Desde el
2014, Bolivia lidera el ranking de los países que más crecieron económicamente
en la región con una tasa cercana al 5%. Pese a eso, Evo Morales enfrentará
este domingo las elecciones más difíciles desde que llegó al poder en el 2006.
Cenital dialogó con el Embajador de Bolivia ante Organización de los Estados
Americanos (OEA), José Alberto Gonzáles, para hablar sobre el proceso boliviano
y las perspectivas electorales.
-¿Cómo llega
Evo a las elecciones presidenciales?
Es,
probablemente, la elección más complicada de todas las que ha tenido el
presidente Evo. Son prácticamente 14 años de gestión que tiene un lógico y
natural desgaste. Segundo hay un antecedente para algunos sectores de la
población que es el referéndum del 21 de febrero de 2016. Que la elección sea
más compleja es sobre todo por los dos primeros puntos, porque la oposición no
ha logrado unirse y hay 8 frentes opositores. Son candidatos liberales, que ya
tienen su pasado, que de manera directa e indirecta han tenido alguna
participación en los gobiernos anteriores. El principal oponente es Carlos Mesa
que fue vicepresidente en el 2003 acompañando a Sánchez de Lozada, a quien
recordamos como uno de los presidentes más nefastos que ha tenido nuestro país
por las medidas económicas, sociales que tomó y por la masacre que ha provocado
en febrero y octubre del 2003. Mesa era vicepresidente de ese señor que mandaba
a matar al pueblo. Cuando Sánchez de Lozada cae, Mesa se hace presidente de
Bolivia y durante su período se opone a avanzar en la recuperación de nuestros
recursos naturales, nacionalización de gas, petróleo, que le reclamaba el
pueblo y el pueblo lo sacó a él.
-Algunos
analistas sostienen que debido a la base económica que generó Bolivia, las
demandas de los bolivianos cambiaron y eso podría perjudicar a Evo en la
elección ¿Cómo analizan ese proceso?
Jauretche
decía que cuando la clase media está mal vota bien, y cuando la clase media
está bien vota mal. Evo, como Lula en Brasil, sacó una gran cantidad de gente
de la pobreza, mejoró la situación económica, mayor acceso a servicios básicos,
incorporación al mercado de consumo, poder ir al cine con tu familia, viajar,
comprar zapatos mejorar tu casa o tu auto. En Bolivia la población es de 11
millones y estimamos que 2 millones de bolivianos, un 20% de la población, ha
modificado su situación. Ha pasado de una situación de pobreza a una de clase
media. Por ejemplo si mis abuelos y mis padres no habían tenido energía
eléctrica, pueden decir 'está bien me alegro' los dos o tres primeros años,
pero después ya quiero que me asfalten la calle y digo 'qué bien', pero ahora
quiero Wi Fi en el barrio. Creo que es una condición inherente la de avanzar,
la de crecer.
-¿Cómo se
generó esa transformación en Bolivia?
Hasta el
2005 teníamos aproximadamente un 70% de pobres, 7 de cada 10 éramos pobres, o
medianamente pobres o extrema pobreza. No teníamos prácticamente clase media,
era solo de un 10% y el resto eran ricos que ya no sabían qué hacer con su
dinero. Lo primero que hace Evo es la nacionalización, recuperar para el Estado
el dominio y control de los recursos naturales. En el negocio petrolero el 18%
era para el Estado y el 82% para Repsol, British Petroleum, Petrobras, las
empresas trasnacionales. Esto era así hasta el 1 de mayo de 2006, cuando el
presidente Evo hace un decreto que dice 'señor se invierte la cuestión el 18%
se lo llevan estos señores y el 82% queda en Bolivia'. Después del decreto,
Bolivia pasa de recibir 300 millones de dólares a recibir en promedio 4 mil
millones de dólares.
-Los líderes
políticos suelen asegurar que no pueden avanzar con ese tipo de medidas por el
poder que tienen las empresas trasnacionales para oponerse ¿Por qué Evo pudo
hacerlo?
Porque la
gente estaba con el Evo. Cuando cae Sánchez de Lozada y Mesa asume el 2003 él
tenía una popularidad del 80%. Lo amaban porque odiaban a Lozada y el pueblo le
dice 'nacionalice, invierta la torta' y Mesa dice que no puede hacerlo porque
si lo hace las petroleras se van del país, dice que los van a llevar a juicio
internacional y que si tenían 300 millones de dólares ni eso iban a tener. Con
ese monto no alcanzaba ni para pagar el sueldo de los docentes. Más de dos
tercios estaba de acuerdo con que se avance en la nacionalización y Evo tenía el
apoyo en la calle. Fue una jugada muy arriesgada.
-¿Qué se
hizo con el dinero recaudado tras la nacionalización?
Con la plata
básicamente se han hecho tres cosas. Una parte destinada a reservas
internacionales, lo segundo fue la inversión pública hecha por el Estado que se
mete en la inversión no lo deja librado a lo privada, y tercero se crea una red
social con bonos, con subvenciones, ayudas que favorecen a sectores que compran
un helado, van al cine, todo eso dinamiza la economía. Tenemos el plan Juancito
Pinto que fomenta el ingreso a los escolares ¿Qué pasaba? Sobre todo en el
ámbito rural y sobre todo las niñas dejaban la escuela muy temprano para ir a
trabajar, en agricultura o en la ciudad como empleadas domésticas, el índice de
deserción de niñas y niños era muy alto. Se les da ese bono para que sigan en
el colegio, entonces no tienen que dejar y el índice de deserción bajó en
picada, y tienen unos pesos para poder incorporarse al mercado.
Otro de los
programas es el Juana Azurduy, el índice de mortalidad materna infantil era
terrible, cuando la mamá está embarazada cuando tiene el bebé o después del
parto morían una gran cantidad de mujeres y también bebés antes de cumplir un
año, por causas absolutamente prevenibles. Ahora se les da el bono a todas las
mamás que están embarazadas contra la presentación sus chequeos prenatales, y
se le entrega el subsidio, el parto tiene que ser seguro ya no en la calle o en
la comunidad y si presenta el certificado del parto seguro sigue cobrando el
bono hasta el año tiene que llevar al bebé control de peso y talla, vacunas,
bien alimentado y sigue recibiendo. Ha bajado la cantidad de muertes de mujeres
y los niños, baja porque es un mecanismo que es un estímulo. También
tenemos la
renta dignidad para mayores de 58 años en el ámbito rural, son muchas
subvenciones. Entre todas estas cosas se ha logrado inversión pública
carreteras, hospitales, escuelas, construcción ¿Qué generó todo eso? que la
economía empezó a dinamizarse y en los últimos 5 años Bolivia es el número uno
en crecimiento de la región, el PBI no ha dejado de crecer entre el 4.5% y 5%
durante esos cinco años, somos el primer país en sudamérica. En el 2005 un
trabajador ganaba 60 dólares como sueldo básico mínimo, hoy un trabajador en
Bolivia gana 300 dólares y con una inflación muy baja en promedio, en los
últimos 10 años no llegó ni al 2,5% anual. Hemos dinamizado el consumo interno,
ante no teníamos consumo interno la gente no salía a comer a los restaurantes,
no se iba de vacaciones ni de viaje. Éramos tan pobres que no te alcanza para
nada. El 90% de tu ingreso era para comer, hoy hay shoppings y todo eso y la
gente siente que está mejor.
-¿Cómo
impactó el Referéndum?
La pregunta
en el referéndum era ¿Usted está de acuerdo con modificar el 168? el 51,3% dijo
no y no se modificó. El efecto que tiene sí se modificó porque hay una
interpretación constitucional (artículo 256) que dice que cuando hay un tratado
de acuerdo internacional sobre derechos humanos tiene que aplicarse ese acuerdo
por encima, recurrimos al Pacto de San José. Nicaragua, Costa Rica, Honduras ya
hicieron ese camino, hay un camino jurídico que es este. El pacto dice que todo
ciudadano tiene derecho a elegir y ser elegido, pone una serie de restricciones
pero en la normativa de cada país puede hacer ajustes solo en la edad,
nacionalidad, no tienen que tener causas penales, salud mental y en esas causas
no se menciona los periodos. Cuando Almagro (titular de la OEA) llega en mayo a
La Paz, dice que este camino lo han hecho otros países, y dice que si le niega
la posibilidad a Evo lo estarían discriminando y se pregunta ¿Por qué quieren
que aplique ese criterio? ¿Porque es indígena?
Otro
elemento a tener en cuenta es que dos semanas antes del 21F (fecha del
Referéndum) inventaron que Evo tenía un hijo. No hubo tiempo de reaccionar. Fue
un plan que ellos prepararon, salieron en las redes y en los medios de
comunicación contrarios de manera masiva con los mismos protagonistas, los
mismos argumentos, una estrategia muy fuerte donde querían mostrar un Evo que
andaba con jovenzuelas, que tenía hijos por doquier y que su hijo se había
muerto y él no había ido a enterrarlo. Todo en torno a cuestiones sobre su
moral, mucha gente que escuchó eso y que tenía otra imagen de Evo se enojó. El
periodista que había presentado la supuesta documentación, Carlos Valverde,
hace la denuncia y un año después dijo que nunca hubo hijo. Nunca existió el
hijo. Fueron víctimas de un engaño, y el que terminó pagando los platos rotos
fue el Evo.
Del 50% que
votó en contra, el 30% vota en contra porque es un indio porque para ellos el
indio es para obedecer no es para mandar entonces un indio no puede gobernar.
Es gente que tradicionalmente estaba acostumbrado a tener un criado, entonces
cuando llega este indio que no hace eso y que hace más bien que la gente
reaccione y no se deje atropellar, las señoras vienen y dicen ahora 'los indios
nos discriminan a nosotros'.
-Como
Embajador ante la OEA ¿Cómo analiza lo que está sucediendo en la región, desde
las crisis políticas en Perú y Ecuador a las elecciones en Uruguay y Argentina?
Hemos visto
con preocupación el giro, el retroceso en la región. De un momento en el que
excepto Colombia que siempre mira más al norte que al sur, los otros países
habían decidido avanzar firmemente en la Unasur, Celac, instancias de
coordinación, más allá de algunos matices de los presidentes. Ahora hay
mandatarios que tienen otras agendas, que consideran que todo lo que se ha
vivido en esa etapa que nosotros consideramos virtuosa ha sido lo peor que le ha
podido pasar a la región. La situación en Ecuador es compleja, no se cómo
acaba. Evo duplicó el precio de los combustibles en el 2010, salió la gente a
la calle y en una semana la medida fue para atrás. Venezuela no puede
gobernarse de manera independiente, hay un bloqueo en ese momento en contra de
Venezuela un estrangulamiento muy fuerte y Perú tiene un presidente que no
tiene bancada, pero sí tiene apoyo popular.
En
síntesis, no se en qué medida el péndulo está yendo de nuevo hacia la
izquierda, en la OEA México con el triunfo de AMLO (Andrés Manuel López
Obrador) ha sido un elemento que ha generado otro tipo de equilibrio, es un
contrapeso porque hasta ese momento estábamos casi solos con algunos países
caribeños, Uruguay y pare de contar. México ha entrado y oxigenado la
cuestiones, veremos qué pasa con Argentina, con Ecuador, Uruguay creo que
estamos lejos de esa época, pero si Argentina vuelve sería otra señal y hay que
ver cómo evolucionan los otros países. Cenital
de Argentina (www.cenital.com)
El ministro de Economía boliviano Luis Arce
Catacora explica el "milagro boliviano" y habla sobre el futuro de la
relación con la Argentina.
Ambito de Argentina (www.ambito.com)
El 20 de
octubre, una semana antes que Argentina y Uruguay, Bolivia elegirá un
presidente para el período 2020-2025. Evo
Morales marcha primero en las encuestas y la pregunta es si
le alcanzará para ganar en primera vuelta. Con el slogan de “Futuro Seguro”, el mejor argumento
del presidente para su reelección es la economía. En estos 13 años de gestión,
el país mostró números sólidos: el PBI
creció de 9.000 a más de 40.000 millones de dólares, el PBI per cápita se
triplicó, aumentó el salario real, las reservas crecieron, la inflación dejó de
ser un problema y la pobreza extrema cayó de casi 38% a un 15%.
Argentina es
la antítesis y de hecho el oficialismo boliviano utiliza a la crisis de la
gestión Macri como advertencia de los riesgos de un cambio de modelo. Junto al
ya fallecido Carlos Villegas, el
ministro de Economía boliviano Luis
Arce Catacora es el gran artífice del "milagro boliviano”. En esta
entrevista en el piso 21 del edificio del Ministerio en el centro de La Paz,
Arce recibió a Ámbito con un
traje impecable y un pin del Che Guevara.
Periodista: ¿Usted es socialista?
Luis Arce:
Si, señor.
P.: ¿Se podría definir a Bolivia como un ‘capitalismo de Estado’?
L.A.
Para nada. Esto es diferente: un modelo económico social comunitario productivo
con muchos elementos. Reconoce que en nuestro país conviven varios modos de
producción, para utilizar la terminología marxista. Y lo primero que hicimos
fue reconocer esa híbrida relación entre modos de producción y empezar a
interactuar con algo que durante el neoliberalismo estaba proscripto: la
presencia del Estado. Hoy el Estado toma la vanguardia de la economía
boliviana, es el actor más importante de la economía.
P.: En estos 13 años, la gestión Morales mostró notables indicadores
económicos. ¿Qué amenazas ve en el futuro?
L.A.:
La guerra comercial entre EEUU y China está afectando a todos y nos va a
afectar indirectamente. Eso también nos podría abrir oportunidades de mercados,
estamos negociando con Rusia, con China. Hoy se están peleando las potencias
por la lucha por la hegemonía de la economía mundial y en esa pelea hay
reflujos de comercio exterior. Uno tiene que intentar insertarse.
P.: La oposición plantea que los primeros años fueron producto de una
bonanza exterior y que ahora se vive un agotamiento del modelo. ¿Qué les diría?
L.A.: Los
precios internacionales de los commodities estuvieron altos desde 2003 (Morales
asumió en 2006). Durante 2003, 2004, 2005 no hubo el desarrollo que hoy tenemos
en Bolivia. Si los precios hubieran sido altos y el petróleo y el gas hubieran
estado en manos de transnacionales, la plata se hubiera ido afuera. Nosotros
nacionalizamos, entonces la plata se quedó en Bolivia y la disfrutamos. Nuestro
modelo parte de apropiarse del excedente que se genera con los recursos
naturales que tenemos. Bolivia es un país riquísimo: ¿cómo puede explicarse que
un país tan rico en recursos sea tan pobre? Es la historia del saqueo. Y esa
nueva historia empieza con la nacionalización de los hidrocarburos.
P.: Y a quienes dicen que el modelo está agotado, ¿qué les respondería?
L.A.: Dicen
los neoliberales que los precios determinaron al presidente. El 2008 cae el
precio del barril por la crisis en EEUU y en 2009 Bolivia es el país que más
crece en la región. ¿Es suerte? En 2014, también se desplomaron los precios de
110 a 26 dólares el barril. Mire usted qué casualidad, Bolivia ese año recupera
el primer lugar en el crecimiento de la región. Lo hicimos en 2014, 2015, 2016,
2017 y 2018. Y este año también seremos la primera economía, con precios
relativamente bajos. ¿Es cierto lo que dicen ellos? Lo único que quieren es
justificar la ineficiencia del modelo neoliberal que ellos administraron e
importaron desde las universidades de Estados unidos y que no pudieron manejar
durante 20 años.
P.: ¿Hay planes de industrialización?
L.A.:
Bolivia está industrializándose. El sector más importante que aporta al
producto bruto interno boliviano no son los hidrocarburos que participan con un
6 por ciento del PBI. Tampoco la minería que aporta con un 5%. El sector más
importante es el sector de la manufactura y de la industria que aporta el 18
por ciento.
P.: ¿Se produce para el mercado interno?
L.A:
Estamos exportando urea (fertilizante) y estamos produciendo carbonato de litio
y cloruro de potasio. Tenemos una asociación con una empresa alemana para
producir batería de litio aquí en Bolivia.
P.: Hay sectores que dicen que el litio es el futuro y otros, que está
sobrevaluado.
L.A.:
Va a ir de a poquito. Empezará con un 1 o 2, pero en el horizonte puede ocupar
un 3 o 4 por ciento. Las perspectivas son buenas. En el mundo hay una crisis
energética. Se agota la energía que viene de los hidrocarburos. Se da un cambio
de matriz energética hacia las renovables. Y ahí entra el litio, dado que somos
la primera reserva mundial del litio. Por lo que tenemos la enorme posibilidad
de convertirnos por primera vez en fijadores de precios, sino de participar
activamente en su industrialización.
P.: ¿Hay diálogo en la región sobre una eventual explotación e
industrialización conjunta del litio?
L.A.:
No, que yo sepa. Cada uno hace lo que puede.
P.: ¿Por qué? ¿Es sensato?
L.A.:
Es que no existe una OPEP que determine los precios del litio. Tiene que
ocurrir algo similar, y tienen que estar los jugadores más grandes. Allí
estaremos.
P.: ¿Y en lo regional?
L.A.:
Brasil y la Argentina son dos bombas de tiempo. Influyen mucho en la región,
dado que hay mucho comercio con ellos. Argentina ha tomado medidas totalmente fondomonetaristas
desde nuestro punto de vista, medidas neoliberales que han profundizado los
problemas. Esto va a tener una consecuencia en la economía y la problemática
social. Brasil no está muy lejos, la deuda interna es muy elevada. Se ha
recrudecido la pobreza luego de la salida de Dilma y la gente que había salido
de la pobreza ha vuelto a caer. Uno cuando pasea por las calles de Brasil ve la
pobreza, no hace falta ver las estadísticas.
P.: Este mes hay elecciones en Argentina y Uruguay, ¿qué expectativas
tiene?
L.A.:
Hay que esperar, pero las elecciones primarias han mostrado un horizonte muy
claro. El que perdió no fue el señor (Mauricio) Macri en Argentina, sino el
modelo neoliberal en América del Sur. Las oligarquías de nuestros países que
tratan de recuperar el poder poniendo en vigencia nuevamente el viejo modelo
neoliberal creo que fracasó. Eso lo vamos a ver, desde nuestro punto de vista,
en otros países de la región.
P.: ¿Tiene contacto con sectores afines del gobierno potencial de
Fernández?
L.A.:
No hay diálogo, pero tenemos buenas relaciones con la gente de Axel Kicillof.
LEÓNIDAS IZA, EL ACLAMADO LÍDER INDÍGENA QUE
SUEÑA CON “LA GRAN EVO MORALES”
No es un improvisado: llegó a presidir el
Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi (MICC) tras muchos años de
participar de las asambleas. Tras “torcerle el brazo” a Lenín Moreno y su
paquete de medidas de ajuste, Iza “ve posible” que el movimiento indígena
dispute la presidencia en el futuro.
Aire de Santa Fe, Argentina (www.airedesantafe.com.ar)
Para
explicar la crisis que atraviesa Ecuador muchos se remontan a 1999,
otros hablan de la dolarización y varios le apuntan al FMI. Para Leónidas
Iza, el sindicado “mentor” de las protestas contra Lenín Moreno, es
todo mucho más sencillo: “Un día le ponías 20 dólares a tu tractorcito para ir
a trabajar y llevar a los hijos a la escuela; al día siguiente, necesitás 45.
Eso es un acto violento”.
Iza tiene 37
años, se presenta como “un indígena” pero sabe que no es solo un manifestante:
está sentado en la mesa de redacción del nuevo decreto que el gobierno
ecuatoriano prepara para desactivar finalmente el conflicto que se cobró 5
muertos y obligó a trasladar la capital desde Quito hacia Guayaquil, en lo que
fue la semana de protestas más sangrientas de las últimas décadas.
Ahora,
después de que el Gobierno diera una marcha atrás con la suba de precios, Iza
camina por las calles de Quito como una celebridad de la comunidad indígena.
Tiene hasta su propio hit: “¡Iza, Iza, se viene la paliza!”, le cantan.
No es casualidad: a Leónidas, además de motorizar las protestas, acudió a
varios programas de TV llamando al gobierno de Moreno a derogar el decreto para
“sentarse a negociar” una nueva medida y desactivar el conflicto.
Cercanía con
Evo Morales
No es un
improvisado. Llegó a presidir el Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi
(MICC) tras muchos años de participar de las asambleas indígenas y marchar
junto a, por ejemplo, Evo Morales, el actual presidente de Bolivia.
Sin dudas,
Evo Morales es un modelo a seguir para toda la comunidad indígena que sueña con
un proyecto presidencial reformista. Y Leónidas Iza no oculta sus ambiciones de
cara al futuro. Al menos así lo manifestó el domingo en conversación con
periodistas internacionales: mientras todos hablan de “un triunfo indígena”,
Iza planteó que “hay que avanzar en una discusión directa con el Estado sobre
un conjunto de políticas económicas, tributarias y sociales”.
Además,
admitió que “ve posible” que el movimiento indígena dispute la presidencia en el
futuro. Las próximas elecciones generales están previstas a inicios de 2021.
Consultado sobre si piensa en ser candidato, Iza respondió: “No es un sueño,
es una realidad que se puede enfrentar. Lo que nosotros hemos propuesto al
pueblo ecuatoriano, siendo o no siendo autoridades, es que estamos en la
obligación de construir un modelo económico que realmente sea decidido por los
ecuatorianos”.
¿Qué plan
tiene en mente? El dirigente sostuvo que los indígenas quieren repensar y
cambiar todo el modelo económico, políticas de beneficio para pequeños y
medianos productores, políticas que fortalezcan el modelo de gestión
comunitario, el transporte público, que los que más tienen, paguen más
impuestos, entre otros temas.
¿Hay un
nuevo Evo Morales en Ecuador?
Con la
torcida de brazo a Lenín Moreno y a su “pack económico” acordado con el FMI, los
líderes políticos de Ecuador terminaron de tener en claro que los movimientos
indígenas deben tener voz y voto en cualquier reforma económica. Pero ya
muchos analizan la posibilidad de que la representatividad en el Congreso y en
un eventual próximo gobierno, sea aún mayor.
En
conversación con la agencia AP, el analista Julio Echeverría, de la universidad
San Francisco, opinó: “Está muy bien que los indígenas puedan intervenir en
política económica… que puedan contribuir a la definición de la política
pública en general. Esto es, que el movimiento indígena abandone esa lógica de
exclusiva de resistencia frente a todo”.
Agregó que
ahora se deben buscar acuerdos que den cabida a todas las voces que están en
juego “con una economía mucho más sostenible, más racional en donde los
subsidios dejen de ser subsidios generalizados y regresivos y pasen a ser
subsidios más eficaces”.
Iza, con
calma y con la voz afectada por la intensidad de las protestas, afirmó que
“este triunfo, realmente es una gloria de todos, no es una ganancia de
los dirigentes, sino del pueblo ecuatoriano y a nosotros nos ha tocado ponernos
al frente y poder conducir sobre los ánimos y el temperamento de la gente, que
en un momento se desbordó”.
EVO, EL MANIPULADOR
En Bolivia, igual que en Venezuela, las
constituciones son tergiversadas por un Poder Judicial subordinado a las
urgencias de un caudillo.
El País de España (www.elpais.com)
Evo Morales
intentará, en las elecciones bolivianas del próximo domingo, continuar en el
poder. No habría alcanzado esta encrucijada sin una severa manipulación de las
reglas de juego. Es su principal fragilidad. La Constitución de Bolivia fue
reformada por su propia iniciativa en 2009. El nuevo texto estableció que el
presidente y el vice solo pueden ser reelectos por un período consecutivo. Una
cláusula transitoria estableció que el período anterior a esa modificación se
computaría para el cálculo de la reelección. Morales consiguió un nuevo
mandato, que debía ser el último. Sin embargo, en 2013, el Superior Tribunal
Constitucional (STC) ignoró esa limitación. Interpretó que el primer período de
Morales y su vice, Álvaro García Linera, no debían ser tomados en cuenta. Ambos
obtuvieron por esa vía un segundo mandato posconstitucional.
Empecinados
en obtener el tercero, el partido de Morales, Movimiento al Socialismo, aprobó
una nueva reforma constitucional en la Asamblea Nacional, que autorizó una
nueva reelección. En obediencia al artículo 411 de la Constitución, el cambio
debió someterse a un referéndum. Este se realizó el 21 de febrero de 2016. Y la
reforma fue rechazada. Morales no aceptó ese resultado y promovió ante el STC
una declaración de inconstitucionalidad de la Constitución. Alegó que la
reelección es un derecho humano. Y el tribunal le dio la razón. Morales volvió
a postularse. Esta vez, en nombre de conservar la gobernabilidad, como explicó
su mejor intérprete, Manuel Canelas, a la revista Crisis.
El proceso
institucional es tan escandaloso que los expertos que inspiraron la reforma
constitucional de 2009 se apresuraron a denunciarlo. Entre ellos está Roberto
Viciano Pastor. Este profesor de la Universidad de Valencia fue uno de los
teóricos principales de las nuevas constituciones bolivarianas de Venezuela,
Ecuador y Bolivia. Esa consultoría se ejerció desde el Centro de Estudios
Políticos y Sociales, una fundación que en España está ligada a Podemos. La
justificación de aquellas reformas era la necesidad de emancipar a las
sociedades latinoamericanas de las cláusulas constitucionales que encerraban el
poder en una elite, impidiendo la participación popular. En otras palabras:
eran reformas democratizadoras.
La historia
tuvo otras ideas. En Bolivia, igual que en Venezuela, las constituciones son
tergiversadas por un Poder Judicial subordinado a las urgencias de un caudillo.
Las teorías que cruzaron el océano se degradan en lo que Foucault llamaría un
régimen de prácticas. Esta desviación hace que hoy Viciano Pastor se convierta
en el crítico más estridente de sus antiguos asistidos. El año pasado, junto
con su colega Gabriel Moreno González, publicó en el Anuario Iberoamericano de
Justicia Constitucional, un artículo titulado Cuando los jueces
declarar inconstitucional la constitución: la reelección presidencial en
América Latina a la luz de las últimas decisiones de las Cortes
Constitucionales. Allí demuele el fraude jurídico de Morales. Retirado el
auspicio de los juristas de Valencia, la lista de los bolivarianos españoles se
va reduciendo casi a uno: el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, quien
en julio pasado recorrió Bolivia en una campaña subliminal por la reelección de
Morales. Zapatero también ha oficiado como respirador de la dictadura de Maduro
en Venezuela.
Morales será
desafiado por Carlos Mesa, un político de centro, que presidió el país entre
2003 y 2005. En aquella oportunidad reemplazó a Gonzalo Sánchez de Losada,
quien abandonó el Gobierno en medio de un estallido social desatado por un
aumento en los precios energéticos.
En 2010,
Morales también estuvo por caerse por el incremento de las naftas. Si se agrega
que, entre las principales razones del fracaso electoral de Mauricio Macri en
la Argentina está el encarecimiento de la luz y el gas, se entiende que la
actual crisis de Ecuador haya sido bastante previsible.
La
Constitución boliviana exige, para alcanzar el poder, obtener el 50% de los
votos. O más del 40%, pero sacando una diferencia superior a 10 puntos
porcentuales respecto del segundo. Morales aparece en todos los sondeos como el
preferido. Él se beneficia, en la primera vuelta, con la dispersión de sus
opositores. Pero esta ventaja se convierte en un riesgo para el balotaje,
porque los que no lo votaron se pueden inclinar por Mesa. También en Bolivia
las encuestas son inciertas. La más reciente, publicada el domingo pasado por
el periódico Página 7, asignó una intención de voto de 33% para el
presidente y de 26% para Mesa. El 15 de diciembre habría segunda vuelta. Y,
según este estudio, ganaría Mesa: 44% contra 39%. Además de Mesa, compiten el
senador Oscar Ortiz y un candidato alarmante: Chi Hyun Chung, de la Democracia
Cristiana. Este descendiente de coreanos recomendó someterse a tratamiento
psiquiátrico a gais y lesbianas. En un mes consiguió 3% de intención de voto.
Jair Bolsonaro contamina a la región.
CÓMO EVO MORALES CORRIENDO UNA Y OTRA VEZ,
SOCAVA LA DEMOCRACIA BOLIVIANA
Washington Post de EEUU (www.washingtonpost.com)
El 20 de octubre, el presidente boliviano Evo Morales acudirá a las urnas en busca de un cuarto mandato. La victoria ampliaría su tiempo en el cargo a casi dos décadas y, dependiendo de cómo va la elección, podría poner en riesgo la democracia en el país andino.
A diferencia de las contrapartes de Morales en las tres autocracias consolidadas de América Latina: Venezuela, Cuba y Nicaragua, sus elecciones pasadas han sido democráticas y su estilo de gobierno autocrático, pero no autoritario. Los miembros de la mayoría indígena de Bolivia, largamente reprimida, se sintieron vindicados por la elección de un presidente aymara, y muchos analistas ahora ven los 13 años de Morales en el cargo como exitosos por méritos económicos, con un crecimiento constante (el PIB real per cápita casi se ha duplicado) junto con socialistas bastante ambiciosos. esfuerzos redistributivos.
Aunque
Bolivia sigue siendo el país más pobre de América del Sur, la pobreza ha caído
del 60% al 34% bajo la vigilancia de Morales. Es importante destacar que ha
evitado el tipo de mala gestión económica desastrosa que ha causado estragos en
Venezuela. En general, también ha evitado la ostentosa matanza del líder de ese
país, confiando en su lugar en el control de los tribunales y en el
endurecimiento lento del espacio democrático para dejar de lado a sus rivales y
consolidar el poder sin atraer la atención indebida del extranjero. Para
algunos comentaristas de izquierda en todo el mundo, Morales sigue siendo un
ícono y una prueba de que el socialismo no es incompatible con la prosperidad.
Morales merece crédito por las políticas macroeconómicas prudentes y el aumento del nivel de vida. Sin embargo, su éxito ha sido menos producto de una salsa secreta y más sobre el tiempo, la buena suerte y la moderación, todo lo cual podría estar llegando a su fin. Asumió el cargo en 2006, como un auge global de los productos básicos que impulsó el crecimiento económico en América Latina. Aunque más diversificada que la de Venezuela, la economía de Bolivia depende en gran medida del gas natural y otras exportaciones de productos básicos. A su vez, los precios más bajos en los últimos años han obligado al gobierno a pedir más préstamos y reducir las reservas extranjeras para mantener los buenos tiempos. (El gasto deficitario es cercano al 8 por ciento del PIB).
A medida que la economía se enfrió, también lo hicieron los sentimientos de los votantes hacia Morales. En 2016, los bolivianos votaron en contra de un referéndum para extender los límites de mandato y permitirle correr nuevamente, un rechazo personal sorprendente. Sin embargo, Evo ignoró a los votantes y usó un Tribunal Constitucional flexible para anular el resultado. La justificación? Los límites de ese término violaron el derecho humano fundamental de Morales a postularse para un cargo, un reclamo legal dudoso aunque poco original.
Morales merece crédito por las políticas macroeconómicas prudentes y el aumento del nivel de vida. Sin embargo, su éxito ha sido menos producto de una salsa secreta y más sobre el tiempo, la buena suerte y la moderación, todo lo cual podría estar llegando a su fin. Asumió el cargo en 2006, como un auge global de los productos básicos que impulsó el crecimiento económico en América Latina. Aunque más diversificada que la de Venezuela, la economía de Bolivia depende en gran medida del gas natural y otras exportaciones de productos básicos. A su vez, los precios más bajos en los últimos años han obligado al gobierno a pedir más préstamos y reducir las reservas extranjeras para mantener los buenos tiempos. (El gasto deficitario es cercano al 8 por ciento del PIB).
A medida que la economía se enfrió, también lo hicieron los sentimientos de los votantes hacia Morales. En 2016, los bolivianos votaron en contra de un referéndum para extender los límites de mandato y permitirle correr nuevamente, un rechazo personal sorprendente. Sin embargo, Evo ignoró a los votantes y usó un Tribunal Constitucional flexible para anular el resultado. La justificación? Los límites de ese término violaron el derecho humano fundamental de Morales a postularse para un cargo, un reclamo legal dudoso aunque poco original.
El
descontento con Morales no se detiene en la desaceleración de la economía o su
desafío a la voluntad popular en los límites del mandato. Gran parte de la
nueva clase media que ha surgido en la última década y media está inquieta y
fatigada, y quiere un cambio político por sí mismo. Mientras tanto, las
acusaciones de indiscreciones personales y escándalos de corrupción han nublado
su imagen (y la de su partido MAS) como un hombre del pueblo. Lo mismo es
cierto para lo que muchos bolivianos ven como un número creciente de proyectos
de vanidad, incluido un nuevo y reluciente palacio presidencial de 29 pisos que
se eleva sobre el casco antiguo de La Paz y un museo de $ 7 millones (el más
grande de Bolivia) dedicado a Morales La vida y la política en su lugar de
nacimiento, un pueblo a unas seis horas en coche de la capital.
Luego
vinieron los fuegos. Como en Brasil, los incendios forestales se han extendido
por el lado oriental de Bolivia. En dos meses, más de 10 millones de acres, un
área más grande que Maryland, se han quemado, devastando un ecosistema sensible
y biodiverso y las comunidades en gran parte indígenas que viven allí. Sin
embargo, Morales, aparentemente preocupado por la imagen política y las
implicaciones de "soberanía nacional" de aceptar ayuda, se negó a
declarar un desastre nacional. La verdadera excusa podría ser más siniestra: al
igual que en Brasil, los incendios son el efecto secundario descontrolado de un
empuje agresivo del gobierno de Morales para construir alianzas con los
agronegocios y expandir la ganadería mediante la tala y quema. El fin de semana
pasado, cientos de miles protestaron por la respuesta del gobierno a los
incendios.
Aún así, nada de esto significa que se debe esperar que Morales pierda. Las encuestas lo muestran liderando una carrera cerrada, y eso podría incluso subestimar el apoyo de Morales. Las encuestas en Bolivia tienden a subestimar a los votantes pobres y rurales, a menudo en áreas donde el partido MAS tiene una fuerte maquinaria política.
Aún así, nada de esto significa que se debe esperar que Morales pierda. Las encuestas lo muestran liderando una carrera cerrada, y eso podría incluso subestimar el apoyo de Morales. Las encuestas en Bolivia tienden a subestimar a los votantes pobres y rurales, a menudo en áreas donde el partido MAS tiene una fuerte maquinaria política.
Mientras
tanto, la oposición se divide entre dos candidatos, el ex presidente Carlos
Mesa y el senador Óscar Ortiz. De los dos, Mesa es el más formidable y
probablemente forzará una segunda vuelta (que se desencadenaría si ningún
candidato gana una mayoría o obtiene el 40 por ciento de los votos mientras
supera el segundo lugar por 10 puntos). Pero los partidarios de Ortiz, que ha
atacado tanto a Morales como a Mesa como pasaron su tiempo, podrían dudar en
cambiar de candidato. Para ellos, Mesa no es inspirador como un candidato de
"cambio".
Como
resultado, es difícil predecir cómo serán estas elecciones. Para los
bolivianos, las apuestas van mucho más allá del control de la presidencia.
Morales ha mostrado una creciente disposición a utilizar las instituciones y
recursos estatales para asegurar su dominio en el poder. Si es reelegido,
gobernará desde una posición de debilidad política y económica, una realidad
que aún tiene que enfrentar. Un gobierno que es políticamente vulnerable hoy
podría ser no elegible para 2024. Morales, que cumplirá 60 años más adelante
este mes, podría haber pulido su reputación al renunciar mientras estaba
adelante. En cambio, es difícil verlo alejarse. Habiendo eliminado la
restricción formal de los límites de plazo, podría encontrar que extender su
regla bajo condiciones menos acomodaticas requiere una ruptura más decisiva con
los controles y equilibrios democráticos. Si es así, Bolivia corre el riesgo de
seguir los caminos de Venezuela y Nicaragua, donde la consolidación autoritaria
se convirtió en la única alternativa para entregar el poder.
Entonces,
incluso si esta elección es, estrictamente hablando, democrática, podría ser la
última contienda electoral genuina de Bolivia durante mucho tiempo. En este
sentido, la relativa pasividad de la comunidad internacional es lamentable. La
Organización de los Estados Americanos nombró a un jefe de su misión de
observación menos de dos semanas antes de las elecciones, y gran parte del
enfoque de la región se consume por la crisis en curso en Venezuela y las
próximas elecciones en Argentina. Los gobiernos, diplomáticos y periodistas de
todo el mundo, muchos de los cuales condenan la falta de respuesta oportuna al
retroceso democrático en Venezuela, han ignorado en su mayoría las elecciones
de Bolivia. Esto es un error. En una carrera apretada, el escrutinio
internacional y una respuesta fuerte y unificada a cualquier irregularidad
electoral podría ser lo que permita a los bolivianos salvar su democracia del
borde.
CÓMO EVO MORALES PODRÍA GANAR UN CUARTO MANDATO
Kunc de Londres (www.kunc.org)
Después de ser reelegido para un tercer mandato en 2014, el presidente Evo Morales asistió a una ceremonia de juramento simbólico en las antiguas ruinas de Tiwanaku, en el oeste de Bolivia, con un vestido bordado y un tocado de emperador inca.
Ahora,
cuando el primer presidente de ascendencia indígena de Bolivia intenta ganar un
cuarto mandato consecutivo en las elecciones del 20 de octubre, los críticos
sostienen que Morales está actuando más como un emperador que como un
presidente.
Señalan su
decisión el año pasado de trasladar su oficina y los ministerios del gobierno a
un nuevo y lujoso rascacielos en La Paz. El edificio de 29 pisos, que cuenta
con un jacuzzi, una sauna y un helipuerto en el techo, se eleva sobre los
edificios de estilo colonial en el distrito histórico de la capital.
Con casi 14
años en el cargo, Morales ya es el presidente con más años en la historia de
Bolivia, mientras que su partido Movimiento hacia el Socialismo controla todas
las ramas del gobierno, así como gran parte de los medios de comunicación
bolivianos. Y ahora está empujando el sobre legal para permanecer en el poder.
En 2016,
Morales intentó enmendar la constitución de Bolivia para poder postularse para
un cuarto mandato, pero los votantes rechazaron por poco la propuesta en un
referéndum. En lugar de aceptar el resultado, Morales apeló a la corte más alta
de la nación que, según los analistas, está llena de aliados del presidente.
Los jueces dictaminaron que la oferta de reelección de Morales podría proceder
con el argumento de que los derechos humanos del presidente habrían sido
violados si no se le permitiera en la boleta electoral.
"Por
supuesto, Morales no debería ser un candidato, pero esa es la forma en que
operan los dictadores", dice María Ángela Alvizuri, de 38 años, una ama de
casa de La Paz, mientras miraba el rascacielos presidencial.
Diego Ayo,
columnista de un periódico y activista de la oposición, dice que Morales está
comenzando a parecerse a otros presidentes electos en América Latina que se
están volviendo cada vez más autoritarios, como Daniel Ortega en Nicaragua y
Nicolás Maduro en Venezuela.
Bajo Morales
"hemos tenido un deterioro gradual de la democracia", dice.
"Sería realmente ingenuo decir que estamos en una democracia solo porque
celebramos elecciones".
Pero para los partidarios, Morales ha dado paso a un renacimiento boliviano después de años de violentas protestas callejeras, agitación política y depresiones económicas en el país más pobre de América del Sur. Entre 2003 y 2005, el año en que Morales fue elegido por primera vez, Bolivia pasó por tres presidentes.
Pero para los partidarios, Morales ha dado paso a un renacimiento boliviano después de años de violentas protestas callejeras, agitación política y depresiones económicas en el país más pobre de América del Sur. Entre 2003 y 2005, el año en que Morales fue elegido por primera vez, Bolivia pasó por tres presidentes.
Un ex
organizador sindical y miembro del grupo indígena aymara, Morales, de 59 años,
ha dado paso a un raro período de estabilidad política, mientras que su
decisión de nacionalizar parcialmente la industria vital del gas natural del
país ayudó a que su economía sea una de las de más rápido crecimiento en
América Latina . Morales fue reelegido dos veces por deslizamientos de tierra
en un país donde más del 40% de la población es indígena.
"Muchas
personas se ven a sí mismas en Morales y ven que sus hijos pueden ser
presidentes", dice Gonzalo Mendieta, un analista político en La Paz.
"Eso todavía tiene mucho poder en Bolivia".
Su atractivo
es evidente en la ciudad de Tiwanaku, que se encuentra a unas dos horas de La
Paz al lado de las ruinas donde se juramentó Morales. Al igual que el
presidente, la mayoría de los aproximadamente 800 residentes aquí son indios
aymaras.
Uno de
ellos, Juan Condori, posee un pequeño terreno en las afueras del pueblo donde
cultiva lechuga y apio. Un programa del gobierno lo ayudó a él y a docenas de
agricultores vecinos a construir invernaderos, lo que los ayudó a cosechar más
verduras que venden en La Paz.
"Me
gusta este gobierno y quiero que continúe", dice Condori. "No sé de
dónde viene toda esta charla sobre que Morales es un dictador. Si fuera un
dictador, las balas volarían. Habría presos políticos y un estado de sitio.
Pero este gobierno no hace eso".
Tiwanaku
también alberga un nuevo estadio de fútbol, una escuela secundaria y una
clínica de salud remodelada, proyectos que fueron financiados por el gobierno
de Morales. Mientras camina por el pueblo, Justina Loza, una artista local,
dice que los presidentes anteriores ignoraron a los pueblos indígenas de
Bolivia. Pero como indígena aymara, dice, Morales "siempre nos va a
ayudar".
Aún así,
después de años de expansión económica impulsada en gran medida por la demanda
de la región de su gas natural y el hambre de China por sus minerales, la
economía de Bolivia se está desacelerando. Los escándalos de corrupción del
gobierno, así como la decisión del presidente de ignorar los resultados del
referéndum, han empañado su imagen, según los analistas. Además, su gobierno
fue percibido como lento para responder a incendios masivos que han quemado más
de 6 millones de acres de bosques y sabanas en el este de Bolivia.
Morales
sigue siendo el favorito, sin embargo, varias encuestas muestran que Carlos
Mesa, un ex presidente centrista y el principal candidato de la oposición, está
ganando terreno. La encuesta más reciente realizada por el diario de La Paz
Página Siete mostró a Morales con 33%, Mesa con 26% y Óscar Ortiz, un senador
del este del estado de Santa Cruz, en tercer lugar con 9%.
"Reconozco
las cosas positivas" que Morales ha traído a Bolivia, Mesa le dice a NPR.
Pero dice que un cuarto mandato sería ilegal y convertiría a Morales en
"un hombre fuerte autoritario".
Para evitar una segunda vuelta en diciembre, Morales debe obtener al menos el 40% de los votos y superar a su rival más cercano en al menos 10 puntos. Morales argumenta que los votantes deberían darle ese margen y dejarlo terminar un trabajo que comenzó cuando asumió el cargo en 2006.
Para evitar una segunda vuelta en diciembre, Morales debe obtener al menos el 40% de los votos y superar a su rival más cercano en al menos 10 puntos. Morales argumenta que los votantes deberían darle ese margen y dejarlo terminar un trabajo que comenzó cuando asumió el cargo en 2006.
En un spot
de campaña televisiva, mira directamente a la cámara y declara: "El país
está bien. Pero necesitamos cinco años más".
¿POR QUÉ CRITICAN CANDIDATURA DE EVO MORALES?
La única vez
que Evo Morales ha sido derrotado en las urnas bolivianas fue cuando llamó a un
referendo en 2016 para modificar la Constitución y aspirar a la reelección por
cuarta ocasión en las elecciones del próximo 20 de octubre.
El
Economista de El Salvador (www.eleconomista.net)
El
mandatario ignoró la opinión pública y forzó su postulación al amparo de un
controvertido fallo judicial, pero esa decisión movilizó a grupos de ciudadanos
y potenció a la entonces débil oposición, que ahora tiene una oportunidad de
recuperar espacios con un Morales desgastado tras casi 14 años de gobierno.
Para ganar
en primera vuelta, Morales debe obtener el 50% más un voto o ganar con al menos
40% de los sufragios, pero con una diferencia de diez puntos porcentuales
frente al segundo lugar.
El
gobernante es el último de los sobrevivientes de la generación de líderes
izquierdistas que gobernaron América Latina en los últimos años. A
continuación, un vistazo a la polémica en la que se ha visto envuelta su más
reciente candidatura.
UNA SOLA
REELECCIÓN CONTINUA
Tres años
después de asumir el gobierno (2006), Morales llamó a reformar la Constitución.
La reelección presidencial fue uno de los temas más debatidos en medio de una
crisis política. El nuevo texto entró en vigor en 2009 y dice que el presidente
“puede ser reelecto por una sola vez de manera continua”.
Tras
promulgar la norma, Morales llamó a elecciones anticipadas con el argumento de
que el país se estaba refundando con una nueva Carta Magna y no hizo valer los
tres años en el gobierno que llevaba (2006-2009), a pesar de que el texto
constitucional dice que esa gestión debió tomarse como primer mandato.
El Tribunal
Constitucional avaló la postura oficialista y no computó ese primer mandato,
explica el jurista Carlos Alarcón.
La oposición
había quedado derrotada y sin fuerza para protestar. Morales estaba en el pico
de su popularidad y ganó la elección de 2009 con el 64% de los votos. En los
hechos, su gestión de 2010-2014 fue computado como el primero. En 2014 fue
reelegido para un segundo mandato con el 61% de los votos.
UN REFERENDO
DIJO “NO”
Ya con un
tiempo en el poder, el presidente llamó a referendo para cambiar la
Constitución e incluir la reelección indefinida. Perdió por estrecho margen en
febrero de 2016.
En un primer
momento, Morales reconoció su derrota en la consulta.
“Estamos
derrotados, pero es una pequeña batalla”, dijo tras conocer que el “NO” había
ganado con una ventaja del 2,6% de los votos.
Sin embargo,
después dijo que “en el referendo ganó la mentira”, y su partido, el Movimiento
al Socialismo (MAS), apeló al Tribunal Constitucional reclamando el derecho del
mandatario a ser elegido al amparo de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (1969). Ese tribunal volvió a darle la razón.
El entonces
magistrado Macario Lahor justificó que el fallo “declara la aplicación
preferente” de los “derechos políticos” consagrados en “convenios
internacionales”.
Al amparo de
su popularidad, Morales “extendió su control sobre todas las instituciones del
Estado”, incluyendo la justicia, explicó el exjuez electoral Jorge Lazarte.
LA OPOSICIÓN
SE EMPODERA
El
desconocimiento de la voluntad popular movilizó a la sociedad y fortaleció a
los opositores. A pesar de las protestas, el Tribunal Supremo Electoral validó
el fallo constitucional y avaló la postulación de Morales.
Desde
entonces surgieron “plataformas ciudadanas” bajo el lema de “Bolivia dijo NO”,
que son las que ahora respaldan a los dos principales rivales del mandatario:
el expresidente de centro Carlos Mesa (2003-2005), que lidera la alianza
Comunidad Ciudadana (CC), y el senador de centro derecha Óscar Ortiz de la
coalición Bolivia Dijo No (BDN).
Las
encuestas proyectan que Morales ganaría en primera vuelta, pero sin la mayoría
suficiente y está buscando evitar el balotage ante la posibilidad de que se una
el voto opositor.
ELECCIONES EN OCTUBRE, UN MES CLAVE PARA AMÉRICA
LATINA
Bolivia, Argentina y Uruguay eligen nuevo
presidente. En dos países, los presidentes buscarán su reelección. En Uruguay
habrá novedades. Pero Argentina es el caso más crítico. ¿Habrá un giro en la
política regional?
Deutsche Welle de Alemania (www.dw.com/es)
Octubre es
un mes clave para Sudamérica: siete días movidos en los que Uruguay, Argentina
y Bolivia celebran elecciones presidenciales. En Montevideo, gane quien gane,
habrá novedades. En La Paz, Evo Morales busca su cuarta reelección. Lo mismo
intenta en Buenos Aires Mauricio Macri. De hecho, mientras la oposición
uruguaya y boliviana advierten sobre los riesgos de una "venezolanización”
de sus países, los oficialismos usan el ejemplo de Argentina como prueba del
colapso que implicaría un cambio.
El 20 de octubre
Bolivia elegirá un presidente hasta el 2025. La oposición denuncia que la
candidatura de Morales es ilegal, dado que la Constitución lo prohíbe y que en
febrero de 2016 un 51 por ciento votó "No" en referendo a otra
reelección de Evo Morales. Pero el Tribunal Supremo Electoral habilitó la
candidatura.
Los
principales opositores son el expresidente Carlos Mesa y Oscar Ortiz. La
pregunta es si Morales logrará un triunfo en primera vuelta, para lo que
necesita más de 40 puntos y 10 de diferencia con el segundo o más de 50. El
principal capital del oficialismo es su gestión económica. El eje de la campaña
es el slogan "futuro seguro” y en la televisión hay spots que advierten
sobre el riesgo de caer en una crisis como la argentina. También hay pintadas
callejeras que dicen: "MESA=MACRI”.
"Desde
hace mucho la propuesta del Movimiento al Socialismo (MAS) es la estabilidad.
Esta vez va a ser un voto mucho más pragmático, fundamentado en los que piensan
que la economía está bien y debería seguir. En su agenda no hay ninguna
radicalidad, es modesta”, asegura el jefe de redacción de la revista Nueva
Sociedad de la fundación Friedrich Ebert, Pablo Stefanoni.
Superdomingo
en Argentina y Uruguay
El
superdomingo rioplatense será el 27, cuando voten Uruguay y Argentina. En el
primero el oficialista Frente Amplio (FA) presentará como candidato al alcalde
de Montevideo, Daniel Martínez. Competirá contra el candidato del Partido
Nacional Luis Alberto Lacalle Pou y el colorado Ernesto Talvi. "Será una
elección seguramente reñida. El FA volverá a ser el principal partido del país,
la duda es si en segunda vuelta podrá ganar”, asegura el sociólogo uruguayo
Agustín Canzani.
El FA
gobernó el país desde 2005. "Hoy se vive un cambio de liderazgo
histórico”, sostiene Canzani y destaca que ni el actual presidente Tabaré
Vázquez, ni el ex José Mujica, ni el ex vicepresidente y actual ministro de
economía Danilo Astori serán candidatos.
Argentina,
el nuevo "país riesgo”
Venezuela es
desde hace años un fantasma que se agita en cada una de las elecciones de la
región. Pero esta vez, la novedad es que asume protagonismo el peligro de un
giro "a la Argentina”, bandera que agitan los oficialismos tanto en
Bolivia como en Uruguay.
"Macri
era un pospopulista que debía triunfar para que se pudiera hablar de un giro a
la derecha exitoso. No funcionó, y Bolsonaro tampoco. Argentina se está usando
como se usó a Venezuela. Macri en sus propios términos fue un fracaso absoluto:
no mejoró ninguna variable y empeoraron varias”, indicó Stefanoni.
Un viraje
político en Argentina tendría implicancias geopolíticas. En las primarias de
agosto - que funcionaron como una encuesta- el opositor Alberto Fernández sacó
una gran diferencia y los analistas asumen que será el próximo presidente. De
hecho, ya lo reciben presidentes y él sugiere lo que sería su política
exterior: "Da la impresión de que se movería en una línea socialdemócrata
buscando relaciones con España, Portugal, Uruguay y Bolivia. Un vínculo bueno
pero no subordinado con EE. UU. y una negociación pragmática con el FMI”,
explicó Stefanoni.
Desde ahí
-considera- podría jugar un rol sobre Venezuela en línea con Uruguay y México y
buscar una "salida negociada”, sin apoyar a Maduro. También destaca que a
Fernández no lo definiría como un populista, sino como un socialdemócrata que
representa a un "progresismo blando”. Y añade: "El enigma de Alberto
no es él, sino cómo va ser la relación con (la expresidenta y candidata a vice)
Cristina Fernández”.
Sin
olas
A lo largo
de la vida política latinoamericana - y especialmente en América del Sur - se
pueden identificar oleadas relativamente homogéneas. Desde el proceso
independentista, hasta los populismos de mediados del siglo xx, pasando por las
dictaduras militares de los 60 y 70, el neoliberalismo en los 90 y el giro
hacia la izquierda de los dos mil. Ahora parece abrirse una nueva etapa.
"La
región vivió un giro hacia la heterogeneidad tras el triunfo de Macri. En
América Latina se abrió una época más diversa. De hecho, si hoy volviera parte
de la izquierda sería en otro contexto global y regional por lo que creo que
las ambiciones refundacionales serían más débiles”, describe Stefanoni. Y
añade: "Hoy lo que hay es una cierta dosis de "Realpolitik”, un giro
al centro en Argentina y en Bolivia donde Morales es su propio Alberto
Fernández”.
Canzani
coincide: "Se viene una época de restricciones. La situación va a exigir a
la izquierda y el progresismo, si es que ganan, orientaciones de políticas
públicas novedosas”.
En cuanto al
futuro geopolítico regional, el sociólogo destaca que puede abrirse un nuevo
escenario. El eje conservador conformado por Brasil - Colombia - Chile tendría
que negociar con un nuevo alineamiento conformado por Argentina - México -
Uruguay y Bolivia. En síntesis, como afirma Stefanoni, "hoy América Latina
es más parecida al mundo, una región muy confusa”.
ELECCIONES EN BOLIVIA, ARGENTINA Y URUGUAY: UN
OCTUBRE DE MIEDO
Si hay alternancia en Bolivia, si Fernández en
Argentina se corre hacia el centro con su política económica, puede mejorar la
situación de esos países y con ello del Cono Sur de América Latina. Si gana
Morales en Bolivia y Fernández decide complacer al pueblo gastando lo que no
tiene, el Cono Sur se verá distinto. Es un octubre donde al menos dos
elecciones mostrarán, en el transcurso de una semana, una tendencia de para
dónde vamos.
El Mostrador de Chile (www.elmostrador.cl)
El 20 en
Bolivia, el 27 en Argentina y Uruguay. Octubre será un mes de definiciones en
el Cono Sur de América Latina. Con crisis política, de corrupción y económica
en la mitad de los países de la región, las definiciones de estos países pueden
ser cruciales en inclinar América Latina hacia la recuperación de la democracia
o la profundización de su debilidad.
Venezuela,
Nicaragua, Perú, Paraguay, Colombia, Salvador, Honduras, Argentina y ahora
Ecuador en crisis económica, política de corrupción, o simplemente ya
dictaduras declaradas, dan cuenta de una democracia en crisis en América
Latina.
Una larga y
reciente visita a la Argentina me deja las cosas muy claras. En la Argentina de
Mauricio Macri, primera alternancia contemporánea del peronismo, se construyó
una tormenta de proporciones.
El gobierno
de Macri afectó negativa y masivamente al electorado de todas las facciones del
peronismo, produciendo una unidad magistralmente tejida por Cristina Fernández
de Kirchner (CFK), llamada “Cristina” por el pueblo.
La caída en
el valor del dinero, inflación y pérdida de poder adquisitivo que ha afectado a
sus electores. Macri tiene también enojados a sus propios seguidores, que se
preguntan por qué el préstamo que concedió el FMI (Christine Lagarde) a la
Argentina por US$56 mil millones no sirvió para solucionar los problemas. El
presidente argentino tiene electores reticentes que señalan que lo votan y a renglón
seguido se comienzan a quejar de su desempeño. “Él se dirigió todo su gobierno
a otras personas, no a sus electores”, me dice un furioso macrista, profesional
de alto nivel que no tiene problemas de ingreso.
No dejé de
hablar con colegas encuestadores, recogiendo las razones muy concretas por las
cuales los encuestadores serios están haciendo encuestas, pero no las están
publicando. El fracaso de todo tipo de sondeos no presenciales, de bajo número
de entrevistas, baratas, sin controles de rigor, consolidó la pérdida de
credibilidad de ese instrumento en la última elección primaria recién
celebrada.
No son las
“encuestas” las que fracasaron, sino una política de hacer encuestas baratas y
publicar todo lo que sea número. El método sigue siendo válido y está intacto,
solo que cuando se mezcla la comida rápida con la de mantel blanco, la gente
elige la comida rápida de baja calidad. Las encuestas electorales son como los
chefs de tres estrellas, hay que tener excelencia, presupuesto y seguir el
rigor científico para acertar. Pues bien, esas encuestas que no se publican
están diciendo que no habrá segunda vuelta y que la participación electoral
será de las más altas de la historia.
Pero la
Argentina es muy diversa, la reciente elección de gobernador en Mendoza, donde
triunfó el radicalismo con más del 50% y un aumento de participación electoral
de 76% en las PASO, a 83% en la elección de gobernación, muestra el nivel de
polarización del país.
El
gobernador electo no mencionó a Macri en su discurso de aceptación, si bien
pertenece al conglomerado que lo apoya. ¿Se levantará el radicalismo a nivel
nacional en este proceso electoral? Por otra parte están las otras
gobernaciones, Tucumán, por ejemplo, donde el gobernador Juan Manzur,
exministro de CFK (se dice que será la mano derecha de Alberto Fernández), ya
está haciendo viajes por el mundo para presentarse internacionalmente. Nunca
hay que olvidar que Argentina es la suma de sus gobernaciones (no un país
centralista como Chile), donde los gobernadores son reyes de su región. Sin su
venia no se puede gobernar.
Así,
Argentina se prepara para una nueva alternancia en el poder. Esta vez con el
peronismo unido, liderado por un no cristinista, que tendrá todo el poder. La
diferencia con el pasado es que por primera vez habrá una oposición de derecha
política organizada, asunto que no ha existido como tal en la historia
contemporánea trasandina.
CFK, por su
parte, enfrenta una situación compleja. Ella le depositó su dinero a su hija
Florencia, involucrándola en las acusaciones de corrupción que tiene CFK. La
hija hoy está con depresión, anorexia y peligro de suicidio en Cuba, donde es
atendida médicamente. Cristina a su lado se salta la campaña presidencial. El
reclamo de su hija dice que le cargó todo el dinero a ella, y dejó libre a su
hermano Máximo para que siguiera la carrera política. No es el único hijo del
cristinismo que sufre la misma suerte. La justicia argentina hoy persigue
también a los hijos como consecuencia.
Cabe la duda
respecto a si todo esto que llaman “peronismo” es peronismo o, simplemente, la
utilización de un nombre para una izquierda muy diversa y personalista. Si eso
fuera así, estamos ante el nacimiento del “fernandismo”, que sin duda intentará
quedarse con el imaginario del pueblo, para lo cual tiene que desmantelar el
“cristinismo”. Perón ha sido instrumental en la perpetuación de una política de
personalismos, que a lo mejor dejaron de ser peronistas para ser ellos a su
favor hace mucho tiempo. Solo que no se ha declarado como tal.
Eso nos lleva
al personalismo de Bolivia, que tiene al presidente, que perdió el plebiscito
para ser reelecto, corriendo para ser reelegido por cuarta vez. ¿Otro
presidente más de la región que cree que solo él puede gobernar bien su país, y
que no se puede ir porque se descubrirá todo lo ilícito que ha hecho? ¿Acaso no
es la élite latinoamericana la que con sus egos y personalismos malogra a la
democracia? ¿Es posible que la democracia persista con ese nivel de
personalismo donde un presidente le pide a las cortes que le den la
autorización de reelegirse incluso después de haber perdido un plebiscito? Evo
Morales dicen que saldrá primero en la primera vuelta, pero que estaría
perdiendo la segunda. Veremos…
Nosotros
aquí en Chile nos quejamos de la falta de renovación en los liderazgos
políticos (Bachelet/Piñera/Bachelet/Piñera), pero en Bolivia ni siquiera cambia
la persona.
En Uruguay,
el país más democrático de la región y con la menor cantidad de conflictos,
están a punto de elegir a Luis Lacalle, un político parlamentario, hijo del
expresidente homónimo, de una familia política de larga data. Una elección
competitiva como ha habido pocas en ese país, muy reñida.
Si hay
alternancia en Bolivia, si Fernández en Argentina se corre hacia el centro con
su política económica, puede mejorar la situación de esos países y con ello del
Cono Sur de América Latina. Si gana Morales en Bolivia y Fernández decide
complacer al pueblo gastando lo que no tiene, el Cono Sur se verá
distinto. Es un octubre donde al menos dos elecciones mostrarán, en el
transcurso de una semana, una tendencia de para dónde vamos.
Después de
haber hecho encuestas en 18 países de la región durante 25 años, se puede
afirmar que el problema de la región no es lo que piensa la gente de la
democracia, sino lo que hace la élite con ella. El declive de la democracia se
debe a su élite.
TRES ELECCIONES CLAVES EN AMÉRICA DEL SUR
En menos de una semana habrá comicios en
Bolivia, Uruguay y Argentina.
El Periodista de Chile (www.elperiodista.cl)
Las
significativas elecciones presidenciales, parlamentarias y de autoridades
regionales que se celebraran durante este mes de octubre, son las siguientes:
Bolivia:
este país ha sorprendido a nivel latinoamericano por su crecimiento económico
en esta última década y media. Según los datos de la CEPAL, para el 2019 la
economía de este país crecería a una tasa de un 4,6%, incluso en años
anteriores el nivel de crecimiento estuvo por encima del 6%. En términos
históricos, el escenario económico de este período es considerado por los
expertos en política internacional como el mejor en la historia del país
vecino. La estabilidad política observada en estos tres gobiernos del
presidente Morales hace de la administración que gobierna desde el 2006 uno de
los períodos gubernamentales más estables en los últimos 50 años, más allá del
triste episodio de intento de secesión de algunas de las provincias bolivianas
con un cuasi golpe de Estado en septiembre de 2008.
La
Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia de 2009 señala lo siguiente:
“El período del mandato de la Presidenta (e) y de la Vicepresidenta (e) del
Estado es de 5 años y pueden ser reelectas (os) de manera continua por una sola
vez”. Recordemos que el presidente Evo Morales recibe un importante revés
electoral en el Referéndum Constitucional realizado el 21 de enero de 2016 que
tenía como objetivo de permitir que Morales pudiese ir a un cuarto período
presidencial en el 2019, cuestión que se contraponía totalmente a lo expresado
por la Constitución ya mencionado. La oposición a Morales llamó a votar nulo en
estos comicios, en donde 6,4 millones de bolivian@s estaban habilitados a
votar. El presidente Morales, pese a este revés insistió en ser candidato
presidencial en los comicios del 2019, puesto que el Tribunal Constitucional
(TCB) le había entregado vía libre para presentarse a esta nueva candidatura.
Esta resolución del TCB hacía caso omiso al Referéndum Constitucional del 21 de
febrero de 2016, en donde se llamaba a la aprobación o rechazo para permitir la
reelección del presidente y vicepresidente, en donde el 51,3% por sobre el
48,7% votó rechazando la reelección de Morales y su vicepresidente Álvaro
García Linera. Los resultados de este referéndum y, el hecho de persistir en la
reelección del presidente Morales han opacado la excelente gestión en lo
económico, en lo político, en lo social y cultural que en estos tres períodos
gubernamentales se ha podido observar y, que es también elogiado a nivel
regional e internacional.
Los
principales candidatos que se postulan a la presidencia en estas elecciones del
20 de octubre y, que marcan en los sondeos y encuestas de opinión son: el
presidente Evo Morales, apoyado por su Partido “Movimiento al Socialismo”
(MAS), el ex presidente Carlos Mesa con su coalición “Alianza Comunidad
Ciudadana” y, el Senador Oscar Ortiz con su “Alianza Bolivia dijo No”. Siendo
Evo Morales, el mejor situado en diversas encuestas con un porcentaje que
estaría en un 37% para la primera vuelta aventajado por más de 11 puntos a su
cercano rival, el ex presidente Mesa, que marca un 26% y, por mucho más de 25
punto del tercer aspirante, el Senador Ortiz, que alcanza hasta el momento un
12% aproximadamente. La gran mayoría de los analistas de la plaza y, de los
expertos electorales bolivianos no les cabe la menor duda que el presidente
Morales ganará en esta primera vuelta, holgadamente, sin embargo, existe la
duda que pueda evitar el balotaje. En el balotaje, la oposición tendría la
posibilidad de derrotar a Morales siempre y cuando, esta oposición enfrente
unida a las aspiraciones del presidente actual de un cuarto período
presidencial. Se estima además, que estas presidenciales y parlamentarias será
una de las elecciones más difíciles para el actual gobierno y de su mayoría
absoluta en el Parlamento la cual sería puesta en cuestión, vale decir, que no
obtendría esa mayoría parlamentaria que ha gozado en estos tres períodos
gubernamentales.
Por su lado,
en el Uruguay, el mismo día de las elecciones en Argentina se realizarán lo
comicios presidenciales y parlamentarios en la República Oriental del Uruguay.
Son consideradas una de las elecciones emblemáticas del Cono Sur por lo que ha
significado los tres períodos presidenciales bajo la gestión del Frente Amplio
(FA). Es considerada, la elección más compleja y difícil de estos 15 años en
donde el FA estuvo en la gestión del país. Uruguay, al igual que otros países
de la región observa un estancamiento económico (2019, crecimiento de un 1%),
un proceso de judicialización de la política que en años anteriores llevó a la
dimisión un vicepresidente, problemas con la seguridad ciudadana y un relativo
desgaste de la coalición gobernante. Al igual que en el caso boliviano, el FA
con su candidato, el ingeniero y ex Intendente de Montevideo, Daniel Martínez
lidera las encuestas y los sondeos de opinión con un 39% de intención de votos,
seguido por el candidato del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou que tiene el
26%, luego tenemos al candidato del Partido Colorado, Ernesto Talvi con el 18%
de la intención de votos, finalmente, el ex militar Guido Manini, de la
agrupación “Cabildo Abierto” con el 8%. Se prevé segunda vuelta, la cual sería
el 24 de noviembre. De haber balotaje, la derecha y, la centro derecha saca
cuentas positivas de que podría retornar al gobierno, luego de 15 años de
ausencia. Resumiendo, la derrota electoral del FA sería un fuerte retroceso
para la las fuerzas políticas progresistas y, sociales uruguayas y tendría una
fuerte repercusión política en la región latinoamericana. Aún está por verse el
desenlace electoral en el país charrúa. El FA ha tensado todas sus fuerzas para
poder ganar en primera vuelta, sus líderes históricos como el ex presidente
Pepe Mujica y el actual presidente, Tabaré Vázquez se despliegan con todas sus
capacidades para re encantar al electorado uruguayo como así también las bases
del FA.
Finalmente,
en Argentina, en este super ciclo electoral del año 2019 la madre de todas las
batallas es la elección presidencial, de diputados, de parte del Senado y de
autoridades máximas en de las provincias de este próximo 27 de octubre. Lo que
entregó las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 11 de
agosto fue un mazazo de insospechadas consecuencias para las expectativas de
reelección del presidente Mauricio Macri. En efecto, los resultados situaron a
la dupla Fernández en un 47,78% de los votos por sobre el 31,79% de Marcri –
Pichetto, seguido por Lavagna con un 8,22% y el 2,86% del representante del
Frente de Izquierda de Trabajadores (FIT), Nicolás Del Caño. Esa diferencia de
un 16% en la votación de estas primaria entre Alberto Fernández y Mauricio
Macri es casi imposible de revertir por el actual presidente argentino. Por
cuanto, por un lado el macrismo tiene esta enorme diferencia electoral en su
contra y, paralelamente observa resultados económicos y sociales catastróficos:
una inflación cercana al 60%; una desocupación de dos dígitos, 10,5%; un índice
de pobreza de un 35,4% y un 7,7% de indigencia, con 3,5 millones de nuevos
pobres -1millón cien de nuevos indigentes-; un dólar sobrepasando los 60 pesos
y un endeudamiento histórico de más US$ 115 mil millones. Es decir, la
conjunción de estos dos factores mencionados anteriormente hacen predecir que
la dupla Fernández ganaría holgadamente en la primera vuelta, incluso aumentando
su votación por sobre el 50%. Bajo la consigna “Si se puede”, el presidente
Macri relanzó su campaña presidencial con un acto masivo en un sector ABC1 de
la ciudad de Buenos Aires prometiendo un “futuro” bienestar económico y social,
lo cual se contradice diametralmente con su magra y desastrosa gestión de estos
4 años de gobierno.
Un ámbito importante de destacar, es el impacto político que tendrá la posible victoria de Fernández en política exterior. Por lo pronto, lo que ha señalado en mismo candidato en cuanto a algunos de estos tópicos que podríamos sintetizar en los siguientes: reconstrucción del MERCOSUR con el objetivo de tener una alianza con los países miembros en cuanto a enfrentar el proceso globalizador con una política multilateral y multipolar; poner en otra dimensión el Acuerdo Unión Europea – MERCOSUR en cuanto a la compensación de las asimetrías de poder al interior de estos bloques; reconstruir la Unidad Latinoamericana, tanto en lo político como en lo económico, dejando de lado el proyecto PROSUR; establecer relaciones distintas, maduras a las llevadas por Macri con los EEUU; no atarse a ninguna de las grandes potencias, léase China, Rusia o los EEUU y; en cuanto al tema de Venezuela abogar y apoyar una salida política pacífica más cercana a la propuesta por países como Uruguay, México y, Noruega, distanciándose por consiguiente del Grupo de Lima. En cuanto, a las relaciones bilaterales Argentina- Chile, estas seguirán su curso de normalidad que se han desarrollados en los últimos 20 años, inclusive profundizándolas mucho más, en los más diversos tópicos en la etapa que se abrirá con el nuevo gobierno de Fernández.
Un ámbito importante de destacar, es el impacto político que tendrá la posible victoria de Fernández en política exterior. Por lo pronto, lo que ha señalado en mismo candidato en cuanto a algunos de estos tópicos que podríamos sintetizar en los siguientes: reconstrucción del MERCOSUR con el objetivo de tener una alianza con los países miembros en cuanto a enfrentar el proceso globalizador con una política multilateral y multipolar; poner en otra dimensión el Acuerdo Unión Europea – MERCOSUR en cuanto a la compensación de las asimetrías de poder al interior de estos bloques; reconstruir la Unidad Latinoamericana, tanto en lo político como en lo económico, dejando de lado el proyecto PROSUR; establecer relaciones distintas, maduras a las llevadas por Macri con los EEUU; no atarse a ninguna de las grandes potencias, léase China, Rusia o los EEUU y; en cuanto al tema de Venezuela abogar y apoyar una salida política pacífica más cercana a la propuesta por países como Uruguay, México y, Noruega, distanciándose por consiguiente del Grupo de Lima. En cuanto, a las relaciones bilaterales Argentina- Chile, estas seguirán su curso de normalidad que se han desarrollados en los últimos 20 años, inclusive profundizándolas mucho más, en los más diversos tópicos en la etapa que se abrirá con el nuevo gobierno de Fernández.
“Gira” el
eje político
Para el
progresismo de la región y para los sectores del progresismo y la izquierda
chilena el triunfo presidencial de la dupla Fernández en Argentina; la
mantención en el gobierno -pese a las dificultades expuestas- del FA en Uruguay
y; un cuarto período de gobierno de Evo Morales en Bolivia, inclinará la
balanza positivamente hacia una nueva recomposición política en América Latina
y el Caribe. Más aún, si el eje Argentina–México se fortalece, los gobiernos de
centro derecha y de ultraderecha como el actual de Brasil, quedarán cada vez
más aislados. Finalmente, preocupante es el deterioro del sistema político
peruano, de la calidad de la democracia y de sus instituciones, sobre todo el
poder legislativo y judicial, capturado en gran parte por la corrupción.
ADVIERTEN EN BOLIVIA DE LOS INTENTOS DE LA
DERECHA PARA PRIVATIZAR LA PETROLERA ESTATAL NACIONALIZADA POR EL PRESIDENTE
EVO MORALES
News Front
de Rusia (www.es.news-front.info)
La estatal
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), nacionalizada en 2006 por
el presidente Evo Morales, es hoy objetivo de varias propuestas gubernamentales
de la oposición que buscan nuevamente privatizarla, alertó el ministro de
Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez.
Los
candidatos presidenciales de Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa; por Bolivia Dice
No, Óscar Ortiz; y de Unidad Cívica Solidaridad, Víctor Hugo Cárdenas, plantean
modificar el régimen impositivo en el sector de los hidrocarburos que
actualmente es del 18 por ciento para las empresas petroleras privadas
extranjeras y el 82 por ciento para el Estado.
Sánchez
confirmó que YPFB tiene un valor actual de 20 mil millones de dólares,
equivalente a la mitad del Producto Interno Bruto (PIB) del país con 40 mil 581
millones de dólares al cierre de 2018 y, de volver al pasado, los bolivianos
dejarán de percibir los ingresos por regalías e Impuesto Directo a los
Hidrocarburos.
‘Antes, la
empresa YPFB valía 500 millones de dólares, hoy la empresa de todos los
bolivianos vale 20 mil millones de dólares en libros. Lo que dicen los
candidatos de oposición es privatizar YPFB y que el pueblo boliviano ya no
tenga los ingresos por concepto de regalías e IDH’, alertó.
Resaltó que,
si suman los 70 mil millones de dólares del valor de las reservas de gas
certificadas (10,7 trillones de pies cúbicos (TCF)), el valor de esa petrolera
asciende a 90 mil millones de dólares.
El ministro
boliviano recordó que antes de la nacionalización percibían cuatro mil millones
de dólares por concepto de renta petrolera y, en los últimos 13 años, el éxito
de la política hidrocarburífera implementada por Morales permitió al país
ingresar más de 38 mil millones de dólares.
Asimismo,
resaltó las inversiones de YPFB de cerca de mil 400 millones de dólares en la
cadena hidrocarburífera y el logro de captar la participación de las petroleras
Repsol (España) y Total (Francia) con al menos dos mil 600 millones.
‘Gracias a
la nacionalización de los hidrocarburos el país está cerca de llegar al millón
de conexiones de gas domiciliario, lo que significa que ese servicio
beneficiará a cinco millones de bolivianos, tomando en cuenta que cada familia
tiene alrededor de cinco integrantes’, enfatizó.
Anunció que
hasta el 2025 el objetivo es producir 70 millones de metros cúbicos de gas
natural y subir las reservas a 15 TCF, de ahí el importante programa
inversiones en exploración de hidrocarburos ejecutado en la actualidad.
EXPORTACIÓN DE GAS DE BOLIVIA CAE 25%; MORALES
BUSCA REELECCIÓN
Yahoo Noticias de España (www.es.finance.yahoo.com)
Durante dos
años, Bolivia ha presionado para impulsar la producción de gas natural, clave
desde hace mucho tiempo para su prosperidad, mediante la perforación de nuevos
descubrimientos en las tierras bajas del sudeste. ¿El resultado? Un hoyo seco
de 8 kilómetros de profundidad.
Podría
decirse que no hay un símbolo más adecuado para la situación que enfrentan
Bolivia y Evo Morales, el tempestuoso presidente izquierdista que busca la
reelección después de 14 años en el cargo. A lo largo de los años, las ventas
de gas a Brasil y Argentina han ayudado a Morales a atravesar la desaceleración
de las materias primas mundiales, triplicar el salario mínimo e impulsar los
programas sociales. Pero no más.
Dadas las
importaciones baratas de gas transportado por mar que inundan a sus vecinos
costeros, las exportaciones de gas del país sin litoral han caído 25% este año
hasta julio. Y sin nuevos descubrimientos, los viejos pozos de Bolivia serán
cada vez menos rentables con el tiempo. Por otra parte, tanto Brasil como
Argentina trabajan arduamente para producir su propio gas en el futuro.
“Este
gobierno no ha hecho nuevos descubrimientos”, dijo Freddy Castrillo, secretario
de Hidrocarburos de la gobernación de Tarija, que produce alrededor de 55% del
gas natural del país. “El escenario para los precios es completamente
desfavorable, la producción ha bajado y nuestros principales clientes, Brasil y
Argentina, se están convirtiendo en nuestros principales competidores”.
Repsol SA,
con sede en Madrid, perforó el pozo Boyuy en las tierras bajas del sudeste a un
costo aproximado de US$140 millones. Continúa evaluando los resultados allí,
dijo la compañía en un comunicado enviado por correo electrónico.
Conocido por
mucho tiempo como el socialista económicamente capaz de América Latina, Morales
se enfrenta a su campaña de reelección más difícil antes de la primera vuelta
el 20 de octubre. Morales tuvo 40% de apoyo en una encuesta publicada por La
Razón el domingo. Para evitar una segunda vuelta, Morales necesita al menos 40%
y una ventaja de 10 puntos sobre su rival más cercano, que estaba en 22% en la
encuesta.
Las
dificultades no terminarán ahí. No importa quién gane, enfrentarán desafíos
económicos difíciles que podrían cambiar la cara de una nación que ha ganado un
nivel de comodidad bajo los agresivos programas de gasto social de Morales.
Los ingresos
de petróleo y gas del país han caído a aproximadamente 20% desde 35% en los
últimos cinco años. Entretanto, la deuda pública se disparó a 54% del producto
interno bruto en 2018, según el Fondo Monetario Internacional, que limita las
opciones para evitar un aterrizaje forzoso después de más de una década de
expansión económica.
Al mismo
tiempo, hay poco espacio para impulsar el uso doméstico de gas en un país donde
la industria privada tiene un papel limitado, y el gobierno ha estado quemando
un fondo de reserva antes de las elecciones de este año, según Todd Martínez,
director de Fitch Ratings, que revisó su perspectiva de Bolivia a negativa en
junio.
“El
desempeño relativamente estable y sólido de Bolivia en los últimos años y las
cifras de titulares son algo engañosas porque, en nuestra opinión, reflejan
políticas que parecen ser cada vez más insostenibles”, dijo Martínez en una
entrevista.
Advertencia
de Ecuador
El vecino
Ecuador sirve de advertencia para las tensiones sociales que pueden resultar de
las medidas de austeridad en países con poblaciones vulnerables que dependen de
la generosidad del gobierno. La eliminación de los subsidios al combustible a
principios de este mes provocó protestas contra el presidente Lenín Moreno,
quien abandonó Quito y se fue a una ciudad costera para escapar de los
disturbios, y luego revirtió los aumentos del precio del combustible.
“La
principal amenaza para Bolivia es la propia Bolivia”, dijo Ricardo Bedregal,
jefe de investigación de aguas arriba de América Latina en IHS Markit, una
consultora. “No hay incentivos fiscales para atraer nuevos inversionistas al
juego. No hay nada que cambie la trayectoria descendente”.
Entretanto,
Brasil y Argentina han invertido en terminales de importación de gas natural
licuado a lo largo de sus costas en un momento en que Argentina ha anunciado
descubrimientos de clase mundial en sus campos de esquisto bituminoso y Brasil
se está moviendo para aprovechar mejor la región de aguas profundas de alto
valor conocida como la presal.
REGUETÓN Y VIDEOJUEGOS 'MADE IN SPAIN' PARA LA
CAMPAÑA DE EVO MORALES
Bolivia decide el próximo 20 de octubre si da a
Evo Morales un cuarto mandato o fuerza un cambio.
Público de España (www.publico.com.es)
La campaña
electoral de Bolivia ya está en marcha y el actual presidente, Evo Morales, busca
su cuarto mandato consecutivo en un proceso que va a estar más igualado que en
los tres anteriores. Y para eso tendrá ayuda española. "Ellos la dejaron
caer, pero Evo la levantó" suena en el Encuentro de Juventudes del MAS en
Cochabamba en el que hay reunidos miles de jóvenes de la formación que dirige
Morales.
La música es
de una famosa canción de Daddy Yankee, pero la letra está reescrita para la
ocasión. Detrás de ello se encuentran los españoles de El Observatorio, un
grupo de jóvenes sociólogos y politólogos a los que se han sumado músicos,
diseñadores y programadores para entrar en la comunicación política con formas
disruptivas.Uno de ellos, Iago Moreno, viajó hasta Bolivia y presentó la
propuesta que gustó a una de las candidatas jóvenes del Movimiento al
Socialismo.
Tanto el
trap como el reguetón son dos géneros criticados por sus letras machistas, sin
embargo, decidieron apostar por este tipo de música para empujar a Morales que
sigue liderando las encuestas con la duda de si le será suficiente la ventaja
para no necesitar una segunda vuelta.
"El
reguetón y el trap son parte de nuestro lenguaje, no tiene sentido desdeñarlo
cuando forma parte de nuestro paisaje cultural, es la música que ponemos cuando
queremos bailar, vamos de fiesta o suena por la radio", indica Moreno,
quien añade que "no podemos negar que en la música o en un videojuego hay
comunicación política".
Las
experiencias de versionar éxitos en campaña electoral en América Latina son
numerosas, tanto por parte de candidatos considerados de izquierdas como de
derechas. El entonces candidato a presidir Ecuador, Lenin Moreno, junto al
entonces presidente Rafael Correa, tuvieron en las últimas presidenciales una
versión del "Shaky, shaky" de Daddy Yankee o diez años antes, el líder
de la oposición venezolana Manuel Rosales intentó ganar a Chávez adaptando la
letra del famoso "Atrévete" de Calle 13.
La campaña
viene marcada casi como un referéndum sobre la continuidad de Morales y sus
políticas, de progreso y para el pueblo según sus seguidores, y caciquiles y
populistas para sus detractores. Las elecciones llegan con polémicas como los
incendios en el Amazonas y la Chiquitanía y la propia candidatura del
presidente desde 2006. De hecho, una parte de la población achaca que Morales
vulnera la Constitución al presentarse por cuarta vez. El propio presidente
impulsó una reforma que permitiera su candidatura, pero en el referéndum ganó
el No. No obstante, el Tribunal Constitucional ha avalado la candidatura de
Morales ya que su no participación supondría una vulneración de sus derechos
políticos.
Ante esta
situación, la música de El Observatorio busca ser un arma electoral y cultural,
una forma de conectar con la sociedad y, especialmente, con los jóvenes para
recordar que "todos los derechos que han visto durante su vida han sido
gracias a la lucha política y la apuesta de un gobierno popular". Para eso
son sus canciones.
Moreno
explica que la fórmula de trabajo es relativamente sencilla: "buscamos
canciones conocidas de gente como DJ Balvin, Daddy Yankee o Bad Bunny y
contamos una historia que nos interese a partir de esa canción, la grabamos con
ayuda de programas informáticos y la presentamos, todo sin ningún tipo de
presupuesto, de una forma bastante precaria". Y, sin embargo, su canción
está siendo viral en los móviles bolivianos. "Nos está sorprendiendo el
éxito, me ha llegado por varias vías de amigos bolivianos y no sabían que la
habíamos hecho nosotros".
El tema
musical es, además, un reflejo de la campaña. "Llora, Mesa, llora,
llora" es uno de los coros principales de la canción y va referido al que
fuera presidente de Bolivia de 2003 a 2005 Carlos Mesa y que hoy es el
principal rival de Morales para estas elecciones. Su coalición, Comunidad
Ciudadana, se ha centrado en la lucha contra la corrupción y la regeneración
democrática más que atacar las medidas sociales del gobierno del MAS. Las
encuestas le dan una segunda posición con posibilidades de quedar a menos de
diez puntos de diferencia lo que permitiría forzar una segunda vuelta.
A la música
se le añade el videojuego Space Evo. "Se ha estropeado el Satélite Túpac
Katari, hay que arreglarlo", es la introducción. Es en ese momento cuando
aparece Morales vestido de astronauta y ha de ir esquivando asteroides para
llegar hasta el objetivo. El juego intenta mostrar uno de los logros del
Gobierno de Bolivia que en 2013 consiguió poner en órbita su primer satélite de
telecomunicaciones en el espacio. Hasta ser eliminado de la partida conlleva
mensajes de campaña.
Además de al
mencionado Mesa hay referencias hacia otros candidatos. "Ortiz gana las
elecciones y Santa Cruz se independiza" es el mensaje sobre el tercer
candidato en discordia, Óscar Ortiz, empresario de Santa Cruz de la Sierra y
cercano a movimientos que buscan la independencia del Oriente boliviano
respecto al altiplano.
No obstante,
su victoria es una quimera ya que los sondeos le dan apenas un 8%. También hay
referencias al candidato de la derecha y de origen coreano, Chi Hyun Sung, una
especie de Donald Trump de la política boliviana que a partir de sus insultos
contra las mujeres, los indígenas y el colectivo LGTBI+ ha intentado
hacerse, de manera inútil, un hueco en el debate presidencial.
La
resolución, o al menos la primera parte, será el próximo domingo 20 de octubre
que mostrará si la mayoría de bolivianos sigue bailando al ritmo de las
políticas de Evo Morales o si han decidido varias de música.
FUERTE INVERSIÓN EN PUERTOS ANUNCIA VIZCARRA EN
ILO
En Ilo mencionó “una intervención estructural
que no se ejecutaba en 25 años”.
El Expreso de Perú (www.expreso.com.pe)
Los
contratos de concesión firmados para intervenir en los puertos de Paita (Piura), Salaverry (La Libertad), San
Martín (Ica) y Matarani
(Arequipa) contienen compromisos de inversión por un total de 2,636 millones de
dólares, según la Autoridad Portuaria
Nacional (APN). La
APN indicó que a julio de 2019 las inversiones en infraestructura portuaria
alcanzaron los 1,360 millones de dólares.
El
compromiso de realizar inversiones en todos los puertos del país, desde Tumbes
hasta Tacna, fue reiterado por el presidente de la República, Martín Vizcarra, en el Terminal
Portuario de Ilo (Moquegua).
“Hace un año
vimos que el terminal portuario de Ilo se encontraba deteriorado, por lo que
estamos haciendo una intervención estructural que no se ejecutaba desde hace 25
años”, dijo.
Como se
sabe, Ilo es el punto terminal sobre el Pacífico del proyecto del tren bioceánico que planea el gobierno
de Evo Morales en Bolivia con
financimiento ruso.
EL CALLAO
“Fortalecer
los puertos es una tarea en la que estamos comprometidos, no solo se trata del
Callao, hay importantes terminales en provincia que deben ser modernizados pues
hay una gran demanda por captar”, sostuvo el presidente del directorio de la
APN, Edgar Patiño. El Callao
concentra el 70% del movimiento portuario nacional.
MENDOZA EXPORTARÁ 162 MILLONES DE MOSCAS
ESTÉRILES A BOLIVIA PARA COMBATIR PLAGAS EN LOS CULTIVOS
Son producidas en una planta del municipio de
Santa Rosa. Es la primera venta al exterior.
El Clarín de Argentina (www.clarin.com)
Mendoza
exportará millones de moscas a
Bolivia. La mercancía viva, poco convencional, es el resultado de muchos años
de desarrollo de producción de insectos
estériles para combatir las plagas que afectan
a los cultivos.
En la
provincia del vino, las regiones del Valle de Uco y el Oasis sur son
considerados librMenes de Mosca del
Mediterráneo, gracias al programa del Instituto de Sanidad y Calidad
Agropecuaria Mendoza (Iscamen), que depende del Ministerio de Economía,
Infraestructura y Energía de Mendoza.
La provincia
cuyana cuenta con una planta de insectos en el municipio de Santa Rosa, a 90
kilómetros al Este de la capital mendocina. Desde esa planta, saldrán 162 millones de insectos machos esterilizados
hacia Bolivia para la lucha contra la Mosca del Mediterráneo. La entrega del
material biológico comienza este mes de octubre y se realizará durante 54 semanas, a razón de 3
millones por semana.
"Es el primer país donde exportamos nuestro
material biológico, es un puntapié inicial para la posibilidad de
asistir con este tipo de material a distintos países que ya lo han pedido, como
Turquía o Chile", explicó Alejandro Molero, presidente del Iscamen.
En el
programa de asistencia técnica de la Agencia Internacional de Energía Atómica
(AIEA) se licitó la provisión de insectos estériles para el Servicio Nacional
de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria de Bolivia. En este proceso, la
producción mendocina de insectos estériles compitió con otras plantas de
producción de nivel internacional y finalmente resultó adjudicada.
"Hoy
producimos más de 450 millones de
insectos estériles por semana y con los mejores estándares de calidad a
nivel mundial", resaltó Molero. Y adelantó que la provincia sumará un
acompañamiento técnico para que el programa de erradicación de mosca se
desarrolle de manera exitosa en Bolivia.
La
producción de la Bioplanta de Santa Rosa supera los 400 millones semanales; de
los cuales 23 millones son enviados para asistir el Programa de control de la
plaga que se desarrolla en Patagonia argentina.
La Bioplanta
es una gran fábrica de insectos donde cada sala reproduce las condiciones de un
estadio biológico de la mosca del Mediterráneo. En Mendoza, el control de esta
plaga se realiza a través de la técnica del Insecto Estéril, que consiste en la
cría masiva de insectos a los que se esteriliza para, luego, ser liberados en
la naturaleza y en gran número.
Los insectos
esterilizados pueden competir y
aparearse con los insectos silvestres. Como resultado, se produce una
reducción de la fertilidad de la población natural, con la disminución de la
cantidad de plaga, hasta provocar
incluso su desaparición.
El Iscamen
posee distintos puestos de control fijo para controlar las plagas en los
cultivos: en la zona de Zapata, en Tunuyán; en Ñacuñán, Santa Rosa y en los
cerrillos de Tupungato. También en el ingreso desde San Luis por el Norte, en
la localidad de Desaguadero y en límite con San Juan, en Lavalle.
La plaga de
la Mosca de los Frutos es considerada una de las de mayor importancia para la
producción frutihortícola en el país, debido a los daños que produce en la
fruta y las mermas económicas asociadas. La protección del patrimonio
fitosanitario es estratégico para los oasis de Mendoza con 300 mil hectáreas
productivas y cerca de 1,2 millones de toneladas de frutas y hortalizas
anuales. Este estatus de áreas libres de moscas del Mediterráneo le otorga una
diferencia importante en el mercado nacional y externo.
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