Van a hacer
cincuenta años de una efeméride particular y curiosamente convocante, del día
en que al hermano de mi padre lo hirieron e hicieron prisionero en la selva
boliviana, pesando la mitad de su peso
habitual, extenuado en el más completo sentido de la palabra, desencantado en
el más profundo significado del término, desaseado, hambriento,
sediento, sin fuerzas y abandonado de la forma más intensa, mediante la
traición más pulcra en el túnel de la oscuridad y el último dolor; y a la vez en el del alivio del final, el fin de
la búsqueda compulsiva, obsesiva incesante, de su ejecución, timado por el mundo comunista por el que
había dado y dejado todo.
Hoy, ya para
celebrar su vida, su muerte o el púlpito de cada memorioso, se prepara una
parafernalia similar a la de los años nuevos, a las de las navidades que
detesto, y los correligionarios corren a ver quien llega más lejos en el
guevarismo de la era del sofá, como quien pone el arbolito y el pesebre más
grandes, ambos para recordar a dos
hombres que sus acólitos dejaron sangrando en la cruz.
Los mártires
sólo pueden ser enfrentados al enemigo. Los héroes, vivos y en casa, son un
peligro para el Sultán.
Durante los años que empleé en alejarme de las sombras del mito de mi
tío, he podido abordar sus escritos, sus opiniones, sus cartas,
y en esta época de descanso de los secretos o tal vez de su conservación a
merced de la ficción de encontrar todo en las redes, también pude acceder a
documentos perdidos años atrás, discursos, reflexiones, entrevistas. Y para mi
sorpresa reconstruí la figura del hermano de mi padre con los elementos que me
proporciona el conocimiento y de relleno con los que me donó la deducción, el
análisis de sus actos conociendo a la familia, los rasgos compartidos, los
diferenciados, las filias y las fobias, sus probables hastíos, ilusiones y
decepciones, aunque al cabo, igual que a todos, se me escapa la explicación a
esa determinación con la que "parecía querer comerse el mundo", como
decía Chichina Ferreyra, su novia de juventud, y que lo llevó a ponerse el
mundo por montera y pasar por encima de las preocupaciones cotidianas, de la
vida en tamaño pequeño, del agobio de los minutos, la huida de los lazos
afectivos, la abulia por las conquistas ya consumadas sea con las mujeres, con
los proyectos, las carreras, los deportes, los aprendizajes, para
situarse entonces en el casi imperceptible intersticio donde se gestan los cambios
de dimensiones, de eras.
Recorrió
tantos "Ernestos", tantos "Ches" en treinta y nueve años,
como es imposible concebir, aún siendo de su tiempo, de su familia,
polifacético y proclive al testeo de experiencias, lejos de disfrutar la
capacidad para abordar terrenos contiguos agónicamente, le producen agobio,
fatiga, rugidos en los bronquios.
Me acerqué, a
mi ritmo y con mis ópticas criticas, a la percepción silenciosa, íntima,
relajada de la energía emanada por el
hombre que había detrás de todo ese inmenso aparataje de barnices e intereses
de un gran poder disfrazado de contracultura, que en la medida que
transcurre el tiempo ha crecido exponencialmente y que hoy refulge en neón,
reverdece en macetas regadas de abono químico mimadas por jardineros urgidos por
vender sus frutos el próximo fin de semana en el mercadillo del siglo, con
motivo del cincuentenario de su
asesinato, de su ejecución, de su desaparición en combate o de su
ajusticiamiento, según el punto de vista, pero en todo caso de su muerte física
y del comienzo del mito del revolucionario por excelencia.
Durante largo
tiempo intenté comprender qué habría llevado a Ernesto a sentir la necesidad
constante de modificar las cosas, de participar del destino, y me preguntaba a
partir de que instante comenzó a sentir la pulsión de la batalla, de la
pólvora, del enfrentamiento, de la cercanía a la muerte, qué imagen femenina,
qué mujer aparecía en cada huida hacia adelante y cual en cada conquista, de
aquel hombre que amaba la poesía, la literatura, la filosofía, que había ido sensibilizándose con la pobreza
de América e iba encontrando esa grieta para convertirse en el Condotiero del
siglo XX, según sus propias palabras.
A lo largo de
estos meses desde que falleció Fidel, con el emperador muerto pude imaginar la
charla de ambos en el más allá, y del más acá pude comparar las enormes diferencias como personajes
históricos, como pretendientes comunistas, como hombres frente a su palabra de
honor, frente a su coherencia, a sus propios lemas y promesas, y
sobre todo a la entrega de sus vidas a sus ideales o a la erótica y la
comodidad del poder absoluto.
Me bastaba
con sólo reparar en el hecho de que uno hubiese muerto en la selva boliviana
abandonado por comunistas de Bolivia, por la URSS y por el líder máximo de
Cuba, y que el otro fuese ese líder máximo de Cuba que vivió hasta los noventa
años dilapidando hasta el último penique el capital de respeto que alguna
vez en su juventud, maniobras y manipulaciones mediante, pudo haber ganado.
Uno, el que
murió joven, incapaz de mentir incluso en declaraciones tan políticamente
incorrectas y poco proselitistas como cuando en las Naciones Unidas dijo:
"Hemos fusilado, estamos fusilando y seguiremos fusilando",
o como cuando arengó a sus soldados en Bolivia diciéndoles "casi
todos saldremos muertos de esta contienda, quien quiera abandonar este es el
momento", frente al otro, que terminó sus días aterrorizado por la muerte
y que manejaba como nadie la seducción, cuando prometía que se instauraría la
Constitución de 1940 o cuando juraba en
inglés "nosotros no somos comunistas y nunca lo seremos" y todos le
creían y lo seguían.
El Che, con
su honestidad en vida, conseguía que de una tropa de cien al final le quedasen
diez; Fidel, con sus usos demagogos y maquiavélicos, lograba agregar millones a
un grupo inicial de cien. Sin embargo luego, desde las tinieblas, desde el día
de su muerte, el Che empezó a sumar millones de seguidores de no se sabe bien
qué filosofía en concreto, pero acólitos al fin y al cabo, simpatizantes o militantes
de ideología marxista, trotskistas, maoístas, anarquistas, peronistas, gente
sin ideología política, lúmpenes, marginales, incomprendidos, perdedores
estoicos, ganadores crucificados; en cambio Fidel se convirtió en la nada más
triste, no es símbolo siquiera de sí mismo, había cansado tanto ya a quienes
intentaban no ver sus incoherencias que no hubo manera de usarlo ni siquiera
para adornar una camiseta.
Hace
relativamente poco, encontré dos documentos audio visuales que apoyaron aún más
estas observaciones. Dos entrevistas grabadas para la televisión norteamericana
hechas en el año 1964, una al Che cuando era Ministro de Industrias y le faltaba poco
para cambiar el rumbo de su proa, y otra a
Fidel. Ambas hechas por la misma entrevistadora, Lisa Howard, una periodista, actriz, activista, mujer de armas
tomar, firme, enérgica, de esas que derriban muros preestablecidos por
la misoginia y el machismo universal.
Ambas
entrevistas son una joya en sí mismas, por la seguridad de la entrevistadora,
que se siente en ambiente y en todo momento pugna con las personalidades de sus
entrevistados por no dejar que la testosterona marque el ritmo y el rumbo, por
el carácter de los entrevistados y por el interés, más que de sus
respuestas -habida cuenta que el tiempo concede contados perdones-, sí de
sus modales y de sus improntas.
La entrevista
del Che deja ver la pausa, la tranquilidad
y la seguridad con que responde a cada pregunta, la complicidad es
evidente, la cámara brindando primeros planos con los gestos, las
sonrisas y las pausas familiares de los Guevara de estilo De Niro, dejan ver un hombre que de todas formas iba a
morir joven, el mundo de los cargos directivos no soporta la franqueza.
En la de Guarapo (Fidel) -hoy a la
distancia queda claro que era un engatusador, de las pocas cosas que se pueden
rescatar es que se atrevía a manipular
a todos y a todo para su lucimiento personal, pero a la vez que puede
parecer seductor, también decepciona al más castrista de los castristas la
miseria de semejante poquedad.
Este es en
todo caso mi homenaje de ceremonial en
esta vuelta número cincuenta del nacimiento de un símbolo para muchos de
lucha, de entrega a la utopía revolucionaria, y para otros de extrema dureza e
inflexibilidad, pero para todos, de una coherencia y claridad meridianas.
El mundo de
los símbolos y los significantes necesitaba al Che más muerto que vivo. Pero en
noviembre pasado cuando pudo hablar con Guarapo, seguramente le dijo,
con su sonrisa sarcástica: "Después de todo, yo sigo vivo". Infobae de Argentina (www.infobae.com)
EL CHE EN BOLIVIA: DE ENEMIGO A HÉROE
Evo Morales encabeza el homenaje boliviano al Che y para
ello pasará la noche en una tienda, junto con ministros y cientos de seguidores
El País de España (www.elpais.com)
El
presidente Evo Morales encabeza el homenaje boliviano a El Che y para ello no
duda en pasar la noche en una tienda, junto con ministros y cientos de
seguidores, en Villamontes, el pueblo donde el guerrillero estuvo enterrado
durante casi tres décadas y el más cercano al lugar donde el ejército lo ejecutó hace este lunes 50
años. Evo es devoto del “símbolo barbado” de la lucha contra el
“imperialismo estadounidense”, que constituye la convicción más profunda del
líder boliviano.
Por eso
apenas asumió el poder en 2006, Morales elevó a Ernesto Guevara al panteón de
héroes nacionales, sacándolo del estatus de “enemigo” o al menos de “curiosidad
de la Guerra Fría” que tenía en el pasado. El que asciende es un Che más humanista que marxista: el
hombre consecuente que dio su vida por los pobres, antes que el teórico y
ejecutor de una forma muy violenta de llegar al poder.
En los
años 60 y 70, cualquier vinculación con el “partido armado” que dejó el Che en
el país, el Ejército de Liberación Nacional, podía significar la prisión e
incluso la muerte.
Desde
1982 las cosas fueron cambiando: la mayoría de los militantes guevaristas abandonó la lucha armada
y participó en el primer gobierno democrático, que era de izquierda. Después,
mientras algunos de ellos se “perdían en el neoliberalismo”, otros terminaban
en el Movimiento al Socialismo de Morales. Antonio Peredo, hermano de “Inti”,
el principal luchador boliviano en la guerrilla del Che, y de “Chato”, líder en
1970 de una segunda y desastrosa experiencia guerrillera, acompañó a Evo como
su candidato a vicepresidente en 2002.
En un país
en que la lucha en torno a los símbolos tiene gran importancia política, el
presidente llevó al Palacio de Gobierno un cuadro con la típica imagen del Che representada con hojas
de coca, la planta que Morales cultivaba cuando era campesino; obligó a las
tropas a incorporar entre sus gritos de combate el “Victoria o muerte,
venceremos” guevarista; instituyó un homenaje oficial anual en su memoria; financió
congresos y publicaciones sobre el pensamiento del revolucionario
argentino-cubano y no ha dudado ahora en llamar públicamente a las Fuerzas
Armadas a participar en las celebraciones del quincuagésimo aniversario de la
muerte más famosa de la historia boliviana, a lo que estas se han resistido
calladamente.
Antes de
Evo Morales, los militares bolivianos consideraban su victoria contra la
“subversión” guevarista uno de los momentos brillantes de su historia, aunque
durante el periodo democrático no pudieron evitar que se cuestionara esta
valoración, en especial por el asesinato de Guevara y de otros guerrilleros que
ya se habían rendido.
Los anteriores presidentes democráticos prefirieron no participar en este
debate potencialmente explosivo, mientras que el de hoy sostiene que
el combate a la guerrilla -y sus crímenes- fue exclusiva responsabilidad de
Estados Unidos, y la participación de los militares bolivianos, el error
obsecuente del presidente de entonces, René Barrientos, un aviador con fuertes
vínculos con Washington. “La historia es contundente. CIA persiguió, torturó y
asesinó al Che Guevara. Las FF AA actuaron sometidas a EE UU por decisión de
Barrientos”, tuiteó hace poco Morales.
El
presidente tiene una excelente relación con las Fuerzas Armadas en todos los
campos, pero ni su fuerte influencia ha podido sustituir las viejas
convicciones de los uniformados sobre lo que les correspondía hacer en 1967,
cuando un grupo de bolivianos y, sobre todo, de extranjeros, se declaró en
rebeldía. Mientras que los comandantes han mantenido absoluto silencio sobre el
aniversario, centros cívico-militares han organizado reconocimientos (misas,
marchas, murales alusivos) a los veteranos que combatieron al Che, a los cuales
se ha sumado una parte de la oposición al Gobierno. “Como en 1967, algunos
agentes del imperialismo buscan poner a las FF AA contra el pueblo. El Che
luchó para liberar al pueblo y CIA lo mató”, dijo al respecto Morales en otro
tuit.
La actuación del Che medio siglo atrás no hizo mella en el país,
excepto porque radicalizó a la juventud de la época, algunos de cuyos mejores
elementos se inmolaron en pos del socialismo. Fue cuando la izquierda se abocó
a la lucha democrática, una década después, cuando esta hizo su mayor
contribución histórica y preparó las condiciones de sus éxitos posteriores. Sin
embargo, la relación entre la izquierda boliviana y la democracia nunca ha
dejado de ser conflictiva, como muestra la constante apelación de esta
corriente a un mito que, eternamente, carga un fusil.
A 50 AÑOS DE SU MUERTE: EL DÍA EN EL QUE FIDEL TRAICIONÓ
AL "CHE"
Contexto de Argentina (www.contextotucuman.com)
“Otras
tierras del mundo reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos. Nada legal me
ata a Cuba”. Esas fueron algunas de las palabras de despedida que Ernesto “Che”
Guevara le escribió a comienzos de 1965 a Fidel Castro, antes de partir el 19
de abril rumbo a la fallida expedición guerrillera en la República Democrática
del Congo, bajo la identidad falsa de Ramón Benítez.
No era una
misiva cualquiera, era un testamento político: el líder cubano sólo podía
leerla si el argentino perdía la vida en las selvas africanas, como una suerte
de pasaporte diplomático para absolver a la Isla de represalias
internacionales.
Pero Fidel
sacó el as de espadas antes de tiempo, cuando recibió la información de que el
foco guerrillero de 120 cubanos liderados por el “Che” sorteaba ya con
dificultad la resistencia congoleña.
“Hago formal
renuncia de mis cargos en la dirección del partido, de mi puesto de ministro,
de mi grado de comandante, de mi condición de cubano”, leyó Castro el tres de
octubre de ese mismo año durante el Primer Congreso del Partido Comunista
Cubano, sólo 167 días después de la partida del argentino.
Las noticias
de la traición tardaron poco tiempo en cruzar el Atlántico. “El ‘Che’ comenzó a
dar patadas a la radio, mientras gritaba: ‘Miren a dónde lleva el culto a la
personalidad’. Fue al encuentro de su muerte sabiendo que lo habían
traicionado”, recordó Daniel Alarcón Ramírez, más conocido como “Benigno”, uno
de los cubanos que combatieron en el Congo y luego lo acompañaría en Bolivia.
La derrota
llegó pocos días después y dejó desamparado al revolucionario latinoamericano.
“No hubo un solo rasgo de grandeza en esta retirada”, fue una de sus últimas
anotaciones en África. Sabía que no podía regresar a Cuba y mucho menos viajar
a la Argentina, donde por entonces Arturo Illia ejercía la presidencia, con
quien se había encontrado sólo cuatro años antes en Punta del Este, en el marco
de la reunión de la OEA.
Estuvo
exiliado durante cinco semanas en la embajada cubana en Tanzania y luego partió
a Praga, capital de la República Checa, país en el que permaneció cinco meses
hasta establecer su próxima ruta revolucionaria. En comunicación con Fidel, el
“Che” comenzó allí a orquestar su desembarco en la campaña guerrillera que le
costaría la vida: el operativo Bolivia.
“Cuando el
Che fracasa en Congo y se va a Praga, medita y plantea hacer la revolución en
la Argentina, pero Fidel le dice que ahí no puede hacerse. Luego quiere hacerla
en Perú, y le repite lo mismo. Y le inventan el espejismo de Bolivia”,
reconoció el escritor cubano, Alberto Müller.
Volvió el 21
de julio de 1966 a Cuba. En secreto y de encubierto, el “Che” regresó de
madrugada, con su cabeza rapada, sin barba y unos lentes que pretendían ocultar
uno de los rostros más conocidos de la Revolución. Se reunió con Castro y el
grupo de compañeros que lo acompañarían al país en el que por entonces
gobernaba el conservador René Barrientos Ortuño.
Nadie en la
Isla sabía que el argentino, que había renunciado a su nacionalidad cubana,
había regresado. Ni siquiera sus cinco hijos, de quienes se despidió el dos de
noviembre de ese año. “No sabíamos que era él, nos dijeron que era el tío
Ramón. Y me acuerdo que me sorprendía mucho las demostraciones tan afectuosas
de un hombre al que no habíamos visto nunca”, recordó años después su hija
menor, Celia, quien en ese momento tenía sólo tres años.
“Queridos
Hildita, Aleidita, Camilo, Celia y Ernesto: si alguna vez tienen que leer esta
carta, será porque ya no esté entre ustedes. Casi no se acordarán de mí y los
más chiquititos no recordarán nada. Su padre ha sido un hombre que actúa como
piensa y, seguro, ha sido leal a sus convicciones”, fue el primer párrafo de la
carta de despedida que les dejó.
En la misma,
el “Che” los instó a crecer como “buenos revolucionarios”. “Estudien mucho para
poder dominar la técnica que permite dominar la naturaleza. Acuérdense que la
revolución es lo importante y que cada uno de nosotros, solo, no vale nada.
Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia
cometida contra cualquiera, en cualquier parte del mundo. Es la cualidad
más linda de un revolucionario. Hasta siempre hijitos, espero verlos todavía.
Un beso grandote y un gran abrazo de papá”.
Ninguno de
los cinco herederos de Guevara volvería a saber de su papá. El desembarco en
Bolivia fue catastrófico y, pese a diez meses de luchas en la selva, no logró la
aceptación del campesinado.
En su
diario, el argentino se quejó en varias de sus páginas que había perdido
contacto con Manila, el hombre que le había asignado Fidel como nexo con las
fuerzas revolucionarias bolivianas. La ausencia había sido orden de Castro,
quien lo envió a Francia y dejó a las tropas del “Che” incomunicadas y sin
apoyo.
Su final
llegó el 9 de octubre de 1967, cuando cae herido de una bala en su pierna
izquierda en el combate de la Quebrada del Churo. Fue trasladado como
prisionero de guerra a La Higuera y permaneció un día detenido en una escuela
rural. “Ese cartel está mal escrito”, cuentan que le criticó a la maestra
local. “Las mayúsculas nunca llevan acento”, sumó indignado, pese a que sabía
que era sólo cuestión de horas hasta que le dieran el remate final.
La bala del
del soldado boliviano Mario Terán Salazar le puso fin a la vida del “Che”,
quien en sólo ocho meses iba a cumplir 40 años. Un día después, su cuerpo fue
trasladado en helicóptero a la ciudad de Vallegrande, en donde fue expuesto en
el lavadero de un hospital. Horas después, le cortaron sus manos como “prueba
de muerte” y su cadáver permaneció treinta años desaparecido.
De Sierra
Maestra al Gobierno Revolucionario
La traición
no lo sorprendió. Si bien las diferencias con Castro comenzaron aquel 30 de
noviembre de 1956 en el que desembarcaron juntos del pequeño yate Granma en
Santiago de Cuba, la victoria de la Revolución, que tuvo lugar 25 semanas
después, no hizo más que profundizar sus posturas políticas.
Aquel
primero de enero de 1959, cuando los “barbudos” tomaron La Habana y derrotaron
después de dos años y un mes a las tropas del presidente de facto cubano
Fulgencio Batista, la postura política que debía tomar el nuevo Gobierno
dividió las aguas dentro de sus líderes. Atrás quedaban los años de unión y
lucha en Sierra Maestra: ahora debían marcar una posición de cara al pueblo y
al mundo, que esperaban expectante su definición política.
“La
Revolución empieza ahora y no será una tarea fácil. La Revolución será una
empresa dura y llena de peligros. Sobre todo, en esta etapa inicial”, reconoció
esa misma tarde el líder cubano en el histórico discurso que dio en el Parque
Céspedes de la ciudad de Santiago. Y, aunque habló de un nuevo gobierno más
equitativo, nunca calificó a la Revolución de comunista. ¿El motivo? La cúpula
guerrillera no estaba en su mayoría a favor de una definición radical, que sí
defendían tanto el “Che”, como su amigo, Camilo Cienfuegos.
La visita de
Fidel a Washington y su definición: “No somos comunistas”
El 15 de
abril de ese mismo año, sólo 105 después de la victoria militar, Fidel desembarcó
en Estados Unidos, el país que más había apoyado a las tropas de Batista.
Fueron doce días de una cargada agenda: visitó el monumento a Abraham Lincoln,
se reunió con el entonces vicepresidente Richard Nixon, se hospedó en el
Hilton, visitó la ONU y hasta dio una entrevista en un arcaico inglés a la NBC.
“Toda esta
campaña falsa de comunistas. El Gobierno Revolucionario no es comunista. Es una
campaña falsa, canallesca, que ni nos preocupa, ni nos asusta. El pueblo de
Cuba sabe que el Gobierno no es comunista”, reveló en medio de una de sus
conferencias. Luego, en televisión, sumó: “No soy comunista, no estoy de
acuerdo con el comunismo. Y la prueba es la libertad de prensa en Cuba”.
Las
declaraciones enardecieron al ala más dura del Gobierno. Por entonces, el “Che”
trabajaba junto a seis revolucionarios en el proyecto que daría lugar a la
reforma agraria en el país. Faltarían dos años más para que Castro reconociera
el carácter socialista de la revolución, después del bombardeo a tres
aeropuertos militares en manos de exiliados cubanos apoyados por el gobierno
estadounidense. “Eso es lo que no pueden perdonarnos, que estemos ahí, en sus
narices, y que hayamos hecho una revolución socialista en las propias narices
de los Estados Unidos”, sentenció durante el sepelio de las víctimas.
Cienfuegos
había muerto dos años antes en un extraño accidente aéreo y, tras su muerte, el
“Che” perdió a uno de sus principales aliados en el Gobierno. Sus críticas
hacia los rusos, principales aliados de la revolución, y su cercanía con el
gobierno maoista, volvieron a dejar en jaque el vínculo con Castro.
El punto de
inflexión entre los líderes revolucionarios fue el discurso que Guevara dio en
1965 durante la conferencia Afroasiática en Argelia. En la misma, cuestionó el
“accionar imperialista” de la Unión Soviética, a quien acusó de atar a la
revolución en beneficio de su macro economía. Las palabras no pasaron
inadvertidas en Moscú: la KGB lo puso de inmediato en su lista de perseguidos y
fue Fidel quien le recriminó en su regreso a Cuba su avanzado “trotskismo”.
“Los
soviéticos consideraban a Guevara una personalidad peligrosa para sus
estrategia imperialista y Fidel se plegó por razones de estado, visto que la
supervivencia de Cuba dependía de las ayudas de Moscú. Y eliminó a un compañero
de lucha molesta. El Che era el líder más amado del pueblo”, denunció Alarcón
Ramírez, ex compañero del argentino en Bolivia.
Pasaron sólo
dos semanas desde sus enérgicas críticas hacia los rusos y su llegada al Congo.
Ese fue, dicen, el primer desaire de Castro hacia uno de los revolucionarios
más visibles de su revolución.
EL FRACASO DE LAS GUERRILLAS EN LATINOAMÉRICA
Excepto en Cuba y Nicaragua, no lograron alcanzar el
poder para instalar el comunismo
AM de México (www.am.com.mx)
Fidel Castro Ruz y el Movimiento 26 de Julio (M-26-7), en Cuba en 1959,
y Daniel Ortega Saavedra y el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN),
en Nicaragua en 1979, son los únicos insurgentes e insurgencias
latinoamericanas que llegaron al poder por la vía armada, tras una mortal
guerra de guerrillas comunistas o izquierdistas contra las dictaduras
derechistas —la cubana de Fulgencio Batista y la nicaragüense de Anastasio
Somoza— y con una casual distancia histórica de 20 años.
Inspiradas en el triunfo de la revolución cubana el 1 de enero de 1959,
al menos 52 guerrillas surgieron en América Latina y el Caribe, como la que el
guerrillero cubano-argentino Ernesto Che Guevara de La Serna encabezó en 1966 y
1967 en Bolivia y en la que pereció hace 50 años, y algunas con otros nombres y
que luego se fusionaron con fuerzas paralelas.
Con
excepción del FSLN, fundado en 1961 y precedido por otros focos guerrilleros
nicaragüenses, ninguno logró el poder al vencer en un conflicto bélico.
Castro
convirtió desde 1960 a Cuba en base de la expansión guerrillera comunista
hemisférica y transformó a la revolución cubana en el principal enemigo militar
e ideológico de Estados Unidos en América, aunque en 1997 admitió que se cerró
la opción de alcanzar el poder por la ruta militar. Sin contemplaciones y en el
fragor de la Guerra Fría por el choque global comunismo versus anticomunismo
entre los bloques comandados por Wa-shington y Moscú, EU respondió con fuerza a
la amenaza contagiosa de La Habana y de la entonces Unión Soviética
(desintegrada en 1991), y desplegó su capacidad bélica y política, buscó aislar
a Cuba, apuntaló a las dictaduras militares derechistas y a los gobiernos
civiles en riesgo y desató oleadas indiscriminadas de represión e impunidad.
“Era muy
difícil que las guerrillas consiguieran triunfos militares”, dijo el
historiador costarricense Vladimir de la Cruz, ex profesor de Historia en las
estatales universidades Nacional y de Costa Rica y ex embajador de esta nación
en Venezuela. “Las guerrillas tenían escasa capacidad militar contra
ejércitos institucionalizados desde la Independencia, algunos muy bien
estructurados y con grandes centros de capacitación y gran desarrollo regional.
Las guerrillas eran grupos pequeños que tenían que combatir contra esas fuerzas
y debían crear un apoyo de las masas”, explicó, en entrevista con EL UNIVERSAL.
“Casi ninguna guerrilla pudo combinar esa acción militar con acciones de masas
y políticas paralelas. Fracasaron desde el punto de vista militar, como una táctica
con posibilidad de gobierno que sólo fue posible en Cuba y en Nicaragua”,
adujo.
En muchos
países, como en Cuba y en Nicaragua, los partidos comunistas se dividieron
entre rechazar o apoyar la opción militar. En coincidencia, Cuba y Nicaragua están entre los países más
cuestionados en América por su controversial historial democrático.
Presidentes. Aparte de
Castro y de Ortega, cuatro ex guerrilleros comunistas llegaron a ser
presidentes, como la brasileña Dilma Rousseff de 2011 a 2016, el uruguayo José
Mujica Cordano de 2010 a 2015, el salvadoreño Salvador Sánchez Cerén de 2014 a
2018 y el cubano Raúl Castro Ruz desde 2006. Ninguno ganó la presidencia con
las armas. Rousseff, Mujica y Sánchez vencieron en elecciones presidenciales y
Castro recibió el mando en 2006 por herencia de su hermano mayor, fallecido el
25 de noviembre de 2016.
El M-26-7
tampoco fue la primera guerrilla del área aunque su victoria, tras una guerra
que inició en el oriente cubano en diciembre de 1956, estimuló la rebeldía
continental y el surgimiento de movimientos armados de liberación nacional
prochinos, maoístas, prosoviéticos, cheguevaristas y todos procastristas. El recuento se sustentó en una investigación de EL
UNIVERSAL basada en documentos históricos militares y políticos y
recopilaciones bibliográficas sobre las guerrillas regionales.
Vencidos. Después de 1959, la
posibilidad de emular el modelo cubano pareció viable en la zona y numerosos
combatientes abrazaron la lucha revolucionaria comunista. Con la exclusión de
los sandinistas, todos salieron derrotados, fueron disueltos, pactaron la paz
con sus rivales, mutaron a partidos políticos legales o permanecen
semiclandestinos por tener deudas con la justicia, como el Frente Patriótico
Manuel Rodríguez (FPMR), de Chile, que se alzó en armas en ese país de 1986 a
1999 contra la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Un caso
similar es el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), de México, que
emergió en 1994 con una guerra y que, al igual que pequeñas organizaciones
guerrilleras mexicanas, como el Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente
(ERPI), surgido en 1997 como división del Ejército Popular Revolucionario
(ERP), de 1996, supuestamente todavía están movilizados. En ese rango están en México las Fuerzas Armadas
Revolucionarias del Pueblo (nacidas en el año 2000) o el Comando Jaramillista
Morelense 23 de Mayo y sus aliados de la Tendencia Democrática
Revolucionaria–Ejército del Pueblo (TDR-EP), aparecidos en 1996.
Uno de los
principales precedentes en México es el Partido de los Pobres (PdlP), que operó
en Guerrero de 1967 a 1974 al mando de Lucio Cabañas Barrientos, caído en 1974.
La lista se completa con otros nombres de grupos como
el Ejército Villista Revolucionario del Pueblo (EVRP), escisión de 1999 del EPR.
La Liga Comunista 23 de Septiembre operó de 1973 a 1983 en 22 estados
mexicanos.
Radiografía. De unas 53
organizaciones guerrilleras en América Latina y el Caribe relevantes o
minúsculas surgidas desde 1956, incluido el M-26-7, la distribución por país es
así: nueve de México, seis de Brasil, cinco de Argentina, cuatro de Perú,
cuatro de Chile, seis de Colombia, cuatro de Guatemala, cuatro de El Salvador,
dos de Bolivia, y uno de cada uno de Venezuela, Nicaragua, Honduras, República
Dominicana, Puerto Rico, Cuba, Paraguay, Uruguay y Ecuador.
Numerosas
organizaciones surgieron antes o después de 1960. Nombres como Montoneros de Argentina, Tupamaros de Uruguay, Macheteros
de Puerto Rico, Sendero Luminoso de Perú o Alfaro Vive Carajo! de Ecuador,
marcaron la violencia insurgente en los decenios de 1960, 1970 y 1980. En el
listado está el Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Bolivia o Guerrilla de
Ñancahuazú, en la que el Che Guevara pereció hace medio siglo.
“FUE DURO DAR LA ORDEN DE ELIMINAR AL CHE”
Félix Rodríguez, el agente de la CIA que participó en la
captura de Guevara, afirma que EE UU lo quería vivo para interrogarlo. Él le
comunicó que lo ejecutarían: "Mejor así", respondió el guerrillero
El País de España (www.elpais.com)
El agente
cubano de la CIA que participó en la captura del Che Guevara en Bolivia,
Félix Rodríguez, nos recibe a sus 76 años en su casa de Miami rodeado de
recuerdos de su carrera de soldado de la Guerra Fría. Pistolas, puñales,
granadas y fotografías suyas con presidentes de EE UU y espías que ya no
existen. La productora española Scenic Rights prepara un documental sobre su
vida. Veterano de Vietnam e involucrado en la contrainsurgencia en
Centroamérica, Rodríguez asegura que la CIA quería vivo al guerrillero para
interrogarlo, pero el Gobierno de Bolivia ordenó su ejecución. "Traté de
salvarlo sin éxito", afirma, aunque considera a Ernesto Guevara de la
Serna "un asesino". Al lado, en una mesilla, tiene una vieja pistola
Star de fabricación española. "Cuidado si la coge, está cargada. Yo
siempre tengo algo a mano, por si acaso", dice el hombre que aparece
satisfecho a la derecha del Che en su última foto –astroso, en pie– antes de
ser ejecutado por un sargento boliviano.
–Esta es
la última imagen suya vivo.
–Sí
–responde–. La última que se le tiró antes de morir.
–En La
Higuera.
–Eso es.
En La Higuera.
–¿Quién
tomó la foto?
–Esa foto
la tomo el piloto del helicóptero, el mayor boliviano Jaime Niño de Guzmán.
–¿Quién
pide que se haga la foto y para qué?
Rodríguez
necesita meterse en detalles para responder a esa pregunta. Regresar en su memoria a Bolivia en el año 1967 y contar
aquello por lo menudo. "Déjame hacerte la historia", dice.
Durante
20 minutos, toma el hilo y lo extiende desde el momento en que lo avisan de la
caída de Guevara hasta que una cámara retrata su última mirada.
El
monólogo –abreviado– dice así:
"Nosotros
recibimos la información de la captura del Che el domingo 8 de octubre por la mañana. Se
había entrenado a un grupo de soldaditos jóvenes que hablaban el quechua, el
aymara y el guaraní para que fueran adelante del batallón a buscar inteligencia
e información en ropa de civil, porque así era más fácil hablar con el
campesinado. Y esta gente en ropa de civil regresa el siete por la noche,
sábado, y le da la información al capitán Gary Prado de que un campesino les
había enseñado un área que se llamaba la Quebrada del Yuro donde estaban
escondidos los guerrilleros; porque este campesino tenía una hortaliza cerquita
de ahí y los vio.
Entonces,
con esa información el capitán Gary Prado rodea la Quebrada del Yuro el siete
por la noche. Y el domingo ocho de octubre empieza a avanzar por la mañana y
ahí empieza el tiroteo. En esa operación el Che es herido en la pierna
izquierda, un balazo entre la rodilla y el tobillo, pero nada de peligrosidad.
Ahí mueren la mayor parte de los guerrilleros y mueren algunos soldados, y ahí es donde cae preso el Che Guevara, al que estaba
intentando ayudar a salir Simeón Cuba Sarabia, que usaba el nombre de Willy, un
guerrillero boliviano bajito, prietecito, con una barba enorme, una barba más
tupida yo creo que la de los propios cubanos, y ese no tenía un rasguño. Con
ese lo agarran. Y en el momento en que lo van a agarrar, me cuentan los
soldaditos, el Che les dice: "No tiren que yo soy el Che. Yo les valgo más
vivo que muerto". Y ahí se lo llevan y lo mandan para la escuelita de La
Higuera y lo ubican a él –mirando la escuelita de frente– en el salón de la
izquierda, y detrás de él, en el mismo cuartico, le ponen los cadáveres de dos
cubanos.
De ahí
entonces, ellos me mandan la información por la mañana en código, que decía:
"Papá cansado", lo que significaba que el líder de la guerrilla
estaba preso y vivo. Pero no sabíamos si "Papá" era el Che Guevara o
si era el Inti Peredo, que era el líder de la guerrilla por la parte boliviana.
Así que volamos al área de operaciones y ahí nos verificaron que "Papá
cansado" era el Che Guevara.
El
extranjero. No dijeron el Che, dijeron "el extranjero".
Esa noche
tuvimos una recepción en un hotelito de Vallegrande, con velas porque no había
electricidad, y yo saqué un par de botellas de scotch que había comprado
hacía tiempo para un evento como este, para celebrar. Eso era el domingo por la
noche, el día que cayó preso él.
Al día
siguiente, nueve de octubre, lunes, a las siete de la mañana despegamos en un
pequeño helicóptero pilotado por Niño de Guzmán. Aterrizamos al lado de la
escuelita donde estaba el Che preso y estaban esperándonos todos los oficiales
del batallón, entre ellos el teniente coronel Selich que tenía toda la
documentación suya. El Che usaba una cartera de cuero como las que cargan las
mujeres, ancha, color camello, y adentro tenía un libro grande que era un
diario con los meses escritos en alemán, del año 67, pero claro, escrito por él
en español. Tenía adentro una serie de fotografías de la familia, medicamentos
para el asma, unos libritos para mensajes en clave numérica de una sola vía,
que son imposibles de descifrar. Tenía unas libreticas negras de argollitas
escritas a máquina de escribir y firmadas por un tal Ariel, que eran los
mensajes que él recibía de Cuba. Aunque él no podía transmitirle a Cuba porque
Cuba le dio a propósito un transmisor roto, porque a él lo mandan allá para que
lo maten. Porque el Che era prochino y Cuba dependía de la URSS. O sea, los
soviéticos no tenían ningún interés en que el Che Guevara triunfara en Bolivia.
Lo dejaron solo, para que lo mataran ahí, definitivamente.
Así que
entramos a la escuelita y en una habitación estaba el Che tirado en el suelo,
amarrado de pies y manos abajo de una ventanita que había al lado de la puerta,
y atrás los dos cadáveres. El único que habló fue el coronel Centeno Anaya. Le
hacía preguntas pero el Che lo miraba y no contestaba nada. Ni le habló. Al
punto de que el coronel le dijo: "Óigame, usted es un extranjero, usted ha
invadido mi país. Lo menos que puede tener es la cortesía de contestar". Y
nada.
Entonces
de ahí yo le pido al coronel si me puede facilitar la documentación del Che
para fotografiarla para mi gobierno y le da orden al teniente coronel Selich de
que me la entregue. Se me entrega la cartera aquella de cuero y yo me voy a
trabajar con la documentación a otro lugar. Iba fotografiando el diario y
regresaba a hablar con el Che. Entraba y salía constantemente, desde la mañana
hasta la una de la tarde. Estando en eso suena el teléfono y uno de los
soldaditos me dice: "Mi capitán, una llamada". Voy hasta el teléfono
y me dan "órdenes superiores: 500–600". Era un código muy sencillo
que habíamos estipulado.
500 era
el Che Guevara.
600 muerto.
700,
manténgalo vivo.
Pido que
me repitan. Me vuelven a confirmar.
"Órdenes
del alto mando: 500–600".
Cuando
Centeno Anaya viene lo llamo a parte y le digo: "Mi coronel, han llegado
instrucciones de su gobierno de eliminar al prisionero. Las de mi gobierno son
tratar de salvarle la vida y tenemos helicópteros y aviones para llevarlo a
Panamá para un interrogatorio". Él responde: "Mira, Félix, son
órdenes del señor presidente y señor comandante de las Fuerzas Armadas".
Miró su reloj y me dijo: "Tienes hasta las dos de la tarde para
interrogarlo. Y a las dos de la tarde lo puedes ajusticiar de la forma que tú
quieras porque sabemos el daño que le ha hecho a tu patria. Pero yo quiero que
a las dos de la tarde tú me traigas el cadáver del Che Guevara". Yo le
respondí: "Mi coronel, he tratado de hacerle cambiar de idea, pero si no
hay una contraorden le doy mi palabra de hombre que yo le llevo el cadáver del
Che".
Más
tarde, estando hablando yo con el Che, viene el piloto Niño de Guzmán con una
cámara Pentax del jefe de Inteligencia. "Mi capitán, el mayor Saucedo
quiere una foto con el prisionero". Yo miro al Che y le digo:
"Comandante, ¿a usted le importa?". Y dijo: "No, a mí no".
Entonces caminamos. Él caminaba con dificultad por el balazo en la pierna
izquierda. Salimos de la escuelita y ahí fue cuando nos paramos a hacer la foto
esta. Yo le doy mi propia cámara al piloto y le digo al Che: "Comandante,
mire al pajarito". Empezó a reirse, porque es lo que decimos nosotros en
Cuba a los niños.
"Niño,
mira el pajarito".
Es más,
yo pensé que él se estaba riendo en el momento en que se tiró la foto. Pero,
obviamente, cambió para esta expresión de la cara que ves ahora. Yo vestía el
uniforme de tropas especiales de EE UU, pero sin insignia ninguna. Yo ahí tenía
26 años. Él 39. Parecía un pordiosero. Las ropas estaban raídas, sucias,
cochinas. No tenía botas, eran unos pedazos de cuero amarrados en los pies. El
pelo mugreño. Realmente, a veces yo estaba hablando con él y no le prestaba
atención a lo que me estaba diciendo, porque yo nunca lo había visto
personalmente pero me acordaba de las imágenes del Che cuando visitaba Moscú,
que estaba con los rusos, cuando visitaba Mao Zedong en Pekín. Aquel hombre
arrogante, con aquellos abrigos del carajo. Y ver a este hombre ahora como un
tipo que estaba pidiendo limosna. Daba pena".
–¿Cuál
fue para usted el mayor defecto y la mayor virtud del Che?
–Virtud
yo creo que no tenía ninguna. Lo que puedo decir es que el tipo era dedicado a
sus ideales, que obviamente estaban equivocados y fueron un desastre total. Y
que en los mismos entrenamientos me contó gente que entrenó con él que era muy
persistente. Estaba cansado, muerto y trataba de seguir adelante. No se rendía.
Pero, por otro lado, fue un asesino que disfrutaba matando gente y que estaba
lleno de odio hacia el enemigo. Una persona que mandó fusilar a miles de
cubanos.
–¿Su
captura fue el mayor logro de su carrera?
–Uno de
los principales, aunque es el que más ha salido a relucir.
–¿Hay
alguna operación que le duela recordar?
–Posiblemente
el episodio más duro fue precisamente cuando tuve que comunicar la orden, de
parte del Gobierno boliviano, de que eliminaran al Che. Aunque también pensé en
el desastre que causó en mi patria en su día que dejaran libre a Fidel Castro.
–¿Comunicó
la orden delante de Guevara?
–No, a mí
me la comunican y luego entro a la habitación, me paro delante de él y le digo:
"Comandante, lo siento, es una orden superior". Y él entendió
perfectamente lo que le estaba diciendo.
–¿Qué
dijo?
–"Es
mejor así. Yo nunca debí haber caído preso vivo". Entonces sacó la pipa y
me dijo: "Yo quiero entregarle esta pipa a un soldadito boliviano que se
portó bien conmigo". Me guardé la pipa y le pregunté: "¿Quiere algo
para su familia?". Y él me respondió, diría que de forma sarcástica:
"Bueno, si puedes dile a Fidel que prontó verá una revolución tiunfante en
América". Yo lo interpreto como si le hubiera dicho a Fidel: "Me
abandonaste, pero esto va a triunfar de todas maneras". Después cambió la
expresión y me dijo: "Si puedes, dile a mi señora que se case otra vez y
que trate de ser feliz". Esas fueron sus últimas palabras. Se acercó a mí,
nos dimos la mano, nos dimos un abrazo, dio unos pasos atrás y se paró fijo
pensando que era yo quien le iba a tirar.
–¿Qué
pasó con la pipa?
–Mira,
fue una de las cosas de las que sí me arrepiento. A la pipa yo le saqué la
picadura y la guardé. Inclusive en la culata de una de las pistolas que uso
tengo parte de la picadura de su última fumada, metida en un cristalito.
Después vino el sargento Mario Terán diciendo: "¡Mi capitán, yo quiero la
pipa! ¡Yo lo maté, yo me lo merezco!". Y yo, que por dentro no quería
tener que cumplir con un deseo suyo sabiendo todo lo que le había hecho a mi
patria, cogí la pipa y se la di al sargento: "Toma, para que te acuerdes
de tu hazaña" [dice con tono de rechazo]. Cogió la pipa, bajó la cabeza y
se fue.
–¿Qué fue
lo que más le llamó la atención al ver al Che?
–Ver a un
hombre tan destruido.
–¿Qué
sintió mientras hablaba con él?
–En ese
momento, honestamente, no tenía la percepción de lo que estaba ocurriendo, la
magnitud que tenía esa operación. Para mí era una operación más. Para mí el Che
Guevara no era la gran cosa, no era la figura que fabricó después Cuba.
–¿Le
sorprendió algo de lo que le dijo?
–Cada vez
que yo le hacía preguntas de interés táctico para nosotros me respondía:
"Usted sabe que yo no le puedo contestar eso". Por otro lado, hubo un
momento en que empezamos a hablar de la economía cubana, y él se puso a culpar
de todo al embargo americano. Y yo le dije: "Comandante, usted fue
presidente del Banco de la Nación y ni siquiera era economista". Entonces
él me contesta: "¿Tú sabes cómo llegué a presidente del Banco?". Y me
cuenta: "Un día entendí que Fidel estaba pidiendo un comunista dedicado y
levanté la mano. Pero estaba pidiendo un economista dedicado".
–¿Presenció
su ejecución?
–No. No
tenía ningún interés en ver eso. Me fui para otro lugar y me senté en un
banquito a unos cien metros a tomar notas. Oí una ráfaga corta e hice la
anotación: una y quince de la tarde. La hora exacta en que fue ejecutado.
LA EJECUCIÓN DEL CHE GUEVARA: SECRETOS, MENTIRAS Y TRAMAS
OCULTAS
Los reporteros bolivianos que dieron la primicia de la
muerte del Che y otras exclusivas relatan los pormenores de una cobertura
histórica y piden la apertura de los archivos.
El Mundo de España (www.elmundo.com.es)
Transcurrido
medio siglo, la aventura guerrillera de Ernesto Che Guevara en Bolivia presenta
todavía algunos agujeros negros que los historiadores no han podido descifrar. ¿Quién delató la presencia del Che en
Bolivia? ¿Cómo se fraguó su ejecución? ¿Murió a manos de un solo soldado?
¿Qué papel jugaron Cuba, Estados Unidos y la Unión Soviética? Interrogantes que
según los autores del libro La guerrilla que contamos, de reciente y celebrada
aparición en Bolivia, no se desvelarán hasta que todos los países involucrados
abran totalmente sus archivos secretos.
Empotrado
en el cuerpo de rangers que combatió a la guerrilla del Che Guevara, José Luis
Alcázar fue el periodista boliviano del diario Presencia que el 8 de
octubre de 1967 dio la primicia mundial de la captura del Che. Su colega Juan
Carlos Salazar fue el primero en llegar a la zona de conflicto, en marzo de
1967, y cubrió para la agencia local Fides y la alemana DPA la detención y el
juicio de Régis Debray y Ciro Bustos, miembros de la red subversiva guevarista.
Alcázar y Salazar, junto a Humberto Vacaflor, el reportero que reveló años más
tarde el robo de los diarios del Che, detallan en sus memorias algunas
claves y pormenores de aquel vertiginoso año en Bolivia.
"El
mito del Che sigue vigente porque hay temas que no están resueltos y así será
mientras permanezcan cerrados los archivos de Cuba, la ex URSS, algunos de la
CIA y los del Ejército boliviano. En este último caso, se están abriendo para
los amigos del Gobierno de Evo Morales. Queremos que esos archivos se abran a
todos los investigadores. Todavía hoy lo que pasó con el Che es un secreto
de Estado", explica Salazar en una charla con EL MUNDO en un céntrico
hotel de Santa Cruz de la Sierra, capital del departamento donde se alzó la
guerrilla a finales de 1966.
Enviado
por el periódico Presencia, el más importante de la época en Bolivia, Alcázar
fue el único reportero que estuvo presente en las operaciones militares
contrainsurgentes. Su intención era entrevistar al Che en plena selva, como
hiciera 10 años antes el estadounidense Herbert Matthews en la Sierra Maestra
con Fidel Castro.
Alcázar
no vio cumplido su deseo pero logró otra exclusiva. Gracias a su estrecha
relación con los militares, consiguió la primicia sobre la captura del Che.
Y descubrió también antes que nadie la farsa montada por el régimen del general
René Barrientos sobre la supuesta muerte en combate de Guevara. Alcázar tocó el
cadáver del Che en la lavandería del hospital de Vallegrande y notó que
todavía estaba tibio. Tras entrevistarse con varios de los soldados que lo
custodiaron en La Higuera, concluyó que fueron tres (y no uno solo, el
suboficial Mario Terán, como sostiene la versión más extendida) los
militares que dispararon contra el Che Guevara.
El
subteniente Carlos Pérez le habría dado el tiro mortal en la zona del corazón
tras la ráfaga descargada por Terán con una carabina M2. Y otro soldado le
daría un tiro de gracia en el cuello. Según Alcázar, "no hay un relato
único porque las fuerzas armadas aún a esta altura no han revelado
oficialmente cómo ejecutaron al Che". Su periódico no quiso publicar
la historia, ni tampoco el editor francés François Masparo (amigo de Debray),
con el que se puso en contacto. Fue una reportera francesa, la bella Michelle
Ray, quien logró seducir a Barrientos y arrancarle una confesión que publicó en
exclusiva en la revista Paris Match en diciembre de 1967.
Tanto
Alcázar como Salazar coinciden en que la aventura guerrillera del Che en
Bolivia fue un "fracaso", similar al que había sufrido
previamente en el Congo. "Era obvio que en Bolivia no se daban las
condiciones. Él vio ya en 1953 los 'rostros impenetrables' de los campesinos. Y
luego le pasa lo mismo en Ñancahuazú (donde establece su campamento), una
zona de campesinos con los que nunca llega a establecer una relación. No
consiguió ni un voluntario", cuenta Salazar.
Para
Alcázar, el Che demostró una "profunda ignorancia" sobre la
realidad política y social de Bolivia. "No sólo fue un fracaso como
estratega político sino también como estratega militar". Alcázar, que
desarrollaría su carrera en la agencia IPS, sostiene la tesis, mantenida por
algunos historiadores, de que en realidad el Che sólo quería utilizar
Bolivia como una plataforma para crear una escuela de guerrilleros, una
columna madre desde la que se ramificarían oleadas de milicianos hacia otros
territorios, como Perú o Argentina. Y él comandaría el frente en su país de
origen. "Evidentemente, fue otro error estratégico", subraya el
reportero. "Menospreció los apoyos nacionales, entre ellos el del Partido
Comunista, vital para la aventura. A Bolivia sólo la consideró como
retaguardia para formar guerrilleros, subestimando al gobierno y al ejército".
Otro de
los misterios que todavía no ha sido aclarados es quién delató la presencia del
Che en Bolivia. Guevara entró clandestinamente en el país en noviembre de
1966. La red de inteligencia cubana ya había contactado con el Partido
Comunista de Bolivia y el comandante se adentró enseguida en la selva con medio
centenar de combatientes cubanos y bolivianos.
En marzo
de 1967 se produce el primer choque armado entre la guerrilla de Ñancahuazú y
el ejército. Varias deserciones entre los rebeldes pusieron en alerta al
gobierno de Barrientos pero los pasos de Guevara ya habían sido seguidos
por varias agencias de inteligencia. En su momento se culpó a Debray y a Bustos
de delatar al Che tras su detención en abril de 1967 pero lo cierto es que sólo
confirmaron algo que los militares ya sabían. Según Salazar, ya en
diciembre de 1966 el gobierno boliviano fue informado por el agregado soviético
en Bonn de la presencia del Che.
La teoría
más aceptada responsabiliza al entonces presidente Barrientos de la muerte del
guerrillero. El gobierno militar ya estaba en el punto de mira de la opinión
pública internacional por el juicio contra el intelectual francés Régis Debray
y le aterraba la imagen de un Guevara entre rejas esperando sentencia.
"Saludos a papá" y "Fernando 700" fueron los códigos que,
según los biógrafos del Che, manejaron los militares para transmitir la
orden de ejecución. Ambos significaban lo mismo: Matar a Guevara.
EEUU
ofreció ayuda militar a Barrientos a principios de marzo de 1967, antes del
primer choque armado. "Además, los comunistas bolivianos, que habían
entrenado gente suya en Cuba, también habían hablado ya de la formación de
una guerrilla con el Che a la cabeza", apunta Salazar.
Tampoco
hay consenso sobre la participación la CIA en la ejecución del Che. "Hay
evidencias de que EEUU no quería que lo mataran; ellos sabían que iba a ser un
mártir. A mí me contó después el general Juan José Torres (jefe del Estado
Mayor en 1967) que la decisión fue de Barrientos", sostiene Salazar.
El escritor mexicano Paco Ignacio Taibo II, autor de una biografía sobre el
Che, llega a la misma conclusión.
Para los
investigadores cubanos, sin embargo, Washington sí jugó un papel relevante
en la muerte de Guevara. Alcázar prefiere no elucubrar sobre la autonomía
del gobierno boliviano respecto de sus socios estadounidenses y remite a las
investigaciones del coronel Diego Martínez, que tuvo acceso a archivos del
ejército según los cuales Barrientos no habría atendido las llamadas del
embajador estadounidense durante la tarde del 8 de octubre, cuando reunido con
el general Torres y el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Alfredo
Ovando, el presidente boliviano habría tomado la dramática decisión:
"Saludos a papá".
A 50 AÑOS DE LA MUERTE DEL CHE GUEVARA: EL ENTIERRO EN
UN AEROPUERTO, UN PACTO DE SILENCIO POR EL TROFEO DE GUERRA Y EL REGRESO A CUBA
Misterios y curiosidades que envuelven la figura del
guerrillero
La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
El destino
del cuerpo de Ernesto Guevara fue un
misterio durante 28 años. En el medio, hubo una trama que incluyo un pacto de
silencio del ejército boliviano para conservarlo como un trofeo de guerra, un
militar que rompió ese acuerdo inesperadamente y la negociación de Fidel Castro para
repatriar los restos del guerrillero a Cuba.
Las
autoridades de Bolivia sembraron la semilla de la confusión desde el comienzo.
Tras confirmarse la muerte de Ernesto Guevara el 9 de octubre de 1967, hubo dos
versiones sobre el destino de sus restos.
Tres días
después de la muerte, Alfredo Ovando Candia, comandante jefe de las fuerzas
armadas bolivianas, le dijo a la agencia AP: "La inhumación se ha
efectuado". Pero jamás aclaró el lugar. Y ante la consulta sobre un
posible traslado a la Argentina, repitió: "No es asunto nuestro, ya lo
hemos enterrado".
Es que por
entonces, Roberto Guevara, hermano del Che, se encontraba en Bolivia. Reclamaba
que le permitieran ver el cuerpo para hacer el reconocimiento.
Guevara, que
en el viaje estuvo acompañado por los periodistas Samuel Gelblung y Antonio Legarreta,
y por el camarógrafo Francisco Tonero, de Canal 13, volvió al país el 14 de
octubre. En el aeródromo de San Justo, explicó que estuvo en Santa Cruz de la
Sierra, que pidió autorización para ir a Vallegrade, y que cuando la consiguió,
el coronel Zenteno Anaya le dijo que el viaje podía ser inútil, porque al
llegar el cuerpo ya podría haber sido incinerado.
Finalmente
en Vallegrande lo recibió el general Juan José Torres, que le anunció que el
cuerpo había sido exhumado e incinerado. "Le hice notar que la tradición
católica impedía la cremación de los muertos, respondiéndome el coronel que en
Bolivia había libertad de culto", dijo Guevara. También reclamó las
cenizas, pero sólo le ofrecieron fichas dactiloscópicas de su hermano.
Ese mismo
día, en Bolivia, se conoció un comunicado del presidente René Barrientos:
"En el caso del señor Guevara, lo último que hará mi gobierno es realizar
una prueba dactilar con el dedo amputado que se pondrá a disposición de los
peritos argentinos".
Eso fue
todo. El tiempo pasó y el misterio se acrecentó.
Los hechos
de aquellos días intentaron ser reconstruidos una y otra vez por los
periodistas, pero los rastros se agotaban en el hospital Señor de Malta, en
Vallegrande. Allí, Susana Osinaga, una enfermera contó que le ordenaron limpiar
el cadáver y luego le pusieron un pijama. Eso ocurrió en la noche del 10 de
octubre, luego de que el ejército le permitiera a los periodistas observar el
cuerpo, sacar fotos y hasta tomar huellas digitales. "Pueden cotejarlas de
la manera que crean conveniente", les dijo Ovando Candia a los cronistas.
En la madrugada del 11, el ejército se llevó el cuerpo de allí.
Una
revelación inesperada en una noche de alcohol
Aunque
muchos en Bolivia daban por cierta la versión sobre el entierro en el aeropuerto
de Vallegrande, no fue hasta el 21 de noviembre de 1995 que fue confirmada de
boca de uno de los protagonistas de aquellos hechos. En una entrevista con el
periódico The New York Times, el general retirado Mario Vargas Salinas, le
confesó al periodista John Lee Anderson que presenció el momento en el que el
cuerpo fue enterrado junto a la pista del aeropuerto de Vallegrande.
Inmediatamente,
el presidente boliviano Gonzalo Sánchez de Lozada, ordenó que comience la
búsqueda. Públicamente, aclaró: "Vamos a buscar sus restos, pero Bolivia
sólo negociará el tema con los familiares de los desaparecidos. No habrá
relación con el gobierno cubano".
A los
militares bolivianos les cayó muy mal la revelación de Vargas Salinas. Entre
los periodistas argentinos que cubrieron la noticia del hallazgo de los restos
en Vallegrande, les hicieron conocer la versión de que el hombre se había
vuelto alcohólico, y que sólo así el periodista pudo sacarle la confesión.
Es más,
Vargas Salinas intentó, en un primer momento, desmentir sus dichos. Pero
Anderson tenía la entrevista grabada.
Las primeras
excavaciones se realizaron entre diciembre de 1995 y enero de 1996. Pero los
intentos fueron infructuosos, porque Vargas Salinas no pudo precisar con
exactitud el lugar. El trabajo se suspendió.
Y el
misterio pareció reavivarse cuando en julio de 1996, el general retirado Gary
Prado, que participó de la captura del Che, reiteró que el cadáver había sido
incinerado y sus cenizas esparcidas al viento.
Y
definitivamente la búsqueda estuvo a punto de quedar trunca cuando en abril de
1997 una ordenanza municipal declaró "patriomino histórico de Vallegrande
los lugares y restos de la guerrilla". Sin embargo, la decisión política
estaba tomada a nivel nacional, y tras dos meses de interrupción en los
trabajos, el gobierno boliviano anuló la ordenanza.
El 28 de
junio de 1997, el forense cubano Jorge Gonzáles, a cargo de la búsqueda, ordenó
detener la máquina excavadora tras escuchar el estallido de un hueso a unos dos
metros y medio de profundidad. La larga espera pareció llegar a su final.
Pero no
faltó el drama. La limpieza del lugar y el cuidado de los forenses para retirar
los restos iba a demandar de mucho trabajo. El mandato de Sánchez de Lozada
concluía un mes después. Entonces empezaron a circular versiones que indicaban
que el presidente electo, Hugo Banzer, estaba dispuesto a detener la búsqueda.
Hubo pedidos para acelerar los trabajos. Pero el mismo Banzer confirmó unos
días después que no iba a entorpecer la investigación.
Siete cuerpos
fueron recuperados. Además del Che, en la fosa común estaban los cubanos
Aniceto Reynada, René Martínez y Alberto Fernández; los bolivianos Willy Cuba y
Simón Antúnez, y el peruano Juan Pablo Chang.
En los días
previos al traslado definitivo de los restos a Cuba, otra vez se encendieron
los temores y las polémicas. Informes de inteligencia advirtieron al gobierno
boliviano: grupos paramilitares intentarían secuestrar los restos del Che. En
Bolivia, todo el operativo causó una gran controversia y mucho revuelo. Hasta
John Anderson, el periodista que consiguió la declaración que permitió
esclarecer el misterio, llegó a Vallegrande el 3 de julio, para completar la
historia.
Algunos
militares bolivianos sintieron que se estaba rindiendo un homenaje a Guevara.
Gary Prado se quejó: "Hay una invasión foránea y se glorifica a los
guerrilleros. Es un insulto a todos nosotros y a los que perdieron la vida en
aquellos combates", dijo.
Mientras
tanto, Banzer trataba de calmar un clima interno tenso: "No podemos considerarlos
como un botín de guerra. Estos restos deben ser trasladados al país de origen
para que le brinden los honores que allí crean correspondientes".
La lectura
política de la situación fue interpretada como un acuerdo entre Bolivia y Cuba
para sacar provecho de ambas partes. El embajador boliviano en La Habana,
Franklin Anaya, coordinó con Fidel Castro que la entrega se realizaría a través
de los familiares y no entre gobiernos, en un intento de quitarle el tinte
político al asunto. Cuba puso a disposición equipo para la investigación y el
avión para repatriar los restos.
Por un lado,
Sánchez Lozada, volvió a conseguir la atención internacional durante los
últimos meses de su gobierno. Según los diarios de la época, las
investigaciones le demandaron al estado boliviano un costo de cuatro millones
de dólares.
La prensa
internacional señaló que el asunto fue utilizado por Fidel Castro para dar
nuevos bríos a la revolución, con un pueblo golpeado por la crisis, agravada
por tratarse de los primeros años tras la caída de la ex Unión Soviética y la
pérdida del respaldo del bloque comunista.
El 12 de
julio de 1997, el ataúd de Guevara fue exhibido públicamente en La Habana;
cinco días después, fue el tema principal en el Festival Internacional de la
juventud y de los estaudiantes. Finalmente, el 17 de octubre, Castro dio un
discurso durante la inhumación en el Monumento al Che en Santa Clara, que se
convirtió en un mausoleo. El líder cubano recordó a su amigo, lo despidió con
los honores militares, aunque también llamó a la multitud a luchar y resistir
por el bloqueo comercial que sufría la isla. Luego se dispararon 21 cañonazos.
Fidel Castro, su hermano Raúl y los familiares del Che, depositaron los restos
en el mausoleo.
DE ERNESTO AL CHE, UNA VIDA DE VALORES Y DE REVOLUCIÓN
Se cumple medio siglo de la muerte de uno de los
mayores íconos latinoamericanos. Su figura sigue siendo tan polémica como en
los años 70.
Crónica de Argentina (www.cronica.com.ar)
Amado u
odiado. La figura de Ernesto “Che” Guevara es una de las más
controvertidas de la moderna historia latinoamericana. Pero es, también, una de
las más trascendentes, por lo que rompió todas las fronteras y atravesó el
mundo entero. Antes de ser el Che, cuando era Ernesto o Ernestito, el
revolucionario pasó su infancia y parte de su adolescencia en Alta Gracia,
Córdoba, donde se instaló un museo en su honor.
La casa
en la que vivió Guevara es visitada desde hace más de 15 años por innumerable
cantidad de personas, argentinos, latinoamericanos y también del resto del
mundo. “Salen todos conmovidos”, afirmó una de las guías del Museo del
Che, Miriam Baigorria, quien destacó que, a 50 años de su partida, “el
Che no ha muerto”.
La
esencia del museo, le contó a Crónica, es resaltar los “valores”
de Guevara. “Uno de los más importantes es que fue consecuente con lo que
pensaba. Tenía sus ideales, era un idealista que vivió como habló”, dijo y
agregó que “era sumamente solidario, porque la guerrilla que llevaba a cabo
la hizo en función de darle una oportunidad a los más desprotegidos de
Latinoamérica”.
“Era una persona sumamente dada, su vida pasaba por la entrega sin nada a
cambio”, continuó Baigorria, antes de asegurar que “honestidad
y sinceridad” eran dos de los principales valores del Che. Por todo eso, aseguró
que todos en el museo tienen en este aniversario “sensaciones muy fuertes”.
“Hay mucha expectativa, mucho recuerdo, mucho para seguir contando. Aquí
vienen buscando al guerrillero, pero el museo brinda actividades que tienen que
ver con los valores, el Che no era solamente un guerrillero”, expresó.
Un día especial
Para esta
jornada tan particular, el Museo del Che preparó una serie de actividades
vinculadas con la vida de quien también fuera médico. Espectáculos artísticos,
charlas y debates son solamente algunos de los tantos momentos que se podrán
disfrutar, además de las tradicionales “fotografías y réplicas de originales
de las distintas etapas de la vida del Che, desde su infancia hasta su muerte”.
De esta
manera, el país tendrá la posibilidad de recorrer la vida de este ícono del
Siglo XX, sin importar su ideología, porque en el museo, todos, “hasta
quienes no tienen el pensamiento político del Che, llegan con una idea, pero
salen conmovidos". Para conocer más de los comienzos de Ernesto
Guevara se recomienda mirar la película Diario de Motocicileta, en donde
relatan el viaje bisagra del revolucionario por Sudamérica.
LA HISTORIA DE LA IMAGEN MÁS FAMOSA DEL CHE
El fotógrafo Korda, que realizó varias tomas del momento
inmortalizado, admite que “Fue un instante de suerte”.
Noticias de Gipuzkoa de España
(www.noticiasdegipuzkoa.com
Estricto
como era, quizá a Ernesto Che Guevara no le habría gustado que su fotografía,
tomada en un acto solemne, se haya convertido en una de las imágenes más reconocibles
del mundo, con infinitas interpretaciones dentro de la cultura pop y originales
vendidos por miles de dólares.
Ni
siquiera la cruda visión del cubano-argentino -de cuya muerte se cumplen hoy 50
años- sin vida, vejado y mostrado como un trofeo tras su caída en Bolivia, ha
podido ganar en difusión y carga emotiva al poderoso primer plano con la boina
militar de la estrella y mirada perdida, titulada Guerrillero Heroico por su
autor, el fotógrafo cubano Korda.
Procedente
del mundo de la moda, Alberto Díaz Korda cubría para el desaparecido diario
Revolución el acto de despedida al centenar de víctimas de la explosión de La
Coubre, un barco llegado desde Bélgica a La Habana con armas y municiones para
la entonces naciente Revolución Cubana, cuyos dirigentes calificaron el suceso
de “sabotaje”. Korda contó que le tomó “un minuto y medio”, porque el Che, que
se encontraba detrás de Fidel Castro y otros dirigentes en la improvisada
tribuna, solo salió un instante y pronto volvió “a perderse en el fondo de la
tarima”.
un golpe
de suerte Al fotógrafo le impresionó la mirada del guerrillero, entonces de 31
años, llena de “pura ira por las muertes ocurridas el día anterior”, dijo
luego. Fue “un instante de suerte”, confesó Korda, que hizo una toma horizontal
y otra vertical, pero desechó la segunda porque sobresalía una cabeza detrás
del hombro de Guevara.
De ese
acto, celebrado el 5 de marzo de 1960 en la esquina habanera de 23 y 12, quedó
la frase de Fidel Castro: “Patria o muerte” y la no menos simbólica fotografía
del Che, que rivaliza en fama con imágenes de culto como la de Marilyn Monroe
con la falda levantada y la Mona Lisa de Leonardo Da Vinci.
Sin
embargo, la que está considerada como la fotografía más reproducida del siglo
XX, no fue escogida por Revolución, germen del actual diario Granma, para su
edición del día siguiente. La foto permaneció colgada en el estudio de Korda y
no fue hasta 1967, tras la muerte del Che en Bolivia, cuando el editor italiano
Giangiacomo Feltrinelli adquirió los derechos para publicar El Diario del Che
en Bolivia y utilizó la imagen en un cartel que vendió dos millones de copias
en seis meses.
En Cuba
es difícil caminar sin ver la sempiterna imagen, comercializada como mercancía
turística y reproducida a gran escala en la Plaza de la Revolución, donde el
expresidente de EEUU, Barack Obama insistió en tomarse una foto con el
“Guerrillero Heroico” de fondo, durante su histórica visita a La Habana en
2016.
Convencido
comunista, Korda nunca exigió derechos de autor. Uno de los escasos originales
de la famosa fotografía fue subastado en 2013 en Viena por más de 9.000 euros y
el año pasado el hijo menor de Korda, Dante, vendió por 18.000 euros la cámara
Leica con la que el artista tomó Guerillero Heroico y documentó los primeros
años de la revolución.
LA ACCIDENTADA RELACIÓN DEL “CHE” GUEVARA CON EL CINE
A 50 años de la muerte del Che Guevara, revisamos las
películas que ha inspirado el mítico guerrillero argentino.
El Periódico de España (www.elperiodico.com.gt)
Apenas
dos años después de que el Che Guevara cayera abatido en Bolivia, el actor
egipcio Omar Sharif se puso en 1969 en la piel del guerrillero argentino en
Ché!, del director estadounidense Richard Fleischer, que venía de dirigir
películas como la taquillera producción de Disney 20.000 leguas de viaje
submarino. Jack Palance, por su parte, hizo de Fidel Castro. Con los años, el
galán de Doctor Zhivago lamentaría haber participado de lo que describió como
una “película enteramente manipulada por la CIA” que solo buscaba agradar “a
los cubanos de Miami”.
El Che es latino pero no habla español
Varios
actores hispanoamericanos interpretaron al Che, pero pasaría bastante tiempo
hasta que uno de los principales líderes de la Revolución cubana pudiera hablar
en la gran pantalla en español. En la producción italiana de 1969 Bloody Che
Contra, de Paolo Heusch, el Che del español Paco Rabal hablaba italiano. En
1996 se estrenó Evita, de Alan Parker, basada en el famoso musical de Broadway.
Los peronistas argentinos estaban tan indignados con que un icono sexual como
Madonna interpretara a Eva Perón que nadie se escandalizó demasiado con que el
Che de esta versión, interpretado por el español Antonio Banderas, cantara y
bailara como un artista de vodevil (y en inglés). La figura del guerrillero
funcionaba más bien como narrador y tenía poco y nada de biográfica. De hecho,
Ernesto Guevara y Evita jamás se conocieron. También hablaron en inglés los
Ches a los que dieron vida el mexicano Gael García Bernal en el telefilm Fidel,
de David Attwood, en 2002, y el del español Eduardo Noriega en Che Guevara, del
estadounidense Josh Evans.
Miradas argentinas
En 1997,
un año después de estrenar Eva Perón y en el 30 aniversario de la muerte del
Che, el argentino Juan Carlos Desanzo, quien se confesaba admirador del
guerrillero, estrenó Hasta la victoria siempre, con Alfredo Vasco en el papel
del mítico líder. Al igual que en el caso de Eva Perón, el guion de esta
coproducción argentino-cubana iba a estar a cargo del filósofo y escritor José
Pablo Feinmann y reflexionaba sobre la violencia política, pero finalmente
quedó en manos de Martín Salinas, quien brindó una imagen elogiosa y sin
fisuras del Che. Ese mismo año, el también argentino Aníbal Di Salvo estrenó El
Che. Ninguna de las producciones tuvo demasiado eco en Argentina.
Un “Che” joven y en motocicleta
En 2004,
Gael García Bernal volvió a ponerse en la piel del Che con Diarios de
motocicleta, del brasileño Walter Salles (2004). El film, basado en las Notas
de viaje de Guevara y Con el Che por Sudamérica, de su amigo Alberto Granado
(Rodrigo de la Serna en el film) recreaba el viaje iniciático en motocicleta
del joven argentino por América Latina, en el que viviría por primera vez y de
primera mano las injusticias del continente que forjarían su espíritu
revolucionario. Coproducción entre Brasil, Estados Unidos, Inglaterra,
Argentina y Chile, entre otros países, ganó el Oscar a la mejor canción por Al
otro lado del río, del uruguayo Jorge Drexler.
Un “Che” aclamado por la crítica
El director
estadounidense Steven Soderbergh (Ocean’s Eleven) acometió la difícil empresa
de hacer desde el corazón de Hollywood una película sobre el Che que no fuera
calificada de tendenciosa y se ganara el respeto de la crítica y los
historiadores. Y lo logró. El puertorriqueño Benicio del Toro asumió el papel
del guerrillero en las dos partes del film, Che: El argentino y Che: Guerrilla,
de más de dos horas cada una. El Che de Del Toro habló español, así como todos
los cubanos que aparecían en la película, lo que le dio la verosimilitud que le
había faltado a todas las películas anteriores.
Sin
embargo, la figura del Che sigue suscitando curiosidad, incluso en el Lejano
Oriente: el director japonés Junji Sakamoto estrenará este año la producción
nipona Ernesto, un homenaje a Freddy Maymura, un guerrillero boliviano de
origen japonés que combatió junto al Che en Bolivia.
En Vallegrande, el presidente Morales recorrió los
caminos por los que pasó Guevara hace 50 años
EVO ENCABEZA EL HOMENAJE AL CHE EN BOLIVIA
“Hace 50 o 60 años la lucha era muy distinta: era con
armas, con balas. Ahora la lucha es con la conciencia y con el voto”, dijo
Morales. Estaban presentes las hijas e hijos de Guevara y dos guerrilleros
sobrevivientes, entre otros invitados.
Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)
Hoy
concluyen los actos desarrollados en los últimos días para conmemorar el
asesinato de Ernesto Che Guevara en La Higuera, una comunidad campesina perdida
en los valles cruceños, cuyas 14 casas periódicamente salen del olvido para
recibir a miles de visitantes de todo el mundo. Desde ayer, el maestro de
ceremonias es el presidente Evo Morales, que incluso armó su carpa junto a la
de quienes llegaron hasta Vallegrande, el poblado más cercano a La Higuera.
Hoy, a 50 años de la muerte del Che, Morales encabezará la marcha de los
pueblos por las calles vallegrandinas y dará el discurso de cierre de este
encuentro, que tiene entre sus participantes a los cuatro hijos del guerrillero
argentino-cubano, a un hermano y a varios funcionarios de la isla caribeña.
El
helicóptero del presidente Morales aterrizó ayer, llenando de polvo y pasto a
las mil personas –bolivianas y extranjeras– que esperaban su llegada. Al
instante se unió al grupo que recorría los caminos comunales por donde hacía
justamente 50 años, el 8 de octubre de 1967, Ernesto Guevara y el puñado de
guerrilleros que le quedaban fueron finalmente atrapados por el Ejército, luego
de una desgastante persecución de meses a través de estos montes bajos y secos.
Para lograr su objetivo, el gobierno militar de aquellos años tuvo la ayuda
determinante del gobierno de Estados Unidos, a través de la CIA.
Morales
siguió el recorrido del Che y sus últimos 17 soldados en la quebrada del Churo,
donde se enfrentaron con los 60 hombres liderados por el capitán Gary Prado
Salmón. Tres guerrilleros murieron en combate, cinco lograron escapar y los
demás fueron tomados como prisioneros. Desde ahí caminaron dos horas hasta
llegar a La Higuera, en cuya escuela terminó la vida del líder comunista.
“Estamos
en otros tiempos, en tiempos de la liberación democrática. Hace 50 o 60 años la
lucha era muy distinta: era con armas, con balas. Ahora la lucha es con la
conciencia y con el voto. Son revoluciones democráticas”, dijo el presidente al
canal estatal Bolivia TV. Y agregó: “Esa lucha sigue y seguirá mientras existan
el capitalismo y el imperialismo”.
“Ya no
son tiempos de imperios. Estos son tiempos de justicia, de igualdad, Ahí
tenemos profundas diferencias con el sistema capitalista, que es de lujo, es de
lucro, y que mercantiliza los servicios básicos”, sostuvo Morales mientras
caminaba hacia La Higuera.
En el
escuela donde Guevara fue ejecutado por el sargento Mario Terán, el presidente
Morales depositó una ofrenda floral. Eran parte de la comitiva el
vicepresidente cubano, Ramiro Valdés, y las hijas e hijos del Che: Aleida,
Celia, Camilo y Ernesto.
También
llegaron hasta La Higuera y Vallegrande, en el departamento de Santa Cruz de la
Sierra, dos sobrevivientes de la guerrilla del Che: los cubanos Harry Villegas
Tamayo (alias Pombo) y Leonardo Tamayo Núñez (alias Urbano).
“Nosotros
vinimos a ayudar a un grupo de jóvenes progresistas que querían una Bolivia
distinta, una Bolivia más equitativa”, dijo Pombo, quien por primera vez
regresa al país desde 1967.
“Podrán
imaginarse la emoción y lo que representa desde el punto de vista humano volver
a estos lugares en los que dimos algo de nuestras propias vidas. Imagínense,
estar otra vez donde tuve que correr tanto, en donde tuve que pelear, donde
tuve que matar y en donde tuve que luchar para vivir”, dijo el viejo
guerrillero, quien también combatió junto al Che en el Congo.
En La
Higuera y en Vallegrande, la militancia evista recibió a su líder coreando: “El
Che vive, Evo sigue”. Los actos por los 50 años de la muerte de Guevara están
atravesados por una cuestión política local: una tercera reelección de Evo
Morales como presidente de Bolivia, papel que desempeña desde 2006. Según la
Constitución aprobada por el MAS en 2009, al líder aymara ya no le será posible
repostularse. Por ello, el año pasado se realizó un referéndum que también
rechazó la posibilidad de modificar la Constitución para habilitar a una nueva
candidatura. En estos días, el Tribunal Constitucional Plurinacional evalúa si
cumple o no el deseo de Morales.
Por ello,
la acampada presidencial será una oportunidad para tener reuniones con
organizaciones sociales de Bolivia y otros países, afinando la estrategia
electoral hacia 2019. “El (Morales) ha abierto su carpa. En su campamento
también hay un par de carpas aledañas para que pueda pernoctar su seguridad y
también se ha habilitado un espacio para que pueda sostener algunas reuniones”,
dijo la ministra de Comunicación, Gisela López.
Desde el
5 de octubre hasta hoy, en Vallegrande tuvieron lugar una serie de actos,
charlas, muestras de fotos, proyección de películas, en el marco de los 50 años
de esta gesta revolucionaria.
El
gobierno boliviano calcula que 20 mil personas llegaron hasta este municipio
para recordar al Che, a Tania y a sus compañeros. La mayoría vienen de
Argentina, Perú, Venezuela, Chile y Colombia. En el poblado y la recóndita La
Higuera, entre banderas nacionales y partidarias con la cara del Che, remeras
con la cara del Che, aparece ahora otro rostro barbudo en los carteles. Jóvenes
de todo el mundo aquí también preguntan: “¿Dónde está Santiago Maldonado?”.
AVIONES DE LA FUERZA AÉREA BOLIVIANA SOBREVOLARON
TERRITORIO SALTEÑO
Infórmate Salta, Argentina (www.informatesalta.com.ar)
Se trata
de 12 aviones pertenecientes a la Fuerza Aérea de Bolivia, que sobrevolaron
territorio Argentino en horas de la mañana de este sábado. Hay otras versiones.
La
situación sorprendió a los habitantes de Salvador Mazza, quienes presenciaban
el vuelo de varios aviones sobre
nuestro territorio.
En
primera instancia era una escuadra
de 4 aviones, luego otros tres, más atrás 4 y al final uno de grandes
proporciones.
Aparentemente
eran aeronaves de combate, pero de la 2da Guerra Mundial. Lo que si es seguro,
según testigos, es que llevaban los
colores de la bandera Boliviana en la cola.
Sin
embargo, otras versiones
sugerían que se trataba de los nuevos aviones Texan adquiridos en los EEUU por
la Fuerza Aérea Argentina, haciendo prácticas. Y algunos otros justificaban
esos vuelos con que se trata de prácticas por el aniversario de la Fuerza Áerea
en Yacuiba.
Nadie
sabe el porque estos aviones del vecino país sobrevolaron cielo argentino,
informó el periodista Raúl Costes, desde Salvador Mazza.
La agente de salud Brigitte Jordan relata el drama de los
afectados de una enfermedad causada por un parásito y que puede ser mortal
LA VOZ DEL MAL DE CHAGAS, LA ENFERMEDAD DE AMÉRICA
El Mundo de España (www.elmundo.es)
Brigitte
Jordan (Santa Cruz, Bolivia, 1984) hace 8 años que se libró de un parásito que
pudo haber pasado a sus hijas. Lo contrajo de su madre, en la que tampoco queda
ni rastro de una enfermedad
potencialmente mortal, propia del continente americano y poco conocida
en el nuestro: el mal de chagas.
En las zonas rurales de países como Ecuador,
Bolivia, Colombia, Argentina, Perú o Brasil, un insecto portador de un
parásito vive escondido, durante el día, en las grietas de las casas de adobe.
Por la noche abandona su escondrijo para alimentarse de sangre mientras sus
habitantes duermen.
"La
vinchuca se te posa. Te introduce el pico con sus dos mandíbulas, que se
incrustan mientras busca una vena. Su saliva te adormece. Tú no lo notas.
Después de la picadura te rascas y el
parásito entra". Así relata Jordan la forma de adquirir el chagas,
por la mordedura de una chinche que en Latinoamérica conocen como vinchuca y
que en España aunque existe, no trasmite esta dolencia.
"Las
personas que han vivido en esos lugares no recuerdan la picadura en sí.
Recuerdan al bicho, apagar la luz y no sentir nada. Al encenderla de nuevo las
veían esconderse", cuenta Jordan.
El
mismísimo Darwin describe en El
viaje del Beagle cómo fue "atacado" por este insecto. Pero no
todas las chinches de estos lugares portan el microorganismo que causa la enfermedad
de chagas, el protozoo Trypanosoma cruzi, por lo que quizás Darwin nunca
se infectó.
El
patógeno, alargado y algo mayor que los glóbulos rojos de la sangre, una vez en
el torrente sanguíneo, viaja sin ocasionar ningún daño. Así puede pasar de una madre embarazada a sus
hijos o por una transfusión de sangre contaminada a otro paciente.
Asintomático
durante mucho tiempo, hasta 20 años, el mal de chagas puede ser mortal cuando ataca al corazón. De ahí el grave
peligro de adquirirlo de manera silenciosa. Según la Organización Mundial de la Salud
(OMS), en el mundo hay 7 millones de
personas infectadas, de las que sólo el 1% lo sabe.
Muchas
personas nunca han oido hablar de chagas "o piensan que se da sólo en el
campo. Algunos no creen que puedan tenerlo porque ya llevan mucho tiempo en
España", afirma Jordan.
El
desconocimiento, el estigma, la negación o la resignación a padecer el chagas
hace que quienes lo contraen no busquen un diagnóstico ni un tratamiento, lo
que agrava el problema. "Hay quien sospecha tenerlo y evita hablar de
ello. Al que tiene un familiar enfermo o fallecido por esta causa, esa
información le bloquea", destaca Jordan. "A veces no se admite
padecerlo por estar relacionado con algo que viene de las zonas rurales de
Latinoamérica".
Aunque
endémico en zonas rurales de 21 países de Latinoamérica, Canadá y Estados Unidos, los infectados lo han
trasladado a las ciudades. Además, la emigración lo ha llevado a 17 países europeos, a Japón y a Australia,
donde no se desarrolla todo el ciclo del parásito, pero los inmigrantes
portadores pueden transmitirlo a sus hijos.
España es
el segundo país receptor de inmigración latinoamericana, de la cual, hasta
70.000 personas tienen el microorganismo, según la OMS. De ellos, el 80% de los
bolivianos que sospechan haberse infectado en algún momento de sus vidas, da
positivo en el diagnóstico. En Europa,
uno de cada 25 latinoamericanos porta el parásito, de los cuales el 95%
lo desconoce.
Mientras
no presentan síntomas, estas personas viven con normalidad. El chagas no da la
cara hasta que el patógeno se aloja en el
corazón y lo engrosa de forma irreversible, lo que ocurre en el 20-40% de los
casos. Para entonces es tarde, ya existe un daño cardíaco o la muerte
sobreviene de forma súbita.
"Cuando
veo a personas que tienen afectación cardiaca, hijos con el corazón dañado, un
familiar que ha fallecido a causa del chagas o toda la familia infectada,
entonces pienso que lo mío es poco transcendental. A mí solo me diagnosticaron
la enfermedad y mi historia no es nada en comparación con otras más
graves", atestigua Jordan.
Un análisis de sangre puede alertar a los posibles
afectados para que tomen el tratamiento a tiempo y se prevengan
los daños. Esto es lo que hizo Brigitte Jordan antes de ser madre. Ahora, sana
y con dos hijas, ha dedicado su vida a informar a otros del peligro que corren,
como agente de salud de la Fundación
Mundo Sano.
Por ello,
esta boliviana ha conocido de primera mano muchos casos de chagas. Jordan, que
se hace eco de las voces del mal de
chagas, relata cómo la desinformación provoca nuevos contagios. "El
padre de Ana falleció por chagas. Ella vino de Santa Cruz pero no pensaba que tuviera
que hacerse la prueba. Sin embargo, cuando tuvo una niña se lo transmitió
durante el embarazo. Sólo cuando vio que su hija daba positivo se alarmó",
sostiene Jordan.
La
información es imprescindible cuando el miedo impide que se salven del daño familias
enteras, como la de Alejandro. Procedente de Bolivia, su hermano falleció a los
30 años por culpa del chagas. Toda la familia lo padece. "Mejor no hablo
de ello, ni me someto al tratamiento, no vaya a ser que despierte al parásito y
me coma", decía este hombre cuando estaba vivo. "Eso es no aceptar la
enfermedad", recalca Jordan. El mismo Alejandro, reacciona igual. "Al
morir su hermano, no quiso saber del tratamiento hasta que sintió un
dolor", insiste. Ahora lleva un marcapasos.
Los
profesionales sanitarios recomiendan encarecidamente a estas personas que
soliciten un diagnóstico. La probabilidad de desarrollar la afección sin presentar síntomas es alta. Cuando
aparecen, los órganos ya están afectados. Algunos incluso esperan "hasta
que el síntoma les lleve al médico", reitera Jordan.
El mayor
temor de esta mujer que intenta llegar a una población desconocedora del
peligro que corre es precisamente llegar demasiado "tarde", una
palabra que ha escuchado de algún enfermo.
Un día,
en un evento al que acudieron muchos bolivianos, Jordan repartía panfletos
sobre esta dolencia, la prueba gratuita para detectarla y la existencia del
tratamiento. "Entré en un hotel", comienza a narrar. "Había
mucha gente. Un chico de entre 30 y 40 años me dijo que había llegado tarde
para él. Ya había sufrido un infarto a causa del chagas", cuenta con
tristeza. "Me dejó fría. Sentí no haber llegado a tiempo para esa
persona".
Las campañas de información y los análisis
(los llamados cribados) de Mundo Sano se suceden a lo largo del año en Madrid,
Valencia y Murcia. Para llegar a este colectivo se publican anuncios en
periódicos y emisoras de radio o se acude a plazas, fiestas, partidos de fútbol
o eventos de la comunidad latinoamericana. La misma embajada de Bolivia, el
teléfono de la esperanza, o el boca a boca de los afectados contribuyen a su
difusión.
Desde que
comenzaron los cribados en 2011, hasta 4.875 personas se han sometido a las
pruebas, en las que casi 1.000 personas, un 20%, han dado positivo. "Estar diagnosticados nos hace
visibles", asevera Jordan.
Al último
de estos eventos organizado en Madrid asistieron 260 latinoamericanos, como
María Fernanda, una boliviana de mediana edad que ha vivido varios años en
España con sus hijos. Ellos han vuelto a Bolivia. "Vinieron de chicos, se
van de mayores", menciona esta mujer. "Mi familia es del campo y es
posible que tengan el chagas", añade. "Me hago la prueba porque
siempre es mejor prevenir que curar".
Juan, un
ecuatoriano residente en España desde 1998, aunque aún no tiene los resultados,
ya se siente más tranquilo. "Ahora sé que todo está controlado. Ya ellos
se encargan", afirma con una emoción contenida. Tras años de
incertidumbre, este hombre ha dado el paso para conocer la verdad sobre su
salud y se dispone a estar "en buenas manos".
Sin
embargo, este colectivo vive con angustia el riesgo de perder sus empleos al
solicitar un día libre para hacerse el análisis o al comunicar los resultados.
Una latinoamericana que cuidaba a una persona de avanzada edad fue despedida cuando
admitió tener el parásito. "Dijeron que la señora estaba delicada y podía
contagiarse. Se habían informado por internet. A saber qué leyeron",
sostiene Brigitte Jordan.
Por otro
lado, desde España, estos resultados evitan la muerte de familiares que se
encuentran en Latinoamérica, como los de Laura, una mujer procedente de Santa
Cruz. Su padre falleció de chagas a los 40 años. A ella también se lo
diagnosticaron. "Avisó a su familia, que estaba en Bolivia, para que se
hicieran la prueba", asegura Jordan.
Para
entonces su madre y su hijo más joven, de veinte años, ya tenían afectación
cardíaca. Ahora todos han sido tratados y están bajo control médico. El
proyecto Barrios comprometidos con chagas, de Mundo Sano, alerta a las
familias de los afectados en sus países de origen para que contacten con su
médico y se hagan las pruebas.
"Queremos
transformar la realidad de las personas afectadas por estas enfermedades, pero
no creemos que esto lo pueda hacer una fundación. Esta es una función de las
políticas públicas de salud. Nuestro objetivo es colaborar con ellas"
comenta Silvia Gold, fundadora de Mundo Sano.
La
fundación mantiene convenios con el Ayuntamiento de Madrid o la Organización
Mundial de Salud (OMS). Estos acuerdos ayudan a diagnosticar a la población que
reside en España y ha adquirido el parásito en sus países de origen.
"Nosotros no podemos ir a buscar a los pacientes, pero tenemos que ayudar
a que la salud pública los encuentre", explica Gold.
"Y
es importante que se haga porque si no, la enfermedad no tiene nombre, no tiene
cara. Uno a veces se pregunta qué falla para que la gente no la tome en serio.
Cuál es el estigma que la mantiene tan oculta" se pregunta Gold.
Silvia
Gold, a quien pertenece el grupo Chemo,
que comercializa uno de los medicamentos para chagas, pone de manifiesto
la denominación de enfermedad olvidada o desatendida de esta dolencia, que
recibe ese nombre por la poca atención que le prestan autoridades y
farmacéuticas.
¿EN QUÉ ANDAN LOS GOBIERNOS PROGRESISTAS LATINOAMERICANOS?
El Colombiano (www.elcolombiano.com)
Comenzando
el presente siglo hubo un auge en la región con la llegada al gobierno de unos
presidentes y partidos o coaliciones políticas considerados como progresistas.
Inició con el triunfo del Teniente Coronel Hugo Chávez en Venezuela, siguió el
presidente Lula y el Partido de los Trabajadores en el Brasil, luego Tabaré
Vásquez y el Frente Amplio en el Uruguay, Néstor Kirchner y el partido
peronista en Argentina, Ricardo Lagos primero y luego Michelle Bachelet en
Chile dentro de la coalición de Concertación por la Democracia; siguieron
posteriormente Evo Morales y su partido MAS en Bolivia, Rafael Correa y su
movimiento Alianza País, Daniel Ortega y el partido FSLN en Nicaragua.
Posteriormente se da el triunfo de Mauricio Funes y su partido FMLN en El
Salvador.
Algunos
analistas denominaron a esto “El ciclo progresista en América Latina”, porque
se trataba de gobiernos que si bien se podían considerar como ‘progresistas’,
no correspondían a la izquierda clásica que había tenido presencia en la región
a través de los partidos comunistas, los partidos socialistas y los partidos
derivados de los gobiernos populistas de la primera mitad del Siglo XX.
Adicionalmente todos ellos habían llegado al gobierno a través de elecciones y
no de revoluciones ni golpes militares.
¿Hoy día
cuántos de estos gobiernos se mantienen en el poder? En Uruguay sigue el Frente
Amplio en un nuevo mandato de Tabaré Vásquez, en Chile está terminando un
segundo mandato de Michelle Bachelet, en Ecuador sigue en el gobierno el
partido Alianza País con el presidente Lenin Moreno, en Bolivia está terminando
un tercer mandato el presidente Evo Morales y su partido MAS; en El Salvador
está terminando su mandato el presidente Sánchez Cerén del partido FMLN.
Mantienen gobiernos progresistas: Bolivia, Uruguay, El Salvador, Chile,
Ecuador, Nicaragua (con todo y los debates sobre la permanencia en el poder de
Daniel Ortega).
Y hay
tres casos que son paradigmáticos, Brasil y Argentina por el tamaño y la importancia
política de estos países en la región y Venezuela, por el peso de su producción
petrolera –las reservas comprobadas más grandes del mundo- y la controversia
política interna con su oposición.
Pareciera
existir tres grandes razones en el debilitamiento de estos proyectos políticos:
uno, la regular o mala gestión de algunos de estos gobiernos; dos, el fin de la
bonanza económica –auge de los altos precios de materias primas sobre los
cuales sustentaron sus políticas distributivas-; tres, el fenómeno de
corrupción que por supuesto tocó también estos gobiernos y les hizo perder
credibilidad en la opinión pública.
El
panorama de la izquierda política latinoamericana –porque existe otra izquierda
social y cultural que no se puede incluir en el mismo grupo-, se puede resumir
de esta manera: la izquierda clásica –expresada en los partidos comunistas,
partidos socialistas, populismo- mantiene su presencia persistente, aunque
marginal en muchos países, como ha sido su constante histórica.
Las
nuevas expresiones de las izquierdas se manifiestan así: emerge en Colombia,
después del proceso de Acuerdos para la terminación del conflicto armado, el
partido FARC, (Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común), en un contexto de
alta polarización política, pero puede ser un factor con incidencia en el resto
de las agrupaciones de izquierda. Es incierto el futuro de proyectos políticos
como el de Alianza País en Ecuador, el Peronismo progresista (¿Kirchnerismo?)
en Argentina y de la coalición de centro izquierda chilena, así como el PSUV en
Venezuela.
HIDROVÍA PARANÁ-PARAGUAY: CRECE 40 POR CIENTO EL VOLUMEN
DE GRANOS TRANSPORTADOS
El transporte de soja, derivados y granos desde Paraguay
y Bolivia lideraron y potenciaron el alza de manera continua desde 2010.
La Gaceta de Argentina (www.gacetamercantil.com)
El
transporte de soja, sus derivados y otros granos que provienen de Paraguay y
Bolivia creció un 40% en volumen de carga y un 30% en número de viajes a lo
largo de la hidrovía Paraná-Paraguay en el norte de la provincia de Santa Fe
entre los años 2010 y 2015, según las últimas estadísticas disponibles
difundidas este domingo.
"Se alcanzó en 2015 las 21,5 millones de toneladas" anuales de granos transportadas por esa vía frente a los 15,3 millones registrados en 2010, señala un estudio de la Bolsa de Comercio de Rosario elaborado en base a datos del Ministerio de Transporte.
"Se alcanzó en 2015 las 21,5 millones de toneladas" anuales de granos transportadas por esa vía frente a los 15,3 millones registrados en 2010, señala un estudio de la Bolsa de Comercio de Rosario elaborado en base a datos del Ministerio de Transporte.
En el
período 2010-2015, "el transporte de soja, derivados y granos desde
Paraguay y Bolivia lideraron y potenciaron este crecimiento", precisó.
"Este
aumento en las cargas transportadas tiene su correlato en el número de
viajes" que creció desde "10.000 en el año 2010 a 13.038 en el
2015", agregó.
En 2015
"cerca del 40% de los viajes transportaron soja y derivados, pero si
sumamos soja, derivados más otros granos esta cifra llega al 60%", analizó
la entidad, al remarcar que el transporte de soja, derivados y granos
"desde Paraguay, principalmente, y Bolivia lideraron y potenciaron este
crecimiento".
"LOS INMIGRANTES NO QUITAN EL TRABAJO A NADIE, HACEN
LO QUE OTROS NO QUIEREN"
La Crónica de Bajadoz, España (www.lacronicabadajoz.com)
Los
inmigrantes no vienen a quitar el trabajo a los españoles, hacen lo que otros
no quieren», insiste María Gemio, presidenta de la oenegé Todos iguales, Todos
legales, que cumple 18 años de trabajo y colaboración con quienes llegan a
Badajoz procedente de cualquier país, sin recursos y muchas veces sin papeles.
En la
actualidad, Badajoz recibe «a bastante menos inmigrantes que hasta el inicio de
la crisis; en 2009 comenzaron a ver que faltaba el trabajo y muchos volvieron a
sus países o marcharon a otros lugares», explica Gemio, quien ha hecho de su
casa una especie de consulado universal para personas extranjeras, refugiados y
sin recursos. Y aclara que «ahora, desde hace poco, se nota un cierto repunte,
parece que vuelven a venir, y muchos de ellos suelen pedir asilo».
«Hay
personas que se han jubilado con lo que han cotizado en sus países y aquí, o
han ahorrado; la mayoría pagó los estudios a sus hijos en sus lugares de origen
y ya son mayores; unos se han quedado y otros regresaron», pero en general «no
vinieron a llevarse nada ni a quedarse con nada, al contrario, gastan y dejan
aquí lo que ganan. De hecho, levantaron la tesorería y el campo lo mantuvieron
en la década anterior, cuando nadie quería trabajar en él; luego tuvieron que
dejarlo cuando la construcción se vino abajo y esa mano de obra regresó al
campo», cuenta la presidenta de la oenegé.
PROCEDENCIA
/ Badajoz acogió antes de la crisis a personas del «Este de Europa –Bulgaria,
Rumania, Rusia, Ucrania--, de Bolivia, pocos subsaharianos, algunos de Senegal,
sobre todo mujeres, y más saharauis, para recuperar la nacionalidad española».
Ahora llegan «sobre todo cubanos, por la apertura del régimen, algunos de
Venezuela huyendo del hambre; de Salvador, Honduras, también de Nicaragua»,
indica Gemio.
La
asociación recibe a los inmigrantes y refugiados en su sede, el 3 de la calle
López Prudencio, y María Gemio, que se reafirma en que «yo no trabajo con datos,
trabajo con personas», los acompaña a resolver papeles relativos a residencia,
a permisos de trabajo, de atención sanitaria –»la Pascaex, de la Junta, para
quienes no tienen seguro médico»--, a buscar ropa, comida y trabajo. Son
mujeres sobre todo, «más que hombres; ellas mantienen ahora a la familia porque
sus parejas y maridos no encuentran trabajo».
Cuando
los llegados buscan asilo, los acompaña a la policía, a Extranjería, «que les
gestiona sus solicitudes y regulan estancia temporal para que no tengan
problemas».
SUSTENTO
/ Hay inmigrantes que vienen «por el sustento, otros huyen de la violencia en
sus países, muchas mujeres vienen con sus hijos para que no caigan en manos de
las pandillas que rigen en los barrios donde viven». La mayoría, señala Gemio,
llega sin documentos y todos buscan trabajo para mantenerse ellos y ayudar a
sus familias; «ahora son sobre todo mujeres, que suelen emplearse en labores
del hogar y cuidado de personas mayores».
Hay
personas de todas las edades «y muchos vienen formados, pero no pueden ejercer
sus profesiones, así que tenemos médicos, enfermeros, ingenieros o maestras
realizando tareas de hogar y de cuidado a persona».
No
obstante, «las mujeres que vienen con niños están encantadas con tener escuela
y sanidad gratuita, y las embarazadas».
Sobre
épocas en que hubo cierta persecución de inmigrantes sin papeles, Gemio señala
que «la situación hoy es muy distinta, nada tiene que ver con aquello; la
mayoría de los que vienen sin papeles cuando están aquí los consiguen y a los
que piden asilo se les solicita documentos como refugiados».
CAPTACIÓN
DE SOCIOS / La asociación busca ahora socios españoles «porque pueden aportar
no solo pequeñas ayudas económicas con la cuota de 5 euros, sino también apoyo
y amistad, compartir su cultura y favorecer las relaciones haciendo que
conozcan su forma de vida», según su presidenta.
El
colectivo estudia organizar un festival para obtener fondos con los que
mantener la asociación, pues «ahora solo nos ayuda el ayuntamiento». Y recuerda
que se puede les contactar a través del 924222125 y 683545328».
MÉXICO,
EL PAÍS DE AMÉRICA LATINA DONDE SE PAGAN MÁS SOBORNOS, SEGÚN TI
El
Economista de España (www.ecodiario.eleconomista.es)
Uno de cada
tres latinoamericanos pagó sobornos en los últimos doce meses en servicios
públicos básicos, según un estudio presentado hoy por la ONG alemana
Transparencia Internacional (TI), que resalta la corrupción en México,
República Dominicana y Perú.
El informe
"Las personas y la corrupción: América Latina y el Caribe" destaca
además, tras entrevistar a más de 22.000 personas en 20 países de la región,
que la percepción generalizada es que estas prácticas están en aumento, que los
gobiernos no las combaten con determinación, y que casi un tercio de quienes
las denuncian sufre represalias.
"La
fotografía de la región no es positiva. Porque un gran número de ciudadanos
piensa que la situación no cambia o ha empeorado y porque muchas personas dicen
que el gobierno no está haciendo un buen papel", resumió en declaraciones
a Efe Alejandro Salas, responsable de TI para las Américas.
México es el
país donde más encuestados aseguran haber pagado sobornos en el período de
estudio, con un 51 % de los interrogados, seguido por República Dominicana (46
%), Perú (39 %), Venezuela (38 %) y Panamá (38 %).
En el extremo
contrario de la región se encuentran Trinidad y Tobago (6 %), Brasil (11 %),
Argentina (16 %), Jamaica (21 %) Chile (22 %), Uruguay (22 %), Paraguay (23 %)
y Costa Rica (24 %).
Entre ambos
grupos se encuentran Honduras (33 %), El Salvador (31 %), Nicaragua (30 %),
Colombia (30 %) Guatemala (28 %), Ecuador (28 %), Bolivia (28 %).
Las
diferencias entre esta encuesta de TI y su popular Índice de Percepción de la
Corrupción tienen que ver, principalmente, con que éste pregunta por la
"experiencia personal" de personas corrientes, mientras que el
segundo interroga a expertos.
En total, dos
tercios de los encuestados consideran que la corrupción ha aumentado en los
últimos doce meses, aunque con diferencias considerables entre países: mientras
en Venezuela un 87 % cree que ha crecido, en Argentina sólo un 41 % lo percibe
así.
De entre los
encuestados, un 53 % sostiene que su gobierno está haciendo las cosas mal en la
lucha contra la corrupción, mientras que un 35 % cree que sus representantes
avanzan en la dirección correcta.
No obstante,
mientras en Venezuela y Perú el 76 y el 73 % de los interrogados cree que la
clase política no contribuye positivamente a su erradicación, en Honduras,
Ecuador y Guatemala entre un 54 y un 55 % de los encuestados considera que sus
representantes lo están haciendo bien.
El presidente
de TI, José Ugaz, criticó en un comunicado que latinoamericanos y caribeños
estén "siendo defraudados" por "sus gobiernos, su clase política
y los líderes del sector privado".
"El caso
Lava Jato, que causó un tremendo impacto en la región, demuestra que la
corrupción está ampliamente extendida. El soborno representa un modo de
enriquecerse para unos pocos y un gran obstáculo para acceder a servicios
públicos clave, en especial, para los sectores más vulnerables",
argumentó.
Los
hospitales públicos es donde en más ocasiones se han visto obligados a pagar
sobornos los encuestados (20 %), seguido por la escuela pública (18 %), las
oficinas de documentos de identidad (17 %), la policía (16 %), los servicios
públicos de agua y electricidad (14 %) y los tribunales (12 %).
Por
instituciones y a nivel regional, la policía y los representantes electos son
percibidos como "todos o casi todos corruptos" por el 47 % de los encuestados,
seguidos por el gobierno local (45 %), el primer ministro (43 %), jueces y
magistrados (40 %), empleados públicos (37 %), empresarios (36 %) y líderes
religiosos (25 %).
Destaca
también que en Venezuela el 73 % de los encuestados considera que la policía es
sumamente corrupta, el porcentaje más alto de la región, y que en Honduras, el
56 % de los encuestados que acudieron a la justicia manifestaron que habían
pagado un soborno.
Salas destaca
que ricos y pobres se ven afectados de forma similar por la corrupción, con lo
que en términos relativos afecta mucho más a las personas con menores ingresos.
TI considera
que la "medida más importante" contra la pequeña corrupción es dar
una información "completa sobre derechos y costos de los trámites",
explica Salas.
Es clave
además mejorar la "protección al denunciante", un ámbito en el que
"en América Latina estamos en pañales": "Está hasta mal visto
denunciar. Y los valerosos que se atreven muchas veces sufren castigos. Las
consecuencias generan miedo".
CONCEBIR UNA POLÍTICA DE ESTADO O SEGUIR COMO EL AVESTRUZ
La Capital de Argentina (www.lacapitalmdp.com)
En el
mundo entero, pero particular en Latinoamérica, el tráfico de drogas ilícitas
es un delito transnacional ligado en mayor o menor medida con otros como el
tráfico ilegal de armas, la trata de personas, el lavado de dinero, el tráfico
de migrantes y el crimen organizado.
Estos
flagelos globalizados, dinámicos y poderosos avanzan exponencialmente en el uso
de posibilidades tecnológicas y rutas a emplear, y en la región se los combate
con medios arcaicos, que en muchos casos se limitan a las fronteras nacionales.
En
Argentina estamos lejos aún de una “colombianización” o “mexicanización” del
problema, pero el consumo y el tránsito han aumentado como consecuencia de la
invención y la producción de nuevas sustancias psicoactivas, favorecidos
también por el uso desviado de medicamentos legales. No aumentó
significativamente el consumo de cocaína y marihuana, pero sí el del paco,
también llamado “crac” o “bazuco”, que es la droga de los pobres, tiene bajo
costo, es elaborada con el residuo de la pasta base de la cocaína, genera
rápida dependencia y es altamente destructiva. Los mayores productores de
clorhidrato de cocaína en el mundo se encuentran en América del Sur: Colombia,
Bolivia y Perú, como así también el mayor productor de marihuana, Paraguay.
Desde allí se inicia la ruta sur-norte hacia los centros de consumo.
Fronteras
permeables, espacios aéreos desprotegidos y facilidad de rutas marítimas y
fluviales colaboran en la llegada a los centros de consumo mundial,
principalmente a Estados Unidos.
A este
país entrarían, se presume, unas 700-800 toneladas métricas de cocaína por año
por la ruta del istmo centroamericano, donde operarían más de 300 bandas
criminales con más de 40 mil miembros. No es un dato menor señalar que más de
300 mil armas ilegales salen desde Estados Unidos hacia esa ruta norte-sur.
Según un
reporte del Global Financial Integrity, en varios países de la región el dinero
sucio proveniente del narcotráfico alcanzaría una participación del orden del
2%-3% de sus respectivos productos brutos internos (PBI). En los últimos años,
eso está siendo evaluado por el Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica
(Gafilat) para verificar el cumplimiento de las 30 recomendaciones del
organismo a fin de evitar “lavaderos de activos” y combatir el financiamiento
del terrorismo a nivel mundial.
En
América Latina, la violencia y la inseguridad aumentaron desde los países del
Cono Sur hacia el norte, donde en 2015, según las Naciones Unidas (ONU), los
índices de homicidio triplican el promedio mundial y alcanzan una tasa de 70-80
asesinatos por cada 100 mil habitantes al año. Los menores índices (mayor
seguridad) los tienen: Chile, con 3; Uruguay, con 5,8 y la Argentina, con 6.
El sistema internacional de fiscalización, principalmente la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito, debe velar en el cumplimiento de los tratados sobre drogas ilícitas, pero no existen mecanismos efectivos de coordinación para actuar de forma mancomunada en la consecución de tales fines. Es imprescindible concientizar que el narcotráfico, que en el mundo tiene un ingreso ilegal del orden de 400-500 mil millones de dólares anuales, debe ser tratado en el marco multilateral como un asunto no solamente delictivo, sino también de derechos humanos, de bienestar de la población, de educación, de atención migratoria y de salud pública.
El sistema internacional de fiscalización, principalmente la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito, debe velar en el cumplimiento de los tratados sobre drogas ilícitas, pero no existen mecanismos efectivos de coordinación para actuar de forma mancomunada en la consecución de tales fines. Es imprescindible concientizar que el narcotráfico, que en el mundo tiene un ingreso ilegal del orden de 400-500 mil millones de dólares anuales, debe ser tratado en el marco multilateral como un asunto no solamente delictivo, sino también de derechos humanos, de bienestar de la población, de educación, de atención migratoria y de salud pública.
Actualmente
no es sólo una actividad ilegal sino, además, en muchos casos, una forma de
vida. Comparto lo expresado por el doctor Juan Gabriel Tokatlian: “La Argentina
carece de un diagnóstico integral y veraz sobre el narcotráfico y se empeña en
persistir en políticas que ya han demostrado su rotundo fracaso en otros países
del mundo”.
Hace
varios años, en una reunión informal, le pregunté a un reconocido entendido e
investigador del tema, el ex presidente del Brasil, Fernando Henrique Cardoso,
sobre el resultado en la lucha antidrogas. Su respuesta fue contundente: “En el
mundo y en la región se va perdiendo, como consecuencia de invertir sumas
significativas en operaciones represivas y poco en la prevención”.
En un
reciente reportaje, el citado investigador y docente Tokatlian coincidió con
tal opinión y precisó sobre nuestro país: “Destina el 95% de su presupuesto a
la lucha antidrogas, específicamente al control de la oferta, y un 5% a la
educación y la prevención. Esto, en comparación con lo que sucede actualmente
en el mundo, es un porcentaje abismalmente errado”. Me permito recordar que no
en pocos países de la región el dinero que reporta el ingreso de drogas
ilícitas ha tenido, entre otros destinos, el financiamiento de la política.
No puedo
omitir tampoco mi opinión totalmente desfavorable a la participación activa y
operativa de las Fuerzas Armadas de nuestro país, como algunas voces los
proponen, en la estrategia de seguridad en la lucha contra el narcotráfico. La
experiencia internacional ha sido negativa y puso en evidencia que el excesivo
empleo de la fuerza produjo reiteradas violaciones a los derechos humanos, un
innecesario grado de letalidad y un rédito final no exitoso.
Ellas
constituyen la última ratio en el monopolio legal de la violencia, y su misión
esencial es constituir un elemento disuasorio en defensa de intereses vitales
de nuestro país, principalmente dos joyas de materias primas: la Patagonia, con
el 30% de la superficie del país y sólo un 5 % de la población, y un litoral
marítimo del orden de más de cinco mil kilómetros, ambas desprotegidas. Por lo
expuesto, es un despropósito disponer de ellas para misiones ajenas como
enfrentar a una delincuencia organizada, en particular el narcotráfico y su
vinculación con otros delitos transnacionales.
Las leyes
vigentes permiten su empleo en el marco interno a un eventual apoyo logístico,
pero condicionan su participación a que las fuerzas de seguridad y las fuerzas
policiales sean superadas, se declare el estado de sitio y se convoque al
Consejo Nacional de Seguridad. No es el caso.
Un empleo prematuro afectaría su profesionalización y su moral. Nuestras fuerzas de seguridad y fuerzas policiales, en cambio, sí están capacitadas en la medida en que políticamente sean conducidas con profesionalidad, coherencia, respetando, entre otros, los principios de unidad de comando y economía de fuerzas, con el soporte de una Justicia comprometida para penetrar la coraza de la corrupción y la impunidad en su más amplio espectro. Y un servicio de inteligencia integrado que priorice, mutatis mutandi, la dirección del esfuerzo de reunión de información hacia la lucha contra los delitos transnacionales y el crimen organizado, en lugar de emplear una “espiocracia” vernácula para “espiar a los otros”.
Un empleo prematuro afectaría su profesionalización y su moral. Nuestras fuerzas de seguridad y fuerzas policiales, en cambio, sí están capacitadas en la medida en que políticamente sean conducidas con profesionalidad, coherencia, respetando, entre otros, los principios de unidad de comando y economía de fuerzas, con el soporte de una Justicia comprometida para penetrar la coraza de la corrupción y la impunidad en su más amplio espectro. Y un servicio de inteligencia integrado que priorice, mutatis mutandi, la dirección del esfuerzo de reunión de información hacia la lucha contra los delitos transnacionales y el crimen organizado, en lugar de emplear una “espiocracia” vernácula para “espiar a los otros”.
Hasta
ahora las capturas y las condenas se han concentrado en los eslabones más
débiles. Mientras, los delincuentes organizados trascienden fronteras generando
un “efecto globo” y se trasladan de acuerdo con las facilidades —programa
Patria Grande, por ejemplo— que encuentran en distintos países o regiones.
No
podemos seguir rehuyéndole a la problemática con meros parches vacíos de
propuestas o hacer lo del avestruz. Huir del escenario hacia adelante no
soluciona el problema, sólo lo pospone hasta que estalla. Se impone una
previsión madura y responsable, una política de Estado nunca concebida, pues
las consecuencias pueden ser duraderas y perniciosas. La lacra del narcotráfico
es un ataque a la dignidad humana, a la paz y la convivencia civilizada.
BANDA NARCO DESBARATADA MOVIÓ UNA TONELADA DE COCAÍNA EN
LOS ÚLTIMOS 5 MESES
Diario Panorama, Argentina (www.diariopanorama.com)
La
Policía Federal de Santiago del Estero ejecutó cinco procedimientos el viernes
en los que lograron apresar al presunto cabecilla de una red de distribución de
droga a gran escala, con ramificaciones en varias provincias y que utilizaba el
corredor Orán, Salta; San Miguel de Tucumán, Córdoba y Buenos Aires. El Dr.
Simón reveló que la detención de los narcos y los allanamientos en Tucumán
fueron el resultado de una investigación de más de cinco meses que se originó
por la detención de unos "dealers" en marzo pasado.
Consultado
sobre el modus operandi de la organización narcocriminal, Simón precisó que la
banda adquiría la droga en Orán, Salta, prácticamente en el límite con Bolivia,
de donde provenía la cocaína.
"Allí
cargaban la sustancia estupefaciente en vehículos preparados con doble fondo y
luego recorrían las rutas de acuerdo con la conveniencia, habiendo estudiado
dónde había controles de las fuerzas de seguridad nacional. Manejaban una
logística importante", remarcó el fiscal federal.
El Dr.
Simón indicó que utilizaban tanto la ruta 34 como la ruta 9 para llegar a
Tucumán, donde "enfriaban" la droga, es decir la estacionaban, ya que
allí tenía su "base" la organización. Cabe recordar que el presunto
cabecilla, un empresario tucumano de apellido Ruoti, vivía en una mansión en
Yerba Buena.
El
transporte de la cocaína continuaba su paso por Santiago, donde en algunas
oportunidades dejaban parte de la carga a "dealers" locales, pero
siempre la mayor cantidad y el principal mercado de la banda eran los grandes
centros urbanos: Córdoba y Buenos Aires.
El fiscal
explicó que personal de la Brigada de Investigaciones de la Policía Federal de
Santiago tenía conocimiento de que la banda iba a transportar una carga de
droga y pasarían por nuestra provincia.
En
consecuencia, el viernes montaron un control sorpresivo en el acceso sur a esta
ciudad. Ruoti, que viajaba en una Toyota Hilux haciendo las veces de
"punta", alertó a los dos hombres que viajaba en el automóvil
Volkswagen Fox en el que transportaban la cocaína que debían modificar sus
planes. Por ello, los dos vehículos se detuvieron en una estación de servicio
antes de El Zanjón.
Al
advertir que los sospechosos estaban juntos en dicha estación, fue que la
Policía Federal los sorprendió y los detuvo en ese lugar. En la requisa
encontraron más de 50 panes de cocaína de máxima pureza, $12.000 en poder del
empresario, teléfonos y armas que portaban los ocupantes del auto.
El
representante del Ministerio Público Fiscal Federal remarcó que "se logró
desbaratar a los cabecillas de la organización, siempre se busca llegar a los
eslabones más altos y esta vez se logró".
Simón
apuntó que el empresario sería el líder de la banda y que también se pudo
apresar a los que empleaba para transportar la sustancia, así como también a
parte de sus distribuidores, ya que otras tres personas fueron detenidas en
Tucumán el pasado viernes.
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