miércoles, 8 de agosto de 2018

SENADOR GUSTAVO PETRO, CON EVO MORALES, SE DEFINE COMO EL PROGRESISMO EN AMÉRICA LATINA


El senador Gustavo Petro publicó un mensaje en Twitter junto a una foto, en compañía de Evo Morales, presidente de Bolivia. "Un nuevo progresismo en América Latina", escribió el ex candidato presidencial. 
Petro se encontró con Evo Morales en el marco de la posesión de Iván Duque, en Bogotá. Previamente, el mandatario boliviano le envió un saludo al nuevo presidente de Colombia. "Saludar, felicitar y desearle mucho éxito al hermano nuevo presidente Iván Duque, esperamos como siempre con nuestros hermanos el bien de nuestros pueblos en América Latina", manifestó Morales.
El jefe de Estado boliviano llegó al Comando Aéreo de Transporte Militar (Catam), donde fue recibido con honores militares, en un avión de la Fuerza Aérea de ese país a las 12.20 hora local. El presidente boliviano llegó acompañado por el canciller de ese país, Fernando Huanacuni, y la ministra de Comunicación, Gisela López.
Morales también aseguró que iba a "seguir apostando para la paz en Colombia" y señaló que el expresidente Juan Manuel Santos le "pidió que visitara" el país, por lo que decidió venir a Colombia.
Petro, por su parte, se mostró muy crítico de los discurso de Ernesto Macías, presidente del Congreso, y de Iván Duque, mandatario de los colombianos. "Los discursos de Macias y Duque son complementarios. El uno es el Bravo, el otro se muestra decente, pero el fondo es el mismo.
Superar la división de izquierda, derecha, de neoliberales y socialistas porque todos somos Colombia. Pero sólo gobierna la derecha y sus neoliberales", dijo. 
"Cerrar la brecha entre ricos y pobres dice Duque, pero propone bajarle los impuestos a los ricos y nombra los ministros de la plutocracia agremiada", agregó Petro. 
El abogado Iván Duque asumió como presidente de Colombia para el periodo 2018-2022 en una tarde borrascosa que interrumpió por momentos el acto celebrado en la Plaza de Bolívar, en el centro de Bogotá, adornado con una muestra del folclor nacional. Duque, de 42 años de edad, y que sucede en el cargo a Juan Manuel Santos, caminó desde el Palacio de San Carlos, sede de la Cancillería, en dirección a la Plaza de Bolívar en compañía de su esposa, María Juliana Ruiz, y sus pequeños hijos Luciana, Eloísa y Matías.
En la sede del Ejecutivo Duque fue recibido por Santos quien estaba en compañía de Esteban y María Antonia, dos de sus hijos, y de su esposa, María Clemencia Rodríguez, quien simbólicamente volvió a vestir el traje blanco que lució en 2016 en Oslo en la ceremonia en que su marido recibió el Premio Nobel de la Paz. RCN de Colombia (www.rcnradio.com)





MISIÓN IMPOSIBLE: EVO MORALES Y SAMPER TRATAN DE REVIVIR A LA FRACASADA UNASUR

ICN Diario de Argentina (www.icndiario.com)
                                                                           
El presidente de Bolivia, Evo Morales, en su visita a Colombia para el cambio de mando presidencial dialogó con el exsecretario de la Unasur, Ernesto Samper y trataron de salvar lo que queda de la Unión de Naciones Suramericanas, un bloque regional inoperante que ha fracasado en todas sus líneas, al que además se le acusa de ser un grupo de apoyo solo a gobiernos populistas.
El mandatario boliviano se reunió con Samper para abordar la necesidad de continuar con el proceso de integración en la región.
Este año presentaron una carta donde argumentaron su salida seis de sus miembros (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú).
El golpe mortal se lo dio el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, al informar que la actual sede de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), ubicada a la entrada de la ciudad Mitad del Mundo, se convertirá en la Universidad Indígena.
“Tenemos que hacer un trámite para pedir a la Unasur que nos devuelva el edificio. No está cumpliendo ninguna tarea, se han retirado la mitad de los integrantes”, señaló el Jefe de Estado.





INDEPENDENCIA DE BOLIVIA, UNA HISTORIA DE CONSTANCIA

El pasado lunes 6 de agosto Bolivia celebró el aniversario 193 de esa fecha emancipatoria, una festividad que conmemora la declaración del acta de independencia, que puso fin al dominio español y proclamó la República de Bolivia, otorgando al país su autonomía

Granma de Cuba (www.granma.cu)
                                                                      
La historia de la independencia de Bolivia está llena de contradicciones y de valentía. Después de sucederse el Primer Grito Libertario y el primer gobierno independentista de toda Iberoamérica, pasaron más de 15 años hasta que el 6 de agosto de 1825 se proclamó la República de Bolivia.
«El mundo sabe que el Alto Perú ha sido en el continente de América, el ara donde vertió la primera sangre de los libres y la tierra donde existe la tumba del último de los tiranos. Los departamentos del Alto Perú protestan a la faz de la tierra entera, que su resolución irrevocable es gobernarse por sí mismos».
De esta forma comienza el Acta de la Independencia de las Provincias del Alto Perú, de esta manera se otorgó la tan ansiada libertad a los bolivianos.
El pasado lunes 6 de agosto Bolivia celebró el aniversario 193 de esa fecha emancipatoria, una festividad que conmemora la declaración del acta de independencia, que puso fin al dominio español y proclamó la República de Bolivia, otorgando al país su autonomía.
Hicieron falta siglos de lucha para alcanzar la autodeterminación, un hecho que lleva a que en este día no se recuerde solo a los libertadores Simón Bolívar y Antonio José de Sucre, sino a todos aquellos que lucharon antes, como Túpac Katari, Bartolina Sisa o Juana Arzurduy.
Las raíces ancestrales del boliviano de hoy mantienen firme su base cultural, que son claramente expresadas en su constitución, definiendo a Bolivia como Estado libre, independiente, soberano, multiétnico y pluricultural.
La celebración encuentra a los bolivianos en un histórico proceso de refundación del Estado, en el que se destaca una fuerte reivindicación indígena.
Bolivia tiene por primera vez en su historia contemporánea un Presidente de origen indígena, raíz que se considera afirmada en más del 60 % de los once millones de bolivianos.
UN PRESIDENTE PARA EL CAMBIO
Entre el 2001 y el 2005 Bolivia tuvo cinco presidentes. La conflictividad política despachaba mandatarios y asfixiaba ciudades. Un año después este panorama había cambiado.
La victoria electoral de Evo Morales en el 2006 encaminó a Bolivia en un sendero de crecimiento económico y pasó de ser uno los países más atrasados de la región latinoamericana a liderar con su Producto Interno Bruto (PIB), los números de la economía regional en los tres últimos años.
El crecimiento económico promedio del PIB en Bolivia ha sido del  5 % los últimos 11 años, con importaciones por valor de 76 000 millones de dólares y exportaciones por 91 000 millones de dólares.
La gestión del Presidente trajo grandes logros sociales en el país, en materia de educación, salud, seguridad social, disminución de la pobreza y de la desnutrición crónica infantil. Esto fue posible por la nacionalización de los recursos naturales del país y el rechazo a las recetas neoliberales del Fondo Monetario Internacional (FMI).
En julio del 2017, Bolivia alcanzó la total independencia del FMI y del Banco Mundial (BM), que durante muchos años dictaron el destino económico de esta nación.
Con Evo Morales los bolivianos han vuelto a recuperar su independencia de grupos de poder extranjeros y potencias imperialistas, que solían manejar los recursos del país.
En Bolivia conviven ciudadanos y ciudadanas de muy diferentes culturas, que se expresan en idiomas diferentes y tienen costumbres diversas; la inclusión ha sido otro de los puntos clave en el Gobierno de Morales.
Hoy es un país gobernado por un partido compuesto por organizaciones sindicales y centrales agrarias, indígenas y campesinas. La Constitución boliviana, que impulsó su Presidente, reconoce los «usos y costumbres de los pueblos» para la elección de diputados y la administración de la justicia.
El vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, explica que para garantizar que «nunca más habrá una Bolivia sin los pueblos indígenas; ellos deben participar en la gestión de los asuntos públicos y en el ejercicio del poder».
Un tema que todavía despierta un importante debate en Bolivia es el referido a la agenda ambiental. El Centro de Documentación e Información de Bolivia señala que, por ejemplo, en esta década se ampliaron las áreas petroleras constantemente. En tan sólo siete años, del 2005 al 2012, se incrementaron de 11 a 98 las áreas reservadas a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos llegando esto a representar aproximadamente un tercio de la superficie total de aquel país.
BOLIVIA BAJO RESISTENCIA
Bolivia se mantiene acechada, pero firme en su camino de soberanía política e independencia económica.
Contra el proceso de cambio boliviano, se han desarrollado desde el principio todas las acciones de desestabilización oligárquica e imperial, con el propósito de interrumpir el proceso político más profundo de toda la historia de este país.
El primer intento por derrocar a Morales sucedió en el período 2006-2009. Las oligarquías y sus amos imperiales no querían un Gobierno que de entrada nacionalizó el petróleo, recuperó los recursos naturales y las empresas para el Estado, convocó a una Asamblea Constituyente y empezó a ejercer soberanía estatal en todos los campos.
El segundo intento se llevó adelante entre diciembre del 2015 y febrero del 2016, frente al proyecto gubernamental de modificar –vía referéndum– el artículo 168 de la Constitución Política del Estado, para habilitar el binomio Evo Morales-Álvaro García Linera, con vistas a las elecciones del 2019. Esa fue una conspiración político-mediática activada por Estados Unidos.
Ahora el mismo imperio y la derecha boliviana se encuentran desplegando su tercer gran intento de revertir la revolución boliviana.
El motivo esta vez es el rechazo a la anunciada candidatura de Evo Morales para las elecciones del 2019. La razón de fondo es interrumpir la continuidad del proceso de cambio.  Las herramientas empleadas son las plataformas en las redes sociales y el apoyo financiero de partidos opositores y de agencias estadounidenses.
Pero Estados Unidos y la derecha han fracasado con una Bolivia que sigue proponiendo transformaciones, sigue apostando por el crecimiento de su economía, su cultura y su identidad.
NÚMEROS QUE HACEN HISTORIA
- En el 2005 la extrema pobreza en el área urbana de Bolivia era de 24,3 % y en la rural de 62,9 %, pero en el 2015 esas cifras bajaron a 9,3 y 33,3 %, respectivamente, en tanto la pobreza moderada descendió del 60,6 % en el 2005 al 38,6 % en el 2016.
- El incremento de ingresos del sector poblacional que se ubica como clase media aumentó del 13 al
32 %, mientras que la desigualdad de ingresos entre el 10 % más rico frente al 10 % más pobre, se redujo en los últimos 11 años a 37 veces.
- Más del 50 % de sus 166 legisladores titulares son mujeres, 41 puestos están ocupados por representantes de los pueblos indígenas y 29 por jóvenes.
- La reducción de las tasas de mortalidad infantil y desnutrición crónica son importantes logros en esta nueva Bolivia, se vacuna contra 19 enfermedades y entregan medicamentos sin costo a los de escasos recursos.
- En el 2001 el índice de analfabetismo en el país rebasaba el 13 % de la población, mientras que en la actualidad es solo de 2,8%.





EDITORIAL. OTRO DICTADOR ABUCHEADO

Diario La Opinión de Ecuador (www.diariopinion.com)

El primer mandatario boliviano, Evo Morales, ha recibido otro  mensaje de repudio de su pueblo mandante, a tal punto que ha tenido que abandonar forzosamente  la tribuna  con mucha pena, con mucho temor y profunda preocupación cuando recibió rechifladas y abucheos  a su discurso presidencial. Quedaron  impresionados  seguidores y  funcionarios  de gobierno por cuanto tenía previsto cumplir con un discurso  de orden, de por lo menos 2 horas de intervención, teniendo  que reducirlo a 37 minutos  por interrupciones con  gritos y silbatinas  rechazándole su  pretensión  obsesiva de reelección presidencial de la que ya recibió la negativa en urnas  por mantener el modelo concentrador de todos los poderes, tipo emperador.
El socialista Jefe de Estado es obsecuente propulsor  de la marca “siglo XXI”  es otro dictador abucheado por estar ensamblado  con  modelo ideológico castrista-cubano, con  estilo de gobierno de izquierda- populista del chavismo venezolano y sus pares, expresidente Rafael Correa,  de Ecuador,  Daniel Ortega  de Nicaragua y  del caudillo  Lula da Silva, de Brasil;  estilos convertidos   en tribuna de cuestionamientos de  los mismos movimientos de izquierda continental  y  foco de enjuiciamientos jurídicos, políticos, socio-económicos… con informes negativos de   Organismos multilaterales por las    represiones, persecuciones políticas e ingobernabilidad, sin dejar de enrostrarles  reñidas riquezas, a favor de las cúpulas, en tramas de corrupción que avergüenzan al continente.
De líder indígena aclamado por los nacionales y admirado por el entorno  -en su primer periodo de gobierno-  el presidente Morales,  ha pasado a generador de rechiflas  tanto por su discurso antagónico y repetitivo  de delirios contra la oposición interna y externa  de que lo quieren matar y ser   perseguido,  como  por su tendencia a la ortodoxia de  la escuela socialista s. XXI. (O)





LUCHANDO POR LA DEMOCRACIA: UNA LECCIÓN DE BOLIVIA

Evo Morales ha hecho cosas extraordinarias para su país. Pero ahora, él está rechazando los límites del mandato, y los bolivianos están tomando las calles para defender el estado de derecho.

The New Rupublic de Canadá (www.newrepublic.com)

El lunes, más de 25 grupos de oposición inundaron las calles de Potosí colonial para interrumpir la celebración oficial del día de la independencia de Bolivia. Había nevado en la ciudad el sábado, y los muñecos de nieve que se derretían decoraban la plaza principal.
Junto al ejército nacional y el congreso allí para los eventos oficiales, cientos de personas protestaron contra los planes del presidente Evo Morales de postularse para un cuarto mandato en 2019. Su oferta fue anunciada a fines de noviembre de 2017 a pesar de un referéndum nacional que se oponía a una enmienda constitucional a otórgalo otro término.
Los manifestantes querían caer en el desfile oficial del gobierno que se realiza en la mañana, según el periódico boliviano El Deber. Sin embargo, como era lógico, a las 7 de la mañana todas las entradas a la plaza estaban bloqueadas por barricadas policiales. Solo las organizaciones prerregistradas pudieron ingresar, al igual que las personas con credenciales de prensa. "Ni siquiera se nos permite la entrada a nuestras propias ceremonias del día de la independencia", murmuró una mujer indígena con enojo, mientras me empujaba con su pollera, una falda tradicional quechua.
Dentro de la plaza, una muchedumbre más modesta agitó unas pequeñas manos azules que señalaban "Bolivia dice sí" - "Bolivia dice que sí". Sí, a la reelección.
La ceremonia de la mañana fue relativamente tranquila, con los esperados desfiles militares seguidos por el discurso del vicepresidente Álvaro García Linera y el estado de la unión de Evo.
La acción real retomó después de las ceremonias oficiales: después de los desfiles militares y los discursos del presidente y el vicepresidente, las barricadas policiales se disolvieron y se permitió que los manifestantes inundaran con pancartas masivas de "BOLIVIA DIJO NO": "Bolivia dijo que no . "No a la reelección, no al partido Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo, no a las direcciones que habían sido hechas por Evo y Linera menos de una hora antes.
Según muchas mediciones, Bolivia ha visto un progreso notable bajo el presidente Evo Morales, popularmente conocido como Evo. El "primer presidente indígena" del país, como subrayó Linera a la multitud el lunes, puede presumir de logros en crecimiento económico, tasas de alfabetización, salud pública mejorada e iniciativas educativas, por nombrar solo algunas. "Estamos en la edad de oro de Bolivia, y se define por el progreso, la producción y la juventud digitalizada", dijo Linera.
Evo llegó al poder en 2006. Siguiendo los pasos de una serie de presidentes neoliberales respaldados por Estados Unidos que lucharon por mantener el orden sin recurrir a la violencia, su mandato ha marcado una nueva era de política boliviana, especialmente porque expulsó a los EE. UU. embajada y rechazó toda ayuda estadounidense cuando ingresó por primera vez en la oficina. Y mientras se estira para un cuarto mandato, el presidente ha enfatizado este contraste entre él y sus predecesores. "La nacionalización de nuestros recursos naturales en lugar de la privatización, esa es una gran diferencia entre nosotros y ellos", dijo a modo de ejemplo. También elogió a "la increíble clase trabajadora de Bolivia", a los aplausos de la multitud.
Pero quizás lo más sorprendente es que, durante la presidencia de Evo, Bolivia ha dado pasos sin precedentes hacia los derechos indígenas. Para la mayoría de la historia colonial y moderna de Bolivia, los pueblos indígenas han sido marginados. Los padres decidieron no enseñar a sus hijos su lengua materna, para protegerlos. Bolivia era uno de los países más pobres del mundo, y su población de mayoría nativa era la más pobre entre los pobres.
Bajo la nueva constitución de Evo en 2009, las cosas comenzaron a cambiar. El nombre oficial de Bolivia cambió de "La República de Bolivia" a "El Estado Plurinacional de Bolivia", plurinacionalidad que reconoce la diversidad de nacionalidades dentro de una política estatal. 36 idiomas indígenas fueron reconocidos como oficiales.
La plurinacionalidad de la nueva constitución se filtró en muchos sectores de la vida boliviana moderna, como la educación y las oficinas públicas. La ley de educación 2010, titulada Ley 070, exige que todos los niños en edad escolar aprendan no solo español y "un idioma extranjero" (generalmente inglés), sino también el idioma nativo del departamento en el que viven. Actualmente, 34 de los 36 pueblos indígenas oficialmente reconocidos tienen sus propios institutos de idiomas ubicados dentro de sus propias comunidades. A partir de 2012, todos los funcionarios públicos deben hablar no solo español, sino también el idioma nativo de la región en la que trabajan. Por primera vez en la historia boliviana, una mujer puede ingresar a un banco en La Paz y conversar con su cajero en aymara. Un hombre puede ingresar a un hospital en Cochabamba y recibir tratamiento de su médico en quechua.
Estas políticas, y muchas más, han cambiado las vidas de millones de pueblos indígenas en Bolivia. "Ahora en las oficinas profesionales ves a una mujer vestida con pollera", me dijo una mujer durante las protestas del lunes por la tarde. "Eso nunca sucedió antes de Evo. Ahora la gente como yo somos ministros en el gobierno. Es por eso que soy un MASista, hasta que muera ", dijo. El lunes, Evo finalizó su discurso señalando la importancia global de su experimento boliviano: "Con todo nuestro crecimiento económico, Bolivia tiene muchas esperanzas. Pero, ¿cuál ha sido quizás uno de los cambios más importantes? Bolivia ha comenzado a ser reconocida internacionalmente".
Independientemente de dónde caiga en los méritos de Bolivia bajo Evo, esta afirmación es innegablemente cierta. Un experimento izquierdista que parece resistir los guiones establecidos por Cuba y Venezuela, Bolivia ha sentado un precedente y el mundo está mirando.
Sin embargo, la Constitución boliviana de 2009 también limita a los presidentes a dos mandatos, a los que Evo ya ha prestado servicios, además de su mandato anterior a la creación de esa constitución. Y en febrero de 2016, los votantes de todo el país rechazaron la propuesta de Evo de cambiar los límites del mandato, del 51.3 al 48.7 por ciento.
Los grupos opositores que viajaron a Potosí el lunes son parte del "Movimiento F21 2016", llamado así el 21 de febrero de 2016, fecha de la votación del referéndum. Sin embargo, en noviembre de 2017 el tribunal constitucional de Bolivia anuló el referéndum y anuló los límites a la reelección en todas las oficinas públicas, alegando que los límites a la reelección son una violación a los derechos humanos. Unos días más tarde, Morales anunció su candidatura para las elecciones de 2019. De ser elegido, él permanecería en el cargo hasta 2025, un período de 19 años consecutivos.
El movimiento F21 2016 "Bolivia dijo no" ha estado creciendo desde entonces. En la semana posterior a la decisión del tribunal, se organizaron protestas y bloqueos en todas las ciudades principales de Bolivia. Esa misma semana, durante las elecciones judiciales, más del 50 por ciento de los votos fueron nulos, una aparente respuesta a los llamados de la oposición a emitir intencionalmente votos nulos como una forma de protesta a Morales y su gobierno. En las principales ciudades de Bolivia, como Cochabamba, La Paz y Santa Cruz, el graffiti a plena vista declara "Mi Voto Es Valido" (Mi voto es válido) y "NULO" (Nulo).
El pasado lunes, los manifestantes no ocultaron nada. "¿Si esto no es el pueblo, dónde está el pueblo?" Fue un canto repetido, refiriéndose a la afirmación de Evo de que respeta los deseos de la gente. "No es Cuba tampoco Venezuela, Eso es Bolivia y Bolivia se respeta" ("esto no es Cuba o Venezuela, esto es Bolivia y tú respetas a Bolivia") fue otra. Uno especialmente fuerte fue "Muere muere Evo, Evo criminal" ("morir, morir Evo, Evo criminal").
Algunos manifestantes fueron menos severos. Gente de todas las edades marcharon, muchos de ellos vistiendo camisas caseras como "Bolivia dijo no" y "F21". Las mujeres marcharon con sus bebés. Una mujer tenía la carriola de su hijo adornada con recuerdos de "F21". Le pregunté a una mujer cercana por qué creía que muchas personas seguían apoyando a Evo, y ella se volvió hacia mí y me dijo: "Es evidente que esas personas no han vivido lo que hemos vivido. No tenemos nada, Evo no nos ha ayudado. Y estamos hartos de eso ", dijo. En su opinión, Potosí sigue empobrecida, especialmente en el campo.
Más allá de agravios específicos con las políticas de Evo, muchos también están preocupados por lo que significa un referéndum ignorado para el estado de la democracia en Bolivia y una democracia que tiene estrechos vínculos con Cuba y Venezuela, esta última bajo Hugo Chávez y su sucesor Nicolas Maduro se ha convertido lo que parece ser un estado fallido.
"Los bolivianos, en todas las clases económicas, están nerviosos por las implicaciones de un presidente que está ignorando directamente el voto de las personas que él mismo solicitó. Ellos ven el auge del autoritarismo violento en Venezuela y Nicaragua y se preguntan si este también será el futuro de su país ", dijo Jim Shultz, activista y coautor de un libro sobre la resistencia indígena boliviana a la globalización, que recientemente regresó de Bolivia a los Estados Unidos después de vivir fuera de Cochabamba durante 20 años.
En Potosí, la oposición parecía diversa, y no necesariamente unificada. Desde grupos llamados "Otra izquierda es posible" y "Bolivia me prometió" a los sindicatos mineros y a los cultivadores de hoja de coca de las tierras bajas, declararon su apoyo a F21 desde una amplia gama de motivaciones ideológicas y políticas.
Muchos vienen de la izquierda, alegando que Evo no ha cumplido sus promesas como un presidente verdaderamente descolonial y antiextractivista. Evo ha abierto el país a la exploración masiva de minerales, en particular a empresas chinas, a pesar de afirmar que está dedicado a los "Derechos de la Madre Tierra". Los proyectos de presas en el Amazonas en los ríos Bala y Beni han sido aprobados por el gobierno, a pesar de las protestas indígenas. Para muchos, la construcción de la carretera nacional en el Territorio Indígena y Territorio Isiboro-Sécure (TIPNIS) a pesar de la protesta indígena e internacional fue la gota que colmó el vaso. ¿Cómo se preguntan los críticos de izquierda pro-indígenas y anticapitalistas, Evo y su administración, realmente?
Linera terminó su discurso citando a Karl Marx y declarando que "el capitalismo ha traído sangre a todo el mundo", un guiño a los millones de indígenas que han muerto en las minas de plata de Potosí desde la época colonial y siguen muriendo hoy.
"No hay otro futuro", dijo. "Si hay algo diferente, es un precipicio: es el retorno al neoliberalismo. El abuso de agua y gas. La privatización de los recursos naturales ", dijo, refiriéndose a la Guerra del Agua de Cochabamba de 2000 y las Guerras de Gas de El Alto de 2003 que finalmente llevaron a la renuncia de Gonzalo Sánchez de Lozada" Goni "y la selección de Evo '. "La Agenda 2025 es la única opción", declaró a una multitud entusiasta, refiriéndose a la posibilidad de que Evo estuviera en el poder hasta 2025. La revolución, de acuerdo con esta línea de pensamiento, está ligada a un hombre en particular y su necesaria reelección en 2019.
"La insistencia en la reelección a toda costa es un triste avance para Morales y su legado", dijo Schultz. "Su presidencia ha sido histórica y ha logrado un buen acuerdo, pero ignorar las reglas básicas de la democracia pondrá una mancha en eso, y quizás sea peor ". Los manifestantes que inundaron la plaza siguiendo los discursos de Linera y luego de Evo parecen estar de acuerdo.
¿Puede Bolivia tener un gobierno en el que todos los funcionarios públicos hablen sus propias lenguas indígenas, pero no porque Evo lo requiera? ¿Pueden sus profesores imaginarse una Bolivia en la que sus alumnos aprenden dentro de aulas trilingües y descoloniales que no están financiadas por el partido MAS?
¿Puede la revolución vivir más allá de un hombre? Muchos bolivianos quieren saberlo.





21F: “BOLIVIA DIJO NO”

El 21 de febrero de 2016 el presidente Evo Morales escuchó una respuesta que ni esperaba ni le gustó. Acostumbrado a holgados resultados electorales en su favor, el primer No significativo en su tránsito por el poder le cayó como un balde de agua fría.

EFE de España (www.efedocanalisis.com)

Por Carlos Mesa.- Impedido por la Constitución para aspirar a otros cinco años de mandato y con el debido tiempo, el presidente había planificado su ruta cuidadosamente.
En 2015 hizo una propuesta de modificación del artículo 168 de la Constitución (CPE) a la Asamblea Legislativa, que limita a dos periodos consecutivos el mandato presidencial. Fue un trámite breve dados los dos tercios de los que goza en la Asamblea. El cambio se aprobó abriendo la posibilidad de una nueva postulación suya. Quedaba, como manda la CPE, un referendo popular aprobatorio.
Entonces, los bolivianos hablaron y le dijeron un no resonante a la reforma. Fue un terremoto. En ese momento el Gobierno no tenía un plan B.
Febriles, los asesores del presidente estudiaron varios caminos hasta optar por el que años antes había escogido el premio Nobel de la Paz y expresidente Óscar Arias en Costa Rica para habilitarse como candidato cuestionando la Constitución de su país que prohibía la reelección.
El 4 de abril de 2003 la Corte Suprema de Justicia con su decisión favorable a Arias abrió una caja de Pandora para la democracia en América Latina. El argumento -ingenioso sin duda- fue que la limitación de la reelección en cualquiera de sus formas viola el artículo 23 de la Convención Americana de Derechos Humanos (CADH) que dice: “Todos los ciudadanos deben gozar de los siguientes derechos y oportunidades…de votar y ser elegidos en elecciones periódicas auténticas, realizadas por sufragio universal e igual y por voto secreto que garantice la libre expresión de la voluntad de los electores”.
A la Corte costarricense no le importó el espíritu de la norma que apunta a defender al ciudadano de los excesos de los poderosos y, menos aún, respetar el principio esencial de que la Constitución es la máxima expresión de la voluntad popular que establece las reglas de juego de una sociedad, entre las que se cuentan aquellas que limitan legítimamente el poder de quien lo ejerce, una de cuyas bases es la de la temporalidad del mandato presidencial, sus restricciones y el principio de la alternabilidad.
Roto el dique a través del desplazamiento de decisiones esencialmente legislativas a manos del Poder judicial, los émulos de Arias no se hicieron esperar. En 2014 Daniel Ortega en Nicaragua, sobre el mismo principio, forzó a una modificación constitucional que permite su reelección indefinida. En 2015 le tocó el turno a Juan Orlando Hernández en Honduras, que logró, mediante el mismo argumento, cambiar una de las cláusulas “pétreas” que le costó el cargo a Manuel Zelaya por sólo proponer una consulta sobre el tema.
No fue difícil entender en Bolivia que antes que ensayar algo incierto era aconsejable seguir la huella ya existente. De ese modo, el 28 de noviembre de 2017 el Tribunal Constitucional cumplió el encargo del Gobierno y estableció que el ya célebre artículo 23 de la CADH, dada la preeminencia de los tratados y convenios internacionales de DDHH ratificados por Bolivia sobre la Constitución, garantiza un “derecho humano fundamental” de Evo Morales, violado por el art. 168 de la CPE.
La decisión del Tribunal se hizo extensiva a todo cargo electivo y, por si las dudas, llevó a los magistrados a entusiasmarse y declarar en suspenso cuatro artículos de la Constitución, arrogándose potestades de las que carecen.
Pero no todo era miel sobre hojuelas para los autores de esta solución. A diferencia de los otros mandatarios beneficiados por tal lectura de los “derechos humanos” de los poderosos, el pueblo boliviano se había pronunciado a través de un referendo.
La soberanía popular, máxima expresión de una sociedad, había dicho no a la reelección indefinida de acuerdo al mandato que el pueblo mismo se dio en un referendo anterior que aprobó la Constitución en 2009. Ante tal peso de legitimidad y legalidad quedó en evidencia que el Tribunal Constitucional había prevaricado.
Lo que se pensó desde el Gobierno como un mero trámite engorroso, se convirtió en una pesadilla. La oposición ha acuñado una frase que se repite como un karma: “¡Bolivia dijo No!”, allí donde encuentra alguna autoridad de gobierno en acto público.
A algo más de un año de los comicios, el presidente ha decidido cruzar el Rubicón y romper lazos con la democracia, negando validez al 21F. Pero hay quien piensa que aún queda mucha agua por pasar. La gente se suma como en un gran río a la reivindicación de fecha tan emblemática, las encuestas ratifican una y otra vez que más del 70 % de los bolivianos están en contra de la repostulación de Morales, y la intención de voto por el mandatario es muy modesta en comparación con los abrumadores números de sus anteriores triunfos electorales.
En este escenario que se anuncia turbulento, uno de los órganos del Estado, el electoral, se halla ante un grave dilema. ¿Reconocerá la palabra del pueblo expresada en el referendo que sus magistrados presidieron o se inclinará, bajo presión gubernamental, por la decisión del Tribunal Constitucional?
Queda una última pregunta: ante tal uso del artículo 23, ¿no es tiempo de una interpretación justa de su real significado y espíritu por la Corte Interamericana de DDHH?





CARLOS MESA: LA REELECCIÓN, "DE TRÁMITE A PESADILLA" PARA EVO MORALES"

El Diario de España (www.eldiario.es)
                                                                 
"Lo que se pensó desde el Gobierno como un mero trámite engorroso se convirtió en una pesadilla". Así describe en las Firmas de EFE el expresidente boliviano Carlos Mesa la situación que afronta Evo Morales, quien buscará ser reelegido el próximo año tras una reforma constitucional rechazada en referéndum pero sancionada por el Tribunal Constitucional.
En un artículo titulado "21F: Bolivia dijo No" (https://www.efedocanalisis.com/noticia/21f-bolivia-dijo-no/), Mesa señala que tras el resultado del referéndum del 21 de febrero de 2016 la oposición "ha acuñado la frase 'Bolivia dijo No'", que se repite en los actos públicos mientras muchos ciudadanos se suman a la reivindicación de "fecha tan emblemática".
Carlos Mesa subraya que "las encuestas ratifican que más del 70 % de los bolivianos están en contra de la repostulación de Morales", y resalta que la intención de voto a favor del actual presidente es "muy modesta" en comparación con anteriores triunfos electorales.
El expresidente boliviano (2003-2005) recapitula el procedimiento trazado por Morales para poder presentarse a la reelección y considera que "impedido por la Constitución para aspirar a otros cinco años de mandato y con el debido tiempo, el presidente había planificado su ruta cuidadosamente".
Tras modificar el artículo de la Constitución que limitaba el mandato del presidente a dos periodos consecutivos, gracias a su mayoría en la Asamblea Legislativa, faltaba que la reforma se ratificara en referéndum, prosigue Mesa. Pero "entonces, los bolivianos hablaron y dijeron un no resonante a la reforma. Fue un terremoto. En ese momento", añade el expresidente, "el Gobierno no tenía un plan B".
"Una respuesta que ni esperaba ni le gustó. Acostumbrado a holgados resultados electorales en su favor, el primer "no" significativo en su tránsito por el poder le cayó como un balde de agua fría", asegura Carlos Mesa, que considera que el 28 de noviembre de 2017 el Tribunal Constitucional "cumplió el encargo del Gobierno" al revocar la decisión adoptada en referéndum y garantizar el derecho de Morales a la reelección.
Mesa recuerda que el Tribunal Constitucional estableció la preeminencia del artículo 23 de la Convención Americana de Derechos Humanos (CADH) -que dice que "todos los ciudadanos deben gozar del derecho de votar y ser elegidos en elecciones periódicas realizadas por sufragio universal"- sobre el artículo 168 de la Constitución boliviana que limita la repetición de mandatos.
La decisión del Constitucional boliviano empleaba, opina Carlos Mesa, el mismo argumento que utilizó la Corte Suprema de Costa Rica en 2003 para permitir presentarse a la reelección al expresidente Óscar Arias, un camino luego también seguido, asevera Mesa, por Daniel Ortega en Nicaragua, en 2014, y por Juan Orlando Hernández en Honduras, en 2015.
Sin embargo, en opinión del expresidente, "a diferencia de los otros mandatarios beneficiados por tal lectura de los 'derechos humanos' de los poderosos, el pueblo boliviano se pronunció a través de un referendo", por lo que "ante tal peso de legitimidad y legalidad, quedó en evidencia que el Tribunal Constitucional había prevaricado".
Carlos Mesa considera que "a algo más de un año de los comicios, el presidente ha decidido cruzar el Rubicón y romper lazos con la democracia, negando validez al referéndum" y ha situado al órgano electoral ante el dilema de "reconocer la palabra del pueblo o inclinarse, bajo presión gubernamental, por la decisión del Tribunal Constitucional."
Mesa concluye su artículo con una pregunta: "ante tal uso del artículo 23 de la CADH, ¿no es tiempo de una interpretación justa de su real significado y espíritu por la Corte Interamericana de Derechos Humanos?".





PUEBLOS INDÍGENAS DE BOLIVIA Y PERÚ EN BUSCA DE UN MODELO DE GOBERNANZA

En 2017, Charagua, municipio ubicado en el Chaco boliviano se convirtió en la primera autonomía indígena de Bolivia. En Perú, diez pueblos originarios avanzan en el reconocimiento jurídico e integral de sus territorios. ¿Se puede hablar de un avance en el reconocimiento de los derechos indígenas en esta parte de la región?

Revista Mongbay de Indonesia (www.mongabay-latam.lamula.pe)
                                                                                                          
Gutiérrez, un municipio boliviano ubicado en el departamento de Santa Cruz de la Sierra, poblado principalmente por indígenas guaraníes, puede convertirse este año en Autonomía Indígena Originaria Campesina (AIOC). Con un estatuto listo y con nuevo nombre —Autonomía Indígena Guaraní Kereimba Iyaamba—, espera el visto bueno del Tribunal Constitucional, al que seguiría un referéndum en la zona para aprobar o rechazar la puesta en marcha del estatuto.
En ese documento se propone un gobierno indígena propio, con libre determinación en base a usos y costumbres, respetando la Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia. Además, se aclara en uno de sus artículos que se desarrollará una gestión territorial para el bien común de las familias guaraníes y no guaraníes que habitan en la jurisdicción de la autonomía. Entre sus símbolos, que se suman a los nacionales, está el avati (maíz) y el ivopei (árbol de algarrobo). El órgano de máxima decisión colectiva es la Ñemboatiguasu guaraní o Gran Asamblea.
Gutiérrez le sigue los pasos a Charagua Yyambae, la primera AIOC de Bolivia, iniciada oficialmente el 8 de enero de 2017.
Ubicada también en Santa Cruz de la Sierra y poblada mayoritariamente por guaraníes, el establecimiento de la autonomía indígena originaria campesina de Charagua —opinan expertos bolivianos— puede marcar un hito en el ejercicio de los derechos de los pueblos indígenas de ese país y convertirse en la punta de lanza de un modelo que, en teoría, parece tener pleno sentido: una forma propia de gobierno para una zona de mayoría indígena, en el marco de la Constitución de ese país.
Pero ¿qué significa pasar de un gobierno municipal a una autonomía indígena? No significa el cambio de modelo económico. Los estatutos que desarrollan los municipios que buscan convertirse en autonomías indígenas, y que deben aprobarse vía referéndums locales, definen modelos y estructuras de gobernanza local, pero deben estar en el marco constitucional.
En entrevista con Mongabay Latam, Gonzalo Vargas, viceministro de Autonomías de Bolivia, explicó que en su país el modelo de organización territorial republicano, organizado en nueve departamentos y 339 municipios (menos las recientes autonomías indígenas), enclaustró a los pueblos originarios en territorios acotados.
El viceministro ilustra la situación con un caso. “Colquemarca, en el departamento de Oruro, pertenece a un municipio, pero sus habitantes dicen que su territorio es el Jacha Carangas, un territorio originario del pueblo aymara, que cubre casi la mitad de Oruro”. Vargas explica que con la autonomía, los pueblos indígenas se proyectan más allá de la jurisdicción de un municipio. “Y es lógico porque nuestros pueblos indígenas nunca tuvieron límites territoriales. Tenían fronteras culturales. El acceso a los recursos de la biodiversidad era su característica principal. El municipio no les permite acceder a una biodiversidad riquísima porque los limita”, concluye.
Lizeth Chávez, responsable de la coordinación de la Regional Oriente–Chaco del Programa Nina, formado por un consorcio de ONG de Bolivia, explica que la construcción del modelo de gestión de autonomía indígena tiene muchos elementos de la cosmovisión y prácticas culturales de los pueblos indígenas. “En Charagua y Gutiérrez se están construyendo espacios de decisión colectiva a través de asambleas, en donde las comunidades tienen mayores oportunidades de ser informadas, de decidir y de fiscalizar el movimiento de los gobiernos indígenas. Un gran contraste con el estilo de manejar el poder de manera patriarcal, clasista y excluyente con las comunidades de numerosos municipios”, comenta.
Desde su punto de vista, es muy distinto dejar que las personas participen en la elaboración de un plan operativo anual (POA) a que tengan poder de decisión en el proceso que define su desarrollo.
Charagua: ¿primeros problemas en el paraíso?
Mongabay Latam viajó a Charagua para conocer el avance en la gestión de la autonomía, tras la elección de las 46 autoridades indígenas y su nacimiento oficial a inicios de 2017.
El contraste entre las expectativas de los habitantes y la realidad es notorio. Según datos oficiales, 70 % de la población (de 32 mil habitantes) vive en condiciones de pobreza. Si bien la situación no es culpa de la (joven) autonomía, pesa en contra.
En una de las esquinas de la plaza principal de Charagua se encuentra el local del gobierno municipal, hoy de aspecto fantasmal.  Conversamos rápidamente con Belarmino Solano, elegido alcalde de Charagua por el partido Movimiento al Socialismo (MAS) en 2015, quien explica que se deben manejar mejor las expectativas de la población porque pasar de un modelo republicano a uno indígena es un proceso complejo, que implica una vasta adaptación administrativa. “Los cambios se verán en el mediano plazo”, sostiene. Actualmente es un funcionario de la autonomía, pues en el nuevo modelo de gobernanza indígena los partidos políticos y sus representantes ya no tienen cabida.
Para el viceministro Vargas, las opiniones negativas sobre Charagua Yyambae provienen principalmente de pobladores de zonas urbanas, opuestos desde un inicio al proceso autonómico y a su estatuto, pues la nueva forma de distribuir los recursos públicos los perjudicaría. De hecho, en setiembre de 2015 se aprobó de manera ajustada, vía referéndum, convocado y administrado por el órgano electoral de Bolivia, la puesta en vigencia del estatuto autonómico: un 53,2 % de los electores a favor, frente a un 46,7 % en contra.
Tomar el pulso a la situación actual de Charagua y determinar si funciona o no la autonomía en este momento, puede ser tan complicado como el largo camino que siguió el exmunicipio para convertirse en autonomía o como los casi 280 kilómetros que separan Santa Cruz de la Sierra de Charagua Yyambae. La promesa de la carretera, aguarda desde 2015, cuando el gobierno firmó un contrato con una empresa china. Para los charagueños se trata del camino de la vergüenza. Una vía que les resta competitividad y los aísla del país, especialmente en épocas de lluvia, cuando la ruta se vuelve intransitable y buses, camiones y trufis (transporte colectivo) se quedan varados. “El camino a Charagua nos vuelve más pobres. ¿Quién va a querer venir? Sacar nuestros productos a otros mercados es difícil. Imagine la situación de la salud”, dice una comerciante que pide no ser identificada en una de las calles de la zona urbana de Charagua. No importa que la responsabilidad sea del gobierno central, exmunicipal o de la autonomía. La carretera para los charagueños es símbolo de ineficiencia, y un nuevo modelo de gobernanza, lanzado oficialmente con bombos y platillos, genera expectativas frente a demandas pendientes como esta.
Del lado del gobierno, el viceministro Vargas es optimista y asegura que ningún municipio del país altiplánico ha tenido un nivel tan alto de ejecución y que la autonomía indígena hizo efectivo el 92 % de su presupuesto en 2017.  Desde la sociedad civil, Leonardo Tamburini, abogado e investigador especializado en temas indígenas, considera que es prematuro hablar de los pros y los contras de Charagua Yyambae. “El modelo municipal tiene muchos años y no le ponen una valla tan alta como lo hacen con esta autonomía que apenas tiene un año. Hay que dejar que este modelo empiece a marchar y eso, seguro, tomará un tiempo”, dice.
La misma estructura de gobierno autonómico, puede ser una de sus principales dificultades. Mientras en el gobierno municipal el liderazgo recae en un alcalde y en el partido político o plataforma a la cual pertenece, en el caso de Charagua Yyambae hay tres órganos principales: Decisión Colectiva (Ñemboati Reta), Órgano Legislativo y Órgano Ejecutivo. Además, se divide en seis zonas pobladas (cuatro territorios indígenas y dos zonas urbanas), dos parques nacionales y un área de conservación.
Tamburini explica que bajo el nuevo modelo de gobierno los pueblos indígenas pueden tener formas de gobernanza propias, pero también nuevas responsabilidades y desafíos porque van a manejar recursos públicos y porque territorios indígenas que no eran oficiales, pasan a formar parte de la nueva división política del país. Charagua Norte, Charagua Sur, Alto Isoso, Bajo Isoso, Charagua Pueblo y Charagua Estación, fueron creados oficialmente bajo el estatuto.
Si bien no hay grandes cambios en las partidas presupuestales destinadas desde el gobierno central, la forma de distribución sí ha cambiado. “Se trata de una construcción desde abajo hacia arriba, inversa al modelo municipal. Las zonas, a través de sus representantes, construyen sus propuestas de desarrollo y presupuesto, lo presentan a los órganos respectivos, y junto a la autonomía indígena lo inscriben en el Ministerio de Planificación del Desarrollo. Cuando este y el Ministerio de Economía lo aprueban, recién bajan los recursos a la autonomía”, señala. De acuerdo con el especialista, en el modelo municipal llegaban los recursos al municipio, este convocaba a los distritos, y según un presupuesto preestablecido, pero con asignaciones y límites fijos, se redistribuía para cubrir las demandas.
Hay muchas dudas entre los bolivianos sobre las AIOC. No obstante, hay consenso en que estas representan un avance para los pueblos indígenas, pues incorporan la dimensión e importancia del territorio ancestral y la libre determinación, que es el derecho a la autonomía, al autogobierno, a su cultura, al reconocimiento de sus instituciones y a la consolidación de sus entidades territoriales en el marco constitucional. A la vez, como anotan los especialistas, la puesta en práctica de un nuevo modelo de gobernanza, bajo su propio estatuto, y en el marco constitucional, constituye también un enorme desafío de gestión pública.
Perú: las naciones indígenas
A diferencia de Bolivia, en Perú no está previsto un proceso de autonomías indígenas. Los procesos que siguen los pueblos originarios para recuperar y garantizar derechos, así como formas de gobernanza, se basan en convenios firmados por el país, como el 169 de la OIT o la Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas.
En ese marco, al menos 10 pueblos originarios, de los 55 que existen, han iniciado el camino de buscar el reconocimiento oficial de su personalidad jurídica y la titulación integral de sus territorios ancestrales, también como una respuesta frente a las amenazas de vulneración de sus derechos, lo que se evidencia en la contaminación de fuentes de agua por la extracción de petróleo, la deforestación indiscriminada, el crecimiento de la tala y minería ilegales, y los altos índices de pobreza.
Si bien desde 2012 se encuentra en vigencia la Ley de Consulta Previa, los representantes de diferentes pueblos indígenas han denunciado procesos de consulta irregulares o la ausencia de este mecanismo antes de que el Estado peruano otorgue concesiones forestales o lotes para la exploración y explotación de hidrocarburos que impactan sus vidas.
Recuperar modelos de gobernanza ancestrales, que les permitan una mayor participación en los procesos de decisión sobre el uso y gestión de sus recursos es fundamental para ellos, pero sin el reconocimiento jurídico e integral de sus territorios es difícil, sostienen.
Como parte de los esfuerzos desplegados, a inicios de este año el Segundo Juzgado Civil de Iquitos, en el departamento de Loreto, reconoció el derecho del pueblo Achuar del Pastaza a la titulación integral de su territorio. En junio de este año, el Gobierno Regional de Loreto reconoció su personalidad jurídica. Hoy, este pueblo originario, cuyo territorio actual se extiende sobre 759 000 hectáreas, abarcando buena parte de los distritos de Pastaza, Andoas y Morona, lucha para que la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos (Sunarp) y la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat) lo reconozca como tal.
Otro pueblo indígena vecino, autoidentificado como Nación Wampis, se encuentra en un proceso similar. Son aproximadamente 15 000 personas dedicadas a la caza y agricultura en un territorio ancestral que abarca 1,3 millones de hectáreas en el departamento de Amazonas y en zonas adyacentes de Loreto.
De esa extensión, 400 000 hectáreas han sido reconocidas por el Estado como comunidades nativas o bajo la figura legal de “contratos de cesión de uso”.
“Los Wampis carecemos de un título oficial sobre 900 000 hectáreas de nuestro territorio, pero tenemos el derecho de posesión que tiene efectos equivalentes al título de pleno dominio emitido por el Estado, que otorga a los pueblos indígenas el derecho al reconocimiento oficial de su propiedad y su registro. Los Wampis pescan, caminan y tienen sus lugares sagrados allí. Solo falta formalizar”, dice a Mongabay Latam el abogado de la Nación Wampis, Gil Inoach Shawit.
En 2016 y 2017, los gobiernos regionales de Loreto y Cajamarca emitieron ordenanzas reconociendo la personalidad jurídica de los pueblos indígenas en esas regiones. En ese marco, los Wampis deben inscribirse en el registro regional de pueblos indígenas de Loreto. Sin embargo, en diciembre del mismo año el Ejecutivo interpuso una demanda de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional (TC) a esas ordenanzas, señalando que los gobiernos regionales no tienen competencia para ejercer esas funciones vinculadas a los pueblos indígenas. Consultamos al Ministerio de Cultura sobre esta posición, pero no obtuvimos respuesta.
La respuesta de Gil Inoach es que el Estado no quiere que los pueblos originarios tengan poder sobre sus territorios ni que decidan sobre las políticas y actividades extractivas que los afectan. “Los wampis estamos trabajando en el reconocimiento del territorio, pues nos da mayores posibilidades de manejo y administración”, sostiene.
La decisión del TC será decisiva en el camino emprendido por los pueblos indígenas de Perú. Puede abrir espacios a nuevas formas de gobernanza y equilibrar el peso en la toma de decisiones. La otra opción es que los pueblos indígenas originarios sigan bajo el actual modelo y las nuevas instituciones e instrumentos creados para garantizar sus derechos, como el Ministerio de Cultura, el Ministerio del Ambiente, o la consulta previa.
El reconocimiento jurídico e integral del territorio puede no ser la panacea para resolver los numerosos conflictos, pero para los pueblos indígenas es el camino para lograr un balance justo en la gobernanza.





LA DES­PO­SE­SIÓN DE SUS TE­RRI­TO­RIOS Y EL CAM­BIO CLI­MÁ­TI­CO PO­NEN EN PE­LI­GRO A LOS PUE­BLOS IN­DÍ­GE­NAS

El 9 de agos­to, Día In­ter­na­cio­nal de los Pue­blos In­dí­ge­nas, Ma­nos Uni­das de­nun­cia que el ac­ce­so a la tie­rra y el cam­bio cli­má­ti­co son obs­tácu­los para que las co­mu­ni­da­des in­dí­ge­nas vi­van en con­di­cio­nes dig­nas.

Agencias de España (www.agenciasic.es)

Según da­tos de ONU, en el mun­do hay 370 mi­llo­nes de in­dí­ge­nas que cons­ti­tu­yen el 15 % de las per­so­nas más po­bres del mun­do y has­ta un ter­cio de la po­bla­ción mun­dial que vive en ex­tre­ma po­bre­za en áreas ru­ra­les. La de­gra­da­ción y el aca­pa­ra­mien­to de los te­rri­to­rios de los que de­pen­de la su­per­vi­ven­cia de las co­mu­ni­da­des in­dí­ge­nas –en mu­chos ca­sos como con­se­cuen­cia de gran­des pro­yec­tos eco­nó­mi­cos como la agroin­dus­tria, mi­ne­ría, ex­plo­ta­cio­nes pe­tro­lí­fe­ras, gran­des in­fra­es­truc­tu­ras, etc.–, así como el de­te­rio­ro me­dioam­bien­tal acen­tua­do por los efec­tos del cam­bio cli­má­ti­co, son dos vul­ne­ra­bi­li­da­des com­par­ti­das a ni­vel glo­bal por es­tas po­bla­cio­nes.
Cam­bio cli­má­ti­co y ex­pro­pia­ción de te­rri­to­rios tri­ba­les en In­dia
En este con­tex­to, mu­chos cam­pe­si­nos e in­dí­ge­nas mi­gran a las ciu­da­des en bus­ca de tra­ba­jos pre­ca­rios y las fa­mi­lias que per­ma­ne­cen en sus lu­ga­res de ori­gen se ven for­za­das a mo­di­fi­car sus me­dios de vida para adap­tar­se a las nue­vas cir­cuns­tan­cias. Este es el caso de In­dia don­de, se­gún Ra­món Álva­rez, Res­pon­sa­ble de Pro­yec­tos de Ma­nos Uni­das en Asia, «el Go­bierno está que­rien­do ex­pro­piar te­rri­to­rios tri­ba­les para ce­der­los a gran­des em­pre­sas para la ex­trac­ción de re­cur­sos mi­ne­ra­les, lo que ha ge­ne­ra­do ma­ni­fes­ta­cio­nes mul­ti­tu­di­na­rias en el es­ta­do de Jharkhand que han con­se­gui­do, de mo­men­to, re­tra­sar los pla­nes de ex­plo­ta­ción».
Para Álva­rez, las co­mu­ni­da­des cam­pe­si­nas y los pue­blos in­dí­ge­nas «son los más vul­ne­ra­bles al cam­bio cli­má­ti­co y los me­nos res­pon­sa­bles del mis­mo». En In­dia, el cam­bio cli­má­ti­co «está te­nien­do con­se­cuen­cias dra­má­ti­cas para las co­mu­ni­da­des tri­ba­les», de­di­ca­das tra­di­cio­nal­men­te al cul­ti­vo de arroz y la re­co­lec­ción de pro­duc­tos fo­res­ta­les. «La re­duc­ción de las llu­vias mon­zó­ni­cas afec­ta a las co­se­chas», afir­ma Álva­rez, «por lo que es­ta­mos apo­yan­do la pues­ta en mar­cha de téc­ni­cas agrí­co­las efi­cien­tes con un me­jor apro­ve­cha­mien­to del agua y la di­ver­si­fi­ca­ción de cul­ti­vos eco­ló­gi­cos con el fin de que las fa­mi­lias pue­dan vi­vir dig­na­men­te en sus te­rri­to­rios sin ne­ce­si­dad de emi­grar».
La de­fen­sa del te­rri­to­rio y de los de­re­chos in­dí­ge­nas en Amé­ri­ca La­ti­na
Los pue­blos in­dí­ge­nas de­nun­cian la ex­clu­sión o el ac­ce­so muy li­mi­ta­do a la toma de de­ci­sio­nes po­lí­ti­cas y la dis­cri­mi­na­ción que su­fren en el ám­bi­to ju­di­cial. De igual modo, ha­cen fren­te a una ma­yor re­pre­sión y vio­len­cia en las lu­chas en de­fen­sa de sus de­re­chos y te­rri­to­rios. Se­gún Na­cio­nes Uni­das y con da­tos de la ONG Front Line De­fen­ders, solo en 2016 fue­ron ase­si­na­dos 281 de­fen­so­res de los de­re­chos hu­ma­nos –un cen­te­nar más que en 2015–, en su ma­yo­ría in­dí­ge­nas de Amé­ri­ca La­ti­na.
El Car­de­nal Pe­dro Ba­rre­to, vi­ce­pre­si­den­te de la Red Ecle­sial Pa­na­ma­zó­ni­ca (RE­PAM) y so­cio lo­cal de Ma­nos Uni­das en Perú, de­nun­cia­ba re­cien­te­men­te en una en­tre­vis­ta pu­bli­ca­da por Ma­nos Uni­das, la vul­ne­ra­ción de de­re­chos y el «mal­tra­to del en­torno na­tu­ral» por par­te de las in­ter­ven­cio­nes ex­trac­ti­vis­tas en la Ama­zo­nía y se re­fe­ría al ni­vel de vio­len­cia exis­ten­te con es­tas pa­la­bras: «Asu­mi­mos, sí, la en­tre­ga de nues­tra pro­pia vida para ase­gu­rar la de los ni­ños que es­tán cre­cien­do y de los que ven­drán».
En este sen­ti­do, Ma­ría Man­so, téc­ni­co de pro­yec­tos de Ma­nos Uni­das, se­ña­la que cada vez es ma­yor la bús­que­da de apo­yo en pro­ce­sos de de­fen­sa del te­rri­to­rio por par­te de or­ga­ni­za­cio­nes y pue­blos in­dí­ge­nas. «Aun­que se­gui­mos tra­ba­jan­do para que me­jo­ren sus con­di­cio­nes de vida por me­dio de ini­cia­ti­vas pro­duc­ti­vas de so­be­ra­nía ali­men­ta­ria», afir­ma Man­so, «en los úl­ti­mos años es­ta­mos apo­yan­do más pro­yec­tos de for­ta­le­ci­mien­to de or­ga­ni­za­cio­nes para que las co­mu­ni­da­des re­cla­men ante el Es­ta­do el cum­pli­mien­to de sus de­re­chos co­lec­ti­vos, así como ini­cia­ti­vas que tra­tan de im­pe­dir ju­rí­di­ca­men­te el des­po­jo de las tie­rras que han ha­bi­ta­do an­ces­tral­men­te».
Ac­ce­so a la tie­rra y adap­ta­ción al cam­bio cli­má­ti­co en el Cha­co pa­ra­gua­yo y bo­li­viano
Un ejem­plo del tra­ba­jo de Ma­nos Uni­das en Amé­ri­ca La­ti­na se en­cuen­tra en su acom­pa­ña­mien­to a co­mu­ni­da­des in­dí­ge­nas en el Cha­co. A tra­vés de Tie­rra Li­bre, so­cio lo­cal de Ma­nos Uni­das en Pa­ra­guay, el pue­blo ni­vaĉ­le so­li­ci­tó apo­yo en sus es­fuer­zos por re­cu­pe­rar tie­rras co­mu­ni­ta­rias y adap­tar­se al cada vez más seco y de­fo­res­ta­do Cha­co pa­ra­gua­yo. Las co­mu­ni­da­des ni­vaĉ­le, li­ga­das an­ces­tral­men­te al río Pil­co­ma­yo, han vis­to cómo sus es­pa­cios de vida eran cada vez me­no­res a cau­sa de la so­bre­ex­plo­ta­ción del agua y el aca­pa­ra­mien­to de tie­rras des­ti­na­das a la ga­na­de­ría ex­ten­si­va, a lo que se su­man re­cien­tes ex­plo­ra­cio­nes para ob­te­ner hi­dro­car­bu­ros.
«Ac­tual­men­te es­ta­mos acom­pa­ñan­do a los ni­vaĉ­le», ase­gu­ra Man­so, «en sus de­man­das al Es­ta­do pa­ra­gua­yo para re­cu­pe­rar tie­rras co­mu­ni­ta­rias, pro­mo­vien­do es­pe­cial­men­te la par­ti­ci­pa­ción de las mu­je­res ya que ellas ha­cen fren­te a una do­ble dis­cri­mi­na­ción: por ser in­dí­ge­na y por ser mu­jer». A este ase­so­ra­mien­to téc­ni­co y ju­rí­di­co se suma un com­po­nen­te pro­duc­ti­vo y de adap­ta­ción al cam­bio cli­má­ti­co: «Para Ma­nos Uni­das el de­re­cho a la ali­men­ta­ción es la base so­bre la que cons­truir lo de­más. Es­ta­mos apo­yan­do la cría de ga­na­do me­nor a ni­vel co­mu­ni­ta­rio, la ge­ne­ra­ción de in­gre­sos a tra­vés de la ar­te­sa­nía tra­di­cio­nal, el al­ma­ce­na­mien­to de agua de llu­via en al­ji­bes co­mu­ni­ta­rios y la reha­bi­li­ta­ción de sis­te­mas de dis­tri­bu­ción de agua».
Los gua­ra­ní no vi­ven una si­tua­ción muy di­fe­ren­te en la par­te bo­li­via­na del Cha­co. Des­de fi­na­les del si­glo XIX fue­ron des­po­seí­dos de su te­rri­to­rio has­ta el pun­to de que las fa­mi­lias que­da­ron re­clui­das en con­di­cio­nes de se­mi­es­cla­vi­tud en las gran­des ha­cien­das de la re­gión. Es­tas cir­cuns­tan­cias no cam­bia­ron has­ta que en 1987 sur­gió la Asam­blea del Pue­blo Gua­ra­ní y, con la ayu­da de la Igle­sia ca­tó­li­ca y otras or­ga­ni­za­cio­nes, se inició un pro­ce­so de reasen­ta­mien­to de las fa­mi­lias en nue­vas co­mu­ni­da­des. «Acom­pa­ña­mos a los gua­ra­ní des­de 1999», dice Ma­ría Man­so, «y hoy po­de­mos de­cir que las co­mu­ni­da­des es­tán con­so­li­dan­do su ca­pa­ci­dad eco­nó­mi­ca, or­ga­ni­za­ti­va y de par­ti­ci­pa­ción po­lí­ti­ca, aun­que las con­di­cio­nes me­dioam­bien­ta­les y los cam­bios ex­tre­mos del cli­ma no son fa­vo­ra­bles».
El te­rri­to­rio gua­ra­ní su­frió la ero­sión de los sue­los por las ex­plo­ta­cio­nes ga­na­de­ras, la que­ma in­dis­cri­mi­na­da para am­pliar la fron­te­ra agrí­co­la, la ex­plo­ta­ción ma­de­re­ra y la con­ta­mi­na­ción por hi­dro­car­bu­ros. «Jun­to a CIP­CA, so­cio lo­cal en Bo­li­via, ade­más de for­ta­le­cer la in­ci­den­cia po­lí­ti­ca de los gua­ra­ní para la de­fen­sa de sus de­re­chos, nos es­ta­mos en­fo­can­do en que las mu­je­res y los jó­ve­nes se in­cor­po­ren a los pro­ce­sos y en ge­ne­rar prác­ti­cas agro­pe­cua­rias sos­te­ni­bles y adap­ta­das al cam­bio cli­má­ti­co, des­de la re­cu­pe­ra­ción de se­mi­llas na­ti­vas a la trans­for­ma­ción y co­mer­cia­li­za­ción de pro­duc­tos ga­na­de­ros y la cría de pe­ces en es­tan­ques».





RELACIONES ENTRE CHINA Y BOLIVIA HAN ENTRADO EN NUEVA FASE, DICE EMBAJADOR CHINO

Xinhua de China (www.spanish.xinhuanet.com)
                                                
Las relaciones entre China y Bolivia se han desarrollado con rapidez y han entrado en una nueva etapa en la que continurán aumentando y estrechándose, aseguró este martes el embajador chino en el país latinoamericano, Liang Yu.
En una conferencia sobre las relaciones chino-bolivianas en La Paz, el diplomático recordó que el nivel de relación de ambas naciones se elevó al de asociación estratégica durante el encuentro en Beijing el pasado junio entre el presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo boliviano, Evo Morales.
"Es un hito importante en la historia de las relaciones entre China y Bolivia, las cuales entraron a una nueva etapa de desarrollo histórico, abriendo una nueva página", afirmó el diplomático durante su intervención, enmarcada en las jornadas organizadas por la Embajada de China en La Paz dentro de la Feria Internacional del Libro (FIL).
En 2017, el comercio bilateral ascendió a 2.430 millones de dólares, lo que convirtió a China en el segundo socio comercial más grande de Bolivia, solo después de Brasil, y la mayor fuente de sus importaciones, con 2.030 millones de dólares.
Bolivia, entre tanto, exportó a China 400 millones de dólares, lo que la convirtió en el quinto mayor destino de las exportaciones del país andino.





HOJAS DE COCA A DOMICILIO: LA EXITOSA IDEA DE UNA EMPRESA BOLIVIANA

Merca2 de Argentina (www.merca20.com)
                                                                                                     
Bolivery, así se llama la empresa creada en Santa Cruz por un joven de 29 años y cuyo nombre, como se podrá intuir es la combinación de Bolivia y delivery. Su negocio es la entrega diurna y nocturna de coca a domicilio, para satisfacer una necesidad entre quienes mascan las hojas de esta planta; una costumbre ancestral que desde las zonas rurales se ha hecho cada vez más presente en las ciudades del país sudamericano.
Fue Michael Méndez quien vislumbró la posibilidad, cuando durante una reunión nocturna con su grupo de amigos de bailes de carnaval, mejor conocidas como fraternidades y típicas de las clases altas de esa ciudad, se encontraron con que las hojas de coca para mascar se habían acabado y no tenían quien les trajera nuevas provisiones
Fue esa noche cuando a este joven emprendedor se le ocurrió la idea que ha dado como resultado este servicio, que apenas lleva tres meses de creado. Tal como cuenta Méndez a El País, las solicitudes de entrega de mercancía se dan en todos los barrios de la ciudad sin importar la clase socioeconómica.
Una tradición que hasta hace poco era identificativa de la identidad indígena y que ahora ha calado en los habitantes de Santa Cruz sin distingo de profesión aunque si de género, pues hasta ahora son mayoritariamente hombres quienes mascan las hojas de coca en una proporción de siete, por cada tres mujeres. A esto se suma el que según un estudio de la Unión Europea, un 30 por ciento de loa bolivianos consumen habitualmente la hoja de coca, pues contribuye a contrarrestar el sueño y el cansancio, además de utilizarse para mejorar el rendimiento laboral y para disminuir el apetito, esto último según creencias populares.
Las hojas de coca, sin embargo son un tema complicado internacionalmente, y mientras en Bolivia es legal masticarlas, según la Convención de Viena la coca es considerada una “sustancia controlada” toda vez que cuando es machacada y mezclada con sustancias penetrantes, se logra liberar una pequeñísima cantidad de alcaloide, con las conocidas propiedades excitantes implícitas en su naturaleza.
Con este panorama, no es de extrañar que Bolivery pueda tener éxito como empresa al ofrecer a los consumidores sus distintas opciones, que son paquetes de coca ya machucada y mezclada con bicarbonato y/o estevia (para disminuir el amargor) en presentaciones de dos y cuatro onzas a 10 y 20 bolivianos (1,5 y 3 dólares) y también la venden “sin palo” que es la más costosa, a 30 bolivianos (poco más de 4 dólares).
El único recargo que hacen por el envío es si deben entregarlo a zonas alejadas del centro de Santa Cruz, es decir, aquellas que están ubicadas más allá “quinto anillo” de los 14 en los que esta dividida la ciudad y la tarifa se negocia según la distancia y usualmente ronda los , es decir menos de un dólar.





UN CEMENTERIO ÚNICO EN EL MUNDO PARA LOS PERROS DETECTORES DE DROGA EN BOLIVIA
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                    
“Aquí descansa el mejor amigo del hombre”, dice una leyenda sobre los nombres de los canes que luchan contra el narcotráfico, a los que se les rinde homenaje en Cochabamba.

RPP de Perú (www.rpp.pe/mundo)

Un cementerio guarda la memoria de los perros especializados en la labor antidrogas y es parte de un centro de adiestramiento dependiente de la Policía de Bolivia, caracterizado por su régimen cerrado y por la técnica empleada para el entrenamiento canino.
La escena se asemeja a la de un pequeño jardín con árboles y decoraciones que emulan a aquellos cementerios dedicados a los humanos, aunque menor en tamaño.
Al ingreso se ven los nombres de aquellos que destacaron por su trabajo: Chicho, Kika, Rubia, Kimba, Tina, Dolly, Nero y Milton, entre otros, que se quedaron en la memoria de la institución policial en los últimos 16 años.
Sobre los nombres se lee una leyenda "Aquí descansa el mejor amigo del hombre".
En el espacio, situado en la región central de Cochabamba y presentado a los medios recientemente, yacen los restos de los ejemplares que se han destacado por su trabajo junto a efectivos de la institución policial.
En declaraciones a Efe, el director del Centro de Adiestramiento de Canes Detectores de Droga (CACDD), el coronel Yurgen Corrales, indicó que los canes entrenados merecen tener "un sitio de privilegio" y ser enterrados con "todos los honores" por haber sido parte de la Policía Boliviana.
Compañeros de trabajo y de vida
"No podemos dejar de lado a ese compañero fiel que ha estado al lado de nosotros por tanto tiempo", manifestó.
Según Corrales, desde el momento en que el guía y su can se gradúan del curso de especialización, se establece entre ambos una relación que dura toda la vida del animal, hasta unos 12 o 14 años.
El uniformado destacó que no se trata de perros comunes, pues estos "prestaron una labor a la sociedad" y que posiblemente gracias a ellos muchas personas se salvaron de ingresar al circuito de consumo de drogas.
El CACDD se distingue de otros centros de instrucción canina en Suramérica por la "técnica y entrenamiento" que aplica, ya que se desempeñan en un "régimen cerrado", explicó a Efe el responsable de la sección de crianza y maternidad de canes, Galo Torres.
Por esta razón es que llegan efectivos de distintos sitios para formarse en esta especialidad, señaló.
El trabajo comienza con "la planificación de los cruces", en los que se escoge a los mejores ejemplares, macho y hembra, para que cuando nazca el can se continúe con la etapa de "estimulación temprana", indicó Torres.
"Está demostrado que para perros de trabajo no todos son aptos, nosotros buscamos cualidades, impulsos e instintos que sean innatos y que sobresalgan", resaltó.
La preparación de un can detector de drogas comienza a sus dos meses y su vida activa en esta labor puede llegar hasta los ocho o nueve años, tras los cuales debe jubilarse.
Uno de los canes activos es Daphne, una labrador de 4 años condecorada recientemente por las alertas que dio en controles antidroga a lo largo del año.
Su instructora, la sargento Yosby Poma, dijo a Efe que el principal logro de Daphne fue haber encontrado 28 kilos de cocaína "en ropa impregnada" en un puesto de control terrestre.
También destacó la ocasión en que la perra evitó, gracias a su agudo olfato, que 11 kilos de cocaína camuflados en equipaje llegaran a Londres.
Poma y Daphne han sido destinadas a trabajos principalmente en los aeropuertos de Viru Viru, en Santa Cruz, y El Alto, los principales del país.
Cada perro está entrenado para identificar especialmente la cocaína pura y la de menor calidad, además de marihuana, aunque pueden adquirir la habilidad de detectar dinero, explosivos y ser útiles para encontrar personas en catástrofes.
El jefe de instructores, el capitán Juan Cossío, contó a Efe que incluso si la droga está mezclada con otras sustancias el can "se va a concentrar en el olor para el que ha sido entrenado", por lo que es como si estos animales fueran "incorruptibles".
Indicó que lo fundamental en su entrenamiento es desarrollar la "asociación" entre el olor de la droga con la recompensa que les da su instructor mediante juegos.
En una demostración a los medios, los instructores del CACDD utilizaron unas cajas semiautomáticas a las que se introduce el olor de la droga y que activan una recompensa, generalmente un balón, para premiar al perro cuando ha hecho el ejercicio correctamente.
Se suele intercalar cajas con rastro y sin rastro de olor para estimular la agudeza del olfato del animal y que escoja aquella que presenta el rastro auténtico.
Actualmente un centenar de estos canes trabaja junto a sus guías en los principales puntos de control de Bolivia, algunos de ellos están a punto de cumplir su ciclo de servicio, mientras que 73 están en formación, en el umbral del obligatorio relevo.

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