Desde hace
más de 100 años los bolivianos sueñan con volver al mar porque, además de
sentar soberanía sobre un territorio usurpado, el encierro incide negativamente
en el desarrollo y crecimiento y limita su comunicación con el mundo.
Bolivia
perdió su litoral cuando en la Guerra del Pacífico (1879-1883) Chile le
arrebató 400 kilómetros de costas y otros 120 mil kilómetros cuadrados de
terrenos ricos en recursos naturales, entre ellos cobre, litio y salitre. Según
diversos estudios, la nación andino amazónica deja de percibir cada año 1 mil
500 millones de dólares por su situación de mediterraneidad y la reducción del
Producto Interno Bruto (PIB) es de hasta 2 por ciento.
El libro Bolivia:
un país privado de litoral, presentado aquí, es un texto revelador de los
obstáculos que enfrenta esta nación en el camino al mar y la incidencia del
encierro en su comercio exterior.
Ese texto
expone los problemas para el transporte de las mercancías hasta los puertos
chilenos de Arica y Antofagasta, las barreras aduaneras, el mal estado de las
carreteras, el maltrato a los transportistas, la demora en el tránsito y otras
dificultades que encarecen el comercio.
Todo esto
provoca un aumento de los costos del transporte, a tal punto que los de Bolivia
son 31 por ciento superiores a la media continental.
Las
dificultades sufridas por los bolivianos en su tránsito al mar llevaron a las
autoridades a analizar vías alternativas, entre ellas utilizar el puerto peruano
de Ilo, en vez del de Arica, para el transporte de mercancías.
En la
actualidad, Arica moviliza el 84 por ciento del comercio exterior boliviano,
que el año pasado fue de unos 3 mil millones de dólares.
El cambio de
terminal marítima podría producirse este año o, a más tardar, en 2018, según
declaraciones del gerente ejecutivo de la Administración de Servicios
Portuarios, David Sánchez.
Otra opción a
más largo plazo es el Corredor Bioceánico Central, de más de 3 mil 360
kilómetros que unirá al Atlántico con el Pacífico. El tren enlazará el puerto
de Santos, en Brasil, con el de Ilo y pasará por Bolivia. A este país ingresará
por Puerto Suárez, recorrerá los municipios de Santa Cruz, Montero y Bulo Bulo
hasta llegar al altiplano de La Paz, para salir a Perú.
Para Bolivia,
la guerra del Pacífico no sólo significó la pérdida de las costas, sino también
de territorios ricos en cobre, litio, guano (fertilizante altamente efectivo),
salitre y los recursos ictiológicos, referidos a la explotación de peces.
Como
consecuencia de la invasión chilena, el país fue privado de explotar las
materias primas existentes en esa extensión territorial, sobre todo el salitre
y el cobre que son de gran trascendencia en la historia económica chilena.
El salitre
convirtió a Chile en el primer productor del mundo, le permitió multiplicar sus
ingresos y sentar las bases de su desarrollo y posterior consolidación
política, señala el Libro del mar, el cual contiene la historia del
reclamo boliviano por la salida al Pacífico.
El cobre es
otro recurso importante para Chile. Su explotación significó grandes ingresos
para ese país desde el descubrimiento de las reservas más importantes a
principios del siglo XX en lo que fue el litoral boliviano, precisa el texto.
Actualmente,
Chile explota también el litio, con una alta demanda en el mercado
internacional.
Aunque
Bolivia posee este valioso mineral, no podrá beneficiarse de él de manera
equivalente, porque la falta de un acceso soberano a las costas encarecerá su
comercialización internacional.
Después de
muchos años de diálogo y esfuerzos infructuosos para lograr una salida soberana
al Pacífico, Bolivia decidió en 2013 dar un paso histórico y acudir a la Corte
Internacional de Justicia (CIJ), de La Haya.
El 24 de
abril de ese año, el gobierno del presidente Evo Morales presentó una demanda
ante la CIJ y 2 años después ese tribunal de la Organización de las Naciones
Unidas se declaró competente para atender la reivindicación.
De acuerdo
con los plazos establecidos, el 21 de marzo de 2017 Bolivia entregó su réplica
ante la CIJ, mientras que Chile tiene hasta el 21 de septiembre para dar a
conocer sus alegatos.
Al hablar en
el acto central en la Plaza Abaroa, de La Paz, con motivo de los 138 años de la
pérdida del litoral, el presidente Morales recordó que el pueblo boliviano,
desde la invasión y posterior usurpación del territorio, no ha renunciado a
volver a las costas del Pacífico.
“Mientras
la patria exista, mientras haya un solo boliviano sobre la faz de la tierra
seguiremos luchando por volver al mar con soberanía y esta voluntad que anida
en el corazón de más de 10 millones de bolivianos no cesará jamás”, aseguró
Evo.
El mandatario
aprovechó el discurso para reiterar su llamado a un diálogo con Chile, como el
mejor camino para que dos naciones hermanas hablen de frente sobre sus asuntos
pendientes y juntos encuentren soluciones.
Bolivia está
convencida de que las negociaciones sobre una salida al mar deben respetar los
intereses de ambas partes y llegar a resultados sin vencedores ni perdedores,
pero con soluciones justas, afirmó Evo.
El presidente
declaró que su país cree en la fuerza de la justicia y en el derecho
internacional para resolver el diferendo y manifestó su seguridad de que más
temprano que tarde Bolivia logrará recuperar su condición marítima soberana. Contra Línea de México
(www.contralinea.com.mx)
CASO
SILALA: CHILE CIERRA REDACCIÓN DE LA MEMORIA QUE SE ENTREGARÍA ANTES DE JULIO
Los
científicos del grupo presentaron sus conclusiones ante el equipo de abogados
que, posteriormente, incorporó los datos en el documento en un lenguaje más
adecuado para la Corte. El texto chileno incluirá, además, citas de autoridades
bolivianas y mapas. Matías Bakit R.
El
Mercurio de Chile (www.economiaynegocios.cl)
La semana
pasada, en la reunión de la Sociedad Americana de Derecho Internacional (Asil)
llamó la atención entre los integrantes del equipo chileno que defiende al país
ante La Haya la presencia del agente boliviano, Eduardo Rodríguez Veltzé, poco
asiduo a esas reuniones.
Y es que el
ex Presidente altiplánico está recién iniciando contactos para conformar un
equipo para el caso Silala, luego de haberse dedicado completamente a la
presentación de la réplica de Palacio Quemado por la demanda marítima.
De hecho, en
la Cancillería chilena expresan que en el ambiente aún no hay ninguna noticia,
ni siquiera rumor, sobre posibles expertos extranjeros que estén trabajando con
Bolivia en la materia.
Esto
contrasta con lo que sucede en el equipo chileno, dirigido por la agente Ximena
Fuentes, que los días jueves y viernes de esta semana tuvo una de las reuniones
más relevantes desde el inicio del proceso, en el piso 17 de la Cancillería,
con más de una veintena de participantes.
Los
encuentros fueron los últimos del equipo completo antes de la entrega de la
Memoria chilena. Y, por lo tanto, había decisiones que debían quedar cerradas y
aprobadas, tanto por la agencia como por el canciller Heraldo Muñoz. Entre
ellas, nada menos que la redacción del documento que se le presentará a la Corte.
Cómo se
utilizarán los números
El coagente
Juan Ignacio Piña explica que el proceso de definición tuvo dos etapas.
"Primero,
todo el equipo técnico se reunió para trabajar en el cierre de sus informes,
donde están todas las conclusiones de la labor científica", dice.
Posteriormente,
los científicos, encabezados por los hidrólogos británicos Howard Wheater y
Denis Peach, presentaron sus trabajos definitivos, en una exposición ante el
equipo de abogados, compuestos por los agentes, los integrantes de la Unidad
Silala de la Difrol y los asesores Andrés Jana, Laurence Boisson de Chazournes,
Mara Tignino, Stephen McCaffrey, Alan Boyle y Samuel Wordsworth.
"Estas
conclusiones vienen a confirmar lo que ya sabíamos sobre la fortaleza de la
postura chilena", dice Piña.
La segunda
etapa de las reuniones, en la que participaron solo los abogados y el
canciller, tuvo como objetivo elaborar la versión final del texto de la Memoria
que Chile debe presentar en La Haya el 3 de julio. En otras palabras, el
viernes se cerró el proceso de redacción.
"La
importancia de esto es que el informe científico escrito necesita tener un
lenguaje que entiendan los jueces de la Corte. Solo los datos, no sirven. Los
datos duros se incorporan como anexo igualmente, pero las conclusiones y metodología
deben estar adecuadamente reflejadas para que las pueda entender alguien que no
es un científico", cuenta la agente Ximena Fuentes.
"Intenso"
mayo
Esta fue la
última reunión del equipo completo, pues en mayo -definido como el mes de
"cierre" de trabajos- la labor se centrará en la Difrol y la Unidad
Silala, que estarán encargadas de la "edición y producción" de los
contenidos. Proceso que, según los agentes, se avizora "intenso".
"Hay una
labor muy de detalle, de revisar todas las citas, pie de página, que vamos a
incorporar en el texto y en los informes científicos", explica Fuentes, y
agrega que muchas de esas citas provendrán de altas autoridades bolivianas, que
han emitido opiniones favorables a la posición chilena.
Otro punto
importante será la incorporación de infografías y mapas a la información. En
este último punto, se cuenta que se presentará cartografía recopilada en varios
países del mundo y de varias épocas.
Para eso será
clave el aporte del cartógrafo y abogado estadounidense Coalter Lathrop,
experto en elaborar e incluir gráficas en textos legales presentados ante la
Corte. Él ya trabajó con Chile en el caso con Perú y en la objeción preliminar
de la demanda marítima con Bolivia.
Tras este
proceso, junio será el mes de impresión. No se descarta que Chile entregue su
memoria antes del plazo.
"Se ha
reunido evidencia incuestionable para demostrarle a la Corte que el Silala es y
ha sido un río internacional desde hace miles de años. Y que, por tanto,
corresponde un uso razonable y equitativo de este curso de agua internacional,
tomando en cuenta su empleo actual, y obligándose a Bolivia a informar a la
Corte sobre cualquier actividad que pudiese afectar la cantidad y calidad de
las aguas. Este caso lo vamos a ganar porque la ciencia y la historia están de
nuestro lado", dice, satisfecho, el canciller.
OFID
FIRMA ACUERDOS DE PRÉSTAMO DE US $ 111 MILLONES CON BOLIVIA, ETIOPÍA Y GUINEA
Releief de Canadá (www.reliefweb.int)
El Fondo de
la OPEP para el Desarrollo Internacional (OFID) ha firmado acuerdos de préstamo
por un total de US $ 111 millones con países asociados, Bolivia, Etiopía y
Guinea, al margen de las Reuniones de Primavera del Banco Mundial celebradas
del 21 al 23 de abril en Washington, DC. Los acuerdos fueron firmados por el
Director General del OFID Suleiman J Al-Herbish y los ministros de los países
beneficiarios.
Al-Herbish
señaló que más de 1,5 millones de personas se beneficiarían de los proyectos
cofinanciados por el OFID, cuyo objetivo era mejorar la seguridad alimentaria,
mejorar los enlaces de transporte y mejorar la infraestructura básica.
"Estas áreas coinciden con el plan estratégico del OFID, que se centra en
un enfoque de nexo como un medio para ayudar a aliviar la pobreza", dijo.
"El OFID ha mantenido asociaciones de larga data con Bolivia, Etiopía y
Guinea y espera fortalecer y perseguir vías adicionales de cooperación en otros
proyectos de desarrollo".
Los tres
proyectos del sector público están siendo cofinanciados por los gobiernos de
los países receptores y el Banco de Desarrollo de América Latina (Bolivia) y el
Banco Árabe para el Desarrollo Económico en África (Etiopía y Guinea). Son:
Bolivia. US $
61 millones. Programa de Presas: Más Inversiones para el Riego. Este proyecto
tiene como objetivo aumentar las inversiones en presas e infraestructura conexa
en siete departamentos con altos niveles de pobreza, especialmente entre las
comunidades indígenas y rurales. Las actividades se centrarán en mejorar el
riego y ampliar las tierras cultivables para aumentar la productividad
agrícola. También se prevén componentes de asistencia técnica y creación de
capacidad. Se espera que alrededor de 100.000 personas dependientes de la
agricultura de subsistencia se beneficien del proyecto.
Etiopía. US $
30 millones. Actualización de la carretera Shambu-Agamsa. Mejorar un tramo de
94 kilómetros de largo situado en la región central / occidental, con el
objetivo de proporcionar a unas 620.000 personas acceso a servicios sociales y
reducir el tiempo y los costos de viaje. El proyecto también ayudará a aumentar
los ingresos de los agricultores facilitando la entrega de sus cultivos a los
mercados.
Guinea. US $
20 millones. Desarrollo Rural Integrado. Ayudar a aliviar la pobreza y mejorar
la seguridad alimentaria en el este y el sur del país; A saber, las regiones
Kindia, Mamou, Faranah y Kankan. Las obras que se llevarán a cabo incluyen la
mejora de las carreteras, los sistemas de riego y abastecimiento de agua, así
como la infraestructura relacionada con la producción y el almacenamiento
agrícola. También se prevé un componente de fortalecimiento institucional. Se
espera que alrededor de 800.000 personas se beneficien del proyecto.
BOLIVIA
SE UTILIZA COMO UNA VÍA PARA EL TRÁFICO DE MARIHUANA MODIFICADA DENOMINADA
"CRIPTONITA"
Perú
21 (www.peru21.pe)
El director
general de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico de Bolivia, Santiago
Delgadillo, manifestó que Bolivia se utiliza como vía de tránsito para
el tráfico de la marihuana
modificada llamada “Criptonita”. “Esta droga es proveniente desde Ecuador y
Colombia y tiene un alto contenido de THC (Tetrahidrocanabito) que es cinco
veces más potente que el cannabis, lo que le hace más adictivo”, declaró.
El THC es el
principal componente psicoactivo del cannabis, el químico que causa sus efectos
narcóticos.
El máximo
responsable de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico de Bolivia
hizo estas declaraciones a propósito de la incautación de 21 kilos de esa
variedad de marihuana esta semana en el departamento de Santa Cruz, en
una operación que también logró la detención de dos ciudadanos ecuatorianos y
otro colombiano.
Según el
cuerpo policial, el destino final de la droga podría ser Chile o Brasil, y sus
consumidores habituales son personas de clase media y alta, por su precio más
elevado que otras variedades más corrientes.
TRAFICANTE CAMBIÓ SU ROSTRO PARA NO SER DETENIDO
Un hombre de nacionalidad peruana fue detenido en
Recoleta. Antes de ingresar al país se había realizado una cirugía estética en
Bolivia.
MDZOL de Argentina (www.mdzol.com)
Un hombre
que era buscado por narcotráfico y el asesinato de un policía en Perú fue
detenido ayer en el barrio porteño de Recoleta, luego de haber ingresado al
país con una identidad falsa tras realizarse una cirugía estética para cambiar
de fisonomía, informó el Ministerio de Seguridad de la Nación.
Se trata
de Bhel Bhoy Arbin Santillán Ríos (35), alias "Servando", quien pese
a que intentó escapar fue apresado por efectivos de la Policía Federal en la
esquina de las avenidas Callao y Del Libertador, cerca de edificio donde
residía
"Este
procedimiento fue posible gracias a la inteligencia criminal y, sobre todo, a
la cooperación internacional que promovemos en el ámbito de Interpol",
aseguró la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Acerca de
"Servando", indicó que "se trata de un hombre muy peligroso que
había escapado en dos oportunidades y hoy está nuevamente a disposición de la
Justicia" luego de que pesara una circular roja de Interpol en su contra y
la Policía Nacional de Perú ofreciera 100.000 soles (30.000 dólares) por
información sobre su paradero.
El
operativo se realizó luego de una exhaustiva investigación criminal que arrojó
que el prófugo, de nacionalidad peruana, podría haber entrado al país con un
documento emitido en Bolivia.
El
sospechoso, que está acusado de robo agravado, narcotráfico y el asesinato de
un oficial de policía en Perú, se encontraba prófugo desde noviembre de 2016,
cuando huyó del Hospital Nacional "Daniel Alcides Carrión" tras ser
atendido en el área de cirugías.
Previamente,
con ayuda de sus cómplices, ya se había escapado en otra oportunidad de centros
de salud mientras estaba detenido.
La
investigación reconstruyó que, tras la última fuga, el prófugo escapó desde
Perú hacia Paraguay, y después ingresó a Bolivia, donde se hizo con una
identidad falsa y obtuvo documentación para entrar a la Argentina luego de
haberse practicado una cirugía estética.
SICARIO FALSIFICÓ CÉDULA DE IDENTIDAD PARA ELUDIR A LAS
AUTORIDADES
El peligroso sicario conocido como 'Servando' con otro nombre consiguió
cédula de identidad falsa en Bolivia.
También viajó a Paraguay y Argentina. Se hacía pasar como soldador.
El Popular de Perú (www.elpopular.pe)
Los
agentes de la Interpol de Lima,
desde noviembre del año pasado, tenían conocimiento de que el peligroso y
astuto sicario Bhel
Bhoy Arbin Santillán Ríos, para evadir a la justicia, obtuvo una cédula de
identidad boliviana falsa a nombre de Juan Carlos Loaiza, lo que le permitió
viajar a Bolivia, Paraguay y Argentina.
Este
documento que habría conseguido en forma fraudulenta en mayo del 2016, tenía
vigencia hasta el 16 de mayo del 2022.
Trascendió
que Servando, al tener conocimiento que la policía le pisaba los talones,
cambiaba de ubicación constantemente.
La
policía, al tanto de esta situación, el 29 de noviembre difundió la orden de
captura internacional (notificación roja) en los 190 países afiliados a la
Interpol.
Desde
esa fecha se comunicaba con sus homólogos de Bolivia, Paraguay y Argentina para
la ubicación y captura de Servando, quien para obtener una nueva identidad como
boliviano se hizo pasar como soldador.
DIARIO DE VILOCO, BOLIVIA: "UN RECIPIENTE VACÍO QUE
SE LLENA DE HISTORIAS Y ROSTROS"
Bergamo News de Italia (www.bergamonews.it)
David
tiene 24 años, es de Bérgamo y se graduó en Artes en abril de 2016. Actualmente
se encuentra en Bolivia, más precisamente en Viloco, y escribirá a BGY una
especie de diario sobre sus experiencias como un misionero que se unirá a estos
sitios hasta noviembre de 2018.
Desde que
estoy aquí está resonando a menudo en mis pensamientos esta metáfora que me
parece apropiado decir la forma en que estoy tratando de acercarse a esta
experiencia y esta gente: me siento como un recipiente vacío que se llena de
historias, caras, trabajos, palabras y sueños sino también de las tradiciones y
costumbres que no lo hacen de inmediato parte de mi historia y mi cultura. De
hecho estoy tratando de integrar lo más posible dando la bienvenida con gran
positividad y alegría cada novedad.
Y para
ello, para dar vida a este pequeño integración que tienen que ver directamente,
me parece que no hay otra manera que no se vacíe. Para vaciar todos los
pequeños y débiles certezas que llevamos, libre de los modos de pensar que
humanamente construimos; vaciado para hacer espacio para lo que queremos saber.
Para aceptar por completo que otros tienen a este esfuerzo, no hay necesidad de
renegociar uno mismo para ser definitivamente involucrados. No es negación de
sí mismo, sus orígenes y su propia naturaleza, no significa restablecer por
completo sus vidas, sino que es más bien una forma de apertura a lo nuevo; se
está involucrando a la manera por completo, que todo lo abarca, esta nueva
realidad de la que desea ser una parte integral, a la que desea pertenecer.
Sin
embargo, no sólo vacía, no acaba de verse a sí mismo como un recipiente vacío;
Debe sentir, en cierto modo, un extraño en el mundo. Por mucho que se puede
sentir bienvenidos y muy querido, ya que puede sentirse como en casa siempre
será un extranjero, siempre voy a gringo - al igual que los niños de todo aquí
en broma llamar a los extranjeros de piel blanca sin conocer los orígenes del
término. Usted siempre será un hemisferio occidental nacido suerte del mundo.
Las
miserias y debilidades humanas que me encuentro todos los días en este pequeño
rincón del planeta es y será siempre la miseria de los demás, no la mía. Así
que creo que realmente no hay otro enfoque que no acepta esta condición de
extranjero; sin que se convierta un límite, un obstáculo, sino más bien que es
un punto de partida. Esa es una buena oportunidad para que ambas partes lleguen
a conocer y reconocer el Más Allá una mina inagotable de información y la
humanidad. ¿Cuántas veces usted está hablando con la gente del lugar me hacía
preguntas que suenan más o menos así: "Pero en Italia es la comida? Y la
gente? Y el trabajo? "" ¿De dónde vienes de allí son los mismos
problemas que tenemos aquí? Hay corrupción? Y las escuelas, ya que son? Y su
historia?". Ya este es tal vez no integración o el intercambio cultural?
Ya no se trata de la misión, tal vez? Creo que sí.
Creo que
estas pocas líneas simples son en sí mismos una forma de dar y recibir. Un bien
piensan que la misión es también esto: un vínculo entre dos mundos distantes
(no sólo geográficamente) entre ellos.
Escribí
en el último episodio de la relación de viaje de cómo cada misión hacer una
historia en sí mismo: es diferente de los otros porque son diferentes las
personas que conoces, los lugares y necesidades. A cambio, deja que los que viven
(misionero laico o lo ordenó) enseñanzas, ideas y cuestiones diferentes de
pensar y en la que (esperemos) replantearse sus vidas una vez que regresen. Hay
un pasaje en el contrato que firmé antes de dejar que dice lo siguiente:
"El enviado [...] siempre imprime su estilo de vida y sus actividades a la
sencillez y la discreción". Básicamente invitamos a la misión de vivir
esta experiencia de acuerdo a las características y las condiciones de vida del
lugar en el que se envía. Eso es lo que estoy tratando de hacer: restablecer mi
vida diaria de acuerdo a los ritmos y estilo de vida Viloco y su gente.
Y si hay
una palabra que estoy releyendo a la luz de esta experiencia es precisamente la
simplicidad; integrarme de esta palabra que usted está tomando un peso
específico considerable. Me doy cuenta de que cuanto más me quedo en esta
realidad, más me siento sumergido en un baño de simplicidad, elemento típico de
la cultura andina. Aquí simplicidad se encuentra caminando por las calles, en
las caras y en las palabras de estas personas, la alegría incansable de niños
capaces de jugar por una tarde entera con el neumático de una bicicleta o una
cometa; el juntarse en las formas de hacer y la vida imposible, pero aún
campesinos dignas: sin ambición, sin utopía de "escalar al poder y al
dinero" (notoriamente codicioso y las ilusiones de nuestras sociedades
occidentales acomodadas); más bien una genuina búsqueda de la felicidad en las
cosas pequeñas y sencillas; una unidad intrínseca e innata que tiene como objetivo
estar a gusto con lo poco que tiene disponible; lo que en estas partes que
llaman vivir bien (que, citando a Francisco, es "se está proponiendo buena
vida y no egoísta ideal de hacer la buena vida").
Vivir
bien, el pensamiento de la filosofía andina que se traduce concretamente en una
vida en armonía con los demás, con la comunidad y la Pacha Mama (Madre Tierra).
Una vida que se basa en el respeto, la reciprocidad y el intercambio. En última
instancia, una vida basada en la trilogía en quechua se traduce en Suwa ama,
ama llulla y ama qhilla, a saber: no ser un ladrón, no seas mentiroso, no seas
flojo o débil. Conceptos que son buenas o malas en todas las culturas, pero, en
esta ocasión, adquieren un valor mayor comunidad: si se realiza el individuo
robos, la mente o, incluso antes del pecado a sí mismo (o Dios), menoscaba
armonía de la comunidad en la que cada uno tiene su propio papel y
responsabilidades. Básicamente una vida dedicada a la luz de la inocencia,
entendida en el sentido original del término: no hacer daño (en - no, nocentia
- daño).
Por
supuesto, esta filosofía de pensamiento se traduce concretamente en las
prácticas europeas, subdivisiones de tareas precisas, destinados a potenciar a
todos los miembros del pueblo y de la comunidad. Pero más sobre esto en el
próximo episodio.
Los cárteles mexicanos controlan todas las cadenas productivas
de narcóticos ilegales del Continente. También intercambian minerales por
precursores químicos y “asesoran” a mafias de todo el mundo
Contra Línea de México (www.contralinea.com.mx)
Cinco
organizaciones criminales mexicanas han logrado penetrar todos los procesos del
negocio continental de las drogas ilícitas. Desde aquellos que inician en
Colombia, Perú y Bolivia con el cultivo de la planta de coca, hasta los que
concluyen con la venta de cocaína en polvo en sobres en las calles de ciudades
de Estados Unidos, como Chicago, Nueva York o Washington. No sólo se trata de
cocaína, sino de las otras tres categorías principales de drogas ilícitas:
mariguana, heroína y metanfetaminas.
Su poder
les alcanza para consolidar los procesos de producción en el Continente
africano y participar en la distribución en otros, como en Europa y Oceanía.
Además, la “diversificación” de sus negocios en México les ha permitido
participar del negocio en Asia pues, por ejemplo, sus socios chinos les envían
precursores de drogas a cambio de minerales extraídos ilegalmente del país.
El
kilogramo de cocaína vale 10 mil dólares estadunidenses en los países de
Centroamérica, antes de ingresar México. En el Sur mexicano incrementa su valor
a 12 mil dólares. Ya en el Norte del país, antes de cruzar a Estados Unidos, el
kilo de cocaína alcanza los 16 mil dólares. Los datos son de la Global
Financial Integrity, revelados en su informe Transnational Crime and the
Developing World, publicado a finales de marzo pasado.
Pero los
cárteles mexicanos no son ajenos al proceso iniciado en Colombia, Perú o
Bolivia, donde se cultiva la planta de coca y se obtiene la cocaína. Ni al que
concluye con su distribución en el insaciable megamercado del continente:
Estados Unidos. Los cultivadores colombianos de la planta obtienen alrededor de
2 mil 200 dólares por kilogramo de cocaína. Y en las calles estadunidenses los
consumidores de esta droga pagan aproximadamente 27 mil dólares por kilo. En
efecto, al final de la cadena, se trata de 1 mil 127 por ciento más de lo que
obtienen quienes lo elaboran. Pero no se trata del valor más alto.
En
Europa, los cocainómanos y los consumidores ocasionales de cocaína deben pagar
a 55 mil dólares el kilo (2 mil 400 por ciento más que su valor original). En
Australia es un lujo aún más caro: el kilo alcanza los 200 mil dólares (8 mil
991 por ciento más de lo que reciben quienes la producen). Se trata de un
producto cuyo traslado, por ilegal, le otorga mayor “valor agregado”.
Hoy, los
cárteles mexicanos han alcanzado una “influencia” en todo el proceso que nunca
tuvieron otras organizaciones criminales. Se encuentran en casi todas las
“actividades”, desde el “tráfico hasta el procesamiento de cocaína”.
En el
documento se registra que la preponderancia entre las organizaciones criminales
americanas fue cedida por los colombianos a los mexicanos de manera
inadvertida. Todo ocurrió cuando los poderosos cárteles de Colombia empezaron a
remunerar a sus socios mexicanos con mercancía, es decir, con cocaína. Lo que
hicieron fue entregarles el mercado. En menos de 2 décadas, fueron los
colombianos los que se convirtieron en trabajadores de los mexicanos.
Señala la
Global Financial Integrity que esta “transición reajustó la dinámica de poder a
lo largo de la cadena de suministro de narcóticos en las Américas, porque
permitió a los mexicanos dejar de servir como intermediarios logísticos e
invertir en sus propias drogas”.
El
documento no identifica por sus nombres a las organizaciones criminales
mexicanas que controlan todo el proceso desde la producción en América del Sur
y la venta en Estados Unidos. Sin embargo, el más reciente reporte de la
agencia antidrogas estadunidense (Drug Enforcement Administration, DEA) señala
a cinco cárteles mexicanos con las capacidades para introducir y distribuir
narcóticos ilegales en la Unión Americana.
En el 2016
National Drug Threat Assessment Summary, informe desclasificado a
finales de noviembre pasado, la delincuencia organizada mexicana también es
protagonista. Los cárteles que identifica la dependencia estadunidense son: el
Cártel del Golfo, Los Caballeros Templarios, el Cártel de los Hermanos Beltrán
Leyva, Los Zetas y el Cártel de Sinaloa.
Por su
parte, el Transnational Crime and the Developing World señala que para
los cárteles mexicanos un mayor papel en el negocio ilícito puede aumentar el
riesgo, “pero también trae mayores recompensas”. Incluso las organizaciones
mexicanas “han diversificado sus negocios, ampliando sus operaciones en heroína
y cannabis [marihuana], así como estableciendo un mercado significativo para la
producción de metanfetaminas”.
Pero los
delincuentes mexicanos no sólo protagonizan el negocio de las drogas ilícitas
en el Continente Americano. Mantienen negocios, a veces de tutela, con las
mafias de Europa, África, Asia y Oceanía.
Los
chinos están dispuestos a negociar con los mexicanos en el envío de precursores
de drogas sintéticas a precios preferenciales. Los mexicanos por su parte, les
pagan con minerales extraídos ilegalmente del territorio nacional. Además,
integrantes de los cárteles mexicanos, se asienta en el documento, asesoran a
mafias africanas en la consolidación de sus organizaciones criminales.
El
estudio cita como ejemplo el caso de cuatro mexicanos detenidos en Nigeria el
año pasado, quienes “asesoraban” a una organización de ese país para producir
metanfetaminas “a gran escala” (4 toneladas por semana). El caso se ventiló e
la prensa y se dijo, de manera extraoficial, que los mexicanos pertenecerían al
Cártel de Sinaloa.
Con
respecto de los negocios entre las mafias mexicanas y chinas, el documento
señala que las industrias químicas y farmacéuticas del país asiático se
encuentran en expansión. Éstas se han convertido en las fuentes primarias de
precursores químicos para las drogas de anfetaminas, metanfetaminas y otras.
Esto es posible gracias a “las regulaciones débiles y el monitoreo inadecuado”
por parte de las autoridades de esa nación.
“Los
grupos de la delincuencia organizada en China desvían los envíos de productos
químicos precursores legalmente exportados a usuarios finales ilegales, a
menudo en México y Centroamérica, involucrados en la fabricación de
metanfetamina.”
Destaca
que organizaciones chinas “han sido compensados ??con otros productos ilícitos,
como minerales extraídos ilegalmente de México”.
Con
respecto de la marihuana, se trata de una droga que se puede cultivar en
cualquier lugar. Por ello no necesariamente debe recorrer grandes distancias
para llegar a su consumidor final. La mayoría que se consume en Estados Unidos
llega por México, aunque también ya se puede cultivar legalmente en algunos
estados de la Unión Americana.
En el
Continente Americano, México y Colombia producen las mayores cantidades de
opiáceos y abastecen mayoritariamente a los mercados de todo el hemisferio. Los
mexicanos han aumentado el cultivo de amapola, en algunos casos reemplazando la
marihuana, con el fin de capitalizar la creciente demanda de opiáceos en
Estados Unidos.
Que las
mafias mexicanas se hayan convertido en las más poderosas no puede verse como
un fracaso sólo de México, que lleva 10 años de supuesta “guerra” contra el
narcotráfico.
El
maestro en finanzas Jorge Retana Yarto, quien se ha especializado en economía
internacional e inteligencia para la seguridad nacional, señala que el enfoque
con el que se ha enfrentado el problema de las drogas ha sido equivocado.
“Para
estas fechas, hacia el final de la segunda década del siglo XXI, ya podemos
establecer con absoluta claridad que esta estrategia ha fracasado. Es una
estrategia que tiene 40 años desarrollándose y aplicándose. Y eso, que llamaron
una ‘política de control estratégico’, no ha logrado controlar el fenómeno.
Seguimos viendo que proliferan los grupos, que sigue creciendo el flujo de
dinero criminal.”
La
principal razón del fracaso, explica Retana Yarto, fue haber aplicado el
enfoque de Estados Unidos. Se trata de “un enfoque totalmente jurídico-penal,
en donde quien tiene que resolver el problema son los cuerpo armados del
Estado”.
El
resultado práctico de este enfoque fue una política totalmente represiva,
cuando el fenómeno “es multifactorial y multioriginario”.
El autor
de El imperio de las mafias transnacionales, lamenta que “se está
tratando de solucionar el problema a partir de cómo se manifiesta, no a partir
de cómo se originó y cómo se desarrolló”.
Problema
mundial
El
documento de la Global Financial Integrity señala al tráfico de drogas como “el
crimen transnacional por excelencia”. Agrega que prácticamente ningún país del
mundo está intacto de operaciones de producción, transformación, distribución o
consumo de drogas ilícitas. Además, socialmente impacta como pocos crímenes,
pues genera violencia, amenazas de salud pública y distorsiones económicas.
El
mercado ilícito de drogas es el segundo más lucrativo medido en el informe Transnational
Crime and the Developing World (sólo después de la falsificación y
piratería). Por sí sólo, el narcotráfico representa más de un tercio del valor
total de los delitos transnacionales. Con todo, el documento advierte de la
dificultad de calcular el valor del mercado mundial del tráfico de drogas, pues
la mayoría de los datos disponibles “representan sólo un pequeño porcentaje de
tráfico real de drogas”.
El valor
del mercado mundial de las cuatro categorías principales de drogas ilícitas
(marihuana, cocaína, heroína y metanfetaminas) se estima entre 426 mil millones
y 652 mil millones de dólares estadunidenses. El más grande sigue siendo el de
la marihuana (entre 183 mil millones y 287 mil millones de dólares, seguido del
de la cocaína (con un valor de entre 94 mil millones y 143 mil millones). En
tercer lugar está el de los opiáceos, es decir, los obtenidos de la amapola,
donde la heroína es el principal (con entre 75 mil millones y 132 mil millones)
y, finalmente, el de las metanfetaminas (que alcanza un valor de entre 74 mil
millones y 90 mil millones de dólares).
La Global
Financial Integrity señala, en el documento, que tales valores del mercado
mundial de drogas son “conservadores”. Lo anterior porque no se incluyen aún
las nuevas sustancias sicoactivas que en los últimos años se han consumido en
grandes cantidades pero de las cuales aún hay pocos datos sólidos sobre los
precios del mercado mundial.
La
marihuana es más barata en comparación con la cocaína y la heroína. Pero su
consumo representa el mayor valor de las drogas debido al gran número de
consumidores. En todo el mundo, 182 millones 500 mil personas (el 2.5 por
ciento de la población mundial) consume marihuana.
Por su
parte, los consumidores de cocaína en todo el mundo suman 18 millones. Una cantidad
similar es la de quienes consumen heroína. Mientras, las metanfetaminas
alcanzan los 55 millones de usuarios globales. El valor de su mercado es menor
porque las drogas sintéticas son menos costosas.
“Se
necesitan grandes cantidades de tierra para cultivar plantas de coca y
amapola”; además el cultivo se limita sólo a ciertas áreas geográficas. La coca
sólo se cultiva en regiones de tres países de América del Sur: Colombia, Perú y
Bolivia. Por ello el precio es mayor. El opio (extraído de una variedad de
amapolas), con el que se obtiene, principalmente, heroína, se cultiva en 50
naciones. Afganistán es el mayor productor. La marihuana sí puede ser cultivada
en cualquier parte del mundo, en interiores y exteriores, pero también requiere
de gran cantidad de mano de obra.
Por su
parte, la fabricación de metanfetaminas se puede hacer en pequeña o gran escala
y en, relativamente, cualquier lugar. Los precursores, reactivos y disolventes
no son particularmente caros. Lo que sí se necesita es “un cierto nivel de
conocimientos y equipos especializados para la fabricación a escala
industrial”. Para la pequeña escala se pueden obtener recetas en internet como
las hay para la “cerveza casera”.
El valor
de una unidad de droga aumenta a medida que pasa de la producción al mercado,
debido al riesgo y a la necesidad de usar métodos de ocultamiento más
sofisticados o pagar sobornos adicionales. Por supuesto, los traficantes pasan
estos costos a los consumidores.
Toda vez
que las drogas valen más conforme más cerca se encuentran de sus consumidores
finales, las incautaciones que representan un mayor golpe a las finanzas de los
cárteles son las que se realizan en Estados Unidos, Europa y Oceanía. Aquellas
que se realizan en los países donde se cultivan o se producen, generalmente no
significan golpes económicos que preocupen a los narcotraficantes.
LOS PUEBLOS INDÍGENAS DE COLOMBIA TIENEN UN PAPEL CRUCIAL
EN LA LUCHA CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO
En todo el mundo, los pueblos indígenas utilizan sus derechos territoriales
para salvar el clima. En Colombia, los indígenas sikuani viven en el corazón
del Amazonas y han empezado a participar en programas de intercambio de
compensación de carbono
Lado B de México (www.ladobe.com.mx)
Elizabeth
Apolinar disfruta estos días de su trabajo de abogada en el bullicioso centro
de Bogotá, aunque de vez en cuando echa de menos la vida tradicional que
llevaba en el corazón de la selva colombiana.
Apolinar
es originaria de una comunidad denominada sikuani. Los sikuani son un pueblo
indígena, uno de los 100 grupos étnicos de Colombia. La empresa para la que
trabaja Apolinar, la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), es representante de estos grupos
indígenas.
La
mayoría de los sikuani —hay unos 20 000 según el Ministerio de
Cultura de Colombia— llevaba una vida empobrecida y aislada en el
medio de la vasta selva amazónica. Los árboles proporcionan la madera para
construir casas y leña para cocinar. Se recolecta fruta del bosque y se cazan
animales. La comunidad también cultiva mandioca en pequeñas parcelas de tierra.
Los
sikuani rara vez entran en contacto con el resto de la sociedad colombiana.
Para visitar a su familia, Apolinar tiene que volar en una pequeña avioneta
sobre la selva impenetrable. “Mucha gente en mi comunidad ni siquiera habla
español”, dice.
Aun así,
en otoño de 2013, la comunidad indígena recibió la visita de los representantes
de la empresa colombiana Mediamos, que les ofreció un contrato para gestionar
el carbono almacenado en la selva sikuani durante treinta años. Si los sikuani
protegían el bosque, decía el contrato, Mediamos vendería la reducción en
emisiones de dióxido de carbono resultante en el mercado internacional. Se
podía conseguir mucho dinero, dijo la empresa, y los sikuani compartirían los
beneficios.
Pero, ¿es
así cómo funciona realmente el comercio de carbono?
La
función del mecanismo
El
comercio de emisiones de CO2 evitadas al proteger los bosques en lugar de
cortarlos se hizo posible en 2008 con un mecanismo de
la ONU llamado REDD+ (reducción de las emisiones de la deforestación
y degradación del bosque en países en desarrollo). La idea tras REDD+ es
simple. Una comunidad en un país en desarrollo con bosques abundantes en su
territorio llega a un acuerdo con una organización no gubernamental o un
promotor. Juntos diseñan un plan para proteger la selva de la tala ilegal, por
ejemplo con la contratación de guardabosques, o para encontrar fuentes
alternativas de ingresos para la comunidad.
Como los
bosques tropicales almacenan cantidades enormes de carbono, cualquier reducción
de la deforestación significará una reducción correspondiente en las emisiones
de CO2.
En todo
el mundo, la deforestación es responsable de un 12 por ciento de todas las
emisiones de gases de efecto invernadero, según el informe más reciente del Panel
Intergubernamental sobre el Cambio Climático, de 2014, que no incluye la
agricultura.
La
comunidad de Apolinar vive en un bosque que cubre unas 1.8 millones
de hectáreas (4.4 millones de acres) y almacena casi dos mil
millones de toneladas de CO2. El área es hogar de 12 000 personas repartidas en
149 comunidades diferentes. Además de los sikuani, otros grupos indígenas que viven
allí son los puinave, piapoco, piaroas, curripaco y cubeo. Todos gestionan el
área juntos.
Evitar
que ese CO2 se escape a la atmósfera vale mucho dinero. Por eso, es un tercero
independiente el que determina la reducción de las emisiones en primer lugar.
La reducción de las emisiones de CO2 se calcula contra una situación normal sin
medidas de protección con proyecciones de 25 o 30 años. Esos créditos de CO2
comerciables se pueden vender a aerolíneas, empresas energéticas u otras
empresas que quieran reducir so huella ecológica. Después, los beneficios
pueden volver al proyecto y a la comunidad local.
Complicaciones
y desafíos
Sentada
entre pilas de papel en la oficina de la ONIC, Apolinar describe cómo el
contrato con Mediamos sembró la discordia en su propia comunidad.
“Algunos
ancianos firmaron el contrato”, cuenta, a pesar de que la comunidad había
votado en contra en un referéndum. Ella y otras personas sospechan de las
acciones de esos líderes. “Las familias que tienen dinero se pelean con las
otras familias, que no tienen nada pero están atadas por el contrato”.
En un
recurso al Tribunal Supremo de Colombia en representación de la comunidad
indígena en 2015, Pedro Eliceo Roa Gaitán del grupo piapoco declaró que el
referéndum para aprobar el proyecto REDD+ había sido rechazado por unanimidad.
Según contó, se había añadido al acta una página extra de forma ilegal que
decía que finalmente la comunidad había aprobado el proyecto.
Más de un
mes después, un nuevo consejo de ancianos aprobó el proyecto basándose en esa
página extra. Mediamos declaró que la empresa no había tenido nada que ver en
ese asunto y que la decisión de participar en el proyecto era una decisión
interna de la comunidad. Los procedimientos judiciales siguen adelante en
Colombia.
El resultado
del acuerdo: nadie puede talar un árbol, ni siquiera para hacerse una casa
nueva o como combustible para cocinar; el bosque tiene que permanecer intacto
durante treinta años.
Las
divisiones internas siguen polarizando a la comunidad, lo cual nunca fue la
intención tras REDD+.
¿Todavía
puede REDD+ salvar el clima?
La
historia de los sikuani no es exclusiva. El mercado de CO2 ha estado marcado
por una mala (o mediocre) regulación durante años. Desde REDD+ (o su predecesor
REDD), los “vaqueros del
carbono” han aparecido en las zonas más remotas de los trópicos para
intentar aprovecharse del aumento del comercio de emisiones de CO2.
Uno de
los primeros proyectos REDD+ se estableció para proteger los bosques del este
de Bolivia de la tala ilegal. El Plan de Acción Climática El Plan de
Acción Climática Noel Kempff fue un plan para proteger los bosques
alrededor del parque nacional Noel Kempff Mercado, uno de los lugares con más
biodiversidad del planeta. La región fue delineada en 1910 por el explorador
británico Percy Fawcett, cuyas descripciones de los bosques y cataratas en el
parque sirvieron, supuestamente, de inspiración para el paraíso en la famosa
novela El mundo perdido de Sir Arthur Conan Doyle.
El
proyecto, iniciado por el grupo ecologista estadounidense The Nature
Conservancy, fue financiado en parte por empresas de petróleo y energía como
BP, American Electric Power y PacifiCorp.
Sin
embargo, según varios críticos, el plan consiguió ningún tipo de reducción de
CO2, y apartó a la población local de su tierra. Greenpeace tomó una táctica
ofensiva y llamó al proyecto “estafa de
carbono”. El principal problema, según el grupo ecologista, eran las
“filtraciones” de actividad de tala ilegal a otras zonas que no estaban
cubiertas en el proyecto.
Natalia
Calderón, directora de FAN Bolivia, la ONG que aplicó el proyecto a principios
del siglo XXI sigue asombrada
por la polémica que se creó en aquel momento.
“Fuimos
los primeros en intentar algo así. Fue un proyecto de prueba”, afirma Calderón
con orgullo en su oficina en la ciudad boliviana de Santa Cruz. Según cuenta,
la prueba fue un éxito.
Sin
embargo, el proyecto ni vendió créditos de CO2 ni consiguió el estatus de
proyecto oficial REDD+. Eso fue en parte porque solo se diseñó como un proyecto
de prueba y el gobierno boliviano del presidente izquierdista Evo Morales se
había opuesto a REDD por principio después de 2008.
“Verificamos
que hubo una reducción real en las emisiones de CO2”, dice Calderón. Aunque
reconoce que hubo algo de actividad de tala ilegal que se trasladó a otros
bosques fuera del área del proyecto, explica que este efecto no fue lo
suficientemente pronunciado como para negar el beneficio total del proyecto.
“Fue principalmente una buena prueba del funcionamiento de REDD+”.
La
lección más importante fue la importancia de colaborar con la comunidad.
“Hoy les
daríamos incluso un papel más grande a las comunidades locales”, afirma
Calderón. “Tenemos que hacer que participen más y darles más oportunidades
económicas”.
Esa es la
paradoja que hace que proteger el bosque sea difícil: para evitar que la tala
ilegal se traslade a otras zonas, el alcance del enfoque tiene que expandirse.
Al mismo tiempo, tiene que haber mayor atención sobre la posición de las
comunidades locales.
En 2009,
REDD+ fue muy criticado por su falta de efectividad, según un informe en
The Guardian. La ONIC habló en 2012 en contra de otras aplicaciones
adicionales de REDD+ en Colombia.
Esperanza
para REDD+
Las
críticas acerca de los dudosos beneficios de REDD+ para el clima nunca se han
calmado del todo.
“Con este
tipo de proyectos, los valores ecológicos y morales siempre son menos
importantes que el dinero que se puede obtener de ellos”, declara Diego Alejandro
Cardona, activista de la organización ecologista colombiana CENSAT Agua Viva,
la delegación de Amigos de la Tierra Internacional
en Colombia.
Afirma
que siente que REDD+ representa una forma disimulada de acaparamiento de
tierras por parte de empresas multinacionales.
Además,
según Cardona, la forma en que el programa se utiliza es hipócrita: grandes
empresas energéticas y de otros tipos invierten mucho dinero en este tipo de
proyectos para reducir sus propias huellas de carbono. Por otra parte, las
mismas empresas siguen buscando y utilizando combustibles fósiles, a veces
incluso dentro de la
selva.
“Ese tipo
de comportamiento no es bueno”, dice Cardona. Le preocupa la relación entre las
personas y la naturaleza. “Al poner la protección del bosque en un contrato, la
comunidad indígena pierde su conexión tradicional con la tierra y el bosque”.
Para
alertar a las comunidades locales de esto, la organización de Cardona comparte
información, como un folleto
que explica cómo reconocer a un “vaquero de carbono” y qué debería aparecer y
qué no en un contrato válido.
Sigue
siendo la forma más eficiente de reducir emisiones de CO2
A pesar
de todas las críticas, pagar para que se proteja el bosque no es una idea tan
descabellada. Puesto que en los bosques se almacenan enormes cantidades de
carbono, el coste por tonelada de CO2 es relativamente bajo. Por ejemplo,
capturar y almacenar CO2 en yacimientos de gas vacíos, lo que a menudo se ve
como una necesidad si pretendemos mantenernos por debajo del límite acordado de
calentamiento global de 2 grados Celsius, cuesta aproximadamente $58 por
tonelada de CO2 o hasta $85 por centrales de gas, según el Instituto de
Recursos Mundiales. En contraste, el precio
medio de certificados REDD+ el año pasado fue solo 3,40 dólares por
tonelada, según un informe de la organización sin ánimo de lucro, Forest
Trends.
Esto hace
que proteger los bosques sea, con diferencia, la forma más eficiente y más
barata de reducir las emisiones mundiales de CO2, como enfatizó la
ONU en la cumbre climática de Marrakech en noviembre de 2016.
Desde
2012, REDD+ también ha sido la forma más utilizada de gestión forestal para
compensar CO2 en todo el mundo, incluso más popular que plantar nuevos árboles.
El año pasado se contabilizaron 11,4 millones de toneladas de CO2 con un valor
de 37,5 millones de dólares, según Ecosystem Marketplace (parte de grupo
ecologista Forest Trends) en su informe “Estado de las Finanzas de Carbono
2016”. Esta cifra solo refleja el comercio de carbono voluntario,
conocido como compensaciones voluntarias.
Se espera
que esta cantidad crezca considerablemente en los próximos años cuando los
proyectos que ya están avanzados pongan sus créditos de CO2 en el mercado. La
demanda también crecerá de forma pronunciada una vez que las industrias que
deben compensar parte de sus emisiones, como las aerolíneas, puedan utilizar
REDD+. La Organización
de Aviación Civil Internacional de la ONU ha acordado que todo el
crecimiento adicional en emisiones de CO2 del sector de los viajes aéreos desde
2020 se compensará con el comercio de créditos de carbono. Es posible que se
puedan utilizar créditos de proyectos REDD+, aunque aún no se ha firmado ningún
acuerdo.
Para
alcanzar la creciente demanda de créditos REDD+, ya se han invertido más de
2,76 mil millones desde 2009 en ayuda internacional para que los países en
desarrollo puedan implementar proyectos REDD+. Esta cifra incluye tanto el
apoyo bilateral como el apoyo del propio programa REDD+ de la ONU. Durante
cinco años, Colombia recibirá 100 millones de dólares de Noruega, Alemania y el
Reino Unido para desarrollar una estrategia REDD+ nacional.
Trabajar
con las comunidades locales
A pesar
de esos millones de dólares, la principal lección de Calderón en Bolivia se
mantiene: las comunidades locales tienen que tener más capacidad de opinar.
Cada vez hay más pruebas científicas que apoyan esa afirmación. En 2016, el WRI
publicó un
informe que concluía que proteger los derechos sobre el territorio
de las poblaciones indígenas resultaba directamente en la reducción de las
emisiones de CO2.
El
informe reveló que si los pueblos indígenas tienen la propiedad de forma clara
y legal de una zona forestal, hay de dos a tres veces menos deforestación que
cuando no es así. A través de América Latina, estas áreas están conectadas a 40
millones de personas que viven, y deberían controlar, el 23 por ciento de toda
la zona, según el WRI.
Sin
embargo, las reivindicaciones territoriales se suelen ignorar o violar. En todo
el mundo, solo el 10 por ciento de los derechos de territorio de los indígenas
se han plasmado en la legislación. Si una comunidad no tiene derechos claros y
legales sobre su tierra, existe el peligro de que sus bosques se talen para
conseguir madera o para abrir espacio para plantaciones de palma aceitera.
Victoria
Tauli-Corpuz, relatora especial de la ONU para los derechos de los indígenas,
afirma que establecer derechos territoriales claros para los grupos indígenas
garantiza que esos bosques sigan existiendo. Los grupos indígenas también son
expertos en el paisaje en el que viven.
“Los
estudios muestran que en los lugares donde los pueblos indígenas son
responsables de los bosques, la protección es mucho más efectiva.
Cuestiones
sobre la participación
Sigue
habiendo preguntas sobre cómo hacer que las comunidades locales participen el
proyectos internacionales de comercio de CO2 y aseguren el éxito de REDD+,
incluso con los sikuani, según Carlos Rodríguez. Él es profesor con más de
treinta años de experiencia con los pueblos amazónicos, trabaja en la oficina
de Bogotá de la ONG de conservación forestal holandesa Tropenbos International.
Rodríguez
afirma que las respuestas a las preguntas empiezan contestando cómo se explica
REDD+. A menudo, las comunidades locales tienen una idea completamente diferente
a la que tienen las personas de fuera del cambio climático y los contratos.
“No
suelen entender que quieras pagar por la madera porque el bosque tiene un valor
espiritual, no económico”, dice Rodríguez. “Los árboles son un regalo de la
naturaleza”.
El dinero
también siembra la discordia, como observe Apolinar con los sikuani. Según
Rodríguez, la primera pregunta que hay que hacer es: ¿cómo pueden estos grupos
obtener ingresos de forma colectiva?
“Su
economía es la comida que cultivan”, explica. “Cuando el dinero entra de
repente en el sistema desde fuera, se da un cambio drástico en la estructura de
la comunidad”.
En su
investigación, Rodríguez concluyó que REDD+ solo puede existir si una
organización indígena colectiva tiene el control del proyecto y de su flujo de
ingresos. Deberían decidir qué parte del bosque se protege y qué parte puede
seguir utilizándose como madera y combustible para cubrir las necesidades
locales, según un
estudio publicado por Tropenbos International.
De la
selva a la mesa de negociaciones
Además de
las empresas aisladas que venden créditos de CO2 de proyectos REDD+ en un
Mercado voluntario, desde 2008 también ha habido un programa REDD+
internacional establecido por la ONU. Este programa pretende diseñar una
estrategia nacional para combatir la deforestación en varios países en
desarrollo. Desarrollarla a nivel nacional debería evitar las filtraciones y
garantizar los derechos territoriales de los indígenas.
Mario
González, del programa local de REDD+ de la ONU en Colombia, enfatiza que
también es importante encontrar alternativas económicas para las comunidades
cuya tierra contempla el proyecto. “Eso significa invertir el servicios
públicos en zonas muy remotas”, explica. “Porque la gente talará el bosque si
no tiene ningún otro medio de subsistencia”.
González
se da cuenta de que REDD+ ha adquirido mala reputación para muchos, en gran
parte por las malas jugadas de los vaqueros de carbono en los últimos diez
años. “Hemos intentado darle la vuelta a esa percepción, sobre todo para la
propia gente del Amazonas”, dijo.
De vuelta
en la selva colombiana, los sikuani siguen enzarzados en la batalla legal para
conseguir que se declare inválido el contrato que firmaron con Mediamos. La
comunidad acabó llevando el asunto al Tribunal Supremo de Colombia con el
argumento de que el referéndum no se llevó a cabo según las normas.
“En 2013
solo tuvimos una experiencia negativa con una empresa”, recuerda Apolinar, la
jurista de la selva. Ahora que el gobierno colombiano intenta establecer REDD+
bajo la tutela de la ONU, Apolinar quiere dar otra oportunidad al programa. En
2015 la ONIC firmó un pacto en el que acordaba cooperar en la implementación de
REDD+.
La ONIC
ha asumido el liderazgo para mantener millones de toneladas de carbono en los
bosques del país. Sus miembros incluso viajaron desde la selva amazónica a la
reciente cumbre climática de Marrakech para declarar
orgullosamente ante el mundo que “los gobiernos que han traído el
desastre climático mundial pueden seguir contando con nosotros para defender el
planeta”.
Con la
condición de que se refuercen los derechos territoriales de los indígenas. Para
los sikuani no hay vida sin tierra.
Imagen de cabecera: De la serie “El Bosque de Sangre” del fotógrafo
Philippe Echaroux.
Este artículo se produjo en colaboración con Martín Pérez y Mauricio
Zubieta como parte de una serie sobre compensación de CO2 que ha sido posible,
en parte, gracias a los fondos de la lotería de códigos postales de Holanda. Lea más sobre el fondo para periodistas de la lotería de códigos postales
(en holandés). El artículo en inglés a partir del cual se ha
realizado esta versión fue traducido del original en holandés por Anne
Hodgkinson.
VENEZUELA, ÚLTIMA TRINCHERA DEL IMPERIO DICTATORIAL
CASTRISTA
El enemigo real del pueblo venezolano es la dictadura
cubana que tiene subordinadas a las dictaduras del socialismo del siglo XXI
Diario de Las Américas de EE.UU.
(www.diariolasamericas.com)
Por Carlos
Sánchez Berzaín.- La extraordinaria lucha del pueblo venezolano por
recuperar su libertad hubiera tenido éxito hace mucho tiempo si se tratara
solamente de una confrontación interna entre venezolanos. El problema radica en
que se enfrentan –casi solos- al imperio dictatorial castrista que ha
convertido a Venezuela
en su principal colonia. El triunfo del pueblo venezolano hace que Cuba pierda
la hegemonía regional y sea forzada a defenderse en su propio territorio, por
eso Venezuela es la última trinchera del imperio dictatorial castrista.
El
enemigo real del pueblo venezolano es la dictadura cubana que tiene
subordinadas las dictaduras del socialismo del siglo XXI (SSXXI) Venezuela,
Ecuador, Bolivia y Nicaragua y que controla por medio de la prebenda con
petróleo venezolano, a los países del Petrocaribe que son -además de Cuba y
Venezuela- la República Dominicana, Nicaragua, Antigua y Barbuda, Bahamas,
Belice, Dominica, Granada, Guyana, Jamaica, Surinam, Santa Lucia, Salvador,
Guatemala, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Honduras y
Haití.
El
control de los países del SSXXI y del Petrocaribe representa que Cuba sin estar
activamente en la Organización de Estados Americanos (OEA), maneja un total de
22 votos de los 35 miembros activos. Por eso, mientras Cuba opere el gobierno
títere de Nicolás Maduro en Venezuela o lo reemplace por un nuevo operador
castrista, podrá sostener el control del Petrocaribe y en consecuencia
manipulará la mayoría de votos en la OEA, amenazando y paralizando el rescate
de sus principios y valores que lidera el Secretario General Luis Almagro. Esto
hace imposible cualquier acción efectiva a favor de la democracia y cualquier
sanción contra las dictaduras, incluso frente al fraude electoral, como acaba
de suceder en Ecuador.
Esta
estructura de poder regional fue creada por Hugo Chávez asociado con Fidel
Castro con el dinero del petróleo venezolano, luego apoyado por la corrupción y
el narcotráfico, con proclama antiimperialista y fue liderada por Chávez hasta
su muerte. Mientras Chávez vivió, él era el líder, el jefe y los Castro estaban
relegados a un segundo plano, al extremo que para dar un rol a Fidel Castro
crearon esa especie de “oráculo de La Habana” donde todos visitaban y pedían
consejo al dictador cubano mientras Chávez viajaba, intervenía, derrocaba o
sostenía gobiernos, daba órdenes, repartía dinero, insultaba y amenazaba a los
Estados Unidos y ejercía el poder en la región trapeando al secretario Insulza,
señalando confiscaciones, presos, exilios o premios.
La muerte
de Hugo Chávez entregó al castrismo el liderazgo político de América Latina. La
primera demostración fue la institución del sucesor de Chávez en Venezuela con
Nicolás Maduro, a dedo en la interna chavista y con fraude en las elecciones
del 2013 contra Capriles. Así el castrismo subordinó al chavismo dentro la
denominada revolución bolivariana y con gobierno castrista Venezuela quedó
convertida en su colonia. Castro reemplazó al Chávez muerto en la jefatura del
delirante pero extendido proyecto del SSXXI y con ese poder Cuba consolidó el
control de instituciones en Naciones Unidas (ONU), la OEA, ganó influencia
sobre el Vaticano y en el gobierno de los Estados Unidos llegando a la
“normalización de relaciones”.
Con
Chávez vivo, las FARC eran un aliado subordinado del proyecto SSXXI
introducidas por el castrismo que las sostenía, protegía y usaba desde varios
años atrás. Cuba pasó de aliado de las FARC a mediador imparcial y condujo el
“proceso de paz Colombia-FARC- que terminó firmado pese a la oposición del
pueblo colombiano que dijo NO en el plebiscito. La relación
FARC-castrismo-chavismo convirtió rápidamente a los limítrofes Venezuela y
Ecuador en soporte de la guerrilla, pero hizo de Venezuela el “eje del
narcotráfico”, nutrido por la producción colombiana y la del cocalero Evo
Morales en Bolivia, con efectos tan notorios como los sobrinos de la primera
dama venezolana presos por narcos en Nueva York, el jefe antinarcóticos de
Morales condenado por narco en la Florida y el actual vicepresidente El Aissami
acusado de narcotráfico, entre muchos otros.
La
dictadura castrista acercó y facilitó la penetración de Rusia, Irán, Corea del
Norte a sus territorios controlados de Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua,
la Argentina de los Kirchner, el Brasil de Lula y Rousseff, y obviamente en los
países del Petrocaribe. El fortalecimiento de estas alianzas mundiales le
otorgó un poder que hasta ahora detenta en la ONU y en sus organismos
especializados, acrecentando su capacidad de confrontación y negociación con
los Estados Unidos. El gran flujo de dinero le permitió favorecer negocios en
toda la región con contrapartes amistosas del castrismo haciendo, por ejemplo,
aliado incondicional al Gobierno español de Rodríguez Zapatero.
Este
apretado resumen es historia verificada. Demuestra que el pueblo venezolano, en
la recuperación de su libertad y su democracia, no está luchando contra el
“dictador títere Nicolás Maduro”, no es un problema interno entre venezolanos.
El enemigo es el “imperialismo dictatorial castrista” con su centro de poder
hegemónico en La Habana y con: sus incondicionales Ecuador, Bolivia, Nicaragua,
Salvador; con 18 países más del Petrocaribe; con las FARC y el narcotráfico
movilizados (como lo estuvieron para el derrocamiento del presidente boliviano
el 2003); con un aparato de control y/o neutralización de organizaciones
internacionales; con aliados mundiales muy poderosos coincidentes en su ataque
a Estados Unidos y/o en muy buenos negocios; con corruptela transnacional que
teme el destape de sus crímenes; con nuevos ricos operando medios de
comunicación y prensa; con dinero ilimitado para corromper; con vinculaciones
al terrorismo islámico. Por su propia seguridad las democracias no pueden dejar
solo al pueblo venezolano.
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