martes, 2 de octubre de 2018

HISTORIADOR CHILENO DICE QUE FALLO DE LA HAYA NO CIERRA LA HERIDA ABIERTA ENTRE CHILE Y BOLIVIA


El historiador chileno Julio Pinto afirmó que el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya no cierra la herida abierta entre Chile y Bolivia, porque no resolvió el problema de fondo, el enclaustramiento marítimo boliviano.
"Mientras no se llegue a una solución, la relación armónica de ambos países y los intereses de ambos países van a seguir siendo una herida abierta que va a reventar cada cierto tiempo y que seguirá envenenando nuestras relaciones", dijo en una entrevista con Radio Universidad de Chile.
En la víspera, la CIJ rechazó la demanda de Bolivia que buscaba obligar a Chile a negociar un acceso soberano al océano Pacífico.
"Con esto no es que la demanda boliviana se vaya a terminar ni que todos los ruidos que ha provocado hace tantos años se apaguen, yo creo que esto va a seguir pesándonos como un problema no resuelto en nuestras relaciones diplomáticas y de todo tipo con Bolivia, por tanto, es una solución relativa, porque no cierra el problema de fondo que es una demanda insatisfecha", agregó Pinto, Premio Nacional de Historia 2016.
Para el académico, el centenario conflicto marítimo entre Bolivia y Chile rebasa los límites de la legalidad, ya que, en definitiva, es un diferendo mucho más complejo, de tintes históricos, culturales y políticos.
"Si lo que nos interesa es llegar a un arreglo de verdad y definitivo de este diferendo, se va a requerir de muy buena voluntad de los gobernantes y de los pueblos de ambos países para buscar una solución que, efectivamente, cumpla con ese requisito. Además de Perú, porque recordemos que Perú también está involucrado en cualquier solución que se pueda producir en esto, por tanto, mientras no se cuente con la buena voluntad de los tres países involucrados, vamos a seguir empantanados con esto quizás cuánto tiempo más", concluyó.





BROCKMANN TACHA DE "DESPRECIABLES" A QUIENES SE ALEGRARON POR FALLO CONTRARIO AL MAR BOLIVIANO

El periodista e historiador Robert Brockmann calificó de despreciables a los bolivianos que se alegraron por el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que eximió  a Chile de negociar una salida soberana al mar con Bolivia tras 5 años de juicio.
"El boliviano que se alegre por el fallo de La Haya porque crea que significa una derrota de Evo Morales ha perdido los papeles y es despreciable. Luto en nuestros corazones. Oigo niños de la escuela cantando el himno. Lloro", escribió Brockmann en su cuenta de Facebook.
El autor de Lejos del Mar, Dos disparos al amanecer y El general y sus presidentes, encabezó una corriente de opinión pública la que se sumaron personalidades del mundo de las letras y la política.
"No hay que alegrarse. Todo esto es muy doloroso. Ojalá saquemos conclusiones positivas y dejemos de lado algunos discursos que no nos hacen bien", escribió también su cuenta de tuit laureado el novelista Edmundo Paz Soldán.
Mientras el indígena diputado suplente Rafael Quispe, enemigo enconado de Evo Morales pedía juicio de responsabilidades al presidente, y su jefe partidista, el empresario Samuel Doria Medina, explicaciones, un intelectual chileno, el historiador Julio Pinto, escribió que el fallo de La Haya no cicatriza la herida abierta entre Chile y Bolivia
"Estoy triste por el resultado de la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Pero nuestra reivindicación marítima sigue vigente. El pueblo boliviano está frustrado. Necesitamos una explicación de por qué llegamos a este resultado", escribió Doria Medina en su cuenta de Twitter.
Al tiempo que en las redes sociales se imponían voces de que el fallo de La Haya impactó en el país y no en sus autoridades, Morales, de regreso ya a Bolivia, le mandó un mensaje a su pueblo. "Quiero decirle al país que, pese al informe de la #CIJ, que ha sido injusto, la lucha del pueblo boliviano sigue. Lo importante en este momento es que, aun siendo un resultado que no hace justicia, hay una Corte Internacional que reconoce que existe un tema pendiente con #Chile", escribió el mandatario.
Tras escuchar el fallo y mientras las celebraciones en La Moneda se multiplicaban, Pinto declaró a una radio chilena su parecer.
"El fallo tiene muy contento a nuestra cancillería y a todos los sectores más nacionalistas chilenos, que son bien numerosos, pero no resuelve el problema de fondo, o sea, con esto no es que la demanda boliviana se vaya a terminar ni que todos los ruidos que ha provocado hace tantos años se apaguen, yo creo que esto va a seguir pesándonos como un problema no resuelto en nuestras relaciones diplomáticas y de todo tipo con Bolivia, por tanto, es una solución relativa, porque no cierra el problema de fondo que es una demanda insatisfecha", hizo notar.
Por último, el analista e historiador Atilio Borón consideró que "el fallo de la Corte Internacional de Justicia cierra, por ahora y tan sólo en el ámbito jurídico, el histórico diferendo político relativo el acceso al mar de Bolivia".
"El fallo del tribunal de La Haya peca de un tecnicismo que no se compadece con la densidad histórica y geopolítica que encierra esa controversia. Los jueces obraron como si estuvieran en presencia de un litigio entre dos cantones suizos por el acceso a unas pasturas para sus vacunos de lechería. No se hicieron cargo de la dimensión y la génesis del conflicto y del papel de las grandes potencias de la época -Gran Bretaña y en menor medida Estados Unidos- que utilizaron al gobierno de Chile como un "proxy" para apoderarse de las riquezas mineras existentes en esa región", barajó.
Borón citó al periodista e historiador chileno Manuel Cabieses Donoso, que antes de la resolución del pleito judicial en La Haya hubo prestidigitado que "después del fallo de la Corte Internacional de Justicia, lo único razonable es que Chile y Bolivia inicien el diálogo amistoso que el mundo les está pidiendo.".





ANTONIO REMIRO BROTONS, IDEÓLOGO DE LA DEMANDA BOLIVIANA: “SE ACATA EL FALLO, PERO HAY UN TEMA PENDIENTE”
                                                                                                                       
"En sí se invita a las partes a dialogar y a buscar una solución. Eso ha dicho la Corte en el importante párrafo 176 de la sentencia" asegura.

El Dínamo de Chile (www.eldinamo.cl)

El abogado español, Antonio Remiro Brotons, considerado como el “ideólogo” de la demanda marítima, mantuvo la tesis del Presidente de Bolivia, Evo Morales, sobre el llamado de los jueces de la Corte Internacional de Justicia para resolver “el enclaustamiento” que vive el pueblo altiplánico.
El jurista abandonó el Palacio de la Paz en los vehículos de la delegación boliviana y abordó algunos de los aspectos del contundente fallo de los 12 magistrados que desecharon los 8 argumentos de la presentación altiplánica.
Remiro Brotons reiteró al igual que Evo Morales que “todo sigue abierto, hay votos mayoritarios, votos minoritarios, pero la Corte dice que sigue existiendo la posibilidad de negociar al margen de que no haya una obligación legal de hacerlo” planteó al analizar la sentencia de la CIJ.
Remiro Brotons insistió que “la disputa está ahí y habrá que resolverla algún día, con buena voluntad y buena fe por ambas partes” afirmó.
Sobre el rechazo de la tesis jurídica de “los derechos expectaticios”, Antonio Remiro Brotons resaltó que “no era mi gran tesis, pero en lo que queda, la Corte ha opinado que existe una serie de hechos contrastados y comprobados, que en ellos no ve una intención de comprobarse una obligación, pero que en todo caso las partes (Bolivia y Chile) deben seguir hablando sobre este asunto y resolviendo el enclaustramiento de Bolivia, porque históricamente se ha demostrado que existe un tema pendiente” dijo el abogado hispano.
El jurista añadió que “en sí se invita a las partes a dialogar y a buscar una solución. Eso ha dicho la Corte en el importante párrafo 176 de la sentencia” concluyó.
Asimismo, Antonio Remiro Brotons puntualizó que “por supuesto que se acatará el fallo, pero no significa que Chile puede negarse a negociar en el marco de una contingencia política, moral o histórica, sino que solo podrá decir “no tengo la obligación de sentarme a negociar en este momento”, pero lo que se da es una oportunidad política. No creo que sea una derrota para nadie. Ya dije que esta sentencia no se puede dar en términos de “vencedores y vencidos” sino que es una oportunidad también para haber ordenado las ideas de cada cual, para haber establecido la necesidad de un objetivo común y compartido, mirando el beneficio de ambos pueblos, el boliviano y el chileno” finalizó el abogado de la demanda boliviana.
Otros integrantes de la delegación altiplánica como Payam Akabam también siguieron la misma línea al retirarse de la Corte Internacional de Justicia de La Haya.





EL OSCURO FUTURO DE EVO TRAS EL CONTUNDENTE FALLO DE LA HAYA

El fallo puede traer efectos negativos en la aspiración de Evo a una cuarta reelección

Publimetro de Chile (www.publimetro.cl)
                                           
La Corte Internacional de Justicia determinó, por 12 votos contra 3, que Chile no tiene la obligación de negociar una salida soberana al océano Pacífico a favor de Bolivia
Pero ¿cuáles son las repercusiones de este esperado fallo de ahora en adelante y en el gobierno boliviano?
Respuesta de Bolivia 
Pietro Sferrazza Taivi, académico de la UNAB sostiene que "la sentencia de la Corte Internacional de Justicia no deja lugar a ninguna duda sobre la inexistencia de una obligación internacional del Estado chileno de negociar un acceso soberano al mar en favor de Bolivia".
Como sostuvo el ex canciller chileno: "ahora la pelota está en el lado boliviano, de si van a cumplir con este fallo contundente donde la Corte Internacional nos ha dado toda la razón". 
Con respecto a este postulado Taivi asegura que "la sentencia de la Corte es obligatoria,   no es recurrible en el fondo. Sólo se admite un recurso de interpretación, pero en este caso, dada la claridad de los argumentos, dudo que será presentado por alguno de los Estados partes en el juicio. El otro recurso es el de revisión, pero los Estatutos de la Corte exigen la alegación de nuevos antecedentes. También dudo que Bolivia presente un recurso de esta naturaleza, dado que esgrimió todos los antecedentes posibles para el sustento de su demanda".
Sin embargo Bolivia  sí analizará otras vías para solucionar el diferendo marítimo con Chile,  así lo sostuvo  el vicepresidente Álvaro García Linera, quien cree que el fallo de la Corte cierra una puerta, pero abre otras.  "Si bien no hay obligación de negociar por parte de Chile, ha abierto las puertas de las vías de diálogo y nos ha remitido al conjunto de mecanismos y procedimientos establecidos por las Naciones Unidas en cuenta a la solución pacífica de problemas entre estados", informó en conferencia de prensa. La segunda autoridad nacional destacó que la instancia judicial reconoció tres aspectos fundamentales para el país:  "Que nació con una salida soberana al mar, que el Tratado de 1904 no resuelve los temas pendientes y que debe primar el diálogo para solucionar el tema".
"Sería posible que Bolivia intente activar otro mecanismo de solución pacífica de controversia, pero con una sentencia de la Corte tan contundente a favor de Chile, tengo muchas dudas sobre el éxito de otros mecanismos. Quizás lo único que le queda a Bolivia es modificar su estrategia política e intentar convencer a las autoridades del Estado de Chile negociar de manera bilateral el acceso al mar", manifiesta Taivi. 
En esa misma línea, Fernando Castillo Opazo, historiador de la UNAB  sostiene que "el principal mecanismo que debiera desarrollar Bolivia es el de restablecer las relaciones diplomáticas con Chile y así `buscar acuerdos por la buena vecindad y hermandad en la región`. La diplomacia entre Chile y Bolivia se debe restablecer para que de buena voluntad se  pueda llegar a algún tipo de acuerdo que no implique modificaciones soberanas-territoriales, ya que el Estado de Chile, no está dispuesto a ceder en este punto".
Repercusiones políticas
Por su parte Taivi también alega que "Evo Morales ha quedado en muy mala posición política a raíz del fallo. Ahora tendrá el desafío de justificar  frente a  su pueblo por qué ha acudido a una instancia como la Corte Internacional para resolver este problema y de explicar las razones de la derrota del Estado boliviano".
Y añade: "En este escenario será decisiva la respuesta del gobierno y la definición de una nueva estrategia a partir de considerar que el fallo “no obliga pero invoca” a Chile a encarar negociaciones. La presencia o no de Carlos Mesa en el equipo boliviano post Haya será uno de los elementos centrales de esa respuesta gubernamental puesto que su figura es invocada por varios sectores opositores como candidato con posibilidades de vencer a Evo Morales. Es una coyuntura compleja porque el tiempo es corto para las redefiniciones estratégicas. El 10 de octubre próximo se conmemoran 36 años de la restauración de la democracia y tanto el oficialismo como las fuerzas de oposición han convocado a movilizaciones con consignas opuestas que se disputan la representación de la democracia. En esas circunstancias será posible auscultar la incidencia del fallo de la CIJ en el decurso del proceso político".
Cómo quedan las negociaciones
"En el plano de las negociaciones Chile ha quedado con una ventaja considerable, incluso podría negarse a entablar cualquier tipo de negociación sobre el tema y hoy en día no existe ningún mecanismo jurídico que obligue al Estado de Chile a sentarse en una mesa de negociación", afirma Taivi.
"Para Chile el fallo debiera significar no sólo un triunfo político del Estado, sino que además volver a confiar en las instancias internacionales, ya que tras la derrota con Perú en 2014, no han sido pocas las voces que habían planteado la opción de que Chile se retirara del Pacto de Bogotá de soluciones pacíficas", declara Opazo.





Se acusa al Presidente de haber politizado la aspiración marítima boliviana

FALLO PROPINA DURO GOLPE POLÍTICO A MORALES Y CONDICIONA SU REELECCIÓN
                                                                                                                                                                                                                                      
Mientras ya se habla del "peor revés de su mandato", expertos aseguran que se ha reconfigurado el escenario electoral en 2019.

El Mercurio de Chile (www.economiaynegocios.cl)
                                                                                                                     
Firme hasta el final en su estrategia discursiva de mostrarse confiado sobre un fallo favorable en La Haya, solo un día antes, Evo Morales había pronosticado que se venían "buenas noticias para el pueblo boliviano". Durante los 91 minutos de la lectura del veredicto, sin embargo, el gesto circunspecto del rostro del Presidente fue incapaz de disimular su frustración. Sus declaraciones posteriores tampoco lograron maquillar el contundente dictamen de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que a nivel interno ya se interpreta como el golpe político más duro en los 12 años de gobierno del Movimiento al Socialismo e incluso un factor que podría amenazar la cuestionada reelección del mandatario en los comicios de 2019.
En la oposición boliviana ya están listos para pasarle la cuenta a Morales, a quien acusan de haber politizado la causa marítima bajo su propio interés. "El pueblo boliviano está frustrado. Necesitamos una explicación de por qué llegamos a este resultado", fue uno de los primeros varapalos que recibió por parte de Samuel Doria Medina, líder de Unidad Nacional, quien posiblemente sea su rival en las elecciones del próximo año. Mucho más duro fue el diputado Amilcar Barral: "Hemos sido triunfalistas, nos hemos limpiado la boca antes de comer", criticó el congresista, quien aseguró que este "fallo lapidario" le dio el mensaje al Presidente de que ya "se le acabó el discurso del mar".
Morales fue uno de los principales impulsores de la inclusión en la Carta Magna de 2009 de un artículo que establece el "derecho irrenunciable e imprescriptible" del Estado boliviano de un acceso al océano Pacífico. Además, protagonizó una campaña para promover esta aspiración en foros internacionales, aseguró sin sustento haber comprometido una larga lista de apoyos de líderes mundiales -desde Vladimir Putin hasta el Papa Francisco-, y lanzó iniciativas propagandísticas como el Libro del Mar -traducido incluso al chino- o el reciente despliegue de una bandera de 200 km de largo que pretendía batir un récord. Pero su apuesta más importante, la vía jurídica en La Haya, no resultó como él esperaba.
"Morales politizó demasiado la causa marítima", dijo a este diario Carlos Toranzo, columnista de Página Siete. "Con exceso de soberbia, incluyó en la Constitución que la lucha por el mar implicaba acceso al Pacífico con soberanía, y su maximalismo ató las manos de cualquier negociación. Confundió su poder en Bolivia con su inexistente influencia en el mundo. Y la causa marítima se convirtió en otro elemento de su intento de eternizarse en el cargo".
Para Carlos Cordero, académico de la Universidad Católica de Bolivia, el fallo de La Haya "es la derrota política más dura que ha vivido Morales", mayor incluso que el fracaso del 21-F, cuando perdió un referéndum -que finalmente no respetó- para poder repostularse. "Hoy, el Presidente debe estar reflexionando acerca de si va a continuar en la carrera electoral, porque Bolivia le va a pasar factura por esta derrota jurídica", aseguró el analista político, quien explicó que "normalmente el tema marítimo ni sumaba ni quitaba votos en Bolivia, pero en la actual coyuntura, en que Morales ha politizado el tema de La Haya, sí va a influir".
"El fallo de La Haya ha cambiado totalmente el escenario político en Bolivia", enfatizó Cordero.
En este nuevo panorama, parece abrirse el naipe de la oposición de cara a los comicios de 2019. "La sentencia de La Haya ha sido un baño de agua fría para Morales, y va a animar aún más a la oposición y a los sectores sociales que están en contra de su reelección. Se convertirá en un poderoso argumento a favor de los defensores del 21-F", sostuvo el analista político y ex constituyente Jorge Lazarte, quien criticó el "exitismo engañoso" promovido por Evo.
Tanto para Lazarte como para Toranzo, el principal de los candidatos opositores hoy es el ex Presidente Carlos Mesa, quien podría ahora dejar su cargo como vocero de la demanda y actuar sin ataduras diplomáticas. "El fallo de la CIJ generó una pérdida más grande para Morales que para Mesa, quien hoy es la única carta viable para derrotar electoralmente al Presidente y tiene espacio para crecer", destacó Toranzo.
Pero para Cordero, Mesa "también podría verse afectado" por el efecto La Haya. Y tampoco se puede descartar que Morales dé un paso al costado, lo que provocaría una proliferación de candidatos que hoy están en alcaldías o gobernaciones: "La Haya puede provocar la salida de esta generación que hoy está en la política. Puede ser una derrota generacional, y que vengan otras generaciones a hablar de una salida al mar".





SENTENCIA COMPLICA LA REELECCIÓN DE EVO MORALES EN 2019
                                                                                                                                             
Lo ocurrido en La Haya no estaba en los planes del Presidente, cuyo gobierno sufre un fuerte desgaste.

La Tercera de Chile (www.latercera.com)

El rostro de Evo Morales en el Palacio de la Paz en La Haya lucía desencajado. El fallo no solo pulverizaba la demanda marítima que presentó contra Chile en 2013, al señalar que el gobierno chileno no tiene la obligación de negociar, sino que, además, al Presidente boliviano se le abrió, de pronto, un nuevo frente que puede poner en riesgo su idea de ser reelecto por tercera vez en 2019.
Una vez conocido el fallo, la oposición boliviana no perdió tiempo en lanzar dardos contra Morales. El primero fue el excandidato presidencial Samuel Doria Medina, quien apuntó: “Necesitamos una explicación de por qué llegamos a este resultado”. A su vez, Víctor Hugo Cárdenas, exvicepresidente de Gonzalo Sánchez de Lozada, dijo en su Twitter que el gobierno “despreció a expertos en derecho internacional y se rodeó de amigos y de su rosca íntima. ¡Subordinó el mar al interés de la reelección indefinida!”.
Un fallo tan adverso no estaba en los planes del gobernante boliviano, que el próximo año se juega su reelección, en medio de un escenario de profundo desgaste al que ahora se suma lo ocurrido en La Haya. La estrategia de Evo Morales era tener un viento favorable con el fallo por la causa marítima, cosa que cambió abruptamente. Ello, a pesar de que tras el fallo insistió en que si bien Chile no tiene ahora la “obligación” de negociar, sí existe, según él, la “necesidad” de hacerlo.
Evo Morales ya venía con problemas en su propósito de lograr un nuevo mandato. Llegó a la Presidencia en 2006 y ha sido reelecto en dos ocasiones: 2009, con el 64,2%, y en 2014, con el 61,3%. El problema para el Presidente es que en febrero de 2016 perdió el referendo sobre la reforma constitucional que permitía una nueva reelección. En esa ocasión, el No ganó con un 51,3%, mientras que el Sí obtuvo un 48,7%. Pero luego el gobierno boliviano se las arregló, vía Tribunal Constitucional, para igualmente poder postular a una tercera reelección.
En agosto pasado, Evo Morales rompió el récord de permanencia en el poder, con 12 años, seis meses y 21 días. Un total de 4.587 días. El récord lo tenía Víctor Paz Estenssoro, que gobernó por 4.586 días, aunque en cuatro mandatos no consecutivos. Ya en octubre de 2015 Morales se había convertido en el Presidente con mayor tiempo de manera continua en el poder, superando a Andrés de Santa Cruz, que estuvo un total de nueve años, ocho meses y 25 días (1829-1839).
Los analistas bolivianos coinciden en que el Presidente boliviano cometió un error al ideologizar y vincular la demanda marítima a su reelección. Sin embargo, también advierten que no hay que subestimar el apoyo con el que aún cuenta, superior al 40%, además del hecho de que -hasta ahora- ninguna figura de la oposición (Carlos Mesa, Doria Medina o Jorge Quiroga) ha capitalizado el rechazo al mandatario.
“(Evo Morales) vinculó demasiado su candidatura con el exitismo engañoso de La Haya”, señaló a La Tercera el analista paceño Jorge Lazarte”. “Como boliviano, da pena el fallo, pero como analista digo que la soberbia nos llevó al hundimiento. Con el fallo pierde Evo”, aseguró el politólogo boliviano Carlos Toranzo.
Para el escritor boliviano Edmundo Paz Soldán, autor de títulos como El delirio de Turing y Palacio Quemado, “la reelección ya está complicada y esto no ayuda en nada”. “El problema es para la oposición, que no ha mostrado todavía una alternativa viable, más allá del rechazo a su postulación. Por supuesto, nunca hay que subestimar a Evo, pero este caso específico juega muy en contra”, dijo a La Tercera.
Es el expresidente Mesa el mejor posicionado para enfrentar a Evo en 2019, según las encuestas. Pero el vocero de la demanda marítima también podría verse afectado, ya que forma parte del equipo. Para Lazarte, Mesa podría perder respaldo, aunque menos que Morales, porque “su perfil se apoya en otras razones, entre ellas el antievismo creciente”. “Mesa pierde menos que Evo”, concluye Toranzo.





¿EL GRAN PERDEDOR EN LA HAYA?: EL FUTURO DE EVO MORALES TRAS LA DERROTA BOLIVIANA

Radio Bio Bio de Chile (www.biobiochile.cl)
                                                                                              
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya dio un revés al presidente boliviano, Evo Morales, tras rechazar la demanda para negociar con Chile una salida al océano Pacífico y derrumbar el discurso de La Paz.
“Por 12 votos contra 3, la República de Chile no está obligada jurídicamente a negociar un acceso soberano al océano Pacífico para el Estado plurinacional de Bolivia”, señala el fallo, leído durante más de una hora por el presidente del tribunal, Abdulqawi Ahmed Yusuf.
La decisión de La Haya se da a un año de que Evo Morales -en una polémica decisión- compita por obtener su cuarto periodo presidencial, por lo que se visualizan meses complejos en Bolivia. Una candidatura cuestionada por la oposición y que ya no tendrá la carta de la demanda marítima.
La imagen de Morales durante la lectura de la sentencia y la demora en su reacción reflejaban el desconcierto del gobierno boliviano, al observar como la Corte descartaba uno a uno sus argumentos, hasta entregar el fallo final.
“La demora en un pronunciamiento en la Haya del presidente Morales Ayma es sintomático del desconcierto que produjo. Los 15 argumentos fueron duramente descartados por faltos de pruebas o de justificación (…) Después, se repitió el discurso de “nuevas opciones” sin que mediara ninguna reflexión ni mea culpa”, explica José Rafael Vilar, analista y académico de la Escuela Complutense Latinoamericana para Bolivia.
-¿Cómo queda el gobierno de Morales?
Vilar plantea que el gobierno ha construido una imagen de éxito y logros en distintos niveles, aunque la disminución en las expectativas económicas, Bolivia creció un 4,2% en 2017 y se proyecta que su economía crecerá entre un 3,5 a un 3,9% en 2018, según el Banco Mundial.
La reivindicación marítima, que la Constitución de Bolivia exige a todos los gobernantes, era otro de los relatos que ayudaban a resaltar la exitosa gestión de Morales al frente del país altiplánico, pero el fallo de La Haya quebró esa situación.
“La demanda boliviana ante la CIJ y el presunto fallo favorable que iba a tener eran bazas importantes que constituían el último ‘Relato de Éxito’ creíble antes de oficializar la postulación. Ahora no hay”, explica Vilar.
“Este argumento de la derrota de La Haya, posiblemente pese mucho no en el tema de la elección de 2019, sino en su postulación a esas elecciones, esperemos todavía las decisiones que asuma el Gobierno. Este (el mar) era su argumento de triunfo, no tiene otro argumento”, indicó Javier Solares, analista boliviano a diario El Deber de ese país.
-¿Qué pasa con Evo y la demanda marítima?
La figura de Evo Morales parece ser la más dañada tras el fallo de La Haya, las miradas se concentraban en su figura durante la lectura de la sentencia y algunos sectores de la oposición boliviana, especialmente de la ultraderecha y la derecha conservadora, lo apuntaron como el principal responsables.
Algunos analistas consideran que la figura de Morales durante el proceso y su excesivo protagonismo podrían jugarle una mala pasada en las lecciones de 2019, debido al fracaso jurídico de Bolivia.
“Comunicacionalmente, hasta hoy antes del fallo se posicionó machaconamente (insistentemente) la identidad ‘Evo, el único que puede llevarnos al mar’. El fracaso del exitismo es, por ende, un fracaso personalizado (…) Considero que afectará su postulación. Habrá que esperar a las próximas semanas”, comentó Vilar a BioBioChile.
El profesor universitario y analista Carlos Cordero, crítico con Morales, dijo a la Agence France-Presse que en las elecciones de 2019 el presidente “podría recibir una fenomenal paliza electoral” y que la ciudadanía podría “pasarle la factura” de esta derrota.
-¿Qué viene para Bolivia?
Horas después de conocido el fallo, el mismo Evo Morales y su vicepresidente, Álvaro García Linera, se aferraron al párrafo 176 del fallo dado por La Haya que invita a ambos países a mantener el diálogo como países vecinos y que según Bolivia, establece que hay temas pendientes.
“Las primeras declaraciones, tanto de Morales Ayma como del vicepresidente, van en el sentido de insistir sobre lo mismo. La gran interrogante interna es cuán creíble esto puede ser y la certeza externa es que sin el apoyo de una resolución favorable de la CIJ, abandonada la regionalización de la demanda en la OEA después de la reunión de cancilleres de la organización en Tiquipaya por priorizar la agenda bilateral, el fracaso de la multilateralización jurídica ahora y el aislamiento que Bolivia ha tomado de gran parte de los gobiernos de la región por el alineamiento irrestricto con las dictaduras de Venezuela y Nicaragua. Valga el conjunto”, explica Vilar.
Más allá de los llamados a diálogos y al anuncio de García Linera de que buscarán nuevos métodos para la aspiración marítima y que Morales dijera que “Bolivia nunca va a renunciar a salir de su enclaustramiento”, queda espera qué camino tomarán los futuros gobiernos bolivianos.
“La Paz debería buscar cambiar de estrategia que le permita reforzar el tema de la salida al mar, estableciendo relaciones diplomáticas con Chile. Esto podría crear un marco distinto de negociación” a la actual confrontación, dijo a la Agence France-Presse, Carlos Malamud, investigador del Real Instituto Elcano de Madrid.
Chilenos y bolivianos aún tiene pendiente un segundo proceso en la CIJ, por el uso de las aguas del Silala. Para Chile, que presentó en 2016 la demanda, es un río internacional, mientras que Bolivia lo considera un manantial que le pertenece y que fue desviado artificialmente por empresarios.





CANCILLER AMPUERO: "SI BOLIVIA ESTÁ ENCLAUSTRADA ES POR DECISIÓN PROPIA DE EVO MORALES"
                                                                                          
"Nosotros somos buenos vecinos y no nos gusta entrometernos en asuntos internos de otros países", dijo el ministro.

Ahora Noticias de Chile (www.ahoranoticias.cl)
                                     
"Bolivia no está enclaustrada, y si está enclaustrada como lo dice el Presidente Morales es por decisión propia de él".
De esta forma el ministro de Relaciones Exteriores (Minrel), Roberto Ampuero, respondió en entrevista con Ahora Noticias los dichos del Mandatario altiplánico, quien tras el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya señaló que "los hallazgos de la corte no deben ser entendidos como si impidieran a las partes continuar sus diálogos e intercambios, en un inscrito de buena vecindad para atender los asuntos relativos a la situación de enclaustramiento de Bolivia".
"Durante cinco años la política del señor Presidente Evo Morales en contra de Chile ha sido poco amistosa, ha herido susceptibilidades, ha herido lo que son instituciones nuestras, representantes nuestros, nuestra visión de la historia; y todo eso va dejando huella. Es decir, hay disposición de Chile a negociar y a conversar dentro del marco del tratado de 1904, pero esto implica ir creando condiciones para que ese diálogo, en algún momento, pueda ser posible", enfatizó el canciller.
"Nosotros somos buenos vecinos y no nos gusta entrometernos en asuntos internos de otros países, y en este sentido, son los bolivianos los llamados a elegir a su Presidente y a quienes los van a representar en la arena internacional", agregó Ampuero. 
El secretario de Estado recalcó que "es necesario que Bolivia reconozca el derecho internacional, reconozca el trtatado de 1904 plenamente vigente (...) y que acate este fallo de la Corte Internacional de Justicia, si fue la misma Bolivia quien recurrió a la CIJ".
"Bolivia no está enclaustrada, y si está enclaustrada como lo dice el Presidente Morales es por decisión propia de él", añadió.
Finalmente, el ministro hizo énfasis que el país vecino "goza de plena libertad para acceder al océano Pacífico, a través de territorio soberano chileno para hacer su comercio internacional", y siendo enfático que "la política de Chile es mucho más que el tema de Bolivia".





BOLIVIA VE FRUSTRADA SU ASPIRACIÓN DE TENER MAR

En votación de 12 contra tres, los jueces deciden que Chile no tiene la obligación de negociar con su vecino la zona marítima limítrofe acordada en el Tratado de Paz de 1904.

El Economista de México (www.eleconomista.com.mx)
                                                                            
La Haya. Después de cinco años, el presidente boliviano, Evo Morales, vio desmoronarse las aspiraciones de una salida soberana al océano Pacífico, que se han avivado durante los 12 años que se ha mantenido en el poder, luego que la Corte Internacional de Justicia de La Haya resolviera que “no puede concluir que Chile tenga obligación de negociar” con el vecino país.
Tras 75 minutos de lectura, el presidente de la corte, el juez somalí Abdulqawi Ahmed Yusuf echó por tierra las aspiraciones de Bolivia, al señalar que “la corte observa que Bolivia y Chile tienen una dilatada historia de diálogo, intercambios y negociaciones destinadas a identificar una solución apropiada a la mediterraneidad de Bolivia, tras la guerra del Pacífico y el Tratado de Paz de 1904; la corte, no obstante, no puede concluir, basándose en el material presentado a ella, que Chile tenga obligación de negociar con Bolivia con el fin de llegar a un acuerdo por el que se le conceda a Bolivia un acceso soberano al océano Pacífico”.
Acto seguido, señaló que, “por consiguiente, la corte no puede a aceptar el resto de los alegados finales presentados por Bolivia, que se basan en la existencia de esta obligación”.
La contundencia del fallo fue decretada por 12 jueces a favor y tres en contra (Patrick Lipton Robinson, Jamaica, Nawaf Salam, Líbano e Yves Daudet, Francia), lo que no dejó espacio a dudas respecto de que Chile no tiene obligación alguna de sentarse a negociar con nuestros vecinos altiplánicos una salida al mar y dejó en una más que incómoda posición al mandatario boliviano, que optó por refugiarse en el párrafo 176 de la sentencia para insistir en que chile se siente a conversar.
Morales reiteró que en la sentencia hay una “invocación” a negociar y para sustentar sus palabras leyó el citado párrafo, señalando que “sin embargo, los hallazgos de esta corte no deben ser entendidos como si impidieran a las partes continuar su diálogo e intercambios en un escrito de buena vecindad para atender los asuntos relativos a la situación de enclaustramiento de Bolivia”.
Morales creó falsas expectativas
El mandatario chileno, reunido con representantes de todos los poderes del Estado, inició su conversación con la prensa señalando que éste “es un gran día para Chile” y advirtió que Morales “le creó falsas expectativas a su propio pueblo”.
Por su parte, Morales estuvo presente durante el fallo en la primera fila.





UN FALLO QUE HA TENIDO EN VILO A BOLIVIA Y CHILE DURANTE CINCO AÑOS

El Gobierno de Morales pretendía que el tribunal de La Haya obligara al país vecino a negociar una salida al océano Pacífico

El País de España (www.elpais.com)
                                                
Cinco años después de que Bolivia demandara a Chile ante la Corte Internacional de Justicia en  busca de un pronunciamiento sobre la supuesta obligación de negociar un acceso al Pacífico, este lunes el tribunal ha hecho pública la sentencia, inapelable y obligatoria. Y ha fallado a favor de Chile, que no tendrá que negociar con Bolivia una salida al mar para este país. Con las relaciones diplomáticas cortocircuitadas desde 1978, después de que Bolivia las suspendiera de manera unilateral, en los últimos años la opinión pública se ha endurecido en lo referente a este ya histórico conflicto. El presidente chileno, Sebastián Piñera, ha aguardado el resultado del juicio en La Moneda junto a su canciller, Roberto Ampuero, y los máximos representantes del poder legislativo y judicial. El mandatario boliviano, Evo Morales, ha presenciado la audiencia pública en La Haya, arropado por varios expresidentes del país sudamericano.
“Todos los temas contenidos con Bolivia fueron resueltos de forma clara y categórica en un tratado libre y voluntario que se encuentra plenamente libre y vigente en 1904. Chile va a cumplir y hacer cumplir el tratado de 1904. Hemos defendido y vamos a seguir defendiendo, con todos los instrumentos de la historia y del derecho internacional, nuestra integridad territorial”, ha señalado Piñera antes de conocerse el fallo. El presidente se reunió el pasado martes en la Casa de Gobierno con los expresidentes chilenos Eduardo Frei (1994-2000) y Ricardo Lagos (2000-2006), que llamaron al país a esperar la sentencia de este lunes con tranquilidad.
El Ejecutivo boliviano ha aguardado la conclusión de la causa dispuesto a celebrar una victoria diplomática sobre su histórico rival y con grandes expectativas de que el fallo iniciara “una nueva era” en las relaciones bilaterales. Hace algunos meses, el optimismo del presidente, Evo Morales, le llevó a expresar de forma precipitada en público que su país estaba "muy cerca" de volver a tener acceso al Pacífico. La realidad indica que, con independencia del fallo, el avance de la ancestral demanda boliviana dependerá de la voluntad de los gobernantes chilenos. Antes de conocerse el fallo, Morales había invitado al “hermano presidente de Chile, Sebastián Piñera” a encontrar “fórmulas de entendimiento para cerrar las heridas abiertas hace más de 100 años”.
La demanda de Bolivia
La demanda presentada por Morales en 2013 pretendía conseguir tres declaraciones por parte de la Corte Internacional de Justicia: que Chile tenía la obligación de negociar con Bolivia para alcanzar un acuerdo que le otorgue un acceso soberano al mar, que Chile había incumplido esa obligación y que debía cumplir esa obligación de buena fe, formal y prontamente, dentro de un tiempo razonable y en forma efectiva. 
En cualquier caso, Chile esperaba que el Gobierno boliviano interpretara la sentencia como un fallo, fuera favorable o negativa a los intereses de este país. Morales ha desplegado en estos cinco años no solo una estrategia jurídica, sino también un efectivo despliegue comunicativo, diplomático y político. “Cuando a mí me dicen que a lo mejor hay que negociar, pero sin resultado, negociar de buena fe, lo único que yo digo es: 'Pero por dios, si eso es lo que hemos hecho siempre”, indicó el expresidente Lagos, que en su mandato sostuvo avanzadas negociaciones con el mandatario boliviano, Hugo Banzer, para facilitarle la exportación de gas por puertos chilenos, aunque sin hablar de soberanía.
Bolivia señalaba en los fundamentos de su demanda que Chile se había comprometido a lo largo de los años de manera vinculante a negociar acceso soberano al mar, a través de acuerdos, práctica diplomática y declaraciones de representantes del más alto nivel. Pero Chile indica que fueron conversaciones que se cerraron por completo y que casi siempre fueron frustradas por el propio Gobierno boliviano.
La posición de Chile
La posición de Chile se centraba en que no existían controversias limítrofes pendientes entre ambos países. Entiende haber cumplido y profundizado todos los compromisos adquiridos en el tratado de 1904 y sus acuerdos complementarios, sin faltar tampoco a su voluntad permanente de diálogo. De acuerdo con Chile, en dicho tratado Bolivia cedió a perpetuidad el Departamento del Litoral, a cambio de compensaciones que Chile cumplió: el pago de una indemnización en libras esterlinas, la construcción de un ferrocarril entre las ciudades de Arica y La Paz y, sobre todo, la garantía de libre tránsito hacia los puertos de Chile, lo que se ha cumplido durante más de 100 años. “Actualmente, Bolivia dispone de plena autonomía aduanera en los puertos chilenos de Arica y Antofagasta y tiene el derecho a mantener mercancía en tránsito por 12 meses, con almacenamiento sin costo para sus importaciones, y 60 días de almacenamiento gratuito para sus exportaciones, franquicias que no se extienden a ningún otro país, ni a los propios empresarios chilenos”, señala el libro Vocación de paz. La política exterior de Chile, de la Cancillería chilena.
Cuando se esperaba la sentencia de La Haya de este lunes, Chile vivía un intenso debate sobre la conveniencia de mantenerse en el Pacto de Bogotá de 1948, que entrega la potestad a la Corte Internacional de Justicia para resolver asuntos territoriales. En enero de 2014, el tribunal dirimió una demanda de Perú contra Chile, que perdió unos 20.000 kilómetros de presencia oceánica.
El optimismo de Morales
Por otro lado, había varias razones que explicaban la actitud esperanzada y positiva de Bolivia, postura que raramente había expresado en el contencioso frente a su vecino más desarrollado. Primero, los buenos resultados obtenidos por el equipo jurídico boliviano en un proceso previo al que ahora ha concluido, que comenzó cuando Chile cuestionó la competencia de la Corte Penal Internacional para tratar este tema. Segundo, el diseño de esta demanda, que por primera vez en la historia de las disputas entre ambos países no afectaba al tratado territorial que sella la mediterraneidad de Bolivia desde 1904, el cual es irrevisable, y se apoyaba en cambio en los “derechos expectaticios” que Bolivia ha adquirido –según este país– por las diversas ofertas hechas por Chile a lo largo del tiempo para resolver el diferendo bilateral, ofertas que no se concretaron. Bolivia pedía a la Corte que, en virtud de ello, obligara a su vecino a sostener un diálogo bilateral con observación internacional hasta que se produjera su salida soberana al Pacífico.
La tercera causa de la actitud boliviana era político-electoral, ya que uno de los importantes aspectos en que se evalúa a los políticos de este país es su desempeño en el conflicto con su vecino. Morales ha aprovechado propagandísticamente su idea de llevar a Chile a un juicio, dentro de una campaña de afirmación nacionalista que incluye desde la entonación obligatoria en los actos públicos de un himno alusivo al mar hasta la otorgación de premios a las obras artísticas que mejor exalten la reivindicación marítima, pasando por peculiares actividades de masas, como la confección de “la bandera más larga del mundo”.
La demanda también ha servido para que el Gobierno boliviano cooperara con los expresidentes del país, con el fin de proyectar una imagen de unidad que, sin embargo, se ha mostrado bastante inestable. Uno de los expresidentes, Eduardo Rodríguez, ha sido el agente de Bolivia ante la Corte. Otro, Carlos Mesa, fue nombrado portavoz de la demanda, lo que lo catapultó en las encuestas de popularidad y al mismo tiempo lo puso en fuertes tensiones con el gobierno, que en estos años lo ha atacado y al mismo tiempo lo ha conservado en el “equipo del mar” con la intención de apartarlo de la política interna. Mesa es el político con más posibilidades de vencer a Morales en las elecciones del próximo año, pero ha dicho que no quiere volver a ser candidato. En un último capítulo de la tormentosa relación entre el presidente Morales y el vocero Mesa, el primero ha dado amnistía al segundo y al mismo tiempo había abierto la posibilidad de que el expresidente ocupara algún cargo diplomático en un hipotético proceso de negociación con Chile que habría comenzado tras un fallo favorable.





Exagente de Perú en demanda contra Chile en La Haya

ALLAN WAGNER: LA CORTE FALLÓ EN DERECHO Y ACLARÓ CRITERIOS SOBRE OBLIGACIÓN DE NEGOCIAR
                                                                       
El exministro de Relaciones Exteriores valoró la reacción moderada y abierta del Presidente Sebastián Piñera y, respecto a la pretensión boliviana, sostuvo que "si cada negociación implica una obligación, prácticamente la negociación como solución a las controversias quedaría anulada".

El Mercurio de Chile (www.economiaynegocios.cl)

Perú ha sido un observador interesado en el desarrollo del juicio en La Haya, sobre la demanda boliviana, y, por la misma razón, ayer había gran expectación en Lima sobre el fallo que entregarían los magistrados de la Corte Internacional de Justicia.
El gobierno, sin embargo, quiso abstenerse de opiniones precisas, pero el canciller Néstor Popolizio reiteró, como se ha hecho en numerosas ocasiones, que el juicio, y por lo tanto el fallo "es un asunto de naturaleza estrictamente bilateral entre Bolivia y Chile", y que se trata de "países vecinos con los cuales el Perú tiene múltiples vínculos y excelentes relaciones".
Pero en las declaraciones de ex personeros de diversos gobiernos peruanos se denota el alivio de que la Corte haya fallado en Derecho, y que no aceptara los argumentos bolivianos para obligar a Chile a negociar, y menos con resultados predeterminados.
El ex canciller Allan Wagner, y agente de Perú en la demanda en contra de Chile por la delimitación marítima, fue categórico en resaltar la importancia de que la Corte aclarara los criterios para hacer obligatorios ciertos actos de los Estados, al momento de entrar a un diálogo bilateral.
Wagner, quien fue además ministro de Defensa y es el actual director de la Academia Diplomática en Lima, destacó la importancia de que los países recurran al Derecho Internacional para resolver pacíficamente sus controversias. Y, en este caso, dice "además a un órgano jurisdiccional tan importante como la Corte Internacional de Justicia".
"Bolivia presenta nueve elementos para sustentar su posición y la Corte va uno por uno analizándolos y señalando que de ellos no surge (para Chile) una obligación de negociar una salida al mar, y es importante también porque resuelve la solicitud de Bolivia, al restablecer el status quo ante , o sea, devuelve a la situación anterior, en que Bolivia y Chile han sostenido a través de los años un camino de negociaciones que no está cerrado".
El ex canciller valoró la reacción moderada y abierta del Presidente Sebastián Piñera, y también la de Evo Morales, quien en "la breve declaración, tomando uno de los párrafos del fallo, no obstante el hecho que Chile no tiene obligación de negociar, está abierto al diálogo, atendiendo a sus intereses mutuos. Es una reacción positiva porque es una expresión de reconocimiento del fallo, una cosa que no está en duda porque los fallos son obligatorios. Es una actitud positiva, no es una reacción frustrada y belicosa".
Para el ex canciller, además, es importante no solo para Chile y Bolivia, sino para los vecinos y toda la región, que "pueden avanzar por el camino del desarrollo"
-¿El fallo es un triunfo del Derecho Internacional?
-"Naturalmente, el fallo está ajustado a Derecho. Para nosotros es interesante, porque la Corte al analizar cada uno de los puntos ha establecido una serie de criterios, y ellos deben ser interpretados en función del Derecho Internacional. El tema de los 'actos propios', por ejemplo, es relativamente nuevo, es materia de estudio, ha tenido aplicaciones en un par de fallos, está en evolución. Al analizarlo, la Corte ha mostrado un criterio muy preciso, estableciendo cuándo un acto propio se convierte en 'obligación vinculante'. Desde el punto de vista del Derecho Internacional el fallo hace un interesante aporte".
-¿Le parece justo, dentro de lo esperado?
"El fallo es muy claro y ajustado a Derecho. Están muy elaborados los elementos con los cuales la Corte considera que esos fundamentos que Bolivia había sostenido no correspondían a una obligación de Chile. Más allá de Bolivia y Chile, lo importante es (su efecto) para las relaciones entre los Estados, que (mantienen permanentes) negociaciones de sus intereses, buscando las mejores soluciones para ambos. Imagínese, si cada negociación implica una obligación, prácticamente la negociación como solución a las controversias quedaría anulada".
Comparación con el fallo con Perú
-¿Cómo compara este fallo con el de la delimitación marítima entre Chile y Perú?
-"Son cosas distintas; una cosa no tiene que ver con la otra, no se pueden establecer comparaciones. Ambos son ajustados a Derecho. El nuestro era un fallo sobre límite marítimo, y está totalmente ejecutado y está plenamente vigente. Estamos satisfechos porque logramos por vía pacífica y por el Derecho Internacional resolver una controversia, que de otra manera hubiera sido muy negativa para las relaciones.
-Este fallo sorprendió porque algunos esperaban ciertos matices, que a cada parte le daría algo...
-"La Corte falla en Derecho, no entra en una repartija. Los casos que se llevan a la Corte son complejos, por eso se acude a ella; están sujetos a interpretación por parte de la Corte, y en función de eso, resuelve. Así, considera que algunos aspectos de una parte están correctos, y algún punto de la otra parte, lo mismo. Decir que hay 'fórmulas imaginativas', o que le 'da a cada uno un poquito' es una manera ofensiva de referirse a la Corte, que es un órgano sumamente serio y que falla en Derecho".
-¿O sea, no hay espacio para la "creatividad"?
-"Solo en el marco del Derecho y de lo que surge del compromiso establecido de las partes en ciertos momentos, y de acuerdo a instrumentos válidos".
-¿Qué cree que pasará en el futuro?
-"Las buenas relaciones. Seguir el camino de la paz y el desarrollo. Eso nos interesa a todos. Perú con Bolivia tienen una relación intensa. Y con Chile, ¡no se diga!, es excepcional, en el plano político, comercial, bilateral, con inversiones cada vez mayores. Y en el plano vecinal, Tacna y Arica, tienen una relación de complementación, de intereses, con movimiento de personas que supera los cuatro millones de pases al año, que arroja gran beneficio para ambas poblaciones. Eso es algo que todos queremos desarrollar".
Sobre el costo político que puede pagar Evo Morales al haber creado tantas expectativas entre los bolivianos, confiando en que la Corte le daría la razón, el ex canciller, como buen diplomático, dijo que no podría responder porque "sería inmiscuirme en asuntos internos de Bolivia".
''Están muy elaborados los elementos con los cuales la Corte considera que esos fundamentos que Bolivia había sostenido no correspondían a una obligación de Chile".
''La Corte, al analizar cada uno de los puntos, ha establecido una serie de criterios, y ellos deben ser interpretados en función del Derecho Internacional".





Tras rotunda votación de los jueces de La Haya, agente Grossman calificó de "contundente" la sentencia:

CHILE CALIFICA EL FALLO COMO UN TRIUNFO DEL DERECHO INTERNACIONAL Y BOLIVIA ACUSA DURO GOLPE

El Mercurio de Chile (www.economiaynegocios.cl)

El mandatario Evo Morales llegó feliz, saludando a todos, incluso en el equipo chileno, y se fue frustrado, sin despedirse de nadie. Mientras, el equipo chileno no escondió su satisfacción.
Las luces de las sirenas de la guardia motorizada, encargada de escoltarlo, anunciaban el arribo al Palacio de La Paz -a las 14:40 horas de La Haya- del Presidente boliviano, Evo Morales, quien bajó de su auto y entró al lugar sin hacer declaraciones. No sin antes darse vuelta y saludar a las cámaras. Muy sonriente.
Su estado de ánimo se confirmó cuando, poco antes de las 15:00 horas, entró al Gran Salón de la Justicia, donde se leería el fallo. Poco antes de eso, el agente chileno Claudio Grossman y el coagente Alfonso Silva se preguntaban si la delegación boliviana se acercaría a saludarlos. Su sorpresa fue grande cuando vieron que Evo Morales, apenas franqueó las puertas de la sala, caminó directamente hacia el sector del equipo chileno, para saludarlos a ambos.
Detrás de él, casi en una hilera, lo mismo hicieron el agente Eduardo Rodríguez, el coagente Sasha Llorenti, los ex presidentes Carlos Mesa y Jorge Quiroga y el canciller Diego Pary, entre otros.
Después, el mandatario boliviano se dio vuelta y alzó las manos para saludar a un grupo de sus compatriotas que le hacían gestos desde los palcos, el sector habilitado para el público.
Luego se sentó, relajado, y posó para las cámaras. "Presidente, presidente", lo llamó un fotógrafo chileno. "Hola, hermano", contestó él. Ante preguntas de la prensa boliviana, dijo, sonriente "¿cómo cree usted que estoy?". Su ánimo, sin embargo, duraría poco más de una hora y 15 minutos.
Ya en la mitad de la lectura del presidente de la Corte, se le comenzó a notar preocupado, abriendo y cerrando las manos y dejando de lado el lápiz con el que hacía algunas anotaciones al principio.
Según quienes lo vieron, apenas el juez somalí Abdelqawi Ahmed Yusuf concluyó con su alocución, se levantó y se fue -raudo, mirando el suelo-, a la sala contigua habilitada por la Corte, seguido por sus más cercanos. Fue el retrato de un resultado, un 12-3, que generó sorpresas en ambos lados.
Clave, descarte de acuerdos
Aunque en el equipo chileno había algunos optimistas, todos admiten que pocos esperaban este resultado. La opinión fue unánime: Se trató de un fallo "contundente" y "apabullante".
Hubo un punto en el que varios pensaron que la sentencia podía estar bien encaminada: una vez que la Corte resolvió que los acuerdos -el primer instrumento jurídico que revisó- entre ambos países no tenían consigo una obligación de negociar para Chile. Era el punto más importante de todos, y el haberlo salvado fue un alivio. Junto con esto, el tipo de argumentación que estaba mostrando la Corte, muy ceñido a las reglas del derecho internacional, daba buenos augurios.
Otros comentaron que incluso en el contexto histórico, la Corte esta vez había tomado más en consideración la versión chilena. Por ejemplo, al establecer que las negociaciones de Charaña fracasaron, en parte, porque los dos países -Chile y Bolivia- rechazaron la propuesta peruana sobre una frontera compartida. Rechazo que nunca ha sido reconocido por La Paz. También sorprendió que 12 de los 15 jueces votaran a favor de Chile, incluso algunos que no habían apoyado los argumentos del país antes, como el marroquí Mohammed Bennouna, el brasileño Antônio CançadoTrindade, el francés Ronny Abraham y la ugandesa Julia Sebutinde.
El punto principal de análisis, sin embargo, fue la sensación de que el tribunal quiso dar una señal de respeto al derecho internacional, por sobre los razonamientos políticos, como explicó el agente Claudio Grossman a la salida del Palacio de la Paz, luego de comunicarse con el Presidente Piñera.
"Este es un gran triunfo del derecho internacional, del rol de la Corte que juega como tribunal máximo, cuya función es decidir las disputas sobre la base del derecho. Hoy, la Corte ha señalado, con gran claridad, que hay que hacer una distinción entre la política y el derecho, y eso es esencial para mantener las relaciones entre los estados", dijo Grossman, acompañado, entre otros, por los abogados extranjeros Jean-Marc Thouvenin, Mónica Pinto y Ben Juratowitch. Este punto fue considerado como el gran triunfo de Chile, pues el respeto al derecho Internacional y la línea entre lo político y lo jurídico fueron el eje central de la defensa de Chile -varios recordaron las presentaciones de Harold Koh-, algo que, se cree, fue comunicado a la Corte.
"La Corte explica que ningún documento de los que presentó Bolivia revela una intención de Chile de generar una obligación de negociar. Se concluye que hubo documentos, hubo notas, intercambios, declaraciones, pero no se realizaron bajo el supuesto de una obligación preexistente. La Corte revisó todo y fue muy racional", agregó la coagente María Teresa Infante.
Uno de los más satisfechos era el abogado australiano -líder del equipo del Estudio Freshfields- que asesoró a Chile, Ben Juratowitch. De hecho, fue el único de los asesores extranjeros que se quedó a una pequeña celebración en el Hotel Hilton.
Tras eso, Grossman tomó un vuelo a Santiago, para informar al Presidente Piñera. Mañana a las 9 tendrán un desayuno juntos. En los próximos días se hará un análisis al detalle del punto por punto de la sentencia. Por lo pronto, se considera que en cuanto a las relaciones con Bolivia, tendrá que haber un proceso de "recuperación de confianzas".
Decepción y sorpresa
"Derrota", "decepción", "sorpresa" eran las palabras más abundantes entre la prensa boliviana que esperaba la salida de la delegación de su país, al pie de las escalinatas del Palacio de la Paz. Mientras, afuera de los terrenos de la sede de la Corte de La Haya, en una pequeña plaza, una treintena de bolivianos, residentes en Europa, muchos vestidos con trajes típicos, bailaban y gritaban sin cesar "Mar para Bolivia", sin saber cuál había sido el resultado y esperando la aparición del Presidente Evo Morales.
El mandatario, sin embargo, se hizo esperar. Luego del fallo, él y la delegación se encerraron a discutir. Salió unos 20 minutos después del agente Claudio Grossman, casi a una hora de finalizado el fallo.
Según fuentes bolivianas, al interior de la Corte hubo una discusión entre miembros del equipo sobre qué había que decir. Y se barajó la opción de que no hablara Morales, para "protegerlo", lo que fue descartado.
"Hemos escuchado atentamente el informe de la Corte. En ese informe, si bien no hay una obligación de negociar, hay una invocación a seguir continuando con el diálogo", expresó, para luego leer el párrafo 176 de la sentencia, el último, para justificar lo dicho. En el equipo chileno llamó la atención que, en todo momento, Morales evitara decir la palabra fallo y se refiriera simplemente al "informe" de la Corte. Asimismo, cambió la palabra "mediterraneidad", usada por el tribunal, por "enclaustramiento".
Su intervención terminó con un tímido aplauso y una veloz retirada.
Al contrario de lo sucedido en los alegatos orales, en los que todos los abogados extranjeros se ponían en las fotos de equipo, esta vez el único fue el español Antonio Remiro Brotons. Él, en un primer momento, dijo respetar el fallo de la Corte. Pero luego, en declaraciones a la prensa boliviana, criticó duramente al tribunal. "La mayoría de los jueces han decidido adoptar una posición de un positivismo extremo, que niega la formación fluida de obligaciones internacionales y reclama prácticamente, con un acto de fe, que la intención de obligarse en derecho sea expresa y casi solemne. Estamos decepcionados con la decisión, como lo está el pueblo boliviano", dijo.
Mientras, en el equipo chileno, la duda es ¿qué hará ahora el gobierno boliviano? Algo que se acrecienta con declaraciones de varias autoridades que ayer expresaron que, pese a que se acatará el fallo, la demanda marítima persistirá.





Ex primer ministro de Perú, Pedro Cateriano

"HAY UNA CONTUNDENCIA LEGAL Y JURÍDICA DE LA POSICIÓN CHILENA"
                                                                                          
"La obligación para negociar un acceso soberano al mar, desde el punto de vista de la Corte, no existe", dice quien también fue ministro de Defensa.

El Mercurio de Chile (www.economiaynegocios.cl)

Para el ex primer ministro peruano Pedro Cateriano, la resolución de la Corte de La Haya es nítida y no hay mucho que discutir.
"La obligación para negociar acceso soberano al océano Pacífico, desde el punto de vista jurídico de la Corte, no existe. Como es el argumento central de Bolivia, la Corte deduce con una lógica jurídica que el resto de los puntos deben ser rechazados. Esa es la clave de la sentencia".
Como ministro de Defensa, a Cateriano le tocó ejecutar el fallo de 2012, junto a su contraparte chilena y los cancilleres de ambos países y, por tanto, su opinión en estos asuntos no es trivial.
Sin haber leído íntegro el fallo -lo vio en la televisión, como muchos peruanos-, sostiene que "en primer lugar, el pronunciamiento debe ser acatado, y en segundo lugar, que este resuelve un problema vinculado a Bolivia y Chile, que el resto de los latinoamericanos hemos observado con interés".
Su opinión preliminar de la sentencia de los jueces internacionales es que, "quien recurrió a La Haya fue Bolivia, y el proceso se ha llevado adelante cumpliendo con lo establecido en el debido proceso de la Corte. Si ambas partes han estado litigando en el tribunal, ahora lo que corresponde es acatar el fallo. El análisis político o las consecuencias políticas, son temas de debate entre chilenos y bolivianos".
En ese sentido, para Cateriano hay argumentos legales de peso. Pero le llama la atención que, de lo que leyó en la prensa chilena y oyó en las declaraciones de personeros bolivianos, había sensaciones muy distintas. Es que "en derecho existen ópticas", dice, sin entrar al análisis político que "le corresponde a chilenos y bolivianos".
- ¿Cómo vio el desarrollo del proceso judicial?
-"Lo concluyente es que Bolivia presentó la demanda. Chile respondió a la demanda, el proceso siguió adelante, la Corte hizo el fallo, que es lo que permite la convivencia pacífica en el mundo de hoy, primero cumpliendo los tratados internacionales y luego el acatamiento de los tribunales internacionales de los que forman parte los Estados.
Al igual que el excanciller Allan Wagner, Pedro Cateriano es categórico en señalar que este fallo no es comparable con el que emitió la Corte en la demanda peruana.
"Son temas muy distintos. No son comparables desde el punto de vista jurídico, político ni histórico. Porque los resultados han sido diferentes. La Corte le dio la razón al Estado peruano en gran parte de su demanda. Y chilenos y peruanos no solo nos comprometimos a acatarla, sino que la ejecutamos de buena fe en un tiempo rápido, lo que mereció el reconocimiento internacional y de la comunidad latinoamericana".
- ¿Qué le pareció la reacción del gobierno de Bolivia?
-Siguiendo el análisis jurídico, sin contaminarlo con opiniones o interpretaciones políticas, lo importante es que tanto en las declaraciones de Evo Morales como de (el vicepresidente) Álvaro García Linera, hay una aceptación tácita del fallo. Otras cosas son las interpretaciones políticas. De lo que han declarado no han rechazado el fallo.
Con prudencia, y pensando en el futuro, el ex primer ministro y exministro de Defensa dice que "queremos que las cosas se resuelvan pacíficamente, con vocación de diálogo, y si ese diálogo no resulta, se acude a instancias internacionales. Ahí se puede ganar en todo o en parte, o perder en todo o en parte".
Concluye que "lo que está claro aquí es que hay una contundencia legal y jurídica de la posición chilena, que le reconoció la Corte. Como peruano y latinoamericano, deseo que las cosas se solucionen, porque tiene que encontrarse un espacio, en su momento, para que las cosas se desenvuelvan, no solo por el cauce de normalidad jurídica y diplomática, sino también política".





CHILE, BOLIVIA Y LA SALIDA AL MAR: VOLVER A EMPEZAR

New York Times de EEUU (www.nytimes.com/es)
                                                          
Con un fallo contundente, la Corte Internacional de Justicia le cerró la puerta este lunes a la aspiración de Bolivia de obligar a Chile a negociar un acceso soberano al mar, tal como ha reclamado desde que perdió su litoral en la guerra del Pacífico hace más de un siglo.
En una decisión que tomó por sorpresa a ambos países —con una votación de doce contra tres—, el tribunal desechó en su totalidad los argumentos jurídicos de la demanda boliviana presentada en 2013 y liberó a Chile de cualquier obligación de negociar su soberanía territorial en el norte del país para darle una salida al mar a Bolivia. El fallo es obligatorio e inapelable.
Además de celebrar la decisión, el gobierno chileno expresó su disposición a retomar el diálogo con Bolivia, país con el cual no tiene relaciones diplomáticas desde 1978. Sin embargo, el presidente Sebastián Piñera fustigó duramente a su par boliviano, Evo Morales, a quien acusó de crear “falsas expectativas a su propio pueblo” y de haber hecho que Chile perdiera “cinco valiosos años en las sanas y necesarias relaciones que debe tener con todos los países vecinos”.
La confianza de las autoridades bolivianas en el triunfo en La Haya durante las últimas semanas dio paso ayer a un palpable desconcierto. Ni los chilenos más optimistas vaticinaban una decisión tan categórica. En Bolivia, el ambiente era de “pesadumbre y tristeza”, dijo Luis Inarra, vicepresidente del Instituto de Estudios Internacionales de Bolivia en Cochabamba.
“Históricamente los bolivianos han sido educados en la idea de que se le ha hecho una injusticia al país en el pasado que ha derivado en un encierro geográfico. Está muy asentada en la lógica de los bolivianos que el desarrollo pasa por la conexión de Bolivia con el mundo a través de una costa y un puerto que le permitan vincularse sin necesidad de pedir permiso a otro país”, afirmó Inarra.
Bolivia nació como país independiente en 1825 con costa en el Pacífico. En el proceso de demarcación de fronteras, o a través de acuerdos diplomáticos o tras sucesivas guerras, Bolivia fue perdiendo pedazos de su territorio ante Perú, Brasil, Argentina y Paraguay, pero ninguna de esas amputaciones geográficas dejó una sensación de pérdida tan duradera como la ocupación chilena de su zona costera luego de la guerra entre Perú, Chile y Bolivia, conocida como la guerra del Pacífico, de 1879 a 1883.
De acuerdo con el tratado de paz de 1904, que reconoció el dominio absoluto y perpetuo de los territorios ocupados por Chile y fijó las fronteras de posguerra, Bolivia tiene acceso al mar a través de franquicias y beneficios portuarios.
El gobierno chileno señala que Bolivia tiene actualmente, entre otros beneficios, potestad aduanera, menores costos de almacenaje y el derecho de designar a sus propios agentes aduaneros en los puertos de Arica y Antofagasta, en el norte de Chile. Según el tratado, Chile reconoció a Bolivia el derecho al libre tránsito comercial por su territorio y puertos del Pacífico y se comprometió a financiar la construcción de un ferrocarril entre Arica y La Paz.
Para Bolivia, sin embargo, la recuperación de un acceso soberano al océano Pacífico es una demanda histórica que se ha expresado en múltiples acuerdos, diálogos bilaterales, intentos de negociación y fórmulas y propuestas preliminares (enclaves, corredor, canje territorial, entre otros) con Chile, todas las cuales han fracasado.
Durante el primer gobierno de Michelle Bachelet (2006-2010), ambos países acordaron discutir una agenda de trece puntos sobre temas de interés común, incluyendo el marítimo. Pero ese diálogo se suspendió en 2011 por diferencias entre las partes antes de abordar el punto sobre el mar. Dos años después, Bolivia acudió a la Corte para tratar de obligar a Chile a negociar una salida con soberanía. Su argumento era que los acuerdos, propuestas, notas diplomáticas, declaraciones y actos unilaterales entre los dos países durante casi un siglo demostraban la persistente voluntad de Chile de negociar, lo cual obligaría jurídicamente al país a hacerlo, al crear legítimas expectativas a Bolivia.
Pero cada uno de esos actos y documentos fueron descartados por la Corte, que no vio en ninguno de ellos un compromiso explícito de que Chile estuviera dispuesto a negociar una salida con soberanía. Bolivia apostaba a que la Corte los considerara en su conjunto y reflejara una costumbre que implicaría obligaciones para Chile.
“El fallo establece una clara diferencia entre la conducta política y la diplomacia de los Estados y el ámbito jurídico. La corte dejó en claro que una cosa es lo que el Estado puede hacer con otro en su intercambio y acciones bilaterales, y otra distinta es que a partir de ello un Estado asume una obligación jurídica de negociar su soberanía”, afirma Andrés Jana, asesor del equipo chileno ante la Corte.
El presidente Morales, quien viajó a La Haya para la lectura del fallo, declaró que Bolivia “nunca va a renunciar” a su aspiración marítima. “Si bien no hay una obligación, sí hay una necesidad de resolver un tema pendiente”, afirmó. (Desde 2009, la salida soberana al mar es un derecho “permanente e irrenunciable del Estado”, consagrado en la Constitución boliviana).
Para Chile, sin embargo, no hay nada pendiente, ya que considera que las fronteras y obligaciones fueron zanjadas a través del Tratado de 1904. Bolivia dice que firmó ese tratado en condiciones de desventaja y sometimiento tras la derrota sufrida en la guerra.
Ahora la controversia ha vuelto prácticamente a fojas cero: los países deberán reconstruir confianzas y volver a sentarse a la mesa a discutir no solo la demanda marítima, sino sobre los múltiples problemas que afectan a los dos países al compartir una frontera.
“Bolivia es un vecino y estará al lado nuestro hasta que se acabe el planeta, por lo que es necesario tener una relación pacífica y civilizada. Pero si tenemos un tratado que fija fronteras que no vamos a ceder, y si Bolivia no lo va a conquistar con silogismos jurídicos, lo más sensato es ponerse de acuerdo en los temas de la coexistencia vecinal”, dijo José Rodríguez Elizondo, especialista en derecho internacional y autor de varios libros sobre las relaciones vecinales de Chile con Perú y Bolivia.
“¿Es posible una integración sin ceder soberanía? ¿Es posible tener una zona de desarrollo en la triple frontera con Perú? Son miles las posibilidades de desarrollo pacífico positivo, en vez de estar distrayendo millones de dólares en abogados, viajes, armamento”, sostuvo Rodríguez Elizondo.
La Corte señaló que su decisión no impedía a las partes continuar dialogando “en un espíritu de buena vecindad para atender las cuestiones relacionadas con la falta de salida al mar de Bolivia, cuya solución ambas partes han reconocido constituir una cuestión de interés mutuo”.
Sin embargo, dialogar no es lo mismo que negociar.
“Chile ha dicho que está dispuesto al diálogo, pero lo que Bolivia quiere es una negociación para acceder de manera soberana al océano Pacífico. Son intereses irreconciliables, lo cual estaría impidiendo que haya un avance sobre ese tema. Se estaría manteniendo un statu quo que para Bolivia es completamente incómodo y que Chile, hasta el momento, ha sabido capitalizar”, dice Inarra.





ANÁLISIS. CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA DICTÓ EN CONTRA DE LA SOLICITUD DE BOLIVIA
                                                                                       
Fallo dispuso que Chile no tiene la obligación de negociar con Bolivia su salida al mar. Ex cancilleres de Perú, Francisco Tudela y Allan Wagner, se mostraron a favor de la sentencia.

Perú 21 (www.peru21.pe)
                                
Un duro revés recibió el mandatario boliviano, Evo Morales, quien viajó hasta La Haya para escuchar la sentencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), esperando que su solicitud de ordenar a Chile la obligación de negociar una salida soberana al mar le sea favorable. Empero, con 12 votos a favor y 3 en contra, su petitorio fue rechazado.
“Bolivia nunca va a renunciar (a su demanda marítima). No hay obligación, sí hay necesidad”, dijo Morales al término de la lectura de la resolución dictada por el presidente de la CIJ, Abdulqawi Ahmed Yusuf.
En opinión del ex canciller peruano Francisco Tudela, el tratado de 1904 es el marco final de la situación territorial de Bolivia y Chile, dado que fue aprobado y ratificado por ambos países. “Por ello, la Corte ha dicho que no existen pruebas que muestren alguna intención de Santiago en negociar”, nos indicó Tudela.
Allan Wagner, también ex canciller de Perú, opinó en el mismo sentido para este diario. “La sentencia ha sido muy explicativa porque los elementos en que Bolivia sustentaba su solicitud no significaban que Chile hubiera asumido la obligación de negociar una salida soberana al mar. Es una sentencia ajustada al derecho internacional sin duda”, subrayó Wagner.
“La Paz pedía la obligación de que Santiago negocie de buena fe. Y la Corte dictamina que negociar no implica alguna obligación. Y esto es lógico porque nadie puede ser obligado a negociar de buena fe debido que se presupone que este es un acto voluntario. En tal sentido, ese concepto presentado en la demanda de Bolivia le hizo perder el juicio ante La Haya. A ello se suma su planteamiento de otorgar nivel de tratados a una serie de acuerdos que no llegaron a ningún puerto en el pasado. La Haya ha precisado que estos no son vinculantes”, explicó Francisco Tudela a Perú21.
Inapelable
Wagner declaró que ambos países pueden alcanzar intereses comunes a través del diálogo. “Es una actitud positiva y que corresponde a lo dicho por el presidente chileno Sebastián Piñera, quien aseguró que le interesa mantener las mejores relaciones con los países vecinos, entre ellos Bolivia. Ya el futuro dirá si hallan alguna fórmula para que La Paz alcance sus intereses”, aseveró.
Tudela subrayó que el fallo es inapelable y que jurídicamente no existe otra vía para Bolivia. “Que Morales declare que no renunciará a su salida al mar es comprensible porque perdieron la posesión de su litoral en el siglo XIX tras la guerra con Chile. Pero si querían mantener abierta su opción de acceso soberano, jamás se debió firmar el tratado de 1904, que es, desde ese punto de vista, inexplicable”, declaró.
Datos:
- Una fuente diplomática señaló a Perú21 que si la CIJ se pronunciaba a favor de Bolivia, hubiera sido un precedente peligroso dado que abría la posibilidad de revisar tratados limítrofes ya firmados y vigentes.
- El canciller de Perú, Néstor Popolizio, señaló que la sentencia de la Corte es un asunto estrictamente bilateral entre Bolivia y Chile.





¿QUÉ LE QUEDA A BOLIVIA LUEGO DE LA DERROTA EN LA HAYA?

Diario Correo de Perú (www.diariocorreo.pe/opinion)
                                                
Frente a la derrota jurídica boliviana en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), donde para este tribunal en ningún acuerdo, declaración, etc., hubo evidencia de que Chile expresara su intención de obligarse a negociar una salida al mar para los altiplánicos, interpretando demoledoramente que las denominadas promesas incumplidas a lo largo de más de 100 años (posición de Bolivia), en realidad fueron “…una dilatada historia de diálogos y negociaciones...”, reitero que seguramente Bolivia va a recurrir a un mecanismo arbitral internacional, tal como lo dijo en su demanda del 24 de abril de 2013, pero sus posibilidades son escasas porque dicho arbitraje tiene como marco el pétreo tratado de 1904 que lo encerró en los Andes.
Ahora bien, el resultado en la Corte no debe entenderse en el sentido de que perder sea parte de una estrategia contemplada por La Paz. Nada de eso, pues ningún Estado va a la CIJ para ver cómo le va. Ir a la Corte supone aceptar a priori sus reglas y también asumir la teoría del riesgo, donde se puede ganar o perder. De allí que -insisto- pensar que Bolivia fue a la Corte solamente como parte de un plan a largo plazo no es pensar jurídicamente. En cuanto a la reacción de Evo Morales, era difícil creer que se fuera a quedar de brazos cruzados ante una derrota en La Haya, más aún, cuando quiere volver a ser presidente. Ya lo hemos visto, como ayer, luego de la lectura de la sentencia por el presidente de la Corte, Morales en la conferencia de prensa que dio en el frontis del Palacio de la Paz, rodeado de expresidentes de su país y de todo su equipo en La Haya, ha expresado que “…Bolivia nunca jamás va a renunciar a nuestra reivindicación…”. Se trata de un recurso político amparado en las palabras del propio juez somalí, al señalar que “…el fallo no impide que las partes continúen su diálogo…”. A Bolivia le queda dejar que transcurra el tiempo, que puede volverse relevante por su largo trayecto, e intentar construir por dicho decurso un injusto con errores chilenos de por medio -realmente remotos-, lo que sería muy complejo desde el derecho, pero no imposible desde el poder. 





PRESIDENTE PIÑERA PROPUSO DIÁLOGO CONSTRUCTIVO CON BOLIVIA

El Mandatario afirmó que la actitud de Evo Morales “nos ha significado perder cinco valiosos años en las relaciones entre dos países hermanos y vecinos”.

La Nación de Chile (www.lanacion.cl/2018)
                                        
El Presidente Sebastián Piñera realizó en la noche del lunes una cadena nacional para abordar el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que determinó en forma contundente que Chile no tiene obligación de negociar una salida soberana al mar con Bolivia. 
El Mandatario destacó que “la Corte Internacional de Justicia de La Haya ha aplicado el Derecho Internacional, ha impartido justicia y ha puesto las cosas en su lugar, estableciendo, por una amplia mayoría, y en forma clara y categórica, que Chile nunca ha tenido, ni tiene hoy, obligación alguna de negociar su territorio, su mar o su soberanía”.
El Presidente Evo Morales sembró durante años falsas expectativas en su pueblo, y hoy está cosechando grandes frustraciones para el pueblo boliviano. Y, además, lamentablemente, su actitud nos ha significado perder cinco valiosos años en las relaciones entre dos países hermanos y vecinos como somos Chile y Bolivia, y que tenemos tantos desafíos que abordar en conjunto hacia el futuro”, criticó el gobernante.
El Presidente Piñera indicó que si Bolivia se enmarca dentro del espíritu de respeto a los tratados internacionales “Chile está dispuesto, como lo ha estado siempre, a reiniciar de inmediato un diálogo constructivo y de buena fe con nuestro vecino. Por el contrario, si Bolivia insiste en desconocer los tratados internacionales vigentes, o el Derecho Internacional o esta sentencia de la Corte Internacional de Justicia, y sigue confundiendo aspiraciones con derechos, buena voluntad con obligaciones o prolongando sus infundadas pretensiones sobre territorio, mar o soberanía chilena, ese diálogo se vuelve imposible”.
“Este fallo de la Corte Internacional de Justicia ratificó que la demanda interpuesta el año 2013 por el Gobierno boliviano ante esa Corte, nunca tuvo ningún sustento ni ningún fundamento político, histórico o jurídico”, recalcó Piñera.
El Jefe de Estado sostuvo que “hoy ha sido un gran día y hemos logrado un gran triunfo para Chile y los chilenos. Y también, para el Derecho Internacional, para el respeto de los Tratados Internacionales y para la sana y pacífica convivencia entre todos los países, y muy especialmente entre los países vecinos”.
“Como lo hemos afirmado en múltiples ocasiones, Chile es un país amante de la paz, respetuoso del Derecho Internacional y un país que cumple, pero que también hace cumplir los tratados internacionales válidamente celebrados y plenamente vigentes, y muy especialmente el Tratado de Paz y Amistad de 1904, celebrado libre y soberanamente por Chile y Bolivia, Tratado que fijó, en forma clara, categórica y a perpetuidad, los límites entre ambos países”, apuntó el Mandatario.
Nuestros compatriotas pueden tener la más plena certeza y seguridad que, al igual como lo han hecho todos mis antecesores, este Presidente sabrá defender siempre, con unidad, firmeza, voluntad, compromiso y eficacia, y también con el valioso, necesario y decidido apoyo de todos nuestros compatriotas, lo que en justicia nos pertenece por historia y por derecho: nuestro territorio, nuestro mar y nuestra soberanía”, enfatizó.
“Quiero terminar estas palabras reconociendo, valorando y agradeciendo desde el fondo del corazón a todos mis compatriotas, a todas las fuerzas políticas y a todos los ex Presidentes de Chile, por su valioso apoyo, por su unidad, por su colaboración y por su compromiso con la defensa de los legítimos derechos e intereses de nuestro país. Y también, valorar y agradecer a la Cancillería y al equipo jurídico, por su magnífica defensa de los derechos e intereses de Chile ante la Corte Internacional de Justicia”, finalizó el Presidente Piñera.





LA HAYA: PIÑERA AFIRMA QUE CHILE ESTÁ DISPUESTO A REINICIAR UN DIÁLOGO CON BOLIVIA

En cadena nacional el Presidente Sebastián Piñera se refirió al fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya que rechazó la demanda de Bolivia por una "obligación de negociar" una salida soberana al mar.

Publimetro de Chile (www.publimetro.cl)

El Mandatario afirmó que con esta decisión el tribunal “ha aplicado el derecho internacional, ha impartido justicia y ha puesto las cosas en su lugar”. De esta forma, el Jefe de Estado reiteró que “Chile nunca ha tenido ni va a tener obligación de negociar su territorio” y que el Gobierno siempre defenderá la soberanía nacional.
“Chile cumple y hace cumplir los tratados internacionales”, agregó Piñera, quien hizo referencia al tratado de 1904, el que fija a perpetuidad los límites entre ambos países.
El Presidente chileno fue crítico del rol de Evo Morales, acusándolo de sembrar “falsas expectativas en su pueblo y hoy está cosechando grandes frustraciones para el pueblo boliviano”.
Piñera fue claro en establecer que si La Paz se enmarca dentro de un espíritu respetuoso del derecho internacional, “Chile está dispuesto a reiniciar de inmediato un diálogo constructivo y de buena fe con nuestro vecino”.
Sin embargo, advirtió que si Bolivia insiste en desconocer la sentencia de La Haya, “o si sigue confundiendo aspiraciones con derechos, buena voluntad con obligaciones, o prolongando sus infundadas pretensiones sobre territorio, mar o soberanía chilena, ese diálogo se vuelve imposible”.
El Mandatario finalizó agradeciendo a la cancillería y al equipo jurídico que representó a nuestro país en la corte internacional. Además, destacó la unidad de todas las fuerzas políticas – incluidos los ex presidentes – durante todo el litigio.





OPINION. UN FALLO CONTUNDENTE EN FAVOR DE CHILE

La Tercera de Chile (www.latercera.com/opinion)
                                                                                    
La contundente resolución de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en cuanto a que no existe obligación jurídica alguna que fuerce a Chile a negociar una salida con acceso soberano al Pacífico en favor de Bolivia, era ciertamente el escenario menos previsible, y de allí que este fallo causara profunda sorpresa. La experiencia de litigios anteriores en esta sede judicial ha sido ampliamente desfavorable para nuestros intereses -es el caso del diferendo con Perú, en que Chile perdió una importante porción de su mar territorial-, dado que la Corte ha aplicado criterios “salomónicos” o no apegados a letra ni al espíritu de los tratados vigentes.
En esta ocasión, los doce jueces que votaron a favor de la tesis chilena -solo tres se pronunciaron en favor de acoger la pretensión boliviana-, razonaron apegados a un criterio esencialmente jurídico, desnudando las graves falencias con que se construyó el artilugio que fabricó la parte boliviana. La encomiable defensa que solventó nuestra Cancillería y todo el equipo jurídico -en esto cabe destacar la sólida postura de Estado que ha prevalecido a lo largo de todo este largo proceso, así como la actitud serena pero a la vez firme del Presidente de la República- siempre ha sostenido que el tratado de 1904 zanjó a perpetuidad las fronteras, sin temas pendientes, y que las distintas conversaciones que ambos países han sostenido en distintos momentos para lograr un acercamiento no constituyen derecho alguno en favor de Bolivia.
La Corte examinó cada uno de los ocho puntos en que Bolivia pretendió fundamentar que había surgido esta obligación de negociar una salida al mar con soberanía, y en cada uno el voto de mayoría desestimó tal obligación, pues en ninguno de ellos se dejó establecida una intención inequívoca de vincularse legalmente -tampoco se pudo demostrar que algo así existió a partir de evidencia tácita o “no escrita” conforme la Convención de Viena-, asentando el principio de que una negociación sostenida en algún momento del tiempo no basta por sí misma para crear una obligación entre los países.
Es evidente que a partir de este fallo la pretensión boliviana de reclamar una salida soberana al Pacífico -sobre la base de buscar resquicios para desconocer el tratado de 1904- ha perdido total sustento jurídico. Pero en realidad es el Presidente Evo Morales quien ha sido el gran derrotado en esta jornada, porque más allá de que la causa marítima está muy arraigada en el sentir boliviano, fue de su entera responsabilidad haber arrastrado a su país a este bochorno jurídico -causando de paso un irresponsable deterioro de la relación bilateral entre Chile y Bolivia-, seguramente motivado en su ilegítimo afán de seguir aferrado al poder. Como contrapartida, este fallo abre la posibilidad para que la diplomacia -ya sin la presión de crear obligaciones- tenga al fin la oportunidad de avanzar hacia una plena integración.
Chile puede estar orgulloso de la forma en que sustentó su defensa, pero ello no debe hacer perder de vista que el debate sobre continuar o no en el Pacto de Bogotá -el cual obliga a someterse a la jurisdicción de la Corte de La Haya para resolver controversias- sigue siendo plausible, ya que para un país que no tiene ninguna pretensión en materia limítrofe quedar a merced de los cambiantes criterios de dicho tribunal es un riesgo latente.





EL COMPLEJO ESCENARIO QUE ENFRENTA EVO MORALES TRAS EL FALLO DE LA HAYA

La sentencia puede poner en riesgo el plan del mandatario de ser reeelcto por tercera vez en el 2019.

CNN Chile (www.cnnchile.com)

La sentencia de la Corte Internacional de La Haya, al resultar desfavorable para Bolivia, no sólo desarticuló la demanda marítima presentada contra Chile, sino que también deja en una mala posición al gobierno de Evo Morales, debido a que podría poner en riesgo el plan de ser reelecto por tercera vez en el 2019.
Tras confirmarse el resultado de la sentencia, la oposición boliviana rápidamente lanzó sus críticas contra Morales. “Necesitamos una explicación de por qué llegamos a este resultado”, dijo el ex candidato presidencial Samuel Doria Medina.
Estas palabras fueron reforzadas por las del ex vicepresidente de Gonzalo Sánchez de Lozada, Víctor Hugo Cárdenas, quien apuntó que el gobierno despreció a expertos en derecho internacional y se rodeó de amigos y de su rosca íntima. ¡Subordinó el mar al interés de la reelección indefinida!”, en una publicación a través de Twitter.
Analistas señalan que el problema del Presidente de Bolivia cometió el error de ideologizar y vincular la demanda con Chile por una salida al mar con su reelección. “(Evo Morales) vinculó demasiado su candidatura con el exitismo engañoso de La Haya”, comentó a La Tercera el analista paceño Jorge Lazarte. Asimismo, el politólogo Carlos Toranzo aseguró que “como boliviano, da pena el fallo, pero como analista digo que la soberbia nos llevó al hundimiento. Con el fallo pierde Evo”.
Ahondando en este punto, el escritor boliviano Edmundo Paz Soldán postula que la reelección de Morales “ya está complicada y esto no ayuda en nada”, aunque asume que es un problema que también complica a la oposición, debido a que “no ha mostrado todavía una alternativa viable, más allá del rechazo a su postulación”.
Según las encuestas, el ex presidente y vocero de la demanda marítima Carlos Mesa aparece como el mejor posicionado para enfrentar a Evo en el 2019. Sin embargo, al ser parte del equipo, también podría verse afectado tras el fallo. Según opina Toranzo, Mesa podría perder respaldo, aunque “pierde menos que Evo”.
En el mes de agosto pasado, Morales rompió el récord de permanencia en el poder, al cumplir 12 años, seis meses y 21 días (4.587 días) al mando. Anteriormente, el récord lo tenía Víctor Paz Estenssoro, que gobernó por 4.586 días, aunque no en mandatos consecutivos.






Noticiero 12 de Argentina (www.noticiero12.com)

Por Perú hacia el Pacífico o por Brasil, Uruguay y Argentina hacia el Atlántico: Bolivia tiene otras alternativas, aunque no serían "soberanas".
Este lunes, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) falló a favor de Chile en el litigio entablado por Bolivia para reclamar de ese país una salida al mar.
La CIJ desestimó la petición boliviana y concluyó que Chile no está obligado "jurídicamente a negociar un acceso soberano al oceáno Pacífico para el Estado plurinacional de Bolivia".
Aunque la decisión es inapelable, el juez Abdulqawi Ahmed Yusuf, presidente del tribunal y quien leyó la sentencia, djo que "sin embargo, a pesar de este fallo, la CIJ invita a ambos gobiernos a buscar una forma de entablar un diálogo sobre este asunto".
Tras ese veredicto, el presidente boliviano, Evo Morales –quien estuvo presente en la sede de la corte en La Haya al momento de ser leída la sentencia–, resaltó las palabras del magistrado y dijo que el fallo también hace referencia a continuar con "los diálogos y la buena vecindad".
Dialogar
El vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, ofreció por su parte declaraciones desde la Casa Grande del Pueblo, en La Paz, y señaló que si bien no hay para Chile obligatoriedad de negociar, el fallo "ha abierto las puertas de las vías del diálogo".
Dijo que, además, la sentencia dejó otros puntos claros, como el reconocer que Bolivia nació a la vida republicana con una franja costera de 400 kilómetros, un hecho que a lo largo de la historia trató de ser negado por Chile; y estableció además que el Tratado de Paz y Amistad de 1904, que fijó los límites entre Bolivia y Chile, no resolvió temas pendientes para un acceso soberano al mar.
García mencionó que hay varias alternativas que el Gobierno viabilizará, aunque no especificó cuáles.
El abogado español Antonio Remiro Brotóns, uno de los juristas que representaron a Bolivia en este litigio ante la CIJ, dijo que "Chile no puede utilizar esta sentencia para indicar que no se hable más del enclaustramiento".
En entrevista con Bolivia TV, el abogado señaló que de esto "se seguirá hablando y mucho. No es un tema cerrado, en absoluto". Enfatizó que, incluso la Corte, aunque rechazó el petitorio boliviano, "de una forma expresa señala y anima a las partes a que continúen el diálogo entre ellas para solventar la mediterraneidad, el enclaustramiento de Bolivia, que es un tema que está presente durante muchísimos años".
Sin embargo, el presidente chileno, Sebastián Piñera, dijo este mismo lunes que "Chile nunca ha tenido ninguna obligación, ni la tiene hoy día, de negociar nuestro mar, nuestro territorio ni nuestra soberanía".
Por Perú o por el Atlántico
Bolivia tiene otras opciones que no están ligadas a Chile para lograr acceso al mar.
En 1992, el presidente boliviano Jaime Paz Zamora y su homólogo peruano Alberto Fujimori firmaron un acuerdo en el que Perú le cedió, por 99 años, cinco kilómetros de costa a Bolivia, en un espacio que denominaron Boliviamar, cerca del puerto de Ilo, y que no ha sido aprovechado hasta la fecha.
La otra alternativa está en aprovechar Puerto Busch, que se encuentra en la frontera con Paraguay, país con el cual firmó Bolivia un tratado en 1937 para tener salida al Atlántico.
El objetivo sería que las embarcaciones bolivianas hagan uso de las mismas vías que utiliza Paraguay, el otro país suramericano que no tiene salida al mar, a través de ríos paraguayos, para acceder al océano.
En ese mismo orden, Bolivia ha firmado tratados con Uruguay (el país que más aprovecha Paraguay para sus embarcaciones), Brasil y Argentina, para instalar zonas francas y tener facilidades en diferentes puertos.
Sin embargo, estas opciones sólo servirían para disminuir la dependencia comercial boliviana con respecto a los puertos chilenos de Iquique y Arica, por donde Bolivia ingresa y despacha la mayor parte de su mercadería, y no para obtener un mar "soberano", como lo ha expresado el mandatario boliviano.





GOBIERNO DE PERÚ APELA AL DIÁLOGO ENTRE CHILE Y BOLIVIA
                                                                                              
“La relación que nosotros tenemos con Bolivia es buena, y puede ser un buen ejemplo de diálogo permanente en su trato con Chile”, afirmó la vicepresidenta peruana, Mercedes Aráoz.

La Tercera de Chile (www.latercera.com)
                                            
En enero de 2014, Chile y Perú vivieron su propio capítulo en la Corte de La Haya. En esa oportunidad, el tribunal adjudicó a Perú un área marítima equivalente a la superficie de Costa Rica, una historia muy diferente al caso ocurrido con Bolivia.
“La buena lección de aquella vez fue que aprendimos a tener una buena relación basada en la convivencia”, dijo a La Tercera la vicepresidenta peruana, Mercedes Aráoz, que agregó: “La relación que nosotros tenemos con Bolivia es buena, y puede ser un buen ejemplo de diálogo permanente en su trato con Chile”.
Desde la presentación de la demanda marítima de Bolivia en La Haya en 2013, el gobierno de Perú evitó profundizar en ese caso. Sin embargo, el ministro de Relaciones Exteriores, Néstor Popolizio, indicó ayer que si bien “es un asunto de naturaleza estrictamente bilateral” (entre Chile y Bolivia), Perú “reitera su compromiso permanente con el respeto al derecho internacional y al principio de la solución pacífica de las controversias”.
Aun así, congresistas peruanos consultados por La Tercera fueron más contundentes a la hora de opinar sobre el fallo de ayer en La Haya.
Para el legislador de Acción Popular Víctor Andrés García Belaunde, “Bolivia se entusiasmó mucho con la decisión peruana de ir al tribunal de La Haya, y no fueron conscientes de que eran temas bajo diferente óptica. Sucedió lo que estaba previsto”, indicó.
Desde la bancada oficialista, Juan Sheput, de Peruanos por el Kambio (PPK), indicó que “la Corte de La Haya ha actuado en estricto apego a la justicia y al respeto del derecho internacional, porque de haber fallado de otra manera, habría abierto la puerta para decenas de impugnaciones de tratados a nivel mundial”. En cuanto a la relación entre Chile y Bolivia, agregó: “Hay que dejar cualquier tipo de diálogo a nivel de las cancillerías, basado en el cumplimiento del orden diplomático”.
A su vez, el titular de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso, Guido Lombardi, puso paños fríos e insistió en que “Perú solo puede expresar sus mejores deseos para que prime el entendimiento y la concordia entre ambos países tras el fallo”.





LOS 8 NO DE LA HAYA A BOLIVIA

En poco más de una hora, el presidente de la Corte Internacional de Justicia, Abdulqawi Ahmed Yusuf, informó los razonamientos del tribunal para desestimar, una a una, las ocho líneas argumentales presentadas por Bolivia para sostener que Chile estaba obligado a negociar una salida soberana al mar.

La Tercera de Chile (www.latercera.com)
                                                                             
1. Acuerdos bilaterales
Bolivia citó distintos acuerdos y documentos, como el “Acta de 1920”, como antecedentes que obligarían a Chile a negociar. Chile señaló que si bien ha estado disponible a conversar, nunca ha reconocido que tiene una obligación de negociar.
La corte enumeró los distintos acuerdos citados por Bolivia (como el “acta protocolizada de 1920”, notas diplomáticas intercambiadas en 1950; el acuerdo de Charaña de 1975 y la denominada “agenda de los 13 puntos” establecida en 2006) y afirmó que ninguno de ellos “establece una obligación para Chile de negociar una salida soberana al océano Pacífico para Bolivia”. Se explicó que para que exista una obligación, esta debe quedar explícitamente, lo que no ocurrió en los casos mencionados.
2. Declaraciones unilaterales
Bolivia indicó que declaraciones de Chile sobre la reivindicación marítima tienen un efecto jurídico de compromiso. Chile aseveró que si bien las declaraciones unilaterales pueden generar obligaciones, esto debe ser explicitado.
La corte señaló que es verdad que las declaraciones unilaterales de los Estados pueden tener como efecto una obligación jurídica. Pero agregó que “las declaraciones de Chile y otros actos unilaterales no se manifiestan en términos de adquisición de una obligación jurídica, sino que en la voluntad de entablar negociaciones sobre la cuestión de acceso soberano al Pacífico” y de escuchar cualquier propuesta que pudiese resolver la mediterraneidad de Bolivia. Las declaraciones citadas no sugieren una obligación, se insiste.
3. Consentimiento
Bolivia explicó que Chile ha consentido tácitamente la obligación de negociar, ya sea por silencio o acción. Chile contestó que Bolivia no pudo demostrar que el silencio sea un consentimiento tácito a la obligación de negociar.
Según argumentó la Corte de La Haya, Bolivia no fue capaz de identificar ninguna declaración que necesitara de una respuesta o reacción por parte de Chile con el fin de evitar la creación de una obligación a negociar una salida soberana al Pacífico para Bolivia.
“La acquiescence (consentimiento) no se puede considerar una base jurídica para la obligación de negociar el acceso soberano por Bolivia al mar”, manifestó el presidente del tribunal al dar a conocer la sentencia.
4. Estoppel
Bolivia apeló al principio de estoppel, que refiere a tomar posiciones en base a compromisos adquiridos por otro. Chile insistió en que ha quedado de manifiesto que nunca tuvo alguna intención de crear una obligación legal de negociar.
La corte recordó los elementos esenciales y necesarios para invocar el principio de estoppel (impedimento) y agregó que al examinar las condiciones estipuladas se llegó al convencimiento de que estas no se cumplían en este caso. Se señaló que si bien Chile ha efectuado afirmaciones sobre su disposición a negociar, estas no indican la obligación de hacerlo. “No se ha demostrado que Bolivia ha cambiado su posición de detrimento propio o en beneficio de Chile a causa de su confianza en las declaraciones de Chile”, se explicó.
5. Legítimas expectativas
Bolivia afirmó que las acciones de Chile a lo largo del tiempo dio lugar a la expectativa boliviana de recuperar su costa. Chile contraargumentó que no existe en el derecho internacional una doctrina de expectativas legítimas.
En el fallo de la Corte Internacional de Justicia se señala que se pueden encontrar distintas referencias a “expectativas legítimas” en laudos arbitrales, citando como ejemplos disputas entre un inversor extranjero y el Estado anfitrión a partir de contiendas por tratos justos y equitativos de acuerdo a cláusulas de tratados vigentes. Sin embargo, aclara que no existe en el derecho internacional un principio que podría dar a lugar a una obligación fundada en lo que se podría denominar una como expectativa legítima.
6. Cartas de la ONU y la OEA
Bolivia dijo que las cartas de la ONU y la OEA instan a resolver las disputas de forma pacífica, validando la obligación de Chile. Chile manifestó que ninguno de los documentos mencionados obligan a una negociación ni estipulan métodos específicos.
La corte rechazó la argumentación boliviana señalando que en ninguna parte de los extractos citados de las cartas de Naciones Unidad y de la OEA se puede colegir que Chile esta obligado a negociar una salida soberana al Pacífico para Bolivia. También señala que la alusión a buscar mecanismos de resolución pacífica de controversias no indica a las partes en disputa ningún método específico, como la negociación directa entre los países, por lo que no se puede aceptar como base legal para obligar a Chile a negociar.
7. Resoluciones de la OEA
Bolivia citó 11 resoluciones de la OEA sobre aspiración marítima. Si bien dice que no son vinculantes, sostuvo que tienen efectos legales. Chile refutó que las resoluciones de la OEA no son vinculantes y el ente carece de competencia para imponer obligaciones.
Según informó el presidente del tribunal, para la Corte de La Haya ninguna de las resoluciones de Organización de Estados Americanos indica que Chile tenga obligación alguna de negociar un acceso soberano al mar para Bolivia. Agregó que las distintas resoluciones citadas por Bolivia solo se limitan a recomendar a ambos países que inicien negociaciones respecto de la cuestión marítima. A esto se suma, sostuvo la corte, que las resoluciones no son vinculantes de por sí y no pueden dar lugar a una obligación internacional.
8. Efecto acumulativo
Bolivia señaló que si no existiese ningún acto individual del que surja una obligación, la suma de ellos tiene un efecto decisorio. Chile respondió que si ninguna acción creó o confirmó una obligación a negociar, su acumulación tampoco lo hace.
La Corte de La Haya también rechazó este argumento de Bolivia, señalando que la consideración acumulativa de instrumentos que, de forma individual, no significan una obligación de Chile para negociar una salida al mar, no se puede añadir al resultado final. “Bolivia y Chile tienen una dilatada historia de diálogos, intercambios y negociaciones destinados a identificar una solución apropiada a la mediterraneidad de Bolivia, no obstante que la corte no puede concluir que Chile tenga obligación de negociar”, se afirmó.





CLAUDIO GROSSMAN, AGENTE DE CHILE ANTE LA HAYA: “ESTAMOS SATISFECHOS POR HABER UBICADO LA DISPUTA EN EL TERRENO DEL DERECHO”

La Tercera de Chile (www.latercera.com)

¿Cómo recibió el fallo?
Lo recibimos, obviamente, con gran satisfacción por varias razones. La primera es que la argumentación jurídica de Chile fue muy sólida. Ya en la objeción preliminar había despejado algunas cosas, como el derecho a un resultado y el tema de no tocar directamente el Tratado de 1904. Pero nosotros, esa era nuestra misión, teníamos que de-sarticular de que había también una obligación de medios, cuyo objetivo era lograr acceso soberano. Entonces, estamos muy satisfechos con el trabajo jurídico e histórico que, punto por punto, fue hecho por Chile. Estamos satisfechos por haber ubicado la disputa en el terreno del derecho internacional sin aceptar desviaciones históricas, porque estaban estrechamente vinculadas las cosas: qué pasó en 1950, qué paso en el 75, qué dijimos después de los 90, y mostrar que aquí Chile no era un país que mentía, no era un país que hacía promesas incumplidas. Entonces, era muy importante establecer históricamente que siempre, siempre, todo lo que hizo Chile fue en el terreno de la política, no en el plano del derecho. Así, otra razón para estar satisfecho es que es muy importante que la corte haya resuelto esta disputa aplicando el derecho internacional. Para eso fue creada.
Eso es lo que ustedes no estaban tan seguros que iba a pasar…
No, nosotros la ubicamos ahí y la presentamos y teníamos el optimismo de que la corte iba a hacer eso. Entonces, cuando había llamados de distinta naturaleza, como “oye planteemos…”, no, vamos a ubicar en la defensa, porque algunos decían “pongámonos desde el punto de vista estratégico”. Estas fueron decisiones que tuvimos que tomar. Otras decían “planteemos la voluntad de quizás interpretar de otras maneras, démosle una salida a la corte”. No. Aquí era muy importante señalar que no había una obligación de negociación de ninguna naturaleza.
¿En qué sentido se planteaba eso de manera interna?
Siempre tuvimos discusiones muy ricas entre los abogados. Entonces, había que tomar decisiones al final. Y algunos decían “busquemos una salida pensando que quizás la corte pueda…”. Nosotros dijimos “no vamos a darle a la corte ninguna argumentación de salida”. Aquí hay que aplicar el derecho internacional.
¿A qué se refiere con darle una salida a la corte?
Por ejemplo, decir que se puede haber creado una expectativa de negociación sin acceso soberano.
Pero eso es como regalarle algo a Bolivia en el fallo…
Claro, pero siempre hay discusiones en un ambiente diverso, de eso se trata. Fue muy importante crear un ambiente en que todos pudieran discutir y siempre hay alguno, yo he estado en centenares de casos que dicen “pensemos que la corte puede salir con una cosa o la otra”. Nosotros mantuvimos la línea.
¿Esas recomendaciones eran de abogados internacionales?
No, hay de todo tipo. Yo no lo voy a identificar, porque no es lo que importa. Le voy a decir que algunos pensaban que la corte puede ir “por aquí, por acá”; siempre hacíamos análisis de la actitud de diferentes jueces. Algunos decían que uno puede hacer esto o lo otro… Algunos decían quizás si cedemos un poquito en esto, hacemos lo otro, quizás tenemos que acentuar más el carácter político de ciertas cosas. Nosotros dijimos que eso es inconsistente con el mensaje que queremos poner: ubicar la disputa en el derecho. Y así lo hicimos.
Varios, en Chile y Bolivia, admitían que el fallo fue muy sorpresivo. ¿Usted también lo vio así?
No. Siempre tuvimos confianza… Bolivia buscó todas las posibles fuentes de una obligación, y el solo hecho de poner todas las fuentes de una obligación era una debilidad. Eso implicaba que no había ninguna.
¿Hubo un error estratégico de Bolivia al plantear ocho elementos que sustentaban una obligación para Chile y, en su defecto, que eso se generaba por la acumulación de esos episodios?
Diez veces cero, es cero, no es uno. Y Bolivia buscó la acumulación. Eso ya es una confesión de debilidad. Eso no es riguroso y no es de acuerdo a derecho. Sobre los errores o no errores de estrategia de Bolivia, no me voy a pronunciar… Aquí la corte reafirmó que su rol es adjudicar disputas de acuerdo al derecho internacional, y eso es muy importante para la legitimidad de la corte.
Hubo momentos en los que el presidente de la corte dijo que no se generó una obligación, pero recalcó que ambos países siguieron negociando, lo que hacía presumir que pudiera haber un planteamiento final sobre la necesidad de retomar esas tratativas. ¿Usted en algún momento, durante la lectura del fallo, pensó que quizás no iba por buen camino el resultado?
No, no. Yo tenía confianza en nuestros argumentos, pero le voy a decir una cosa: cuando lo dijo primero, que las fuentes de la obligación estaban pendientes, después dijo el segundo, pero cuando dijo el tercero… Vamos en tres y seguimos negociando. Yo pensé: “Diablos, quedan la OEA y las Naciones Unidas”… Yo decía que íbamos bien, pero pensando que nos puede llegar por la otra, no porque no teníamos confianza en nuestros argumentos, pero porque no estaba decidido. Desde luego nos emocionamos todos cuando ya dijo lo de la OEA, o sea, desde luego, aunque racionalmente todo lo habíamos planteado, habíamos hecho la pega, pero se nos achicó la garganta. Cuando ya dijo lo de la OEA y Naciones Unidas, faltaba lo de la acumulación, y ahí sabíamos que ya era imposible… El saber que nos había ido bien nos emocionó, sin ninguna duda, y cuando salimos de ahí todos nos abrazamos y no faltaron las lágrimas de felicidad del equipo.
¿Ve que acá hay un triunfo de quienes defienden los argumentos jurídicos versus quienes creen que aquí falta un poco más de política frente a Bolivia?
Lo central aquí es que el país ha estado unido en la defensa de su soberanía y de su integridad nacional, eso es lo central. Y es normal que haya discusiones tácticas, estratégicas, etc. Pero hay una cosa que es lo central, que es que las opciones estratégicas fueron buenas.





AMPUERO SOBRE EL RESTABLECIMIENTO DE LAS RELACIONES CON BOLIVIA: “HAY QUE PARTIR PRÁCTICAMENTE DE CERO”
                                                                     
El ministro de Relaciones Exteriores recalcó la necesidad de reconstruir "las confianzas", pues "hasta hace muy poco estaban afirmando que clavarían banderas bolivianas en nuestro pacífico y que Antofagasta sería boliviana. Estas son aseveraciones muy delicadas".

CNN Chile (www.cnnchile.com)
                                                     
la Corte Internacional de Justicia en La Haya desestimó todos los argumentos presentados por Bolivia en la demanda marítima en contra de nuestro país, y estableció que Chile no tiene la obligación de negociar una salida soberana al Océano Pacífico.
El Presidente Sebastián Piñera comentó este resultado favorable para Chile y señaló que “Evo Morales nos ha hecho perder cinco valiosos años de sanas relaciones”. Minutos más tarde, el mandatario boliviano también reaccionó, explicando que “si bien no hay una obligación de negociar, hay una invitación a seguir con el diálogo”.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Ampuero, también se refirió a este fallo, asegurando estar “muy contento por el resultado que ha obtenido Chile”.
“Nosotros subrayamos muchas veces que estábamos muy seguros de la solidez de los argumentos chilenos, de la coherencia de lo que planteábamos. Sabíamos que habíamos rechazado en forma exitosa cada una de las pretenciones del gobierno boliviano frente a Chile”, dijo Roberto Ampuero.
Asimismo, recalcó el trabajo que realizaron los profesionales que conformaron el equipo de Chile en La Haya: “Quiero destacar la labor de nuestro equipo jurídico, conformado tanto por abogados internacionales como nacionales. También de la cancillería de Chile, de la cual todos deberíamos sentirnos muy orgullosos por el trabajo desplegado“.
Relaciones exteriores con Bolivia
Según Ampuero, desde 2013 las relaciones entre Chile y Bolivia se han visto mermadas por esta demanda marítima. Y sin especular sobre cuál será el siguiente paso del gobierno boliviano, el canciller aseguró que deberían partir por acatar el dictamen.
“Cuando un país, serio, respetable, acude al más alto tribunal de justicia de nuestro planeta, pide su intervención, y le pide también que falle, lo que todo el mundo espera y lo que la comunidad internacional espera es que ese mismo estado acate“, señaló Ampuero.
En esa línea, el canciller recalcó que para pensar cómo seguirán las relaciones entre ambos países, Bolivia “debe acatar el fallo en su totalidad”.
Si bien existen relaciones entre Chile y Bolivia a nivel consular, no existen a nivel de embajadores. Para eso, Roberto Ampuero aseguró que es necesario restablecer “las confianzas”.
“No olvidemos que hasta hace muy poco estaban afirmando que clavarían banderas bolivianas en nuestro pacífico y que Antofagasta sería boliviana. Estas son aseveraciones muy delicadas, usted destruye así las relaciones y las bases de confianza entre dos países”, aseguró Ampuero, agregando que “hay que partir prácticamente de cero“.





SORPRESA, DECEPCIÓN Y UN FUTURO INCIERTO TRAS FALLO DE LA HAYA

El dictamen de la Corte Internacional de Justicia, que desechó todos los argumentos de la demanda marítima boliviana, asombró por su contundencia a ambos países. Tras los festejos chilenos y la decepción altiplánica, queda abierta la interrogante sobre cómo seguirá adelante la relación bilateral.

La Tercera de Chile (www.latercera.com)

Fuera de todo cálculo
El fallo no se acercó a ningún pronóstico de los que tenían en el equipo chileno en los días previos.
El agente Claudio Grossman y los coagentes María Teresa Infante y Alfonso Silva comenzaron temprano su jornada en Holanda, a la espera del fallo. Durante la mañana llegaron al hotel los cinco abogados extranjeros (de un total de siete) que defendieron a Chile en el juicio, a quienes se les pidió fijarse en aspectos específicos de la sentencia.
La solicitud estaba fundada en la incertidumbre que había en el equipo chileno sobre el resultado y ante la posibilidad de que se tratara de una decisión compleja y difícil de entender rápidamente. “Puede pasar cualquier cosa”, decían algunos, en privado, en la antesala del fallo, graficando ese probable escenario, que finalmente no pasó.
De hecho, la decisión de la corte fue una gran sorpresa para ambos países. “No podemos creer este fallo”, decían en la delegación chilena, algunos de cuyos integrantes vislumbraban en los días previos que La Haya establecería una obligación de medios (es decir, de negociar), aunque sin fijar que eso debería conducir al otorgamiento de un acceso soberano al océano Pacífico para Bolivia. Y en un escenario más optimista, otros creían que, como mínimo, habría un llamado explícito del tribunal a retomar conversaciones con Bolivia. Sin embargo, ninguno de esos dos escenarios ocurrió.
En el equipo comentaban durante la tarde que la manera en la que el tribunal abordó la formación de un tratado entre dos países era clave. Lo calificaron como “un tratamiento racional” en el que se enfatizó -por parte de los jueces- en la necesidad de que ambas partes tengan la intención de “vincularse” mediante un mecanismo de ese tipo. Esto, en línea con la estrategia que había establecido Chile: exponer los acercamientos históricos entre ambos países, pero para demostrar que ninguno de ellos generó una obligación ni que ningún documento intercambiado en el pasado tenía las características de un tratado, a diferencia de lo que argumentaba Bolivia.
En ese sentido, además, agregaron que el resultado es una “reivindicación” de quienes han defendido un énfasis jurídico en el caso con Bolivia, frente a quienes han impulsado la tesis de que es necesario aplicar un enfoque más político y comunicacional, endureciendo la postura con el gobierno de Evo Morales (ver nota en página 14).
Ese diseño continuará en el otro litigio que tiene Chile con Bolivia: la demanda de nuestro país por el uso de las aguas del Silala, un caso mucho más técnico -por su naturaleza- que el de la hoy desechada obligación de negociar un acceso al mar.
Una relación bilateral con pronóstico reservado
En cadena nacional, Sebastián Piñera fijó las condiciones que podrían allanar el camino al diálogo.
Casi al finalizar la lectura del fallo, el juez somalí Abdulqawi Ahmed Yusuf -presidente de la Corte Internacional de Justicia de La Haya- planteó que el dictamen “no impide a las partes la continuación de su diálogo y sus intercambios, en un espíritu de buena vecindad, para atender las cuestiones relacionadas con la mediterraneidad de Bolivia”.
El comentario fue quizás la única señal positiva que recibió la delegación altiplánica en La Haya, luego de un fallo categórico que echó por tierra las ocho líneas argumentales planteadas por los altiplánicos. El guiño, sin embargo, no supone ninguna obligación y plantea más dudas que certezas respecto del futuro de la relación bilateral entre ambos países.
Aunque hubo autoridades bolivianas que salieron a subrayar la ventana abierta por el presidente de la corte, lo cierto es que los principales voceros altiplánicos -partiendo por el propio Evo Morales- más bien optaron por refrendar que la aspiración marítima se mantendrá vigente, y que se estudiarán nuevas fórmulas para emplazar a Chile en el concierto internacional.
En Santiago, en tanto, abundaron las palabras de buena crianza sobre la necesidad de recomponer los vínculos rotos con el país vecino. A la hora de trazar ese camino, sin embargo, quedó en evidencia que difícilmente ocurrirá en el corto plazo.
“Antes de pensar en cualquier nueva etapa, las heridas deben sanar y eso toma tiempo”, sentenció el canciller Roberto Ampuero en entrevista con este diario (ver página 12). El Presidente Sebastián Piñera, en tanto, profundizó la noche de este lunes -en cadena nacional- en las condiciones que podrían viabilizar un diálogo con el gobierno de Evo Morales. “Si Bolivia insiste en desconocer los tratados internacionales vigentes, o el derecho internacional, o esta sentencia de la Corte Internacional de Justicia, y sigue confundiendo aspiraciones con derechos, buena voluntad con obligaciones o prolongando sus infundadas pretensiones sobre territorio, mar o soberanía chilena, ese diálogo se vuelve imposible”, sostuvo (ver página 11).
En el centro de esta discusión aparece la figura del mandatario boliviano, quien en paralelo a su permanente reivindicación marítima prepara una nueva candidatura presidencial. Aunque en el gobierno chileno hace sentido la afirmación del senador PPD Ricardo Lagos Weber -“Morales ya no es interlocutor válido”, dijo-, saben que al menos estará en la Casa Grande del Pueblo hasta enero del 2020. Y que aunque la relación tenga más o menos intensidad, habrá que saber lidiar con su liderazgo hasta ese entonces.
Nocaut a aspiraciones bolivianas
Pese a contundente sentencia, Evo Morales insistió en que aspiración marítima es irrenunciable.
Varios minutos tardó el gobierno de Evo Morales en reaccionar al fallo de la Corte internacional de Justicia de La Haya, que por amplia mayoría sentenció que no existía una obligación jurídica por parte de Chile de negociar una salida soberana al mar en favor de Bolivia.
El mandatario paceño aseguró en la capital holandesa que el fallo dejaba algunas puertas abiertas a Bolivia para insistir en su pedido a Chile para dialogar. Incluso reiteró que su país “no va a renunciar (a terminar) con su enclaustramiento”. En los hechos, sin embargo, la sentencia desarmó por completo los ocho argumentos en los que Bolivia sustentó ante los jueces una supuesta obligación de negociar.
Los magistrados de la CIJ ya habían desestimado en 2015, en el fallo de la excepción preliminar, el argumento de que Bolivia tuviera un derecho prexistente a un territorio soberano en el Pacífico, un argumento que hasta el día de hoy siguen repitiendo algunas autoridades bolivianas.
Sin embargo, los jueces rechazaron, además, que Chile haya generado -ya sea en un momento determinado o por acumulación de todos los esfuerzos diplomáticos que se han llevado adelante los dos países- algún compromiso jurídico por otorgar un acceso soberano al mar. También demolieron la argumentación, tantas veces repetida por Bolivia, de que las resoluciones de la OEA entre 1979 y 1989 que recomendaban el diálogo, fueran vinculantes para los dos países.
Bolivia, tras el fallo de La Haya quedó a merced de la disposición de Chile de restablecer un diálogo. Por lo mismo, la sentencia generó frustración en los bolivianos y también molestia, la que estaba dirigida principalmente contra el gobierno de Morales, al que acusan de haber manipulado políticamente la demanda marítima, creando falsas expectativas en los bolivianos. Un factor que, además, es visto por analistas de ese país como un duro golpe a las aspiraciones del mandatario de presentarse a una nueva reelección.
Dirigentes políticos y ex diplomáticos reclamaron al gobierno establecer una nuevo tipo de entendimiento con Chile, aunque en La Paz saben que, en esta ocasión, la pelota está en cancha contraria.





LA PLAYA BOLIVIANA EXISTE: EL DESOLADO ENCLAVE DE BOLIVIAMAR

Se la cedió Perú por 99 años, pero solo puede usarla con fines turísticos.

El Clarín de Argentina (www.clarin.com)

Durante una visita diplomática al Perú en 1992, el presidente boliviano Jaime Paz Zamora y su homólogo peruano, Alberto Fujimori, llegaron a un acuerdo que prometía ser trascendental. El 24 de enero Perú firmó la cesión de 5 kilómetros de costa y 800 metros de ancho. El enclave está a 17 kilómetros al sur de la ciudad de Ilo y se llama Boliviamar.
Muchos esperaban la inmediata construcción de un puerto comercial que le permitiera a Bolivia la exportación de su producción y la importación de insumos extranjeros. Pero la letra chica del acuerdo establecía otra cosa. Boliviamar quedaba limitada a la explotación turística. Para fines comerciales, el acuerdo le daba a Bolivia una zona franca del cercano puerto peruano de Ilo para su administración y funcionamiento. Además, la cesión es por un periodo de 99 años, después de los cuales toda construcción y el territorio pasará nuevamente a Perú.
Pero pasaron 26 años y Boliviamar jamás recibe turistas. Apenas algunos pescadores locales se ganan la vida entre las dunas y el viento. Trunco quedó el proyecto de desarrollo turístico de este paraje desolado a un costado de la vía costanera que une los departamentos de Tacna y Moquegua. El terreno es una playa de difícil acceso, pedregosa, cuyas aguas se caracterizan por la fuerte corriente y donde lo único que llama la atención es un gran monumento, ahora casi derruido.
El acuerdo buscaba la construcción de centros turísticos por parte de Bolivia, pero lo escarpado del terreno y el difícil acceso obligaban a una inversión de algunos cientos de millones de dólares para construir la infraestructura necesaria. Bolivia no ha tenido la iniciativa -probablemente por falta de recursos- de hacer algo con ese pedazo de terreno.
Más allá del impacto mediático, el acuerdo no representó una solución de ningún tipo. Se trató de una especie de préstamo sin soberanía. Sin embargo, el convenio fue perfeccionado en 2010 por los mandatarios Alan García y Evo Morales.
Perú concedió una extensión territorial de 163,5 hectáreas dentro de la Zona Franca Industrial de Ilo por un plazo de 50 años renovables. El pacto preveía la posibilidad de ampliación de la capacidad operativa del puerto para el atraque de buques de gran calado.
En 2010, también se amplió esta zona franca turística de 2 kilómetros cuadrados a 3,58 kilómetros cuadrados.
El nuevo convenio también incluía un convenio de cooperación entre las Marinas de Guerra de Perú y Bolivia y se autorizaba a que buques de la Armada boliviana navegaran en Ilo con fines de cooperación e instrucción.
En el siglo XIX durante la Guerra del Pacífico, la zona de Arica -que antes era peruana- pasó a Chile, mientras Bolivia cedió su salida al mar. Luego, en el Tratado de Lima (1929) Chile y Perú establecieron que no podían ceder soberanía a otra nación en el territorio que estuvo en disputa (Tacna y Arica) sin consultar al otro.





EXTRACTOS DEL FALLO QUE ESTABLECIÓ QUE CHILE NO TIENE OBLIGACIÓN DE NEGOCIAR CON BOLIVIA
                                                                                                           
"La Corte hace la observación que Bolivia invoca una variedad de bases legales sobre las cuales descansa presuntamente una obligación para que Chile negocie el acceso soberano", señalan.

El Mercurio de Chile (www.economiaynegocios.cl)

Antecedentes del procedimiento: el 24 de abril de 2013 Bolivia presentó una demanda
La Corte recuerda que, el 24 de abril de 2013, el gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia presentó en la Oficina de la Corte una Aplicación para entablar procedimientos contra la República de Chile respecto del conflicto, "en relación a la obligación de Chile de negociar de buena fe y en forma efectiva con Bolivia para llegar a un acuerdo para conceder a Bolivia acceso completamente soberano al Océano Pacífico".
El 15 de julio de 2014, Chile levantó una objeción preliminar a la jurisdicción de la Corte. Mediante su sentencia del 24 de septiembre de 2015, la Corte rechazó la objeción preliminar levantada por Chile y encontró que tenía jurisdicción, en base al artículo XXXI del Pacto de Bogotá, para albergar la aplicación.
Antecedentes históricos y fácticos
Eventos y tratados previos al 1904, incluyendo al Tratado de Transferencia del 1895
Al momento de su independencia, Bolivia tenía una línea costera de más de 400 km a lo largo del océano Pacífico. El 10 de agosto de 1866, Chile y Bolivia firmaron un Tratado de Límites Territoriales, que estableció una línea de demarcación entre los dos Estados, separando sus territorios de la costa del Pacífico. La frontera fue confirmada por el Tratado de Límites del 6 de agosto de 1874.
El 5 de abril de 1879, Chile declaró la guerra a Perú y Bolivia. En el curso de esta guerra, la que se conoció como la Guerra del Pacífico, Chile ocupó el territorio costero de Bolivia. Bolivia y Chile pusieron término a las hostilidades entre ellos, firmando el Pacto de Tregua del 4 de abril de 1884, en Valparaíso, Chile. Bajo los términos del Pacto de Tregua, Chile, entre otros, seguiría gobernando la región costera de Bolivia.
(...)
El Tratado de Paz de 1904
El Tratado de Paz y Amistad del 20 de octubre de 1904 (en adelante, el "Tratado de Paz 1904") oficialmente puso término a la Guerra del Pacífico entre Bolivia y Chile. Bajo los términos de su artículo II, el territorio ocupado por Chile en aplicación del Pacto de Tregua de 1884 se reconoció como propiedad "absoluta y en perpetuidad" de Chile y la completa frontera entre ambos Estados fue delimitada. El artículo III estipuló la construcción, a costo de Chile, de una línea ferroviaria entre el puerto de Arica y el altiplano de La Paz. Esta fue inaugurada el 13 de mayo de 1913. Bajo el artículo VI, Chile entregó a Bolivia "en perpetuidad el derecho más amplio y libre de tránsito comercial en su territorio y sus puertos del Pacífico". Bajo el artículo VII del Tratado, Bolivia tenía "el derecho de establecer agencias de aduana en los puertos que pueda designar para su comercio", e indicó para estos efectos los puertos de Antofagasta y Arica.
Intercambios y declaraciones en los años 20
-El "Acta Protocolizada" de 1920
El 10 de enero de 1920, el ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia y el ministro plenipotenciario de Chile en La Paz se reunieron para tratar, entre otros temas, asuntos relacionados con el acceso de Bolivia al mar y documentaron una serie de reuniones por escrito. A estas minutas las partes se refieren como "Acta Protocolizada".
-Intercambios de seguimiento (1920-1925)
En noviembre de 1920, Bolivia comenzó a revisar el Tratado de Paz 1904 a través de la Liga de Naciones, de acuerdo con el artículo 19 del Tratado de Versalles, que estipula que la "Asamblea puede... aconsejar la reconsideración por Miembros de la Liga de tratados que se han vuelto inaplicables". La solicitud fue considerada inadmisible por una comisión de juristas, porque solo los Estados contratantes, no la Asamblea, eran competentes para modificar los tratados.
(...)
La Propuesta Kellogg de 1926 y el Memorando Matte de 1926
El 30 de noviembre de 1926, el secretario de Estado de los EE.UU., Sr. Frank B. Kellogg, presentó una propuesta a Chile y Perú respecto del asunto de la soberanía sobre las provincias de Tacna y Arica. Según la propuesta, Chile y Perú cederían a Bolivia, en perpetuidad, todo derecho, título e interés que cualquiera de los países pudiera tener en las provincias de Tacna o Arica, sujeto a garantías apropiadas para la protección y preservación, sin discriminación, de los derechos personales y de propiedad de todos los habitantes de las provincias de cualquier nacionalidad.
(...)
Mediante un memorando del 4 de diciembre de 1926 (conocido como el "Memorando Matte"), dirigido al secretario de Estado de los Estados Unidos, el ministro de Relaciones Exteriores de Chile declaró que la Propuesta Kellogg iba mucho más allá de las concesiones que el Gobierno chileno estaba dispuesto a dar, ya que contemplaba la cesión de territorio chileno.
(...)
Reacción de Bolivia al Tratado de Lima de 1929 y su protocolo suplementario
Debido a las dificultades que surgieron en la ejecución del laudo arbitral entre Chile y Perú, respecto de los términos del plebiscito sobre Tacna y Arica estipulados en el artículo 3 del Tratado de Ancón, Chile y Perú acordaron resolver el asunto de la soberanía sobre Tacna y Arica mediante un tratado y no un plebiscito para determinar la soberanía. El 3 de junio de 1929, Chile y Perú concluyeron el Tratado de Lima, por el cual acordaron que la soberanía sobre el territorio de Tacna pertenecía a Perú y la sobre Arica a Chile.
(...)
En un memorando al secretario de Estado de los EE.UU. de América, con fecha del 1 de agosto de 1929, con recepción de este acuerdo, el ministro de RR.EE. de Bolivia afirmó que este nuevo acuerdo entre Chile y Perú no resultaría en la renuncia por parte de Bolivia a su "política de restauración de [su] soberanía marítima".
El intercambio de notas de 1950
En los últimos años de los 40, Bolivia y Chile continuaron sosteniendo discusiones respecto del acceso de Bolivia al mar. Notablemente, en una nota con fecha de 28 de junio de 1948, el embajador de Bolivia en Chile reportó al ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia sus interacciones con el Presidente chileno, Sr. Gabriel González Videla, respecto de la apertura de estas negociaciones e incluyó un borrador de protocolo con la propuesta de Bolivia.
En una nota con fecha del 1 de junio de 1950, el embajador de Bolivia en Chile realizó una propuesta formal al ministro de RR.EE. de Chile para entablar negociaciones, para "satisfacer la necesidad fundamental de Bolivia para obtener su propio acceso soberano al Océano Pacífico, solucionando el problema de la situación sin litoral de Bolivia en términos que tomaran en cuenta el beneficio mutuo e intereses genuinos de ambas naciones". En una nota del 20 de junio de 1950, el ministro de RR.EE. de Chile respondió que este gobierno aceptó la propuesta de entrar en negociaciones.
Las negociaciones entre Chile y Bolivia no hicieron más progreso en los años siguientes.
El Memorando Trucco de 1961
Entre 1951 y 1957, los intercambios entre las partes se enfocaron en la mejora de la implementación práctica del régimen para el acceso de Bolivia al océano Pacífico. El 10 de julio de 1961, al enterarse de la intención de Bolivia de levantar el tema de su acceso al océano Pacífico durante la Conferencia Interamericana a organizarse más adelante ese año, el embajador chileno en Bolivia, Sr. Manuel Trucco, le entregó al ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia un memorando, conocido como el "Memorando Trucco". Este enfatizó que Chile estaba abierto a entablar negociaciones directas con el objetivo de buscar una fórmula que permitía conceder a Bolivia su propio acceso soberano al océano Pacífico y permitía que Chile obtuviera una compensación de naturaleza no territorial.
(...)
Rompimiento por parte de Bolivia de las relaciones diplomáticas
El 15 de abril de 1962, Bolivia cortó las relaciones diplomáticas con Chile como consecuencia del uso por parte de este último de las aguas del río Lauca. El 27 de marzo de 1963, el ministro de RR.EE. de Chile indicó que Chile "no estaba dispuesto a entrar en discusiones que podrían afectar la soberanía nacional o involucrar una cesión de territorio de cualquier naturaleza", y negó que el Memorando Trucco constituyera "una nota oficial", enfatizando que fue meramente una "Ayuda de Memoria".
(...)
El acuerdo de Charaña
El 8 de febrero de 1975 el Presidente de Bolivia y Chile firmaron una Declaración Conjunta en Charaña conocida como la Declaración de Charaña, en la cual se comprometen a continuar un diálogo, en distintos niveles, con el fin de buscar fórmulas para resolver asuntos vitales que enfrentaron ambos países como la situación sin litoral que afecta a Bolivia.
En busca del diálogo, Bolivia propuso directrices para las negociaciones el 26 de agosto de 1975.
En diciembre de ese año, Chile presentó su contrapropuesta para las directrices que incluyó una condición de intercambio territorial. Mediante un intercambio de Notas del 28 de julio y el 11 de agosto de 1976, Chile y Bolivia acordaron establecer una comisión mixta permanente que fue creada el 18 de noviembre de 1976 "para discutir cualquier asunto de interés común para ambos países".
Durante 1976, Bolivia confirmó que estaba dispuesta a considerar transferir ciertas áreas de su territorio a cambio de una porción equivalente de territorio chileno. El 19 de diciembre de 1975, Chile preguntó a Perú si estaba de acuerdo con la cesión territorial que se tenía pensada entre Bolivia y Chile. En noviembre de 1976, Perú respondió con una contrapropuesta para la creación de un área bajo soberanía tripartita que no fue aceptada ni por Chile ni por Bolivia. Sin embargo, Perú rechazó cambiar su postura con respecto a este tema.
El 24 de diciembre de 1976, el Presidente de Bolivia anunció públicamente que él "propuso que el Gobierno de Chile modificara su propuesta para eliminar la condición relacionada con el intercambio de territorio" si iban a continuar las negociaciones. Sin embargo, durante 1977, los Ministros de Relaciones Exteriores de Bolivia y Chile emitieron una Declaración Conjunta reafirmando la necesidad de continuar las negociaciones.
En una carta con fecha del 21 de diciembre de 1977, el Presidente de Bolivia informó a su contraparte chilena que, con el fin de continuar con las negociaciones, se deberían establecer nuevas condiciones para lograr los objetivos estipulados en la Declaración de Charaña, en particular que se debería retirar tanto la condición de intercambio territorial como la propuesta de Perú de una zona de soberanía compartida entre los tres países. En enero de 1978, Chile informó a Bolivia que las directrices para las negociaciones acordadas en diciembre de 1975 seguían siendo la base de cualquier negociación.
El 17 de marzo de 1978, Bolivia informó a Chile que estaba suspendiendo las relaciones diplomáticas entre ellos debido a la falta de flexibilidad de Chile con respecto a las condiciones de la negociación y a la falta de esfuerzo de Chile para obtener el consentimiento de Perú para el intercambio de territorio.
Declaraciones de Bolivia y Chile ante la OEA y resoluciones adoptadas por la Organización
El 6 de agosto de 1975, el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos, del cual Bolivia y Chile son Estados miembros, adoptó por decisión por consenso la CP/RES. 157 que indica que el Estado sin litoral de Bolivia era materia de "preocupación en el hemisferio" y que todos los Estados americanos ofrecían su cooperación para "buscar soluciones" de acuerdo con los principios de la ley internacional y con el acta constitutiva del OAS.
Esta resolución fue seguida por otras 11 resoluciones, reafirmando la importancia del diálogo y de la identificación de una solución al problema marítimo de Bolivia, adoptadas por la Asamblea General del OAS, entre 1979 y 1989. Chile no votó a favor de ninguna de las 11 resoluciones, pero no se opuso al consenso en tres ocasiones, mientras hacía declaraciones o daba explicaciones con respecto al contenido y al estado legal de las resoluciones adoptadas.
-El "nuevo enfoque" de 1986-1987
Luego de las elecciones presidenciales en Bolivia en julio de 1985, se abrieron nuevas negociaciones entre Bolivia y Chile, dentro del marco de trabajo de lo que fue llamado el "nuevo enfoque". En noviembre de 1986 se informó a la Asamblea General de la OEA sobre la renovación de las negociaciones de Bolivia y Chile. En una reunión entre Bolivia y Chile realizada desde el 21 al 23 de abril de 1987 en Montevideo, Uruguay, Bolivia presentó dos propuestas alternativas para tener acceso al océano Pacífico. Ambas propuestas involucraban la transferencia de una parte del territorio chileno.
El 9 de junio de 1987, Chile rechazó ambas propuestas.
(...)
-La Declaración de Algarve (2000) y la Agenda de 13 puntos (2006)
En 1995, las partes reanudaron sus discusiones y lanzaron un "Mecanismo boliviano-chileno de Consulta Política" para tratar los temas bilaterales. El 22 de febrero de 2000, los ministros de Relaciones Exteriores de ambos países emitieron un comunicado conjunto, la "Declaración de Algarve", que pretendía fijar una agenda de trabajo que incluiría "sin excepción alguna, los temas esenciales en la relación bilateral".
Desde el 2000 al 2003, las partes se involucraron en discusiones relacionadas con una concesión chilena a Bolivia para la creación de una zona económica especial por un período inicial de 50 años, pero el proyecto finalmente fue rechazado por Bolivia.
Luego de diferentes intercambios realizados a lo largo del 2005 y el 2006, el 17 de julio de 2006, los viceministros de Relaciones Exteriores de Bolivia y Chile anunciaron públicamente una Agenda de 13 puntos, que abarcaba "todos los asuntos relevantes para la relación bilateral" entre las partes, incluyendo el "asunto marítimo" (Punto 6).
(...)
Durante una reunión, el 28 de julio del 2011, el Presidente de Chile reiteró a su contraparte boliviana los términos de su propuesta basada en las siguientes tres condiciones: el cumplimiento del Tratado de Paz 1904, la ausencia de concesión de soberanía y la modificación de la cláusula de la Constitución boliviana que se refiere al derecho de Bolivia a un acceso al océano Pacífico. Debido a las posiciones divergentes de las partes, las negociaciones finalizaron.
Consideraciones preliminares: "Los Estados son libres de recurrir a negociaciones o de poner fin a ellas"
Antes de examinar las bases legales invocadas por Bolivia con respecto a la obligación presunta de Chile de negociar el acceso soberano de Bolivia al océano Pacífico, la Corte analiza el significado y el alcance de las presentaciones de Bolivia.
La Corte trae a la memoria que, en sus presentaciones que no han cambiado desde la solicitud, Bolivia requirió a la Corte que decretara y declarara que "Chile tiene la obligación de negociar con Bolivia con el fin de llegar a un acuerdo que garantice a Bolivia un acceso soberano total al océano Pacífico".
(...)
La Corte hace notar que las negociaciones entre los Estados pueden llevar a un acuerdo que selle su disputa, pero generalmente, "una obligación de negociar no implica una obligación de llegar a un acuerdo".
(...)
Como lo indicó la Corte en su juicio del 24 de septiembre de 2015 en la objeción preliminar elevada por Chile, "Bolivia no pide a la Corte declarar que tiene un derecho de acceso soberano al mar". Lo que Bolivia pide en sus presentaciones es que Chile está bajo la obligación de negociar, "con el fin de alcanzar un acuerdo que garantice a Bolivia un acceso soberano total".
La Corte recuerda que, en su juicio sobre la objeción preliminar de Chile, la Corte determinó "que el tema de discusión de la disputa es si Chile está obligado a negociar de buena fe el acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico". Como lo indicó la Corte, esta obligación presunta no incluye un compromiso de alcanzar un acuerdo sobre el tema de discusión de la disputa.
(...)
Las bases legales presuntas de una obligación de negociar el acceso soberano de Bolivia al océano Pacífico
La Corte explica que, en la legislación internacional, la existencia de una obligación de negociar se debe determinar de igual manera que cualquier otra obligación legal. La negociación es parte de la práctica común de los Estados en sus relaciones bilaterales y multilaterales. Sin embargo, el hecho que un tema dado sea negociado en un tiempo dado no es suficiente para dar origen a una obligación de negociar. En particular, para que haya una obligación de negociar en base a un acuerdo, los términos utilizados por las partes, el asunto en discusión y las condiciones de las negociaciones deben demostrar una intención de las partes de estar obligados legalmente. Esta intención, en la ausencia de términos explícitos que indiquen la existencia de un compromiso legal, se puede establecer en base a un análisis objetivo de toda la evidencia.
La Corte hace la observación que Bolivia invoca una variedad de bases legales sobre las cuales descansa presuntamente una obligación para que Chile negocie el acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico. La Corte indica que primero analizará si alguno de los instrumentos invocados por el Solicitante, en particular los acuerdos bilaterales o las declaraciones y otros actos unilaterales, dan origen a una obligación de negociar el acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico. Luego, la Corte examinará, si es necesario, las otras bases legales invocadas por el Solicitante, a saber la aquiescencia, el impedimento legal y las expectativas legítimas. Finalmente, la Corte abordará, si se garantiza, los argumentos en base al Acta Constitutiva de las Naciones Unidades y del OAS.
Acuerdos bilaterales
La Corte recuerda que la reclamación de Bolivia descansa principalmente en la existencia supuesta de uno o más acuerdos bilaterales que impondrían a Chile una obligación de negociar el acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico. De acuerdo a Bolivia, las Partes alcanzaron algunos acuerdos que establecían o confirmaban la obligación de Chile de negociar.
-Los intercambios diplomáticos de los años 1920
La Corte analiza los intercambios diplomáticos entre las Partes en 1920, en particular el "Acta Protocolizada", es decir, las minutas de una reunión realizada en enero de 1920 entre el Ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia y el Ministro Plenipotenciario de Chile en La Paz, así como también los intercambios de seguimiento a esa reunión.
(...)
La corte hace la observación que el "Acta Protocolizada" no enumera ningún compromiso y ni siquiera resume los puntos de acuerdo y desacuerdo. Además, la penúltima cláusula de estas minutas registra que el Ministro del Exterior de Bolivia indicó que "las presentes declaraciones no contienen cláusulas que creen derechos u obligaciones para los Estados cuyos representantes las hacen".
(...)
-El intercambio de Notas de 1950
Luego, la Corte dirige su atención al intercambio de Notas diplomáticas de 1950 entre las Partes en relación al acceso de Bolivia al mar, así como también al memorando de 1961 hecho por el Embajador de Chile en Bolivia, Manuel Trucco, que fue entregado al Ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, llamado por las partes el "Memorando Trucco".
Este indica que las Notas intercambiadas no contienen las mismas palabras ni reflejan la postura idéntica, en particular en lo que se refiere al tema crucial de las negociaciones relacionadas con el acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico. Por lo tanto, el intercambio de Notas no se puede considerar como un acuerdo internacional. La Corte también hace la observación que el Memorando Trucco no crea ni reafirma ninguna obligación de negociar el acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico.
-La Declaración de Charaña de 1975
Con respecto a una Declaración Conjunta firmada por los Presidentes de Bolivia y Chile en Charaña el 8 de febrero de 1975, la Corte indica que las palabras de la Declaración no expresan la existencia o la confirmación de una obligación de negociar el acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico.
(...)
La Corte concluye que no se puede inferir una obligación para Chile de negociar el acceso soberano de Bolivia al mar a partir de la Declaración de Charaña o las declaraciones que siguieron a la adopción de este instrumento.
-Los comunicados de 1986
Después, la Corte examina los comunicados emitidos por los Ministros de Relaciones Exteriores de Bolivia y Chile en noviembre de 1986.
(...)
La Corte hace notar que los dos comunicados son instrumentos separados, que las palabras utilizadas en ellos no son las mismas y que, además, ninguno de estos documentos incluye una referencia al acceso soberano de Bolivia al mar. En cualquier caso, la Corte no encuentra en los dos comunicados referidos por Bolivia ni en la conducta posterior de las Partes ninguna indicación de que Chile aceptó una obligación de negociar la cuestión del acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico.
-La Declaración de Algarve (2000)
Con respecto a la "Declaración de Algarve" emitida por los Ministerios de Relaciones Exteriores de Bolivia y Chile el 22 de febrero del 2000, la Corte considera que no contiene un acuerdo que imponga sobre Chile una obligación de negociar el acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico. La Corte llega a la misma conclusión con respecto a un Comunicado Conjunto emitido por los Presidentes de Bolivia y Chile el 1 de septiembre del 2000.
-La Agenda de 13 Puntos (2006)
La Corte analiza la "Agenda de 13 puntos" realizada durante una reunión de julio del 2006 del Grupo de Trabajo Bolivia-Chile sobre Asuntos Bilaterales y anunciada por los Vice-Ministros de Relaciones Exteriores de Bolivia y Chile.
Esta hace notar que el ítem "asunto marítimo" incluido en la Agenda de 13 puntos es un asunto de discusión que es lo suficientemente amplio para abarcar el tema del acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico. El corto texto en las minutas del Grupo de Trabajo relacionado con el asunto marítimo solo indica que "ambas delegaciones entregaron informes breves sobre las discusiones que tuvieron sobre este tema hace pocos días y acordaron dejar este tema para ser considerado por los Vice Ministros en sus reuniones". Según lo que destacó el Jefe de la Delegación boliviana a la Asamblea General del OAS, "la Agenda fue concebida como una expresión de la disposición política de ambos países de incluir el asunto marítimo". Según la Corte, la mera mención del "asunto marítimo" no da origen a una obligación de las Partes de negociar en forma general e incluso menos en lo que respecta al asunto específico del acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico.
Basándose en el estudio de los argumentos de las Partes y en la evidencia producida por ellas, la Corte concluye, en relación a los instrumentos bilaterales invocados por Bolivia, que estos instrumentos no establecen ninguna obligación sobre Chile de negociar el acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico.
Declaraciones de Chile y otros actos unilaterales
Con respecto al argumento de Bolivia que las declaraciones y otros actos unilaterales de Chile crean una obligación de negociar el acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico, la Corte hace notar que las declaraciones de Chile y otros actos unilaterales sobre los cuales Bolivia se respalda no se expresan en términos de promesa de una obligación legal sino como disposición de involucrarse en negociaciones relacionadas con el tema del acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico. Por ejemplo, Chile declaró que estaba "dispuesto a buscar que Bolivia adquiera su propia salida al mar" y "escuchar cualquier propuesta de Bolivia que busque resolver su condición de sin litoral".
En otra ocasión, Chile indicó su "propósito invariable de estudiar, junto con ese país hermano, dentro del marco de trabajo de una negociación franca y amigable, los obstáculos que limitan el desarrollo de Bolivia debido a su condición de sin litoral". Las palabras de estos textos no sugieren que Chile se haya comprometido a una obligación legal de negociar el acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico. Con respecto a las circunstancias de las declaraciones de Chile, la Corte además hace la observación que no existe evidencia de una intención por parte de Chile de asumir una obligación de negociar. Por lo tanto, la Corte concluye que una obligación de negociar el acceso soberano de Bolivia al mar no puede descansar en ningún acto unilateral de Chile a los que hace referencia Bolivia.
Aquiescencia
Luego, la Corte considera la aseveración de Bolivia que Chile se ha comprometido a negociar el acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico. Hace notar que Bolivia no ha identificado ninguna declaración que requiera una respuesta o reacción por parte de Chile con el fin de evitar que surja una obligación. En particular, la declaración realizada por Bolivia (...) que se refiere a las "negociaciones sobre la restauración de Bolivia de su propia salida soberana al Océano Pacífico" no implica el alegato de la existencia de alguna obligación para Chile con respecto a eso. Así, no se puede considerar la aquiescencia una base legal de una obligación de negociar el acceso soberano de Bolivia al mar.
Stoppel
En lo que respecta al argumento de Bolivia que una obligación de Chile de negociar el acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico se puede basar en un stoppel (impedimento legal), la Corte recuerda que los "elementos esenciales requeridos por el impedimento legal" son "una declaración o representación hecha por una parte a otra y la dependencia de ella de esa otra parte para su detrimento o para la ventaja de la parte que la hace". Encuentra que en este caso, las condiciones esenciales requeridas para el stoppel no se cumplen.
Expectativas legítimas
(...)
A partir de estas referencias no se indica que exista en la ley internacional general un principio que diera origen a una obligación en base a lo que se podría considerar una expectativa legítima. El argumento de Bolivia se basa en las expectativas legítimas que así no se pueden sostener.
Artículo 2, párrafo 3 del acta constitutiva de las Naciones Unidas y Artículo 3 del Acta Constitutiva de la Organización de Estados Americanos
Luego, la Corte considera si una obligación de negociar pudiera basarse en el artículo 2, párrafo 3 del Acta Constitutiva de las Naciones Unidas o el Artículo 3 del acta constitutiva de la OEA. Recuerda que, de acuerdo al artículo 2, párrafo 3, del acta constitutiva de las Naciones Unidas, "todos los miembros deberán sellar sus disputas con medios pacíficos de tal manera que no se pongan en peligro la paz, la seguridad y la justicia".
Para la Corte este párrafo indica un deber general de sellar las disputas de manera de conservar la paz, la seguridad y la justicia internacional, pero no existe indicación en esta cláusula que las partes en una disputa deban recurrir a un método específico de solución, como por ejemplo, una negociación. La Corte sostiene que no surge ninguna obligación de negociar el acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico para Chile bajo el Acta constitutiva de las Naciones Unidas. En relación al acta constitutiva de la OEA, la Corte recuerda que su artículo 3 (i) indica que "las controversias de carácter internacional que surgen entre dos o más Estados Americanos se deben sellar mediante procedimientos pacíficos". Además, la Corte no considera que esta cláusula pudiese ser la base legal de una obligación de negociar el acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico.
Las resoluciones de la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos
Luego, la Corte se aboca al argumento de Bolivia que 11 resoluciones de la Asamblea General de la OEA que se relacionan con el asunto de su acceso soberano al Océano Pacífico confirman el compromiso de Chile de negociar este tema. Hace notar que ninguna de las resoluciones pertinentes indica que Chile está bajo la obligación de negociar el acceso soberano de Bolivia al océano Pacífico. Estas resoluciones recomiendan meramente a Bolivia y Chile que se involucren en negociaciones sobre este asunto. Más aún, como lo reconocen ambas Partes, las resoluciones de la Asamblea General de la OEA no son vinculantes y no pueden ser la fuente de una obligación internacional.
(...)Así, la Corte no puede inferir a partir del contenido de estas resoluciones ni a partir de la postura de Chile con respecto a su adopción que Chile ha aceptado una obligación de negociar el acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico.
La importancia legal de instrumentos, actos y conducta tomados acumulativamente
(...)
La Corte observa que el argumento de Bolivia de un efecto acumulativo de actos sucesivos de Chile se basan en el supuesto de que una obligación puede surgir a través del efecto acumulativo de una serie de actos, incluso si no se basa en una base jurídica específica. Sin embargo, dado que el análisis de la Corte muestra que Chile no ha adquirido ninguna obligación de negociar el acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico a partir de cualquiera de las bases jurídicas invocadas individualmente, una consideración acumulativa de las diversas bases no puede agregarse al resultado. No es necesario que la Corte considere si existió continuidad en los intercambios entre las Partes, ya que, en caso de probarse, dicho hecho no establecería en ningún caso la existencia de una obligación de negociar el acceso soberano al océano Pacífico de Bolivia.
Conclusión general: La Corte no puede concluir que Chile tiene "la obligación de negociar"
La Corte observa que Bolivia y Chile tienen una larga historia de diálogo, intercambios y negociaciones para identificar una solución adecuada a la situación sin litoral de Bolivia luego de la Guerra del Pacífico y el Tratado de Paz de 1904. Sin embargo, la Corte no puede concluir, sobre la base del material presentado, que Chile tiene "la obligación de negociar con Bolivia para llegar a un acuerdo que otorgue a Bolivia un acceso totalmente soberano al Océano Pacífico".
En consecuencia, la Corte no puede aceptar los otros alegatos finales presentados por Bolivia (...).
La Corte añade que su conclusión no debe entenderse que impide que las Partes continúen su diálogo e intercambios, en un espíritu de buena vecindad, para abordar las cuestiones relacionadas con la situación sin salida al mar de Bolivia, la solución que ambos han reconocido como un asunto de interés mutuo.





TRAS FALLO DE LA HAYA, EXPERTO PLANTEA QUE BOLIVIA SE VUELQUE AL ATLÁNTICO

Sputnik News de Rusia (www.mundo.sputniknews.com)
                                                              
Bolivia debe apostar a su acceso fluvial al océano Atlántico para dejar de depender de los puertos del norte chileno sobre el Pacífico, dijo a Sputnik un destacado experto comercial, tras un fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que denegó la demanda boliviana.
"Como país, no podemos seguir dependientes de los puertos chilenos por donde pasa el 75% de la carga boliviana de exportación e importación, no podemos seguir forzados a depender de un vecino que en muchos casos se ha mostrado hostil", dijo Gary Rodríguez, gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
El experto, quien expresa habitualmente el punto de vista de los empresarios agropecuarios de Santa Cruz (oriente), el departamento más rico del país, hizo la declaración horas después de que la CIJ, con sede en La Haya, falló que Chile no está obligado jurídicamente a negociar con Bolivia una salida soberana al océano Pacífico.
"Con más razón hoy es válido eso de que de lo malo hay que sacar algo bueno, y esto es la oportunidad y desafío de explotar nuestro potencial de comunicación al Atlántico, como forma efectiva de vencer la mediterraneidad en que nos ha dejado la pérdida de nuestras costas a manos de Chile", afirmó Rodríguez.
Por los puertos del norte chileno, principalmente Arica, pasa actualmente una carga internacional boliviana que suma 3,8 millones de toneladas al año, explicó.
El experto aseguró que gran parte de esa carga podría ser derivada hacia el Atlántico por la hidrovía formada por los ríos Paraguay y Paraná, cuya utilización ha crecido considerablemente en los últimos años.
Bolivia tiene ya en su extremo sudoriental fronterizo con Brasil tres puertos en la cabecera de esa hidrovía, por los que el año pasado movió 1,5 millones de toneladas de carga de exportación e importación.
"Si sumamos a esos tres puertos el que está proyectado en Puerto Busch, la hidrovía puede convertirse en muy poco tiempo en la vía principal de acceso marítimo para el comercio boliviano", afirmó Rodríguez.
Los exportadores bolivianos tendrían en la hidrovía la posibilidad de usar puertos en condiciones de soberanía, evitando situaciones frecuentemente perjudiciales en los puertos chilenos, donde, según señaló, no siempre se cumplen las condiciones de libre tránsito acordadas en un tratado de 1904.
"Según un estudio de la Cámara de Industria y Comercio de Santa Cruz, solo en el período 2013-2017 los exportadores bolivianos han sufrido pérdidas de más de 300 millones de dólares por las más de 60 paralizaciones de los puertos chilenos, por diversos motivos", indicó el gerente del IBCE.
El desarrollo de alternativas diferentes a los puertos chilenos para el comercio boliviano no quitará vigencia a la "justa demanda histórica" de recuperación de un acceso soberano al Pacífico ni tendría que frenar el megaproyecto de corredor ferroviario bioceánico que impulsa Bolivia, según Rodríguez.
Ese corredor, que según Bolivia está en fase final de negociación, uniría con trenes de alta velocidad los puertos de Santos, en Brasil, e Ilo, en Perú, pasando por territorio boliviano.





BOLIVIA ESTÁ PREPARADA PARA SEGUIR ADELANTE CON SU RECLAMO

Sputnik News de Rusia (www.mundo.sputniknews.com)

El fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) frustró la expectativa de los bolivianos de tener al fin una salida soberana al mar: lo que la sociedad boliviana entiende como un derecho arrebatado, no podrá ser reivindicado a través de la justicia. Pero Bolivia está preparada para continuar, aseguró a Sputnik el senador Efraín Chambi.
"Los bolivianos esperamos el resultado con mucha expectativa y optimismo, pero entendemos también los argumentos de estas instancias internacionales", sostuvo Chambi, del Movimiento al Socialismo.
"Entendemos que seguimos en una especie de una estructuración meramente leguleyista y sabemos cuál es el derecho romano en el que se maneja esta instancia, sin embargo hoy día el mundo exige de otras connotaciones", aseguró.
La CIJ determinó que Chile no está obligado a negociar un acceso soberano al mar para Bolivia e invocó a ambas partes a continuar con el diálogo en un espíritu de buena vecindad, lo que fue saludado por el mandatario boliviano, Evo Morales.
El senador Chambi aseguró que los bolivianos "nunca van a claudicar". "Seguiremos luchando por un derecho que nos arrebataron y en los próximos días se dará a conocer cómo retomar este reclamo. Bolivia estaba preparada para ambas eventualidades, ya fuera favorable o no", aseguró.
El conflicto entre Bolivia y Chile se remonta a 1879, cuando las tropas chilenas invadieron el departamento boliviano del Litoral, con más de 400 kilómetros de costa sobre el Océano Pacífico.
La derrota de los bolivianos significó la pérdida de su acceso al mar, un hecho que se consumó en 1904 con la firma del Tratado de Paz y Amistad, en el que La Paz cedía estos territorios a cambio del tránsito libre e irrestricto por los puertos de Antofagasta y Arica.
El politólogo y sociólogo boliviano Daniel Moreno, comentó a Sputnik que los argumentos de los jueces para sustentar su fallo "son relativamente sólidos y quizás lo que falló de inicio fue el carácter de la demanda boliviana".
"No me parece que algún evento propio del clima político nacional o internacional haya intervenido en la decisión de los jueces, sino que este fue un resultado sumamente jurídico", sostuvo Moreno.
Según comentó el politólogo, la sociedad boliviana esperaba otro resultado, "en parte por la campaña que había realizado el Gobierno mostrando todo el proceso de demanda en La Haya, que había generado expectativas muy altas".
Moreno contó cómo todo el país se puso de vigilia ante lo que podría haber sido un hecho histórico: "Hubo vigilias en distintas ciudades, familias y grupos laborales se reunieron para esperar la transmisión en vivo el fallo de esta corte internacional y todo terminó con una gran frustración".
No obstante aclaró que "la reivindicación marítima es parte del destino de este país y es una obligación de sus gobernantes", de hecho está registrado en la Constitución boliviana. "Así que este tema va a continuar probablemente en la relación bilateral con Chile", concluyó el politólogo.





LAS EMPRESAS CHILENAS QUE SE INSTALARON E INVIERTEN EN BOLIVIA

Radio Bio Bio de Chile (www.biobiochile.cl)
                                              
Las relaciones diplomáticas entre Chile y Bolivia están quebradas, pero eso no ha impedido que el intercambio comercial entre ambos países siga creciendo. Cada vez son más las empresas nacionales que prueban suerte en territorio boliviano.
Abril de 1993 es el momento clave en el aspecto económico que une a ambas naciones, aquel mes, tras dos años de negociaciones, se firmó el Acuerdo de Complementación Económica entre Chile y Bolivia, que comenzó a regir de inmediato.
Desde ese instante varias empresas emblemáticas de la industria chilena pusieron sus ojos en el país altiplánico y abrieron operaciones en sus tierras.
La embotelladora CCU, ligada al Grupo Luksik, por ejemplo, en 2014 entró al mercado boliviano asociándose con el Grupo Monasterio, a través de su filial Bebidas Bolivianas.
Dos plantas en Santa Cruz de La Sierra y una participación de un 51% de la filial -desde agosto del presente año-, son la realidad de CCU en aquellas tierras, tal como consignó el Diario Financiero.
La propia CCU aseguró que la operación “se enmarca en los objetivos estratégicos 2016-2018, destacando en particular el crecimiento en las categorías y países en los que participa actualmente la compañía, así como la profundización del modelo de negocio”.
Su par Embonor, entró a Bolivia mucho antes, en 1995, a través de filial Embol. Según información que la propia embotelladora entrega en su memoria de 2017, la empresa afirma que “considerando que la operación de Bolivia aumentó su participación de mercado en la industria de bebidas gaseosas de un 81,6% en 2016 a 82,6% en 2017, y considerando que esta representa un 85% del negocio de venta de bebestibles en Bolivia, es posible afirmar que este mercado tuvo un decrecimiento de 1,3%”.
El mismo documento detalla luego, que esto significó un “ingreso por venta de $234.753 millones”.
Otras dos empresas chilenas que se abren paso con indiferencia de los problemas territoriales, son Laboratorio Durandin con sus productos para bebés Simond’s y Familand -entre otros- y la Automotora Derco, a través de IMCRuz.
Otro punto que refuerza los intereses comerciales de ambos países, es que empresarios chilenos y bolivianos constituyeron el 27 de marzo la Cámara de Comercio, Industria, Servicios y Turismo (Chilebol).
Lo anterior “con el fin de fomentar y apoyar las inversiones en ambos países y estrechar sus lazos comerciales”, según confirmaron sus directivos al diario boliviano La Razón.
Para aquel entonces, en La Paz y Santa Cruz ya operaban dos clínicas de salud chilenas pertenecientes al grupo Inbiocretec/Clínica Bicentenario, socio fundador del organismo.
Tal como informó el citado medio, entre las empresas fundadoras de la Cámara de Comercio Chilebol están el estudio jurídico Montt Group, Inversiones Astar, Ferroviaria Oriental sede Santa Cruz, Ferroviaria Andina, Wellfield Services, Ecomin, Senzacqua, Inbiocriotec y Ass Ingeniería SpA..





“LA DERECHA ROBA, A LA IZQUIERDA LA PILLAN PORQUE NO SABE” Y OTRAS FRASES DE LA DELIRANTE ENTREVISTA DE COPANO A FLOR MOTUDA

El parlamentario ahondó respecto a su postura sobre la demanda marítima y envió varios recados a la derecha.

El Dínamo de Chile (www.eldinamo.cl)
                                                                                              
El diputado del Partido Humanista, Raúl Florcita Alarcón, reiteró su postura a favor de la demanda marítima que presentó Bolivia contra Chile ante La Haya, a solo horas de que la Corta Internacional terminara fallando a favor de nuestro país.
En entrevista con CNN Chile, el parlamentario ahondó respecto a este tema, pero también conversó sobre su rol en el plebiscito de 1988 y cómo la política se “ha ido corrompiendo” desde entonces.
En su particular estilo, el reconocido Florcita Motuda manifestó, entre otras cosas, que “la derecha siempre ha sabido robar, viene la izquierda y la pillan porque no sabe robar”.
A continuación te presentamos sus más destacadas frases:
“Hice una declaración en Twitter donde me alegraba mucho que los países Chile y Bolivia asumieran y respetaran el fallo de La Haya (…) La vecindad va a provocar que lleguemos a acuerdos interesantes“.
“Todo el mundo sabe que Longueira hicieron movidas para pagarle a algunos diputados y senadores para que el mar quedara en siete familias. Eso no se ha solucionado todavía. El mar no es nuestro”.
Evo Morales ha sido un buen presidente“.
“Hace tiempo empezaron a abusar conmigo, a hacerme bullying con este tema de Bolivia“.
“Fue interesante poner la cara (en la franja del No), era humanizar el asunto“.
“Hay gente de derecha que duda del sufrimiento de la gente. Ese sufrimiento es animal, es el temor irracional a la tortura (…) Lo único que le queda a la gente de derecha que no respeta el dolor, es creer porque si sintieran lo que sintió la gente, es horroroso”.
“Los políticos aprendieron a corromporse. La derecha siempre ha sabido robar, viene la izquierda y la pillan porque no sabe robar“.
Confío más en el feminismo que en la izquierda“.
“(Denuncias por acoso y abuso sexual) Me demuestra que se está produciendo un cambio cultural muy violento (…) Los hombres hemos estado en una situación de confort“.
“El patriarcado ha estado con muchas ventajas”.

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