martes, 31 de diciembre de 2019

EL OBJETIVO DE LOS GEO EN BOLIVIA ERA LLEGAR HASTA JUAN RAMÓN QUINTANA, MANO DERECHA DE EVO MORALES


El verdadero objetivo de los seis GEO que protagonizaron un incidente con la policía boliviana en las cercanías de la residencia de la embajadora de México en La Paz, consistía en hacer llegar a Cristina Borreguero, encargada de negocios de España, hasta Juan Ramón Quintana. En este caso España haría de intermediaria entre Quintana y Estados Unidos. Sin embargo, otra versión extendida en las últimas horas sostiene que los GEO querían obtener información sobre Podemos en poder de Quintana.



A los expertos en seguridad contactados por elcierredigital.com le llaman la atención varias de las circunstancias que rodean la actuación de los supuestos GEO en la operación para intentar llegar a la embajada mexicana de La Paz, en Bolivia. No entienden muy bien la utilización de esta unidad policial en labores de custodia y seguridad del personal de la embajada española en Bolivia. Esto es lo primero que llamó la atención de los expertos en esta no deseada crisis con el nuevo gobierno boliviano.
Todo ocurrió el 27 de diciembre cuando la encargada de negocios de la Embajada de España, Cristina Borreguero, se dirigió a la residencia oficial de la Embajada de México en dos coches a las ocho de la mañana, pero policías bolivianos impidieron el paso de dos vehículos y personal de seguridad español -al menos cuatro individuos- salieron del coche encapuchados y presumiblemente armados, según las autoridades bolivianas, que consideraron este acto un "atropello" a la soberanía de Bolivia.
Sin embargo, la embajada española en La Paz había comunicado un día antes al Ministerio de Asuntos Exteriores de Bolivia el retorno de seis miembros del cuerpo diplomático a través de una nota verbal fechada el 26 de diciembre, un día antes que se produjera el incidente en la Embajada de México. El documento oficial filtrado a la prensa contiene nombres y apellidos de los seis y sus números de pasaporte, lo cual ha sido criticado por sindicatos policiales españoles. La nota verbal explica a la Dirección General de Ceremonial de Estado que "el 28 de diciembre regresarán a España el personal que ingresó el pasado 14 de noviembre como apoyo técnico a la legación diplomática. Se trataría de seis miembros del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional, supuestamente.
Nadie cree que los desplazados allí fuesen a sacar a personas de la embajada de México para llevarlas a la embajada española. "Ni siquiera los propios bolivianos, pero algo tienen que argumentar. Solo sería trasladar el problema de lugar y nada ganaría el gobierno español con ello", aseguran las fuentes consultadas.
Pasaportes reservados al CNI
La segunda nota discordante de todo el asunto para los expertos consultados por elcierredigital.com es que resulta muy extraña la utilización de pasaportes falsos para introducir a estos seis policías en el país, una práctica que se reserva solo a agentes del CNI en misiones puntuales y que precisa de la autorización del juez del Tribunal Supremo Pablo Lucas Murillo de la Cueva, encargado de los asuntos del CNI.
La tercera actuación que ha generado extrañeza se refeira a que además ellos fueran los encargados de dar escolta a la enviada de la Embajada española, cuando eso lo hacen habitualmente los Unidad de Intervención Policial (UIP) o Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) de la Guardia Civil destinados en nuestras embajadas. En el caso de la embajada de La Paz, a cargo de UIP de la Policía Nacional.
Por otra parte, los sindicatos policiales ya han alertado que desvelar las identidades de los agentes pone en peligro su seguridad. La Confederación Española de Policía (CEP) ha denunciado que ello "pone en riesgo su identidad y su integridad física mediante la filtración de sus pasaportes que, es evidente, sólo puede provenir de organismos públicos bolivianos". La CEP ha recordado que la presencia de estos policías en Bolivia tiene relación con las misiones propias del GEO, que en el extranjero son la protección de diplomáticos y embajadas.
Por su parte, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) defendió este domingo la labor de los agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO) implicados en el incidente y ha asegurado que realizaron su trabajo "con pleno respeto a la legalidad internacional y sin responder a las provocaciones de un grupo de ciudadanos". Además, piden a los partidos políticos que se evite "utilizar a la Policía Nacional en su lucha partidista".
Desde el gobierno español se ha asegurado que era una visita "cortesía" y negó que pretendieran facilitar la salida de los antiguos altos cargos del Gobierno del expresidente Evo Morales. Dentro la residencia de la embajadora mexicana, Teresa Mercado, se encuentran nueve antiguos dirigentes en calidad de asilados políticos, cuatro de ellos con orden de búsqueda y captura por parte del gobierno boliviano. La ministra de Exteriores en funciones, Margarita Robles, ya ha anunciado una investigación al respecto.
Las cuatro personas en búsqueda y captura, refugiadas en la embajada mexicana, son el exministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana; la exministra de Cultura Wilma Alanoca; el exgobernador de Oruro, Víctor Hugo Vásquez y el exdirector de la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación (AGETIC) Nicolás Laguna.
Durante algunas hora se especuló con la posibilidad de que junto a ellos estuviese el exprocurador general y exministro de Justicia Héctor Arce, sobre el que Bolivia no presenta ninguna reclamación. SIn embargo, la importancia de Arce deriva más en una cuestión política que diplomática, ya que es la persona en Bolivia que mejor conoce la supuesta financión irregular de Podemos, el partido de Pablo Iglesia por parte de la anterior jerarquía boliviana. Esa vía es la que desea explotar ahora el gobierno boliviano.
A los expertos también les llama poderosamente la atención que en una visita de "cortesía" los agentes fuesen equipados con chalecos antibalas. "Quien los mandó esperaba exactamente esa reacción y los agentes sabían realmente a los que iban, a ninguno le pilla por sorpresa". añaden.
Relaciones excelentes con la DEA
Hay que recordar las excelentes relaciones que mantiene la Policía Nacional española con la DEA o agencia antidroga norteamericana. Sin embargo, las relaciones oficiales pasan siempre por el CNI, aunque en fuentes policiales nadie niega que si llega el momento y alguien hace una llamada a un colega del otro lado del mundo ambos se prestarán la ayuda necesaria, aunque luego sea fiscalizada por el CNI.
El pasado mes de noviembre la Fiscalía del Estado de Bolivia emitió una orden de captura contra Quintana, acusado por sedición, financiación al terrorismo e instigación pública a delinquir, ya que el Gobierno interino de Jeanine Áñez lo señala como uno de los organizadores del proceso de insurrección que se llevó a cabo en Bolivia tras la renuncia y exilio en México de Evo Morales.
Contra Quintana, el exnúmero dos del Gobierno de Evo Morales, se han lanzado varias acusaciones por presuntos vínculos con organizaciones de narcotráfico, en parte como resultado de su estrecha relación con Mayerling Castedo, quien fue detenida en junio de 2019 por estar presuntamente involucrada en el clan "Candia Castedo", en la provincia de Moxos, departamento del Beni.
Juan Ramón Quintana es un polémico exmilitar, formado en la tristemente conocida Escuela de las Américas, con estudios de Sociología y Filosofía, todo ello antes de renunciar al Ejército en 1997 e incorporarse definitivamente a la política de la mano de Evo Morales. Antes pasó por Cuba, donde recibió adiestramiento. Desde las propias filas del Movimiento Al Socialismo (MAS), partido de Morales, ya señalaron a Quintana, acusado en 2008 por un caso de contrabando de camiones con destino a Brasil, sin embargo el caso finalmente fue archivado por la mayoría del partido de Morales en la comisión del Congreso.
Mayerling Castedo era una alta dirigente del MAS, secretaria del departamento de Gobernación de Beni. Tras la desarticulación del clan de narcotráfico "Candia Castedo", se conoció la involucración de Mayerling Castedo Molina.
La operación contra esta organización arrancó tras la incautación de una avioneta con 302 kilos de droga en la provincia de San Pedro, en Paraguay, donde fue detenido un piloto boliviano, sobrino de Castedo. Tras la detención de Castedo, circuló en las redes sociales diferentes fotografías en la que se ve a Mayerling Castedo junto a varias autoridades como el entonces gobernador del Beni, Alex Ferrier, el exministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, y el expresidente Evo Morales. Ella ha negado siempre cualquier implicación en narcotráfico.
Castedo Molina fue fiscal de Materia, exsecretaria de Desarrollo Humano en la gestión del gobernador Alex Ferrier, candidata al Tribunal Supremo de Justicia por el Beni, asesora de la Asamblea Departamental y de varios municipios benianos. Ingresó en julio de 2019 en el penal de Mocovi junto a su hija Joyci Candia Castedo en prisión provisional.
Parece por tanto muy posible, que la DEA esté interesada en conocer los vínculos de Quintana con el narcotráfico si es que estos existieran y es un interés legítimo dentro de la lucha contra el narcotráfico que llevan a cabo en todo el continente.
Financiación de Podemos
Otra versión de la historia que no es menos creíble, pero más enrevesada de idear, sería que los GEOS trataban de sacar de la residencia de la embajadora en México información comprometida sobre la supuesta financiación irregular de Podemos en aquel país. Lo cierto es que a fecha de hoy no existe ninguna causa judicial ni penal abierta en ningún tribunal del mundo que sustente esta teoría. Es la versión que sostiene el actual gobierno boliviano con la intención de dañar al gobierno español.
Ya se intentó abrir una causa contra Juan Carlos Monedero, cuando era número dos de Pablo Iglesias, que terminó en 2015 con la renuncia de Monedero y una multa de 200.000 euros a Hacienda por no declarar 425.000 euros de ingresos por asesoramiento recibidos en Bolivia, Nicaragua, Venezuela y Ecuador, aunque Monedero los declaró a través de una empresa.
Para entender esta teoría, que ahora defienden algunos, hay que remontarse al informe Cardona Álvarez, de 20 de febrero de 2015. En el citado informe, realizado por el director del Hospimil número 2 de Santa Cruz se basa en una entrevista al coronel Germán Rómulo Cardona Álvarez y fue entregado al General de División José Luis Begazo Ampuero, comandante general del Ejército de Bolivia.
El coronel Cardona Álvarez, profesor en la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno de Santa Cruz, había proferido insultos y críticas al ejército en su página de Facebook y por ello fue interrogado en el hospital donde se encontraba internado. El informe tiene 34 páginas y es en la número 33 cuando el coronel habla que "desde hace seis años Hugo Chávez, Nicolás Maduro y Evo Morales Ayma, bajo el manto de una entidad ficticia denominada Fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS) en cuyo consejo ejecutivo figuran los principales dirigentes de Podemos Pablo Iglesias, Iñigo Errejón, Luis Alegre y Juan Carlos Monedero, realizan giros a España para financiar una nueva organización política que se concretó en febrero de 2014 como partido político con la finalidad de una vez conquiste el gobierno español, se constituya una puerta directa de ingreso de cocaína en Europa".
Las críticas más importantes del coronel arreciaron contra el Ejército boliviano cuando fue operado en Madrid con una cirugía que no era posible en Bolivia y después el Ejército se negó a pagarle esos gastos. Estas acusaciones son las que se usaron contra Podemos en su momento, pero sin que se abriera ninguna causa hasta el momento en ningún tribunal de Justicia español o internacional. En 2015 el coronel Cardona llegó a España donde solicitó refugio y actualmente reside en nuestro país. El Cierre Digital de España (www.elcierredigital.com)





EL GEO EN BOLIVIA

Ok Diario de España (www.okdiario.com)

Miembros del GEO están actuando de escoltas en determinados países, dependiendo del riesgo que exista para los diplomáticos en los mismos. Lo primero que procedería para llevar a cabo una investigación rigurosa de lo ocurrido es conocer qué parámetros determinan que sean geos u otros miembros policiales quienes presten el servicio, y si en Bolivia se dan las condiciones para que estén allí o son otras las razones.
El servicio ordinario de seguridad en Bolivia es prestado por miembros de las UIPs. De ellos son las fotografías y datos que se filtraron en un acto de agresión de la administración boliviana. Desde cuándo estaban allí los GEOs, qué razones llevaron a enviarlos y si entre sus tareas están las de escolta, que solo se da en determinados países con riesgo para el personal al que escoltan, también son extremos que el Gobierno deberá aclarar.
El jefe y los miembros de los geos deben ser ilustrados sobre lo que es la democracia y el estado de derecho. Es una obligación patriótica decir la verdad y contribuir a aclarar este confuso incidente. Su profesionalidad patriótica se defiende contando la verdad, no ocultando trapacerías de sus mandos o políticos, si las ha habido. El GEO es la unidad más especializada, de mayor exigencia de la Policía española. Son expertos en intervenir en cualquier situación, arriesgar su vida y perderla sin que les tiemble el pulso actuando en cumplimiento de sus obligaciones. Ni ellos ni el buen nombre de esa Unidad merecen la manta de basura internacional que está cayendo sobre ellos.
Conózcase quién es el delegado del CNI en Bolivia. Si es la misma persona que fue a la residencia de la embajadora de México a las 8 de la mañana con cuatro geos para una supuesta reunión protocolaria (ni es la hora ni es el lugar oportuno), hay que suponer que estaban inmersos en una operación. No hay que suponer que sea algo sucio, negativo para el Estado porque todos los países organizan actuaciones en defensa de sus intereses. Sí debería el Gobierno, dada la relación de miembros de Podemos con el anterior Gobierno de Bolivia, algunos de los cuales están refugiados en la residencia de la embajadora de México en Bolivia donde se produjeron los incidentes, explicar con luz y taquígrafos qué hacían allí cuatro geos, la policía de élite española preparada para intervenir en supuestos de secuestro con rehenes, asalto barcos de narcotraficantes, etc.
Conociendo lo que pasa en España, ningún responsable político asumirá responsabilidades si fueran necesarias por las practicas aplicadas, y tratarán, como siempre, de responsabilizar a los cuatro policías que actuaron cumpliendo órdenes y no tienen ninguna responsabilidad en lo que haya podido ocurrir en Bolivia. Un policía no pregunta el objetivo ni los detalles de las órdenes que recibe. Esto funciona así: su mando los llama y les dice hay que ir a Bolivia, contactar con el personal diplomático, iremos a la embajada de México y allí recogeremos documentos, maleta, grabaciones…o escoltaremos a una, dos, tres personas, hasta la embajada española, de tal país o tal frontera.  La respuesta es “a la orden”. Después se entra en los detalles de cómo se lleva a cabo el plan, qué hacer si las cosas no salen como se esperaba etc.
Estamos ante un hecho que puede ser desde un malentendido fruto de la crispación que vive el país, hasta una injerencia grave en asuntos internos por el que los policías pueden ser imputados. Que el Gobierno de España proteja a los policías y no los ponga en el centro de la diana.





EN MEDIO DE EXPULSIONES DE DIPLOMÁTICOS Y ACUSACIONES CRUZADAS, AUMENTA LA TENSIÓN ENTRE BOLIVIA, MÉXICO Y ESPAÑA

La crisis estalló después de que el Gobierno interino de Jeanine Áñez denunciara que funcionarios españoles acudieron acompañados de “encapuchados” a la residencia de la embajadora mexicana en La Paz, donde se encuentran asilados algunos ex ministros bolivianos requeridos por la Justicia

Infobae de Argentina (www.infobae.com)
                                                                               
Un nuevo episodio en la tensión diplomática entre Bolivia y México se escribió este lunes tras la decisión del Gobierno interino de Jeanine Áñez de expulsar a la embajadora mexicana en La Paz y junto a ella a dos diplomáticos españoles, acusándolos de dañar la soberanía boliviana.
EL ANUNCIO PRESIDENCIAL
Áñez compareció ante los medios en La Paz en la mañana para anunciar que su Gobierno decidió declarar “personas no gratas” a la embajadora de México, María Teresa Mercado, a la encargada de Negocios de la Embajada de España, Cristina Borreguero; al cónsul español, Álvaro Fernández, y a otros funcionarios.
La presidenta interina les pidió que abandonen Bolivia en 72 horas al sostener que “este grupo de representantes de los Gobiernos de México y España ha lesionado gravemente la soberanía del pueblo y del Gobierno constitucional de Bolivia”.
“La conducta hostil, intentando ingresar de forma subrepticia y clandestina a la residencia de México en Bolivia, desafiando a los oficiales policiales bolivianos y los propios ciudadanos, son hechos que no podemos dejar pasar y han generado consecuencias”, manifestó.
EL DESENCADENANTE
Las relaciones entre Bolivia y México ya estaban tensas desde que en noviembre pasado el país norteamericano concedió asilo al ex presidente Evo Morales en ese país y a algunos ex funcionarios de su Gobierno en la residencia en La Paz.
La tensión escaló aún más y sumó a España después de que el Gobierno interino denunciara el pasado viernes que funcionarios de la Embajada española acudieron acompañados de “encapuchados” a la residencia de la embajadora mexicana en La Paz, donde se encuentran asilados algunos ex ministros bolivianos requeridos por la Justicia.
Las autoridades bolivianas aseguraron entonces que intentaron ingresar de forma “clandestina” a la residencia mexicana y consideró que hubo “atropellos” a su soberanía por el incidente.
El suceso fue interpretado por Bolivia como una intención de evacuar a ex ministros acusados de delitos como terrorismo por el Gobierno de Áñez.
LA REACCIÓN DE ESPAÑA
Horas después del anuncio de Áñez, el Gobierno español respondió “en reciprocidad al gesto hostil” del Ejecutivo interino boliviano declarando personas no gratas al encargado de Negocios de la embajada boliviana, Luis Quispe, el agregado militar Marcelo Vargas y el agregado policial Orso Fernando Oblitas.
Los tres funcionarios fueron designados durante la gestión de Evo Morales, según ha indicado la Cancillería boliviana.
España ha exigido al Gobierno de Áñez que “reconduzca y desescale los contenidos de sus afirmaciones y se recupere cuanto antes el buen sentido de confianza y cooperación” entre ambos países.
También ha rechazado “tajantemente cualquier insinuación sobre una supuesta voluntad de injerencia en los asuntos políticos internos” de Bolivia y ha aclarado que “cualquier afirmación en este sentido” constituye “una calumnia dirigida a dañar” las relaciones bilaterales entre ambos países “con falsas teorías conspiratorias”.
El Gobierno de Madrid ha negado en todo momento que haya tratado de facilitar la salida de los ex funcionarios bolivianos de la residencia mexicana y ha mantenido que la visita de sus dos diplomáticos fue de “cortesía” e iban acompañados de “personal de seguridad” para su propia protección.
Una explicación que para el Gobierno interino de Bolivia es “inconsistente”, si bien las autoridades nacionales han aclarado que no se busca romper relaciones con ninguno de estos países, sino de que acrediten a nuevos funcionarios en reemplazo de los expulsados.
APOYOS Y CRÍTICAS EN BOLIVIA
La medida de Áñez ha cosechado reacciones diversas en el ámbito político boliviano, desde halagos por hacer respetar la soberanía del país hasta críticas y pedidos de que reconsidere su decisión para no dañar las relaciones sobre todo con España.
Políticos como el delegado ante la comunidad internacional de Bolivia, el ex presidente Jorge Quiroga, y el líder de la centrista Unidad Nacional, Samuel Doria Medina, aplaudieron la decisión gubernamental.
Quiroga volvió a lanzar duras críticas contra el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y el partido español Unidas Podemos, a quienes acusó, entre otras cosas, de vulnerar la soberanía de Bolivia y practicar una “diplomacia encapuchada”.
“Que el mundo entero sepa que Bolivia se respeta”, escribió por su parte Doria Medina en Twitter.
La presidenta del Parlamento boliviano, la senadora Eva Copa, y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Choque, ambos del partido de Evo Morales, criticaron por separado la medida.
Copa consideró que se está causando “mayor conflicto y daños bilaterales con países” que ayudaron a Bolivia e instó a Áñez a “repensar su posición” teniendo en cuenta que la Embajada de España colaboró en la pacificación del país durante la reciente crisis.
Choque sostuvo que el de Áñez “es un Gobierno transitorio que no tiene potestad para hacer lo que está haciendo”.
LA SITUACIÓN EN LAS SEDES
El ambiente en las cercanías de la embajada y la residencia españolas en La Paz era tranquilo, sin manifestantes ni protestas de ningún tipo, mientras que en las cercanías de la residencia mexicana desde el pasado viernes hay una vigilia de activistas que buscan evitar la fuga de los ex funcionarios de Morales.
“Nosotros queremos que devuelvan a esos delincuentes que están adentro para que vayan presos (...) han hecho mucho daño a nuestro país”, declaró a Efe Sandra López, una de las activistas.
La vigilancia policial en las dependencias de la embajada y la residencia mexicanas continúa, una acción que ha sido calificada por las autoridades de México como un “asedio”.
El Gobierno transitorio boliviano ha justificado esa acción con base en pedidos de la Embajada de México para redoblar la vigilancia y tras considerar el riesgo de una protesta social para retirar por la fuerza a algunos funcionarios del Gobierno de Morales.





NO HAY INTENCIÓN DE ROMPER RELACIONES CON BOLIVIA: SEGOB
                                                                
Luego de la expulsión de la embajadora mexicana en Bolivia, María Teresa Mercado, Sánchez Cordero aseguró que la sede diplomática seguirá operando en el país andino.

Aristegui Noticias de México (www.aristeguinoticias.com)

La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, afirmó que México no tiene intención de romper relaciones diplomáticas con el gobierno de facto de Bolivia.
Luego de que el gobierno boliviano declarara persona non grata a la embajadora de México en aquella nación, María Teresa Mercado y decidiera expulsarla, la encargada de la política interna del país indicó que “se sugirió que regrese (a México), por su propia seguridad”, anotó.
En conferencia de prensa, Sánchez Cordero señaló que la embajada mexicana en el país andino continuará con su labor de manera habitual, “actuando con gran profesionalismo y sin improvisación de ninguna especie”.
Refrendó todo el apoyo del Gobierno de México a los nueve funcionarios bolivianos que se encuentran asilados en la residencia mexicana en La Paz, Bolivia.
“Ellos ya aceptaron el asilo político y nosotros les dijimos que sí. Estamos abiertos al asilo político para ellos, claro que los vamos a proteger. Mientras estén en la Embajada mexicana, están en territorio mexicano”, explicó..
Por otro lado, Sánchez Cordero indicó que el gobierno federal tiene un plan para apoyar a los connacionales que residen en Bolivia, y quieran regresar a México. Tenemos un plan (…), pero sólo sí ellos así lo desean, regresar. Son mexicanos y pueden regresar a su país cuando ellos lo deseen”.
Bolivia declara “persona non grata” a embajadora de México; le da 72 horas para dejar el país
La autoproclamada presidenta, Jeanine Áñez, declaró este lunes “persona non grata” a la embajadora de México, María Teresa Mercado, y a todo el cuerpo diplomático de España, informó el Ministerio de la Presidencia del Estado Plurinacional de Bolivia. Los diplomáticos expulsados tienen un plazo de 72 horas para abandonar el territorio boliviano.
De acuerdo con Notimex, la decisión fue tomada por “daño a la soberanía del Estado boliviano”, e incluye a la encargada de negocios de España, Cristina Borreguero; al cónsul de España en Bolivia, Álvaro Hernández, y al grupo de elementos de guardias de seguridad de la sede diplomática del país europeo.





ALITO URGE DIÁLOGO ENTRE MÉXICO Y BOLIVIA, REITERA INVITACIÓN A PANAMÁ

Político de México (www.politico.mx)
                                                                                
Alejandro “Alito” Moreno, presidente nacional del PRI, urgió al diálogo entre México y Bolivia luego de los recientes acontecimientos diplomáticos entre ambos países que desencadenó la expulsión de la embajadora mexicana, María Teresa Mercado. 
En su cuenta de redes sociales, el también presidente de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (Copppal), reafirmó la disposición de la organización para mediar el encuentro entre las dos naciones y volvió a sugerir que la reunión se lleve a cabo en Panamá. 
Además, hizo un llamado expreso a Marcelo Ebrard, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en México, y a su similar boliviana, Karen Longaric, para que atiendan su sugerencia como presidente de la Copppal. 
En días pasados, el político mejor conocido como Alito, anunció en un comunicado su propuesta para que la Copppal fuese mediador para solucionar el conflicto que mantienen Bolivia y México.  




RELACIÓN ENTRE MÉXICO Y BOLIVIA SÓLO ES SIMBÓLICA: MEYER EN MESA POLÍTICA
                                                                                                                                                                                        
El analista político Sergio Aguayo comentó que la expulsión de la embajadora mexicana María Teresa Mercado le parece excesiva a la luz de la evolución de los acontecimientos.

Aristegui Noticias de México (www.aristeguinoticias.com)

El académico Sergio Aguayo observó que Bolivia busca empeorar su relación con México; sin embargo, el historiador Lorenzo Meyer consideró que eso no es preocupante, ya que los vínculos entre ambos países sólo son simbólicos.
La autoproclamada presidenta, Jeanine Áñez, declaró este lunes “persona non grata” a la embajadora de México, María Teresa Mercado, por lo que tendrá que salir de Bolivia en un periodo menor a 72 horas.
Al respecto, Aguayo comentó que esta medida por parte del gobierno de facto le parece excesiva a la luz de la evolución de los acontecimientos.
Desde su punto de vista, lo acontecido en Bolivia ejemplifica las dificultades que va a tener la política exterior mexicana hacia América Latina, “porque independientemente del esfuerzo por acercarse a los gobierno de centro-izquierda no le va a resultar tan sencillo, porque los gobiernos de derecha están más cerca de la pauta del comportamiento de Donald Trump que de la diplomacia y buenos modales”.
Por su parte, el historiador Lorenzo Meyer afirmó que la relación con Bolivia sólo es simbólica, y por lo tanto, no debe preocupar demasiado a los mexicanos.
La reacción del gobierno de facto de La Paz dice más de ellos que de nosotros, no me preocupa para nada la relación con ellos”, dijo.
En su opinión, es positivo que un gobierno sin legitimidad se lance contra México, donde el presidente sí fue elegido mediante el voto de los ciudadanos.
Finalmente, el historiador comentó que México tendrá que mantener su sede diplomática abierta y a un encargado de negocios que cuide de los asilados en Bolivia.





GOBIERNO ESPAÑOL INTENTA OCULTAR A LA FUERZA SUS NEGOCIOS EN BOLIVIA

El Gobierno de Bolivia acusó al Gobierno de España, liderado por el bloque socialista, de conspirar para silenciar testigos que podrían exponer su infiltración

Panam Post de Panamá (www.es.panampost.com)
                                                                                                       
El Gobierno de España envío a fuerzas especiales armadas a Bolivia para extraer a testigos claves contra Podemos y resguardar a los aliados de Evo Morales. El delegado de Bolivia ante la comunidad internacional, Jorge «Tuto» Quiroga, denuncia al presidente de España,  Pedro Sánchez, como autor.
«Ahora están en el co-Gobierno con Sánchez y ahora están muertos de miedo de que desde Bolivia y Venezuela se denuncie y se desvele la enorme cantidad de dinero que le robaron a nuestros países estos señores a nombre de hacer colonialismo constitucional», asegura.
Acusó a Podemos de ser «agitadores académicos» que pretenden realizar «colonialismo de complicidad criminal» en su país. Afirmó que tanto Pedro Sánchez como Podemos «deben estar muertos de miedo» de que salga a la luz toda la información que tienen Juan Ramón Quintana y Héctor Arce, exministros de Evo Morales que estaban resguardados en la embajada de México.
Bolivia lo llama abiertamente una conspiración. El ministro de Gobierno de Bolivia, Arturo Murillo, ya solicitó la expulsión de todos los miembros de la misión diplomática española. En vista que afirma que diplomáticos españoles intentaron evacuar a exdirigentes afines a Evo Morales de la Embajada mexicana en La Paz.
El gobierno socialista español habría falsificado pasaportes para enviar fuerzas especiales a resguardar a testigos con información contra Podemos
Según informan las autoridades bolivianas, el operativo se logró por medio de la falsificación de pasaportes de los cuatro GEO (Grupo Especial de Operaciones) enviados a La Paz. La prensa española expuso que sus pasaportes fueron renovados con el encargo específico de trabajar en la Embajada de España con fecha 20 de diciembre
Sin embargo, fueron descubiertos ingresando «encapuchados» y «presumiblemente armados» en la Embajada de México donde estaban a resguardo los exministros de Evo Morales. Presuntamente los GEO debían interrogar a estos para que den información sobre el dinero “criminal” recibido por el partido morado de manos de Evo Morales.
De acuerdo a la evidencia, existía un plan ulterior: sacarlos de esa embajada y buscar un país de acogida para evitar acciones judiciales en su contra.
Actualmente hay 10 miembros del gabinete de Morales en la Embajada de México, entre ellos ministros procesados por acusaciones de terrorismo.
Por eso Bolivia acusa a la Embajada de España en La Paz de cometer «atropellos» a su soberanía.
También la Encargada de Negocios, Cristina Borreguero, estuvo bajo investigación por las autoridades españolas por su participación en el embajada. Pero el Ministerio de Exteriores de España presentó un comunicado posterior donde afirma que la visita “era exclusivamente de cortesía”.
Esa fue la respuesta del ministerio ante la denuncia de la canciller interina de Bolivia, Karen Longaric, quien afirma que la «incomprensión de algunos gobiernos, que guiados por compromisos ideológicos y sin entender aspectos sustanciales inherentes a nuestra realidad nacional, comenten actos de injerencia directa».
Agregó que el personal español «intentó ingresar de forma subrepticia y clandestina a la residencia diplomática», y explicó que la Policía Boliviana «frenó el ingreso de los vehículos».
PP y Vox exigen a ministra de defensa que «explique el incidente de Bolivia con diplomáticos españoles»
PP y Vox han solicitado al Gobierno que explique ante el Congreso lo sucedido en la Embajada de México en Bolivia.
Santiago Abascal, el líder de Vox, calificó como «gravísimo» lo sucedido y anunció que exigirán «respuestas» en el Parlamento.
México denunció a Bolivia ante la Corte Internacional de Justicia
Al momento lo sucedido involucra a tres países, además de España, México -que resguardó a Evo Morales un par de días- denunció a Bolivia ante la Corte Internacional de Justicia por el asedio a su embajada.
En respuesta, el ministro interino de Gobierno de Bolivia, Arturo Murillo, dijo: “Allá nos veremos con mucho gusto y veremos quiénes han violado el tratado”.
Por el momento, México cuenta con el respaldo del régimen cubano, cuyo canciller anunció en redes sociales: “Cuba condena el asedio de fuerzas de seguridad e inteligencia del gobierno de facto de #Bolivia a la Embajada y Residencia de #México en ese país”.
Cuba respalda la denuncia de México
Ya que México es la sede de la renovación del socialismo internacionalista, bajo el nombre del Grupo de Puebla, tiene el aval de Cuba, quien se ha encargado hace más de medio siglo de ejecutar lo que hoy critica: asediar, por medio de guerrillas armadas y entrenadas en la isla, e infiltrar la inteligencia de buena parte de hispanoamérica.
Ha cumplido roles diplomáticos de norte a sur en el continente, como parte de su misión estratégica de infiltración. En pleno año electoral, «el Gallo» llegó a Bolivia, luego de haber sido parte del equipo de Cuba en la ONU en la década de los 70, embajador en Ecuador (1984-89), Panamá (1998-2004), Brasil (2009-2013) y El Salvador (2017-2018).
El respaldo del régimen cubano muestra que existen alianzas transnacionales de encubrimiento, donde acusan a otros de lo que ellos mismos han cometido.
Ahora le toca a Bolivia enfrentar no solo la inestabilidad causada por las elecciones fraudulentas de Evo Morales sino a todos sus aliados que —según afirman el actual gobierno— conspiran en conjunto.





ERREJÓN CULPA A LA «DERECHA REACCIONARIA» ESPAÑOLA DEL ESCÁNDALO DE LA EMBAJADA EN BOLIVIA

Ok Diario de España (www.okdiario.com)

Íñigo Errejón, líder de Más País y cofundador de Podemos, ha culpado a la "derecha reaccionaria" de PP y Vox del escándalo de la embajada de México en Bolivia. Errejón es uno de los señalados por Jorge Quiroga, ex presidente de Bolivia, por haber cobrado dinero de la narcodictadura que ideó Evo Morales, el que fuese presidente del país latinoamericano hasta hace unos meses.
"El incidente en la embajada mexicana en Bolivia en el que se han visto envueltos españoles, muestra que nuestra derecha doméstica tiene mucho más de reaccionaria que de ‘nacional’", ha afirmado Íñigo Errejón en un mensaje colgado en su perfil de Twitter.
El pasado fin de semana, varios miembros de la embajada española en Bolivia intentaron entrar sin autorización  y "encapuchados" a la embajada de México en la Paz, edificio donde se encuentran asilados una decena de miembros del anterior Gobierno de Evo Morales. Así lo explicó Karen Longaric, actual ministra de Exteriores del país latinoamericano: "La policía frenó el ingreso de los vehículos de diplomáticos españoles a las instalaciones, toda vez que la presencia de encapuchados representa una potencial amenaza".
Jorge Quiroga, ex presidente de Bolivia y delegado ante la comunidad internacional del Gobierno interino de Bolivia, acusó horas después a Pedro Sánchez, presidente del Gobierno en funciones, de enviar a agentes armados GEO a la Embajada de México en La Paz para hacer un gran favor a Podemos, su futuro socio de Gobierno. Quiroga reveló que en esta embajada se encuentran dos miembros del antiguo Gobierno de Evo Morales que cuentan con información sensible sobre la formación liderada por Pablo Iglesias: Juan Ramón Quintana y Héctor Arce, ex ministros de la Presidencia y de Justicia del país latinoamericano.
Pero Quiroga no se quedaba ahí, puesto que desveló los nombres de los cargos clave de Podemos que fueron encargados de recibir dinero del populismo y de las narcodictaduras de países latinoamericanos: Carolina Bescansa, encargada de Nicaragua, Juan Carlos Monedero, de Venezuela, y el propio Íñigo Errejón de Bolivia. El ex presidente de este país acusó a estos tres ex altos cargos de Podemos de haber recibido dinero "robado" de varios países con el objetivo de expandir el comunismo en diferentes países como España.
PP y Vox piden explicaciones
Errejón ha optado por no responder a estas acusaciones y sí culpar del escándalo en Bolivia a la "derecha reaccionaria" de PP y de Vox por haber pedido explicaciones al Gobierno de Sánchez por este conflicto diplomático. Jaime de Olano, diputado ‘popular’, adelanto que su formación solicitará la comparecencia de Margarita Robles, ministra de Asuntos Exteriores en funciones, para explicar el escándalo "del que conocemos pocos detalles pero creemos que los españoles necesitan saber a que se dedica su cuerpo diplomático en cualquier país del mundo".
El grupo parlamentario de Vox presentó en el Congreso horas después una batería de preguntas al Gobierno de Pedro Sánchez para que dé explicaciones sobre el escándalo en la embajada de México en Bolivia. Una de estas preguntas pide aclarar si José Luis Rodríguez Zapatero, ex presidente del Gobierno con el PSOE, "ha tenido alguna participación en los hechos".





PATRULLAS VECINALES IMPONEN SU LEY AFUERA DE LA CASA DE LA EMBAJADORA MEXICANA EN BOLIVIA
                                                                                
La diplomática ha sido expulsada del país y en la sede de la legación permanecen refugiados dirigentes del gobierno de Evo Morales.

El País de España (www.elpais.com)
                                                                                         
Alrededor de una quincena de personas vigila desde hace tres días la entrada a la urbanización privada La Rinconada, en la que se encuentra la residencia de la embajadora mexicana en Bolivia, María Teresa Mercado, a quien el Gobierno boliviano ha expulsado este lunes del país, tras un conflicto diplomático que también ha salpicado a España. “En campaña permanente y activa”, se lee en un cartel exhibido por quienes vigilan la residencia y los automóviles que salen y entran de ella. Lo hacen con el consentimiento de la policía —este lunes había 12 agentes, pero días atrás llegó a haber 90— mientras que conductores de los vehículos se pliegan a la revisión de sus automóviles. “Estamos aquí en apoyo de nuestra policía, para evitar que nadie se fugue sin haber pagado sus deudas a la justicia boliviana”, dijo uno de los organizadores a una televisión local. Se refieren a la decena de ex altos cargos del Gobierno de Evo Morales, que renunció a la presidencia el 10 de noviembre.
Este hostigamiento a la residencia y la embajada mexicana en Bolivia fue denunciado por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, días atrás: "Ni Pinochet se atrevió a tanto", dijo el mandatario. Pero las cosas no hicieron más que complicarse hasta la expulsión de la embajadora. En la sede de la legación permanecen refugiados algunos antiguos colaboradores del gobierno de Evo Morales, quien ha trasladado su residencia a Argentina. 
La vigilancia vecinal la imponen los mismos grupos de “resistencia” que protestaron contra Morales. Pertenecen a la clase media urbana y siguen movilizados en diferentes partes del país para presionar al nuevo Gobierno para que persiga con el máximo rigor a los dirigentes del antiguo oficialismo, en particular a los que han sido señalados como responsables de las violentas manifestaciones a favor de Morales entre el 10 y el 24 de noviembre.
En la zona sur de La Paz, donde se encuentran La Rinconada y otras lujosas urbanizaciones de la capital, la llamada resistencia organizó protestas contra la delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que trabajó a finales de noviembre en Bolivia, y que fue acusada de “proteger a los terroristas”. El incidente del que se deriva la expulsión de los diplomáticos mexicanos y españoles se explica en este contexto de alerta y movilización política de los sectores vencedores del conflicto con Morales.
Uno de los principales enemigos de la resistencia es Juan Ramón Quintana, figura destacada del Gobierno anterior, a quien la Fiscalía acusa de sedición y terrorismo por haber dicho que, si se producía un golpe de Estado contra Morales, Bolivia se convertiría en un “moderno Vietnam”.
Críticas a otros países
Quintana y otros ocho exministros y antiguas autoridades del partido de Morales se beneficiaron del asilo mexicano, pero hoy cuatro de ellos no pueden salir de la residencia diplomática en la que viven, pues el Gobierno de Jeanine Áñez no les concederá salvoconductos para abandonar el país, con el argumento de que están procesados por delitos comunes y no políticos. Nada más tomar el poder, Arturo Murillo, uno de los ministros de Áñez, habló de "cacería" contra algunos antiguos dirigentes de Evo Morales.
Desde la salida de Evo Morales a México, dos días después de su renuncia, los medios de comunicación se inundaron de críticas al Gobierno mexicano, que denunció un “golpe de Estado” en Bolivia, permitió que este usara Twitter libremente y abrió la Embajada de México en La Paz a los miembros de su partido. Luego se produjo una oleada de críticas con tintes xenófobos contra Argentina por la cobertura crítica de los sucesos bolivianos por parte de la prensa de este país y de la decisión del presidente Alberto Fernández de no reconocer a Áñez.
Tras el incidente del pasado viernes, el turno fue de España: para muchos creadores de opinión, como el político Samuel Doria Medina, lo sucedido en la residencia mexicana fue un “operativo armado”. El embajador Jorge Quiroga atacó al presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, por la “invasión de sus Rambitos”, en alusión a los policías españoles envueltos en el incidente, cuyos pasaportes y fotografías fueron filtrados a los periodistas y en las redes sociales.
“Apoyamos a nuestra presidenta Áñez por haber expulsado a la embajadora mexicana y a los diplomáticos españoles. Los que hacen daño a nuestra amada Bolivia deben irse”, dijo una de las mujeres que llevan a cabo la vigilia en La Rinconada.





"ES UNA VERGÜENZA, ES TRISTE VER LO HECHO POR LOS GOBIERNOS DE MÉXICO Y ESPAÑA”

El expresidente boliviano Jorge Quiroga, actual representante del gobierno transitorio de su país ante el exterior, fustiga la actitud de estados extranjeros con respecto a Evo Morales y lamenta que se hayan sumado a la “conspiración internacional” de Venezuela y Cuba contra la “reconstrucción de la democracia”.

El Comercio de Perú (www.elcomercio.pe)
                                                                                                  
Hace casi un mes, Jorge ‘Tuto’ Quiroga recibió el encargo de ser el delegado del gobierno interino de Jeanine Áñez ante la comunidad internacional. Ha estado en México, país que dio cobijo a Evo Morales luego de que este dejara Bolivia, y de vuelta a su país hizo una corta escala en Lima.
—Al panorama interno complejo que vive Bolivia se suma la crisis diplomática con tres países México, Argentina y España. ¿Cuánto le preocupa ello?
A ningún país le gusta entrar en controversias con otros. Nosotros no hemos buscado las grescas, pero tenemos que defender la reconstrucción democrática. Terminar con una tiranía abusiva y autoritaria de 14 años como la de Evo Morales, que criminalizaba a la oposición y perseguía a la prensa, suponía resistir la represalia feroz de los ‘socios listos’ del s. XXI, como los de Venezuela y Cuba. Morales ha sido una ficha fundamental del proyecto de Castro y Maduro o Chávez, que en algún momento llegó a tener a 22 de los 34 países en la OEA, cuando el petróleo estaba alto y Chávez reinaba en el hemisferio, ha ido retrocediendo pero se ha vuelto muy duro en cuatro enclaves: Cuba, Nicaragua, Venezuela y Bolivia. Lo que ha sido sorprendente ha sido ver las reacciones de México y ahora la de España.
— ¿Lo han decepcionado?
Es una vergüenza, es realmente triste lo que han hecho. México, el hermano mayor, ha tenido una actitud contradictoria. A Juan Guaidó nunca lo reconocieron argumentando que la Doctrina Estrada les impedía involucrarse en otro país, pero ahora la echaron por la borda y hacen una injerencia grotesca contra Bolivia.
— Allá se considera que hubo un golpe de Estado contra Morales...
El golpe de Estado en cámara lenta lo ha hecho Evo a través de todos estos años. Es contradictorio que López Obrador, que se pasó 12 años denunciando fraudes que nunca probó, no atiende a un fraude constatado incluso por la auditoría de la OEA y acoge y apaña al cerebro del fraude. Es incomprensible esta complicidad tan abierta. Uno llega a la conclusión de que AMLO es un satélite tan servil al proyecto de Maduro y Castro como lo son Daniel Ortega o Evo Morales. Hay además otras dos contradicciones.
— ¿A cuáles se refiere?
Si hay un país que sufre los embates del narcotráfico, ese es México. Pues bien, el productor más antiguo de Sudamérica es Evo Morales, que legalizó la producción de 7.700 hectáreas de coca en el Chapare, cuyo fin casi exclusivo es la cocaína. Y resulta que México acoge al productor de cocaína. Por otro lado, México no contempla la reelección en su sistema político y cobija a Evo, que buscaba un cuarto mandato pasando por encima de la Constitución que él mismo promulgó y del referéndum que él mismo convocó.
— Usted llamó matón y cobarde a AMLO...
AMLO llegó a decir que el actual gobierno interino era peor que Pinochet, comprenderá lo doloroso que es para un boliviano que nos comparen con chilenos. Yo contesto duro cuando atacan a mi país, pero respondo a las personas, no ofendo a los países. Le dije que era cobarde y matón porque es vergonzoso ver que un presidente mexicano se arrodille ante Castro y Maduro y se porte como un matoncito ante un país pequeño como Bolivia.
— ¿No es cierto el asedio y hostigamiento que aduce México contra su embajada en La Paz?
Ya demostramos que la embajada de México nos pidió tres veces, por escrito, refuerzo policial para su sede diplomática. Se lo dimos y luego nos denuncian por ello. Se demuestra entonces que todo es una maniobra de AMLO y de su canciller Marcelo Ebrard en contra de Bolivia.
— ¿En serio cree que hay una conspiración internacional liderada por México contra “el retorno de la democracia” a Bolivia?
No cabe duda. Es abierta de parte de las FARC, Cuba y Venezuela. Lo que no sabíamos es que la diplomacia mexicana está tristemente al servicio de las tiranías. Es triste comprobar que AMLO sea un padrino de tiranos.
— ¿Y la diplomacia española está coludida?
Ocurre que Podemos, el partido de muchachos agitadores hoy convertidos en señores burgueses con chalés, es el socio principal de la coalición que está tratando de armar el presidente Pedro Sánchez. Pues parece que este hubiera decidido fortalecer su gobernabilidad interna a costa de sacrificar la imagen externa de España. La ha echado por la borda con esta democracia de ‘rambos’ encapuchados. Es una lástima teniendo en cuenta las cicatrices tan profundas entre España y Bolivia, y a pesar de que ya se habían construido puentes.
— ¿Tras la expulsión de diplomáticos se puede llegar a la ruptura de relaciones?
No lo deseamos, pero tampoco queremos que abusen de nosotros ni nos matoneen. Esta maniobra con encapuchados es una ofensa y un agravio nunca antes vistos. Es una lástima que por la influencia de Podemos, Sánchez haya cometido este error garrafal. Los de Podemos saben que si en Bolivia se consolida la recuperación democrática con elecciones libres en el primer semestre del 2020, se les viene abajo Venezuela, Nicaragua y se les cae el entramado. Ha sido correcta la actitud de la presidenta Áñez de declarar personas no gratas a esos funcionarios españoles y mexicanos.
— ¿Argentina debe impedir a Evo que realice actividades políticas?
Se supone que el canciller Felipe Solá dijo eso cuando lo acogieron. Pero no están cumpliendo. Alberto Fernández va a tener que escoger: si quiere reinserción financiera, comercio con Brasil y gas de Bolivia o seguir apañando a Evo Morales. Alberto Fernández va a tener que decidir si va a ser él el presidente o si va a hacer lo que diga la vicepresidenta. Me parece que Morales terminará siendo un invitado tóxico porque representa el fraude y la corrupción y defiende el narcotráfico.
— ¿Usted es un funcionario del gobierno de Áñez?
No. Yo he recibido un encargo. No tengo puesto gubernamental alguno hace 17 años. Se trata, además, de un encargo que he venido haciendo desde hace tiempo con otros expresidentes. Vengo denunciando lo que hacía Morales hace tiempo. No es nada nuevo, solo es una formalidad que le ha dado el gobierno interino.
— ¿Por qué demora la convocatoria de elecciones? Usted dijo que en pocos días se sabría la fecha...
Estamos en una situación de emergencia, y en una situación así normalmente la legislación y las designaciones electorales tardan 90 días, aquí se ha hecho en pocas semanas. Hacer elecciones con un padrón contaminado hubiera sido contraproducente. El desafío es generar un proyecto alternativo de largo plazo a lo vivido en una larga noche tiránica de 14 años.





LAS CLAVES DEL CHOQUE DIPLOMÁTICO ENTRE BOLIVIA Y ESPAÑA

Tras la visita de una delegación española a la embajadora de México en Bolivia, el Gobierno interino de La Paz ha expulsado a tres miembros españoles; medida que ha sido correspondida desde Madrid.

Newtral de España (www.newtral.es)

Una delegación diplomática española se vio envuelta en la mañana del pasado viernes en un confuso incidente en la residencia de la embajadora de México en Bolivia, donde se encuentran acogidos desde el 10 de noviembre una decena de exfuncionarios de la anterior administración del expresidente Evo Morales. Desde entonces, cuando también México dio asilo político al líder indigenista, policías bolivianos custodian el recinto donde se encuentra esta sede mexicana, una vigilancia que los norteamericanos califican de “hostigamiento” y planean llevar a la Corte Internacional de Justicia
Según el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, la número dos de la diplomacia española en el país andino y encargada de Negocios, Cristina Borreguero, y el cónsul, Álvaro Fernández, acudieron a la sede mexicana en una visita “de cortesía”, escoltados por cuatro agentes del Grupo de Operaciones Estratégicas (GEO). Tras la reunión del viernes, cuyo contenido no ha trascendido, la embajadora María Teresa Mercado denunció en un tuit que luego borró que los vehículos oficiales de los diplomáticos españoles habían sido retenidos y no se les permitía el acceso a la residencia para recoger a los visitantes. El incidente, en el que no hubo tumultos ni agresiones documentadas, quedó registrado en este vídeo del canal boliviano Unitel. 
Este suceso se enmarca entonces en plena crisis diplomática entre Bolivia y México, pero el Gobierno interino de La Paz ha declarado personas non gratas a Borreguero y Fernández, así como a otros funcionarios a los que ha concedido 72 horas para dejar el país por haber “lesionado gravemente la soberanía del pueblo”. Por su parte, según ha informado Europa Press, España ha respondido con una medida habitual de reciprocidad y ha dado 72 horas para dejar el país a otros tres miembros de la delegación diplomática boliviana en Madrid: Luis Quispe Condori (Encargado de Negocios), Marcelo Vargas Barral (Agregado Militar) y Orso Fernando Oblitas Siles (Agregado Policial).
¿Cómo se ha interpretado este suceso en Bolivia?
El Gobierno interino boliviano interpretó el suceso como parte de un “plan internacional” en el que España buscaría “extraer criminales y delincuentes” del país, en alusión al grupo de personas que se encuentra en la embajada y en el que hay, entre otros, exministros de la etapa de Morales acusados de delitos de terrorismo y sedición. Los vecinos y activistas que se manifiestan en la embajada mexicana a lo largo del fin de semana creen que allí se encuentra el hombre más buscado, Juan Ramón Quintana, exministro de Interior de Morales.
En una nota de protesta, la canciller interina de Bolivia, Karen Lonaric, describió la escena como un “intento de ingreso clandestino” de los funcionarios españoles acompañados por “encapuchados” que estaban “presumiblemente armados”. Los policías cubrieron sus rostros cuando bajaron de los automóviles para recoger a los diplomáticos en pleno rifirrafe.
Otros calificativos usados por funcionarios bolivianos son “atropello de la soberanía”, “rambos encapuchados” y “colonialismo de complicidad criminal”. El delegado ante la comunidad internacional de Bolivia, Jorge ‘Tuto’ Quiroga, exigió el domingo que el presidente en funciones del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, se disculpe con su país. Todo ello, después de que el ministro de Gobierno interino de la nación andina, Arturo Murillo, pidiera que España releve totalmente los cuadros diplomáticos de la Embajada de España en La Paz.
Así ha respondido España
Desde el suceso, el ministerio de Asuntos Exteriores ha emitido dos comunicados. En una primera misiva breve notificó su decisión de “abrir una investigación” sobre los hechos y en otra nota anunció que enviará “una misión” de la Inspección General de Servicios en los “próximos días”, habla de una visita “exclusivamente de cortesía” al tiempo que “niega rotundamente que pudiera tener como objeto facilitar la salida de las personas que se encuentran asiladas en aquellas dependencias”. La ministra de Defensa en funciones y encargada de Exteriores, Margarita Robles, comparecerá en el Congreso de los Diputados para dar explicaciones sobre la investigación de lo sucedido en La Paz. De acuerdo con fuentes diplomáticas y de Interior citadas por el diario El Mundo, no se descarta que pudiera tratarse de una “encerrona preparada”.
¿Qué implicaciones políticas tiene para España?
“Hay que entender este incidente en clave de política nacional más que en clave diplomática”, advirte a Newtral.es Eduardo Saldaña, cofundador de El Orden Mundial y experto en América Latina. Y es que las reacciones “polarizadas” en una España al borde de una nueva legislatura y en una Bolivia con nuevas elecciones en el horizonte no se hicieron esperar:
El Ejecutivo interino de Jeanine Áñez ha recurrido al argumento de una España colonialista aliada con el legado del chavismo para “movilizar al electorado” y se mueve en una “estrategia de ultranacionalismo”, según Saldaña. 
En España, el PP y Vox recogieron el guante y exigieron explicaciones al Gobierno en funciones, hasta conseguir que Robles acuda al Congreso. 
Y comienzan a entremezclarse los actores políticos de uno y otro lado del Atlántico. El presidente del PP, Pablo Casado, se reunió este lunes con el senador boliviano y excandidato presidencial, Óscar Ortiz.
También Murillo anunció la visita a Bolivia el próximo 2 de enero de Víctor González Coelho de Portugal y Hermann Tertsch, de Vox. Por su parte, en una entrevista en El Mundo, Quiroga arremetió contra Podemos y dijo: “Sería penoso que Sánchez estuviera haciendo esto para congraciarse con sus socios (…) Es deleznable que la gobernabilidad de España se juegue a costa de la soberanía de Bolivia. Y todo por apoyarse en Podemos para conseguirla. No me cabe duda de que han sido ellos los que han presionado a Pedro Sánchez para preparar todo esto”.
¿Y diplomáticas?
La Convención de Viena establece en su artículo 2 el principio de mutuo consentimiento para el establecimiento de relaciones diplomáticas, por el cual si una de las partes retirase su consentimiento, se pueden romper relaciones diplomáticas. La posibilidad de declarar persona non grata a los integrantes del personal diplomática es un derecho de los Estados al que se ha acogido Bolivia. 
Saldaña recuerda que tras las elecciones de octubre y la salida de Morales del país, España no asumió la posición más contundente en contra del nuevo Gobierno interino como sí hicieron Argentina o México. Otras fuentes de EOM advierten de que aparentemente se trata de “una manifestación de tensiones entre México y Bolivia que han terminado salpicando colateralmente a España”, por lo que considera igualmente “desproporcionado” tanto declarar persona non grata a un diplomático como una hipotética ruptura de relaciones.
¿Cuál es el contexto en Bolivia?
Bolivia está sumida en un periodo de interinidad y resaca de una crisis política,institucional y social desde las elecciones del pasado 20 de octubre, cuando se celebraron unas elecciones en las que la Organización de Estados Americanos (OEA) dictaminó que hubo fraude electoral. Las protestas -en las que se denunciaron varios casos de represión policial- tomaron las calles y Morales acabó dimitiendo el 10 de noviembre, entre acusaciones de golpe de Estado, para ser asilado en México en un primer momento y después en Argentina. En La Paz, se constituyó un nuevo Gobierno con la opositora Jeanine Áñez al frente que pese a ser presidenta de facto hasta que convoque elecciones, está tomando decisiones ejecutivas. Aún no hay una fecha concreta para unos nuevos comicios.
¿Son habituales las “visitas de cortesía” entre delegaciones diplomáticas?
Se desconoce el motivo de la reunión, aunque según los analistas de El Orden Mundial, las llamadas visitas de cortesía son habituales y “constituyen un elemento indispensable de la diplomacia”. Su marco jurídico queda definido por “la costumbre y la práctica internacional, así como del del derecho de legación de la misión diplomática recogido en el Convenio de Viena de Relaciones Diplomáticas de 1961. Es indiferente que la reunión se celebrara en la residencia del embajador o en la propia sede, pues ambas se consideran parte de la misión diplomática en su conjunto. 
¿Podía portar armas la escolta?
El Ejecutivo boliviano habla de “encapuchados” “presumiblemente armados”, un extremo que se desconoce y para el que será necesario esperar al resultado de la investigación que se pondrá en marcha. En cuanto a las denuncias del Gobierno boliviano sobre las características de la escolta, existe una Guía Práctica para el Cuerpo Diplomático Acreditado en España (la versión más reciente es de 2017). Este documento supedita la actividad con armas de la escolta, una por agente, a supuestos en los que funcionen como escolta personal o en el interior de las sedes bajo su protección. 





¿MÉXICO HA SIDO INJERENCISTA EN LA POLÍTICA INTERNA DE BOLIVIA?

Publimetro de México (www.publimetro.com.mx)
                                                        
En días pasados, se dio a conocer por parte del Subsecretario de México para América Latina y el Caribe que existe presión por parte de elementos de la policía y de la milicia de Bolivia en las instalaciones diplomáticas de nuestro país en la Paz, así como que el Viceministro de Seguridad Ciudadana de dicho país exigió al gobierno mexicano que pongan a disposición de la justicia a varios funcionarios del gobierno de Evo Morales que se encuentran “asilados” o “refugiados” en la embajada mexicana.
Lo anterior, puesto que en términos de lo señalado por el viceministro de Bolivia los exfuncionarios públicos a que se refiere están involucrados en causas penales y, por ende, no deben ser asilados por nuestro país en la instalación diplomática.
Al respecto, no existen datos oficiales que confirmen, por una parte, que México ha sido injerencista en la política interna de Bolivia por la aceptación de exfuncionarios en sedes diplomáticas y, por otra parte, que éstos cuenten con órdenes de aprehensión o se encuentren involucrados en causas penales.
En este sentido, considero que nuestro país debe ser respetuoso en todo momento y de manera estricta sobre la política interior del país de Bolivia, dado que en el ámbito internacional rigen dos principios fundamentales: el de autodeterminación de los pueblos y el de no intervención de un país a otro en los asuntos internos de éstos.
Sin embargo, es importante destacar que la propia Constitución General de la República establece como una obligación del estado mexicano dar cumplimiento con tratados y convenciones internacionales en materia de asilo político, protección de derechos humanos y fundamentales, así como por razones humanitarias. Obligación que, de igual manera, es recíproca para el país Boliviano que debe respetar las instalaciones diplomáticas de México en ese país.





CANCILLERÍA ALISTA SALIDA MASIVA DE MEXICANOS EN BOLIVIA
                                                                                                                 
El subsecretario de Relaciones Exteriores para América Latina y el Caribe, Maximiliano Reyes Zúñiga, confirmó que entre 8 y 10 mil connacionales realizan sus actividades con regularidad en ese país.

El Financiero de México (www.elfinanciero.com.mx)

En caso de ser necesario, el Gobierno de México ya tiene preparado un operativo para la salida de cerca de ocho mil mexicanos que viven en Bolivia, informó este lunes el subsecretario de Relaciones Exteriores para América Latina y el Caribe, Maximiliano Reyes Zúñiga.
En entrevista radiofónica, Reyes Zúñiga confirmó que hasta el momento la gran mayoría de mexicanos en Bolivia, entre 8 y 10 mil, se encuentran realizando sus actividades con regularidad, sin que existan reportes de agresiones o abusos laborales hacia connacionales.
Sin embargo, adelantó que se tiene preparado un dispositivo con aeronaves de países aliados, “si es necesaria una salida masiva”.
“Incluso tenemos la oferta de países amigos, de países vecinos a Bolivia, que han ofrecido aeronaves nacionales para realizar un dispositivo de evacuación, en caso de ser necesario”, refirió, sin dar más detalles.
Ante la expulsión de la embajadora Teresa Mercado de Bolivia, Reyes Zúñiga afirmó que la sede diplomática continuará trabajando con normalidad, a cargo de Ana Luisa Vallejo, actual jefa de Cancillería de la Misión diplomática en aquel país.
Aseguró que México buscará mantener el diálogo con el gobierno de Bolivia.





UNA DIPLOMACIA FACCIOSA

Resulta muy llamativo el modo en que la política exterior de los distintos países está siendo modelada por afinidades ideológicas transnacionales

El País de España (www.elpais.com)
                                                                                       
El precepto diplomático de no intervención en los asuntos internos de otro país ha tenido en América Latina, a lo largo de los años, sobre todo en los de la Guerra Fría, una observancia muy defectuosa. Recordar esos antecedentes es muy útil para no caer en el error de creer que el espíritu partidista que está determinando hoy en las vinculaciones entre Estados es una novedad.
Aún así, resulta muy llamativo el modo en que la política exterior de los distintos países está siendo modelada por afinidades ideológicas transnacionales. Este fenómeno, de carácter global, ha adquirido un relieve especial en la región.
El brasileño Jair Bolsonaro no tuvo inhibiciones en hacer campaña a favor del argentino Mauricio Macri para las elecciones de este año. Del mismo modo que Alberto Fernández, el rival de Macri, se abrazó a la bandera de la libertad de Lula da Silva. Fernández intervino en el proselitismo uruguayo a favor del derrotado Frente Amplio. En adelante deberá convivir con el ganador, Luis Lacalle Pou.
Evo Morales alentó desde Bolivia la candidatura de Fernández, mientras, en su frustrada carrera hacia la reelección, acusaba a sus rivales de querer convertir a su país en la Argentina de Macri. La renuncia de Morales agudizó estos alineamientos. Para algunos Gobiernos, como el de Estados Unidos o Brasil, fue un restablecimiento de la democracia. Para otros, como el argentino o el mexicano, su colapso. La propensión facciosa de las relaciones internacionales se vuelve más intensa en la medida en que la polarización de la opinión pública en cada país gana agresividad. La agenda externa se convierte en un insumo del conflicto interno.
Esta dinámica acaba de producir una innovación. Un país europeo quedó atrapado en la contradicción latinoamericana. Ese país es España. El misterioso incidente que protagonizaron el viernes pasado dos diplomáticos españoles en la embajada de México en La Paz enredó al Gobierno de Pedro Sánchez en un enfrentamiento en el que se encolumnan fuerzas políticas afines de ambas orillas del océano. La última consecuencia de esta trama es el pedido boliviano para que los representantes españoles y mexicanos sean retirados del país.
Los hechos son conocidos. La encargada de negocios de España en Bolivia, Cristina Borreguero, acompañada por el cónsul Álvaro Fernández, realizó una visita, definida como “de cortesía”, a la embajadora mexicana María Teresa Mercado. Al cabo de la reunión los diplomáticos españoles buscaron los automóviles en los que habían llegado y ya no estaban. Habían sido obligados a retirarse por manifestantes adversos a Evo Morales, que protestan frente a la Embajada de México, donde están asilados nueve funcionarios del presidente renunciado, entre ellos su ministro del Interior, Juan Ramón Quintana.
Entre los españoles que debieron abandonar el lugar estaban cuatro escoltas del Grupo Especial de Operaciones de la policía, que habían llegado a la zona después que los diplomáticos. El paso de esos agentes, que se cubrieron el rostro para no ser fotografiados, fue interrumpido por la policía boliviana.
Estos episodios han desatado una crisis diplomática. La embajadora mexicana salió en defensa de los funcionarios españoles denunciando a través de un tuit, que después borró, una violación a la Convención de Viena. El Gobierno de España, en cambio, no dio mayores precisiones. Solo consignó que la ministra de Defensa encargada de Exteriores, Margarita Robles, no tenía conocimiento de la visita de los diplomáticos a la Embajada de México. Desde Exteriores no se convocó a Madrid a la encargada de negocios Borreguero, ni al cónsul Fernández. Pero se dispuso una visita de inspección a La Paz para esclarecer lo ocurrido.
El Gobierno boliviano, en cambio, constituyó otro relato. La ministra de Exteriores, Karen Longaric, reclamó a España por los incidentes. Y defendió a la policía boliviana, que no dejó avanzar a los agentes policiales españoles “porque iban encapuchados”. Sin embargo, la interpretación más agresiva la produjo Jorge Tuto Quiroga, designado por el Gobierno provisorio de Bolivia como responsable ante la comunidad internacional para explicar el proceso institucional del país. Quiroga acusó a los diplomáticos españoles de tramar una operación para sacar de la Embajada de México al exministro Quintana, acusado por las autoridades de Bolivia por sedición y terrorismo.
Quiroga también sostuvo que ese rescate habría sido dispuesto por el Gobierno español de Sánchez por presión de sus aliados de Podemos. Según él, Quintana tiene información sobre complicidades económicas del Movimiento al Socialismo de Evo Morales con Podemos, que podría ser embarazosa para los dirigentes de esta agrupación española.
Alrededor de este delicado enredo hay una atmósfera rarísima. El Gobierno boliviano divulga suspicacias sobre la presencia de los agentes del GEO. Deja trascender, por ejemplo, que sus pasaportes habían sido renovados pocos días atrás, el 20 de diciembre. Es difícil de concebir, sin embargo, que la encargada de negocios Borreguero fuera a involucrarse en un operativo como el que denuncia Quiroga, sin una orden escrita de sus superiores en Madrid. Lo mismo cabe para el cónsul Fernández, sobre el que los funcionarios bolivianos también proyectan sospechas: ¿Qué trámites consulares se realizarían en la Embajada de México?
Las autoridades bolivianas y, sobre todo, Quiroga, intentan complicar al socialista Sánchez en el armado de su nuevo Gobierno, con Podemos como socio. Especulan con que Sánchez ofrece una debilidad en esa coalición, sobre todo frente a Europa. La oposición a Sánchez se asocia con el Gobierno de Bolivia: Vox y el PP pretenden interpelar en el Congreso a la ministra de Defensa para que aclare lo ocurrido. Los adversarios de Morales se unen, entonces, con los de Sánchez, en una diplomacia transatlántica facciosa.




DETRÁS DE BOLIVIA

Milenio de México (www.milenio.com)

Es difícil esperar algo mejor que la ensalada de desaciertos en que se ha convertido el affaire Bolivia: Morales, depuesto, prófugo y con un claro fraude electoral a cuestas; Podemos, partido español radical, ligado con el chavismo, con la ETA y con el terrorismo palestino, entre otras finísimas compañías; Jeanine Áñez, la presidenta interina de Bolivia y evangélica trasnochada que sueña “con una Bolivia libre de ritos satánicos indígenas”, habiendo entrado al palacio nacional Biblia en mano y lágrima en el ojo exclamando “¡Gloria a Dios!”, y un presidente mexicano que para ocultar su cortedad de miras afirma que la mejor política exterior es la interior, aunque con esa tampoco haya tenido éxito alguno.
En breve: la embajada mexicana en Bolivia asila hoy a nueve personajes del anterior gobierno que, de otro modo, serían encarcelados. Dos de ellos son Héctor Arce, ex procurador, y Juan Ramón Quintana, ex ministro de Presidencia y antes embajador en Cuba, mano derecha de palacio y archivero de las peores triquiñuelas del derrocado; Quintana y Arce conocen al dedo desde la pequeña corrupción trivial del gobierno de Morales, como los generosos pagos con dinero público a las novias del ex presidente, hasta asuntos como el flujo de recursos entre cárteles y campañas, o los aparatos de desinformación vía redes sociales, con sede en La Paz, que impulsan a candidatos hispanoamericanos afines a las dictaduras de Cuba y Venezuela.
La información en manos de Quintana y Arce, real o imaginada, es responsable del hostigamiento a nuestra embajada, y basta para incomodar sobradamente a España y a México, hoy incluidos en el anterior alineamiento político.
Sin duda todo pudiera deberse a un malentendido, pero no es descabellado pensar en un intento de extracción de los ex ministros incómodos por medio de la inusual comitiva de la encargada española de Negocios, Cristina Borreguero, y del cónsul Álvaro Fernández, quienes, a invitación expresa de nuestra embajadora, María Teresa Mercado, veterana con décadas de experiencia en el servicio exterior, llegaron en una visita “de cortesía”, pero lo hicieron acompañados de cuatro operativos especiales armados y con pasamontañas. Las fuerzas bolivianas impidieron el ingreso de los guarros, pegando el grito en el cielo y expulsando a los pocos días a nuestra embajadora, a los diplomáticos españoles y a sus policías, acusando el ex presidente y hoy delegado del gobierno boliviano interino, Jorge “Tuto” Quiroga, directamente al mandatario español: “Es orden de Pedro Sánchez, seguramente a pedido de los socios chavistas”, pasando a recordarle los “miles de euros” supuestamente transferidos por Arce a Podemos, partido aliado de Sánchez.
Quiroga no omitió cornar a López Obrador, mandándolo directo a esa vitacilina a la que tanto aluden sus voceros populares: “Usted … es un cobarde matoncito, porque lo hemos visto pasar vergüenza, arrodillado ante Trump, que lo obliga a deportar a centroamericanos…”. Con todo, AMLO debería sentirse aliviado de que, con respecto a su campaña en México, de dineros ilícitos no se haya dicho todavía nada.





LOS PAPELES DE LA COCA
                                                                             
VEA AL CORONEL BOLIVIANO QUE VINCULA A MORALES, MADURO E IGLESIAS CON EL NARCOTRÁFICO: «EL DINERO IBA A FINANCIAR A PODEMOS»
                                                                                                                                                                                                   
El coronel Cardona vincula el nacimiento de Podemos al narcotráfico

Periodista Digital de España (www.periodistadigital.com)
                                                               
El vídeo es de 2015 pero conviene volver a verlo no sin antes frotarse los ojos.
El coronel boliviano Germán Cardona afirmaba que “existe una red de narcotráfico y tráfico de armas entre Evo Morales (Bolivia) y Nicolás Maduro (Venezuela), con la que además financiaban a un partido político en España”.
Ese ‘partido político español’ al que aludía Cardona era Podemos.
«El partido MAS tendría representación en España a través de un partido llamado Podemos, de Pablo Iglesias, que lo financiaban a través de una Fundación que los asesoraba”.
Todo está en un documento secreto en el que se pide la investigación de una posible financiación a la Fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS) con el dinero de los organismos a los que se pide investigar. Así, dice textualmente:
”Dentro de este ámbito, desde hacen seis años Hugo Chávez, Nicolás Maduro y Evo Morales Ayma, bajo el manto de una Entidad Ficticia denominada, Fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS), en cuyo consejo ejecutivo figuran los principales dirigentes de Podemos Pablo Iglesias, Íñigo Errejón, Luis Alegre y Juan Carlos Monedero, realizan giros a España para financiar una nueva Organización Política que se concretó en febrero de 2014 como Partido Político”.
Extrañamente, Cardona se retractó de varias acusaciones que hizo antes de salir del país, incluida una contra los gobiernos de Bolivia y Venezuela de planear una red de narcotráfico. Luego confesó que le habían forzado a hacerlo:
«El Gobierno siempre quiso que yo muera. He sido chantajeado para retractarme del informe secreto que presenté al Comandante del Ejército y del cual el presidente Evo Morales había ordenado que me retracte. La amenaza era que, si no me retractaba, se había ordenado que se me procese en el Tribunal de Justicia Militar con 30 años de cárcel por alta traición a la patria”, denunció Cardona, en medio de lágrimas, durante una entrevista.





GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA: PLAN TERRORISTA SE EJECUTÓ A SANGRE Y FUEGO

VTV de Venezuela (www.vtv.gob.ve)

Desde antes de las elecciones del 20 de octubre en las que resultó ganador Evo Morales, con una ventaja de 10 puntos porcentuales, sobre Carlos Mesa los sectores radicales de la derecha advertían con claridad que no reconocerían la victoria de éste, motivo por el que comenzaron a denunciar un supuesto fraude en los comicios electorales de ese país originando un golpe de Estado como un plan que ejecutó a sangre y fuego la democracia del pueblo boliviano.
Un motín policial junto al alto mando militar y grupos movilizados por la derecha boliviana consumaron el golpe de Estado al pedir la renuncia de Morales, quien decidió abandonar Bolivia el 10 de noviembre para evitar una escalada de la violencia, luego que las fuerzas del orden reprimieran las manifestaciones a favor del presidente y en contra del Gobierno usurpador.
El 12 de noviembre la senadora de oposición Jeanine Áñez, en una sesión extraordinaria que no contó con el quórum requerido por la Cámara Alta de Bolivia, dada la ausencia de los legisladores del Movimiento al Socialismo (MAS), se autoproclamó presidenta interina de ese país.
En este sentido Morales a través de su cuenta oficial de Twitter @evoespueblo escribió: Hermanas y hermanos, parto rumbo a México, agradecido por el desprendimiento del gobierno de ese pueblo hermano que nos brindó asilo para cuidar nuestra vida. Me duele abandonar el país por razones políticas, pero siempre estaré pendiente. Pronto volveré con más fuerza y energía.
Tras la salida de Morales de Bolivia, sus partidarios emprendieron masivas protestas para exigir su regreso y la dimisión del gobierno usurpador, siendo reprimidos con extrema violencia.
El pueblo de Bolivia durante más de 13 años de Gobierno alcanzó altos niveles de desarrollo como lo constatan diferentes informes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) donde aseguran que es un patrimonio que debe protegerse de la destrucción golpista.
“Según informe de ONU por primera vez en la historia de Bolivia, somos uno de los países con Índice de Desarrollo Humano Alto, gracias a los más de 13 años de Revolución Democrática Cultural. Es uno de los patrimonios más importantes que debemos proteger de la destrucción golpista”, expresó Morales.
Luego de dos meses del golpe de Estado, el presidente Evo Morales condenó y responsabiliza al gobierno de facto por asaltar el patrimonio de la nación “la derecha desde su lógica racista y discriminadora masacró al pueblo, asaltó el patrimonio del Estado y vuelve al viejo cuoteo de las instituciones públicas del neoliberalismo”, fueron algunas de las declaraciones dadas por el Mandatario Nacional, quien para ese momento se encontraba asilado en México.
Posición de la OEA en Bolivia
Las políticas injerencistas que ha tenido Estados Unidos en el continente latinoamericano por décadas, no parece ser la excepción en estos tiempos, en esta ocasión Donald Trump, presidente de Estados Unidos, ha aseverado que la renuncia de Evo Morales debe ser un mensaje para países como Venezuela, Nicaragua y Chile.
La Organización de los Estados Americanos (OEA), desde que la dirige Luis Almagro, ha mostrado ser un organismo con una profunda parcialidad a favor de las derechas latinoamericanas y los intereses regionales de Estados Unidos, no es un secreto que esa organización ha apoyado abiertamente el golpe de Estado fracasado orquestado en Venezuela.
Después del triunfo electoral de Evo Morales por más de diez puntos, la OEA estuvo convalidando las posturas opositoras para la anulación de las elecciones, debido a irregularidades que se encontraron en una reducida cantidad de las actas electorales en una auditoría que había solicitado el propio Morales.
En este sentido la OEA ha mantenido un silencio ante los diferentes eventos de represión y masacre hacia el pueblo de Bolivia realizado principalmente por los movimientos sociales en contra de un Gobierno de facto que le dio tiempo a los opositares de perseguir a los miembros del MAS y a los militares de ponerle el ultimátum al líder boliviano; ante esto el Presidente de Bolivia denunció que la OEA apoya al Gobierno de facto y el golpe de Estado al pretender desconocer las instituciones y constitución de ese país.
De igual forma los resultados preliminares de una misión especial de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que visitó Bolivia entre el 22 y 25 de noviembre registraron a través de un documento una serie de graves violaciones de derechos humanos, confirmaron las matanzas cometidas en Cochambamba y El Alto durante el golpe de Estado, que dejaron decenas de muertos y cientos de heridos. “El informe de la CIDH confirma que hubo masacres contra mis hermanas y hermanos en Sacaba y Senkata. Los golpistas Áñez, Camacho, Mesa y todos los que dispararon, creyeron que podían matar sin ninguna consecuencia”.
Esta muy clara que la implicación de EE.UU. en el golpe de Estado en Bolivia fue demostrada por un grupo de investigadores latinoamericanos y europeos mediante la confección de un mapa publicado por la agencia rusa Sputnik en el cual precisan que el denominado mapa de poder muestra la vinculación entre instituciones locales, regionales, transnacionales y trayectorias personales de políticos son propicios para crear el escenario para la acción golpista.
Por su parte, el Gobierno de facto considera que el informe de la mencionada CIDH es injusto, incompleto e inconsistente sobre la crisis que se registró en el país tras el golpe de Estado contra Evo Morales, asegurando que estos funcionarios no han valorado todo lo que ha ocurrido durante los hechos de noviembre.
Países en apoyo a la democracia en Bolivia
Ante los hechos de violencia hacia ciudadanos bolivianos por parte de la policía y apoyados por el Gobierno de facto países en especial los del pueblo latinoamericano se unieron en rechazo al golpe de Estado hacia su presidente Evo Morales.
Los gobiernos de América Latina fueron reaccionando según su propia interpretación de una crisis política y social que ya cumple dos meses, países como México, Venezuela, Uruguay, Rusia, Cuba Nicaragua, países que conforman el Alba–TCP, son algunos de los que consideran que el presidente Donald Trump financió un plan que busca reprimir los pueblos independientes, libres y soberanos.





¿ARRASARÁ EL FASCISMO, EL DEBATE TEÓRICO-POLÍTICO PLANTEADO POR GARCÍA LINERA?

Radio Macondo de Venezuela (www.radiomacondo.fm)
                                                                        
Ya no es posible. Los acontecimientos y la solidaridad despertada en el mundo y especialmente en nuestramérica contra el golpe fascista dado este 10 noviembre 2019 contra el gobierno progresista de Bolivia encabezado por Evo Morales y Álvaro García Linera, muestran una tendencia a profundizar y ampliar este debate planteado por el intelectual de orientación marxista García Linera, quien ocupó la vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia desde el 2.005 hasta su derrocamiento por el actual  fascismo boliviano- estadounidense.
Varias son las preguntas que su corpus (teórico-político) escrito y discursivo nos ha planteado. Veamos algunas de ellas, aunque resumidas por razón del espacio dado a un tipo de articulo-comentario como este:
¿Es posible hablar de un Marxismo Indianista? Es decir, al hacer el análisis de las clases sociales en una formación social concreta a trasformar en el Mundo actual, aspecto este esencial y de importancia trascendental dentro del marxismo, ¿existe según lo sostiene García Linera, una dimensión etno-histórico-nacional en la constitución de las clases sociales en nuestramérica o en oposición, como sostienen algunos marxistas “rigurosos”, los indígenas son simplemente campesinos, obreros, pequeños comerciantes, o clases medias, en incluso burgueses?
¿Existe una separación entre Economía y Política, como lo plantean los “postmarxistas” (Laclau y Mouffe) quienes no han comprendido la relación entre estas dos dimensiones, o, como lo ha escrito García Linera  polemizando con ellos y citando e interpretando a Lenin:“la Política es la Economía concentrada”, lo que nos recuerda también aquella famosa (aunque casi siempre olvidada) exclamación de Engels en su carta del 27 de octubre de 1.890 a Conrado Smith: “¡La violencia (es decir, el poder del Estado) es también una potencia económica!”
¿Cuál es el concepto a debatir, propuesto por García Linera, sobre el “Estado moderno actual o contemporáneo” centro de su abundante actividad teórico-política? Amplia es su bibliografía al respecto (*) y entonces, dada la cortedad del espacio de que disponemos, es por lo que nos vemos obligados a “citar en extenso”, lo que se considera su mejor exposición sobre este tópico, hecha en la conferencia magistral “La construcción del Estado”, inicio de los cursos de posgrado de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA) Buenos Aires, en junio de 2. 010http://biblioteca.clacso.edu.ar/Argentina/iec-conadu/20171115043333/pdf_939.pdf
Y que inicia la discusión así:
..”Hay, por lo general, dos maneras de acercarse al debate en torno al Estado en la sociedad contemporánea, latinoamericana y mundial: una lectura que propone que estaríamos asistiendo a los momentos casi de la extinción del Estado, casi a la irrelevancia del Estado. Se trata de una lectura no anarquista: lindo sería que fuera una realidad el cumplimiento del deseo anarquista de la extinción del Estado. No; al contrario, es una lectura conservadora que plantea que en la actualidad la globalización, esta interdependencia planetaria de la economía, la cultura, los flujos financieros, la justicia y la política estuvieran volviendo irrelevante el sistema de Estados contemporáneo. Esta corriente interpretativa, académica y mediática dice que la globalización significaría un proceso gradual de extinción de la soberanía Estatal debido a que cada vez los Estados tienen menos influencia en la toma de decisiones de los acontecimientos que se dan en ámbito territorial, continental y planetario; y emergería supuestamente otro sujeto de los cambios conservadores, que serían los mercados con su capacidad de autorregulación. Esta corriente también menciona que a nivel planetario estaría surgiendo un gendarme internacional y una justicia planetaria que debilitaría el papel del monopolio de la coerción, del monopolio territorial de la justicia que poseían anteriormente los Estados.
Permítanme diferir de esa lectura, porque si bien existe claramente un sistema supraestatal de mercados financieros y un sistema judicial de derechos formales, que trasciende las limitación territoriales del Estado, hoy en día lo fundamental es que los procesos de privatización que ha vivido nuestro continente, nuestros países, y los procesos de transnacionalización de los recursos públicos – que es en el fondo lo que caracteriza al neoliberalismo contemporáneo – no lo han hecho seres celestiales, no lo han hecho fuerzas transterritoriales, sino que quienes han llevado adelante estos procesos son precisamente los propios Estados.
Esa lectura extincionista del Estado, digámoslo así, olvida que los flujos financieros que se mueven en el planeta, no se distribuyen por igual entre las regiones y entre los Estados, que los flujos financieros no por casualidad benefician a determinados Estados en detrimento de otros, benefician a determinadas regiones en detrimento de otras regiones. Y que esta supuesta gendarmería planetaria encargada de poner orden y justicia en todo el mundo, no es más que el poder imperial de un Estado que se atribuye la tutoría sobre el resto de los Estados y sobre los pueblos del resto de los Estados. Esta lectura extincionista, por último, olvida, como lo están mostrando los efectos de la crisis de la economía capitalista del año 2.008 y 2.009, que quien al final paga los platos rotos de la orgía neoliberal, de los flujos financieros y del descontrol de los mercados de valores, son los Estados y los recursos públicos de los Estados. En otras palabras, frente a esta utopía neoliberal de la extinción gradual del Estado, lo que van demostrando los hechos es que son los Estados los que al final se encargan de privatizar los recursos, de disciplinar la fuerza laboral al interior de cada Estado territorialmente constituido, de asumir con los recursos públicos del Estado los costos, los fracasos, o el enriquecimiento de unas pocas personas.
Frente a esta lectura falsa y equivocada de una globalización que llevaría a la extinción de los Estados, se le ha ido contraponiendo otra lectura que hablaría de una especie de petrificación también de los Estados, sería como su inverso opuesto. Esta otra lectura argumenta que los Estados no han perdido su importancia como cohesionadores territoriales. La discusión de la cultura, el sistema educativo, el régimen de leyes, el régimen de penalidades, cotidianas y fundamentales que arman el espíritu y el hábito cotidiano de las personas, siguen siendo las estructuras del Estado. A su favor también argumentan que el actual sistema-mundo, en el fondo es un sistema interestatal, y que los sujetos del sistema-mundo siguen siendo los propios Estados, pero ya en una dimensión de interdependencia a nivel mundial. Sin embargo, esta visión, -digámoslo así- defensora de la vigencia del Estado como sujeto político territorial, olvida también ciertas decisiones y ciertas instituciones de carácter mundial por encima de los propios Estados: regímenes de derechos, ámbitos de decisión económica, y ámbitos de decisión militar. Incluso varios procesos de legitimación y construcción cultural, en otros países exceden a la propia dinámica de acción de los Estados.
Podemos ver entonces, que ni es correcta la lectura extincionista de los Estados, ni es correcta la lectura petrificada de la vigencia de los Estados. Lo que está claro es que tenemos una dinámica, un movimiento y un proceso. La globalización significa evidentemente un proceso de mutación, no extinción de los procesos de soberanía política. No estamos asistiendo a una extinción de la soberanía, sino a una mutación del significado de la soberanía del Estado. Igualmente, lo que estamos viendo en los últimos 30 años, es una complejización territorial de los mecanismos de cohesión social, y de legitimación social. Podemos hablar de una bidimensionalidad Estatal y supraestatal de la regulación de la fuerza de trabajo, del control del excedente económico y del ejercicio de la legalidad. En otras palabras, hay y habrá Estado, con instituciones territoriales, pero también hay y habrá instituciones de carácter supraterritorial que se sobreponen al Estado. Esto es más visible si tomamos en cuenta la propuesta que hace el profesor Wallerstein de este periodo de transición, de fases, entre una hegemonía planetaria, hacia una nueva hegemonía planetaria.
En América Latina, en nuestros países, en Argentina, en Bolivia, vemos a diario esta tensión entre reconfiguración de la soberanía territorial del Estado y la existencia y presencia de ámbitos de decisión supraestatales. En los últimos 5 a 10 años hemos asistido a un regreso, a una retoma digámoslo así, de la centralidad del Estado como actor político-económico. Luego voy a ver los componentes internos del Estado, pero en principio del Estado como sujeto territorial en el contexto planetario. Pero a la vez -América Latina está viviendo dramáticamente eso- existen flujos económicos y políticos desterritorializados y globales, que definen muchas veces al margen de la propia soberanía del Estado, temas que tienen que ver con la gestión y la administración de los recursos del Estado.
Voy a dar un ejemplo para explicar esta complejidad de retoma de una centralidad del Estado, pero ya no como en los años ’40 o ’50, sino en el ámbito de construcción de otra serie de instituciones desterritorializadas. El presupuesto del Estado es un ejemplo. Por una parte, los procesos contemporáneos en América Latina de distribución de la riqueza, de potenciamiento de iniciativas de soberanía económica del país, de mejora del bienestar de las poblaciones, tienen que ver con un uso y disposición de recursos económicos que tiene el Estado, y esta es una competencia estrictamente Estatal, territorialmente delimitada. Pero a la vez, como las producciones de nuestros países están externalizándose -es decir, ampliándose más allá del mercado interno y dirigiéndose a mercados internacionales-, los ingresos que capta el Estado vía impuestos, vía ventas propias, dependen cada vez menos de decisiones del Estado que de los circuitos económicos de comercialización de esos productos. De tal manera que, si bien hoy los Estados están retomando en América Latina una mayor capacidad de definir políticas sociales, políticas de empleo, inversión en medios de comunicación, en medios de transporte, en infraestructura vial; a la vez está claro que esos recursos, los volúmenes, la intensidad de esta distribución social, la intensidad de esta creación de infraestructura médica, educativa, en favor de la población, depende más de la fluctuaciones de los commodities como llaman los economistas, de las mercancías que vendemos.
Es distinto la soberanía de un Estado con un precio del petróleo a 185 dólares el barril, que a 60 o a 30 dólares el barril. La capacidad de disponer el excedente económico para temas sociales, para temas de infraestructura, para inversión productiva, para educación, varía en función de esa variación de los precios, no solamente del petróleo; del gas, de los minerales, de los alimentos, de los productos que las sociedades producen contemporáneamente. En este ejemplo entonces en el presupuesto está esta bidimensionalidad: por una parte, hay soberanía y hay una retoma de la soberanía del Estado sobre estos recursos y sobre el uso del excedente económico, pero a la vez hay una dependencia de definiciones al margen del Estado, en cuanto a los volúmenes de esos excedentes a ser utilizados en beneficio de la población, porque estos dependen cada vez más de cómo se constituyen los precios a nivel internacional de esas mercancías.
Quiero entonces retomar el concepto de Estado. No porque en el Estado se concentre la política: está claro que las experiencias sociales del continente, de Bolivia, de Argentina, del Ecuador, son experiencias que hablan de que la política excede al Estado, va más allá del Estado. Pero a la vez está claro que un nudo de condensación del flujo político de la sociedad pasa en el Estado, y que uno no puede dejar de lado -al momento de materializar y objetivar- una correlación de fuerzas sociales y políticas en torno al Estado.
¿Qué fue entonces de este sujeto que llamamos Estado? ¿A qué llamamos Estado? Es evidente que una parte del Estado es un gobierno, aunque no lo es todo. Parte del Estado es también el parlamento, el régimen legislativo cada vez más devaluado en nuestras sociedades. Son también las fuerzas armadas, son los tribunales, las cárceles, es el sistema de enseñanza y la formación cultural oficial; son los presupuestos del Estado, es la gestión y uso de los recursos públicos. Estado es también no solamente legislación sino también acatamiento de la legislación. Estado es narrativa de la historia, silencios y olvidos, símbolos, disciplinas, sentidos de pertenencia, sentidos de adhesión. Estado es también acciones de obediencia cotidiana, sanciones, disciplinas y expectativas.
Cuando definimos al Estado, estamos hablando de una serie de elementos diversos, tan objetivos y materiales como las fuerzas armadas, como el sistema educativo; y tan etéreos, pero de efecto igualmente material como las creencias, las obediencias, las sumisiones y los símbolos. El Estado en sentido estricto son entonces instituciones, no hay Estado sin instituciones, es lo que Lenin denominaba la “máquina del estado”. Es la dimensión material del Estado, el régimen y el sistema de instituciones: gobierno, parlamento, justicia, cultura, educación, comunicación; en su dimensión de instituciones, de normas, procedimientos y materialidad administrativa que le da vida a esa función gubernativa. Pero también ese conglomerado, ese listado que hemos dicho que es el Estado, no es solamente institución, dimensión material del Estado, sino también son concepciones, enseñanzas, saberes, expectativas, conocimientos. Es decir, esta sería la dimensión ideal del Estado. El Estado tiene una dimensión material, que describió muy bien Lenin, como el régimen de instituciones. Pero también el Estado es un régimen de creencias, es un régimen de percepciones; es decir, es la parte ideal de la materialidad del Estado: el Estado es también idealidad, idea, percepción, criterio, sentido común. Pero detrás de esa materialidad y detrás de esa idealidad del Estado, el Estado es también relaciones y jerarquías entre personas sobre el uso, función y disposición de esos bienes; jerarquías en el uso, mando, conducción y usufructo de esas creencias. Las creencias no surgen de la nada, son fruto de correlaciones de fuerza, de luchas, de enfrentamientos. Las instituciones no surgen de la nada, son frutos de luchas, muchas veces de guerras, de sublevaciones, revoluciones, de movimientos, de exigencias y peticiones.
Tenemos entonces los tres componentes de todo Estado: Todo Estado es una estructura material, institucional; todo Estado es una estructura ideal, de concepciones y percepciones; todo Estado es una correlación de fuerzas. Pero también un Estado es un monopolio -voy a retomar este debate de monopolio y de democracia para estudiar Bolivia como gobierno de movimientos sociales-, un Estado es monopolio, monopolio de la fuerza, de la legislación, de la tributación, del uso de recursos públicos. Podemos entonces cerrar esta definición del Estado en las cuatro dimensiones: todo Estado es institución, parte material del Estado; todo Estado es creencia, parte ideal del Estado; todo Estado es correlación de fuerzas, jerarquías en la conducción y control de las decisiones; y todo Estado es monopolio. El Estado como monopolio, como correlación de fuerzas, como idealidad, como materialidad, constituyen las cuatro dimensiones que caracterizan cualquier Estado en la sociedad contemporánea.
En términos sintéticos podemos decir entonces que un Estado es un aparato social, territorial, de producción efectiva de tres monopolios -recursos, cohesión y legitimidad-, en el que cada monopolio, de los recursos, de la coerción y de la legitimidad, es un resultado de tres relaciones sociales. Tenemos entonces, utilizando brevemente a los físicos, que el estado es como una molécula, con tres átomos y dentro de cada átomo tres ladrillos que conforman el átomo. Un Estado es un monopolio exitoso de la coerción -lo estudió Marx, lo estudio Weber-; un Estado es un monopolio exitoso de la legitimidad, de las ideas-fuerza que regulan la cohesión entre gobernantes y gobernados -lo estudió Bourdieu-; y un Estado es un monopolio de la tributación y de los recurso públicos -lo estudió Norbert Elías y lo estudió Lenin. Pero cada uno de estos monopolios exitosos y territorialmente asentados está a la vez compuesto de tres componentes: una correlación de fuerzas entre dos bloques con capacidad de definir y controlar, una institucionalidad, y unas ideas-fuerza que cohesionan. Uno puede jugar teóricamente la combinación de tres monopolios con tres componentes al interior de cada monopolio. El monopolio de la coerción tiene una dimensión material: fuerzas armadas, policía, cárceles, tribunales. Tiene una dimensión ideal: el acatamiento, la obediencia, y el cumplimiento de esos monopolios, que cotidianamente lo ejecutamos los ciudadanos sin necesidad de reflexionarlos, dimensión ideal del monopolio. Pero a la vez este monopolio y su conducción, es fruto de la correlación de fuerzas, de luchas, de guerras pasadas, sublevaciones, levantamientos y golpes, que han dado lugar a la característica de este monopolio. Igualmente, con la legitimidad, el monopolio de la legitimidad territorial, tiene una dimensión institucional, una dimensión ideal y una dimensión de correlación de fuerzas. Igual el monopolio de los tributos y de los recursos públicos.
Tenemos entonces un acercamiento más completo al Estado como relación social, como correlación de fuerzas y como relación de dominación. El concepto que nos daba Marx del Estado como una máquina de dominación entonces tiene sus tres componentes complejos: es materia, pero también es idea, es símbolo, es percepción, y es también lucha, lucha interna, correlación de fuerzas internas fluctuantes. Entre los marxistas, y kataristas, indianistas, es muy importante este concepto que no es solamente teoría, porque permite ver cómo asumimos la relación frente al Estado. Si el Estado es sólo máquina, entonces hay que tumbar la máquina, pero no basta tumbar la máquina del Estado para cambiar al Estado: porque muchas veces el Estado es uno mismo, son las ideas, los prejuicios, las percepciones, las ilusiones, las sumisiones que uno lleva interiorizadas, que reproducen continuamente la relación del Estado en nuestras personas. E igualmente, esa maquinalidad y esa idealidad presente en nosotros, no es algo externo a la lucha, son frutos de luchas. Cada cuerpo es la memoria sedimentada de luchas del Estado, en el Estado y, para el Estado. Y entonces la relación frente al Estado pasa evidentemente, desde una perspectiva revolucionaria, por su transformación y superación; pero no simplemente como transformación y superación de algo externo a nosotros, de una maquinalidad externa a nosotros, sino de una maquinalidad relacional y de una idealidad relacional que está en nosotros y por fuera de nosotros. Por eso los clásicos, cuando hablaban de la superación del Estado en un horizonte postcapitalista, no lo ubicaban meramente como un hecho de voluntad o de decreto, sino como un largo proceso de deconstrucción de la Estatalidad en su dimensión ideal, material e institucional en la propia sociedad.
Con este concepto de Estado, en lo genérico, que articula distintas dimensiones, quiero entrar a los momentos de transición de un tipo de Estado a otro tipo de Estado. Por lo general los teóricos han trabajado -en sociología, en ciencias políticas- al Estado en su dimensión de estabilidad, pero poco se han referido al Estado en su momento de transición, cuando se pasa de una forma estatal a otra forma estatal. Quiero referirme a ello, porque es justamente lo que hemos vivido, lo que puede ayudar a entender, en términos de la sociología y de la ciencia política, el proceso boliviano contemporáneo. Un Estado – este régimen de instituciones, de creencias y dominación- funciona con estabilidad cuando cada uno de esos componentes, de esos ladrillos que hemos mencionado, mantiene su regularidad y continuidad. Hablamos del Estado en tiempos normales. Pero vamos a usar el concepto de “crisis estatal general” de Lenin para estudiar cuando esos componentes de Estado no funcionan normalmente, cuando su regularidad se interrumpe, cuando algo falla, cuando algo en la institucionalidad, en la idealidad, en la correlación de fuerzas que da lugar al Estado, se quiebra, no funciona, se tranca. En esos momentos hablamos de una crisis de Estado. Y cuando esa crisis de Estado atraviesa la totalidad de esos nueve componentes que hemos mencionado anteriormente hablamos de una “crisis estatal general.
 ¿Cuáles son los componentes de una crisis estatal general? ¿Cuándo vamos a decir que estamos pasando, no meramente un cambio de gobierno, un cambio de administración de la maquinaria del Estado, sino un cambio de unas estructuras de poder y de dominación a otras estructuras de poder y dominación? Cuando hay una crisis estatal general. ¿Y cómo identificamos una crisis estatal general? A partir de cinco elementos. El primero: el momento de la develación de la crisis. La transición de un Estado a otro Estado tiene varias etapas, digámoslo así. La primera etapa es cuando se devela la crisis de Estado, cuando se manifiesta y se expresa la crisis de Estado. ¿Qué significa que se exprese una crisis de Estado? En primer lugar, que la pasividad, la tolerancia del gobernado hacia el gobernante comienza a diluirse. En segundo lugar, que surge inicialmente de manera aislada, puntual, pero con tendencia a crecer, a irradiarse, a encontrar otros escenarios de aceptación, un bloque social disidente con capacidad de movilizarse socialmente y de expandir territorialmente su protesta. En tercer lugar, una crisis estructural del Estado en su primera fase de develamiento surge cuando la protesta, el rechazo y el malestar, comienzan a adquirir ámbitos de legitimidad social. Cuando una marcha, una movilización, una demanda y un reclamo salen del aislamiento y de la apatía del resto de la población y comienzan a captar la sintonía, el apoyo, la complacencia de sectores cada vez más amplios de la sociedad. Por último, la crisis se devela en su primera fase cuando surge un proyecto político no cooptable por el Poder, no cooptable por los gobernantes, con capacidad de articulación política y de generar expectativas colectivas”…..( páginas 11 a 14 conferencia citada arriba)
 Bueno, tras el impacto del “putsch fascista típico”, dado este 21 de noviembre pasado contra el gobierno electo de Bolivia y que terminó (como suele ocurrir) cebándose con el pueblo indefenso, explotado y oprimido;  así como las noticias posteriores que han ido dándose sobre los diversos acontecimientos de violencia política planeada de larga data por el Imperialismo estadounidense y que contó con la invaluable ayuda de la OEA, como las noticias sobre los principales responsables de tal ruptura institucional violenta (ver https://thegrayzone.com/2019/11/15/golpe-bolivia-eeuu-escuela-de-las-americas-fbi/)  llevan necesariamente a hacerse esta incómoda y extensa reflexión:
¿Cómo es posible que con la claridad teórica y política enunciada en el extenso texto de García Linera, acabada de leer, se hubieran nombrado en altas responsabilidades en la “estructura material de la coerción del Estado”, a personas como el general golpista Willians Kalimán, comandante de las Fuerzas Armadas bolivianas en diciembre de 2018, o al general Vladimir Yuri Calderón Mariscal como comandante de la policía en abril del 2019; de quienes se sabía públicamente sus vínculos y cursos realizados en terrorífica Escuela de las Américas del US Army? ¿De qué sirve tener tal claridad teórico-política si se contraviene uno de los principales principios de la trasformación revolucionaria de un Estado?
 Respuestas como la del engaño a la ingenuidad, o como dicen los paisas colombianos “caras vemos, corazones no sabemos” en lugar de aclarar, introducen más oscuridad.
También los marxistas latinoamericanos han aprendido con sangre y lágrimas que entre lo que se dice y se hace hay siempre un hiato oscuro que solo la historia puede aclarar.
En fin, solo queda la solidaridad con quienes luchan masivamente en Bolivia y en el resto de nuestramérica, en calles y carreteras, en campos y ciudades contra la nueva ola del fascismo imperial que pretende recuperar, utilizando todos los medios de lucha, el patio trasero que cada día que pasa parece escapárseles, como el agua, por entre de su dedos temblorosos y parkinsonianos de senectud.





BOLIVIA DE UN GOLPE
                                                                                                           
Alguien cuyo partido obtuvo solo el 4% de los votos en las elecciones pasó a ocupar la presidencia de Bolivia, defendiendo su asalto al cargo a sangre y fuego. El cuarto golpe de Estado exitoso en la América Latina del siglo XXI debe ser motivo de reflexión. El repaso de los hechos, por Víctor Báez Mosqueira.

Canal Abierto de Argentina (www.canalabierto.com.ar)

Un peligroso precedente se está asentando en la comunidad internacional: la falta de condena unánime y firme contra los golpes de Estado. Peor aún, se ensayan argumentos para intentar justificarlos, como el de un artículo que reza que el presidente al cual le hicieron el golpe “cruzó la línea roja” y otras lindezas de ese estilo. El caso boliviano es un botón de muestra.
Quienes realmente pasaron la raya roja de la convivencia pacífica y democrática fueron los que pensaron, diseñaron, apoyaron, ejecutaron y aprobaron el golpe, dentro y fuera de Bolivia.
Ocurrió en ese país un golpe de Estado que conjugó violencia callejera, amotinamiento policial, complicidad militar hasta en el “pedido” de renuncia a un presidente que aún ejercía su mandato emanado de elecciones anteriores y que había ordenado volver a hacer las elecciones realizadas recientemente, las cuales la OEA se encargó de desacreditar sin poder sostener posteriormente evidencias claras de las supuestas anormalidades. El dictamen final de la organización interamericana dejó más preguntas que certezas, según muchísimos analistas, lo que confirma que detrás de todo estaban también intereses internacionales no favorables a la democracia.
En ese sentido, era de esperar la postura del gobierno de Trump de reconocer inmediatamente el gobierno de una presidenta que ni siquiera tuvo un(a) civil que le impusiera la banda presidencial. Así, alguien cuyo partido obtuvo solo el 4 por ciento de los votos en las elecciones del 20 de octubre, pasó a ocupar la titularidad del poder ejecutivo, defendiendo su asalto al cargo a sangre y fuego. Sí, con costo de vidas.
Lo que sí llama cada vez más la atención es la posición de la Unión Europea, otrora reconocida por su pulcra posición de defensa de la democracia. A pocas horas de consumado el golpe, vimos a su representante en Bolivia diciendo que ya estaba trabajando con el nuevo gobierno y llamaba al diálogo.
No estamos en contra del diálogo, pero ¿se puede llamar a tal a los sectores que resisten al golpe mientras el gobierno de facto está matando, apresando y amenazando a su gente?
Esa posición en Bolivia es muy parecida a la de la UE en Colombia, donde frente a las movilizaciones, el gobierno de Duque llamó a una conversación –sí, así como se lee– ni siquiera a un diálogo. Inmediatamente esa propuesta fue apoyada por embajadas de los países de la UE. Mientras tanto, Duque seguía reprimiendo a la gente en las calles y no tomaba en cuenta una sola de las reivindicaciones de quienes estaban protestando en las calles durante varias jornadas.
Hay también confirmaciones de que la representante de la UE en Chile recorre las carpas de manifestantes, pidiendo diálogo mientras hay denuncias de torturas a quienes salen a protestar, hay heridos y hasta muchísimas personas a quienes les reventaron los ojos. En estas condiciones, ¿a quién le sirve esta posición “dialoguista” de la UE? Es claro que a Donald Trump, a la derecha fascista y al modelo neoliberal.
El diálogo, señores y señoras de la UE, no es un fin, debe ser un medio para mejorar las cosas, no para conservar situaciones de injusticia crónica ni mucho menos para propender a la regresión de las sociedades.
Evo Morales renunció ante las amenazas de muerte contra familiares, ministros y militantes del MAS por parte de grupos de choque fascistas. El gobierno de facto nunca mandó investigar al matón de la Unión Juvenil Cruceñista que disparó a cinco personas del Plan 3000. No se investigan el saqueo de la Alcaldía de Vinto ni la vejación de su alcaldesa. Tampoco se investigan las quemas de las casas de los gobernadores de Potosí y de Chuquisaca ni la de la casa del ex presidente de Diputados, Borda, ni el secuestro de los familiares, ni el saqueo a las casas de parlamentarios del MAS ni muchos otros desmanes.
Eso sí, la señora Jeanine Añez eximió a las Fuerzas Armadas de responsabilidades penales en la represión a los manifestantes, es decir, les dio licencia para herir, mutilar y matar y amenazó a los medios de comunicación con cargos de sedición, expulsó a corresponsales extranjeros y cerró las señales internacionales de Telesur y Russia Today. Permitió también que grupos civiles de choque detuvieran a personas vinculadas al MAS.
Queda meridianamente claro quién “cruzó la línea roja”. Y no fue Evo. Entre los motivos del golpe, según el mismo expresidente, estuvo la voluntad de su gobierno de usar los vastos yacimientos del litio boliviano para seguir mejorando el nivel de vida de la población, no privatizándolos, sino manteniendo la soberanía sobre ellos y explotándolos en asociación con quienes resulten adjudicados en procedimientos claros. Según cuenta Morales, su gobierno estaba haciendo eso con asociados de China y Alemania. Obviamente habían quedado fuera, porque ni se presentaron, las empresas multinacionales norteamericanas.
La indiferencia internacional ante el cuarto golpe que en el siglo XXI tiene éxito en América Latina (Honduras 2009, Paraguay 2012, Brasil 2016, Bolivia 2019) debe ser motivo de reflexión y debe llamarnos a pensar en el rol de los organismos internacionales y a hacer las reformas necesarias para evitar que propicien o hagan la vista gorda ante el avance implacable y violento de una derecha fascista, misógina, homofóbica y racista.





OTRA DÉCADA PERDIDA EN AMÉRICA LATINA

Sputnik News de Rusia (www.mundo.sputniknews.com)
                                                                                    
El cierre de la segunda década de este siglo encuentra a Latinoamérica con una economía estancada, insatisfacción social por la creciente desigualdad, desencanto hacia los políticos tradicionales y una injerencia cada vez más abierta de EEUU en los procesos domésticos de los países.
Este decenio había comenzado con tasas de crecimiento de la economía muy elevadas, con millones de personas saliendo de la pobreza, con el Banco Mundial destacando la expansión de las clases medias y un escenario político dominado por gobiernos de centroizquierda y de izquierda.
Este cuadro comenzó a alterarse a partir de mitad de década, culminando este período con economías en recesión, rebeliones populares demandando mejoras en la calidad de vida diaria, millones de personas cayendo nuevamente en la pobreza y gobiernos que han girado hacia el centroderecha y la derecha, incluyendo golpes de Estado, como en Bolivia.
Como en la década de 1980, esta también será una década perdida para América Latina en términos de bienestar social y crecimiento económico.
Dos mitades
A partir de la segunda mitad de la década, casi todos los países registraron crecimiento nulo o recesión económica, lo que ha precipitado importantes conflictos políticos y sociales.
Estos años turbulentos contrastan con los vividos en la primera década del nuevo siglo, extendiendo la bonanza hasta la mitad de esta que termina.
Fue un período de estabilidad general y auge en algunos casos, debido a un contexto internacional muy favorable, por el alza de los precios de las materias primas, y por políticas domésticas de redistribución progresiva del ingreso.
Crecieron de ese modo las clases medias y la pobreza disminuyó. El Banco Mundial estimó que las clases medias habían crecido un 50% y que pasó a representar el 30% de la población. Más de 50 millones de personas pasaron a integrar las clases medias.
La irrupción de China como potencia emergente y fuerte demandante de materias primas para consolidar su propia expansión mejoró sustancialmente los términos del intercambio de los productos de exportación de los países latinoamericanos.
Se conformó así la década ganada; exactamente, fue década y media.
Este ciclo virtuoso giró abruptamente hacia un marco económico y político de tensiones, retrocesos y conflictos. Las economías se sumergieron en un ciclo de estancamiento que coincidió con gobiernos conservadores y, a la vez, con un contexto internacional desfavorable.
China sigue creciendo a tasas elevadas pero ya no a un ritmo de dos dígitos, y los precios de las materias primas retroceden desde sus máximos.
La región tuvo en 2011 el último año de crecimiento fuerte, al anotar un alza superior al 4% anual, mientras que en 2012 fue ligeramente del 3%, y entre 2013 y 2015 fue inferior al 2%.
A partir de ese último año, la actividad económica latinoamericana se estancó. Como se detalló en un anterior artículo, los últimos seis años, de 2014 a 2019, ofrecen un panorama macroeconómico fulminante: caída del Producto Interno Bruto, descenso del PIB per cápita, retroceso de la inversión, del consumo per cápita y de las exportaciones, y un sostenido deterioro de la calidad del empleo.
Las proyecciones de crecimiento de la CEPAL para 2020, si bien mejoran un poco, no son alentadoras.
La estimación es de apenas 1,3% en promedio que, si se confirmara, concluirá el septenio (2014-2020) de menor crecimiento económico en la región en los últimos 40 años.
Color político
La Unasur fue la institución de unidad regional que expresó el ciclo de alza de la economía y de la confluencia política progresista en el continente.
Fue el símbolo del predominio de gobiernos del color nacional y popular. Cuando nació la Unasur, los presidentes eran Cristina Fernández de Kirchner (Argentina), Lula da Silva (Brasil), Hugo Chávez (Venezuela), Evo Morales (Bolivia), Rafael Correa (Correa), José Mujica (Uruguay) y Fernando Lugo (Paraguay).
La expansión de la economía y la estabilidad política fueron la marca destacada de la primera década del nuevo siglo. A partir de la mitad de la segunda se empezó a debilitar y, también como símbolo de esos cambios, los gobiernos de derecha y centroderecha desarticularon la Unasur.
La mayoría de los presidentes de izquierda o centroizquierda fueron reemplazados por otros de color político opuesto. Con ellos vino el estancamiento económico, pero también una mayor intervención de las Fuerzas Armadas y de fuerzas policiales en la vida política doméstica y la irrupción de masivas movilizaciones populares que se rebelaron a medidas regresivas en términos económicos y sociales.
Marchas y contramarchas
El brusco movimiento en péndulo de esos años muestra que América Latina es un continente que está buscando su destino. Es un escenario donde se puede observar como un laboratorio político de marchas y contramarchas, de revoluciones y contrarrevoluciones.
No aparece una línea homogénea. Es un espacio político y económico en disputa. Se avanza en el sendero del progresismo en un territorio, como en Argentina, con el triunfo de la coalición popular liderada por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, desplazando al líder de la derecha Mauricio Macri. A la vez, se retrocede en otro, como en Bolivia, que padeció el golpe de Estado contra Evo Morales, sedición liderada por grupos de ultraderecha apoyados por EEUU.
El cuadro regional es complicado. La década y media de expansión ha generado mecanismos defensivos que han sido alimentados por una memoria histórica reciente del bienestar reciente. Por ese motivo, las fuerzas reaccionarias no logran consolidarse, lo que exacerba el odio, la venganza y la revancha motorizados por esos gobiernos conservadores.