lunes, 18 de marzo de 2019

MANUEL CANELAS, MINISTRO DE COMUNICACIÓN DE BOLIVIA: “LAS DEMANDAS EN 2019 NO PUEDEN SER LAS MISMAS QUE EN 2005”


Bolivia se ha convertido en uno de los pocos países enmarcados en lo que se llamó el socialismo del siglo XXI que ha resistido los golpes de la derecha. El nuevo ministro de Comunicación de Bolivia, Manuel Canelas, relata a El Salto, la necesidad de actualizar el discurso del proceso de cambio liderado desde 2006 por Evo Morales.


Manuel Canelas (Caracas, 1981) es el nuevo ministro de Comunicación de Bolivia. En ese país creció al término del exilio de sus padres en Venezuela y allí fue elegido diputado de la Asamblea Legislativa Plurinacional en 2014. Licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid, saltó al ejecutivo como viceministro de Planificación en febrero de 2018. Menos de un año después, Canelas se ha convertido en uno de los principales portavoces del Gobierno y una de las figuras ascendentes del Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales. Bolivia decidirá en octubre de este año si vota por el cuarto mandato consecutivo de su presidente, tras una polémica habilitación de su candidatura por el Tribunal Constitucional después de perder un referéndum en 2016.
¿Qué se juega Bolivia en este año de elecciones?
Nos jugamos la continuidad del proceso de transformación de la última década que ha experimentado el país con unos resultados muy positivos. No es muy temerario decir que esta es la mejor década del país en muchas, muchas décadas. Es fácil de comprobar viendo cualquier estudio de la Cepal o el Banco Mundial. Salvo entre las posiciones opositoras más radicales, hay un balance positivo de la década en términos de reducción de la pobreza, la desigualdad, inclusión social.
Vas a encontrar prácticamente a cualquier candidato de la oposición diciendo que lo que más valora de Morales es la inclusión social. Lo dicen como una frase pequeña, pero tiene un impacto enorme cuando hablas de que se ha incluido política, social y económicamente a la mitad de la población autopercibida como indígena, que estaba excluida. Habrá que ver cómo nos va en las elecciones: nosotros somos relativamente optimistas. Consideramos que, y esto no es un dato bueno, de momento no hay ningún proyecto alternativo que muestre una capacidad de conducción del país, de continuidad, de mejora de las reformas hechos estos años.
A principios de 2019 Bolivia aparece casi como la única superviviente en Sudamérica de los gobiernos progresistas de principios de siglo. ¿Por qué Sudamérica está girando a la derecha?
Creo que habría que hacer un análisis caso por caso, tengo mis dudas de si hay suficientes elementos para decir que hay un giro a la derecha en la región. Creo que hay más elementos para pensar que los proyectos progresistas en algunos lugares clave han encontrado sus límites. En el relato entusiasta del giro a la derecha tú incluyes a Brasil, y la presidenta Dilma Rousseff fue destituida de una manera bastante sucia. Tengo serias dudas a la hora de meter en el mismo listado a la interrupción del Gobierno de Rousseff y a la derrota en las elecciones de Daniel Scioli.
No digo que la izquierda en la región no atraviesa ciertos problemas, yo creo que eso es evidente, pero tengo mis dudas sobre la consistencia del giro a la derecha y de que los gobiernos que sucedieron a los gobiernos progresistas estén actuando como bloque. Quizás ahora estamos viendo los primeros pasos con Prosur y la ofensiva contra Venezuela. Antes de eso es muy difícil ver una agenda regional compartida, como creo que era más fácil de ver en el caso de Chávez, Evo, Néstor Kirchner, Cristina Kirchner... También tardó en consolidarse esa agenda. Va a haber elecciones en Panamá en mayo, es muy probable que vuelva a gobernar la izquierda. En Ecuador se mantuvo el candidato de Correa, pero luego dio un viraje. Hace falta que pasen algunas cosas más y algún tiempo más para asegurarnos de que realmente estamos ante un giro conservador y las izquierdas no son capaces de dar respuesta a las preguntas actuales a la región. La incapacidad relativa de dar respuesta es la que las ha puesto en un brete, pero tengo mis dudas de si ha venido un bloque ordenado de derecha con un proyecto compartido estable a hacerse cargo.
¿Cuál crees que es la responsabilidad de los propios gobiernos progresistas que han caído en la interrupción de esta agenda?
Hay que tener cuidado con las generalizaciones. Hay rasgos compartidos, pero hay que mirar con lupa los rasgos particulares. Creo que ya es casi un lugar común que tiene buena parte de verdad el tema de la emergencia de los sectores medios que, en líneas generales y en particular en el caso boliviano, han tenido condiciones económicas estables durante un periodo sostenido de tiempo. Esta emergencia de sectores medios viene acompañada de nuevas demandas, nuevas aspiraciones y nuevos deseos, porque si tú has transformado económicamente tu Estado, lógicamente han cambiado las demandas de los protagonistas. En 2019 no pueden ser las mismas que en 2005, porque en ese caso tu premisa de que has cambiado el país sería equivocada.
Bolivia, Ecuador y Uruguay, junto con Perú, han sido los países que más han reducido la desigualdad la última década, que han visto transformar la composición social de manera más intensa, y yo creo que hay dificultades para leer cuál es el nuevo sujeto, cuáles son los nuevos protagonistas y qué demandan.
Buena parte de los proyectos progresistas han tenido fuertes componentes nacionales-populares campesinos, de alguna manera han sido su esencia. Por la transformación económica y social, muchos países de la región han ido abandonando paulatinamente esa matriz popular campesina, mutando en clave un poco más individual, un poco más urbana entre comillas. Esos nuevos sectores medios siguen teniendo una idea de lo colectivo, pero es una idea de lo colectivo contemporánea y distinta a las tradicionales formas de asociacionismo en Bolivia y en la región. Creo que van importando menos, que no es que no importen, los sindicatos clásicos, las organizaciones matrices campesinas, y empiezan a importar más organizaciones de corte laboral urbana, del sector servicios, que hace 15 años era inexistente ahora es uno de los lugares donde los jóvenes trabajadores de origen popular se desenvuelven diariamente. Hay una cierta identidad germinal sindical, pero urbana, que ya no se identifica con la gran matriz sindical de los padres. Ese es el tipo de cosas que desde los proyectos a veces cuesta entender. Cuesta tener un lenguaje y una lupa que identifique bien cuáles son los sindicatos contemporáneos en la Bolivia de hoy, yo creo que por ahí va el reto.
¿Qué hay que hacer distinto?
En el caso boliviano tengo algunas intuiciones. El MAS, más que un partido, es una especie de lengua franca que hablan diferentes organizaciones sociales y sindicatos para comprenderse y generar una identidad estratégica. Yo creo que el instrumento político necesita pensarse en clave urbana. Creo que es necesario tener un partido que sea el primer captador de estas nuevas demandas, porque desde el Estado hay unas limitaciones normales y lógicas para captar con suficiente anticipación a dónde va una sociedad.
No queriendo hacer una división esquemática de esos dos conceptos, creo que los cambios ocurren antes en la calle que en las instituciones. Hay que hacer todos los esfuerzos posibles para mapearlos desde las instituciones, pero creo que siempre se van a quedar un poco cortos, y ahí es donde tienes que tener un partido que está en un espacio intermedio entre el Estado y la calle, y que es el primero que debería tener una forma, un lenguaje y una organización más contemporáneas y más acordes con lo que demandan esos nuevos sectores. Creo que estos nuevos sectores no se reconocen, o parte de ellos no se reconocen. Como Estado es inevitable que te quedes un poco lejos y un poco antiguo, no sólo ocurre en Bolivia.
Si hay un país de la región que es clave para la economía boliviana es Brasil. Compra el gas natural de Bolivia, tiene proyectos de infraestructura en común… Ha pasado de los gobiernos del Partido de los Trabajadores a tener uno en las antípodas ideológicas, ¿qué implica esto para Bolivia? 
Una de las cosas más destacables de Evo Morales es que no se me ocurre otro presidente en la región que tenga la capacidad de hablar con Nicolás Maduro o con Díaz Canel y dos días después hablar con Macri o con el presidente de Paraguay. Contrario al mantra un poco ridículo de los opositores de que estamos aislados, lo que muestra más bien es que hay un presidente con muy buenas relaciones internacionales. Por supuesto que hay afinidades ideológicas y personales más con unos y menos con otros, pero el Gobierno boliviano, y por suerte también los otros presidentes de la región, tienen plena conciencia de que vamos a ser vecinos toda la vida y de que hay que mantener unas relaciones estables. 
Venezuela ejerció durante muchos años el liderazgo del bloque progresista en la región. Ahora está pasando por un momento extremadamente difícil, no tiene legitimidad democrática para casi nadie en la región y ha dejado de ser un modelo para los proyectos de izquierda. Además, prestaba apoyo económico a los países de la región, ¿cómo se sobrevive cuando se es un país pequeño como Bolivia sin el apoyo de un referente así? 
Hace muchos años que Venezuela no presta un apoyo económico a Bolivia. En el inicio del ciclo progresista, sobre todo había una colaboración en el ámbito de las instituciones regionales, en el ALBA sobre todo. Cuando el presidente Chávez impulsa el ALBA, lo hace con un gran gesto de solidaridad rebajando el precio del petróleo para los países que lo necesitaban en el Caribe, apostando por ser ellos el principal impulso en ciertas cuestiones comerciales, de intercambio. Fue un apoyo muy, muy importante, pero que lleva muchos años sin suceder. El desempeño económico de Bolivia ha sido bueno cuando había esa colaboración con Venezuela en el marco del ALBA y cuando no la había. De hecho, el presidente Chávez fallece hace seis años y nuestro Gobierno ha ocupado el primer, segundo o tercer lugar como el país que más crece desde 2010 hasta ahora.
El modelo económico boliviano es un modelo bastante endógeno, que tiene como principal vector la nacionalización de los hidrocarburos, que es lo que te permite quedarte con la mayor parte del excedente, una política de incentivo al mercado interno y una fuerte apuesta, fortísima de la inversión pública como un elemento dinamizador y de sostener el modelo. Somos el país con mayor inversión pública en relación a su PIB. Creemos que es un modelo que durante la última década ha demostrado funcionar muy bien. Siempre hay turbulencias, siempre hay perturbaciones ajenas, pero en 2009, que fue un año fuerte de la crisis económica mundial y donde se desplomó el precio del petróleo, Bolivia fue el país que más creció de Sudamérica. 
Casi unánimemente la oposición boliviana se apresuró a reconocer a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela y establece un relato donde Venezuela y Nicaragua son dictaduras despiadadas y Bolivia va en esa dirección. ¿Qué opinas de este discurso?
Creo que es un relato inteligente si eres opositor. Tienes que intentar que funcione algo, porque hay una notable carencia de proyecto propio. No sabemos lo que harían con el empleo; si gobiernan, con la economía harían lo mismo que nosotros y en general dicen que harían lo mismo que nosotros salvo algunas cuestiones menores. Para diferenciarse, tienen que encontrar cosas un poco más de ciencia ficción. Es un poco difícil creer que, con los números que tenemos, nuestro futuro inmediato vaya a ser tener la situación económica venezolana.
Lo que sí hay son ciertos problemas institucionales. El MAS este año presenta a Evo Morales, a pesar de que en 2016 perdió un referéndum en el que proponía modificar la Constitución, y se habilita de otra manera saltándose el mandato popular. Esto ha generado otros problemas, como la crisis del órgano electoral. 
Son dos cosas distintas. Más allá de toda la polémica en torno al referéndum, incluso aceptando la versión más crítica, de ahí no se deriva que el año siguiente vas a estar como Venezuela. La situación venezolana no se explica sólo por una situación política. 
Nosotros optamos por hacer una consulta popular para modificar un artículo en la Constitución que permita la habilitación del presidente. Perdimos el referéndum 51-49. Lo perdimos por un estrecho margen, pero lo perdimos. Por ello, no se cambiaron los artículos y optamos por otra vía, que entiendo que pueda causar molestias, pero constitucionalmente está permitida: hacer la consulta amparándonos en el Pacto de San José [la convención americana de derechos humanos], sobre la controversia de la limitación procedimental a la posibilidad de presentarte y la preeminencia de los derechos de alguien a presentarse a las elecciones y que sea la gente la que te diga que no. Esto es una cosa que hizo [el expresidente de Costa Rica] Óscar Arias, que ahora vive un momento más complicado, que hizo [el presidente de Nicaragua, Daniel] Ortega y que hizo el actual presidente Hernández en Honduras. Esa es la vía. Nosotros lo que hemos hecho, y somos conscientes, es generar un problema mayor de explicarle a la gente crítica con la decisión por qué consideramos que el presidente Morales es la mejor opción de conducción del país. En realidad, lo que hemos hecho es darle una ventaja a la oposición, que puede escudarse en un bucle alrededor del referéndum para disimular el por qué no responden todas las otras cosas que uno tiene que responder cuando va a dirigir un país.
Si el país ha cambiado radicalmente en trece años de gobierno, ¿por qué es la misma persona la idónea para dirigirlo?
Es una buena pregunta. El presidente Morales y el presidente Álvaro García Linera lo reconocen como un desafío que no ha sido debidamente respondido. Lo que sucede ahí es que no valen tanto las respuestas teóricas como la realidad práctica. Si tomamos en cuenta los referéndums, el peor desempeño del presidente ha sido el referéndum de 2016 con 49% y el mejor fue el referéndum revocatorio [de 2008] con 67%. A pesar de reconocer que el hecho de que no haya un liderazgo que haya podido suceder al presidente es un desafío para el proyecto, estamos hablando probablemente del tipo más popular de la historia política del país. Es el único factor de unidad del proyecto. No digo que sea algo bueno ni malo, pero es evidente que lo es. El proyecto difícilmente, a día de hoy, iba a mantenerse unido si no es en torno a este liderazgo, que además es el que habla la lengua franca.
A ti no te gusta proyectar tu imagen pública solo por este lado y creo que lo has logrado, pero en 2014 fuiste elegido diputado y fuiste el primero abiertamente homosexual. Cinco años después sigues siendo la única figura política de primera línea en este país que es abiertamente homosexual. ¿Qué nos dice esto del país?
Creo que muestra que, a pesar de la crítica tramposa, el MAS sigue siendo el único proyecto donde estas banderas relevantes para los proyectos progresistas se siguen abriendo paso. Nuestros críticos por la izquierda, que electoralmente son medio insustanciales, pero los hay, tampoco llevaron a ningún homosexual en sus listas en 2014. Fue el presidente Morales el que me invita y decide que una persona que es entre otras cosas abiertamente homosexual, fuera en las listas del MAS y ahora esté de ministro haciendo labores de portavocía. Esa crítica tramposa, clasemediera, que luego hace muy poco, de esencializar al MAS… Porque es como “el MAS ha hecho sus cosas, pero como es un partido en esencia campesino…” y además hay una segunda esencialización: los campesinos son eternamente conservadores y refractarios a estos temas. Solo va a venir desde la ilustración urbana las banderas de género y las banderas LGTB. No sin complejidades, no sin discusiones internas, no es en los proyectos de ellos, sino en el nuestro donde se tomó la decisión de que haya 50% de mujeres en el parlamento y es en este proyecto donde se ha puesto al primer candidato abiertamente homosexual y al primer ministro gay.
Hay un punto muy conflictivo para este gobierno y otros similares, donde ciertos proyectos de construcción de vías carreteras y desarrollos hidroeléctricos chocan con un discurso ambientalista y de defensa de los pueblos indígenas, que son los que viven en las zonas donde se van a abrir paso. El mejor ejemplo es el conflicto por el proyecto de carretera en el territorio indígena y parque nacional Tipnis ¿Hay una ruptura del MAS con parte de sus bases indígenas por este lado?
Creo que no. Ha generado tensiones, complicaciones, pero yo no veo otro proyecto con posibilidades de obtener representación en el que se sientan representados los indígenas del país. Hay una cosa medio tramposa de algunos críticos de esencializar y georreferenciar lo que es indígena. Resulta que a pesar de que entre el 50% y el 60% de los bolivianos se identifica como indígena, solo son indígenas los que viven en cierto sector del Tipnis. El Conisur [asociación de campesinos indígenas originarios de otros territorios] de pronto son los indígenas malos, porque hace tiempo fueron colonizadores, entonces esos ya no son indígenas. Ni que decir de los indígenas que están en la Asamblea Legislativa con el MAS. Yo creo que hay cosas que las elecciones generales ponen en el papel. En 2014 fueron las últimas y la crisis más fuerte en este campo fue la crisis del Tipnis. A partir de ahí parecía que el movimiento indígena iba a generar otro partido, otro proyecto. Algunos intelectuales y partidos que rompen con el MAS en ese momento lo desahucian por completo… El Partido Verde, que hizo bandera de este tema, creo que no sacó ni el 1% en esas elecciones [tuvo 2,65%]. En la circunscripción uninominal del Tipnis, en 2014 gana el MAS las elecciones, como ha ganado en todas las elecciones locales. Alguien dirá “no, pero en realidad ganan coaccionados”. Yo lo que veo es que las polleras, los indígenas, donde están representados a día de hoy es en el MAS. El Salto Diario de España (www.elsaltodiario.com)





RECUPERAR EL CONTROL DE ENERGÉTICOS, LA “PRIMERA GRAN BATALLA” DE EVO

La Jornada de México (www.jornada.com.mx)
                                                                                    
La estabilidad económica y financiera no es un patrimonio neoliberal, afirma Luis Arce Catacora, ministro de Economía de Bolivia. Su país ha liderado en América Latina la reducción de la pobreza en la última década y media. Lo fundamental para nosotros es la parte social, porque la economía en el neoliberalismo es simplemente un equilibrio de cuentas externas y fiscales. Como si eso fuera la economía, expresa.
La primera gran batalla de Bolivia para buscar crecimiento y desarrollo fue recuperar el control de los recursos energéticos del país, explica. A partir de ahí, el gobierno del presidente Evo Morales, que se inició en enero de 2006, ha construido lo que Arce Catacora describe como el modelo económico social comunitario productivo.
El ministro boliviano, de 55 años, estuvo en México para participar en una reunión del Banco de Desarrollo de América Latina, antes conocido como Corporación Andina de Fomento. Entre una cita y otra concedió una entrevista a La Jornada.
–Bolivia acumula varios años con un crecimiento superior al promedio de la región e inflación menor a 3 por ciento. Es una combinación que buscan muchos países.
–La estabilidad no es patrimonio neoliberal. No pueden atribuirse los economistas neoliberales que sólo ellos puedan tener estabilidad, como han hecho creer en nuestros países durante 20 años. En Bolivia dijimos basta al modelo neoliberal. Aplicamos un modelo nuestro, el económico social comunitario productivo, antítesis al neoliberal, que estaba vigente hasta 2005 en mi país.
Vestido de manera informal, con una pin del Che Guevara en la solapa del saco, agrega: “El modelo consiste en generar excedentes a partir de los recursos naturales. El Estado se apropia de esos excedentes y los redistribuye entre la población. Es así de sencillo. Eso nos ha permitido tener por cinco años un crecimiento por encima del resto de los países de Sudamérica. Sobre todo, y esto no se difunde, en nuestro modelo lo fundamental es la parte social. La economía en el neoliberalismo es simplemente un equilibrio de cuentas fiscales y externas. Por eso se escucha a los ministros neoliberales decir: ‘estamos ajustando las cuentas para el equilibrio’. Como si eso fuera la economía. La economía va más allá de simples equilibrios: tiene aspectos sociales, y en Bolivia somos líderes en eso”.
Muestra datos: entre 2005 y 2018, Bolivia redujo la pobreza extrema de 38 a 15 por ciento del total de la población, la mayor caída en la región, a la vez que disminuyó significativamente la desigual distribución de la riqueza. En su país, el ingreso del 10 por ciento más rico de la población era 128 veces superior al del 10 por ciento más pobre de los bolivianos. Esa diferencia ha bajado a 40 veces y no hemos hecho pobres a los ricos, hemos enriquecido a los pobres. Tenemos resultados sociales que son extremadamente importantes.
–¿La base de todo fue, como ha mencionado, el control de los hidrocarburos?
–Sí. Fueron nacionalizados. Los recuperamos. Partimos de una premisa muy simple. En 2005 eramos el país más pobre de la región. ¿Cómo es posible que fuéramos pobres si somos tan ricos en recursos naturales? Ahí mismo está la respuesta. En 2005, con el presidente Morales a la cabeza, decidimos recuperar nuestros recursos naturales para generar el proceso de desarrollo con base en nuestros recursos naturales.
–¿Cómo era la propiedad antes de 2005?
–Estaba privatizada, como en todos los países. Lo que estaba de moda era privatizar, bajo la idea de que el sector público no sirve para nada. Así nos decían. El esquema nuestro es que el Estado administre los recursos naturales estratégicos y con base en su aprovechamiento se generen excedentes económicos y empezar el proceso industrial. Hoy, Bolivia ya ha empezado el proceso de industrialización de los recursos naturales y su exportación. Ya no queremos solamente exportar materia prima. 
El enfrentamiento con las empresas
–¿Cómo resolvió Bolivia el conflicto con las empresas que detentaban el control de los recursos naturales?
–No ha sido nada fácil, por supuesto. La primera gran pelea ha sido con las empresas petroleras. Cuando nacionalizamos empezaron a surgir, de manera muy sintomática, grupos de choque que estaban en contra de lo que hacíamos. Han sido años de pelea política y, entre tanto, la economía mejoró, porque en ese ínterin pusimos en marcha las políticas redistributivas del ingreso; entonces, tuvimos el apoyo popular que nos permitió ganar.
–¿Cómo es hoy la relación con esas empresas?
–Ahora es muy diferente. Las empresas extranjeras están contratadas como operadoras de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, que es la compañía estatal, y por tanto tienen sus reglas de juego; ganan, pero la mayor parte, por supuesto, se queda en el Estado boliviano.
–¿Qué porcentaje se queda el Estado?
–Un promedio de 60 a 62 por ciento de la renta de los recursos naturales. De esa renta distribuimos entre la población y empezamos el proceso de industrialización. De ahí sale el capital para las inversiones que estamos haciendo.
–¿En qué consistió estructuralmente la política de redistribución?
–Hemos aplicado políticas redistributivas del ingreso, que consisten básicamente en la entrega de bonos, por ejemplo a niños, para evitar la deserción escolar; otro es una pensión a todos los mayores de 65 años, hayan o no aportado al seguro; otro, para reducir la tasa de mortalidad materno-infantil. El dinero para los bonos sale fundamentalmente de los recursos naturales y de las empresas públicas. Nosotros obligamos a las empresas públicas a que tengan ganancias y las distribuimos entre la gente. Además, hemos sido más eficientes en la recaudación de impuestos.
–Menciona que hay un proceso de industrialización.
–No queremos seguir exportando gas, hierro ni minerales. Incluso, ni soya en bruto. Queremos industrializarlo todo, porque sabemos que ahí está el valor agregado. Hoy la minería sólo participa con 5 por ciento del producto interno bruto, después de que fuimos un país minero. Actualmente los hidrocarburos son apenas 7 por ciento del producto interno bruto (PIB), pero la industria manufacturera es 18 por ciento de la economía; es el sector más alto de aporte al crecimiento económico, y luego le sigue la agricultura, con 12 por ciento.
–¿Cuál es hoy la proporción de la economía que genera el sector privado y cuál la del sector público?
–Cerca de 35 por ciento del PIB, el Estado. En 2005 no llegaba ni a 10 por ciento. Ahora realmente el Estado tiene una presencia alta y nos hemos convertido en el motor del crecimiento económico, que es parte del modelo nuestro. El Estado invierte, en promedio, 5 mil 800 millones de dólares, y el sector privado, en promedio, 2 mil millones cada año.
–Estas contradicciones entre los sectores privado y público, o el gobierno propiamente, ¿se han calmado? ¿Hay ya una mejor relación?
–Por supuesto. La empresa privada del país es la que mejor gana en nuestro gobierno, más que en ningún otro, porque nosotros invertimos, generamos inversión, demanda interna. ¿Y a dónde se va esa demanda interna? A los productos que genera el sector privado.
El tamaño de la economía boliviana pasó de 9 mil 500 millones de dólares en 2005 a 40 mil 880 millones de dólares el último año, expone. En el mismo periodo, el número de empresas privadas creció de 64 mil 600 a 317 mil, añade. No pueden quejarse de que hemos matado al sector privado, apunta.
Bolivia tenía la mayor tasa de desempleo, la mayor pobreza, la mayor concentración del ingreso y exclusión, como ha ocurrido en todos los países que aplican modelos neoliberales. Aplicamos nuestro modelo y empezamos a cerrar las brechas de la gente, tenemos más demanda y consumo. Se beneficia la empresa privada y nosotros les ajustamos para que nos paguen impuestos. Entonces, no matamos a la gallina de los huevos de oro. Ellos siguen generando los huevos de oro, que benefician el Estado a través de impuestos. Nosotros aplicamos políticas distributivas, de generación de producción, y la economía va creciendo.
–¿Qué hace el gobierno boliviano para que este modelo tenga continuidad en el tiempo?
–Somos el país que más ha sufrido ser monoproductor. Bolivia, por muchos años, vivió del estaño y del gas. Estamos diversificando: seguimos produciendo y exportando gas, pero lo estamos industrializando. Queremos litio, hierro, electricidad, producción agropecuaria y turismo. Bolivia está cambiando. El Estado toma las riendas de la economía, y desde ese momento nos va mejor. Ahí está la sostenibilidad. Si alguien va con el chip neoliberal no va a entender lo que estamos haciendo. La Jornada de México (www.jornada.com.mx)





ÉXITOS EN GESTIÓN DE EVO MORALES FORTALECE SU CAMPAÑA ELECTORAL

Prensa Latina de Cuba (www.prensa-latina.cu)
                                                                                                          
Contra una oposición boliviana sin propuesta de país y estigmatizada por un pasado neoliberal, 13 años de realizaciones del gobierno del mandatario Evo Morales constituyen hoy su mayor fortaleza de cara a las elecciones generales de este año.
'Nuestra campaña política, nuestra estrategia política va a estar sostenida en estos grandes logros de los últimos 13 años', aseguró el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, en declaraciones a la Radio San Gabriel, de la ciudad de El Alto.
Quintana describió durante la plática radial este fin de semana las bases con las que cuenta el Estado Plurinacional en la esfera económica y productiva para asegurar un futuro mejor a los bolivianos.
Insistió en que el modelo económico caracterizado hasta ahora por el impulso al mercado interno y el acceso a créditos se debe sostener con la industrialización de los recursos naturales, entre ellos el litio, los hidrocarburos y los alimentos.
'Creciendo con el litio, hoy día estamos descubriendo más reservas hidrocarburíferas, transformando la economía hidrocarburífera, el hierro, impulsando más la industrialización de los alimentos, desarrollo tecnológico, medicina con aplicaciones de la energía nuclear, eso le da a un Estado una vitalidad y le permite sostenerse, avanzar, progresar', concluyó el titular.
CONTRASTE CON LA OPOSICION
Lo cierto es que el mejoramiento de la calidad de vida de todos los sectores de Bolivia, la estabilidad política y social del país y los éxitos económicos reconocidos por organismos internacionales conceden el favoritismo al binomio del Movimiento al Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP), integrado por Morales y el vicemandatario, Álvaro García Linera.
Sólo a través del programa Bolivia Cambia Evo Cumple se ejecutaron entre 2007 y julio de 2018 un total de ocho mil 797 obras en las áreas de educación, deportes, vial, productiva, saneamiento básico y riego, así como en infraestructuras sociales y de salud.
La nación sudamericana pasó a ser, además, líder de la región en crecimiento económico, como resultado de la nacionalización de sus recursos naturales.
El producto interno bruto de Bolivia era de nueve mil 574 millones de dólares en 2005, y en 2018 cerró en más de 40 mil millones de esa moneda, mientras que la tasa de crecimiento económico del Estado plurinacional fue del 4,7 por ciento, uno de los más altos del continente, según organismos internacionales.
Un informe reciente de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe confirmó que el país andino amazónico logró esos indicadores con un endeudamiento respecto al producto interno bruto (PIB) inferior (33 por ciento) al promedio de la región (41 puntos porcentuales).
Coincidentemente, el ministro de Economía, Luis Arce, confirmó que la inflación que registró Bolivia en enero del año en curso fue de 0,23 por ciento, cifra que demuestra que se trata de un indicador absolutamente controlado y que vaticina una mejoría gradual en esta esfera.
Según Arce, la proyección de crecimiento económico en 2019 prevé un indicador de 4,7 por ciento y un PIB de 44 mil millones de dólares, el más alto de la historia del país.
En un discurso reciente durante la presentación del libro El Dedo en la Llaga, del cubano Hassán Pérez Casabona, Morales recordó cómo durante una larga cena antes de su llegada al poder, el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, le insistía en la importancia de los programas sociales como basamento fundamental en la actualidad de los procesos revolucionarios.
Confesó el estadista que preguntó sobre el papel de las armas, y la respuesta del jefe del ataque al cuartel Moncada y la expedición del yate Granma fue que en la batalla política contemporánea el arsenal lo componen la salud pública, la educación y otros planes de mejoramiento social.
Esta estrategia marca el horizonte del MAS-IPSP tras 15 años de exitosa gestión.
De acuerdo con diversas encuestas, el expresidente Carlos Mesa es el candidato opositor que más se aproxima en los números a Morales, pero sin aventajarle.
Sin embargo, este domingo el analista político y docente universitario Marcelo Silva declaró al periódico Cambio que la candidatura de Comunidad Ciudadana, encarnada por Mesa, no levanta cabeza para convertirse en alternativa a la postulación del primer mandatario del Estado Plurinacional.
'La participación de Carlos de Mesa presenta un deterioro o un estancamiento, cuando este debería ser el espacio más importante (refiriéndose a la ciudad de La Paz)', sostuvo Silva.
Diputados de distintas bancadas atribuyeron esa tendencia negativa a que Mesa lleva en sus espaldas los errores de su pasado neoliberal, en alusión a las 67 muertes y al menos 400 heridos de la masacre ocurrida en la ciudad de El Alto en octubre de 2003, durante el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, cuya vicepresidencia ocupaba precisamente él.
En ese criterio coincidieron los legisladores del MAS-IPSP Lino Cárdenas y Romina Pérez, así como Víctor Gutiérrez, de la opositora Unidad Democrática.
La Matanza de El Alto ocurrió cuando la población se lanzó a las calles en defensa de los recursos naturales bolivianos e impidieron que la administración Sánchez de Lozada-Mesa exportara gas a Estados Unidos a través de puertos chilenos.





CARLOS MESA: "ESTAMOS VIVIENDO UN HARTAZGO DEL AUTORITARISMO"

Le tocó presidir Bolivia entre 2003 y 2005, tras la renuncia del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada. Hoy al frente de Comunidad Ciudadana, Mesa (65) es el principal candidato de la oposición para las elecciones de octubre próximo.

El País de Uruguay (www.elpais.com.uy)
                                                                                  
Las encuestas están dando un empate técnico con Evo Morales: 31% para el actual presidente y 30% para Mesa, que quedaría bien perfilado para una segunda vuelta. Mesa estuvo la semana pasada en Montevideo brindando una conferencia invitado por Misión Presidencial Latinoamericana.
En diálogo con El País, el expresidente boliviano cuestionó la legalidad de la candidatura del presidente Evo Morales, analizó la situación regional y los efectos de lo que define "corriente neopopulista", y explicó su visión sobre la crisis en Venezuela.
—¿Por qué está cuestionada la candidatura del presidente Evo Morales?
—Está cuestionada porque el presidente en el año 2016 convocó a un referéndum para consultar sobre un artículo de la Constitución que limita máximo dos mandatos consecutivos para quien ejerce el gobierno. Y la respuesta del pueblo boliviano fue que no aceptaba ese cambio y que se ratificaba en el respeto al artículo que limita a esos períodos. A pesar de ello, el presidente le ha dado la espalda al pueblo boliviano y negando la soberanía popular estableció que el Tribunal Constitucional hiciera una interpretación arbitraria y sesgada de un artículo de la Carta Interamericana de Derechos Humanos, y hace unos pocos meses, en diciembre, el Tribunal Supremo Electoral lo ha habilitado como candidato. Nosotros creemos que no se puede negar la voluntad popular de un referéndum, por lo tanto el presidente tiene una candidatura ilegal.
—Si se parte de que la candidatura de Morales es ilegal, ¿qué garantías ve usted de que vaya a entregar el poder en caso de perder la elección?
—Es una pregunta que solamente podremos responder en el momento en que tengamos el resultado final. Yo creo que los ojos de la comunidad internacional van a estar muy, muy fijos, muy puestos sobre esta realidad.
—Evo Morales, sin contar a Nicolás Maduro en Venezuela, es el último presidente que queda del llamado "eje progresista" que gobernó América del Sur hasta hace unos años. ¿Cómo observa usted los cambios políticos que se están dando en la región?
—Primero, no me gusta la palabra "progresista", porque establece un criterio positivo. Es decir, aquel que tiene ideas progresistas, de transformación positivas. Y eso no es algo que pueda calificarse exactamente lo que hemos vivido en América Latina en las dos décadas pasadas. Lo que hubo fue, diremos, una corriente neopopulista que tuvo sus pequeñas luces y sus grandes sombras, sobre todo desde el punto de vista democrático. Lo que se está viviendo es un agotamiento y un hartazgo frente al autoritarismo que se aprovechó de un criterio que utiliza muy frecuentemente el presidente Julio María Sanguinetti: el populismo es hijo de la abundancia. En estos veinte años América Latina ha vivido el momento de mayor bonanza económica de su historia, particularmente América del Sur. Si eso no se hubiera producido, ese éxito aparente (de la corriente neopopulista) no hubiera durado lo que duró. Yo creo que este agotamiento tiene que ver con una sociedad que es consciente de que los valores democráticos no son una abstracción y que tienen que ver con una justicia que funcione y no funciona, que tiene que ver con una alternancia en el poder y con una eliminación del caudillismo mesiánico.
—El proceso electoral en Bolivia este año, como en Argentina y Uruguay, se da en un contexto particular por la crisis en Venezuela que ha golpeado a toda la región. Evo Morales es un aliado político de Maduro. ¿Cómo observa la situación en Venezuela y la posición que ha tenido Bolivia?
—Primero, lo de Venezuela es insostenible desde el punto de vista económico y social. Es una situación de catástrofe realmente. Desde el punto de vista político, lo que está claro es que la construcción del poder de Maduro está apoyada en una forma ilegal de llevar adelante un proceso electoral, limitando las posibilidades de la oposición, estableciendo una Asamblea Constituyente que no modifica nada de la Constitución y que su único objetivo es bloquear a la Asamblea Nacional. Por lo tanto, no me cabe la menor duda de que la legitimidad está en manos de la Asamblea Nacional, y en ese contexto la legitimidad la tiene el presidente encargado Juan Guaidó. Me parece que la solución en Venezuela debe pasar por dos pasos fundamentales, que tienen que ver con la salida de Maduro del poder y la convocatoria a un proceso electoral. Desde el punto de vista de Bolivia, lo preocupante es la afirmación de que el autoritarismo, la reproducción indefinida en el poder y vulnerar la norma democrática es una forma de acción que él (Evo Morales) respalda militantemente. Eso es lo preocupante en el caso de Bolivia. En la menta del presidente Morales no está en la ecuación la posibilidad de dejar de ser presidente. Y esto me preocupa porque ser presidente a cómo dé lugar puede poner en riesgo el proceso democrático. De hecho ya su candidatura es ilegal; de hecho ya el Tribunal Supremo Electoral está bajo control del gobierno; de hecho ya el uso arbitrario e indiscriminado de los medios del Estado se están utilizando para una propaganda política diaria. Y eso marca un desequilibrio abrumador entre la candidatura ilegal de Evo Morales y nuestra candidatura.
—¿Con qué presidente se identifica más en la región? ¿Mauricio Macri, Sebastián Piñera, Iván Duque, Jair Bolsonaro, Tabaré Vázquez?
—La pregunta es una trampa y la respuesta conllevaría a una trampa para mi mismo que no voy a pisar (risas). El contexto boliviano tiene sus particularidades, que no plantea polarizaciones equivalentes a las que vivió Brasil, Argentina u otro país. Porque en el caso de Bolivia el tema en debate no es el económico; el tema de debate es el democrático. En el caso de Bolivia hay un componente indígena significativo que uno no puede desconocer; hay un reconocimiento de transformaciones que hay que agregar, y sin embargo hay una recuperación democrática que es un imperativo, no se puede aceptar este autoritarismo completo. Más allá de la intención de la pregunta, no hay posibilidad de identificación porque no creo que la respuesta sea liberalismo o estatismo. La respuesta tiene que ver con el contexto de cada país.





PUNO: COMUNIDAD REPORTA QUE POLICÍA DE BOLIVIA QUEMÓ DOS CAMIONES PERUANOS

Presidente de la comunidad campesina Collpacotaña dijo que al parecer los agentes bolivianos confundieron a los transportistas nacionales con contrabandistas

El Comercio de Perú (www.elcomercio.pe)
                                                             
Agentes de la policía de Bolivia quemaron dos camiones peruanos cargados de sandías luego de intervenirlos en las inmediaciones del hito 38 de la frontera peruano – boliviana, según reportó la comunidad campesina Collpacotaña, distrito de Desaguadero, provincia de Chucuito, Puno
El presidente de la referida comunidad, Vidal Yucra Sarmiento, dijo a El Comercio que, al parecer, los policías bolivianos confundieron a los transportistas de fruta con contrabandistas que llevaban zapatos y ropa. Los camiones fueron quemados durante la madrugada del sábado en la carretera a la comunidad Laquinamaya, en la provincia Ingavi, municipio de San Andrés de Machaca carretera a la comunidad Laquinamaya. 
Antes de quemar los camiones, los agentes dispersaron a los comuneros de la zona con bombas lacrimógenas y realizando varios disparos.
Yucra relató que los conductores de los camiones estaban pernoctando en el lugar, a unos 50 metros de la línea fronteriza, cuando fueron intervenidos por la policía de Bolivia. Los choferes rechazaron a los agentes por actuar en territorio peruano. Sin embargo, estos obligaron a los transportistas a que muevan los camiones hacia lado boliviano. Allí los vehículos quedaron atascados en el fango.  
Al notar esta acción irregular, los comuneros de la zona se agruparon para reclamar el retorno de ambos camiones a territorio peruano, lo cual fue aprovechado por los conductores para fugar. Mientras tanto, crecía la tensión entre moradores y policías bolivianos.
Fue en esas circunstancias que los agentes dispararon balas de goma y lanzaron bombas lacrimógenas para disuadir a la turba y proceder a quemar los camiones. 
El presidente de la comunidad relató que es habitual que cada semana lleguen camiones procedentes de Tacna, cargados de frutas y otros productos, para un intercambio comercial. Señaló que en ese punto fronterizo se reúnen negociantes bolivianos y peruanos.
"Pedimos a nuestras autoridades peruanas que intervengan y exijan una investigación para sancionar a los malos policías bolivianos que han quemado esos camiones y disparado contra nuestros compatriotas", demandó el presidente de la comunidad Collpacotaña. 
El mismo Yucra indicó que ayer, tras denunciar el hecho ante la Policía Nacional de Perú, llegó al lugar un oficial de la comisaría de Desaguadero, a quien entregaron los casquillos de las balas y bombas usadas.
Los habitantes de la comunidad campesina Collpacotaña puesto que además de ser atacados fueron amedrentarlos por la policía boliviana cuando pedían la devolución de los camiones.





“LA CULEBRA” INGRESA A LIMA DESDE CHINCHA Y NASCA CON APOYO DE TRASLADO HORMIGA

La advertencia la puso el vicepresidente del Comité de Lucha contra el Contrabando de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), Luis Angulo.

Diario Correo de Perú (www.diariocorreo.pe)

Los empresarios limeños pusieron el grito en el cielo porque detectaron dos puntos de acopio por donde la mercadería de contrabando que ingresa por Puno logra entrar en la capital con la modalidad hormiga.
La advertencia la puso el vicepresidente del Comité de Lucha contra el Contrabando de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), Luis Angulo quien indicó que detectaron que las ciudades de Chincha y Nasca son puntos de acopio para mercadería que ingresa de la frontera con Bolivia.
Detalló que son cerca de 130 puntos de ingreso de contrabando en la región Puno. Luego de su ingreso, la mercadería llega a Cusco, Moquegua, Arequipa y Tacna y una parte significativa llega a la región Ica.
En Chincha y Nasca, provincias de Ica, indica el representantes que los contrabandistas, “reparten miles de cajas de cigarrillos, de licores y de ropa de segundo uso, entre otros, en autos menores y, así, burlan los controles de ingreso a Lima, entre ellos Pucusana”.
Para el representante de la (SNI) el problema nace en Puno; sin embargo, cabe recordar que el gobernador de esta región, Walter Aduviri, no dudó en señalar que gran parte del contrabando que se distribuye en Lima, ingresa por el puerto del Callo
Mercadería. El producto “estrella” de los contrabandistas son los cigarrillo, pues se estima que el 20 % de los que se venden en Lima son de procedencia ilegal.
Cabe indicar que también se ha detectado gran cantidad de maíz de contrabando que era trasladado a Tacna, Moquegua y Arequipa para suministrar a los criaderos de pollos de estas ciudades.
No se debe ignorar que desde Lima también se envían cargamentos de ropa, zapatillas y otras imitaciones de marcas conocidas que ingresan a Bolivia camufladas en mercadería legal.





BOLIVIA MANTIENE INTERÉS EN VENDER GAS NATURAL A PERÚ
                                                                                                                                                                                   
Viceministro de Bolivia plantea un gasoducto desde su país hasta Ilo (Moquegua). También participan en licitación de gas domiciliario.

La República de Perú (www.larepublica.pe/politica)

El viceministro de Planificación y Desarrollo Hidrocarburífero de Bolivia, Carlos Quispe, ratificó la intención de su gobierno de construir un gasoducto desde La Paz hasta el puerto peruano de Ilo para sacar el gas de las reservas de Tarija.  
Quispe hizo una visita a Arequipa. Participó como invitado al foro Perú Energía Sur. Indicó que Ilo, en la región de Moquegua, reúne las características para convertirse en el paradero final o de exportación del gas boliviano. 
El funcionario recordó que allí tienen una franja costera de cinco kilómetros denominada Bolivia Mar, cedida por el gobierno peruano. También se reunieron con empresarios interesados en comprar gas boliviano. Según Quispe, no habría problema en vender el recurso para uso industrial en regiones que tienen concesión para gas domiciliario, como Arequipa, Moquegua y Tacna.
Además, Bolivia tiene interés en distribuir gas domiciliario en el proyecto de masificación. El gobierno pretende desarrollar esta iniciativa en Apurímac, Ayacucho, Huancavelica, Junín, Cusco, Puno y Ucayali. La empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) participa como postor. Quispe indicó que se trata de la primera participación de YPFB en estas competiciones. Rivaliza con Cálidda y Wapsi Perú. En caso ganen la concesión, Quispe no descartó utilizar gas boliviano para abastecer a los hogares peruanos.
En el evento, los empresarios miraron con interés la posibilidad de contar con gas natural altiplánico
Reduce costos
Señalan que sería una alternativa frente al gas de Camisea y traería competitividad. En el uso de energía, el gas resulta más barato, lo que rebaja los costos de producción en una industria.
El gerente general de Kallpa, Carlos Fossati, señaló que hablaron con el viceministro boliviano para que lo coloquen en la lista de posibles clientes.
Kallpa opera la Central Térmica Puerto Bravo en Mollendo, con capacidad para producir energía eléctrica de 708 megavatios. Esta planta al momento funciona con petróleo, pero también puede utilizar gas natural, que en teoría, le sería proveído por el postergado Gasoducto del Sur Peruano (GSP).
“Mientras tengamos un único proveedor de gas, estamos complicados”, expresó el especialista Renato Lazo, para referirse a la posibilidad de contar con gas natural de Bolivia.





EL PARAGUAYO QUE SALVÓ DE MORIR AL PRESIDENTE BOLIVIANO

Cuando aún no cicatrizaban las heridas de la Guerra del Chaco, fue nombrado el primer embajador paraguayo en Bolivia tras la contienda, en 1944. Su protagonismo fue tal que, arriesgando el pellejo propio y de la nación guaraní, se jugó por salvarles a 31 bolivianos, entre ellos el que llegó a ser cuatro veces presidente de la República, Víctor Paz Estenssoro.

ABC de Paraguay (www.abc.com.py)
                                                                         
Con la ayuda de la periodista boliviana María Silvia Trigo hurgamos en la vida y actuación de un personaje paraguayo olvidado que tuvo un gran protagonismo en las relaciones paraguayo-bolivianas en los años siguientes a la firma del Tratado de Paz. El Dr. Miguel Ángel Manzoni Herrero fue el primer embajador tras la guerra, entre 1944 y 1947. En Asunción conversamos con uno de sus hijos, el Dr. Miguel Ángel Manzoni Vierci, quien tenía cuatro años cuando su padre fue designado para el cargo: “Hice mi primera comunión allá en Bolivia y estudié en el Colegio San Calixto”.
Aunque solo tenía seis años en tiempos de la revuelta que acabó con la vida del presidente Gualberto Villarroel en Bolivia, en 1946, se conoce la historia al dedillo “porque mi padre siempre contaba entre sus amigos de Asunción lo que había ocurrido. La gente le preguntaba y él no se cansaba de repetir y yo lo escuchaba”.
Confirma que en la embajada paraguaya se asilaron 31 políticos, entre ellos Víctor Paz Estenssoro. “Cuando la turba se enteró de eso, vino frente a la embajada a gritar contra la muralla para forzar la situación. Entonces, mi padre abrió todas las puertas y ventanas y salió de la sede de la embajada para extender una bandera paraguaya en el frente, entre el portón y la puerta de la casa”.
El embajador hizo abrir el portón y les dijo, palabras más, palabras menos -siguiendo el relato de su hijo- “¿quieren pasar?, pueden hacerlo, pero sepan que esto es territorio paraguayo y al pisar la bandera será una firme declaración de guerra”.
La multitud no esperaba esa reacción del embajador y se contuvo. Paraguay se negaba a entregar a los asilados que permanecieron allí tres meses, tiempo que tardaron en conseguir un salvoconducto que los trajera a Asunción: “Mi padre exigió que todos vinieran a Paraguay y hasta debió alquilar un avión y acompañarlos y ver otros destinos. Si la embajada paraguaya los entregaba, hubieran matado a todos”.
Aparte de toda esta situación política, al embajador paraguayo le tocó un momento difícil en que ambos países habían quedado muy empobrecidos tras la guerra. En Bolivia se percibía un sentimiento colectivo de haber perdido la guerra y casi no había comunicación entre ambas naciones. “No había gente que iba de Paraguay hacia Bolivia, ni que viniera de Bolivia al Paraguay. Era una situación muy especial. Mi padre se enteró, a través de nosotros que estudiábamos allá, que en los colegios todavía se enseñaba que los límites de Bolivia llegaban hasta el río Paraguay. Es que así figuraba en los libros de historia y geografía de la época. Entonces, como embajador debió reclamar al Gobierno para que el Ministerio de Educación de Bolivia dejara de enseñar de esa forma. Que tenía que ceñir la enseñanza a los límites del Tratado de Paz de 1938”.
Cuando en 1952 Paz Estenssoro gana las elecciones, lo primero que hace es invitar al Dr. Manzoni para su asunción, como invitado de honor, durante siete días.
Luego de ser embajador ante Perú y México, Manzoni fue nombrado “embajador nacional” hasta que renunció en 1952 durante el gobierno de Federico Chávez.





EEUU PUBLICA UN INFORME DE DERECHOS HUMANOS, ¡TOMEN SUS RECAUDOS!

Sputnik News de Rusia (www.mundo.sputniknews.com)
                                                             
"Al emitir el informe, desplegamos la verdad, la verdad sobre los abusos que ocurren en todo el mundo, como una de las armas más poderosas en el arsenal diplomático de Estados Unidos", dijo con todo desparpajo el secretario norteamericano de Estado, Mike Pompeo.
Desde 1977 Estados Unidos publica su informe de derechos humanos. Al presentarlo, el secretario de Estado sentenció: "Les hemos dicho a aquellos que deshonran el concepto de dignidad humana que pagarán un precio, que sus abusos se documentarán meticulosamente y luego se darán a conocer".
Sería iluso pensar que estos informes son un mero trámite burocrático. No por nada Washington hace su propia lista de supuestos infractores a los derechos humanos en el mundo. El objetivo principal es servir de base para futuras acciones de parte del Gobierno norteamericano, tales como el castigar con severas sanciones, que por cierto son unilaterales e ilegales, ejercer chantaje, presión, justificar intervenciones y promover golpes de Estado, entre otros actos.
En el año 2011, el correspondiente reporte publicado por el Departamento de Estado de Estados Unidos decía: "El anhelo de cambio que hemos presenciado en Túnez, Egipto, Libia, Yemen y Siria es inspirador y, sin embargo, el cambio a menudo crea inestabilidad antes de llevar a un mayor respeto por la democracia y los derechos humanos". Preguntémosle a los sirios, libios y yemeníes si eso ha ocurrido luego de siete años de las 'revoluciones de colores' promovidas por Estados Unidos.
Es innegable que la sociedad civil de cualquier país tiene el derecho de buscar mejorar su vida, de ampliar la participación en la toma de decisiones en su país, pero el problema surge cuando la injerencia extranjera utiliza esas insatisfacciones para lograr cambios de Gobiernos sembrando caos para implementar sus planes egoístas.
El Gobierno ruso ha indicado que estas publicaciones están diseñadas para camuflar los intereses geopolíticos y económicos de Estados Unidos, su ambición de gobernar el mundo y su falta de respeto por otros países.
Pecaríamos de candidez si esperamos que dicho reporte nos hable sobre el racismo y la xenofobia ejercida por altas autoridades del norteño país. Tampoco harán una reflexión sobre la forma en que los Estados Unidos abusan del poder y menos nos dirán sobre la arbitrariedad de las agencias de seguridad, que practican torturas crueles e inhumanas, el secuestro, el espionaje a gran escala.
Ni soñar con que se informe al mundo de dónde provienen las armas en poder del autodenominado Estado Islámico para matar miles de personas, violando absolutamente todos los derechos humanos de esas poblaciones. De eso, ¡ni hablar!
Bolivia en la mira, Brasil sin problemas
Para Estados Unidos, en Brasil las elecciones presidenciales "fueron libres y justas" y además "no hubo denuncias sobre presos políticos ni detenidos". Por lo visto no se enteraron que el Comité de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra, pidió que el expresidente Lula da Silva pueda participar en la campaña electoral de Brasil hasta que haya una decisión judicial definitiva.
En relación con el Estado Plurinacional de Bolivia, al que llama "república", en el lenguaje de redacción se puede advertir el futuro problema de ese país con Estados Unidos, pues califica de "controvertido" el actuar del Tribunal Constitucional Plurinacional que autorizó la reelección de Evo Morales. Dicho tribunal interpretó que prevalece un artículo de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, que concede el derecho a un mandatario a ser candidato en las elecciones a celebrarse en octubre próximo.
En Colombia, según el Departamento de Estado, "no hubo reportes de desapariciones por o en nombre de las autoridades gubernamentales durante el año". Dicho de otra forma, ninguna de sus agencias de espionaje reportó nada al respecto.
Los asesinatos de miembros y líderes de grupos indígenas continuaron siendo un problema, indica el informe. Según la ONG Organización Nacional Indígena de Colombia, "desde la firma del acuerdo de paz, 46 personas indígenas han sido asesinadas".
Como no lo menciona el informe, se hace necesario referir que el Defensor del Pueblo de Colombia informó que de enero de 2016 al 30 de noviembre 2018, 423 líderes sociales y defensores de derechos humanos fueron asesinados.
En cuanto a Argentina indica que "no hubo informes de que el Gobierno o sus agentes cometieran asesinatos arbitrarios o ilegales. El 29 de noviembre, un juez federal dictaminó que la muerte del activista Santiago Maldonado no fue una desaparición forzada y que no existen sanciones penales aplicables en el caso" y afirma que "los trabajadores ejercen la libertad sindical".
La base ilegal de Guantánamo viola los derechos humanos
En el Reporte de Derechos Humanos, Estados Unidos no informa lo que ocurre con la base que ocupan de manera ilegal y contra la voluntad del pueblo cubano en Guantánamo. Por tal motivo, vale la pena recordar que el director de la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE/OIDDH) —organización regional de seguridad más grande del mundo—, Ingibjorg Sólrún Gísladóttir, indicó que Guantánamo contraviene las normas internacionales de derechos humanos y ha reiterado el llamado al cierre.
El 31 de enero de 2018, el presidente estadounidense, Donald Trump, firmó un decreto sobre la preservación de la prisión militar de Guantánamo, cancelando así la orden del exmandatario Barack Obama de cerrarla. Dicha prisión debería haberse clausurado en 2018.
La respuesta de Rusia: el Libro Blanco
Rusia, por su parte, ha decidido recordarle a Estados Unidos y a sus socios sobre sus acciones en el mundo mediante la publicación del llamado Libro Blanco referido a las violaciones por parte de los países de Occidente a los estándares de defensa de los derechos humanos bajo el pretexto de combatir el terrorismo y otros desafíos criminales y amenazas.
Rusia expone en el referido documento una de las mayores violaciones a los derechos humanos en el mundo, que es el derecho a la privacidad, y peor aún, que esa información se utiliza para manipular. Se detallan las acciones de las agencias de inteligencia occidentales, que se otorgan amplias potestades para ejercer un control casi total sobre la sociedad y así fortalecer su poder.
Con este fin rastrean el tráfico de Internet e imponen la cooperación a empresas y proveedores privados de tecnología informática, monitoreando a los usuarios de los sistemas de información y comunicación, incluyendo sus aliados, así como en relación con organizaciones internacionales, se parapetan detrás de los objetivos del antiterrorismo y a menudo violan los derechos de los ciudadanos, realizando arrestos ilegales, detenciones, torturas y ejecuciones extrajudiciales, subraya el Libro Blanco.
La CIA, el FBI y la NSA violan tu privacidad
La Agencia de Seguridad Nacional (NSA), junto con la Oficina Federal de Investigación (FBI) y la CIA, controlan el tráfico de Internet. Las unidades antiterroristas del FBI "se dedican a recopilar información sobre activistas políticos, ambientalistas, abogados y grupos religiosos" detalla el Libro Blanco.
Por cierto, Estados unidos se olvidó de contarnos que la NSA utiliza un programa especial que intercepta listas de contactos mundiales de usuarios de correo electrónico y redes sociales. En promedio, cada año se descargan hasta 500 millones de tales listas.
El Libro Blanco asimismo refiere que la NSA está creando una matriz de contacto de cada individuo, lo que le brinda al Departamento de Estado la oportunidad de enterarse indirectamente sobre la afiliación religiosa, los problemas de salud y otros datos específicos de cada persona.
La NSA intercepta hasta 200 millones de mensajes SMS por día en todo el mundo. Como resultado de su procesamiento, la agencia recibió información sobre la ubicación de los suscriptores y sus números de tarjeta de crédito, además de que transmitió datos sobre sus planes de viaje y transferencias de dinero.
A fines de marzo de 2018, el Congreso aprobó la ley llamada 'Acta Cloud', firmada por el presidente Trump. Dicho marco legal permite a los EEUU ampliar las posibilidades para la aplicación extraterritorial de la legislación de ese país y fortalecer el control sobre los datos personales de los usuarios extranjeros de la red mundial.
Microsoft, Google, Twitter, Apple y Facebook apoyaron la adopción de la ley 'Cloud', indica el Libro Blanco. Dicho esto, no queda duda sobre quién o qué Estado realmente viola los derechos humanos en el mundo. 





LOS TRAFICANTES DE LA COCA QUE SE CONSUME EN CANARIAS

La cocaína que llega a las islas se produce en Bolivia y Colombia. Desde Canarias, al mercado interior, Amberes y Valencia

ABC de España (www.abc.es)

Las autoridades han dado este mes de marzo nuevos golpes a la cocaína que llega a Canarias. Una de esas operaciones ha sido en el Puerto de Santos (Brasil), conocida el pasado 15 de marzo, y otro cuando venía un cargamento desde Bolivia por carretera, a principios de ese mes.
Desde Uruguay y Paraguay los traficantes también meten droga en Canarias camuflada, mayormente, en contenedores de carne, material deportivo o maquinaria eléctrica. Peros siempre triangulando por Santos.
La cocaína al por mayor a las islas llega por puertos como el de Las Palmas, que ha desarrollado una amplia agenda para captar rutas con mercancía procedente del cono sur americano. En esas mercancías que hacen escala en las islas, el nacrotráfico ha logrado entrar a pesar de los controles aduaneros en España.
Los mayores «operadores» de la droga la gestionan personas de la confianza de traficantes como Suelio Martins Leda, que usaba el nombre falso de Helio Alves Leda, Carlos Bodra Karpavicius, André Oliveira Macedo, Rolin Gonzalo Parada Gutiérrez, Angelo Marcos Canuto da Silva, Federico Chamone Barbosa da Silva o Ricardo Blanco de Moura. Angelo Marcos Canuto da Silva es representante de futbolistas y boxeadores.
Empresas
La cocaína suele entrar en Brasil antes de embarcarla rumbo a Las Palmas desde Paraguay. Se almacena en el puerto de Santos hasta conseguir despacharse en contenedores. Una empresa de nombre Celta y propiedad de Carlos Bodra era la patrimonial para justificar una exportación a las islas. Otra sociedad creada para operar con Canarias desde Uruguay es Oklona Corporation.
De acuerdo con la teoría de investigadores judiciales consultados por ABC, la droga que llega a las islas tiene como «denominación de origen» Bolivia y Colombia. Desde Canarias, al mercado interior y resto de Europa.
Como ejemplo de ello, la «operación Oversea» en Brasil. Se interceptó 1,3 millones de conversaciones por teléfono y correos electrónicos. Esta información fue tratada por seis personas. Tras un año de investigaciones se ingresó en prisión a 23 traficantes, hubo 69 detenidos. 130 números telefónicos ayudó a intervenir de 3,7 toneladas de cocaína que se pretendía colocar en Canarias.
Los bultos marcados
Después de importar la droga de Bolivia y Colombia, los traficantes brasileños enviaban la cocaína dentro de maletas y mochilas para su exportación. Esos bultos se almacenaban en contenedores antes de ser sellados, pesados y transportados a los buques. En origen, a los trabajadores portuarios, según fuentes policiales consultadas por ABC, les pagarían 1.500 euros por kilo de droga embarcada con rumbo a Canarias, Amberes y Valencia.
La cocaína, con pureza superior al 92%, se identifica con logotipos de marcas comerciales muy conocidas y adaptadas al formato de consumo de las islas. Es decir: en origen la droga se trata bajo las exigencias del destinatario mayorista final.
Operaciones recientes este 2019 y finales de 2018
En 2019 la operación de mayor peso han sido los 315 kilos de cocaína camuflados en aparatos eléctricos. Los perros detectaron el alijo tras las sospechas levantadas por un control electrónico. La novedad es que no venía en un contenedor de carne sino en transformadores eléctricos. No se ha informado quién era el destinatario en el Puerto de Las Palmas.
También a comienzos de este mes, en Santos se descubrió más de 17 kilos de cocaína dentro de una bolsa. Era un un contenedor de carne bovina congelada que se llevaría a Las Palmas. Dos funcionarios de la operación del puerto fde Santos ueron detenidos por agentes brasileños.
Más carga
Los investigadores brasileños han detectado 158 kilos de cocaína ocultos en una camioneta durante una inspección de rutina en el puesto de Esdras, en la frontera con Bolivia. El conductor y el pasajero, ambos bolivianos, huyeron tan pronto como recibieron la orden para pasar el vehículo en el escáner. La droga venía Las Palmas y a Amberes.
En septiembre de 2018, los agentes aduaneros en el Puerto de Santos interceptó 79 kilos de cocaína que estaban en contenedores para su envío a Las Palmas procedente de Montevideo, en Uruguay. También en el puerto de Santos se detectó el pasado año 23,1 toneladas de la misma sustancia.





CHÁVEZ Y MADURO, LOS LÍDERES MÁS POPULISTAS EN LOS ÚLTIMOS 20 AÑOS

Marco Press de España (www.es.mercopress.com)
                                                                 
Los cientístas políticos llevan años preguntándose quién entra en la categoría de populista, cómo funciona el populismo y qué pasa luego con esos países. Es por esto que el periódico británico The Guardian realizó un índice de populismo a nivel retórico del discurso que fue encomendado a un equipo de politólogos liderados por un profesor de la Universidad Brigham Young, Kirk Hawkins.
Los académicos revisaron discursos de 140 líderes políticos que gobernaron o gobiernan en 40 países (europeos y americanos) en los últimos 20 años y los clasificaron de no populistas (“0”) a muy populista (“2”).
Según lo publicado, durante seis meses se analizaron transcripciones de discursos disponibles de jefes ejecutivos (primeros ministros, presidentes y cancilleres) que definió que el número de líderes populistas se ha duplicado en esas zonas desde principios de la década del 2000.
El estudio también revela que los políticos del mundo han ido adoptando cada vez más discursos populistas en una “batalla” entre la voluntad de la “gente común” y las élites “corruptas”.
En los resultados se da conocer que en los últimos 20 años el líder “más populista” ha sido Hugo Chávez (1999-2013) con 1,9 de puntuación. Lo sigue su sucesor Nicolás Maduro (2013-2018), con el segundo discurso más populista y un puntaje de 1,6. Luego viene Evo Morales con un claro discurso populista (1,5) y Recep Tayyip Erdogan (1,5).
En la tanda de los discursos “algo populistas” están Viktor Orbán (0,9), Silvio Berlusconi (0,8) y Donald Trump (0,8). Prosiguen en los discursos “poco menos populistas” Narendra Mosi (0,6) y el recién asumido Jair Bolsonaro (0,5). En los discursos “no populistas” en la medición se encuentra Tony Blair (0,1) y Angela Merkel (0).
Cabe destacar que el puntaje promedio del populismo, en los 40 países, se ha duplicado desde 0,2 a principio de la década del 2000 hasta aproximadamente 0,4 en la actualidad. El estudio también analiza la trayectoria de países individuales, como Venezuela, donde se mantuvieron niveles extremadamente altos de discursos populistas.
Unos 26 líderes de países latinoamericanos se consideran al menos como “medianamente populistas” Por otra parte, la expansión más significativa se ha vivido en los últimos cinco años, cuando más populistas asumieron el poder en América y Europa. Las elecciones de Donald Trump en EE.UU., Naredra Modi de India, Andrés Manuel López Obrador de México y Jair Bolsonario en Brasil pusieron a los populistas en el poder de algunos de los países más poblados del mundo.
Por lo que tres cuartas partes de los líderes en la base de datos, entre ellos el polaco Donald Tusk, el británico David Cameron, el brasileño Lula da Silva y la alemana Angela Merkel, fueron clasificados como “no populistas”. Y de los 46 líderes calificados como “al menos moderadamente populistas”, 26 eran latinoamericanos y la mayoría de izquierda. 





LOS ROSTROS DE LA IZQUIERDA LATINOAMERICANA QUE BUSCAN ENFRENTAR LA OLA CONSERVADORA

Algunos partidos y movimientos sociales han comenzando a confluir en torno a ideas comunes. El proceso ha sido transversal e, incluso, involucra a jóvenes políticos de Estados Unidos. Este, de acuerdo a analistas del sector, es el tiempo de consolidación de estos nuevos liderazgos y de aquellas promesas que aparecieron justo en la debacle de la izquierda tradicional; aquélla que encabezó la promesa del socialismo del Siglo XXI.

El Desconcierto de Chile (www.eldesconcierto.cl)

El cambio en el eje político latinoamericano desde gobiernos progresistas hacia conservadores parece haberse consolidado tras las últimas elecciones de Jair Bolsonaro en Brasil e Iván Duque en Colombia. Ambos se suman a líderes regionales ya consagrados de derecha, como el argentino Mauricio Macri y el chileno Sebastián Piñera, convirtiendo al subcontinente en un enclave reformista y pro mercado.
Atrás quedaron las políticas sociales implementadas por gobiernos como el de Cristina Fernández, en Argentina; Dilma Rousseff, en Brasil; y Michelle Bachelet, en Chile. Las tres mandatarias formaron un eje progresista relevante en la región, que se vio fortalecido por la labor de otros presidentes, como Lula da Silva, Néstor Kirchner, José Mujica, Rafael Correa, Fernando Lugo, Evo Morales y el propio Hugo Chávez, en los inicios de la revolución bolivariana.
Pero la hegemonía regional ahora está en las manos de Piñera, Bolsonaro y Duque. A ellos se suma un alicaído Macri, y otros mandatarios como Abdo Benítez, de Paraguay; Martín Vizcarra, de Perú; e incluso el otrora progresista Lenín Moreno, de Ecuador. ¿El factor común de todos estos gobiernos?: su disposición a alinearse con las políticas que impulsa Estados Unidos, hecho que parece materializarse a través de las periódicas visitas que realiza el vicepresidente de ese país al subcontinente, Mike Pence; o el jefe del Departamento de Estado, Mike Pompeo (o Rex Tillerson antes de él).
La izquierda latinoamericana ha quedado impávida ante esta ola de gobiernos conservadores, siendo incapaz de reorganizarse de manera exitosa y de interpretar correctamente las necesidades sociales modernas. O, al menos, de proponer mecanismos eficaces ante la actual coyuntura. Sin embargo, algunos partidos y movimientos sociales han comenzando a confluir en torno a ideas comunes. El proceso ha sido transversal e, incluso, involucra a jóvenes políticos de Estados Unidos. Este, de acuerdo a analistas del sector, es el tiempo de consolidación de estos nuevos liderazgos y de aquellas promesas que aparecieron justo en la debacle de la izquierda tradicional; aquélla que encabezó la promesa del socialismo del Siglo XXI.
Chile, el futuro entre el FA y el PC
La renovación de la izquierda en Chile tiene rostros y también su propio bloque. Se trata del Frente Amplio (FA), el conglomerado que irrumpió con fuerza en las últimas elecciones, aunque ha moderado el andar conforme se adapta a la burocracia de un sistema político presidencialista.
Una desgastada Nueva Mayoría (ex Concertación), el conglomerado que apoyó el gobierno de Michelle Bachelet, permitió que surgiera por su izquierda el FA, con una figura política prometedora, que reúne atributos positivos similares a los de Bachelet: Beatriz Sánchez (48), una dirigente independiente que en la última presidencial estuvo cerca de pasar al ballotage con Piñera.
Pero el liderazgo de Sánchez no ha sido suficiente para encausar al conglomerado. Conflictos derivados de agendas políticas particulares lo han llevado a quebrarse en votaciones y a enfrentarse por líos comunicacionales menores, pero de alto impacto reputacional.
Sánchez compite por el liderazgo en el FA con figuras como Giorgio Jackson (32) y Gabriel Boric (33), ex líderes estudiantiles de alta valoración social. A ellos se une Jorge Sharp (33), el joven alcalde de Valparaíso que lucha por proyectar su gestión más allá de la V región.
La ex Nueva Mayoría, en todo caso, también cuenta con cartas jóvenes, nacidas al alero del mismo movimiento estudiantil de 2011. Las comunistas Camila Vallejo (31) y Karol Cariola (32) encabezan esa camada, ya en su segundo periodo como diputadas. Pero de cerca aparece otro comunista: Daniel Jadue (51), el alcalde de Recoleta que ha revolucionado la gestión municipal con sus medidas sociales.
Argentina, aún a la sombra del kirchnerismo
Pese a que la candidatura de Cristina Fernández (66 años) parece ser el plan A del kirchnerismo y de parte importante del peronismo sindical, empieza a surgir como alternativa un nombre que podría asumir la posta incluso si la líder de Unidad Ciudadana no es inhabilitada por la justicia.
Se trata de Axel Kicillof (47), ministro de Economía durante los dos últimos años de mandato de Cristina y actual diputado nacional, representante de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El corto currículum político de este economista neokeynesiano quizás no explique por qué él ya es al menos la carta kirchnerista para competir por la gobernación de la Provincia de Buenos Aires, y por qué ha causado alboroto en algunas de sus intervenciones en actos kirchneristas en los últimos tiempos.
Su poco reconocimiento fuera de Buenos Aires lo aleja como opción a nivel nacional, pero en la Provincia de Buenos Aires el economista incluso seupera en algunas encuestas (aunque pierde en otras tantas) a la actual gobernadora María Eugenia Vidal (45), que es la figura macrista menos rechazada en este momento. De hecho, también hay quienes creen que Vidal debiera reemplazar a Mauricio Macri (60) como la carta de la coalición Cambiemos para mantenerse en la Casa Rosada, por lo que una posible pelea entre ella y Kicillof todavía no tiene un escenario definido.
Lo cierto es que la frente kirchnerista Unidad Ciudadana guarda a Axel Kicillof como un comodín mientras espera las decisiones judiciales que definirán si la senadora y ex presidenta, Cristina Fernández, podrá ser candidata. El riesgo es que termine presa, como Lula da Silva en 2018, y en ese sentido la idea es que si hay que apostar en Kicillof, habría que trabajarlo mejor de cómo lo hizo el Partido de los Trabajadores (PT) con Fernando Haddad, en Brasil.
Además de Kicillof, otras figuras que han ganado espacio entre los sectores progresistas son el activista social Juan Grabois (35), vocero de la CTEP (conocido por su cercanía con el Papa Francisco), la también economista kirchnerista, Delfina Rossi (30), quien fue nombrada directora del Banco Nación por Kicillof en 2015, siendo la más joven a ocupar el cargo, y las dos figuras parlamentarias más destacadas del Frente de Izquierda y de los Trabajadores, Nicolás del Caño (39) y Myriam Bregman (47).
Brasil, a la izquierda del PT
La renovación en la izquierda brasileña se encuentra dividida por las dos realidades distintas vividas por los partidos más representativos de ese sector: el PT y PSOL (Partido Socialismo y Libertad).
El más antiguo y emblemático partido progresista de ese país es el PT, que estuvo por 13 años en el poder con Lula da Silva (73 años) y Dilma Rousseff (71), pero que ahora se encuentra entrampado en la situación de tener que defender a su líder histórico, condenado por la justicia.
El PT se ha mantenido fiel a Lula, pero no olvida que debe seguir adelante en su lucha por el poder. El que propuso una renovación de liderazgo y estrategia dentro del PT fue Lindbergh Farias (49), un ex senador que perdió las elecciones internas del partido, por lo que todavía no ha sido capaz de ser el cambio que muchos anhelan.
Mientras el PT sufre internamente, el PSOL, partido que nació desde una disidencia del PT, demuestra muchísimo más optimismo.
El partido logró duplicar su bancada en la Cámara de los Diputados y además cuenta con la juventud de muchos de sus nuevos parlamentarios, como Áurea Carolina (35), Sâmia Bonfim (29), David Miranda (34), Fernanda Melchionna (35), Talíria Petrone (33) y Gláuber Braga (36), como una señal de renovación que puede fortalecerse aún más entre los sectores progresistas que defienden una izquierda que de ahora en adelante sea diferente de lo que ha hecho el PT, aún cuando reconocen lo que se hizo en los gobiernos de Lula y Dilma.
Entre sus líderes más destacado tiene al activista social Guilherme Boulos (37), quien se convirtió el año pasado en el presidenciable más joven de la historia de Brasil. Vocero del principal movimiento social por la vivienda en São Paulo (MTST, sigla de Movimiento de los Trabajadores Sin Techo), Boulos ha empezado este año a recorrer el país, emulando al Lula en los años 80, cuando el entonces sindicalista de São Bernardo también buscaba pasar de líder regional a figura de proyección nacional.
También hay una corriente feminista muy fuerte creciendo dentro del PSOL, impulsada por la memoria de Marielle Franco, la concejala del partido que fue asesinada en marzo de 2018. Esa corriente inspira a cuatro diputadas que además vienen de cuatro grandes capitales brasileñas: Áurea Carolina (de Belo Horizonte), Sâmia Bonfim (de São Paulo), Fernanda Melchionna (de Porto Alegre) y Talíria Petrone (de Rio de Janeiro).
El origen de las diputadas también revela el punto débil del PSOL para consolidarse como partido más representativo de la izquierda: es un fenómeno creciente en las grandes capitales y centros urbanos, pero no ha logrado resultados similares en los sectores rurales y selváticos del país, en el Brasil profundo.
Fuera del eje PT-PSOL también está Manuela D´Ávila (37), la principal líder del Partido Comunista y que fue candidata a vicepresidenta en la fórmula con Fernando Haddad.
Estados Unidos, socialismo demócrata
Muchos y muchas podrían desconfiar al leer la expresión “izquierda estadounidense”. Pero la corriente sí existe y ha sido impulsada por una renovada ola de jóvenes demócratas progresistas, que han visto al “socialista democrático” Bernie Sanders (77 años), precandidato presidencial en 2016, como un referente a seguir.
Sanders ya anunció que postulará nuevamente en las primarias del Partido Demócrata en 2020. Pero detrás de él hay gigantesca onda de militantes y representantes millennials ocupando espacios en la política.
El nombre que destaca entre todos esos nuevos líderes norteamericanos es el de Alexandria Ocasio-Cortez (29), un muchacha del Bronx, hija de inmigrantes puertorriqueños, que servía tacos en un restaurante de Nueva York hasta fines de 2017 y que hoy es la más taquillera integrante de la Cámara de Representantes, con un perfil en Twitter que, dentro de un ranking de figuras políticas, sólo es superado por el del presidente Trump en cantidad de visualizaciones.
Al igual que Sanders, Ocasio-Cortez no tartamudea cuando hay que defender el concepto de socialismo democrático con el cual define el grupo del que son parte (el DSA, sigla de Democratic Socialists of America), con el cual tratan de imponer una hegemonía de izquierda dentro del Partido Demócrata, todavía comandado por los liberales, como el también joven (pero no tanto) Beto O´Rourke (46), quien se asoma como el primer gran contendor del sanderismo en las primarias, y que suele repetir en campaña que “soy capitalista”, para desmarcarse de su principal contendor.
Además de Alexandria, el DSA también se ha destacado por líderes jóvenes negros, inmigrantes o descendientes de ellos, como Andrew Gillum (39), alcalde de Tallahassee (y que estuvo a muy cerca de ganar la gobernación de Florida el año pasado, perdió por menos de 0,5% tras un proceso bastante cuestionado); la somalí-estadounidense Ilhan Omar (37), representante por el Estado de Minnesota; y Ayanna Pressley (45), representante por el Estado de Massachusetts.
Perú, dividida en dos bloques
En otro país donde la izquierda ha tenido dificultades históricas surgió también un resultado inesperado en las presidenciales de 2016, a través del Frente Amplio, liderado por la antropóloga francoperuana Verónika Mendoza (38 años), cuyo ascenso meteórico en la política se asemeja al de Camila Vallejo en Chile.
Mendoza y el Frente Amplio reunieron 18,7% de los votos en primera vuelta, lo que los ubicó en un auspicioso tercer lugar, y a menos de 3% de Pedro Pablo Kuczynski (80), el candidato que terminó ganando el ballotage, pero que ya no es más presidente desde hace casi un año, luego que renunciara bajo presión por su conexión a hechos de corrupción.
Sin embargo, divergencias internas llevaron Mendoza a dejar el Frente Amplio peruano en 2017 y crear un nuevo referente llamado Nuevo Perú, con una plataforma que describen como “ecosocialista, feminista, indigenista y mariateguista”. Por su parte, el Frente Amplio sigue su camino, ahora liderado por el congresista jefe de su bancada en el Legislativo, Marco Arana (56).
Pese a la debacle de la derecha fujimorista en el país luego de los escándalos de los últimos dos años, no hay certeza si la izquierda, dividida ahora en dos bloques, logrará aprovechar esa situación.
Bolivia, bajo la sombra de Evo
Renovación en la izquierda Bolivia es algo que no parece ser una prioridad. Mientras Evo Morales (59 años) pueda seguir siendo el líder indiscutido de la coalición oficialista, a lo máximo que los jóvenes que se destacan en el Movimiento al Socialismo (MAS) pueden postular, es a ser legisladores y dirigentes regionales.
La omnipresencia de Morales en la política boliviana, sin embargo, no ha logrado opacar el surgimiento de nuevos liderazgos, como el de la presidenta del Senado, Adriana Salvatierra (29), una académica chileno-boliviana, hija de la psicóloga chilena Luisa Arriaza Zúñiga, quien fue militante de las Juventudes Comunistas en su juventud.
El ascenso de Salvatierra fue meteórico: se tituló como politóloga en 2012, se eligió senadora por el MAS en 2015 y asumió la presidencia de la Cámara Alta en el pasado mes de enero, convirtiéndose en la persona más joven en ocupar este cargo.
Otros nombres que hay que mirar con atención son los de Andrónico Rodríguez (29), líder cocalero que recientemente asumió la vicepresidencia de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba; y el de Ademar Valda (34), recién elegido presidente de la Brigada Parlamentaria del MAS.
Colombia y la esperanza
El surgimiento de liderazgos en la izquierda colombiana a nivel nacional siempre ha enfrentado el problema de los asesinatos de líderes populares y dirigentes sociales, desde el atentado a Jorge Eliécer Gaitán en 1948, pasando por la serie de magnicidios de los 80, hasta el reciente 2018, en el que fueron ejecutados más de 170 voceros y representantes de movimientos a lo largo del país. Casi la mitad de los casos se dieron antes de las elecciones presidenciales (mayo y junio del año pasado).
Sin embargo, la izquierda resiste y quizás con algunas buenas noticias, sobretodo después de que logró del hito histórico que significó llevar un candidato presidencial al ballotage: Gustavo Petro (58 años), quizás el menos joven de los ejemplos citados. Pero Petro es el futuro de la izquierda en Colombia, con una buena votación en las presidenciales del año pasado (25% en primera vuelta y 42% en segunda) y una fuerte posibilidad de que pueda mantenerse como referente político de la coalición Colombia Humana, para quizás hacer historia nuevamente en 2022.
El otro nombre que tiene la izquierda es el de Iván Cepeda (56), conocido como el senador que puso a Álvaro Uribe (66) contra las cuerdas, obligándolo a enfrentar a la Corte Suprema, a responder por delitos de soborno y falsos testigos, en julio de 2018. Sin embargo, en el mismo año fue diagnosticado de cáncer de colon en fase temprana, justamente cuando se levantaba como uno de los principales nombres del partido Polo Democrático Alternativo.
Cuba y su renovación por dentro
La renovación en la isla donde los hermanos Castro gobernaron por 60 años ya está. El propio Miguel Díaz-Canel (58 años), al asumir el poder en abril de 2018, se convirtió en ese nuevo aire que esperaba la isla desde que Raúl Castro prometió una modernización de las relaciones económicas entre los ciudadanos.
Pero además, el proceso de reforma constitucional impulsado por él y recientemente concluido, también fue un marco importante, permitiendo que nuevas figuras se destacaran, como Susely Morfa (36), primera secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y reelegida como miembro del Consejo de Estado; o el poeta y periodista Yoerky Sánchez Cuellar (35), director del diario Juventud Rebelde y también miembro del Consejo de Estado.
Otro nombre que se destaca en Cuba es el de Jennifer Bello (27), ex presidenta de la Federación de Estudiantes Universitarios de Cuba, ex miembro del Consejo del Estado (al que ingresó en su momento como la más joven en su historia, a los 23 años), hoy diputada de la Asamblea Nacional.
Venezuela, entre maduristas y chavistas
Al igual como lo hizo Hugo Chávez con Nicolás Maduro (56 años), preparándolo como su sucesor natural para cuando él no pudiera ser el líder de su proyecto político, el actual mandatario está trabajando para promover sus reemplazantes.
No es secreto para nadie que la persona mejor posicionada en ese sentido es la vicepresidenta Delcy Rodríguez (49), quien ya tiene en su currículum el cargo de ex presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente y el de canciller del primer gobierno de Maduro, por tres años (entre 2014 y 2017).
Pero Venezuela es un caso muy complejo, donde ya existe una disputa entre el chavismo tradicional y el chavismo-madurista que está en el poder. Fuera del chavismo-madurista hay otros nombres que no cuentan tanto con la bendición presidencial, pero sí han ganado espacio. Entre ellos se destaca el del joven gobernador del Estado de Miranda, Héctor Rodríguez Castro (37).
En su momento, Rodríguez Castro también fue un consentido de Hugo Chávez, quien lo nombró ministro en 2008 y lo apadrinó para que fuera, a los 26 años, el más joven miembro de la directiva nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Durante el gobierno de Maduro, fue ministro de la Juventud en 2013, y luego ministro de Educación, entre 2014 y 2015.
Al salir de este último cargo, se alejó del círculo de confianza del madurismo, aunque sin dejar de ser una de las figuras destacadas del partido chavista. Tanto es así que logró elegirse gobernador del Estado de Miranda, uno de los más importantes del país, derrumbando la hegemonía de la derecha que era ejercida por Henrique Capriles (46), el rival de Maduro en 2013 y que gobernaba el Estado desde 2008.





AGUA, LA BATALLA POR EL 'ORO LÍQUIDO'

El Siglo de México (www.elsiglodedurango.com.mx)
                                                          
La progresiva escasez de agua dulce podría desencadenar a mediano y largo plazo una serie de catástrofes sociales y ambientales en diversas partes del mundo, advierte expertos. A pesar de que el volumen del líquido se mantiene estable en el planeta, las cantidades de agua limpia son cada vez más reducidas como consecuencia de la intervención humana y los efectos del cambio climático.
La demanda irá en aumento en las próximas décadas, lo que podría disparar los conflictos por el control del agua potable entre algunos países fronterizos. A pesar de la agenda de Naciones Unidas para atajar el problema, se estima que para 2030 más de la mitad de la población mundial tendrá problemas para acceder al agua limpia, convirtiendo este recurso vital en el oro líquido del futuro, lo que podría incrementar las disputas por su dominio a nivel internacional. Un 10% de las muertes de menores de cinco años se debe a la carencia de agua en el mundo, según organizaciones humanitarias. Más de 800 mil personas fallecen cada año por diarreas al ingerir agua no potable o por falta de higiene y de instalaciones sanitarias adecuadas, resalta Ayuda en Acción.
Ocho de cada 10 personas que no tienen acceso a agua potable viven en zonas rurales, fundamentalmente en África subsahariana y Asia. Por lo general, ellas son las responsables de buscar agua en fuentes que se encuentran lejos de su hogar, en ocasiones a varios kilómetros. La sobreexplotación de ríos y acuíferos es una de las principales causas de la escasez, agravada por el calentamiento global que altera el ciclo de lluvias, desplazando las precipitaciones y alterando su frecuencia.
La agricultura representa 70 % del total de las extracciones de agua dulce en el mundo, porcentaje que en los países menos desarrollados supera 90 %, según estudios de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
También la contaminación provoca una merma importante del agua utilizable. "La contaminación se puede deber a varios factores, entre ellos la intrusión marina, la actividad agrícola basada en abonos y productos fitosanitarios (plaguicidas) y la actividad minera, que utiliza productos químicos no orgánicos", señala a EL UNIVERSAL Santiago Martín Barajas, coordinador del área Agua de Ecologistas en Acción. "Debido a la actividad humana muchas aguas quedan inservibles, por lo que de nada sirve que tengamos el mismo volumen de agua a nivel planetario si en buena parte no la podemos usar por falta de calidad o porque está inutilizada", agrega.
Los países europeos usan de media 130 litros de agua al día por persona, lo que contrasta con las carencias de muchos países en desarrollo que consumen entre dos y cinco litros diarios por persona. La escasez del líquido también está relacionada con la mala salud de ecosistemas como los humedales, que juegan un papel determinante a nivel planetario en la regeneración de agua dulce. Expertos alertan que en el último siglo ha desaparecido 64 % de estos espacios naturales. Los humedales no solo constituyen un refugio para muchas especies, sino que actúan como filtradores naturales de agua, aportando gran parte del agua dulce.
Según la Fundación Aquae, los humedales se extinguen a un ritmo tres veces más rápido que los bosques, víctimas del desarrollo urbano, agrícola e industrial, entre otros. Menos de 3 % del agua del planeta es dulce y gran parte está congelada, destaca Mikel de Pablo, responsable de proyectos de Fundación Aquae.
"Si tenemos en cuenta que cada persona necesita, como mínimo, entre 20 y 50 litros de agua al día para sus necesidades básicas, seremos conscientes del enorme valor de los humedales, que proporcionan el agua que necesitamos y ayudan a rellenar los acuíferos subterráneos que constituyen una fuente importante de agua dulce", agrega.
La falta de acceso al agua dulce no solo genera padecimientos, muertes o crisis humanitarias, también es el origen de numerosos conflictos a nivel mundial, con el cambio climático potenciando la desestabilización en las zonas más afectadas. En las regiones en las que disminuyen las lluvias "el riesgo de que los conflictos menores crezcan para convertirse en guerras a gran escala se duplica al año siguiente", según un estudio de la Universidad de Columbia. "El que manda en términos fácticos es el que hay aguas arriba del río, lo que muchas veces es un problema para los ribereños que viven más abajo", indica Martín Barajas.
Foco de colisión en Latinoamérica
En América Latina algunos ríos y acuíferos fronterizos son materia permanente de litigio entre países de la región. Mientras Bolivia y Chile se disputan el río Silala, la extensa reserva de agua dulce de Guaraní constituye un potencial foco de colisión entre Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. En Medio Oriente, el problema del agua es uno de los más importantes para explicar el conflicto entre Israel y Palestina. El Estado judío necesita controlar las fuentes de abastecimiento del río Jordán y los acuíferos de las zonas palestinas de Gaza y Cisjordania, debido a las escasas precipitaciones en la región.
Turquía, Siria e Irak mantienen disputas en torno a las cuencas de los ríos Tigris y Éufrates. La presa turca de Ataturk, uno de los embalses más grandes del mundo, permite al país otomano producir bastante energía. Esta obra es fuente de conflictos con Siria e Irak por la disminución de caudal que provoca.
En África, la cuenca del río Zambeze también es motivo de tensión entre Zambia, el Congo, Angola, Namibia y Zimbabue, que compiten por la gestión de sus aguas, lo que origina fuertes enfrentamientos.
El más reciente conflicto por el agua en el continente africano involucra a Egipto y Etiopía. Este último país busca paliar su déficit de energía mediante la construcción de una enorme represa que entraría en funcionamiento en 2020 y que mermará el caudal del río Nilo, afectando el suministro de agua dulce de Egipto.
"El escenario a medio y largo plazo es que las catástrofes sociales y ambientales por la falta de agua van a provocar no solo conflictos entre países, sino desplazamientos masivos de poblaciones, con consecuencias negativas, sobre todo para los más pobres", dice Barajas. Además de la lucha contra el cambio climático, la gestión eficaz y sostenible del agua, la rehabilitación de los sistemas de agua potable son alternativas que proponen los expertos para evitar que el líquido pase a ser un bien en peligro de extinción.





¿QUIÉNES ABANDONARON AL CHE GUEVARA EN BOLIVIA?

Cuba Encuentro (www.cubaencuentro.com)
                                                                                           
Admitamos la creencia generalizada en Cuba, aun entre gente “integrada revolucionariamente”, de que hubo implicación gubernamental cubana en la muerte del Che Guevara en Bolivia. Más que nada por abandono.
Sin embargo, aunque en lo personal puedo admitir la hipotética implicación de cierto organismo gubernamental cubano en la muerte del Che Guevara, al supuestamente abandonarlo a su suerte en los páramos bolivianos, o incluso al escoger de manera malintencionada la localización del foco guerrillero, no creo que pueda sostenerse con argumentos racionales, más allá de los excesos de fantasía interesada a que tan dadas son las teorías conspirativas, que tras ello esté la mano de Fidel Castro. Ni directa, ni indirectamente.
Existe entre cubanos la práctica de convertir en un absoluto monstruo al enemigo; de la que, por cierto, el propio Fidel Castro era uno de los cultores más entusiastas. Práctica con la que no se logra más que caricaturizar a nuestro enemigo. Lo que es sin lugar a dudas el caso de la imagen de Fidel Castro construida por algunos de sus contrarios, esa monstruosa caricatura que cierto sector anticastrista ha pretendido imponerle a la opinión. Con lo cual, claro está, no ha conseguido más que un contraproducente resultado. A veces incluso la simpatía hacia el Comandante de algunos que para nada coincidían con sus ideas, pero a quienes sin embargo les resultaban y resultan chocantes las simplificaciones que esos enemigos acérrimos suyos han querido hacernos pasar.
Para cualquiera que haya leído algo los escritos, discursos y otros documentos que dejara atrás el Che Guevara, y que conozca a su vez a Fidel Castro, más que por haberlo sufrido, por haber indagado en su compleja personalidad, resulta evidente que ambos hombres tarde o temprano habrían terminado por enfrentarse. Fidel Castro era de ese tipo de hombre para el cual lo primero es la razón de Estado; y se entiende que así fuera, porque él ya había obtenido lo que más ansiaba en este mundo: un poder estatal sobre el cual treparse para intentar llevar adelante la transformación de su circunstancia, de acuerdo con sus criterios y voluntad, sin tener en cuenta la opinión de nadie más. Fidel Castro era un hombre de lo tangible, menos complejo, más basto que Guevara, alguien que ya había encontrado lo que buscaba y que por tanto nunca renunciaría a su inmenso poder sobre sus conciudadanos.
Guevara era por su parte un hombre que perseguía la Verdad, ese bien inasible, y que en su búsqueda sería capaz de renunciar a todo lo demás. Sobre todo al poder, que para él no era la capacidad de controlar a los demás, como para Fidel Castro, sino la de mantenerse por completo autónomo de ellos. Si en la consecución de su objetivo manipulador Fidel Castro alaga a las multitudes y devanea “politiqueramente” con poderes mayores que los de él, el Che Guevara es por el contrario de ese tipo de individuos que solo se ven a sí mismos parados a contracorriente en medio del mundo; mientras aguantan firmes la opinión o el poder que les fluyen en contra. Uno de esos individuos que siempre encontrará contrarios… o en su lugar los creará.
Eran por lo mismo dos hombres en esencia diferentes por lo que buscaban, pero que no obstante reconocían en el otro a un igual, a un individuo desmedido, más allá del adocenamiento general. Y un igual, para esos hombres que viven demasiado aislados en vidas demasiado centradas en sí mismas, es algo que no se está tan dispuesto a perder cuando se ha encontrado. Ese es el sentido último de esa amistad, enigmática para el hombre común, aquel que no vive obsesionado por la gloria, o el poder, o la verdad, sino aferrado al día a día, o a los pequeños problemas y detalles que la vida nos allega en frente. El raro sentido que la amistad tiene para este tipo de hombres, que por demasiado abocados a lo que está más allá de lo cotidiano están mil veces más solos que los demás mortales.
Que Fidel Castro, ya convertido en el Júpiter Revolucionario cubano, solo condescendía con los criterios opuestos del Che Guevara, es obvio. Los dos hombres no pensaban exactamente lo mismo, pero solo a Guevara se le permitía el privilegio de exteriorizarlo en la Cuba de Fidel.
Que solo a Guevara se le permitía funcionar independiente en aquel entramado de poderes que se tejía alrededor del Caballo, fundamentalmente porque no había otra forma de tratar con él, lo demuestra un discurso suyo de 15 de agosto de 1964, recogido después como Una actitud nueva ante el trabajo. A su pregunta retórica, en medio del discurso, de quién merecía con más derecho ostentar el certificado por un determinado mérito revolucionario, con lo que buscaba que el público le recitará las virtudes del asceta revolucionario, este, sin embargo, grita que “Fidel”. Ante lo cual el Che Guevara muestra sin remilgos su evidente fastidio frente a una audiencia caudillista más que convertida al ascetismo revolucionario, y solo suelta en respuesta un ríspido y tajante “entre los que estamos aquí”, para de inmediato enumerar esos méritos imprescindibles para obtener el certificado de Trabajo Comunista.
Téngase en cuenta que ante una situación semejante incluso Raúl Castro habría detenido su discurso para dedicarle al Fidel Castro al menos media hora de ditirambos. Por su parte Dorticós, Almeida, Faustino, o cualquier otro de la cúpula revolucionaria, el resto de uno que entonces alcanzaría a llegar a las cuatro o cinco horas, y que habría dejado brillantes las botas del Comandante en Jefe, y muy sucia de fango la lengua del susodicho.
Es indudable que en 1965, después de su discurso de Argel, en que se atrevió a dictarle normas de conducta al campo socialista desde el Tercer Mundo, pero sobre todo a proponer que el trato favorable que se le daba a la Isla se extendiera por igual a todo él, ya Guevara no cabía en Cuba. Según Gleijeses, en Misiones en Conflicto, libro publicado en Cuba castrista, entre la papelería de la Stasi se han descubierto informes de sus espías en La Habana en que se reportan, a posteriori de ese discurso, agrias discusiones entre Guevara y Raúl, en presencia de su hermano Fidel Castro.
Tras el claro ataque al papel rector moral de la URSS en el movimiento antiimperialista mundial, pero sobre todo al exponer públicamente las favorables relaciones de Cuba con el Campo Socialista, lo cual no debe de haberle sabido muy bien a gentes que como Castro el Menor eran más proclives a tapiñarse esos privilegios, Guevara debía marchar. En ello seguramente Fidel Castro concordaba con quienes desde posiciones de menor rango planteaban esa salida, ya que su permanencia en Cuba, y sobre todo esa lengua suya sin pelos, imprevisible y que no se detenía ante criterios de conveniencia, ponían en riesgo la vital ayuda soviética.
La molesta consecuencia de Guevara, mucho más para nosotros los cubanos, que siempre hemos vivido en el polo opuesto de esa virtud, obligaba a Fidel Castro a estar de acuerdo en la necesidad de sacarlo de Cuba, dado su estado de dependencia creciente a la economía de la URSS.
Mas pensar que ya para entonces hubiese ocurrido la ruptura entre los dos hombres es un poco apresurado:
En primer lugar, Guevara marcha a África, a hacer precisamente la política africanista que Fidel Castro mantendrá y llevará a su cúspide luego de su muerte; casi siempre en contra de la voluntad soviética.
A poco de marcharse al Congo Belga, Fidel Castro impone la variante económica que defendía Guevara frente a la de sus contrarios pro-soviéticos (Carlos Rafael Rodríguez). Con ello el Estado bajo su poder funcionaría en esencia en base a las ideas de otro, todavía muy vivo; ideas las cuales, por cierto, no cabía hacer pasar a su haber intelectual, porque estaban firmemente confirmadas como de la autoría de Guevara en toda una serie de debates todavía muy vivos en el recuerdo público. Es esto algo que no hace ningún político, mucho menos si es un megalómano obseso por el poder, cual sin dudas lo era Fidel Castro, cuando se está en abierta contradicción con el autor de las tales ideas.
Pero sobre todo, en 1965, en el Buró Político del recién creado PCC, Fidel Castro no permite más pro-soviéticos que los de la facción de Raúl, a quienes por razones obvias no cabía dejar afuera, mientras al viejo PSP lo excluye por completo. ¿Cómo pensar que Fidel Castro no concordara con la posición general de Guevara en Argel, de mantener la independencia no solo con respecto a Washington sino también a Moscú, si de hecho se ha cuidado de sacar del poder a los partidarios incondicionales de la URSS dentro del proceso revolucionario?
Recordemos que Fidel Castro es un hombre de infinitamente más amplias ambiciones que su hermano, en general un guajirito jefe de finca al que las relaciones familiares han colocado de repente en planos que no son los de él. Fidel Castro por lo tanto es alguien sugestionable por los sueños guevarianos de provocar el colapso del Capitalismo en unos pocos años, con el consiguiente triunfo del Socialismo en un Tercer Mundo desde el que entonces, fortalecido por esa victoria, se le puedan imponer las condiciones también a Moscú. Obsérvese que en la práctica la Tricontinental no nace con el discurso inaugural de Fidel Castro, un 12 de enero de 1966, sino con el del Che, once meses antes desde Argel; y que por tanto la OSPAAAL en esencia es un empeño común de ambos.
Resulta poco serio sostener que el plan de hacer colapsar al Capitalismo mediante la promoción de uno, dos, muchos Vietnams, no fuera una idea conjunta de ambos; que semejante quijotada no alborotara a alguien como Fidel Castro, que por entonces deliraba con zafras de 10 millones para 1970, y de 20 para diez años después, o cordones cafetaleros de La Habana que harían colapsar los precios del grano a nivel mundial…
Destaquemos que la idea de usar para ello a Bolivia no era tampoco una idea tan disparatada, cual muchos han sostenido después, en base a lo que sucedió que no tuvo por qué ser lo que pudo haber ocurrido: no hay razones válidas para afirmar que un realista Fidel Castro, conocedor de lo disparatado del plan, aprovechara la circunstancia para deshacerse del irrealista Guevara. En primer lugar el grado de irrealidad delirante siempre fue mayor precisamente en Castro que en Guevara (el primero soñaba con zafras monstruosas que de lograrse pondrían el precio del azúcar por los suelos; el segundo con convertir a la industria azucarera en un complejo sucro-químico, en que el azúcar solo fuera un producto más). En segundo, usar a ese país mediterráneo como un foco guerrillero desde el cual hacer cruzar columnas guerrilleras hacía Brasil, Perú, Chile, Paraguay y Argentina, no era una idea tan loca, dado el espíritu de la época, la absoluta debilidad de las instituciones bolivianas, y la situación política de Bolivia tras el golpe militar que había acabado con la revolución de 1952-1964.
Lo que hizo definitivamente inviable la propuesta de desestabilizar a Suramérica desde Bolivia fue la rapidez con que fue localizado el foco e identificada en él la presencia de Guevara; el error de ubicación de la finca que se compró para dar comienzo al foco: la casa de calamina, en una zona guaraní políticamente apática, incluso cabe decirse que hasta en contradicción cultural con los aimaras que necesariamente habrían de completar el núcleo guerrillero en sus inicios, a la vez muy lejos de todas las posibles vías de suministros externas; y por sobre todo la actitud del partido comunista boliviano, a indicación del PCUS, de no sumarse a la lucha.
Evidencia final de que no ha ocurrido la ruptura entre ambos hombres, y que mucho menos Fidel Castro ha tenido que ver con el abandono de Guevara en Bolivia, es su inmediata actitud hacia la URSS tras conocerse los detalles de la muerte del Che; en lo cual Moscú tuvo el muy oscuro y conocido papel: envía entonces a la delegación de más bajo rango de los últimos 7 años a unos festejos en la URSS, nada menos que a los que se dan por el cincuentenario de la Revolución de Octubre (el gris Machado Ventura la encabeza), y emprende hacia fines de año una campaña contra los elementos más abiertamente prosoviéticos: los microfraccionales, a los cuales acusa de que no salen de la Embajada Soviética.
El punto culminante de ese alejamiento es su discurso del 13 de marzo de 1968, en que hace pública su decisión anterior de que el PCC no asista a la Conferencia de Partidos Comunistas, deja entrever la posibilidad real de que en los próximos meses ya no entre más combustible soviético a la Isla, satiriza a esas biblias de la teocracia moscovita: los manuales de Marxismo-Leninismo soviéticos, y la emprende sin piedad con aquellos que se la pasan soñando con la sombrilla protectora de los cohetes de Moscú.
Debo aquí, no obstante, hacer una digresión y suministrar un dato de difícil explicación dentro de mi idea de la no implicación de Fidel Castro en lo sucedido a Guevara en Bolivia: hace dos años Vanguardia, semanario del PCC en Santa Clara, entrevistó a un señor que trabajaba en el Ministerio de Industrias a la salida de Guevara del mismo. Según le confesó este al publicista Luís Machado Ordext, en junio de 1965, a la salida del Ministro el Ministerio se vio inundado de comisiones del Partido que “estudiaron” a todos los militantes de la sede central del mismo, y de hecho, según él, ninguno logró pasar la prueba y mantenerse en el Partido. La mayoría de ellos optaron por irse al campo, “de propia voluntad”.
Es difícil creer que la facción del PSP, tan relegada por entonces, tuviera poder para semejante pase de cuentas a aquellos que por su cercanía a Guevara pudieran haberse contagiado del peligroso espíritu del Ministro. Recordemos que pocos meses después, en octubre de 1965, ninguno de los Pescados Grandes del Socialista Popular[i] logró colarse en el Buró Político del recién creado PCC.
Es más probable que esa limpieza política fuera obra de la facción de Raúl Castro. ¿Con el conocimiento y hasta la tácita aprobación de Fidel Castro…? No perdamos de vista que aunque no puede librarse a Fidel Castro de la responsabilidad por lo sucedido bajo su dictadura, no era él ese ser omnipotente y omnisapiente que sin lugar a dudas hubiera querido ser, o que muchos de sus enemigos y partidarios dan por sentado era. Sobre todo durante estos años es evidente que hay otras facciones toleradas, además de la fidelista pura, las cuales cuentan con un programa propio y una gran libertad de acción, sobre todo porque el Gran Líder anda por lo general subido en un jeep en la promoción de disparates económicos o expediciones guerrilleras a medio mundo, mientras deja la parte rutinaria y aburrida de la administración en manos de otros.

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