Un estudiante
de secundaria de Virginia asistirá al discurso sobre el Estado de la Unión del
presidente Donald Trump mañana como invitada del Representante Gerald Connolly,
demócrata por Virginia.
Nicolle
Uria, estudiante de último año de secundaria en Annandale High School en el
condado de Fairfax, es una jugadora de voleibol, aspirante a magnate de medios,
y uno de los aproximadamente 690.000 inmigrantes cuyo futuro es incierto desde
el 5 de septiembre, cuando Trump rescindió el programa de Acción Diferida para Llegadas
durante la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés).
El
programa fue creado en 2012 para inmigrantes indocumentados que vinieron a los
Estados Unidos cuando eran niños.
"Nicolle
es una estudiante brillante y talentosa que hasta el pasado mes de septiembre
vivió el Sueño Americano", dijo Connolly en un comunicado. "Tenía
muchas ganas de ir a la universidad y dirigir su propia compañía de medios un
día, hasta que el presidente Trump puso ese futuro en peligro con su insensible
decisión de terminar con DACA".
Los
padres de Uria emigraron de Bolivia a los Estados Unidos con visas de trabajo
hace 16 años, cuando ella tenía un año, y permanecieron en el país cuando
expiraron sus visas. Sus padres y hermanas mayores más tarde obtuvieron la
residencia temporal, abriendo un camino hacia la residencia permanente, pero la
decisión de Trump de rescindir DACA puso en peligro el estatus de Uria.
"Es
como si estuvieras navegando en un hermoso océano y luego chocas y está
lloviendo mucho", dijo Uria en un perfil del Washington Post en octubre.
"Y estás atrapado y no sabes a dónde ir, por cuál camino nadar, está
oscuro y no puedes ver. Así es como me siento ahora que DACA quizá llegue a su
fin".
A menos
que el Congreso pueda llegar a una solución, el estatus de DACA que tiene Uria
expirará en septiembre. Los funcionarios de la Casa Blanca ofrecieron un camino
a la ciudadanía para los "soñadores" a cambio de $25 mil millones en
fondos para un muro fronterizo entre los EE.UU. y México y que se endurezcan
las restricciones de inmigración.
La
decisión de Connolly de llevar a Uria al discurso de la rendición de cuentas
fue una manera de criticar de la decisión de Trump de terminar con DACA.
"Ella
y tantos otros Soñadores son exactamente los jóvenes que no queremos se alejen
de nuestro país", dijo Connolly. "Son lo que hacen que los EE.UU. sea
una gran nación". El Tiempo
Latino de EEUU (www.eltiempolatino.com)
CASO MARÍA CASH: EL CRÁNEO ENCONTRADO ES DE MUJER, DE
ENTRE 18 Y 25 AÑOS
Cuando hallaron los restos, tenían cabello oscuro. Cancillería
reclamó a la Embajada de Bolivia.
El Tribuno de Argentina (www.eltribuno.com)
Nada está
confirmado, pero las coincidencias son importantes o, al menos, llamativas. El
cráneo descubierto en Bolivia en noviembre 2011, solo cuatro meses después de
la desaparición de María Cash, pertenecía a una mujer, de entre 18 y 25 años
aproximadamente, que tenía pelo oscuro.
Esos
datos se suman al estudio que realizaron dentistas forenses sobre la sonrisa,
que afirman, es similar en su singularidad a las huellas dactilares de cada
persona.
Con todo
esto es que desde hace varios meses se habla de las "importantes
similitudes" de esos restos con la joven diseñadora desaparecida en Salta,
en julio de aquel año.
Cuando
los restos fueron hallados, hace poco más de seis años en una ruta cerca de la
ciudad de Oruro, "aún tenían tejido y cabellos, que es el material que
utilizó el equipo que encabeza el doctor Edgar Quisbert para realizar la
descripción y un estudio de ADN que ellos hicieron en Bolivia", explicó
ayer Pedro García Castiella, el abogado de la familia Cash en la causa que
investiga la desaparición de la joven.
Toda esa
información es la que desde mayo del año pasado la Justicia Federal en Salta
viene solicitando, vía Cancillería, a su par de Oruro.
"Queremos
tener la cadena de ADN que se hizo en el vecino país, pero a nosotros nos
interesaría tener una muestra para que el ADN se haga aquí", añadió el
letrado.
No es un
capricho. Si las muestras llegan serán analizadas por el mundialmente
reconocido Equipo Argentino de Antropología Forense, "lo que nos dará una
certeza absoluta sobre el resultado", agregó.
Por ahora
solo están las comparaciones, hechas por el doctor Oscar H. Heit, de Entre
Ríos, y su par salteño Pablo Medina, en contacto con una dentista forense de
Bolivia, quien es la que les pidió colaboración para tratar de identificar los
restos.
En las
fotografías, que ya fueron incorporadas al expediente de la causa judicial, se
pueden ver múltiples coincidencias, que van desde una pequeña grieta en uno de
los incisivos a la forma del mentón, pasando por las inclinaciones de otras
piezas dentarias.
Ante esta
evidencia científica, los doctores Heit y Medina, su colega forense de Bolivia
y el doctor Quisbert están en permanente contacto.
Gestiones
Tras la
repercusión mediática que tuvo la semana pasada la noticia sobre el hallazgo
del cráneo en el caso María Cash, autoridades de la Cancillería argentina se
reunieron el viernes pasado con funcionarios de la Embajada de Bolivia en
Buenos Aires, donde plantearon la queja por la demora en la respuesta de los
tres exhortos ya enviados por el Juzgado Federal 2 de Salta a la Justicia de
Oruro.
En
paralelo, hoy a la tarde García Castiella se reunirá con el cónsul de Bolivia
en Salta, Jesús Ricardo Díaz. "Nos gustaría que con el cónsul
establezcamos un puente para que colabore con el diligenciamiento rápido,
porque esto no va a ser un simple trámite", explicó García Castiella.
Otras investigaciones
El
abogado explicó que en paralelo a la solicitud enviada a Bolivia, "existen
otras hipótesis sobre las que estamos trabajando" en la búsqueda de María
Cash. Son tres líneas de investigación, dentro del país, que sigue la familia,
no la Justicia, por ahora. El Tribuno
de Argentina (www.eltribuno.com)
MARÍA CASH: CANCILLERÍA INTERVENDRÁ PARA QUE BOLIVIA
COLABORE EN LA CAUSA
En Cochabamba encontraron restos humanos que podrían ser
de la diseñadora desaparecida hace seis años. La justicia Federal evalúa el
nuevo hallazgo.
Informe Salta de Argentina (www.informatesalta.com.ar)
La justicia Federal investiga el hallazgo de restos humanos en
Cochabamba que podrían ser de María Cash, la diseñadora
desaparecida hace seis años. La noticia fue informada desde Gendarmería, pero hasta el momento no se pudo agilizar la
información porque Bolivia no responde los exhortos. Por ello la
Cancillería intervendrá.
El juez Miguel Medina, quien investiga
la desaparición, contó por FM Aries hoy el Ministerio de Relaciones del Interior va a pedir a Bolivia que colabore
con las investigaciones. “Nos falta información. Estamos en medio de una lucha diplomática”, sostuvo. No dudó en
decir que la información que circula son
únicamente hipótesis y conjeturas que salen de afuera del expediente.
“Nuestra meta es darle valor a todo lo que
pueda tener un objetivo relacionado con saber cuál fue el destino de María
Cash, estamos tratando de obtener la información para hacer, en este
caso, los cotejos y las comparaciones que se hacen con nuestro sistema. Tenemos que hacerlo en Argentina con peritos
y expertos argentinos”, sostuvo.
Aseguró
que el expediente nunca estuvo quieto, “a lo largo de estos años son varias las comunicaciones internacionales
que hicimos con intervención de la Cancillería para lograr las respuestas
bolivianas y no las tuvimos. Lo único
que tenemos fidedigno es lo que está en el expediente, lo que
hacemos con las reglas del proceso argentino, todo lo demás no sirve para nada,
son solo conjeturas”.
LUCHA POR SU VIDA: ADOLESCENTE CAMINABA POR LAS VÍAS Y
FUE ARROLLADO POR EL TREN
La víctima sufrió heridas gravísimas y ahora se encuentra en el hospital
Erill, con pronóstico reservado. Es oriundo de Bolivia y vive en Loma Verde.
Descartan que haya sido un intento de suicidio.
El Diario de Escobar, Argentina (www.eldiadeescobar.com.ar)
Un
adolescente de 15 años que caminaba por las vías del ferrocarril fue arrollado
este domingo a la tarde por un tren y ahora se encuentra luchando por su vida
en el hospital provincial de Escobar.
El
episodio ocurrió cerca de las 16.30, cuando la formación número 2506 de la
línea Mitre, que había salido desde Zárate con destino a Villa Ballester,
embistió al joven en cercanías del paso a nivel de la calle Paseo de Julio, en
el barrio Philips de Belén de Escobar.
Como
consecuencia del brutal impacto, el adolescente sufrió varias heridas de
gravedad: fractura de cráneo, de fémur y un neumotórax, por lo cual debió ser
trasladado de urgencia por una ambulancia del SAME al nosocomio local, donde
ingresó en estado reservado y actualmente sigue luchando por su vida, según
fuentes policiales consultadas por El
Día de Escobar.
El
muchacho fue identificado como Carlos Jonathan Flores, nativo de Bolivia y con
domicilio en la localidad de Loma Verde.
En cuanto
a los motivos del accidente, se descartaría que se trate de un intento de
suicido, algo muy habitual en estos casos. El ayudante del maquinista manifestó
en su declaración que la víctima caminaba por el medio de las vías dando la
espalda al tren y que no reaccionó a la fuerte bocina del convoy. Que estuviera
distraído o escuchando música con auriculares son algunas de las hipótesis que
se manejaban.
Tras el
choque, que aconteció escasos minutos antes de llegar a la estación de Escobar,
la formación debió interrumpir su recorrido y permaneció en el lugar durante
más de tres horas con todos los pasajeros a bordo, muchos de los cuales se
descompusieron por el sofocante calor y debieron ser asistidos con agua fría
por personal de Defensa Civil y Bomberos Voluntarios.
Por
tratarse de un accidente ferroviario, intervino el juzgado federal de Campana.
IMPRESIONANTE
SALAR DE UYUNI
Hace
unos días el Dakar pasó por aquellas lejanas tierras que visitamos en un
recorrido hasta la frontera con Chile
Diario
Vasco de España (www.diariovasco.com)
El más
impresionante, mayor y más alto
desierto de sal del mundo, el Salar
de Uyuni era una asignatura pendiente que tenía desde hace muchos años,
desde que por primera vez pisé Bolivia,
país sudamericano en el que se encuentra. Y todavía más cuando en 2013,
recorriendo el desierto de Atacama en Chile, llegamos a la frontera con
Bolivia. Pues bien, el pasado verano volvimos a llegar a la misma frontera pero
desde el otro lado, desde Bolivia, a través del Salar de Uyuni, y después de
muchos, muchísimos kilómetros en 4x4 por el altiplano llegamos hasta la Laguna
Verde en las mismas faldas del majestuoso Licancabur, de 5.920 metros de
altura, frontera natural entre Bolivia y Chile.
A mediados de
enero el famoso rally Dakar, entraba en Bolivia desde Arequipa en Perú, donde
se inició en Lima, su capital el pasado día de Reyes, hasta La Paz, descansando
un día y al siguiente precisamente cubrir el trayecto entre la capital
boliviana y Uyuni, atravesando parte del impresionante Salar, donde se
encuentra la estatua de sal conmemorativa del paso del Dakar por este salado
terreno ubicado a 3.650 metros de altitud. El sábado pasado salió de Uyuni para
cubrir el trayecto hasta la localidad de Tupiza, todavía en Bolivia desde donde
salió el domingo hacia Salta, ya en Argentina, para terminar el recorrido en la
ciudad argentina de Córdoba el viernes, 20 de enero.
Cementerio de
trenes
Con esto que
ya hemos comentado del famoso rally, ya es suficiente porque escribimos hoy en
estas páginas de viajes sobre un más que interesante recorrido hacia y por el
Salar de Uyuni. Nuestro punto de partida fue la magnífica ciudad de Potosí.
Habíamos partido en coche desde Sucre, emplazado a 2.810 metros de altura, y la
carretera va ascendiendo hasta llegar a la ciudad minera a 4.090 metros de
altitud. Y esto se nota. Infusiones de coca irán bien para suavizar el
‘soroche’ o mal de altura, al tiempo que se aconseja no hacer ejercicios
bruscos para ir adaptando el cuerpo poco a poco.
Saliendo de
Potosí hacia Uyuni, imprescindible la visita al cementerio de trenes, vestigios
del siglo XX, convertidos en ruinas, producto del abandono de la línea que
cubría en 1899 Uyuni-Antofagasta. Este panteón de trenes, en tiempos parte
fundamental de la vida de los pueblos, plagado de hierros que componen las
imponentes máquinas ferroviarias y sus destartalados vagones, no deja de ser un
lugar curioso perdido en la inmensidad del altiplano. Merece la pena.
Y continuando
camino de Uyuni se hace casi obligada una parada en Colchani para visitar una
de las fábricas de sal donde nos explicarán la economía familiar de la sal, que
rige la vida del pueblo en base a una organización cooperativista.
Pueblo minero
Y llegados a
Potosí, evidentemente hay que darse una vuelta por el centro, visitando la Casa
de la Moneda. Merece la pena al menos ver y entrar dentro del edificio más
importante de la arquitectura colonial en América del Sur. Potosí es una ciudad
de poco más de 240.000 habitantes, declarada Patrimonio de la Humanidad por la
Unesco. La catedral, la Plaza 10 de noviembre, el Obelisco, la Estatua de la
libertad, etc., en definitiva el centro histórico, bien merece un recorrido, y
por supuesto, el Cerro Rico. Está alto pero hay que subir al mirador, y de
camino, una paradita en el monumento al minero.
Potosí fue
nombrada por el emperador de España Carlos V en el siglo XVII como la ‘Villa
Imperial de Carlos V’. Creció de forma espectacularmente rápida a la vez que
desordenada y en el siglo XVII se convierte, por su riqueza, en una de las tres
ciudades más importantes del mundo, junto con París y Londres. Una leyenda
urbana comenta que con la plata extraída de la mina del Cerro Rico, se podría
construir un puente desde Potosí a Europa. Estas minas fueron sostén de la
economía mundial durante la colonia, que tristemente se convirtieron en la
tumba de miles de indígenas que perdieron su vida para extraer las riquezas de
sus entrañas.
Merece la
pena visitar las minas, donde nos enseñarán previamente dónde se compra la
dinamita que se vende alegremente y a cualquiera en la pendientes calles de
Potosí. Ver cómo trabajan hoy en día y en unas condiciones más que extremas con
una temperatura en su interior que puede alcanzar cerca de los cincuenta grados
es sorprendente.
El Salar de
Uyuni
Un punto
fuerte de nuestro recorrido por Bolivia iba a ser sin duda el gran Salar de
Uyuni. Una confortable carretera va descendiendo de Potosí al pueblo de Uyuni,
que se encuentra igualmente en el Departamento de Potosí. Llegando a esta
población de Uyuni hay que darse una vuelta por el centro visitando el reloj
público, entre la plaza Aniceto Arce y la avenida Potosí, construido en 1930 y
declarado Patrimonio Cultural Material Inmueble del Estado Plurinacional de
Bolivia, por su valor histórico, estético y urbano. Muy cerca de la escultura
del Dakar está el ‘sol-máforo’, el primero construido íntegramente en Bolivia,
que mide los niveles de radiación ultravioleta y que se instaló precisamente en
Uyuni a raíz del Dakar.
Con una extensión
de unos 10.500 kms. cuadrados y situado a 3.650 metros de altitud, esta la gran
planicie salada, salpicada de islas. Hace 40.000 años era una enorme lago,
llamado Minchin que con el paso del tiempo se fue reduciendo en extensión,
hasta quedar en lo que hoy en día es un destino turístico mundial visitado por
unos 60.000 turistas al año. Este deslumbrante manto blanco tiene figuras
geométricas casi perfectas, apreciables a simple vista, formadas por las
partículas de sal aglomeradas en polígonos. De los diez billones de toneladas
que contiene el salar, en la actualidad se extraen unas 25.000 toneladas al
año. Y como dato, el 90% de litio del mundo se encuentra en el salar, con lo
que su riqueza mineral es asombrosa.
Viajar con un
4x4 a través de él se convierte por sí mismo en un espectáculo paisajístico,
haciendo diversas paradas para visitar sus islas, como la de Incahuasi (en
quechua, la casa del inca), la más turística, con enormes cactus de hasta 10
metros de alto. O pararse en el primer hotel construido íntegramente con sal
del salar, en cuyas afueras se encuentra una gran efigie del símbolo del Dakar,
nada atractivo pero ahí está rompiendo el paisaje.
Se puede
también hacer una visita a Coqueza tras haber recorrido unos cien kilómetros en
el salar. Caminando un poco por las laderas del volcán Thunupa, podremos llegar
hasta una cueva donde se albergan unas momias milenarias.
Hacia las
laguna
Otra delicia
cercana al salar y habiendo salido ya de este, es el árbol de piedra, una
formación rocosa fruto de los caprichos de la naturaleza creado por los fuertes
vientos que abaten la zona a lo largo de los tiempos. De unos cinco metros de
altura y en equilibrio constante, se encuentra en el desierto de Siloli en las
puertas de la Reserva Natural de Fauna Andina Eduardo Abaroa. Adentrados en
este lugar observaremos el desierto de Dalí, llamado así porque, aunque sin
conocerlo, el propio artista pintó algunos paisajes similares. Se trata de unas
montañas con peculiares tonos rojizos. Si continuamos camino del desierto en el
altiplano podremos ir visitando las diferentes lagunas altiplánicas a cada cuál
más singular, por su color, por su fauna, por sus detalles...
En la laguna
Colorada vemos una impresionante colonia de flamencos. Continuando viaje hay
que visitar irremediablemente los Géiseres del Sol de Mañana. Entonces
estaremos a unos 5.000 metros de altitud, suponemos que ya aclimatados después
de deambular por el Salar y el desierto unos cuantos días. En esta zona de gran
actividad geotérmica se pueden apreciar numerosas fumarolas, lava hirviendo y
géiseres que contrastan con la nieve de alrededor. Para no perdérselos.
Las Damas del
Desierto es otra obra maestra de la naturaleza que por acción del viento ha
esculpido estas formaciones rocosas, cuando menos curiosas. Y como colofón al
viaje y muy cerca ya de Chile, llegaremos a la Laguna Verde al pie del
majestuoso volcán Licancabur.
Cerro Rico y
El Quijote
El Cerro Rico
en Potosí se eleva hacia el cielo por encima de los 4.800 metros, dominado la
ciudad. Llamado así por su riqueza en plata, hoy todavía se sigue extrayendo de
la mina el preciado metal. Hasta Miguel de Cervantes en su famosísimo El
Quijote le decía a Sancho: «Si yo te hubiera de pagar conforme lo que merece la
grandeza y calidad de este remedio, el tesoro de Venecia, las minas del Potosí
fueran poco para pagarte; toma tú el tiento a lo que llevas mío, y pon el
precio a cada azote». También de ahí viene el dicho de que esto o aquello vale
un Potosí, refiriéndose al valor de las cosas.
EL
REY NEGRO DE BOLIVIA
Un
documental estrenado en España retrata la vida de Julio Pinedo, reconocido
descendiente de un monarca africano llevado como esclavo a Bolivia.
La
República de Perú (www.larepublica.pe)
En la
exuberante vegetación de Los Yungas, al norte de La Paz, se esconde una leyenda
sobre la existencia de un soberano negro. Este hombre es Julio Pinedo, nombrado
rey de los afrobolivianos, reconocido descendiente de un monarca africano
traído como esclavo a Bolivia por los españoles en 1820. La directora Paola
Gosalvez escuchó este relato y le atrajo inmediatamente: “Reconocido por
algunos como rey, en un Estado como el nuestro, viviendo como campesino. Me
sigue pareciendo muy interesante para filmar”. Ocho años tuvieron que pasar
para que viera la luz El rey negro, el documental de un hombre que ha trabajado
toda su vida como agricultor en Bolivia, pero que sus raíces están conectadas a
una realeza antigua de otro continente.
Pinedo es
parco con las palabras, pero sin embargo Gosalvez logró ganarse la amistad del
rey para que le contara su historia. Parte del proceso de creación del
documental fue obtener su confianza, ya que es una persona reservada, cuenta la
directora. No le gusta la atención porque se siente utilizado. “No solo me han
abierto las puertas de su casa, sino de su vida, de su intimidad. Para eso
tenía que ganarme su confianza. No es de un día al otro. Es un proceso de
varios años”, cuenta Gosalvez.
Sin palacio
ni traje real, Pinedo camina taciturno en su sencilla vida de campo. Sin embargo,
una nueva inquietud personal motiva ahora a toda la familia. Sueña con
emprender un camino de reencuentro con su raíces y su linaje. Ir a África es su
nueva meta para reencontrarse con toda una historia perdida, cuenta una parte
de la sinopsis del documental. Gosalvez no quería hacer un filme investigativo
o periodístico, sino más bien uno de observación. “La idea de viajar a África
era ver las emociones y sensaciones que ellos sentían en un continente de donde
venían sus ancestros, y que lo sentían absolutamente ajeno”, precisa la también
guionista.
Linaje
perdido
La familia
Pinedo no sabe con exactitud de dónde proviene su linaje, a pesar de las
distintas pruebas de ADN que les realizaron. Les dijeron que su ascendencia
puede ser de una región de la República Democrática del Congo o Uganda. La
producción acompaña al rey afroboliviano y a su familia a ese segundo país, en
el cual se puede dar distintas lecturas sobre lo que sienten y piensan, en un
país donde predomina las personas con el mismo color de su piel. La realizadora
toma distancia respecto a sus personajes y optar por la no ficción
contemplativa. “Es lo que he tratado de reflejar. Por eso es un documental de
observación y cada uno hace su lectura. No induzco a los personajes a que hagan
algo, a que hablen o a que comenten. Si ellos se quieren dirigir hacia mí en
algún momento, yo los observo y escucho”, afirma Gosalvez.
El
documental, que es una coproducción entre Bolivia y España, tuvo una proyección
especial en La Paz. Su recorrido por distintos festivales dará inicio este año,
cuenta Gosalvez. Sin embargo, ya cuenta con un distribuidor internacional para
difundirlo en la televisión en distintos países. Uno de los principales
desafíos para Gosalvez, fue narrativo. El documental dura más de una hora y
veía difícil sostener la atención del espectador. A pesar de sus temores, salió
reconfortada por la reacción del público después de las dos primeras
exhibiciones. “Ver que la gente se de cuenta de detalles súper sutiles y me lo
dice. Cuando los escucho reír, que se diviertan, que les entre curiosidad.
Todas esas cosas me devuelven con creces todo lo que hemos trabajado”,
finaliza.
TESLA NEGOCIA CON CHILE INVERSIONES EN LITIO Y POTENCIAL
PLANTA PROCESADORA
Revista NMAS 1 de España (www.nmas1.org/news)
Las
necesidades de materia prima de la empresa tecnológica Tesla, incluyendo el
litio, se incrementan rápidamente con su cada vez mayor demanda en su
Gigafábrica 1 en Nevada, EEUU, para darle soporte a la producción de su Model 3
y otros grandes proyectos de almacenamiento de energía. Es por ello que, es
natural que la compañía de Elon Musk
se encuentre en búsqueda de suministros de litio y que sea Chile uno de sus
objetivos principales: el país sudamericano tiene al Salar de Atacama (en la
región de Antofagasta), con el 25 % de las reservas mundiales de litio.
El
referido salar, donde la empresa SQM (Sociedad Química y Minera de Chile) tiene
derechos de explotación sobre 196.000 hectáreas, es la punta de mayor
producción del llamado “triángulo del litio”, un área geográfica que, junto con
el sur de Bolivia y el noroeste de Argentina, representa el 70% de las reservas
mundiales de ese mineral y las de mayor calidad.
De
acuerdo informan medios internacionales, la firma estadounidense y la empresa
minera chilena se encuentran en conversaciones para un potencial acuerdo por el
mentado mineral. Esto, luego de que se supiera del paso del ícono de las
energías renovables por el país austral a fines de diciembre pasado,
prácticamente de incógnito.
Podría
incluso construirse una planta en Chile
Eduardo
Bitran, vicepresidente ejecutivo de la gubernamental Corfo, indicó al diario
online de suscripción Finantial
Times que Tesla está en conversaciones con SQM y “podría incluso
tener planes de construir una planta procesadora en Chile para producir el
litio de alta calidad que necesita para sus baterías”. La misma
información fue brindada por la agencia Reuters horas más tarde.
“Con sus
suministros de litio, Chile es clave para cualquier empresa que se quiera
volver global en electromovilidad. Tener de su lado a Chile, o hacer una
alianza estratégica en Chile es un factor estratégico por una compañía como
Tesla”, dijo Bitran al medio referido.
El
interés de Tesla por las reservas de litio chilenas ya tiene años. A la fecha,
la mayoría de las baterías de los fabricantes de autos provienen del Japón,
siendo Panasonic la firma que gestiona la cadena de suministro. Con la
Gigafábrica 1 en Nevada, Tesla está ahora más involucrado en esta cadena. El 2018
se presenta como un año de grandes necesidades, donde el Model 3 alcanzará
niveles de producción de hasta 5.000 autos por semana.
Tesla al
momento tiene un acuerdo de suministro con Pure Energy Minerals, que tendría
unas 4.000 hectáreas en Clayton Valley, California, a solo 4 horas de la
Gigafábrica. No obstante, se necesitarán más fuentes para nutrir la fase de
producción.
El
interés también puesto en Argentina
SQM, que
ha sido recientemente cuestionada en Chile por temas de financiamiento
irregular de la política y temas ecológicos, es una de las empresas que produce
litio a menor coste en el mundo. Hace poco se unió a la Corfo para cuadruplicar
su capacidad de producción para el 2026.
Otros
países sudamericanos tienen también reservas de litio. El año pasado,
representantes de Tesla se reunieron con el gobernador de Salta para conversar
sobre proyectos de energía solar y almacenamiento, al igual que de suministros
de litio.
Gizmodo de Italia (www.es.gizmodo.com)
La
compañía de coches
eléctricos (y baterías) de Elon Musk se estaría preparando para
llegar a Chile. Según el ejecutivo de una empresa del gobierno chileno, Tesla
está en conversaciones para instalar una planta en el país, uno de los mayores
productores de litio en el planeta (junto con Bolivia y Argentina).
Eduardo
Bitran, vicepresidente de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo),
una agencia gubernamental de chile, la compañía de Musk está negociando la
instalación de su primera planta en el país, una procesadora de litio, en
conjunto con la compañía privada Sociedad Química y Minera de Chile (SQM),
quienes estarían encargados de ayudar a Tesla a instalarse en el país.
Chile
tiene una de las mayores reservas de litio del mundo, material base de las
baterías de Tesla, así que es evidente por qué la nación llamó la atención del
fabricante de coches
eléctricos. Esta alianza, según Bitran, será clave y un factor
estratégico para “una compañía como Tesla”, que depende al 100% de la
producción de baterías
de litio. A inicios del mes de enero Elon Musk en persona visitó Chile, aunque aseguró que era por motivos turísticos.
FMI:
BOLIVIA TIENE LA ECONOMÍA INFORMAL MÁS GRANDE DEL MUNDO
Financial
Tribune de Irán (www.financialtribune.com)
Zimbabwe
tiene la segunda economía informal más grande como porcentaje de su economía
total en el mundo, después de Bolivia, dijo el Fondo Monetario Internacional.
En un documento de trabajo titulado "Economías sombrías en todo el mundo:
¿qué aprendimos en los últimos 20 años?" En el que se estudiaron 158
economías, Bolivia obtuvo el 62,3%, seguido de Zimbabue con el 60,6%.
Suiza con el
7,2% y Austria con el 8,9%, se encontraban entre las más bajas del mundo. El
FMI admitió que las economías ocultas, que son conocidas por varios nombres en
todo el mundo, entre ellas la economía oculta, la economía gris, la economía
sumergida o la falta de economía, la economía en efectivo o la economía
informal, son difíciles de medir, informó AllAfrica.
"La
economía sumergida incluye todas las actividades económicas que están ocultas a
las autoridades oficiales por razones monetarias, regulatorias e
institucionales", dijo el FMI. Las actividades de las economías en la
sombra fueron ocultadas a las autoridades por varias razones, que incluyen
regulatorias, monetarias e institucionales, dijo la institución financiera
internacional.
Las razones
monetarias, dijo el FMI, incluyen evitar el pago de impuestos y todas las
contribuciones a la seguridad social, mientras que las razones regulatorias
incluyen evitar la burocracia gubernamental o la carga de la regulación. Por
otro lado, las razones institucionales incluyen la ley de corrupción, la
calidad de las instituciones políticas y el débil estado de derecho.
El presidente
boliviano, Evo Morales, destacó recientemente el crecimiento económico del país
en 2017, que registró un aumento del 3,8%. Bolivia ha sido considerado como el
líder en crecimiento económico en América Latina para 2017.
El gobierno
de Zimbabwe ha reconocido el crecimiento de su economía informal, que el
ministro de Finanzas Patrick Chinamasa describió como la "nueva
economía" en su presentación presupuestaria. La economía del país estuvo
muy informalizada en las últimas dos décadas debido a que Zimbabwe atravesó
severos desafíos económicos en los que las principales empresas formales
cerraron sus negocios o se reubicaron.
EMPRESA CHINA ENTREGARÁ PLANTA DEL MUTÚN A BOLIVIA EN 30
MESES
Xinhua de China (www.spanish.xinhuanet.com)
La
empresa china Sinosteel Equipment entregará a Bolivia a mediados del 2020 la
construcción, montaje y puesta en marcha de una planta siderúrgica con
productos de alta calidad en el Mutún, departamento de Santa Cruz (este).
Además
capacitará a 100 profesionales bolivianos en China para que puedan operar la
planta, señaló el ministro boliviano de Minería, César Navarro en entrevista
con Xinhua.
"La
empresa china entregará la planta funcionando en 30 meses, produciendo
productos altamente competitivos", expresó.
"Además,
deben garantizar un año de funcionamiento de la planta y paralelamente en ese
tiempo los profesionales bolivianos capacitados en China asumirán
paulatinamente la conducción de la siderurgia hasta hacerlo totalmente",
afirmó el ministro.
Navarro
manifestó su optimismo porque este proyecto se haga realidad después de 50 años
de intentos y promesas por anteriores gestiones gubernamentales en la población
de Puerto Suárez, en el este de Bolivia, en la frontera con Brasil.
El
gobierno boliviano firmó el 30 de agosto de 2016 el contrato con Sinosteel
Equipment para la instalación de la planta siderúrgica en el Mutún, que prevé
tratar 650.000 toneladas de mineral bruto y producirá, entre otras cosas,
250.000 toneladas de hierro esponja, de las cuales 86.000 se perfilan para la
exportación.
Por su
parte, la empresa china Chongqing CISDI realizará la supervisión y certificación
de calidad del proyecto siderúrgico Mutún.
CREDITO-INTERESES
Para
Navarro, se ha logrado pasar la fase más importante que es la aprobación tanto
del gobierno boliviano como del Banco de Exportaciones e Importaciones de China
(Eximbank) del crédito de 396 millones de dólares.
"Ahora
estamos esperando la aprobación de la Asamblea Legislativa que seguramente se
hará en los próximos días, lo que implicaría iniciar la obra", agregó.
"Este
crédito tiene como condición que el Estado ponga una contraparte del 15 por
ciento del total del proyecto y el mismo decreto autoriza a que el Ministerio
de Economía y Finanzas designe la suma de 69 millones de dólares para la
ejecución de este proyecto", aseveró.
Precisó
que Bolivia cancelará en el lapso de 15 años el crédito chino con una tasa
anual de interés del 3 por ciento.
Mientras
dure la construcción se pagarán sólo los intereses y una vez que comience a
producir se cancelará el capital.
EMPLEO-MERCADOS
Navarro
dividió el proyecto siderúrgico con dos partes, la primera compuesta por el
diseño, la construcción y la puesta en marcha de la planta que representa 443
millones de dólares.
La
segunda parte consiste en la supervisión de la obra y representa una inversión
de 22 millones de dólares.
"Esta
es la composición; tenemos el financiamiento para la construcción, la puesta en
marcha y la operación de este proyecto, paralelamente para la supervisión de
este emprendimiento", reiteró.
Sobre los
mercados, el ministro dijo que esta planta abastecerá aproximadamente al 40 por
ciento del mercado local.
"Nosotros
consideramos que los primeros años tenemos que estabilizar la producción y la
comercialización. En este primer momento vamos a tener empleos directos en la
construcción y puesta en marcha de cerca de 1.500 empleos y empleos indirectos
al menos 3.000", agregó.
Precisó
que una vez que la planta empiece a funcionar se generarán más de 600 empleos
directos y más de 5.000 indirectos.
El
ministro mencionó que otro elemento importante dentro del acuerdo con la empresa
que se adjudicó el proyecto es la capacitación de 100 profesionales bolivianos
en China para operar la planta.
"Estos
profesionales bolivianos serán seleccionados, a través de un concurso público.
Serán ellos los que puedan realizar la conducción técnica y administrativa de
este importante proyecto de carácter estatal", añadió.
Consideró
que no se abocará específicamente a la comercialización desde Puerto Suárez,
sino que se tendrá que desplegar diferentes puntos de comercialización en
varios centros urbanos de Bolivia.
Navarro
dijo que al perfilar la etapa de comercialización y el flujo de caja se tiene
la suficiente "musculatura" para encarar este proyecto, pues está
seguro de tener como a uno de los mercados más directos las instituciones
públicas, por el comportamiento de la inversión que anualmente destina el
gobierno para obras de infraestructura.
GOBERNADOR
PARTICIPA DE REUNIÓN SOBRE GAS NATURAL CON AUTORIDADES DE BOLIVIA
Se debatirá contratos futuros y el suministro de gas natural al Estado
Campo
Grande News de Brasil (www.campograndenews.com.br)
El gobernador
de Mato Grosso do Sul, Reinaldo Azambuja (PSDB), participa en un encuentro
técnico entre MS Gás y autoridades bolivianas. La reunión cerrada comienza a
las 8:30 en el auditorio del Novo Hotel, en Campo Grande, este martes (30). Según
el gobierno, se discutirán temas relacionados con el gas natural. El encuentro
va hasta las 16 horas y, a las 11 horas, la prensa será atendida.
Se debatirá
contratos futuros y el suministro de gas natural para el Estado. El director
ejecutivo de la compañía de gas, en MS, Rudel Trindade, dijo que, además de
buscar estrechar la relación entre los países, el objetivo es buscar el
suministro de gas natural para la implantación del proyecto de Fronteras.
Además del
gobernador y director-presidente, participan de la solemnidad el viceministro
de Industrialización y Comercialización de Bolivia, Humberto Salinas,
secretarios Marcelo Miglioli (Infraestructura) y Jaime Verrruck (Medio
Ambiente, Desarrollo Económico, Producción y Agricultura Familiar), directores
de MS Gas y huéspedes técnicos y comerciales.
VOLVIERON LAS "MULAS": EN 2017 CRECIÓ 175% ESA
MODALIDAD DE TRÁFICO DE COCAÍNA
Desde el Ministerio de Seguridad sostienen que se
debe al éxito de los operativos en otras rutas de acceso. El año pasado se
decomisaron 15 toneladas de cocaína.
Clarín de Argentina (www.clarin.com)
En el
negocio del narcotráfico nada pasa por que sí. Hay mucho dinero en juego como
para improvisar. Por eso los cambios en modalidades de contrabando, el tipo de
droga a ofrecer, el mercado final y las rutas para llegar a él se modifican
siempre siguiendo una lógica.
Y según
estadísticas del Ministerio de Seguridad de la Nación, a las que tuvo acceso Clarín, en el 2017 los traficantes que
operan en la Argentina volvieron a una
vieja práctica que parecía estabilizada y controlada: el uso de mulas
que tragan cápsulas con cocaína.
Los
números que manejan la ministra Patricia Bullrich y su secretario Eugenio
Burzaco, indican que durante 2017 la cantidad de capsuleros detenidos se incrementó en un 175% en relación a 2016.
La tendencia es aun más llamativa si se tiene en cuenta que entre 2012 y 2013 los "ingestados" habían
caído un 64% y se habían mantenido más o menos estables entre 2013 y
2016.
Ante
estos datos, desde el Ministerio de Seguridad llevan agua para su molino y
sostienen la teoría de que los capsuleros volvieron a tener protagonismo debido al éxito de los operativos
antinarcóticos que el año pasado llevaron la cifra de decomiso de
cocaína a 15 toneladas, siempre según datos oficiales.
De
acuerdo a los números del Ministerio la suba en la detección de capsuleros fue
traccionada por los procedimientos de
Gendarmería, que aumentaron un 187% en el ultimo año. De hecho cuando se
habla de esta tendencia hay que mirar casi exclusivamente a esta fuerza.
La razón:
de las 118 detenciones de 2017 (muy cerca del récord de 123 en 2012) 108 fueron en el marco de controles de
gendarmes en la frontera Norte.
Y en el
caso de los “"ingestados"” las mulas siguen teniendo el mismo perfil
de siempre: personas vulnerables, que son tentadas por un pago “salvador”, de
unos 1000 dólares por viaje. Por estas cifras, las mujeres (el 38% de los
detenidos) tragan cápsulas de entre 3,5 y 5 centímetros de largo con entre 10 y
17,5 gramos cada una. Una mula puede
llevar hasta 120 alojadas en sus intestinos.
“El año
pasado tuvimos unas 8 condenas a penas de entre 4 y 5 años de prisión a través
del sistema de juicio por flagrancia, que es muy rápido. Los capsuleros son
personas en estado de vulnerabilidad que parten de Santa Cruz de la Sierra
(Bolivia) engañadas. Les dan 1000 dólares y a cambio de eso le hacen
"ingestar" hasta un kilo a las mujeres y hasta un kilo trescientos gramos a los hombres”, explico a Clarín Gustavo Montoya, a cargo del
juzgado Federal de Oran, en Salta.
“Curiosamente
casi todos los capsuleros detenidos van al barrio de Liniers, en Capital
Federal. Creemos que es porque ahí hay una importante comunidad boliviana. Los
arrepentidos que declararon en el juzgado señalaron que primero los hacen practicar tragando trozos de zanahoria
y luego, cuando llega el día del viaje, los hospedan en un hotel de Santa Cruz
de la Sierra y ahí los encierran y los drogan. Por un lado les dan
tranquilizantes y por otro pastillas de carbón para que no evacuen antes de
tiempo”, agregó Montoya.
“Cuando
los agarran en frontera, como no es gente muy preparada, a la segunda pregunta
salta que no van a visitar a ningún primo como habían dicho y cuando los
requisan les encuentran un papelito que dice calle tal, esperar en la terminal.
Muy primario todo”, agregó el juez, quien recuerda particularmente el caso de
una mujer que entrevistó en una visita al lugar de detención.
“Me dijo
‘lo único que le pido doctor es que me procese pronto así me pueden mandar al
servicio penitenciario federal de Güemes, así yo puedo trabajar y mandarle
dinero a mis hijos’. Pobreza,
vulnerabilidad. Eso es una constante”, concluyó Montoya.
Éxtasis
en polvo, también
Contrariamente
a lo que pasa con el contrabando por tierra- principalmente a través de la
frontera norte- en el aeropuerto internacional de Ezeiza se detectan cada vez
con mayor frecuencia "mulas" que entran al país
"ingestadas" con drogas de diseño.
Generalmente
traen éxtasis en polvo y los narcos de acá se encargan de hacer las clásicas
pastillas con diferentes colores o dibujos.
El pasado
18 de enero una mujer de 52 años, de nacionalidad española, fue detenida en el
Aeropuerto de Ezeiza. Había llegado al país desde Madrid y se descubrió que
estaba "ingestada" con un
kilo de éxtasis en polvo, repartido con capsulas.
Unos días
antes en el mismo aeropuerto había sido apresado un hombre dominicano que
llevaba en sus intestinos una cantidad similar de la misma droga.
"Al
igual que cuando se 'ingestan' con cocaína las cápsulas van de 80 a 100
cápsulas con similares características de envoltorio y procedimiento. Ya es
común el ida y vuelta de Sudamérica con Europa, mandando cocaína y recibiendo
drogas sintéticas”, explico a Clarín el
juez en lo penal Económico Marcelo Aguinsky.
LOS NARCOTRAFICANTES “INVISIBLES” DE SUDAMÉRICA
No son los narcotraficantes mexicanos los dueños de los
mercados en Sudamérica, sino las mafias nacionales en Colombia, Venezuela,
Brasil o Perú, explica a DW el director ejecutivo de InSight Crime, Jeremy
McDermott.
Deutsche Welle de Alemania (www.dw.com/es)
DW: El Departamento de Estado de EE.UU. afirma que el 80% de la cocaína que
va a ese país pasa por Centroamérica. Los carteles mexicanos estarían
penetrando también países productores como Colombia. ¿Cuál es realmente la
situación actual?
Jeremy McDermott: La verdad es que los mexicanos dominan el mercado en Estados Unidos,
pero los colombianos tienen el dominio de la droga exportada a Europa.
Una de las sedes del centro de investigaciones InSight Crime está en
Medellín, una ciudad que carga el lastre de haber sido la cuna de Pablo
Escobar, abatido jefe de uno de los carteles más sanguinarios que haya
existido. ¿Quiénes son hoy sus herederos? ¿Cómo se llaman? ¿Cómo operan?
La actual
es la cuarta generación de carteles colombianos de la droga que llamamos los
"invisibles”. Su bajo perfil contrasta con los mexicanos, que usan la
violencia indiscriminada.
En estos
momentos Colombia está exportando más cocaína que nunca en la historia, pero
los niveles de homicidios están bajando. Esta es una muestra de la nueva cara
del narcotráfico y la sofisticación de los grupos ilegales colombianos.
¿Se puede hacer una lista de cuáles son esos grupos?
No,
realmente. Por esa razón los llamamos "los invisibles”. No son carteles
como los de la primera generación de Medellín y Cali. Se trata de células, de
redes. Son pequeños grupos, sin estructura militar, especializados en algunos
mercados como Alemania, por ejemplo. La misión central de estos
"pussycats” es mantenerse en el anonimato.
¿Qué ha pasado, por ejemplo, con la disidencia de las FARC?
En
efecto, uno de los frentes que no se desmovilizaron se dedicó de lleno al
narcotráfico. A este se suman los paramilitares "Los Urabeños” y las
Autodefensas Gaitanistas que operan, primordialmente, dentro de Colombia.
Mientras estos producen cocaína, los traficantes internacionales son
invisibles.
¿Cuáles son los puntos de salida de la cocaína?
La Costa
Pacífica y Venezuela. Ecuador y Panamá son países de tránsito. Y Brasil
especialmente para los cargamentos de droga hacia Europa.
En los últimos años en África se han confiscado aviones con matrícula
venezolana que aterrizan en pistas ilegales repletos de cocaína. Se habla del
"Cartel de los Soles” por los presuntos negocios de militares allí y hasta
políticos están pedidos en extradición. ¿Es Venezuela una plataforma del
narcotráfico?
El flujo
de cocaína ha corrompido a elementos de las Fuerzas Armadas venezolanas. El
poder corruptor del narcotráfico ha llegado a los cargos más altos del
régimen de Nicolás Maduro. Los sobrinos de su esposa (Cilia Flores)
fueron condenados en Estados Unidos por narcotráfico (cada uno a 18 años
de cárcel). A estos se suma una larga lista de militares chavistas, e
incluso el vicepresidente (Tareck El Aissami) y el ministro del Interior (el
militar Néstor Reverol) tienen pedido de extradición por narcotráfico. Lo que
empezó con corrupción en las filas de la Guardia Nacional ha convertido a
Venezuela en un eje criminal para el narcotráfico. Hoy los militares no solo
facilitan, sino que participan activamente en el narcotráfico.
Sabemos que Venezuela les sirve de guarida para atacar en Colombia y
esconderse allí, bajo el amparo de las autoridades venezolanas. ¿Qué sabe de
las conexiones del Gobierno de Venezuela y la guerrilla del ELN en el
narcotráfico?
La
situación tiene dos facetas: el ELN tiene presencia, sobre todo en los estados
venezolanos de Apure, en donde está radicado casi todo el frente oriental.
Y en Zulia está radicado el COCE, el comando central de la guerrilla del ELN.
Por otra parte, los "elenos” están cada día más metidos en el narcotráfico
y trabajan ahora con disidentes de las extintas FARC. No en vano, el comandante
"Pablito” del ELN, radicado en Apure, Venezuela, tiene orden de
extradición por narcotráfico.
¿Qué tanto se sabe de las estructuras del narcotráfico en Brasil?
Hay una
ruta importantísima que cruza la selva amazónica y que ahora está en las manos
de los disidentes de las FARC. En 2017 las mafias brasileñas iniciaron una
agresiva expansión de sus ventas: después de Estados Unidos, Brasil es el
segundo mayor consumidor de cocaína en el mundo.
¿Cuál es el ranking de los productores de cocaína en América Latina?
En su
orden. Colombia, Bolivia y Perú. Mientras de Perú la droga sale para Europa,
los mafiosos colombianos están diversificando el mercado y ahora tienen
clientes en China, Australia e India. La droga a China entra, principalmente,
en contenedores y no con "mulas”.
¿Qué papel juega en esto la política de Donald Trump? ¿En dónde está la
Unión Europea?
Trump ha
insultado a los mexicanos y a los colombianos los ha amenazado con
"descertificarlos”, quitándoles la categoría de cooperación para
retirarles la entrega de fondos para la lucha contra el narcotráfico. La
realidad es empero, que Estados Unidos carece de una política contra el mal y
la falta de cooperación internacional favorece el aumento del narcotráfico y su
impacto. Y los europeos andan ocupados de la migración masiva y el
terrorismo.
EL MOVIMIENTO CAMPESINO PUEDE SALVAR LA NATURALEZA
Según una experta, el campesinado puede devolver el
equilibrio de la naturaleza perdido con la industrialización y el mercado
globalizado
La Vanguardia de España (www.lavanguardia.com)
Con la
industrialización se empezó a considerar que la agricultura necesitaba producir
cantidad y muchas personas dejaron la vida en el campo para trasladarse a las
ciudades a trabajar en fábricas. Así empezó la destrucción del campesinado. La
agricultura, que hasta entonces era una forma de vivir y de relacionarse con la
naturaleza, se transformó en un sector económico que tenía que dar salida a los
productos de la industria y ser materia prima para el sector industrial.
Silvia
Pérez-Vitoria, economista, socióloga y documentalista francesa, resume en su
libro, ‘El retorno de los campesinos’, el estado actual del campo y la
evolución que el campesinado ha sufrido desde sus primeros tiempos al paso de
su industrialización, con la consecuente pérdida de valores del campo y el
campesinado en su relación con la naturaleza y calidad de sus productos.
Después
de realizar numerosos documentales sobre campesinos en Estados Unidos, Francia,
España, México, Eritrea, Bolivia y Nicaragua, Pérez-Vitoria ha plasmado en su
libro como estos movimientos campesinos en la actualidad se promueven como
fuerza social y económica y son una alternativa a las nuevas generaciones y a
la supervivencia del planeta.
“En la
actualidad y desde hace más o menos dos décadas se están creando movimientos
campesinos muy fuertes que por primera vez están trabajando a nivel
internacional en la historia del campesinado, en los que sus miembros luchan
por querer seguir siendo campesinos y que sus hijos también los sean” explica
Pérez-Vitoria.
Campesinos
para recuperar el equilibrio natural
Según
Pérez-Vitoria el campesinado es uno de los ejercicios más antiguos del mundo y
tiene un trabajo esencial para conseguir un equilibrio con la naturaleza. Ella
diferencia entre el conocimiento del agricultor tradicional y del agricultor
industrial, porque “el primero trata de mantener los medios naturales. Ha sido
el campesino el que ha mantenido históricamente la riqueza de la tierra que
tenemos, pero en 150 años se han destrozado los suelos por el uso de productos
químicos, maquinaria, así como por los monocultivos, etc”.
En el
terreno de la biodiversidad, la utilización de productos naturales para
fertilizar y luchar contra las enfermedades, ayuda a que se mantenga un suelo
rico, que es, como explica Pérez-Vitoria, muy importante en Europa, donde el
suelo está destrozado por la agricultura industrial.
La
socióloga considera que en la actualidad “hay una voluntad por parte de la
gente de reclamar la tierra para trabajarla, pero como campesinos, no con
agricultura industrial. Aunque – se lamenta-, lo que pasa es que no hay ningún
estado del mundo que valore al campesinado”.
Para
Pérez-Vitoria el futuro es el campo está en renovar sus propios recursos
constantemente y es un futuro real para los jóvenes, para los que quieran ir a
encontrar trabajo en el campo y buscar una plenitud que muchas veces no van a
encontrar en las ciudades.
“Una de
las características del capitalismo es que la producción está dirigida
únicamente para el mercado. Sin embargo, las dos terceras partes de la
población vive en el campo, lo que quiere decir que si la gente trabajara para
su autoconsumo se resolvería parte del hambre en el mundo”, argumenta
Pérez-Vitoria.
Además
añade que para alimentar también a las ciudades sólo hace falta disponer de
suficientes campesinos que el campo requiere para dar de comer a todo el mundo,
porque, según ella, un billón de personas pasa hambre y otro billón de personas
come mal.
DESPUÉS DE VENEZUELA, BOLIVIA: ¿CÓMO SE PRODUCE UNA
“REVOLUCIÓN DE COLORES”?
La Tercera de España (www.tercerainformacion.es)
El
concepto “revolución de colores” es medianamente novedoso en política. No es
precisamente un concepto que nazca en la teoría política sino que proviene del
ámbito militar. Es un componente estratégico de las “guerras de cuarta
generación” y está diseñado para implosionar procesos democráticos
inconvenientes para la hegemonía gringa. A diferencia del “golpe suave”, no
depende de la injerencia directa o de una orquestada propaganda mediática
(exterior e interior) que interpele a las propias instituciones, para hacerlas
patrocinadoras y ejecutoras de una destitución gubernamental. Una “revolución
de colores” acude a factores mucho más complejos y que precisa, no sólo de un
conocimiento detallado de la realidad política y del bloque en el poder, sino
de la posibilidad de interferir en la propia gestión gubernamental para minar,
desde adentro, la legitimidad que le sostiene. Por eso es conceptuada como una
“revolución”, porque aparece y se desarrolla mediante una “transferencia de
legitimidad”, que crece inversamente proporcional a la pérdida de legitimidad
del gobierno y que es, en última instancia, lo que acaba ungiendo a la
oposición con un aura democrático y revolucionario.
Pero el
contexto actual y su hiper-complejidad hace que, la implementación metódica de
estas figuras puedan entremezclarse, generando escenarios de
multi-dimensionalidad, cuasi imposibles de comprensión en el análisis político
usual. Ya no estamos en el siglo XX para confiar en diagnósticos simples,
lineales causa-efecto. Tampoco los procesos que vivimos pueden explicarse al
modo del análisis periodístico. Gran parte de la confusión reinante proviene de
la miopía intelectual (oficialista y opositora) que se empecina en ver los
hechos de modo fragmentado y pretender explicar un fenómeno con otro fenómeno.
Ya el análisis se queda impotente a la hora de ver el uso de medios inusitados,
recreados de modo local y dislocando eficientemente un proceso democrático, sin
poder reconocerlos anteladamente y resignándose a su implementación creciente.
Lo cual
se agrava cuando advertimos que, ya no se trata del simple remplazo de
gobiernos sino de la condenación de países y regiones enteras al limbo del caos
generalizado, una vez que se halla en marcha una reconfiguración geopolítica
del mapa global, acelerada, a su vez, por el agotamiento de los recursos
energéticos. El Imperio en decadencia opta también por la sobrevivencia en un
nuevo orden tripolar y por ello promueve desestabilizaciones en regiones
geoestratégicas para diseminar el llamado “caos constructivo”, amenazando a las
potencias emergentes (cuando estas regiones hacen frontera con esas potencias)
y a gobiernos que puedan aspirar a salirse de su esfera de influencia.
Las
formas de dominación que se habían desarrollado en el siglo XX y que, además,
habían impulsado las instituciones globales, se hallan completamente
deslegitimadas; lo cual precisa una más sofisticada resignificación y
restauración de las relaciones de dominación global centro-periferia. Las
formas pasadas de intervención política y militar son difíciles de reditarse de
modo directo; por eso ahora, “las formas indirectas” son las que se desarrollan
y están dirigidas a restituir las áreas de influencia gringa, que la aparición
del fenómeno BRICS había comenzado a disipar. Esto empieza en el Medio Oriente
donde, precisamente, se hallan las mayores concentraciones de recursos
hidrocarburíferos. La creciente demanda del primer mundo –y ahora de las
potencias emergentes– de energía, es el contexto de las disputas globales en
torno a la dislocación del tablero geopolítico que había promovido Occidente,
es decir, USA y Europa.
En
Venezuela son obvias las razones geopolíticas que pesan en los intentos
desestabilizadores que se operan desde afuera. Allí se vio, en abril del 2002,
una forma clásica de “golpe suave”, cuyo antecedente ha sido algo que la
izquierda latinoamericana nunca ha sabido comprender: el golpe de Estado a
Salvador Allende (que fue el laboratorio de todas las formas de injerencia que
vemos hoy actualizadas). Hoy el “golpe suave” no basta, porque el interés ya no
radica en la sustitución gubernamental sino en la destrucción de toda posible
democracia popular. Por eso, ingresando en el capítulo boliviano, lo que se
puede advertir de mejor modo, son los factores conducentes que operan para
producir una “revolución de colores”.
No se
trata de una clásica operación externa sino de un operativo provocado desde
adentro. Es desde adentro que se generan las condiciones para implosionar una
estabilidad política, como condición del “caos constructivo” que se impone como
la nueva fisonomía que adquiere un país sin más remedio que la intervención.
Ahora bien, ¿cómo desde adentro se provoca una implosión? Para ello cabe hacer
hincapié en el concepto de colonialidad, porque para explicar el por qué de la
connivencia entre intereses externos e internos, debemos mostrar la diferencia
entre el colonialismo clásico y esta nueva forma de dominación que ha producido
el mundo moderno.
No se
trata de una mera tributación económica porque, si de tributación hablamos, lo
que la periferia tributa es, en definitiva, voluntad de vida. Cuando, por
ejemplo, se habla de colonialidad del poder, no se tiene en cuenta que la
periferia es la que cede voluntad de poder al centro, de modo que el poder real
mundial es producto de ese acto de transferencia unilateral que hace la
periferia a un centro cuyo poder es producto de esta renuncia que hace la
propia periferia. Por eso podemos hablar de “Estado aparente”, porque su
soberanía es sólo formal, cuando transfiere soberanía real al centro. Son las
elites las encargadas de esta transferencia, porque son precisamente
formateadas en la dependencia al centro, incluso la “elite revolucionaria”. A
eso llamamos “colonialidad subjetivada”; porque esa dependencia se encuentra ya
naturalizada y consiste en aspirar a ser como el centro, es decir, a renunciar
a ser centro de sí mismo y condenarse a ser “conciencia satelital”, o sea,
“periférica”. De este modo, el centro halla, en esa suerte hasta fatídica, el
mejor modo de reponer su hegemonía desde el propio ámbito periférico.
Entonces,
en el caso boliviano, no es precisamente la derecha (como brazo político de la
oligarquía y de la hegemonía gringa), la gestora de una situación ideal para la
aparición de una “revolución de colores”, sino que son las propias
contradicciones gubernamentales las que nos arrinconan a una situación, ya no
sólo de repliegue popular sino de “transferencia de legitimidad”. Es decir, si
desde los inicios del “proceso de cambio”, la legitimidad se había constituido
en patrimonio popular, cuando ésta es apropiada por la derecha es entonces
cuando la insurrección oligárquica recupera vitalidad, porque la condición de
legitimidad que se le ha transferido es lo que puede reorganizar ahora al
conjunto de las oposiciones en un cuerpo unificado. Se puede decir que, en este
sentido, la insurrección oligárquica ya no necesita de la oligarquía como actor
visible sino que la clase media y hasta sectores populares se convierten en el
contingente de arremetida social que provoca la desestabilización necesaria
para generar caos.
Esto
empieza desde el gasolinazo del 2010, pero se agudiza con el conflicto del
TIPNIS el 2012. Allí se produce –usando la terminología del vicepresidente
García Linera– una “bifurcación” en el propio gobierno, porque desde entonces,
las banderas de “defensa de la Madre tierra”, el “vivir bien”, la
“descolonización” y “lo indígena” son, paulatinamente, cedidos por
un gobierno que, cuanto más se aleja del horizonte plurinacional, más
legitimidad transfiere a los actores que se empoderan de modo creciente. De ese
modo el gobierno y el MAS van, poco a poco, enajenándose del espíritu que les
había conferido una legitimidad novedosa en el campo político (la lucha
política había incluido un nuevo actor que lo indígena instaló como
reivindicación histórica: lo nacional-popular se había hecho telúrico, o sea,
la política debía resignificarse desde lo ecológico).
Lo
novedoso y lo singular del proceso boliviano, que era lo que confería de
sentido trascendental al nuevo Estado plurinacional que se quería constituir,
era a lo que se renunciaba y dejaba a la administración gubernamental reditar
un otro ciclo estatal, dentro de los márgenes de acción que la sustancia
liberal del Estado colonial pudiese permitir. Esto quería decir que, la propia
dirigencia gubernamental, renunciaba al sentido mismo del cambio y, de ese
modo, reponía a un espíritu señorial que, inevitablemente, iría a “normalizar”
la gestión estatal, una vez que lo plurinacional se condenaba a constituirse en
mera retórica demagógica.
Pero, con
esto, no sólo el gobierno se enajenaba de la nueva legitimidad sino que dejaba
al pueblo huérfano de la mística que había hecho posible su reconstitución en
sujeto histórico y que inauguraba la posibilidad de producir un nuevo concepto
de lo político y lo democrático. Por eso la oposición empezaba a apropiarse del
lenguaje plurinacional de modo instrumental para vaciar definitivamente al
pueblo de un discurso necesario para su reconstitución en sujeto político. O
sea, no es la astucia de la derecha sino la renuncia que hace el propio
gobierno del carácter plurinacional que debía ser su nueva sustancia política,
lo que promueve la articulación de la derecha en oposición democrática (siendo
ahora lo democrático patrimonio del bloque opositor).
Esto
significa la renuncia a lo político y la capitulación a lo económico. Otra vez
y como una maldición, lo político se hace un subsidiario del poder económico y
sus necesidades. Pues si todo consiste en sólo “hacer buenos negocios” o
subordinar las expectativas populares a las necesidades de la economía del
crecimiento (que la crisis climática se encargó ya de poner en crisis),
entonces ya no podemos hablar de un nuevo proyecto político, o de una economía
para la vida, sino de que la política se hace, otra vez, un accesorio
procedimental de las prerrogativas del capital. La paulatina adopción de la
lógica que impone la inversión extranjera muestra cómo una economía es moldeada,
otra vez y sistemáticamente, en la dependencia.
Porque si
de política hablamos, lo político de la existencia consiste en hacer realidad
el horizonte utópico que se propone un pueblo en cuanto sujeto histórico; pero
si ya no hay proyecto entonces la política se resume a ser una mera agenciadora
del orden vigente (lo cual se traduce en una mera lucha por el poder). Por eso
no es raro que, no sólo la derecha, sino hasta el gobierno recurra
repetidamente al argumento técnico en vez del político. Ambos se acusan de
hacer política y ambos reniegan de ello; lo cual muestra el abandono de lo
político y esto significa la confrontación, por eso podemos notar el alto grado
de déficit en la discusión, contaminada con la pura calumnia y la mentira, para
el festín del circo mediático. La renuncia a la política es, en definitiva, la
renuncia a la resolución racional del conflicto creciente.
Entonces,
esto que representa el vaciamiento ideológico de una nueva apuesta histórica es
lo que sirve de caldo de cultivo de la reposición señorial promovida por una
directriz gubernamental que, renunciando al horizonte plurinacional, vacía al
propio pueblo del horizonte que se proponía en cuanto sujeto histórico. De ese
modo, la vuelta a la “normalidad” se describe en los términos que la misma
derecha esgrime: el cambio prometido nunca llegó sino que, hasta la corrupción
se apoderó del gobierno del cambio. Entonces, la “transferencia de legitimidad”
es lo que inicia la insurrección porque, además, una vez que el pueblo se
encuentra vaciado de su propia mística, entonces se enfrenta a un bando
conservador esgrimiendo sus mismas banderas, dejando al pueblo en la impotencia
de verse ahora bajo el estigma anti demócrata y dictatorial.
Si el
pueblo, en pleno proceso constituyente, hasta el 2010, era el heraldo de la
mística democrática (lo cual debía haber llevado a un nuevo concepto de lo
democrático), ahora se encuentra expropiado de su propia creación y recluido a
un papel secundario de mero obediente de una política gubernamental que, para
colmo, ya no muestra interés en reivindicar el horizonte indígena que le
garantizo llegar al poder (y eso lo demuestra el último discurso del
vicepresidente en el día del Estado plurinacional).
Lo que
ahora permanece y delata una entusiasta asimilación a la cultura política
tradicional –que era lo que había que transformar–, es el puro cálculo político
de la acumulación de poder. Ello otorga a la derecha los argumentos para
denunciar todas las iniciativas oficiales –incluso las mejores– como un
accionar autoritario. Entonces, no es que la oposición descomponga el carácter
popular del nuevo Estado sino que es, desde adentro, que aquella descomposición
empieza a suceder. Lo que hace la oposición es atizar la desestabilización como
reflejo de aquella descomposición. Y éste es el escenario desde donde se hace
posible una “revolución de colores”.
Se
llamaría así porque es promovida con toda la fisonomía democrática que fue
usurpada al pueblo; de este modo, los sectores contrarios a la nueva
Constitución y a los principios de una revolución democrático-cultural, se ven
en las mejores condiciones de recuperar el patrimonio estatal. Entonces se
puede provocar una insurrección señorial que puede movilizar grandes
contingentes de masa social para destruir un proceso democrático con banderas
democráticas y, de ese modo, inviabilizar una recomposición popular.
Esto
quiere decir que, una “revolución de colores”, precisa generar su legitimación
desde la propia pérdida de legitimidad del gobierno; el modo de esa transferencia
es lo que garantizaría el éxito de la “revolución”. Por ello los think tanks
del Pentágono utilizan este concepto, aprovechando e instrumentalizando el
carácter popular-democrático de una revolución para, mediante ella, reponer su
hegemonía recuperando un sistema democrático útil a sus intereses. Eso es lo
que, a nombre de democracia, defienden los analistas de la oposición (y hasta
del gobierno): un concepto creado por la Comisión Trilateral en la década de
los 70 para, precisamente, acabar con toda revolución popular (por eso, como en
Brasil, hoy se pueden hacer hasta “golpes democráticos”).
A nombre
de la democracia, se puede acabar con la democracia y ese es el propósito de
una “revolución de colores”. Lo que llenaría de colores a esta asonada contra-revolucionaria
es el uso premeditado de símbolos que expresan valores irrenunciables. Como el
gobierno ya no es capaz de contener los valores morales que la oposición
esgrime ahora como su patrimonio único, entonces nos encontramos ante una
situación en la que hay buenos y malos, y los medios se encargan de canonizar
esta dicotomía belicosa. Por eso, para presentarse como “revolución”, debe
primero imbuirse de esa “legitimidad transferida” que ya no puede recuperar el
gobierno. Una vez que cede, mediáticamente, el patrimonio de la agenda política
a una oposición que ahora aparece investida del espíritu democrático, es
entonces cuando las contradicciones gubernamentales aparecen hasta premeditadas
(las “tensiones creativas” del vicepresidente) y tienden a vaciar aún más la
exigua legitimidad que tiene y ampararse sólo en la pura legalidad (para la
mantención exclusiva del poder), lo cual conduce, inevitablemente, al uso de la
fuerza coercitiva, como último recurso estatal.
Ahí es
donde empieza la “revolución de colores”, haciendo de la derecha, en la
plataforma mediática, la nueva depositaria de la legitimidad usurpada al sujeto
del cambio. Lo que sale entonces a las calles, al enfrentamiento violento, bajo
la rúbrica de pueblo, no es un pueblo en tanto que pueblo, porque esto
significaría un sujeto histórico que apuesta por un nuevo horizonte de vida,
sino que, lo que ahora se constituye en actor empoderado, es un contingente que
defiende el orden hegemónico señorial, colonial y liberal y, por ello mismo,
hasta podría exigir una intervención imperial.
La
oligarquía misma, bajo el paraguas mediático de una “revolución de colores”, no
puede constituirse en autora de la revolución, porque esa es una de las
condiciones para movilizar incluso a sectores populares y congregarlos en una
“multitud” “multicolor”, “diversa” y “pluralista” que le unifica sólo una
fijación: sacrificar al chivo expiatorio. Son las propias contradicciones, al
interior del bloque oficialista, las que inclinan las expectativas sociales a
una apuesta conservadora porque, además, aquellos desvaríos son acompañados por
un paulatino abandono de lo que generó, en el pueblo, un nuevo horizonte de
creencias. El bloque en el poder se hace conservador y aparece una elite que se
constituye en sujeto sustitutivo del sujeto plurinacional.
Este
sujeto sustitutivo impone su manera de entender el “proceso de cambio” y
establece un culto a la personalidad como garantía de una fidelidad que
sustituye al proyecto por el líder. Pero con aquel culto no hace sino vaciar de
legitimidad al líder y convertir su liderazgo en una aventura personal. Inventa
el “evismo”. Es decir, diluye en el líder toda la significación del “proceso de
cambio”, convirtiendo al cambio en la extensión de un ego que ya no responde a
nada sino a sí mismo. Lo que llamamos “llunquerío” es la obediencia tributaria
que ahora no sólo des-constituye al líder sino al pueblo mismo. Ya no hay
relación crítica con el líder y, sin ésta, el líder ya no se relaciona con el
pueblo como sujeto. Las dirigencias asumen una verticalidad análoga, porque lo
sagrado de la política ha sido abandonado y, en consecuencia, todo se corrompe.
Todo se resume a defender el poder logrado. Una vez diluida la mística y el
espíritu –lo sagrado de la política–, del cual era depositario el pueblo como
sujeto histórico, lo único que queda es el poder y el cálculo político. La
revolución popular se aburguesa, entonces el bando opositor puede decir: “son
como nosotros, iguales o peores”.
Se genera
una elite que se constituye en círculo concéntrico en torno al líder. Una vez
que se ha abandonado el horizonte del “vivir bien”, la mística y el espíritu
plurinacional, lo único que queda es el culto al líder. La fidelidad ya no es a
un proyecto sino a la permanencia de la figura entronizada y esto termina no
sólo reduciendo al pueblo sino al mismo líder, pues esto conduce a sumirlo en
un solipsismo irremediable. Esto empieza con el llamado al referéndum del 21 de
febrero de 2016.
Desde
allí aparece una empecinada tarea de minar el liderazgo, pues toda opción se
reduce a una y ésta consiste en el sacrificio del líder. El círculo se cierra
en torno a la figura presidencial, porque ésta es la única garantía de la
permanencia de ese círculo; de ese modo, el sujeto sustitutivo provoca el
desgaste permanente del líder. Por sublimarlo terminan por sacrificarlo.
El
referéndum era anacrónico y aquella tozudez sólo denotaba una insistencia que
iría, en lo sucesivo, mermando y desgastando aún más la figura presidencial. Si
hacemos un poco de recuento, podríamos advertir que fue en las “mesas de
concertación” del 2010 (la “negociación” entre gobierno y derecha para aprobar
el texto constitucional), donde aparece la negativa a una re-elección. El
gobierno no fue capaz de esgrimir, aquel entonces, un argumento que mostrase el
carácter chantajista de la derecha, porque la derecha condicionaba su
aceptación con un requerimiento dirigido a un alguien señalado como “el
causante de todo”; esa miopía hizo carne en el gobierno y en el MAS, porque, en
efecto, todo empezó a concentrarse en el señalado por la derecha. Cuando
después el gobierno, en el segundo mandato, se jacta de haber promovido una
trampa a la derecha, da la razón a los chantajistas y el presidente aparece
como el único tramposo.
Entonces,
las expectativas populares empezaron a diluirse cuando el gobierno del cambio
adoptaba la política tradicional y generaba un giro conservador. Bien podía el
gobierno, en aquel entonces, proponerse honestamente constituirse en un
gobierno de reconstrucción nacional (lo cual debía traducirse en una reforma
moral) y plantear una continuidad de largo aliento en el liderazgo
gubernamental, como sucedió, por ejemplo, con la reconstrucción de la Alemania
post-segunda guerra (donde Konrad Adenauer fue canciller 14 años). Pero la
falta de visión, con el paulatino abandono del nuevo horizonte utópico, hizo ya
merma en la argumentación oficialista. Incluso, cuando gozaba el presidente del
máximo de popularidad, cuando era el momento oportuno de hacer un lapso en la
presidencia y hacer una retirada estratégica para volver por la puerta grande
(que es a lo que debiera siempre apostar un político), se determina insistir en
una irreflexiva re-postulación, incapaz de advertir lo que eso traería. El tufo
del poder ya no permitía visión estratégica.
Empezó un
curioso proceso de desgaste, que ya parecía deliberado, y bastante preocupante,
que terminó por hacer de cada acto electoral un evento plebiscitario. ¿Cómo, si
no, se explica, por ejemplo, la sentencia del tribunal constitucional a favor
de la re-postulación del presidente, horas antes de la elección judicial, como
para detonar un repudio que se verificó en el apabullante voto nulo?
El código
penal tampoco se iba a salvar, aun cuando fuese perfecto, porque ya todo se
encontraba viciado del repudio a una nueva re-postulación del presidente (que
pasaba por alto un referéndum propiciado desde adentro del gobierno, apelando
al soberano, para desconocerlo después). Pues una vez abrogado el código penal,
la derecha admite que el código era apenas una excusa y a lo que se apunta es,
como en Brasil, a inviabilizar una nueva presidencia de Evo. Es el propio MAS
el que se mete en este entuerto, al sacrificar a su principal ficha y mermar
casi definitivamente una legitimidad que ahora hace aguas. Sólo el “núcleo
duro” del MAS apuesta por la continuidad, pero esta apuesta ya no es meditada
sino el resultado de la revancha irreflexiva; además opacada por un
desencantamiento creciente en las propias filas masistas, cuando no sólo se ve
una pérdida de sentido en la movilización popular sino en la ratificación de
actores ajenos al proyecto popular en puestos claves de decisión.
EL
“TERMIDOR” Y LA DESPOLITIZACIÓN DEL “PROCESO DE CAMBIO”
Ya hemos
señalado la importancia de la figura del “termidor” en el aburguesamiento de
una revolución popular en otro escrito (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=222945).
Por aburguesamiento queremos señalar el vaciamiento sistemático de los
contenidos alter-nativos que poseía el proceso boliviano. Ese vaciamiento no es
accidental sino premeditado y señala responsables, y tiene que ver con la
discrepancia entre el llamado socialismo del siglo XX y el “vivir bien”. Aun
cuando se proponga un nuevo “socialismo del siglo XXI”, su sola enunciación no
basta y lo que debiera ser una auténtica auto-crítica no es sino una
auto-afirmación de las mismas premisas que condujeron al fracaso histórico de
la izquierda. El “socialismo comunitario” oficialista, dista mucho de ser un
nuevo proyecto, siendo apenas una mixtura posmodernista, prescrita para los
oídos de una izquierda continental que, en las conferencias del vicepresidente
boliviano, se cura de la nostalgia pero no de la ortodoxia; pues festejan un
discurso que nunca cuestiona la idiosincrasia eurocéntrica de esa izquierda: la
singularidad del proceso boliviano no existe sino que pareciera que en Bolivia
funcionan todos los credos del siglo XX.
En ese
sentido, ya no conviene centrarse en el último discurso presidencial (en el día
del Estado plurinacional) sino en el discurso del vicepresidente. Porque allí
vamos a encontrar el modo cómo procede el vaciamiento de sentido histórico
popular y que, en la coyuntura actual, ratifica la “trasferencia de
legitimidad” hacia una oposición que, empoderada por la abrogación del código
penal hecha por el propio Evo, tiene despejado el camino para generar una
“revolución de colores”, por medio de la negativa ciudadana a una nueva
re-postulación del presidente.
En aquél
discurso se ha podido notar un viraje definitivo, que confirma una ya
desideologizada y despolitizada visión del llamado “proceso de cambio”. Ese
vaciamiento de contenidos es la culminación del abandono de “lo político de una
revolución”.
Cuando ya
señalaba el vicepresidente (en una infausta declaración anterior) que nos
encontramos en “estado de guerra” y, en consecuencia, llamaba a “defender el
proceso de cambio a toda costa”, no hace sino confirmar una exigua comprensión
de lo político, típico de los términos hostiles de una realpolitik que ya se
creía superada. Porque, precisamente, la política, incluso en el puro
pragmatismo, es el desplazamiento de la guerra. Quien sigue pensando la
política como “la continuación de la guerra por otros medios”, es porque nunca
ha entendido en qué consiste lo político. Por eso hasta sus diagnósticos se
convierten en profecías de malagüero porque, si de “empate catastrófico”
hablásemos, es la “transferencia de legitimidad” la que habría logrado aquello,
como la confirmación de un premeditado accionar que horada las bases mismas de
legitimación popular del “proceso de cambio” y del supuesto gobierno del
cambio.
Lo que
hace el discurso del vicepresidente es vaciarle al pueblo de la mística
necesaria que le había constituido en pueblo; cuando de lo que se trataba, en
plena asonada derechista, era de ungir al pueblo nuevamente con el espíritu
democrático y de reconstituir su politicidad de sujeto histórico. Y esto pasa
necesariamente por recuperar el horizonte indígena, que era la marca país del
proyecto que había generado tanta expectativa a nivel mundial. Pero, con ese
vaciamiento, porque en el discurso vicepresidencial no hay ya, una sola
mención, al “vivir bien”, o a la “descolonización”, menos a la Pachamama o al
Estado plurinacional, le transfiere a la oposición la mística de lo
democrático, empoderándola como abanderada de la democracia y dejando al pueblo
como un usurpador de aquello.
Un pueblo
sin espíritu deja de serlo y cede su soberanía a la recomposición del espíritu
señorial que restituye la oposición. En el discurso, como ya no hay ninguna
mención al horizonte indígena-popular, todos sus buenos deseos acaban siendo
coherentes con cualquier política hasta neoliberal. Eso demuestra que el viraje
se concluyó y la propia derechización del gobierno es ya patente. El ideólogo
que debiera dar línea y recomposición al sujeto del cambio, deja al pueblo
huérfano de toda referencia trascendental y lo subsume en las misma
expectativas que cualquier proyecto neoliberal podría proponer.
Toda aquella
apología de la tecnología actual (que Marx diría que no es sino el componente
orgánico del proceso de maximización de la tasa acumulativa del capital global)
muestra una ingenuidad sospechosa. La tecnología es una mediación y nunca un
fin. Quienes son ofuscados por lo tecnológico, no hacen sino declarar su más
exacerbado desarrollismo y su falta de comprensión de la singularidad de un
proyecto político que generó un nuevo desiderátum epocal y que supo poner las
cosas en su sitio. Las últimas tecnologías no son precisamente las que nos van
a salvar del desastre ecológico que se viene (es más, habría ya que
preguntarse: ¿entre tanta ciencia y tecnología, somos mejores seres humanos?,
¿la tecnología nos hizo mejores personas?; más bien, habría que señalar que, a
mayor composición tecnológica, mayor devastación natural).
Volver a
lo natural no es un romanticismo ingenuo; en muchos casos ha de ser la más
sensata respuesta a la agudización de la crisis climática. Pero la ceguera
desarrollista, que es la formalización de la clasificación antropológico-racial
que produce la modernidad para legitimar sus pretensiones expansionistas, sólo
ve como posible lo que el desarrollo prescribe, dejando lo que podría
constituirse como independencia científico-tecnológica –la revalorización y
actualización de nuestro propio horizonte cultural y civilizatorio– como algo
cancelado por la carrera desarrollista (credo del capitalismo y de una
izquierda eurocéntrica).
La
desideologización deja al pueblo inerme, sin contenido político y sólo con el
déficit democrático de quedar relegado a mero defensor de una figura. Si el
pueblo no es sujeto político entonces no es pueblo, pero si lo político se
reduce sólo a lo partidario, entonces todo se reduce a defender a alguien y ya
no a un proyecto de vida. Lo político es la clarificación autoconsciente del
proyecto que constituye a un pueblo en tanto que pueblo, o sea, lo político
debiera ser patrimonio de un sujeto constituyente autor de un nuevo horizonte
de vida.
La propia
agenda gubernamental que declara el discurso del vicepresidente, queda diluida
en un mero decálogo prescriptivo que nos propone asumir al componente orgánico
del capital –la apología de lo tecnológico– como única política estatal, y esto
desnuda la ausencia de clarificación de un horizonte alter-nativo. Hay que
recalcar que, incluso, para ninguna potencia, la tecnología constituye una
política de Estado; porque lo gravitante en una política de Estado consiste en
clarificar el proyecto de vida propio y no una mera apología de la ciencia y la
tecnología, o del “progreso moderno” (que es lo que precisamente ha puesto en
crisis el calentamiento global). Ello no hace sino descubrir al vicepresidente
como un positivista más del siglo XIX.
El
anacronismo se hace explícito cuando nos dice que “las nuevas obras que nos
demanda la población ya no significa más mano de obra sino uso intensivo de
tecnología”. Eso no sólo es un discurso demagógico dirigido a una clase media
que ya no ve en él un actor creíble, sino que posterga definitivamente a los
pobres de todo protagonismo en el proyecto que se imagina; es más, requerir
sofisticadas tecnologías significa comprarlas, o sea, seguir siendo
consumidores de un conocimiento que está diseñado para depender.
Si hasta
ahora no se observa ninguna voluntad de revalorización de un conocimiento
dormido y nunca apreciado por la academia, como son los saberes indígenas,
resulta que ahora nos plantea el gobierno un abandono definitivo de aquella
esperanza. La ausencia del concepto “vivir bien” en el discurso del
vicepresidente no es casual; él mismo se encargó de excluir paulatinamente el
lenguaje plurinacional en su versión liberal de la política estatal; cuando nos
exige “colocarnos a la altura de la historia”, habla como el expresidente Mesa
cuando nos exigía “someternos al imperio de la ley”. Hasta Jürgen Habermas se
reiría de aquella encomienda, porque eso significa una relación
pre-convencional con la ley, donde hay ausencia de relación crítica y de
sujetos.
Para el
vicepresidente, “colocarnos a la altura de la historia” significaría que
desistamos de toda recuperación cultural, que los logros civilizatorios de
nuestras culturas están condenados al puro pasado, o sea, que lo nuestro ya no
sirve para “desarrollarnos” (al modo euro-gringo-céntrico). Si la tecnología
deshumanizadora del primer mundo es la solución, entonces ¿de qué “revolución
democrático-cultural”, “des-colonizada”, promotora del indio como “reserva
moral de la humanidad”, de los “derechos de la Pachamama” y abanderada del
“vivir bien”, estamos hablando? Si todo fue un engaño, ¿quién nos engañó?
Ahora que
la oposición se siente empoderada, el gobierno sólo sabe optar por la
beligerancia y esa parece ser la única carta que puede ofrecer el “termidor” en
su discurso. Pero hace del pueblo ya no un sujeto histórico sino apenas un
batallón de infantería. El sujeto sustitutivo conforma su cuartel general en
una guerra anunciada y pone como única bandera de lucha la defensa de los
generales.
El 2008
se pudo derrotar al golpe cívico-prefectural porque el pueblo estaba imbuido de
la mística democrática y constituyente; ahora es la derecha la que tiene en
bandeja de plata esa mística bajo la bandera democrática, gracias a la
“transferencia de legitimidad” que hace un gobierno que ha perdido el horizonte
plurinacional. Por eso en el discurso del “termidor” hay una ausencia total de
ese horizonte y eso constata que ese jamás fue el horizonte que se propuso el
“termidor” y nunca tuvo como propósito político estampar el horizonte
indígena-popular en la política gubernamental.
Si el
pueblo recuperase su papel protagónico, tendría que tomar consciencia de la
usurpación que se hizo de una revolución popular; produciendo, desde adentro,
la contrarrevolución. Esto que se inicia a partir del referéndum y en los
sucesivos intentos de re-postulación, denota que, más que errores, se trata de
una meditada conspiración, desde adentro, para horadar la legitimidad, ya no
solo del líder sino del proyecto popular que éste representa.
Continuamente,
la elite gubernamental, ha dado las mejores muestras de brindarle a la derecha
argumentos para confirmar los prejuicios en contra del gobierno, que se han ido
restituyendo decisivamente gracias al accionar mediático. Lo cual también
manifiesta una ceguera en cuanto a política comunicacional, que decepciona en
cada episodio crítico (mientras toda la mediocracia bombardeaba contra el
código penal, los canales estatales y sus radios estaban perdidos en el Dakar;
el colmo sucede cuando, en horario estelar, el canal estatal inaugura un
programa conducido por uno de los personajes más aciagos del racismo
mediático). El gobierno carece de política comunicacional y eso pretende
subsanarlo con pura propaganda, pero ni con ello remedia ese déficit.
La
asonada social contra el código penal, muestra que, si se contase con
verdaderos operadores políticos, lo más adecuado, para prevenir el estallido de
un conflicto mayor, era socializar el código en todo el tiempo de su gestación;
además que ya teniendo un conflicto anterior con el sector médico, el gobierno
ya debía de entrar en cuenta que en ese conflicto hay un rehén de por medio,
que es la propia población. Si el gobierno se proponía enfrentar al poder que
tiene ese sector (que se atribuye además la salud como su propiedad privada),
debía primero proporcionarle a la población alternativas para no quedar como
rehén en medio del conflicto. La creación de clínicas populares, revalorizando
la medicina tradicional y alternativa, debiera de haber sido prioridad en un
gobierno que se propone reformar el sistema de salud.
La falta
de política comunicacional merma toda recuperación política del lado popular;
si el canal estatal, los paraestatales y las radios oficialistas no tienen la
capacidad de responder a la asonada beligerante que provocan los medios
privados, eso devela una excesiva e ingenua confianza de la elite gubernamental
en apostar por el desgaste de los conflictos. Otra vez, eso no es un simple
error y ya huele a una rancia recurrencia al ninguneo de actores que se hacen
cada vez más beligerantes. El que ningunea es porque se cree autosuficiente e
infalible. Ese no es ni siquiera el “hombre nuevo” del que hablaba el Che y
menos el que se propone el “vivir bien” como horizonte de vida.
La
oposición y la derecha ya han declarado que el foco de la movilización, que
congrega una creciente masa social sobre todo citadina, es la capitulación del
presidente. Los resabios señorialistas de la movilización dejan ver, de ese
modo, que, en medio de un descontento social comprensible, se cuela una repuesta
insurrección señorial que atiza el conflicto mediante la exacerbación del
racismo implícito en las dirigencias que aparecen liderando a la oposición. La
fijación en el presidente es una fijación en lo que representa y eso se nota en
la intransigencia que también hace mella en la oposición.
El
desprendimiento presidencial, que sería la mejor forma de descolocar una
insurrección de la oligarquía camuflada de “revolución de colores”, no es lo
que se ve y eso agudiza más la situación. Mientras la derecha ningunea al
núcleo duro de apoyo al presidente, que es la descualificación del pueblo como
actor político, lo cual provoca su señalamiento negativo por parte de un
radicalismo racista renacido; la elite gubernamental hace lo mismo con toda la
oposición, no sabiendo discernir niveles de conflictividad y de actores que no
pueden ser tratados con la misma vara. Todo eso no hace sino conducirnos al
estallido social, es decir, a una “revolución de colores”. Frente a eso, cuando
se debiera dar línea política estratégica de reposición hegemónica popular, el
“termidor” opta por el enfrentamiento. Quien nunca ha podido producir hegemonía
y tampoco ha permitido la politización del sujeto del cambio, es decir, la
constitución del pueblo en sujeto (porque sólo le interesó reducirlo a
obediente de los dictámenes de arriba) es quien se constituye en el “termidor”
que se dedica, para su propia desgracia, a restituir el Estado que quería
transformar. Si su proyecto de vida fue ser un viabilizador de la asunción de
un indio al poder, ahora reafirma que nunca creyó en el indio ni en lo que cree
el indio.
Los
ingenuos y los oportunistas líderes de la oposición, tampoco se dan cuenta que
sus aspiraciones acabarán, si se concretara la insurrección de la oligarquía,
en la reposición de un orden que sí hará realidad sus miedos. Serán barridos
como simples peones de un juego que acabará con una más férrea injerencia de
nueva clase. Como en la Argentina de Macri, o el Brasil de Temer, una
reposición oligárquica-liberal conculcará la democracia y todas las conquistas
sociales y populares alcanzadas estos últimos años. Otra vez se reditará el
episodio del gobierno de Torrez, cuando la izquierda también provocó el golpe
militar.
No se
dan cuenta que la derecha no actúa ni siquiera para sí misma y que, en su
debido momento, el componente fascista se impondrá y desplazará a todos los
ingenuos que, liderando interesadamente las marchas y los paros, habrán
servido, en bandeja de plata, el poder a la insurrección de la oligarquía. El
desenlace hasta burlesco que podría provocar la digitación externa de una
“revolución de colores”, para terminar por descomponer una recomposición del
campo popular, sería la entronización de otro indígena en el poder (no en vano
un ex vicepresidente indígena es el más entusiasta crítico del gobierno), con
la siguiente amonestación: “con un indio quisieron soñar en cambiar todo, con
otro indio les enseñaremos que nada se puede cambiar”.
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