jueves, 17 de octubre de 2019

EVO MORALES: “LOS NACIONALIZADORES VAMOS A SEGUIR GANANDO ELECCIONES”

El presidente de Bolivia, Evo Morales, cerró en Cochabamba su campaña para las elecciones presidenciales del próximo domingo. Durante su discurso les pidió a los indecisos que lo acompañen para llegar a un nuevo mandato. También se dirigió a sus compatriotas en Argentina durante una entrevista que le dio a Víctor Hugo Morales para AM750. Allí llamó a todos los bolivianos a elegir entre dos caminos posibles para Bolivia: “Volver al pasado o seguir con el camino del cambio. Este domingo se va a decidir entre quienes están con las privatizaciones y quienes estamos con las nacionalizaciones”, afirmó Evo. Ayer durante un acto que realizó en Santa Cruz de la Sierra, se registraron incidentes entre la policía y opositores.
En el centro del escenario se vio a un Evo Morales exultante durante el cierre de campaña en la ciudad de Cochabamba. La multitud llevaba cientos de banderas azules, el color elegido por el Movimiento al Socialismo (MAS), partido con el que el actual presidente se presenta en las próximas elecciones. Durante el discurso le pidió a su militancia y a las personas que aún no decidieron su voto que lo apoyen. "No me abandonen el 20 de octubre, queremos ganar ampliamente. Cochabamba quiero que sea primero, que me muestre que estamos acá para seguir con el proceso de cambio", dijo a sus seguidores.
También envió un mensaje para todos los bolivianos que viven fuera o dentro de Bolivia, durante una entrevista que le dio a la radio AM750. Saludó a los miles de “hermanas y hermanos” bolivianos que residen en nuestro país y le dedican “tanto esfuerzo para que la Argentina mejore su economía”. “El pueblo apoya nuestro proceso. Imagínense cómo es volver a las políticas del Fondo Monetario Internacional (FMI) como estos últimos días en Ecuador, convulsionado, y con los movimientos sociales rechazando el paquetazo”, sostuvo Evo Morales en diálogo con Víctor Hugo Morales.
Para el presidente boliviano, la decisión ante las urnas del próximo fin de semana es sencilla. “Aquí quieren que vuelva el FMI con sus privatizaciones; por eso este domingo se va a decidir entre quienes están con las privatizaciones y quienes estamos con las nacionalizaciones”, afirmó el mandatario, convencido de que los “nacionalizadores vamos a seguir ganando elecciones”.
Evo Morales fue el primer presidente de Bolivia que nacionalizó los hidrocarburos, en manos de empresas internacionales, que se quedaban con el 82 por ciento de las ganancias. “Ellos nos decían que cuando el petróleo o el gas estaba bajo suelo, era de los bolivianos, pero cuando salía del suelo, ya no era de los bolivianos. Inventaron un término para hacerlo: los contratos decían que el titular adquiría el derecho a la propiedad en boca de pozo. Sale del suelo y ya no era de los boliviano”, agregó el mandatario. Según Morales, la nacionalización permitió ser el motor del crecimiento del país. "Gracias a la lucha del pueblo boliviano nos hemos organizado en un movimiento político", expresó el presidente.
Ayer, en el bastión opositor de Santa Cruz de la Sierra, Morales se presentó en un acto ante miles de seguidores. Sin embargo, al cierre de la jornada, personas que se acercaron hasta el lugar lanzaron piedras a las decenas de policías que protegían la zona. El gobierno acusó a los opositores de haber promovido los disturbios, que al día de hoy se siguen investigando.
El domingo se decidirá si Evo Morales, que lidera las encuestas con un 40 por ciento de intención de voto, continúa al frente de la presidencia, o si lo hace el dirigente opositor Carlos Mesa. Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)





BOLIVIA: LAS NUEVAS CARTAS DE EVO MORALES EN LAS URNAS

El partido Movimiento Al Socialismo (MAS) tiene la mayor cantidad de jóvenes como candidatos, aunque también incursionan figuras del espectáculo y exfutbolistas para atraer votos de cara al domingo.

La Tercera de Chile (www.latercera.com)
                                                                            
Luis Cristaldo, candidato a diputado por Santa Cruz
Sin experiencia política, el exfutbolista de Oriente Petrolero, Cerro Porteño, The Strongest y director técnico de origen argentino y nacionalizado boliviano, es candidato a diputado. El exdefensa, de 50 años, fue integrante de la histórica selección de Bolivia que jugó el Mundial de 1994.
Cristaldo postula por la circunscripción 45 de Santa Cruz. En varias entrevistas ha dicho que “siempre simpatizó con el Presidente Evo Morales”, pero que fueron los “dirigentes y las bases” del sector donde vive quienes lo buscaron como candidato.
En 2006 conoció al mandatario boliviano en un partido amistoso y dos años más tarde se unió a las filas del MAS como militante. En 2011, Cristaldo o el “Macho”, dejó el fútbol y cultivó un bajo perfil hasta que lanzó su candidatura. El mundialista sostiene que de salir electo potenciará el deporte desde las canteras.
María Renée Liévana , candidata al Senado por Cochabamba
Esta comunicadora social, actriz y abogada, saltó a la fama gracias a la comedia Los Propios, donde interpretaba a Estefani Brillit, una trabajadora del hogar cruceña. En agosto pasado fue una de las “sorpresas” del MAS al ser convocada como primera candidata al Senado por Santa Cruz y, según las encuestas, su curul estaría “prácticamente asegurado”.
La actriz de 45 años señaló que no es militante del MAS, pero que el propio Presidente Morales le solicitó mediante una llamada telefónica ser candidata para encarar “los próximos cinco años en el desarrollo del país”. “Para aquellos que dicen que estoy acá por motivos ruines, yo estoy acá porque quiero trabajar por mi país”, señaló Liévana tras ser duramente criticada por la oposición.
Andrónico Rodríguez, candidato al Senado por Cochabamba
Este joven dirigente de 29 años es señalado como “el heredero” del Presidente Evo Morales. Nació en Sacaba y en su infancia se trasladó a Entre Ríos. Su padre era dirigente cocalero, así que desde pequeño siguió atento las discusiones políticas. Actualmente es vicepresidente de las seis federaciones cocaleras del trópico de Cochabamba, organización de la que surgió Morales.
El binomio presidencial del MAS (Evo Morales y Álvaro García Linera) apuntó que Rodríguez y la presidenta del Senado, Adriana Salvatierra, serían los sucesores en 2024. El candidato a senador es licenciado en Ciencias Políticas de la Universidad San Simón y habla a diario con el mandatario boliviano. En 2012 tuvo el primer encuentro con Evo y desde entonces recibe sus “consejos”.
María Cristina Farfán, candidata al Senado por Beni
Es la candidata más joven del oficialismo. El 18 de mayo cumplió la mayoría de edad necesaria para presentarse ante el Órgano Electoral Plurinacional (OEP) como aspirante a la suplencia por el Senado en Beni. Aunque no es la única: el Partido Unidad Cívica Solidaridad (UCS) presentó a Mauricio Vaca, de 18 años, como diputado plurinominal. En total, hay otras nueve personas que tienen un promedio de edad menor a 30 años.
Farfán proviene de una familia política, por lo que inició su militancia a temprana edad. Junto a su hermano mayor, Mauricio, abrieron en Riberalta, su ciudad natal, una sede de la organización Generación Evo. Además, formó parte de la Federación de Estudiantes de Secundaria en Beni. La candidata ha dicho que decidió ser carta del MAS para impulsar propuestas destinadas a los jóvenes, como el aumento de la escolaridad.





LA CORRUPCIÓN DE CARLOS MESA: ESPEJO DE LA CLASE MEDIA BOLIVIANA

Alainet de Argentina (www.alainet.org)
                                                                                                            
Las elecciones en Bolivia a llevarse a cabo el próximo 20 de octubre presentan un quiebre fundamental entre mundo indígena y mundo colonizado; entre ciudades y áreas rurales, entre la búsqueda de una alternativa al neoliberalismo y el sometimiento a un orden internacional que avala el saqueo y la destrucción de sociedades y medioambientes. Tal es la diferencia entre Evo Morales y Carlos Mesa
Este quiebre fue visible en los cabildos y concentraciones que se llevaron a cabo en Santa Cruz, Cochabamba y La Paz, donde una población sobre todo de la clase media que apoya a Carlos Mesa, mal informada, carente de perspectiva y que desconoce los libretos preparados desde Estados Unidos para derrocar a gobiernos que no se someten al catecismo neoliberal de Washington, ha avalado de antemano el desconocimiento del resultado de los comicios si estos reflejan una victoria del MAS. Es decir, viva la democracia si le conviene a la derecha neoliberal; pero que muera la democracia si esta no produce los resultados que los gringos esperan.
Esa clase media que se identifica y apoya el pensamiento neoliberal, que políticamente expresa un racismo que aplastó por siglos saberes y formas de reproducción cultural de los pueblos originarios, nunca ha aceptado que un indio pueda ser presidente de Bolivia, ni que pueda gobernar con resultados concretos de reducción de la pobreza y nacionalización de las riquezas naturales, que por siglos solo beneficiaron a una minoría de la población. Si ese segmento de la clase media boliviana pudiera, y si la ciencia lo permitiría, ella borraría el color de su piel morena, para ser todos blancos, altos y hablantes del inglés, como alguna vez ya lo expresó una Miss Bolivia.
En una entrevista a la Deutsche Welle el pasado 9 de octubre, Carlos Mesa, candidato de una organización llamada Comunidad Ciudadana, declaró que no reconoce la “candidatura ilegal de Morales”, afirmando en un tono mesiánico que está en él no dejar que Morales se quede en el poder. Si se trata de una candidatura ilegal, ¿por qué avalarla participando en ella? Esta contradicción se explica por ese rasgo histórico de la clase media boliviana, que es de acomodarse a la situación, no perder soga ni cabrito, buscando el peculio personal. Es la angurria del poder que le lleva a Mesa a explicar que su posición política “no es ni de izquierda ni de derecha”, tal como le conviene a un comodín que se adapta a las exigencias de la “comunidad internacional”, que no es otra cosa que las órdenes que vienen de Estados Unidos. Carente de principios, Carlos Mesa es la veleta presta a girar hacia donde los vientos de la conveniencia soplen.
La crítica a Carlos Mesa no es al individuo. No corresponde referirse a la vida personal de un personaje político, que sin duda tiene luces y sombras, como todo el mundo. Se trata más bien de resaltar las acciones, posiciones y el modo de operar de un personaje público en el terreno de la política nacional y el ejercicio del poder, espacios públicos, que deben ser analizados y criticados para que el ciudadano, el elector, tome consciencia de su posición frente al ejercicio de la palabra y el poder que se delega a un actor político en un proceso electoral.
Mesa repite el libreto aplicado contra el gobierno de Venezuela. Ya un año antes, en diciembre de 2017, el Partido Socialista Unidos de Venezuela había logrado una victoria contundente en las elecciones municipales. Este resultado mostró la bancarrota de la oposición apoyada por Estados Unidos y fue señal de que Maduro ganaría en las elecciones presidenciales de mayo de 2018. Esta situación hizo que la oposición venezolana decidiera boicotear esos comicios presidenciales, lo que sirvió para que más tarde se declare “ilegítima” una elección donde la oposición sabía que sería derrotada. Mesa, muy listamente dice que “no va a regalarle (a Morales) la elección como los venezolanos se la regalaron al chavismo”. Una declaración superficial que implicaría que todos los venezolanos conformaban la oposición a Maduro. Siguiendo el libreto preparado para el mestizo aspirante a presidente, sin presentar prueba alguna, éste afirma sin empacho que “el fraude se está consumando”. Mesa sabe que va a perder las elecciones y busca ahora posicionarse para las maniobras que vendrán, siguiendo el ejemplo de Guaidó en Venezuela. Después del 20 de octubre, es muy probable que, tras una posible derrota, Mesa se autodeclare “presidente de Bolivia”
Más allá de una lectura de izquierda o de derecha, existen hechos concretos que demuestran la falta de cualidades éticas, la ausencia de honestidad intelectual, y una clara conducta de mercenario político en las acciones de Carlos Mesa.
La falla ética más grave, que lo descalifica como posible mandatario, es el haberse negado a apoyar las demandas de justicia de parte de los familiares de los más de 60 bolivianos asesinados en la ciudad de El Alto hace 16 años, por órdenes del entonces presidente Gonzalo Sánchez de Losada, que huyó a Estados Unidos tras su renuncia el 17 de octubre de 2003 y del cual Carlos Mesa era el vicepresidente.
Pese a los insistentes pedidos de parte de abogados bolivianos, de los familiares de las víctimas, de los abogados en Estados Unidos para que preste declaración ante la justicia de ese país para esclarecer responsabilidades sobre esas muertes; pese a que se le ofreció declarar desde Bolivia en apoyo a la causa de los caídos en defensa de los recursos naturales para los bolivianos, Mesa se negó a ello.
A principios de abril de 2018 la Corte Federal de Fort Lauderdale, en Estados Unidos, responsabilizó de las muertes extrajudiciales a Sánchez de Lozada y a su exministro de Defensa, Carlos Sánchez Berzaín, y dispuso el pago de indemnizaciones a las víctimas. Sin embargo, un mes más tarde, el juez James Cohn revirtió ese fallo aduciendo la insuficiencia de pruebas. Fue el silencio cómplice de Carlos Mesa con los responsables de esos crímenes que se tradujo en la reversión de ese fallo, negando a las víctimas de esos crímenes, y a los bolivianos, el derecho a la justicia.
Entre las hipótesis en torno a las causas de la decisión de Carlos Mesa de no declarar en contra del expresidente boliviano, Gonzalo Sánchez de Lozada, algo que familias de las víctimas calificaron como una «traición», está la que sostiene que Mesa pidió y recibió el pago de cerca de un millón de dólares a cambio de fungir como vicepresidente de Sánchez de Losada. Esos fondos habrían salido del Tesoro público, bajo el rótulo de gastos discrecionales. Fue el riesgo de ese actuar como mercenario político, la posibilidad de que este acto de corrupción salga a la luz pública durante los contrainterrogatorios en Estados Unidos, lo que habría hecho que Mesa se niegue categóricamente a prestar declaraciones sobre lo que ocurrió dentro el gobierno en octubre de 2003.
El que un historiador del cine boliviano, que ha destacado el trabajo de Jorge Sanjinés, que conoce muy bien las primeras imágenes de la película “El coraje del pueblo”, en las cuales el ejército boliviano comete una de las tantas masacres mineras de nuestra historia, se niegue a apoyar a las víctimas de otra masacre, la de El Alto en 2003, no puede ser calificado de otra manera que como una ausencia de honestidad intelectual. Carlos Mesa no es un candidato vendedor de cerveza o de cemento, ni es un candidato evangelista sin capacidad de poder leer un texto de manera crítica. Es más bien un personaje que, como historiador, podría haber profundizado en los modos históricos de funcionamiento colectivo de los pueblos originarios, que se han transmutado, se han sincretizado en las modalidades de organización social y política bajo un modelo capitalista, como son los sindicatos y las fraternidades. Un historiador que considere las posibilidades de su investigación, no se habría contentado con la aplicación maniquea de un modelo de democracia llamado “occidental” y habría explorado las formas de recuperar modos de gobernabilidad enraizados en la historia y la memoria de quechuas, aymaras y otros pueblos de la plurinacionalidad boliviana.
Carlos Mesa es la expresión de la esterilidad política de la clase media boliviana, que no puede imaginar otro mundo que no sea el producido por la ideología de la sociedad capitalista y consumidora. Una clase que copia y repite modos hegemónicos de representación y funcionamiento político y social. Una clase media que repite hasta el cansancio que “no queremos ser Cuba ni Venezuela”, sin conocer las especificidades históricas de esos procesos. Una clase media que invoca un cristianismo como herramienta de represión de las diversidades, como pilar de sustento dogmático de la explotación del capitalismo, que ignora el potencial liberador del amor cuando éste se hace solidario, comprometido, que no es indiferente con los pobres. Una clase media que repite slogans, frases, lugares comunes cuajados durante la Guerra Fría, sin analizar ni sus orígenes ni sus mecanismos de circulación, mensajes elaborados y ensayados fuera del país por la iracundia anticomunista amontonada en Miami, discursos afinados por el Departamento de Estado, la CIA y sus operadores locales. Una clase media que no ha leído a Marx, que no entiende la noción de bien común, que defiende la llamada “libertad de empresa”, “el sector privado”, “el mercado” como única fuente de organización (y destrucción) del tejido social. Una clase media que defiende ciegamente a una burguesía local, o que aspira a serlo, y que históricamente ha sido más bien una clase compradora, importadora y exportadora, y que intermitentemente se niega a pagar lo que cuesta la reproducción material y social de la fuerza del trabajo. Esa clase media boliviana, enardecida en los cabildos y el actuar como masa que no piensa, cree que el neoliberalismo le ayudará a progresar; que el neoliberalismo, el capitalismo salvaje a lo Macri, a lo Bolsonaro, a lo Lenin Moreno, salvará a Bolivia, sin ver ni entender el costo de destrucción que el planeta está pagando a causa de esas políticas.
Lo que la clase media boliviana que apoya a Carlos Mesa quiere para el 20 octubre es tener un presidente que no sea un indio; que no sea un Quispe, sino un Gisbert, un mestizo que con una sonrisa de mendigo entregue de nuevo el país a los patrones estadounidenses, un oportunista que ya anunció que pedirá a Washington el envío de un virrey embajador.
El racismo en Bolivia, como expresión de colonialidad, se centra tanto en la figura de Evo Morales, que pierde de vista la dirección por la que debe continuar el proceso de cambio en el país. A la clase media boliviana le importa más cambiar de chofer del autobús, sin importarle qué camino va a recorrer dicho bus.
Lo que importa es dejar de ser colonia, continuar con el proceso de ruptura con el neoliberalismo, que debe ser desmantelado en toda América Latina. Los actores políticos son siempre pasajeros, lo que cuentan son los procesos de independencia económica, política, social y cultural. Esto es lo que los operadores de Estados Unidos quieren evitar a toda costa el próximo 20 de octubre, para lo cual utilizarán las redes sociales, los parlamentos, los ONG, los medios de comunicación, e inclusive golpes de Estado mediante el uso de cabildos y grupos de choque. Todo esto en caso de que los bolivianos le cierren a Carlos Mesa el camino a la presidencia.





"LA DEMOCRACIA EN BOLIVIA TIENE DOS CARAS": AMBIVALENCIA MIENTRAS EVO MORALES BUSCA EL CUARTO MANDATO

El gobierno ha invertido en infraestructura y programas sociales, pero los críticos temen "el fin de la democracia" si Morales gana.

The Guardian de Londres (www.theguardian.com)
                                                 
Temprano cada mañana, Juanita Flores camina diez minutos por un camino recién pavimentado para subir a un nuevo y reluciente teleférico que la lleva a su trabajo de venta de verduras en un mercado renovado en el centro de la capital de Bolivia.

"Llego aquí en la mitad del tiempo que solía llevarme", dice, "y en la temporada de lluvias ya no tengo que pasar por el barro".
En su caminata, pasa frente a una escuela renovada y varios edificios nuevos de varios pisos, todos con alcantarillado y agua corriente. Ella y su esposo, propietario de un minibús, están comprando gradualmente su propia casa. "Nunca soñé que podríamos comprar una casa", dice ella.
Tales cambios son evidentes en todas partes en Bolivia, el trabajo de un gobierno que ha invertido ganancias de un boom de productos básicos en infraestructura y programas sociales.
Pero a medida que se acercan las elecciones nacionales del 20 de octubre, la ambivalencia atenúa el entusiasmo por este gobierno. El presidente Evo Morales busca un cuarto mandato sin precedentes después de 13 años en el poder, y en un país con largos períodos de gobierno autoritario, la posibilidad de otra reelección pone nerviosos.
"Es cierto que Evo ha estado en el poder demasiado tiempo", dijo el trabajador del hotel Juan Rivero en Santa Cruz. "Pero al mismo tiempo, este gobierno ha hecho mucho por nosotros".
Hasta los recientes incendios forestales desastrosos, parecía probable que la reelección de Morales fuera inevitable. Pero la lenta respuesta del gobierno a los incendios que devastaron más de 4 millones de hectáreas (9,9 millones de acres) de bosques y tierras de cultivo provocaron grandes manifestaciones en las ciudades de Santa Cruz, Cochabamba y La Paz a principios de octubre.
Los manifestantes también expresaron enojo por los esfuerzos de Morales por permanecer en el cargo, a pesar de una promesa previa de irse al final de su tercer mandato, según lo estipulado por la constitución de Bolivia de 2009. Ese compromiso se produjo inmediatamente después de que perdió por poco un referéndum de febrero de 2016 que su gobierno solicitó si podía resistir nuevamente.
Un año y medio después, el Tribunal Supremo Electoral del país, elegido por una asamblea legislativa dominada por el partido de Morales, dictaminó que negar su candidatura era una violación de sus derechos humanos.
"Si Evo gana, ese es el fin de la democracia en Bolivia", dijo el empleado de telecomunicaciones Gabriel Villegas, de 34 años, que se unió a las manifestaciones de Cochabamba.
Morales fue el primer residente indígena moderno de América Latina, un líder carismático que llegó al poder desde orígenes humildes.
Bajo su gobierno, la participación política y la representación de los pueblos indígenas y las mujeres ha aumentado. Bolivia ahora tiene el segundo mayor número de mujeres legisladoras del mundo y ahora se reconocen oficialmente treinta y seis lenguas indígenas.
"La democracia tiene dos caras en Bolivia", explica el politólogo Fernando Mayorga. "Sin lugar a dudas, ha habido una concentración de poder en el partido del gobierno, pero la capacidad de representación y la participación ciudadana también se han expandido".
Los rivales de Morales, extraídos de la fragmentada oposición de centro a derecha, se han aprovechado de la indignación pública por los incendios. Una encuesta realizada diez días antes de las elecciones mostró que la participación proyectada en el voto del ex presidente y vicepresidente Carlos Mesa había aumentado al 26.9%, mientras que la de Evo se redujo al 36.2%.
Pero, en un reflejo de la fluidez de la carrera, una encuesta posterior mostró el 40% de Morales al 22% de Mesa. Sin una mayoría, el candidato con más votos debe ganar el 40% de los votos con un margen de 10 puntos para prevalecer en la primera ronda.
La brecha entre Morales y Mess indica que una segunda vuelta es una gran posibilidad.
Mucho depende del segmento de votación más impredecible: la juventud urbana. La mitad de la población tiene menos de 25 años, y son más urbanos, educados y de clase media que la generación de sus padres. La mayoría de ellos nunca ha conocido ningún gobierno, excepto uno dirigido por Evo.
La clave para el apoyo continuo de Morales son las políticas económicas pragmáticas que han convertido a Bolivia en el líder regional en crecimiento económico, a pesar del colapso del auge de los productos básicos en 2014. De 2006 a 2018, el PIB per cápita creció de $ 1,000 a más de $ 3,600, según el Banco Interamericano de Desarrollo.
Sin embargo, no está claro cuánto tiempo continuarán los buenos tiempos económicos.
El país tiene un alarmante déficit presupuestario cercano al 8% del PIB, el más alto de la región después de Venezuela y Surinam, y una creciente deuda externa. "El nivel actual de gasto es insostenible en el futuro", dijo el economista Javier Arevilca.
La inversión gubernamental se ha triplicado gracias a una gran inyección de fondos después de que Bolivia firmó sus contratos más favorables con multinacionales extranjeras de hidrocarburos en 2006. Este desembolso impulsó un auge económico. La construcción y los automóviles nuevos, los mercados bulliciosos y el consumo conspicuo han florecido como nunca antes.
El salario mínimo se duplicó gradualmente en términos constantes (a pesar de que la aplicación es escasa) y el gobierno ordenó dos bonificaciones de fin de año (en lugar de la habitual), estipulando que el 15% se gastaría en bienes de fabricación local.
Las transferencias monetarias condicionadas, ampliamente adoptadas en toda América Latina, han entregado un pequeño estipendio a los ancianos, mujeres embarazadas y niños que permanecieron en la escuela, contribuyendo a reducir a la mitad la pobreza general.
"No es suficiente para vivir", dijo un anciano de Cochabamba, "pero mi esposa también lo recibe y cubre nuestros costos de alimentos". Eso es de gran ayuda".
La financiación de estos programas proviene de la expansión de la minería, la exploración de hidrocarburos, la producción de soja y la ganadería, a menudo financiada por la capital del estado chino.
Como consecuencia, la deforestación en el este de Bolivia se ha duplicado desde 2015, impulsada en gran medida por el cultivo de ganado y la producción de soja.
Durante sus 13 años en el poder, el gobierno de Morales se ha movido constantemente hacia el centro con pequeñas diferencias programáticas entre él y la oposición. Los carteles electorales a favor de Morales prometen "un futuro seguro" en primer plano la estabilidad en lugar del profundo cambio que prometió originalmente.
Juanita Flores, la vendedora de vegetales de La Paz, votó por Evo en elecciones pasadas, pero esta vez no está segura de a quién elegirá. "Me preocupa que su gobierno se esté volviendo más corrupto, y que haya estado en el poder demasiado tiempo", dijo.





¿QUÉ PASARÁ EN BOLIVIA SI REELIGEN A EVO MORALES?

El Nuevo Herald de EEUU (www.elnuevoherald.com)
                                                
Aunque gran parte de la atención de América Latina está centrada en las elecciones del 27 de octubre en Argentina y Uruguay, hay una elección escandalosa en Bolivia el 20 de octubre que debería despertar por lo menos el mismo interés. Es probable que resulte en un cuarto mandato para el presidente Evo Morales y convierta a Bolivia en una dictadura electa más represiva.
Hablé con varios expertos en Bolivia, y prácticamente todos están de acuerdo en que Morales, que ya ha violado su propia Constitución varias veces para extender los períodos de sus mandatos, se proclamará el ganador.
“Él tiene un control absoluto sobre todas las instituciones, al punto de que la oposición tiene pocas posibilidades de ganar”, me dijo el profesor de ciencias políticas de la Universidad Internacional de la Florida, Eduardo Gamarra. “Me sorprendería mucho si Evo (Morales) no gana en la primera vuelta del domingo”.
De hecho, Morales, un ex líder de los cocaleros, ha convertido las instituciones democráticas de Bolivia en un chiste.
A pesar de que su propia Constitución le prohibía cumplir más de dos mandatos consecutivos, convocó un referéndum en 2016 para cambiar las reglas y poder postularse para un nuevo mandato.
Y aunque perdió el referéndum, hizo que el Tribunal Constitucional ignorara el resultado y lo autorizara a presentarse para un nuevo mandato. El Tribunal se basó en el ridículo argumento de que negarle el derecho a reelegirse sería una violación de sus derechos humanos.
Ahora, se postula contra un campo de ocho candidatos, liderados por el ex presidente Carlos Mesa y el senador opositor Óscar Ortiz.
Las encuestas muestran que Morales tiene alrededor del 36 por ciento de los votos, seguido de Mesa con el 27 por ciento y Ortiz con el 8 por ciento. Pero la mayoría de los analistas señalan que Morales puede manipular el voto en áreas rurales remotas y alcanzar el porcentaje que necesita para ganar en primera vuelta.
Un aliado incondicional de Venezuela, Cuba e Irán, Morales puede ser definido como un “narcisista-leninista”: ha construido un fuerte culto a la personalidad y utiliza una retórica radical de izquierda.
Sus críticos se refieren a él en broma como “Ego” Morales, por su egolatría. Se ha construido un museo de $7.1 millones, el más grande del país, para glorificar la historia de su vida en su pueblo natal de Orinoca. Lo llamó “Museo de la Revolución Democrática y Cultural”, pero todos en Bolivia lo conocen como “el museo de Evo”.
Más recientemente, construyó un majestuoso palacio presidencial de 29 pisos, uno de los más altos de la ciudad, y se ha comprado un lujoso avión presidencial de $38 millones, anteriormente propiedad del equipo de fútbol británico Manchester United.
“Lleva un estilo de vida faraónico”, me dijo el ex presidente boliviano Jorge “Tuto” Quiroga, quien apoya la candidatura de Mesa.
Al igual que muchos otros líderes populistas latinoamericanos, Morales se benefició de una bonanza económica gracias a los altos precios mundiales de las materias primas en los primeros años de su mandato, lo que permitió a Bolivia crecer y reducir la pobreza. Pero Morales mantuvo políticas macroeconómicas más prudentes que algunos de sus colegas populistas en la región, lo que le permitió evitar una debacle económica cuando los precios de los productos básicos cayeron.
Pero la fiesta económica de Bolivia está llegando a su fin. Las reservas de gas natural del país —una de sus principales fuentes de ingresos— están prácticamente agotadas, y han habido pocas inversiones para nuevas exploraciones.
Y la popularidad de Morales ha disminuido, entre otras cosas por sus violaciones a la Constitución para reelegirse, su culto a la personalidad, escándalos de corrupción y, más recientemente, por no haber detenido los incendios masivos en el Amazonas. Sus críticos dicen que Morales dio luz verde a los agricultores para quemar bosques, a cambio de su apoyo político.
Si Morales gana la reelección, puede convertirse en un autócrata más despiadado, y generar más protestas y más inestabilidad, porque tendrá menos dinero para repartir.
“Cuando se acaba la bonanza, lo único que le queda es la represión”, me dijo el ex presidente Quiroga. Efectivamente, eso fue lo que pasó en Venezuela, y lo que podría pasar en Bolivia.





PARA EL CUARTO MANDATO, EL INDÍGENA EVO MORALES DEBE SUPERAR LA RESISTENCIA INDÍGENA

RTV de España (www.noticiasrtv.com)
                                                                                                                         
Para ganar su cuarto mandato en las elecciones presidenciales del domingo, el boliviano Evo Morales debe superar la resistencia de su propio electorado.
Entre los pueblos indígenas, que alguna vez fueron su principal base de apoyo, ahora hay varios grupos que se han alejado del líder "jinete" con sede en Aymara debido a los desacuerdos con sus políticas ambientales y las concesiones que ha hecho a la comunidad empresarial boliviana.
Como los institutos de investigación tienen dificultades para tomar muestras en las comunidades andinas más remotas, la investigación no es muy confiable. Y los números disponibles apuntan a un escenario indefinido.
La encuesta más respetada, Ipsos Bolivia, mostró durante el fin de semana que Evo tiene el 40% de las intenciones de voto, seguido por Carlos Mesa con el 22%. En este escenario, sería elegido en la primera ronda.
Según la ley electoral boliviana, para ganar en la primera fase, el candidato debe obtener el 50% de los votos más uno, o el 40%, con una diferencia de diez puntos porcentuales para la segunda.
Otros institutos, sin embargo, señalan el aplazamiento de la decisión. Ciesmori señaló la semana pasada que Evo tiene 36.2% contra el 26.9% de Mesa. Ya Viaciencia da 38.8% contra 28.4%.
Entre los pueblos indígenas que se han alejado de Evo, los principales son los campesinos productores de coca para consumo legal, ampliamente utilizados en los Andes para abordar problemas de salud y aliviar los síntomas relacionados con la altitud.
Se quejan de un cambio en las reglas del gobierno. Cuando se hizo cargo, Evo Morales eligió la región de Yungas como el principal productor de coca. Sin embargo, en los últimos tiempos, el país ha comenzado a otorgar beneficios a los productores de Chapare.
El problema es que el presidente acumula el cargo ejecutivo con el papel de líder sindical de los cocaleros en esta región. Y esto llevó a los campesinos de Yungas a promover una serie de manifestaciones.
Desde principios de año, han estado interrumpiendo carreteras y bloqueando vehículos de las autoridades. Los enfrentamientos con la policía son violentos y ha habido dos muertos.
El martes, hubo un enfrentamiento entre los partidarios de Evo Morales y los de la oposición, con fuego callejero y bombas de gas lacrimógeno.
También hay pueblos indígenas descontentos con la falta de atención del gobierno al medio ambiente. A pesar de que su propaganda política se vistió como un bombero preocupado por el incendio, Evo es criticado por los ecologistas y campesinos por tener una postura indulgente hacia la quema. Este año ya han destruido miles de hectáreas en las regiones de Santa Cruz de la Sierra y Chiquitania.
Bolivia tiene 46% de su territorio cubierto por selvas, totalizando 51.4 millones de hectáreas. Pero ese número ha estado disminuyendo en los últimos años. En 2017, por ejemplo, Evo dio permiso para la deforestación de un área equivalente al territorio de Jamaica en el Departamento de Beni (que tiene la mayor parte de la selva amazónica).
La construcción de una carretera de 300 km que cruzó el parque Isiboro Sécure significó que 14,000 indígenas tuvieron que abandonar sus hogares.
Las organizaciones ambientalistas, y la oposición, dicen que Evo Morales ha estado deforestando con la intención declarada de dar más espacio a la producción de soja y ganado, y a la minería ilegal.
En el municipio de El Alto, que se encuentra en la región metropolitana de La Paz y hogar de gran parte de la fuerza laboral de la capital, varios representantes de diferentes etnias que consideran a Evo un "traidor" de la causa de la naturaleza fueron elegidos en las últimas elecciones regionales.
Hay comités de trabajadores indígenas urbanos que se organizan contra el presidente. Es difícil no verlo. Está estampado en las murallas de la ciudad, donde está el aeropuerto internacional, a la vista de cualquiera que aterrice en el país.





EVO MORALES SE JUEGA LA REELECCIÓN EN UN CLIMA DE TENSIÓN
                                                                                                                             
El presidente lleva una ventaja de 18 puntos a Carlos Mesa pero debe evitar a toda costa la seguna vuelta de diciembre.  El Gobierno advierte de que si gana la oposición el país vivirá una crisis como la de Argentina o Bolivia

El Periódico de España (www.elperiodico.com)
                                                                                             
Bolivia ha cerrado su campaña para las presidenciales del domingo con una dosis de tensión e incógnitas. Si bien las encuestas favorecen a Evo Morales con una ventaja de hasta 18 puntos respecto del historiador Carlos Mesa, resta saber si se impondrá en la primera vuelta. Para que eso suceda, el hombre que habita el Palacio Quemado desde 2006 necesitará el 50% más un voto, o el 40% y una diferencia de diez puntos de su inmediato rival.
De lo contrario, deberá pelear por su reelección el 15 de diciembre en un segundo turno que inexorablemente unirá a toda la oposición y polarizará aún más a una sociedad no exenta de divisiones y una violencia latente.
El Movimiento al Socialismo (MAS, en el poder) no deja de recordar todo lo que se pone en juego en las urnas en el que fue el país más pobre de Sudamérica, donde los presidentes eran derrocados o huían despavoridos en medio de asonadas e hiperinflaciones. Desde hace años se habla de Evonomics para aludir a la Bolivia que ha crecido a un 4,9% anual de promedio, con muy baja inflación y la segunda menor deuda externa de la región.
Voto indeciso
Para inclinar a los votantes indecisos a su favor, el partido de Gobierno no encontró mejor idea que sugerirles que se miren en los espejos de las crisis en Argentina y Ecuador. "¿Quieres eso para Bolivia?", pregunta la publicidad oficial. "¿Quieren que vuelva el FMI con sus privatizaciones?", subrayó en ese mismo tono el actual jefe de Estado.
"Qué pena que un hombre que viene de los más humildes de la sociedad boliviana se haya alejado tanto, tanto volar en helicópteros (...) qué pena que haya roto vínculos con la base de la sociedad que lo eligió", dijo Mesa en una de sus últimas intervenciones.
Ambos tienen un historial de acuerdos frágiles y enfrentamientos que se remontan a 2005 cuando Mesa, entonces presidente interino y hoy candidato de Comunidad Ciudadana (centro), tuvo que dimitir en medio de movilizaciones campesinas que cercaron La Paz. 
El exsenador conservador Óscar Ortiz, que representa los intereses de la región agroindustrial de Santa Cruz, y el pastor evangelista de origen coreano y abierta simpatía por Jair Bolsonaro, Chi Hyun Chung, se repartirán los votos restantes de la oposición. Mesa espera reunirlos detrás suyo en un ballotage.
La sombra de Maduro
Ortíz no deja de vincular a Morales con Nicolás Maduro y por eso ha convocado a los cruceños a castigar al Evo en las urnas, pero hasta The Washington Post lo ha desmentido: "Bolivia no es Venezuela", reza la publicación. La principal diferencia no es del orden de la ideología sino de los resultados de una gestión iniciada en 2006 y que de inmediato estuvo marcada por las nacionalizaciones de los hidrocarburos, las comunicaciones y la electricidad. En estos 14 años, la pobreza pasó del 60% al 34% y la pobreza extrema del 38% al 15%.
La transformación se apuntaló no solo en el papel del Estado sino a través de la alianza de Morales con el mundo de los agronegocios de Santa Cruz, que en 2008 abandonó las aspiraciones autonómicas para transitar a regañadientes un camino de coexistencia con La Paz.  
El otro puntal de la 'Evonomics' tiene que ver con las políticas del Gobierno hacia los pequeños emprendedores que representan más de la mitad de la fuerza del trabajo y en buena parte funcionan en el mercado negro. Las ciudades se han transfigurado positivamente por el crecimiento.
Mientras Maduro incrementa los salarios un 375% para ser inmediatamente devorados por el costo de la vida, Luis Arce Catacora, el ministro de Economía desde los inicicios, rinde un enfático culto a una estabilidad macroeconómica que  considera "patrimonio del pueblo boliviano". La prueba de ese desvelo que suele atribuirse a la ortodoxia son las reservas internacionales que acumula el Banco Central, que representan casi el 20% del PIB.
El boliviano, la moneda de ese país, goza de una elogiada estabilidad. Quizá la política no pueda decir lo mismo. El Gobierno no descarta el domingo "perturbaciones" e incluso denuncia una que parte de la oposición quiere crear condiciones para una "convulsión social". Parte de las protestas, sin embargo, provienen de lo que ha sido su base social y están relacionadas con los efectos de los incendios que arrasaron cuatro millones de hectáreas. El enojo puede hacerse sentir en las urnas.





LA BONANZA Y EL RECORTE DE LIBERTADES, LAS DOS CARAS DE LA BOLIVIA DE EVO

France 24 de Francia (www.france24.com)
                                        
Durante los más de 13 años que Evo Morales lleva en el poder, Bolivia recibió altos ingresos por la venta del gas natural lo que, sumado a un manejo moderado de la macroeconomía, permitió al país crecer a un ritmo promedio del 5%.
El arquitecto Freddy Mamani, creador de los famosos 'cholets', es uno de los beneficiarios de este auge y hasta ahora ha construido más de cien de esos edificios ostentosos en la ciudad de El Alto.
La bonanza, según analistas económicos, empieza a declinar debido a la caída de los precios y de la producción del gas.
Pero, la Bolivia de Evo Morales tiene dos caras. La otra tiene que ver con el recorte de las libertades, algo que constantemente denuncian opositores, analistas y periodistas.
El exgobernador de Pando, Leopoldo Fernández, está detenido hace 11 años acusado de violencia política. Él niega las sindicaciones y se considera un perseguido político del Gobierno.
“Es un gobierno con una expresa y confesa vocación totalitaria, abusiva. No tienen nada, nada de democráticos, no les interesa el Estado de derecho, las libertades", dice en su casa, donde ahora guarda detención domiciliaria.
Estos dos rostros de una misma Bolivia se pondrán a consideración del electorado este domingo 20 de octubre, cuando el país vaya a elecciones generales.





¿SOBREVIVIRÁ EVO MORALES A LOS INCENDIOS DE BOLIVIA?

Los devastadores incendios forestales en Bolivia pueden afectar las perspectivas de Evo Morales para un cuarto mandato presidencial, o frenar su mandato de gobierno.

Nacla Org (www.nacla.org/blog)

El 20 de octubre, los votantes bolivianos decidirán si reelegir al presidente Evo Morales a un controvertido cuarto mandato. Hay mucho en juego para el primer presidente indígena de Bolivia, el jefe de Estado con más años de servicio después de 14 años en el cargo. Morales también es el único sobreviviente del grupo original de líderes de Pink Tide que dominaron la política latinoamericana a principios de este siglo.
La apuesta de Morales por la reelección, desafiando la Constitución boliviana y los resultados de un referéndum popular del 21 de febrero de 2016, que perdió por poco, ha dividido profundamente al electorado. En un controvertido fallo de 2017, el tribunal más alto del país confirmó el "derecho humano" de Morales a postularse nuevamente, y el derecho de los votantes a reelegirlo, suspendiendo los límites del mandato constitucional indefinidamente.
La oposición a Morales inicialmente se unió en torno al Movimiento 21F, que consistía en ex partidarios del partido MAS (Movimiento hacia el socialismo) desilusionados, votantes descontentos de la clase media y sectores de élite conservadores que estaban en contra de Morales desde el principio. Incapaz de detener su candidatura o unirse detrás de un solo retador, esta alianza dispar parecía estar perdiendo fuerza, hasta hace poco.
Con no menos de ocho candidatos de la oposición compitiendo por el voto del 21F, Morales ha utilizado las ventajas de la titularidad para consolidar su fuerza electoral. Pero en el período previo a las elecciones, los incendios forestales masivos que se extendieron por el este de Bolivia también han desatado una tormenta política, con el potencial de alterar el panorama electoral.
Si bien la llegada de la temporada de lluvias finalmente extinguió los incendios, las protestas masivas contra el gobierno revivieron el Movimiento 21F, pidiendo un "voto de castigo" contra Morales y elevando el espectro de que podría verse obligado a una segunda vuelta desfavorable con su principal oponente, Carlos Mesa. ¿Podrían los incendios lograr finalmente lo que la oposición desarticulada no podría lograr y descarrilar la oferta de reelección de Morales?
Los fuegos
Los incendios forestales, los peores en la memoria viva de los bolivianos, comenzaron en agosto y se extendieron rápidamente a través de la Chiquitanía, un vasto bosque seco tropical en el departamento de Santa Cruz, y en la región amazónica de Beni. Según la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN), a fines de septiembre los incendios habían consumido más de 4 millones de hectáreas (15,440 millas cuadradas) de bosques y praderas, incluidos 1,8 millones de hectáreas en áreas protegidas y parques nacionales. El territorio quemado es tan grande como Suiza, y casi igual en tamaño al área de la selva tropical quemada este año en Brasil, un país ocho veces más grande que Bolivia.
Debido a la lejanía de la región afectada, se sabe que solo siete personas perecieron, todas en el curso de la lucha contra los incendios. Otras víctimas incluyen al menos dos millones de animales salvajes, entre ellos cientos de jaguares en peligro de extinción, y 40,000 árboles.
Se estima que 1.800 familias indígenas chiquitanas, pioneras de prácticas exitosas de manejo forestal sostenible, han perdido sus medios de vida y ahora luchan contra las enfermedades causadas por el humo y la escasez de agua potable. Bolivia y el mundo han perdido una barrera natural clave contra el calentamiento global. Los ecologistas dicen que tomará al menos 200 años, si alguna vez, para que la Chiquitanía se recupere.
Causas de los incendios
¿Por qué ocurrieron los incendios forestales? En Bolivia, el chaqueo, quemar la tierra para prepararse para un nuevo ciclo de producción, es un ritual anual practicado por cientos de miles de agricultores, generalmente dentro de límites manejables. El gobierno atribuye la conflagración a la sequía extrema, los fuertes vientos y algunos actos deliberados de sabotaje, factores que están más allá de su control.
Pero los críticos de izquierda y derecha acusan que las políticas gubernamentales allanaron el camino e incentivaron directamente los incendios.
En Santa Cruz, el corazón de la oposición conservadora a Morales, los críticos se centran en la redistribución masiva de tierras públicas que ha ocurrido bajo el gobierno del MAS, lo que permite el reasentamiento de campesinos empobrecidos de las tierras altas del oeste. Desde 2013, el gobierno ha permitido cerca de 1,000 nuevos asentamientos en la Chiquitanía, lo que constituye casi dos tercios de todos los asentamientos autorizados en tierras públicas en Bolivia.
Este proceso ha sido facilitado en gran medida por una ley de 2015 que cuadruplica la cantidad de tierra (de 5 a 20 hectáreas) que las comunidades campesinas y los pequeños agricultores pueden deforestar legalmente para la agricultura y la ganadería. En julio, justo un mes antes de que los incendios se extendieran fuera de control, Morales emitió una orden ejecutiva legalizando la quema controlada de tierras forestales protegidas destinadas a los mismos fines, en Santa Cruz y Beni.
Estos incentivos regulatorios han transformado el chaqueo en un evento más dramático que involucra la conversión de bosques a tierras de cultivo. Las reglas flexibles actuales dan a los colonos el derecho de quemar y limpiar la tierra incluso antes de que hayan completado el proceso de titulación.
Para los cruceños anti-MAS, las políticas agrarias y agrarias del gobierno han generado una invasión inoportuna por parte de extraños que ignoran las costumbres locales y las prácticas sostenibles, una crítica con connotaciones racistas, vinculada a las tensiones regionales y étnicas de larga data en Bolivia. Los asentamientos también se resienten como un instrumento de la estrategia política de Morales para canalizar los beneficios a su base campesina tradicional y consolidar la creciente presencia territorial del partido MAS en las tierras bajas orientales.
Esta crítica es compartida, en parte, por los sectores indígenas de las tierras bajas, que rompieron con Morales hace una década por la carretera TIPNIS propuesta. Para estos grupos, la colonización y la conversión de tierras forestales para uso agrícola representa una amenaza directa para sus medios de vida y comunidades, que dependen del manejo forestal sostenible. Muchos sospechan que al menos algunos colonizadores están sirviendo como frentes o intermediarios para grandes empresas agropecuarias y ganaderos, a quienes alquilarán y eventualmente transferirán sus parcelas.
Aún así, críticos como Pablo Solón, un ambientalista y ex embajador de la ONU para el gobierno de Morales, sostienen que el papel de los campesinos migrantes en los recientes incendios de Bolivia ha sido muy exagerado. En los últimos años, solo alrededor del 25 por ciento de la deforestación anual del país ha sido atribuible a este sector. Según la respetada ONG boliviana Fundación Tierra, solo el 7 por ciento de las hectáreas tituladas entre 2011 y 2018 en la Chiquitanía se otorgaron a comunidades campesinas, en comparación con el 57 por ciento a empresas grandes y medianas.
Para la mayoría de los ambientalistas y las organizaciones progresistas de la sociedad civil, las causas subyacentes de los incendios se pueden rastrear a las actividades de los negocios agrícolas y las élites ganaderas que han sido los principales beneficiarios de las políticas gubernamentales para avanzar en la frontera agrícola. Los expertos citan al menos 10 leyes agrícolas y órdenes ejecutivas aprobadas por Morales que han impactado negativamente los bosques y las reservas de Bolivia, incluida, además de las dos mencionadas anteriormente, una serie de amnistías por deforestación ilegal en el pasado y grandes incentivos para la producción de biodiesel y etanol.
Estas políticas están diseñadas para promover la promesa del gobierno, formalizada en la Agenda Patriótica, de triplicar la tierra agrícola de Bolivia de 3.5 millones a 13 millones de hectáreas para 2025. El objetivo, según Morales, es diversificar la economía de Bolivia como una "mesa de cuatro patas". , ”Con la agricultura y la energía ganando importancia a medida que disminuyen los sectores tradicionales de hidrocarburos y minería.
Bajo este mantra, el gobierno se ha aliado con las élites económicas regionales para convertir tierras forestales en plantaciones de soja, campos de azúcar y ranchos ganaderos, así como en algunos pequeños asentamientos agrícolas, con un enfoque en la Chiquitanía y el Beni. A pesar de las promesas iniciales de seguridad y soberanía alimentaria, el desarrollo agrícola de Bolivia ya no está orientado hacia la producción nacional de alimentos, sino hacia cultivos de exportación e insumos de biocombustibles para el mercado interno (para reducir la dependencia de Bolivia del combustible importado), que requieren grandes extensiones de tierra despejada.
Las consecuencias se pueden ver en la creciente tasa de deforestación de Bolivia, que se ha duplicado aproximadamente bajo Morales (comparando 2016-2018 con 2003-2005). En 2018, Global Forest Watch calificó a Bolivia como el quinto país más deforestado del mundo. Los estudios muestran que el sector ganadero es responsable del 60 por ciento de la pérdida forestal de Bolivia.
La mayoría de los productos generados por la destrucción de los bosques de Bolivia están destinados a China, ahora el segundo mayor socio comercial de Bolivia después de Brasil. En agosto, cuando se quemó la Chiquitanía, Bolivia envió su primer envío de carne (96 toneladas) a China. Manifestantes indígenas y ambientales interrumpieron la celebración oficial del evento.
Los incendios, por supuesto, son los impulsores clave de la deforestación y el proceso por el cual se lleva a cabo la transformación del uso de la tierra. Los estudios muestran que la geografía de los incendios recientes de Bolivia corresponde notablemente a la ubicación de los corredores agrícolas y ganaderos extractivos identificados por ABT (Autoridad de Control de Tierras y Bosques de Bolivia) en Santa Cruz y Beni. Como ha señalado Pablo Solón, "estamos destruyendo nuestros bosques para obtener ganancias temporales en una oligarquía".
Para Morales y el MAS, la expansión agresiva de la frontera agrícola también ha sido una estrategia política clave. Le ha permitido al gobierno ampliar su base tradicional para incorporar elementos significativos de las poderosas élites agroindustriales de las tierras bajas, al tiempo que retiene el apoyo de los campesinos de las tierras altas a través de oportunidades de reasentamiento. Este ha sido un factor crítico en la longevidad política de Morales, así como un elemento central de su actual estrategia de reelección, una que aparentemente no tenía riesgos, hasta ahora.





CHI HYUN CHUNG: EL BOLSONARO BOLIVIANO DEMÓCRATA CRISTIANO DE ORIGEN COREANO QUE PRETENDE SUCEDER A EVO MORALES
                                                                                         
Es misógino, homofóbico y considera a los rituales de los pueblos originarios como "artimañas del diablo".

Publimetro de Chile (www.publimetro.cl)
                                                                                           
El domingo son las elecciones presidenciales en Bolivia y Evo Morales pretende ser elegido por cuarta vez, mientras que el ex presidente Carlos Mesa tiene serias posibilidades de derrocarlo dado el desgaste del líder cocalero, tanto así que algunos resultados de encuestas pronostican su triunfo en segunda vuelta.
En tercer lugar está Óscar Ortiz, y en el cuarto lugar va con un 6% de intención de voto un candidato muy particular: Chi Hyun Chung nació en 1970 en Corea del Sur, y junto a su familia emigró a Bolivia a los 12 años porque su papá fue encomendado para liderar la iglesia evangélica presbiteriana en dicho país. 
Los Chung se radicaron en Sucre, y Chi al salir del colegio estudió medicina y luego se especializó en el tratamiento de pies diabéticos. Al mismo tiempo que tomaba las riendas de la iglesia para la que ayudó a levantar 70 templos en todo el país, y su congregación ofrece atención medica gratuita a miles de personas.
Desde esa trinchera se transformó en un personaje conocido, sobre todo por la guerra que le declaró a la comunidad LGBT+,  con declaraciones que para algunos analistas lo acercan a la figura de Jair Bolsonaro.
El candidato de la Democracia Cristiana dijo que "los homosexuales necesitan un tratamiento siquiátrico para recuperar su identidad sexual innata". Y tan en serio se tomó sus palabras que en caso de ser presidente su gobierno, en coordinación con las iglesias, ofrecería un tratamiento voluntarios para quienes deseen dejar de ser gay.
Misógino

Las mujeres tampoco han estado ausentes en el discurso del doctor cuyo eslogan de campaña es “Chi, puede”.
El candidato aseveró que a la mujer se la debe educar "como tal" para evitar actos de violencia de parte de los hombres, y se ha preguntado qué habrá hecho una mujer para que el hombre sea violento.
"Mientras el hombre habla una vez, la mujer habla diez veces", dijo en una entrevista en la que explicó que "el varón tiene un estilo de comportamiento; la mujer tiene otro estilo de comportamiento, por lo tanto a la mujer se la tiene que educar como para que se comporte de mujer… sabiendo cómo es el varón".
Seguridad
Su plan de seguridad ciudadana que incluye un “toque de queda” para los menores de edad para que no circulen en las calles después de las 21.30 horas.
“Como parte de seguridad ciudadana voy a restringir a los niños estar sueltos en las calles a partir de las 21.30 de la noche. Los niños no pueden estar en las calles sino con sus padres o alguna persona mayor, máximo hasta medianoche. De lo contrario serán reclutados en albergues, donde pasarán la noche y tendrán todos los servicios, hasta ducha, y al día siguiente serán devueltos temprano a su casa para que el niño vaya a la escuela”.
Fe
La religión es muy importante en su discurso. Ha dicho que "gracias a la fe cristiana el país prosperará y será llamado el Israel de Sudamérica… el pueblo que agrada a los ojos de Dios”.
En cuanto a los rituales de los pueblos originarios dirigidos, por ejemplo, a la Pachamama, el candidato ha dicho que son una "artimaña del diablo".





EVO MORALES Y EL OPOSITOR CARLOS MESA CERRARON LA CAMPAÑA MÁS LARGA EN BOLIVIA EN MEDIO DE CABILDOS, DETENIDOS Y CONFRONTACIÓN
                                                                                                                                                                 
Desde ahora rige el silencio de la propaganda y la veda de las concentraciones públicas para que los más de 7 millones de votantes puedan meditar y concurrir a las urnas el próximo domingo 20.

Infobae de Argentina (www.infobae.com)
                                                                                                                  
Calificada por los analistas y los propios actores políticos como la más larga, extraña y anodina de todas las que se recuerden, la campaña electoral de Bolivia fue cerrada la medianoche de este miércoles y desde ahora rige el silencio de la propaganda y la veda de las concentraciones públicas para que los más de 7 millones de votantes puedan meditar y concurrir a las urnas el próximo domingo 20.
Las mayores movilizaciones las han protagonizado el presidente Evo Morales y sus tres principales rivales, Carlos Mesa, Oscar Ortiz y el surcoreano nacionalizado boliviano, Chi Hyung Chung, que aparece como la posible sorpresa electoral, según las últimas encuestas. La ciudad de Santa Cruz ha sido la elegida por los tres principales adversarios del gobernante para realizar masivas concentraciones de sus seguidores, en tanto que el oficialista ha concluido su proselitismo en El Alto y Cochabamba, considerados como dos de sus principales bastiones.
De manera inédita, simultáneamente a las movilizaciones partidarias se han realizado en las últimas horas cabildos ciudadanos en otras urbes como Potosí, Tarija y Oruro, en los que se ha decidido el voto castigo a Evo Morales durante las elecciones de este domingo y el desconocimiento de su candidatura porque no respetó el referéndum del 21 de febrero de 2016, que rechazó modificar la Constitución Política del Estado para su habilitación a una nueva reelección. Otra de las definiciones de las concentraciones populares ha sido la demanda de federalismo, que comenzó a tomar cuerpo hace dos semanas en el cabildo más masivos de todos, el de Santa Cruz. Le han secundado hace siete días a las movilizaciones cruceñas las que se realizaron en La Paz y Cochabamba, las otras dos ciudades más pobladas de Bolivia.
No sólo se ha acentuado en esta parte final la confrontación verbal entre los principales candidatos de la contienda electoral, sino que hubo choques entre jóvenes y policías la noche del lunes, que causaron heridos y decenas de arrestos en Santa Cruz de la Sierra. La violencia estalló cuando miembros de la llamada Unión Juvenil Cruceñista, uno de los brazos del Comité Cívico que convocó el cabildo de Santa Cruz, se movilizaron para protestar contra el multitudinario acto de cierre de campaña del oficialista MAS, encabezado por el binomio de Evo Morales y Alvaro García Linera.
De los 45 arrestados quedaron 15 detenidos que serán procesados debido a los desmanes que se produjeron cerca del llamado Cambódromo, lugar de realización de eventos con concurrencia masiva.
Fue el propio ministro de Gobierno, Carlos Romero, el que encabezó el martes una conferencia de prensa junto a la cúpula de la Policía para denunciar a los principales partidos opositores y a los cívicos de promover y financiar las movlizaciones violentas. La acusación encontró de inmediato el rechazo de algunos de los sindicados como el candidato a la vicepresidencia por el opositor UCS, Humberto Peinado.
Previamente a los enfrentamientos ocurridos en Santa Cruz de la Sierra, el sábado pasado hubo choques en la ciudad de Potosí, donde Evo Morales tuvo que salir con custodia especial después de cerrar la campaña de su partido, que coincidió con un paro cívico de los potosinos por una demanda regional del negocio del litio.
Por la violencia, el presidente Evo Morales aseguró en una entrevista televisiva que existe la intención de actores cívicos de Santa Cruz, La Paz y Potosí de realizar un golpe de Estado junto a militares del sector pasivo en caso de que el actual Presidente de Bolivia gane la elección del 20 de octubre.
Otros conflictos que se agudizaron en la recta final de la campaña electoral fue el de una huelga médica, que ya lleva dos meses, y una marcha indígena que reclama la derogación de la normativa que es señalada de promover los monumentales incendios forestales de la Chiquitania y que exige la declaratoria de desastre nacional. Los indígenas arribaron este martes a la capital cruceña, después de un mes de caminata, y anunciaron que impulsarán un juicio internacional al presidente Morales por la crisis ambiental.
Todavía persiste el conflicto por el litio en Potosí, a pesar que desde este jueves están prohibidas las movilizaciones ciudadanas. El Tribunal Supremo Electoral considera que es la Policía la que debe ejecutar el auto de buen gobierno que rige desde ahora para evitar conflictos días antes de las elecciones.
Preocupada por el brote de violencia, la misión de observadores electorales de la Organización de Estados Americanos expresó en una reunión con el presidente Morales su preocupación y pidió tranquilidad para llevar adelante la votación del domingo 20. Se ha anunciado un gigantesco operativo de seguridad y de control electoral ciudadano.
Los opositores versus oficialismo
En su cierre de campaña realizado en la ciudad de El Alto, el presidente Morales ha apuntado sobre todo a su rival que lo sigue en las encuestas, el candidato de Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa. “Todavía están pensando en votar por la derecha; no se equivoquen. El neoliberalismo, la megacoalición, están todos juntos para volver al pasado. Y aquí Bolivia tiene dos caminos: volver al pasado, o seguir con el proceso de cambio”, sostuvo el presidenciable del MAS, en alusión a los anuncios de apoyo recibidos por Carlos Mesa de ex presidentes como Jorge Quiroga y de otros personajes de la política boliviana como el ex candidato presidencial, Samuel Doria Medina, y el ex prefecto de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, que habló desde su exilio en EEUU.
El candidato presidencial del opositor Comunidad Ciudadana ha sido duro con Evo Morales en los actos de cierre de su campaña, que tuvo como sede final a Santa Cruz de la Sierra. “El 10 de octubre Bolivia derrotó una dictadura de casi 18 años (y) el 20 de octubre Bolivia derrotará a la dictadura de casi 14 años (...) La meta es ganar las elecciones del 20 de octubre, desde Santa Cruz, desde toda Bolivia, estamos aquí juntos", indicó Mesa durante el cierre de su campaña realizado en Santa Cruz. “Aquí estamos para ganar el 20 de octubre; el miedo se ha trasladado al otro lado, quienes están asustados son Evo Morales, Álvaro García Linera, porque saben que van a perder. Este 20 de octubre Bolivia va a derrotar al autoritarismo”, sostuvo.
En cambio, el otro candidato opositor Oscar Ortiz, de Bolivia Dice No, ha cerrado su campaña en Santa Cruz de la Sierra con un discurso que ha buscado insistentemente en la campaña diferenciarse tanto de Evo Morales como de Carlos Mesa, al considerarlos como políticos del pasado y que tienen problemas de corrupción. El mensaje de Ortiz ha puesto una vez más énfasis en los atributos de honestidad y de transparencia.
Esta semana aumentó la presión contra Ortiz y sus seguidores para que renuncien y no dispersen el voto opositor. La estrategia de Mesa se ha centrado en pedir el “voto útil”, al considerarse el único candidato que puede vencer a Evo Morales en la primera vuelta o forzar a un ballotage por primera vez en la historia boliviana.
Otro candidato que subió en las encuestas es el surcoreano Chi Hyung, del PDC, quien ha puesto énfasis en sus convicciones religiosas y en propuestas polémicas. “Ya no más divisionismo que divide a la familia, ya no más la ignorancia del ateísmo, ya no más la ideología de género que destroza a nuestros niños”, afirmó durante su cierre de campaña en Santa Cruz.
Diversos analistas han afirmado, apoyándose en las encuestas, que Evo Morales es el favorito, pero no el seguro ganador de las elecciones. Para evitar el balotaje con Mesa, a quien las encuestas le dan el segundo lugar, el Presidente debe ganar por 50 por ciento más uno de los votos o vencer por más de 10- puntos de diferencia.





BOLIVIA: CANDIDATOS SE JUEGAN SUS ÚLTIMAS CARTAS

Expectativa electoral. Con la mira puesta en este domingo 20 de octubre, día de las presidenciales, según los sondeos, el presidente y candidato Evo Morales obtendría un 32% en la primera vuelta frente a un 27% de su principal rival, Carlos Mesa.

La República de Perú (www.larepublica.pe)
                                                                         
El presidente Evo Morales se jugaba este miércoles sus últimas cartas frente a las elecciones del domingo en Bolivia, las más difíciles en sus 13 años en el poder, desafiado por Carlos Mesa, quien cierra su campaña sumando apoyos al advertir contra la deriva autoritaria del líder izquierdista.
En la campaña que culminó este miércoles la oposición cuestiona sobre todo la intención autocrática de Morales al buscar una tercera reelección después de haber perdido en 2016 un referéndum en el que la ciudadanía rechazó que volviera a postularse a las elecciones.
La última encuesta de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz y otras organizaciones indicó que Morales obtendría un 32% de los votos en primera vuelta frente a un 27% de su principal rival, el expresidente Carlos Mesa de la alianza de centro Comunidad Ciudadana.
Morales, de 59 años, eligió despedir su campaña en la ciudad de El Alto, al lado de La Paz, y Mesa, de 66, en Santa Cruz, la gran ciudad empresaria al este del país conocida como el bastión opositor al gobierno.
Confrontan propuestas
“Este es un momento en el que tenemos que decidir entre el camino autoritario a la dictadura y el camino de la construcción democrática”, lanzó el martes en la noche Mesa al cerrar su último mitin en La Paz ante miles de seguidores que consideran inconstitucional que Morales busque un cuarto mandato.
Parte del aumento en intención de voto de Mesa en las últimas semanas es por el impacto que tuvieron los gigantescos incendios que en agosto y setiembre quemaron en Bolivia una zona inmensa de bosques nativos. Los siniestros provocaron ira entre ambientalistas y comunidades indígenas que acusan a Morales de haber traicionado su compromiso con la Madre Tierra, en favor de ampliar territorios para la explotación de soja y ganado.
Morales defiende su candidatura exhibiendo la reducción de la pobreza y las altas tasas de crecimiento, que aún en declive se sitúa en 4,2% en la actualidad, y amenaza que con cualquier otro candidato se perderán derechos sociales en este país de 11 millones de habitantes, entre los tres más pobres de la región.
Ante sus seguidores en Santa Cruz, el mandatario acusó a sus rivales de pretender sumar a Bolivia al llamado “Grupo de Lima”, conformado por una docena de países latinoamericanos y Canadá, en el que -según él- “están presidentes y gobiernos sumisos a Estados Unidos (y son) gobiernos privatizadores”.
Morales defiende su candidatura exhibiendo la reducción de la pobreza y las altas tasas de crecimiento, que aún en declive se sitúa en 4,2% en la actualidad, y amenaza que con cualquier otro candidato se perderán derechos sociales en este país de 11 millones de habitantes, entre los tres más pobres de la región.
Ante sus seguidores en Santa Cruz, el mandatario acusó a sus rivales de pretender sumar a Bolivia al llamado “Grupo de Lima”, conformado por una docena de países latinoamericanos y Canadá, en el que -según él- “están presidentes y gobiernos sumisos a Estados Unidos (y son) gobiernos privatizadores”.
Modelo de Evo ya no es sostenible
● ”Es difícil negar que, hasta hace poco, la economía de Bolivia se había desempeñado muy bien bajo (el gobierno) Evo Morales”, dijo Michael Shifter, presidente del centro de análisis Diálogo Interamericano, con sede en Washington.
Bolivia logró altas tasas de crecimiento, una fuerte reducción de la pobreza y un nivel récord de reservas, “pero con la caída de los precios de las materias primas se ha visto obligado a pedir más préstamos y reducir las reservas. El modelo económico boliviano tuvo éxito durante algunos años, pero ya no es sostenible”, apuntó el analista.





BOLIVIA ABRIRÁ UN CONSULADO EN VIRGINIA

Tiempo Latino de EEUU (www.eltiempolatino.com)
                                                                                                               
El jefe de la misión de la embajada de Bolivia, Alejandro Bilbao La Vieja Ruiz, informó que para facilitar la atención a los bolivianos que viven en el área metropolitana se ha decidido abrir un consulado en Virginia a partir de enero del 2020. El país andino tiene cinco consulados en Estados Unidos.
“En Virginia vive el mayor número de bolivianos y deben venir a Washington DC a realizar todos los trámites, entre ellos los de vivencia (cobro de pensiones en Bolivia), obtención de poderes y pasaportes. Esto implica viajes largos, con dificultad de conseguir aparcamientos para sus autos y perder horas de trabajo, por eso apenas encontremos un inmueble que reúna ciertas condiciones abriremos la atención al público”, dijo el funcionario.
Por ahora se han identificado tres posibles lugares: Annandale, Springfield y Woodbridge donde se instalaría el nuevo consulado. El sitio escogido deberá estar cercano a los medios de transporte público, contar con suficientes aparcamientos para autos y cumplir con los criterios y características que demanda el Departamento de Estado.
Aunque son muy pocos los bolivianos que viven en Washington, a la hora de escoger la dirección del consulado en Virginia sí se tomará en cuenta el factor de la distancia para no afectarlos.
La decisión de abrir un consulado en Virginia se debe a que en ese estado vive la mayoría de bolivianos del área metropolitana. No se tiene una cifra exacta de cuántos ciudadanos de ese país están radicados en esa localidad, pero se estima que son unos 100 mil, según el diplomático.
Gracias a la tecnología digital, la otra buena noticia es en exclusiva “para los abuelitos, como les decimos con cariño a nuestros mayores”, aseveró Bilbao La Vieja Ruiz. Es obligatorio para todos los jubilados bolivianos que no viven en Bolivia reportar que están vivos para que puedan cobrar sus pensiones. Esta formalidad la cumplen quienes viven en el exterior, acercándose a los consulados cada tres meses, pero eso va a cambiar a partir de noviembre.
La innovación consiste en no acudir más a los consulados, sino reportar la prueba de vida a través del teléfono celular. Solo tienen que bajar una aplicación (aún en desarrollo), que estará diseñada para hacer un reconocimiento facial del jubilado y así facilitar el cobro de su retiro, en su país de origen.
Para hacer exitoso este modelo se aspira a contar con la ayuda de los hijos o los nietos de los abuelitos que son más versados en las tecnologías para que les ayuden a bajar la aplicación y después ellos mismo la puedan manejar.
Según una publicación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en 2013 la cobertura previsional de Bolivia abarcaba a un 97% de su población, por encima de países como Argentina, Brasil o Chile, todos con un Producto Interno Bruto (PIB) muy superior. El presidente Evo Morales hace 12 años creó el plan "Renta Dignidad" para aliviar la pobreza extrema de uno de los grupos más indefensos: la tercera edad.
La siguiente primicia también tiene que ver con los cambios tecnológicos. Obtener un récord o certificado de conducta policial desde Bolivia, implicaba un trámite algo engorroso y una larga espera. Eso está por acabarse, pues los consulados a partir de noviembre estarán autorizados para ingresar a los archivos digitales de la policía y obtener este documento, que suele necesitarse para obtener la green card y la ciudadanía americana. En este caso, los bolivianos que requieran este documento sí tendrán que acudir a los consulados, pero será entregado el mismo día.
Bilbao La Vieja Ruiz aprovechó para recordarles que la constitución de 2009 amplió el derecho de ciudadanía, esto quiere decir que ningún boliviano que, por ejemplo, obtenga el pasaporte americano, pierde la nacionalidad boliviana. “Eso ha sido un referente en el derecho constitucional” señaló el funcionario, quien además informó que los trámites de pasaportes están digitalizados, la entrega de los mismos demora de siete a nueve días.
Ninguna de las mejoras alterará los calendarios de los consulados móviles que continuarán llegando a los diferentes condados y ciudades donde están los bolivianos.






ASÍ ES LA CARRETERA MÁS PELIGROSA DEL MUNDO: ESTRECHA, SIN GUARDARRAÍL Y A 3.600 METROS

Circular por una vía de escasos tres metros de ancho, de doble sentido y donde se puede ir por el lado izquierdo de la calzada es posible: Bolivia es la respuesta

El Confidencial de España (www.elconfidencial.com)
                                                                                        
Muchos usuarios saben que el coche se ha convertido en una herramienta imprescindible en su día a día. Bien sea para trabajar, para desplazarse hasta la oficina o para recoger a los niños del colegio, muchos conductores usan el vehículo a diario. Unos disfrutan de la experiencia al volante; otros desean llegar a casa y olvidarse de él... Pero lo que por fortuna no muchos tienen que hacer a diario es circular por la carretera más peligrosa del mundo.
Se trata del Camino de la Muerte, una impresionante carretera que podemos encontrar en Bolivia. Cuenta con 80 kilómetros de vía, situada en plena montaña, y se encarga de unir las poblaciones de La Paz con Los Yungas, una zona montañosa situada al noroeste de la capital. Esta calzada ya tiene el 'honor' de ser considerada como la más peligrosa del mundo y, de hecho, por esa misma razón es una de las más turísticas de todo el planeta.
En sus puntos más anchos, el asfalto alcanza los tres metros de anchura, un espacio realmente pequeño para que circulen dos coches al mismo tiempo en esta carretera de doble sentido. Pero, además, su peligrosidad aumenta al tratarse de una vía utilizada especialmente por camiones de transporte, que encuentran en esta calzada la única manera de llevar productos agrícolas o cítricos que son autóctonos de esta zona montañosa.
Pero el temor a circular por esta vía va más allá: en algunas zonas, la carretera se encuentra a un desnivel de 3.600 metros y, para más inri, lo hace sin la presencia de guardarraíles. El principal problema es que la carretera fue construida en la década de los treinta del pasado siglo, fecha en la que no se tuvo en cuenta la seguridad de los vehículos. Cuando se pensó en instalarlos, se llegó a la conclusión de que era imposible: si se hacía, no habría espacio para que circularan en ambos sentidos.
De hecho, la peligrosidad de esta carretera ha dado lugar a un cambio de legislación histórico. Solo existen escasos lugares del planeta en los que está permitido circular por la izquierda de la calzada, entre los que se encuentran 64 kilómetros de esta carretera. Bolivia permite que se haga para alejarse en la medida de lo posible del peligro, en partes en las que el precipicio queda al lado derecho de los vehículos. Y, por si fuera poco, se trata de un trazado plagado de curvas.
Históricamente, el Camino de la Muerte también ha tenido otro sobrenombre: 'La venganza de los prisioneros paraguayos'. Y es que esta vía fue construida por los combatientes que Bolivia apresó durante la Guerra del Chaco. Estos soldados fueron esclavizados para construir una vía en uno de los lugares más inaccesibles del mundo, donde las nieblas, las lluvias y los desprendimientos de piedra son habituales, dotando a la vía de un aura de peligrosidad sin parangón.
Más de 100 fallecidos al año
Esta situación es la que genera que muchos turistas decidan acudir hasta la zona. Y no solo a través de autobuses que se encargan de recorrer la zona para saciar las ansias de los amantes del peligro, sino que muchos otros lo hacen con su propio turismo o incluso con bicicletas de montaña. Pero no se trata de una broma, pues las estadísticas hablan claro: se producen más de 200 accidentes al año, que acaban con una media de unos 100 fallecidos.
Es más, el peor accidente de circulación de la historia de Bolivia tuvo lugar en esta misma carretera. Ocurrió en el año 1983, cuando un autobús turístico que contaba en su interior con más de 100 personas perdió el control en una de sus curvas, precipitándose hasta el fondo de cañón. A día de hoy, está considerada como la carretera más peligrosa del mundo: el Camino de la Muerte, en Bolivia, pone los pelos de punta solo con ver su complicado trazado.





¿FABADA DE ASTURIAS O DE BOLIVIA? CÓMO DISTINGUIR LAS AUTÉNTICAS FABES DEL PRINCIPADO Y POR QUÉ MERECE LA PENA PAGAR MÁS POR ELLAS

Directo al Paladar de España (www.directoalpaladar.com)
                                                       
La faba de Asturias es un tipo de alubia conocida en toda España, sobre todo gracias al plato insignia del Principado, la fabada, pero son muy pocas las personas que realmente la consumen en casa.
Aunque la faba asturiana es solo una variedad de la especie Phaseolus vulgaris –una leguminosa oriunda de Centroamérica de la que proceden todas las judías–, su cultivo tiene unas particularidades que le confieren una identidad propia. Y es algo que el consejo de la Indicación Geográfica Protegida, que desde hace 23 años vela por la integridad del producto, quiere reivindicar en una nueva campaña que acaba de presentar en Madrid.
Como explica Paula Álvarez, directora técnica de la IGP, la humedad constante del Principado hace que la legumbre no sufra golpes de calor, ni estrés hídrico, y le confiere unas cualidades que, además, se han ido mejorando tras siglos de cría selectiva.
El resultado es un producto que, pese a que puede confundirse visualmente, es radicalmente distinto al resto de judías blancas: la faba asturiana es mantecosa, compacta y su piel nunca se separa.
¿Puede la faba salvar a Asturias?
La faba asturiana da sentido a uno de los platos estrella de la gastronomía española –y a muchos otros, inventados y por inventar–, pero, además, genera riqueza en un territorio que en la actualidad no está pasando por su mejor momento.
Asturias fue uno de los más importante polos industriales de España, pero décadas de reconversiones y pérdida de población, sumadas al impacto especialmente virulento de la crisis de 2008, han llevado al Principado al borde del precipicio.
Quizás la faba no solucionará los problemas de Asturias, pero es un cultivo que está creciendo de forma sostenida, salvando a muchas zonas rurales de la despoblación. Y tiene aún un gran margen de profesionalización.
“En Asturias [la faba] ha sido muy importante en nuestra dieta probablemente desde que se implantó en el siglo XVI y XVII, pues era un producto que escapaba al pago de la rentas, que se pagaban en trigo, por lo que era lo que se consumía en las familias”, apunta Fernando Prendes, director general de Planificación, Infraestructuras Agrarias y Montes del Principado.
Las fabas servían como moneda de trueque entre las familias del rural, pero nunca tuvieron una proyección comercial, que la IGP está ayudando a asentar.
“La mentalidad ha cambiado”, apunta Álvarez. “Los productores rurales no solo quieren tener ganado o pomaradas, si no que empiezan a involucrarse y hacer grandes inversiones en faba. Al final podemos ofrecer un producto muchísimo mejor con unos controles de calidad y trazabilidad mucho más exhaustivos y vamos a conseguir que la cadena no se rompa, que el producto se siga sembrando y se incorporen agricultores jóvenes”.
Por qué las fabes son tan caras
Una de las grandes dificultades que tiene la faba para llegar al gran público (más allá de Asturias) es su elevado precio en comparación con otras legumbres.
Mientras que una alubia blanca convencional tiene un precio que va de los dos a tres euros el kilo, la faba asturiana no suele bajar de los 13 euros el kilo.
Como explica Álvarez, el cultivo de la faba es especialmente costoso: “Es todo artesano. Puedes mecanizar la siembra y el tutorizado, pero la recogida es siempre manual. Las fabas pasan siempre por la mano de alguien. Y eso tiene un coste de producción muy elevado”.
No es la competencia del resto de alubias blancas lo que preocupa a los responsables de la IGP –al fin y al cabo estas son muy fácilmente distinguibles–, sino la que presentan ciertas alubias latinoamericanas, en concreto de Bolivia. Estas alubias son visualmente muy similares a la faba asturiana, pues son de la misma variedad "Granja Asturiana" y, de forma más o menos sibilina, se hacen pasar por genuinamente asturianas, a un precio que no es tan distinto al de la original, pues se suelen vender entre los 6 y los 8 euros el kilo.
“Muchas veces se vende como faba asturiana alubia de importación”, reconoce el presidente de la IGP, Juan José Menéndez. “La gran restauración, muchas veces por objetivos económicos, desconoce totalmente el proceso de una IGP, que lleva todo un trabajo de trazabilidad, de la parcela hasta el lineal”.
Aunque el Principado realiza controles para evitar este tipo de fraudes, es imposible controlar el 100 % de las alubias, y es que hablamos de un producto que tiene un circuito tradicional de distribución a granel.
De las 220 toneladas de auténtica faba asturiana que se comercializan al año solo se certifican 89, el resto circula en el mercado de confianza, entre productores, restauradores y familias. A todos nos gusta la compra a granel, pero es muchísimo más difícil de controlar, e, incluso en Asturias, es fácil que te den gato por liebre. O, en este caso, alubia boliviana por faba asturiana.





EL BREVE TIEMPO DE LA DERECHA
                                                                                                           
"Lo que ha mostrado de esta “nueva derecha” es que el único programa económico que es capaz de manejar es aquel que les impone el Fondo Monetario Internacional (FMI)”.

La República de Perú (www.larepublica.pe)
                                                                                      
Cuando el argentino Mauricio Macri ganó las elecciones en diciembre de 2015, algunos analistas políticos comenzaron a decir que se estaba ante el nacimiento de una nueva derecha en la región. Se dijo que Macri representaba una nueva derecha, más social, más preocupada por los reclamos y necesidades populares; más liberal, respetuoso de las formas democráticas y alejada de los militares.
En agosto de 2016, es derrocada vía un golpe parlamentario la presidenta brasileña Dilma Rousseff. Meses antes, en febrero de ese mismo año, el presidente boliviano Evo Morales pierde por escaso margen el referéndum constitucional con el que buscaba reformar la Constitución para reelegirse una vez más.
En este contexto, algunos llegaron a decir que el ciclo progresista en la región había llegado a su fin y que el futuro político le pertenecía a esa nueva derecha. Los escándalos de corrupción en varios países que comprometían a presidentes y políticos progresistas, la prisión ilegal de Lula y, finalmente, el golpe de timón a la derecha que dio Lenín Moreno en Ecuador hacían más sombrío este panorama político. Bolivia y Uruguay, con sus visibles diferencias, eran los únicos gobiernos democráticos de izquierda en la región, si se tiene en cuenta los cuestionamientos al gobierno de Nicolás Maduro.
Sin embargo, al poco tiempo esta suerte de miniciclo de derecha en la región comenzó a mostrar más de una limitación. El triunfo de Iván Duque en Colombia el 2016 y el de Jair Bolsonaro en Brasil casi dos años después mostraban que la nueva cara de esa derecha no era ni nueva ni liberal, ni social. Su rostro se personificó en una suerte de caricatura política, en Jair Bolsonaro, un militar y presidente más cercano al fascismo que al liberalismo y que representaba el pasado de las dictaduras militares. Por otro lado, Duque se convirtió en poco tiempo en un enemigo de la paz en Colombia. Macri, la estrella de la derecha, comenzaba su caída. Y Lenín Moreno en un remedo de presidente, prisionero de los intereses norteamericanos. El desastre político de esta “nueva derecha” no podía ser más evidente.
A esta rápida decadencia contribuyeron otros dos factores. El primero, fue el abierto y hasta obsceno alineamiento de estos gobiernos (incluyo a PPK y a Vizcarra) con los EEUU. La crisis venezolana y la manera cómo la mayoría de países de la región, en especial los sudamericanos, manejaron esta crisis mostraba de modo transparente que se habían convertido en simples operadores de la diplomacia norteamericana. El llamado Grupo de Lima que fue la expresión diplomática de ello.
El otro factor fue el fracaso, una vez más, del Consenso de Washington. Este breve tiempo lo que ha mostrado de esta “nueva derecha” es que el único programa económico que es capaz de manejar es aquel que les impone el Fondo Monetario Internacional (FMI). La gigantesca crisis en Argentina como también la reciente rebelión popular e indígena en Ecuador contra las medidas fondomonetarista del patético gobierno de Lenín Moreno muestran el rotundo fracaso en el campo económico de esta “nueva derecha” neoliberal.
En este contexto, la epopeya ecuatoriana de estos últimos días bien puede ser expresión de que el ciclo progresista está ahí, que se resiste a morir. Las próximas elecciones este fin de semana en Bolivia, como en Argentina y Uruguay la semana siguiente, bien pueden ser el inicio del fin de este breve “verano” derechista que hemos vivido en la región.

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