla rápido, casi recitando y, de paso, repasa la receta del “biol” para todas: “se raspa la chancaca, se disuelve con agua caliente o tibia, ahí se aumenta la levadura, después de que se hace esa mezcla, se echa a la bosta de vaca, se deja fermentar bien tapadito y se deja un drenaje con una botella de agua. Dentro la botella se hacen burbujas y el agua va aminorando. Ahí madura por 90 días y eso se echa de acuerdo al crecimiento de la plantita, no es aconsejable echarle cuando está en floración, eso es netamente para el tallo”. Es toda una maestra. Las demás la escuchan y sólo cuando termina aprovechan para volver a reír porque aclaran que la bosta debe ser “fresquita”. “Detrás de la vaca con nuestro recipiente vamos” bromean, muertas de risa.
Producir abono orgánico es costoso. Chacho dijo en su casa que “tienen que estar molestando” a los vecinos para prestarse un aparato que pica la chala del maíz, o tienen que ir lejos a traer bolsas con guano o tierra del monte y no tienen movilidad. Sandra, Dolly y Luisa cuentan el tiempo que invierten en preparar sus abonos, esperando semanas a que los gusanos hagan su trabajo. “Hay que tener paciencia”, dicen.
Sería más fácil comprar un químico y echar a las plantas, claro. Así las lechugas crecerían grandes, fotoshopeadas, los tomates redondos, lisos, siliconeados, igual que toda la verdura. Y en el mercado la gente miraría esas impactantes hortalizas y compraría sin dudar pero también sin saber que esos químicos pasarán pronto la factura a la salud. Las mujeres del huerto están absolutamente convencidas de eso. Luisa protesta y resume así lo que todas repiten: que si la gente enferma con cáncer es por eso, por los químicos. “Pollo con químico, tomate con químico, papa con químico; en cambio la gente antes era guapa, sana, le echaba papita a la tierra y daba nomás porque la tierra no era dañada”, asegura. Cecilia interviene a su modo, siempre sonriente con su voz cantarina: “Lo malo que sucede en Bolivia y otros países es que hay gran cantidad de químicos. ¡Cuántas sonseras hay! Pero pulmones, hígados, riñones no hay. ¡Si hubiera fuera lindo! Yo con gusto cambiaría. No sé dónde hay un repuesto: voy a comprar”. Y todas carcajean.
Cuando las mujeres del huerto sonríen sólo Sandra y Dolly muestran sus dientes blancos. Cecilia y Luisa cierran la boca con discreción porque allí hay demasiados espacios vacíos. Todas, excepto Luisa, tienen sobrepeso, y Sandra reconoce que producir orgánicamente sus hortalizas es “lo mínimo” que están haciendo porque “sí o sí le echamos a la olla arroz, fideo, aceite…   y no sabemos cómo ha sido producido todo eso”, dice. Por eso sus huertos son importantes. Mientras sus hijos crezcan sanos, mayores serán las posibilidades lograr lo que sus padres no pudieron.
Te invito
De vuelta en la casa de Cecilia el vino circula de vaso en vaso. En el camino ella paró a comprar más vino, mucho vino, al debe. En la tienda la conocen y saben que luego pagará. Ella y su marido están alegres. Sus hijos llegaron del colegio y acompañan, hablan de la escuela y Cecilia comenta que ahora a los hombres les enseñan a tejer. Dice que Oliverio, su hijo, teje bien. Chacho aprovecha esa mínima ocasión para ventilar su machismo con una gran risotada: “¡le voy a comprar una pollera, una pollera chapaaaaca (falda del lugar)!”. Oliverio, echado en la cama atento a su teléfono celular, ni se da por enterado pero Chacho disfruta su ocurrencia como único resquicio a una situación sin vuelta atrás: en su casa las mujeres ocupan el mismo lugar que los hombres y más. Gracias a los talleres de su mujer, Chacho también ha participado en una de las capacitaciones orientadas a construir estanques de agua y un sistema de cosecha de agua. Ahora Chacho muestra orgulloso el único certificado de estudio que ostenta en su vida.
Lo único que Cecilia ha olvidado en todos estos años es la multiplicación de tres cifras, cuenta con seriedad. No ha olvidado el día que su papá se marchó, pero la madurez de los años le ha enseñado que “para qué una va a obrar mal con el papá o la mamá. Por qué lo harían, no sé, tal vez sería porque la ley estaba a favor del hombre, sería porque así lo han criado… Ahora mismo le digo a mi papá: ‘qué desgracia que en ese tiempo yo no era grande, porque si hubiera sigo grande yo te hubiera matado defendiendo a mi mamá’”, concluye. Agarra un vaso lleno de vino patero y dice: “te invito”. Salud.





CENTRAL OBRERA BOLIVIANA DENUNCIA EXPLOTACIÓN DE TRABAJADORES FABRILES

Sputnik News de Rusia (www.mundo.sputniknews.com)
                                                                                          
Los trabajadores fabriles de Bolivia todavía deben hacer frente a los resabios de la libre contratación y la explotación de la época neoliberal, dijo a Sputnik el secretario de finanzas de la Central Obrera Boliviana, Vitaliano Mamani.
"En muchas empresas privadas están haciendo trabajar a las mujeres hasta 14 horas y les pagan el salario mínimo de 2.000 bolivianos (unos 287 dólares)", dijo el sindicalista en el Día de los Trabajadores Fabriles de Bolivia, que se celebra cada 18 de mayo en homenaje a los obreros que fueron asesinados por sus demandas en 1950.
Han pasado 67 años de aquella fecha en la que los trabajadores de las fábricas hicieron frente a las fuerzas del orden en las calles del popular barrio de Villa Victoria en La Paz y hoy se mantienen las luchas por mejores condiciones de trabajo, según el dirigente.
Advirtió que en Bolivia todavía existen "empresas que no están registradas en la Confederación de Empresarios Privados y que sobreexplotan a sus trabajadores que se ven sometidos a la oferta y demanda de mano de obra".
De acuerdo con datos de la Central Obrera Boliviana cerca de 380.000 trabajadores fabriles aportan actualmente al seguro social, pero no existen datos actualizados de la cantidad de trabajadores que están repartidos en los diferentes rubros del sector.
Mamani explicó que hace dos años la Confederación de Trabajadores Fabriles intentó realizar un "censo para conocer exactamente el número de trabajadores y su situación económica y social, pero muchos empresarios impidieron que se realice este registro".
Considera que aún existe un alto nivel de inseguridad y precariedad del trabajo, realidad que se ha visto agravada por el contrabando y la comercialización de productos extranjeros.
"Tanto el sector textil como los trabajadores en madera y en alimentos estamos siendo avasallados por el contrabando, la mercadería china, la ropa usada y el comercio de alimentos provenientes de Argentina y Brasil", afirmó.
Remarcó que una de las prioridades de la Central Obrera Bolivia y la Confederación de Fabriles es exigir al Gobierno una lucha más efectiva contra el contrabando para proteger la industria nacional además de la reactivación del aparato productivo.
"Estamos empeñados en fortalecer nuestras empresas para así fortalecer también a los sindicatos", sostuvo Mamani.
Los trabajadores fabriles ocupan la secretaría general de la Central Obrera Boliviana, segunda en importancia en el movimiento sindical después de los mineros. 





EMBAJADOR BOLIVIANO: “CON ARGENTINA TENEMOS LAZOS DE HERMANDAD HISTÓRICOS, HAY QUE SEGUIR FORTALECIÉNDOLOS Y CONSTRUIR LA ANSIADA PATRIA GRANDE”

Radio Fénix de Argentina (www.fenix951.com.ar)
                                                                            
En el marco de “La Rioja abraza al mundo”, llegó a la provincia el embajador de Bolivia, Santos Tito, quien manifestó su contento por estar en la provincia y aseguró que esta visita significará un beneficio para ambos países.
Tito resaltó que “en Argentina tenemos una gran población de compatriotas, estimamos más de 1 millón de bolivianos viviendo en el país por ello es un gran honor estar en La Rioja”. Y agregó, “venimos a celebrar los 446º  aniversarios acompañado de un cuerpo diplomático donde están numerosos embajadores del mundo,  pero también es especial porque con este país tenesmos lazos de hermandad históricos, hay que seguir fortaleciéndolos y construir la patria grande”.   
De la misma manera destacó la importancia dentro del ámbito diplomático, “creemos que son necesarias algunas gestiones que vayan a favorecer a ambos países, tenemos muchos acuerdos que nos permiten complementarnos”, expresó el embajador.  
Finalmente se refirió al motivo por el cual las fuerzas del ejército boliviano se encuentran custodiando la zona fronteriza con Chile y explicó que “La principal actividad  que llevamos adelante en nuestro país es la lucha contra el narcotráfico y el tráfico de personas y debe ser un trabajo bilateral entre los países, es así que se moviliza personal de aduana y ejercito para controlar estos males, no existe otro motivo, somos un país de paz”, ultimó.  





GOBIERNO ENVÍA NOTA DE PROTESTA A BOLIVIA POR “EXPRESIONES INJURIOSAS” DE SU MINISTRO DE JUSTICIA
                                                                                                                                                
Cancillería señaló que no se autorizó esta semana el reingreso de Héctor Arce al país debido a las declaraciones que realizó la semana pasada tras visitar a funcionarios detenidos en Alto Hospicio.

La Tercera de Chile (www.latercera.com)
                                                                                        
El Ministerio de Relaciones Exteriores entregó esta tarde una nota de protesta a la Cancillería de Bolivia por “expresiones injuriosas” realizadas por el ministro de Justicia altiplánico, Héctor Arce, durante su visita en Chile la semana pasada, cuando concurrió a la Cárcel de Alto Hospicio, donde se encuentran recluidos siete funcionarios aduaneros y dos militares bolivianos.
En un comunicado la Cancillería señaló que en la nota hizo ver “su más enérgica protesta por las expresiones injuriosas, realizadas durante una visita a nuestro país, del Ministro de Justicia de Bolivia respecto del gobierno y del Poder Judicial de Chile, así como su alusión absolutamente inaceptable a la Presidenta de la República”
El ministerio señaló que debido a los dichos de Arce se le negó su reingreso al país.
El gobierno de Morales criticó la prohibición realizada esta semana por Chile para el reingreso de su ministro de Justicia, a lo que Cancillería respondió que a la fecha, tras la detención de los funcionarios, se le ha concedido visa a trece personas y funcionarios bolivianos “quienes han viajado con el objetivo de dar asistencia jurídica y consular a los ciudadanos de ese país que están detenidos”. Además, aclara que desde que comenzó el nuevo régimen de viss oficiales diplomáticas con el país altiplánico, se han concedido 70 visas.
Además, La Moneda agrega que “se han respetado todos los derechos y garantías de los ciudadanos bolivianos detenidos. Ellos han accedido a la defensa de abogados contratados para estos efectos por Bolivia, el apoyo de sus consulados, la visita de sus familiares y de diversas autoridades bolivianas” y hace un llamado a La Paz a “la prudencia y a respetar la labor de los tribunales de Justicia de Chile”.





LUZMILA CARPIO, LA CHAMANA QUE CANTA CON LOS PÁJAROS

La cantante boliviana que se convirtió en vocera de los pueblos originarios traerá mañana al ciclo Latinoamérica del CCK su espectáculo Celebración

La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)

Luzmila Carpio aprendió de la música escuchando a los pájaros. Nació en un pequeño pueblo boliviano de la comunidad de Qala Qala, del departamento de Potosí, donde vivían apenas ochenta familias. Su madre y su abuela la ponían en sus faldas y le contaban antiguas leyendas en aymara y quechua. A los once años debutó profesionalmente. Su voz aguda ya sorprendía. En ella evocaba la leyenda del cóndor, el mensajero entre el cielo y la tierra, o traducía el código de las aves de su región. Luzmila podía saber, apenas escuchando el canto de un pájaro, si su melodía servía para fertilizar la tierra o advertir de un peligro. Ese aprendizaje de niña se transformó en su misión artística: evocar la espiritualidad andina y preservar la cultura ancestral de su tierra. "Mi madre y mi abuela me han enseñado sobre la espiritualidad de mi pueblo y cómo hablar con la Luna, el Sol, las estrellas y la Madre Tierra. Son creencias muy antiguas y profundas de nuestra Pachamama."
Luzmila lleva más de cuarenta y cinco años sobre los escenarios, grabó 25 discos y compuso más de 120 canciones en quechua y aymara. Buena parte de ese material integra su nuevo espectáculo, Celebración, en el que recorre su historia musical, que presentará mañana, a las 20, en el CCK, dentro del cico Latinoamérica.
La artista, referente de la música de América Latina en el mundo, vive en Francia desde 1979 y fue elegida por el presidente Evo Morales embajadora boliviana en París entre 2006 y 2011. Su labor excedió lo artístico y se transformó en una vocera de los pueblos originarios. En 2006 se presentó frente a una audiencia de más de 150.000 espectadores en la Plaza de la Constitución de Santiago de Chile, para la asunción de la presidenta Michelle Bachelet; en la ocasión interpretó "Canto a la gaviota", un tema en el que su voz simula el vuelo del ave marina y el anhelo del pueblo boliviano de recuperar una salida soberana al mar.
"Ésos fue mi mensaje y mi pedido para el pueblo chileno, un pedido de hermandad y de unidad de los pueblos latinoamericanos, pero también de justicia marítima", afirmó Luzmila Carpio, poco después de compartir escenario con artistas latinoamericanos como Gilberto Gil (Brasil), Andrea Etcheverry (Colombia) y Julieta Venegas (México).
Durante la década del noventa grabó Yuyay Jap'Ina, un trabajo impulsado por Unicef que buscaba promover la alfabetización de las lenguas ancestrales de los pueblos originarios. Ese material musical, compuesto por Luzmila Carpio en el idioma de los pueblos indígenas de Bolivia, se transformó en un manifiesto de resistencia cultural en plena celebración de los 500 años del descubrimiento de América.
"En ese momento, a principios de los años noventa, nosotros, los artistas indígenas de las Américas, quedamos impactados por la pompa de las celebraciones de un llamado «descubrimiento de América» y estábamos decididos a hacer que las voces de nuestra resistencia fueran oídas. Resistencia a cinco siglos de colonización que no dejaban lugar a ningún tipo de tolerancia, o cualquier tipo de diálogo, relegando el patrimonio cultural y el conocimiento musical de los pueblos indios de América a las discusiones de salones exóticos y orientar el aparato educativo latinoamericano hacia el olvido y el rechazo forzado de nuestra identidad, valores y tradiciones", escribía la propia artista, compositora, charanguista y cantante en los textos de la reedición del álbum de 2015, elegido por la revista Rolling Stone entre los mejores diez de ese año.
Esas canciones suenan todavía como un argumento poderoso sobre la identidad y la riqueza de la cultura andina. Hay canciones sobre la emancipación de las mujeres ("Warmikuna Yupaychasqapuni Kasunchik") y canciones de la resistencia contra las injusticias y la segregación racial sufrida por los pueblos indígenas ("Yanapariwayku"). La energía de ese trabajo, dividido originalmente en cuatro casetes, fue tomada por la nueva generación de productores electrónicos del colectivo Zizek, que realizaron una serie de remixes en 2015 que luego compartieron en las plataformas digitales.
"Muchas cosas buenas han pasado con ese disco -dice Luzmila-. Me dio autonomía para que pudiera crear mis canciones y lanzar mis mensajes a todo el norte de Potosí. Con eso hemos logrado instalaciones de agua potable y molinos de grano. Estos temas nunca los he cantado en ningún lado y me sorprendió agradablemente la reedición. También me gustó y sorprendió que el colectivo de DJ de ZZK Records hiciera un remix con algunos temas míos. Ellos nos escribieron y pidieron permiso para trabajar, y el resultado es hermoso y puede escucharse en YouTube."
Luzmila Carpio canta al espíritu de su pueblo y a la naturaleza. Sobre el escenario, se puede transformar en un ave, una antigua guerrera aymara o una poderosa chamana que da gracias por los frutos de la tierra a la Pachamama. Sus conciertos son una mezcla de celebración de la naturaleza y ritual ancestral. "Trato de hacer conocer de dónde vengo y de dónde soy. Dar a conocer el idioma quechua y aymara, ya que si olvidamos la lengua, olvidamos el pensamiento."
Luzmila Carpio es considerada la "Voz de los Andes". Ella desmitifica y dice que sólo canta como un pajarito silvestre de la meseta andina que trae su propio mensaje. "Tengo infinito respeto por todos los seres vivos. Nos aseguramos de que el medio ambiente no está dañado. Si no es así, ¿qué vamos a dejar a nuestros hijos? Tenemos que prestar atención al espíritu del agua, el aire que respiramos, a nuestras montañas, a nuestros árboles. Todo este conocimiento está muy presente en nuestra cultura. Vivimos en armonía con la Pachamama, la Madre Tierra."





DESDE ALTURAS DE LA PAZ, BOLIVIA SE OFRECE AL MUNDO COMO DESTINO GOURMET

Telemetro de Panamá (www.telemetro.com)
                                                   
Bolivia, que asoma tímida en el ranking internacional de la gastronomía, quiere imponerse como destino culinario mundial desde las alturas de La Paz y de la mano de intrépidos chef que apuestan por productos nativos como la quinua, el copoazú -un cacao blanco amazónico- o la carne de llama.
Los bolivianos "tienen unas oportunidades de desarrollo económico sostenible muy fuertes, pero también de desarrollo de su gastronomía, es decir de los restaurantes de más alto nivel, así como, para el público extranjero, de su cocina más popular", dice a la AFP la francesa Carole Metayer, creadora de la agencia de viajes La Route des Gourmets, dedicada al turismo gastronómico.
La municipalidad de La Paz decidió contar con esta experta para dar un nuevo impulso a la cocina local.
Luego del éxito del restaurante Gustu (sabor en quechua) que en poco tiempo trepó al puesto 17 en el ranking Latin America's 50 Best en 2015, la culinaria boliviana experimentó una gratificante explosión de sabores tradicionales e ideas innovadoras.
El chef Sebastián Quiroga, de 27 años y propietario del restaurante vegano Ali Pacha (universo de las plantas, en aymara), cree que la culinaria boliviana tiene "un potencial tremendo para mostrarnos al mundo".
La idea en Ali Pacha "es resaltar los sabores, las texturas, los aromas que el producto tiene", señaló Quiroga, que elaboró un plato a base de yuca (mandioca) amazónica cocida y sellada, fermentada naturalmente, rociada con leche de almendras, cortada con salsa de alcaparras, un champiñón sellado y un amaranto -grano andino- crocante.
La idea del evento "La Paz, destino gastronómico", lanzada por la municipalidad, congregó esta semana a jóvenes chefs en un emblemático cerro-mirador a 3.600 metros de altitud donde, en 1871, 40.000 aymaras liderados por Tupac Katari tendieron un cerco de tres meses a la ciudad en contra de las fuerzas coloniales españolas.
Esta vez fue un cerco de sabores en una de las ciudades más altas del mundo.
Para Metayer, la cocina boliviana "no debe introducir ningún producto extranjero, que no sea realmente parte de la cultura alimentaria, es decir que siempre está mejor consumir lo que el país le propone". En suma "pensar global pero comer y consumir local", apunta.
La cocina local debe representar "ideales comunes", sostiene Raúl Pérez, asesor de la unidad turística del gobierno municipal de La Paz. "Es decir, un comercio justo, cuidado y respeto al medioambiente -no generando desperdicios en la cocina- y con productos 'kilómetro cero'", lo que quiere decir del productor al consumidor".
Se trata de una tendencia que ya aplica la alta cocina de su vecino Perú, destino gastronómico por excelencia.
Esa visión es compartida por los proveedores. El brasileño Sergio Leandro, ejecutivo del proyecto social PRAAI (Promoción Agroalimentaria Inclusiva), que recibe apoyo de la fundación española Barceló, cree en una producción orgánica y ecológica y apuesta firmemente al "comercio justo", que apunta a disminuir la brecha entre el productor y el consumidor final.
PRAAI trabaja con centros gastronómicos de La Paz. Los productores son oriundos mayormente de la zona ribereña del Titicaca, el lago navegable más alto del mundo, a 3.800 metros de altitud.
A partir de esas premisas, Leandro cree que "La Paz tiene un gran potencial".
"Tengo la certeza de que de aquí a un tiempo la culinaria gourmet boliviana valorizará aún más sus productos, que algunos bolivianos no conocen", afirma.
Y Carole Metayer lo secunda: "Queremos que la gente tenga conciencia de la identidad que tienen aquí en Bolivia y de su patrimonio inmaterial y alimentario".





BOLIVIA PROYECTA LOGRAR EL ACCESO UNIVERSAL A SERVICIOS DE AGUA POTABLE Y SANEAMIENTO EN 2025

Revista Aguas Residuales de España (www.aguasresiduales.info)
                                                                                                            
El Ministro de Medio Ambiente y Agua, Carlos Ortuño, informó recientemente que el Gobierno nacional, a través de esta cartera de Estado, ejecuta distintos programas y proyectos en el área urbana y rural para garantizar hasta 2025, el acceso universal al agua potable segura y asequible, meta enmarcada dentro de la Agenda Patriótica 2025.
Ortuño explicó a los asistentes del “Taller de intercambio de saberes y buenas prácticas en agua y saneamiento rural orientadas a facilitar el cumplimiento de metas sectoriales”, que según el Censo Nacional de Población y Vivienda de 2012, 3.194 millones de habitantes residen en comunidades con 2.000 o menos habitantes, lo cual corresponde al 32 % de la población total.
En ese contexto, señaló que una proyección al año 2015 sobre los niveles de cobertura con servicios de agua y saneamiento en el ámbito rural muestra que el 66% cuenta con acceso a servicios de agua potable y 42% a saneamiento, identificando a la vez que los niveles de cobertura son más críticos en el ámbito de las comunidades con menos de 500 habitantes, donde sólo el 59% tiene acceso a servicios de agua y 35% a saneamiento.
“En los próximos años, hacia el 2020, en nuestro Plan de Desarrollo Económico y Social, se ha planteado la meta de reducir la brecha de acceso a los servicios básicos al mínimo. Es decir, que en el ámbito urbano se pretende llegar al 95% de cobertura en agua y por lo menos a un 70% en saneamiento”, afirmó.
Objetivos en agua potable y saneamiento
Acotó que en el ámbito rural, la meta del Gobierno nacional es el de alcanzar el 80% en agua potable y por lo menos el 60% en saneamiento, como “objetivos intermedios para llegar al 2025 con la universalidad de estos servicios para todo el conjunto de la población boliviana, en el marco de la Agenda Patriótica 2025 y considerando las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a nivel mundial para el 2030”.
Ortuño informó que en el país se han desarrollado iniciativas públicas “apostando a un modelo de participación activa de todos los niveles del Estado, ya que el desafío para este derecho humano no sólo se enmarca en la lógica de la cobertura, sino que ésta debe estar acompañada con acciones que garanticen la sostenibilidad de los servicios básicos”.
Uno de los programas del Ministerio de Medio Ambiente y Agua que explora formas no convencionales de acceso al agua es el denominado “Cosecha de Agua”, lanzado por el Presidente Evo Morales en agosto de 2015, que tienen el objetivo de coadyuvar a las comunidades dispersas del área rural, donde no cuentan con fuentes de captación de agua segura y pasan por necesidades como la escasez de agua potable para beber, cocinar y criar animales.





GUACAMAYO FRENTE ROJA: VOLANDO ENTRE AMENAZAS Y ESFUERZOS DE CONSERVACIÓN

Una de las aves endémicas y más amenazadas de Bolivia despierta el interés de la población local, autoridades y ONG, que buscan proteger los menos de 1000 guacamayos Frente Roja que quedan en vida silvestre

Revista Mongabay de Indonesia (www.es.mongabay.com)
                                                                 
“Ellas llegan al atardecer, pasan en grupos gritando”, nos comenta Aleni Hinojosa, habitante del municipio de Pasorapa, en el Departamento de Cochabamba, mientras llegamos presurosos a un bosque cercano a la orilla de un riachuelo, esperando que nuestro largo recorrido haya dejado tiempo para el esperado avistamiento al esconderse el sol.
El reloj marca las seis de la tarde, alistamos los equipos fotográficos y de filmación, pero mientras eso sucede un grupo de seis Guacamayos Frente Roja nos sorprende volando encima de nuestras cabezas. “¡Por allá van!”, señala Hinojosa con su dedo. Las siluetas de las aves se pierden en un horizonte de peñascos y arbustos medianos, dejando atrás el eco de sus chillidos.
Es la primera vez que las vemos en su hábitat natural, y pese a ser un efímero encuentro, la emoción del avistamiento cubre nuestras expectativas, y hace que la prolongada y extenuada travesía de ocho horas haya valido la pena.
Encontrar al Guacamayo Frente Roja (Ara rubrogenys) –conocido localmente como paraba– es cada vez más complicado. Su población ha decrecido bastante la última década, hasta situarse entre apenas unos 800 a 1000 ejemplares en vida silvestre, según la Asociación Civil Armonía, ONG boliviana que trabaja por la conservación de las aves amenazadas del país. Esto ha colocado al ave en la categoría En Peligro Crítico (CR) en el Libro Rojo de la Fauna Silvestre de Vertebrados de Bolivia (2009). A nivel internacional se encuentra descrita En Peligro (EN) en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, y la CITES la tiene en su apéndice I.
Apreciar el vuelo de este guacamayo es una experiencia magistral. En su cabeza presenta una franja frontal de color anaranjado rojizo con parches auriculares del mismo matiz. Mientras vuela, sus alas superiores despliegan un azul intenso, que se torna amarillo en las alas inferiores. Un verde oliváceo acompaña el resto de su cuerpo, que combina con una coloración rosácea en la poca piel desnuda que tiene su cara. Esta experiencia hasta despierta una especie de patriotismo simbólico, ya que la Frente Roja lleva sobre sí los colores de la bandera boliviana: rojo, amarillo y verde.
Lamentablemente, la beldad casi artística de los tonos de sus plumas, llama la atención no solo de los conservacionistas, sino también, de traficantes de aves.
Principales amenazas
Según reportes de Traffic USA, el 82 % de 34 625 guacamayos de todos los que ingresaron de forma ilegal a Estados Unidos entre 1979 y 1982, procedían de Bolivia. Esto significa 28 392 de estas aves, mientras que otra cantidad mayor habría sido enviada a Europa y Asia.
Francisco Rojas, comunario del municipio de Saipina, departamento de Santa Cruz, afirma que antes veía más Frente Roja en la zona. “En años anteriores para nosotros era muy normal ver sobrevolar a esta ave, pero en mayor cantidad. Frecuentaba cultivos de maíz y maní, era parte de nuestras costumbres que se mande a los hijos a espantarlas para proteger los cultivos, a pesar de que los daños no eran significativos”.
Rojas comenta que en los años 80 y 90 aparecieron comerciantes de guacamayos y uno de los más requeridos era la Frente Roja. “Ellos portaban redes para la captura, pero no podían solos, entonces contrataban algunas personas de la comunidad pagándoles el doble de su jornal de trabajo para capturar una mayor cantidad de loros”, recuerda.
En 1996 la investigadora Patricia Ergueta estimó que la población de esta especie estaba entre 5000 y 8000 individuos. Estudios posteriores en 2006 establecieron el número entre 1000 y 3000 individuos.
Si bien el tráfico internacional ha bajado considerablemente, este tuvo su impacto en la disminución de la especie. Sin embargo, el tráfico doméstico continúa siendo una amenaza para el ave. Una publicación de Armonía en 2008 reportó que 57 individuos de Frente Roja fueron comercializados en el mercado Los Pozos de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra. Estudios recientes de la institución han mostrado que el municipio de Toro Toro, en el departamento de Potosí, es un lugar donde existe una red de contactos locales a los cuales los traficantes recurren para adquirir individuos silvestres del guacamayo.
Armonía indica como referencia que un Guacamayo Frente Roja es vendido por traficantes dentro de Bolivia a un precio de 250 a 300 dólares americanos, mientras que en el extranjero, en la época de mayor tráfico internacional, llegaba a costar entre 1000 a 1500 dólares.
Esta institución cuenta que 21 personas de Toro Toro fueron sindicadas por pobladores locales como los que mantienen guacamayos Frente Roja en cautiverio para ofrecerlos a los traficantes. Así también, 32 personas fueron señaladas como contactos de traficantes del ave por varios de los entrevistados.
El hecho de que este lugar sea un centro de tráfico ilegal se debe a que se encuentra entre uno de los sitios importantes de alimentación de la especie, ya que se ubica en la cuenca del río Caine, entre el fondo de un valle y la ribera del río, donde gran parte de los campesinos se dedican a cultivar maíz y maní.
Estudios han demostrado que los loros se encuentran entre los animales silvestres que la población local aprecia tener como aves de compañía. El investigador español José Luis Tella y otros autores reportaron en una publicación científica de 2013 que 45 Frente Roja eran mantenidas como mascotas en varias localidades a lo largo del área de distribución de la especie.
La naturaleza de esta actividad ilegal la hace difícil de cuantificar, y representa un reto. Pese a existir normativa que regula esta actividad, como la Ley del Medio Ambiente N° 1333 y los decretos de veda general N° 22641 de 1990 y el N°25458 del año 1999, los controles para disminuir el tráfico siempre han sido deficientes.
A la amenaza del tráfico se suma la degradación del hábitat de la especie.
La región de los valles secos interandinos del centro de Bolivia se encuentra en un área en medio de los Andes y el Chaco, donde convergen ecosistemas de alta biodiversidad. Esta región tiene una larga historia de asentamientos humanos que han afectado la fertilidad del suelo, luego de usos intensivos del mismo para actividades agrícolas y ganaderas.
La sobrecarga animal por ganado vacuno, caprino, ovino y equino afecta a la regeneración del bosque y de muchas especies de plantas que son la base alimenticia del guacamayo, como Pica Pica (Cnidoscolus tubulosus), Palo Borracho (Jatropha hieronymii), Soto (Schinopsis haenkeana), Lanza Lanza (Prosopiskuntzei), Abrojo (Xanthium spinosum) y Quiscaluro (Harrisia tephracantha). Esto se debe a que el sobrepastoreo, de cabras principalmente, termina afectando los tres estratos de la generación del bosque: el herbáceo, arbustivo y arbóreo.
Por otra parte, están también la extracción de madera con fines maderables, leña y carbón; y el avance de la frontera agropecuaria.
Cambio climático, la nueva amenaza
En el 2016 Bolivia sufrió su peor sequía desde 1980 y ocho de nueve departamentos sufrieron por falta de agua. La región de los Valles Secos Interandinos no fue la excepción, y a principios de 2017 la sequía del río Mizque llegó a afectar la forma de vida de más de 10 comunidades y aproximadamente 300 000 habitantes del lugar, afectando también el hábitat del Guacamayo Frente Roja.
“En mayo del año pasado en algunas comunidades no teníamos agua, en agosto y septiembre nos tuvieron que traer agua desde Omereque en cisternas. Hemos cavado pozos pero no encontramos agua”, comenta con preocupación Filemón Soto, agricultor de la comunidad Perereta, en el municipio de Omereque.
La escasez de agua suspende temporalmente el crecimiento, desarrollo y actividad física de la mayoría de las plantas de la zona, y muchas de las especies de plantas de las que se alimenta el guacamayo quedan sin hojas, frutos o semillas. En una investigación realizada por Guido Saldaña, coordinador del Programa Frente Roja de Armonía, este indica que a consecuencia de esta sequía se deteriora el hábitat del ave y se reduce el alimento en abundancia, una razón probable por la cual la especie se desplaza hacia los sitios de cultivos de maíz y maní, exponiéndola a ser perseguida por los agricultores locales.
Saldaña explica a Mongabay Latam que hace tiempo intenta llamar la atención de instituciones públicas del lugar sobre los efectos adversos de la deforestación, la expansión sin control de la frontera agrícola y el mal manejo de la cuenca.
Estos efectos adversos del clima también se sintieron en Pasorapa, en donde a causa de la sequía extrema la criadora de ganado Aleni Hinojosa perdió 20 vacas, con un valor de 40 000 bolivianos (unos 5747 dólares).
A Filemón Soto le preocupa que año tras año haya más sequía en Omereque. “Las aves se están perdiendo, no sé dónde migrarán. El año pasado no ha llovido nada y eso ha bajado un poco la población de la paraba”, dice con voz pausada.
Maíz y maní mortales
Además de una dieta de frutos y semillas de las plantas descritas, el maíz y maní forman parte de la dieta selectiva del guacamayo. Lamentablemente, esto puede llegar a costarles la vida a manos de granjeros locales, quienes perciben a esta psitácida como una plaga.
Es así que varios de los agricultores que se dedican a estos cultivos terminan matando individuos de la especie en un intento por defender sus sembradíos. Datos de Armonía indican que de 200 granjeros entrevistados, 96 reconocieron haber matado al ave, sin embargo, según datos de la institución “todos los entrevistados han mostrado una resistencia a declarar la cantidad de individuos que han sacrificado en los últimos 12 meses”.
Guido Saldaña afirma que es necesario generar mayor conciencia, pero a la vez mejores condiciones y oportunidades de vida para los agricultores. El ornitólogo explica que si bien la especie puede ser considerada dañina para los productores, esto no es algo común en su comportamiento, ya que este consumo se debe a que su alimento natural es cada vez más limitado a causa del mal manejo de las personas sobre el ecosistema.
Saldaña explica que la percepción negativa de los agricultores hacia el Guacamayo Frente Roja es aún amplia, ya que él cree que los agricultores no cambiarán de percepción mientras no se les demuestre los beneficios que pueden obtener en retorno si conservan a esta ave. Para ello, el biólogo ve necesaria una mayor inversión económica en proyectos productivos alternativos y de conservación del ave.
Municipios lideran políticas de conservación
Pasorapa es uno de los varios Macondos que resguardan las montañas y los exuberantes valles de Bolivia. La amabilidad y hospitalidad es algo que caracteriza al pasorapeño.
En el 2010 este pueblo del departamento de Cochabamba asumió un liderazgo de conservación importante: declararon como ícono del municipio al Guacamayo Frente Roja.
“La Paraba Frente Roja es algo que representa al pasorapeño”, comenta orgullosa Cinthia Ávila, exalcaldesa del municipio. “Es una especie endémica y tenemos la fortuna de tenerla todavía aquí, además que está en extinción. Entonces, nosotros la estamos protegiendo. Por eso tenemos ordenanzas que prohíben la captura del ave”, añade a Mongabay Latam.
Gracias a estudios anteriores realizados por investigadores del Centro de Biodiversidad y Genética de la Universidad de San Simón, se identificaron especies endémicas que habitan el municipio de Pasorapa, una de ellas es el Guacamayo Frente Roja. Esto dio lugar para que el 75 % del territorio municipal sea declarado Reserva Natural. Todo el territorio es de unas 2000 hectáreas, de las cuales 1500 son ahora una reserva.
Inspirados por este entusiasmo y liderazgo, y con el apoyo de la Asociación Armonía e instituciones públicas y privadas, los municipios de Omereque en Cochabamba, y Saipina en Santa Cruz, han promulgado también leyes municipales que declaran al Guacamayo Frente Roja como Patrimonio Natural de sus lugares.
“El municipio de Omereque puede promover el turismo responsable con la Paraba Frente Roja, al mismo tiempo que promueve la conservación”, comenta Ana Serrano, ingeniera civil que desde hace casi 20 años es activista a favor de los derechos de los animales, la conservación y la vida silvestre. Serrano ayudó a la Asociación Armonía a promover con las autoridades locales la aprobación de la ley municipal que declara a la Frente Roja como patrimonio natural de Omereque.
Reserva Paraba Frente Roja
Al amanecer dejamos Pasorapa. Nos dirigimos ahora a uno de los sitios de anidamiento más importantes del guacamayo, la comunidad de Perereta, en el municipio de Omereque, Cochabamba. En el trayecto observamos el característico paisaje de los valles secos interandinos, hogar del Guacamayo Frente Roja, que viene acompañado de bosques secos y espinosos, en donde abundan las cactáceas, chaparrales y tierras erosionadas. Esta majestuosa vista tiene también pintorescas mesetas, colinas y valles, que dibujan un horizonte surrealista.
La distribución de este guacamayo en Bolivia es restringida. Investigadores indican que se ubica al centro del país, en ciertas áreas de los ríos Mizque, Caine, Pilcomayo y Grande, entre los departamentos de Cochabamba, Santa Cruz, Potosí y Chuquisaca de la provincia biogeográfica de bosque tucumano boliviano, específicamente en los Valles Secos Interandinos del país. Las cuencas del río Mizque y el Caine fueron declaradas como Áreas Importantes para la Conservación de la Aves (AICA), según BirdLife International.
Su área de distribución potencial es de aproximadamente 25 000km2, sin embargo, la totalidad del territorio donde habita actualmente es mucho más pequeña, y se encuentra en alrededor de 5000 km2, entre los que prefiere hábitats ribereños y los valles de los ríos,  entre los 1000 y 3000 metros de altura. Parte de su hábitat coincide con dos Áreas Protegidas Nacionales: El Parque Nacional Toro Toro en el departamento de Potosí y el Área Natural de Manejo Integrado (ANMI) El Palmar en Chuquisaca.
Una vez arribamos a Perereta nos ubicamos cuidadosamente en el suelo entre medio de algunos cactus y otros arbustos espinudos, en frente de dos farallones, y muy próximo a un precipicio de unos 100 metros. Esperamos agazapados a los guacamayos, lo que demanda de cautela, paciencia y concentración. Son casi las ocho de la mañana, pasan unos 30 minutos y vemos arribar a un grupo de cuatro.
Su tamaño pequeño (entre 55 a 60 cm, y peso entre 450 a 650 gramos) no impide que sus chillidos se escuchen a la distancia. El eco de sus alaridos retumba en la roca de los despeñaderos, como anunciando el dominio sobre su territorio. Las aves se asientan sobre la percha de uno de los arbustos, pero al percatarse de nuestra presencia huyen rápidamente. Así transcurrirán tres horas, hasta que logremos retratar los colores de esta ave surcando cielo boliviano.
Gracias a los primeros reportes de investigadores extranjeros 20 a 25 años atrás fue que se reportaron los primeros sitios de anidamiento. Esto dio lugar a que se inicien trabajos de conservación e investigación de la especie por parte de Armonía y otras instituciones. En el 2009 se logró establecer la Reserva Paraba Frente Roja, con una superficie de casi 49 hectáreas, ubicada al sur del departamento de Cochabamba, entre las comunidades de San Carlos, Perereta y Amaya, del municipio de Omereque.
Un paisaje de valles, despeñaderos y cultivos es atravesado por el cauce del río Mizque, una de las cuencas que cuenta con la mayor cantidad de nidos, según estudios. Si bien la superficie de esta reserva es pequeña, dentro de ella se está logrando proteger una población importante de la especie y uno de los sitios con la mayor cantidad de nidos, 54 aproximadamente.
“Lo más apasionante de mi trabajo es despertar el interés de la gente local que convive con la especie, para que puedan protegerla, valorarla y aprovecharla de manera sustentable, y que al final se convierta en una alternativa de alto valor ecológico, económico y cultural para ellos”, menciona Saldaña.
Desde el año 2009, Saldaña trabaja como coordinador del Programa Paraba Frente Roja en Armonía, en donde ha concentrado sus esfuerzos y conocimientos en luchar junto a las comunidades rurales y autoridades para que la población silvestre del guacamayo pueda restablecerse. Al mismo tiempo, su trabajo se enfoca en mejorar la calidad de vida de la población local, ya que los agricultores de la zona donde habita el guacamayo son de bajos ingresos y en algunos casos viven en la pobreza.
Protegiendo nidos
Al estar Bolivia dentro de la región de los Andes Tropicales y albergar porciones significantes de la mayoría de biomas y ecoregiones de Sudamérica, el país se ha favorecido también con una extensa lista de 1435 especies de aves registradas hasta julio de 2016. Esto sin duda ha atraído a observadores de aves de diferentes lugares del mundo.
Armonía, en alianza con las comunidades, llevó a cabo la construcción de un albergue en la reserva, que permite la llegada de observadores de aves, quienes vienen atraídos por la posibilidad de apreciar una especie endémica y en peligro crítico en su medio natural.
De las ganancias obtenidas por el turismo, las comunidades han incursionado en el cultivo de papaya, diversificando la producción local y generando nuevas alternativas económicas para la población. También con el apoyo de Armonía, los agricultores han incursionado en la apicultura. Estas actividades han permitido mejorar la calidad de vida de las comunidades y también fueron fundamentales para que las comunarios protejan los sitios de anidamiento de la reserva.
Los visitantes tienen la posibilidad de observar la interacción de la Frente Roja con sus congéneres. La etapa de cortejo comienza en el mes de septiembre, junto con la llegada de la primavera. Durante esta temporada los guacamayos escogen sus nidos en cavidades de las paredes rocosas en sitios apartados e inaccesibles. Luego entre noviembre y diciembre, colocan de dos a tres huevos que incuban por un periodo de 26 días. El periodo de cría de los pichones dura entre 70 a 78 días, actividad en la cual participan ambos padres.Los ornitólogos indican que durante este tiempo la pareja se encuentra muy activa y alerta, compartiendo roles como el cuidado del nido mientras la otra busca el alimento.
Son casi las 11 de la mañana, el intenso sol del valle comienza a calentar las piedras sobre las cuales llevamos tres horas recostados, es hora de partir. Las parejas de guacamayos comienzan también su retirada, van en busca de árboles y sombra donde descansarán durante las horas más calientes del día mientras toman una silenciosa siesta, hasta regresar de nuevo a sus sitios de dormidero: los inaccesibles cañones del río Mizque.





LA DEFORESTACIÓN QUE ACABA EN TU PLATO CONTINÚA

Un estudio denuncia que persiste la tala de árboles para producir soja para multinacionales alimentarias

El País de España (www.elpais.com)
                                                                                                
En febrero, la organización ecologista Mighty publicó un informe sobre la relación entre la producción de soja y la deforestación masiva en la cuenca del Amazonas. Tras desvelar que gigantes de la alimentación como las estadounidenses Cargill y Bunge compraban soja producida a costa de talar árboles en Brasil y Bolivia, las compañías se comprometieron a controlar mejor las prácticas de sus proveedores. Ahora, tras comprobar vía satélite la evolución en los últimos meses de algunas de las 28 plantaciones investigadas, Mighty señala que la merma de los bosques amazónicos para abrir paso al cultivo de soja continúa en algunas de las explotaciones que quedaron retratadas.
Utilizando la tecnología de imágenes de Planet Lab, los autores del nuevo informe han visto que se han talado al menos 60 kilómetros cuadrados más de cubierta forestal —el equivalente a una décima parte de la ciudad de Madrid—, y que hay preparativos para despejar otros 120 de forma inminente.
Compañías como Cargill y Bunge utilizan gran parte de esa soja para alimentar a vacas y otros animales, que acaban convertidos en productos cárnicos o lácteos. Los granos proceden, por ejemplo, de terrenos como los de la imagen, a una hora de San José (Bolivia). Allí se han talado 10 kilómetros cuadrados más desde la anterior pubicación, y Cargill confirmó que era uno de sus proveedores. Por eso la organización Mighty ha contactado con ambas empresas, además de con clientes suyos presentes en numerosos países como los supermercados Carrefour, Walmart o Tesco, compañías como Nestlé, Unilever o Kraft Heinz o establecimientos como McDonald’s, Burger King o Starbucks.
El estudio se felicita por la respuesta de la mayoría de estas firmas, que en su mayoría se han mostrado contrarias a formar parte de una cadena que contribuya a la pérdida de bosques y se han mostrado de acuerdo en que acabar con la deforestación requiere acciones por parte de to el sector. Las consultas con estos distribuidores y restauradores también muestran, según Mighty, que hay una “creciente demanda” en el sector para extender esta protección de los bosques a otras regiones sojeras de América Latina. “Reconocen que hacerlo es asumible [menos de un millón de euros al año en monitoreo, según los autores del informe] y necesario para mantener la confianza de los consumidores”, destaca el estudio.
La que no sale tan bien parada es Cargill. “Sus acciones contradicen enormemente los millones de dólares que están gastando en campañas publicitarias sobre lo mucho que les importa el medio ambiente”, critican desde Mighty. Pero se felicitan porque, dicen, ya no es posible vender una imagen respetuosa y luego hacer lo contrario. “El monitoreo por satélite y la relación cada vez mayor entre las comunidades forestales y diferentes actores internacionales, así como la tecnología para rastrear la cadena de suministro posibilita identificar los casos de deforestación y apropiación de tierras casi en tiempo real”.
Pese a los avances en muchos lugares del mundo, la pérdida de cobertura forestal sigue siendo la tendencia dominante a nivel global. Los bosques del mundo han mermado un 3% (se han perdido unos 130 millones de hectáreas) en los últimos 25 años. Lo ha hecho, eso sí, a un ritmo mucho menor: la tasa neta de pérdida de árboles ha pasado de siete millones de hectáreas anuales a tres millones en ese periodo, según el informe Estado de los bosques del mundo de la FAO. La urbanización y la destrucción de bosque para usos industriales, agrícolas o acuícolas son algunas de las principales causas de deforestación.





GAS NATURAL: ¿CUÁL ES LA ESTRATEGIA DE CHILE?

El país vecino ha dado pasos clave para la explotación de gas en el sur del país.  Proyectan poner en marcha una central eléctrica con el combustible.

El Comercio de Perú (www.elcomercio.pe)
                                                                                           
Chile daría sorpresas en el mercado energético. El país ha dado pasos clave para su explotación de gas natural en la región de Magallanes (en el estrecho homónimo), registrando incipientes volúmenes del combustible, revirtiendo la tendencia que lo ubicada como no productor en la región. 
Así lo expresó Javier Díaz, gerente, analista y consultor en energía de S&P Global Plats en el foro “Políticas y tendencias mundial que afectan al comercio energético de Sudamérica”, organizado hoy en Lima por la firma.
En junio pasado la Empresa Nacional de Petróleos de Chile firmó un contrato con la firma estadounidense ConocoPhillips para la explotación de gas no convencional en la cuenca, informó entonces la prensa chilena.
La estrategia marca así cambio de estrategia para el país vecino, importador neto del combustible hasta ahora, y uno de los más perjudicados tras la ampliación del canal de Panamá, debido a la reorientación de los flujos de gas hacia nuevos mercados, en un contexto de sobreoferta global, destacó. 
En efecto, se espera que la demanda chilena de gas aumente una vez que entre en operación - se espera en 2019 - la Central Eléctrica El Campesino, que generaría 640 MW. El proyecto está en suspenso puesto que existen retrasos en la obtención de permisos ambientales de funcionamiento, informó. Esta situación, observó, no permite por ahora prever cuál será la demanda de gas del país vecino a futuro ni si habrá retrasos en las importaciones de gas hacia ese país. 
ATRACTIVO SUDAMERICANO
En la misma presentación, Díaz observó el atractivo que generan estos países de la región.
BRASIL
En 2013 se alcanzaron niveles récord de importación de gas natural, usado para impulsar la generación eléctrica. En ese sentido, señaló que el combustible permitió paliar el impacto de la sequía registrada el año pasado. No obstante, se espera que el país carioca consolide su apuesta por las energías renovables en desmedro del gas.
ARGENTINA
Se ha observado un mayor uso de fuel oil en lugar de gas para las refinerías. Indicó que en el yacimiento de gas no convencional Vaca Muerta, el mayor de la región en reservas, se está extrayendo sobre todo tight gas y no shale gas. Pese a los recientes incentivos tributarios orientados a impulsar la producción del combustible, el reto del país es desarrollar infraestructura que permita transportarlo hacia las zonas de consumo, dijo.
BOLIVIA
Es el principal proveedor de gas de Brasil y Argentina, pero el sistema de incentivos implementados por el gobierno “aun no da los frutos esperados” y los empresarios productores advierten aún restricciones del 15% en su rentabilidad, explicó Díaz. Dijo que aunque exportan gas, la demanda doméstica tiende a seguir creciendo.
COLOMBIA
El Fenómeno del Niño afectó la producción de hidroenergía, lo que llevó al país a complementar la operación de las centrales con gas natural. También se usó fuel oil, carbón y diésel. Apuntó que pese a que los volúmenes de gas eran superiores de la demanda antes de 2015, lo que les permitió exportar a Venezuela, actualmente se observa una caída en la disponibilidad local del recurso. Ante ello, han optado por invertir en una planta de desgasificación en Cartagena que tomó su primera carga en noviembre de 2016.
URUGUAY
El gobierno planea desarrollar una planta de desgasificación flotante para añadir gas natural al mix de generación y suplementarla con una planta de ciclo combinado de 500 MW. Cuando esta planta se empezó a desarrollar se preveía que en 2016 llegase a 900 MW y el resto sería complementada con Gas natural. Pero la capacidad instalada de energía renovable sobre todo eléctrico ha crecido a 1.500 MW, por lo que no hay necesidad de usar gas natural, lo que motiva la búsqueda de nuevos suscriptores al suministro como los gobiernos de Argentina y Brasil. Dijo que la empresa Shell también estaría interesada.





EL GOBIERNO DE ECUADOR DENUNCIA A UN PERIODISTA POR UN TUIT

El Ejecutivo acusa a Luis Eduardo Vivanco de intentar “confundir a la ciudadanía al atribuir responsabilidad al Gobierno en hechos de corrupción"

El País de España (www.internacional.elpais.com)
                                                            
El periodista Luis Eduardo Vivanco, editor del diario La Hora, declaró este jueves ante la Fiscalía de Ecuador por una denuncia que el Ministerio del Interior presentó en abril por un tuit. El Ejecutivo de Rafael Correa acusa a Vivanco de intentar “confundir a la ciudadanía atribuyendo responsabilidad al Gobierno Nacional en hechos de corrupción” después de que el periodista publicara una imagen de decenas de fajos de billetes incautados en una operación contra el narcotráfico con el mensaje: “Sobre estos colchones descansa la revolución”. 
Con una trayectoria de más de 10 años en el oficio, Vivanco fue llamado este jueves por la Fiscalía para rendir su versión dentro del proceso iniciado el pasado abril. Vivanco se presentó a declarar mientras en las calles aledañas decenas de periodistas lo apoyaban con gritos y carteles que mostraban frases como: “Por la libertad de expresión”, “Hago mío este tuit” y “Fuerza, Luis Eduardo”.
La oficina jurídica del ministerio asegura que el mensaje del periodista, que cuenta con casi 30.000 seguidores en la red social, además de buscar la confusión de los ecuatorianos, intenta “deslegitimar [el] más elevado deber cumplido” del Gobierno.
El tuit hace referencia a una operación de las autoridades contra el narcotráfico en la que encontraron 12 millones de dólares ocultos debajo del suelo de varias viviendas y capturaron a tres policías. A este mensaje en Twitter, que suma alrededor de 2.000 retuits, se añade otro en el que Vivanco cita un tuit de un usuario sobre la misma imagen (“Es gracias a este dinero que la economía no ha colapsado aún más”) y agrega: “¿El narco sostiene la dolarización?”.
La investigación puede durar entre seis meses y un año, y el delito que se pretende probar es el de “intimidación”. Mariana Yépez, abogada del periodista, asegura que este delito no se ajusta a los hechos y considera prematuro hablar de sanciones en este caso. “Como rótulo le han puesto ‘intimidación’, pero no está claro el delito y mucho menos la sanción. La Fiscalía solo tiene la opinión y una pregunta del periodista”, señala la letrada.
Vivanco explica que sus comentarios en la red social “partieron de una noticia pública, sobre la cual hubo 1.000 comentarios”, y concluye que hay una persecución en su contra. “La situación busca principalmente intimidarme a mí y al resto de periodistas para evitar que sean críticos en redes sociales”, asegura. Ante la pregunta de si se autocensurará durante la investigación de la Fiscalía, Vivanco responde: “Me parecería una traición a la gente que me respalda. Yo seguiré igual porque no he cometido ningún delito”.
Ataque a los reporteros
Para Juana López, directora adjunta de La Hora, la investigación de Vivanco es “una muestra más del amedrentamiento del Gobierno contra la prensa en el país”. Esta presión, según López, se ha ejercido sobre “determinados periodistas que son contrarios a la idea política del Gobierno”. El periódico, que tiene una edición nacional y varias regionales, fue el primer medio de comunicación enjuiciado por el presidente Correa —que entregará el poder a su sucesor, Lenín Moreno, el próximo miércoles— por un editorial de 2007 que cuestionaba el papel de los diputados que dieron paso a la Asamblea Constituyente propuesta por el mandatario en ese entonces. Después de este primer asalto, que ganó el periódico, el medio ha enfrentado alrededor de una decena de procesos legales, la mayoría bajo la Ley de Comunicación que está vigente desde hace tres años.
La Superintendencia de la Comunicación, que es el brazo sancionador de la ley, ha iniciado casi 900 procesos en este periodo. El monto recaudado por estas medidas asciende a 630.000 dólares. Los medios privados han llevado la peor parte.

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