¿Cómo encaja
Evo Morales en aquella tesis agorera del “fin del ciclo progresista”?
Definitivamente, no encaja. No hay cómo. Bolivia vuelve a decidir que quiere
más Evo Morales. A falta del 16% de las actas escrutadas, donde hay un fuerte
componente rural, el presidente indígena logra el 45% de los votos, con una
diferencia de 8 puntos respecto a su contendiente, Carlos Mesa (37%); el tercer
lugar se lo queda contra todo pronóstico el pastor evangelista coreano, Chi
Chung, que obtuvo 8% que supuso la novedad con un discurso ultra conservador;
el gran perdedor es Oscar Ortiz, el “Bolsonaro” de Santa Cruz, que solo obtuvo
un 4%.
La sorpresa
de la elección no residió de ninguna manera en la buena votación que logró Evo
Morales luego de 14 años de gestión. El hecho más llamativo estuvo en el voto
útil anti Evo que se consolidó en el arco opositor de tal manera que Mesa, el
segundo en disputa, granjeó buena parte del electorado de Ortiz. Esto ya se
podría observar en la última encuesta Celag: Mesa tenía una imagen positiva muy
baja (33%) y en cambio su techo electoral era del 40%. ¿Cómo se explica esto?
Porque el voto útil anti Evo estaba más latente en esta elección. Es como si
buena parte del espíritu de la segunda vuelta ya hubiera estado presente en
esta primera vuelta. Es decir, el votante anti Evo más radical ya fue a parar
al segundo, y aún así, se quedó a una distancia considerable del líder
indígena.
A partir de
aquí, todavía es difícil adivinar que pasará hacia delante. Evo Morales en su
discurso no ha dado por terminado la contienda electoral porque confía en el
voto del “campo”, y ha manifestado que es posible la victoria en primera.
Matemáticamente es posible. Por su lado, los opositores ya hablan del escenario
de segunda vuelta. Veremos que ocurre en las próximas horas, o quizás días.
Lo que sí es
seguro es que luego de más de una década de gestión, el líder boliviano
continúa siendo quien mejor sintoniza con su pueblo y sus sentidos comunes. La
ciudadanía no vota únicamente por una buena campaña electoral, ni siquiera por
un hecho puntual que se impone en la coyuntura. A la hora de decidir cuál es la
mejor opción para gobernar el país, el “metro cuadrado” es más definitivo que
cualquier tapa de prensa opositora. La gente vota a Evo como presidente porque
tiene más derechos sociales; porque se siente más orgulloso de ser boliviano;
porque el país tiene una gran estabilidad; y, fundamentalmente, porque le va
mejor que antes en lo económico, en lo cotidiano.
Esto no
significa que todo sea óptimo. Es imposible que sea así en una democracia viva
con una sociedad que cada día tiene más aspiraciones. Es “normal” que la
ciudadanía cada vez exija más, y por ello, la votación a favor de Evo es importante
aunque la brecha no sea tan grande respecto al principal bloque opositor. No
obstante, sean 8 puntos, o sean más de 10 (que asegura la victoria en primea
vuelta), la distancia entre el proceso de cambio comandado por Evo y su rival
es amplia, lo que denota es que el pueblo boliviano sigue viendo con buenos
ojos el sí “hay alternativa” no neoliberal, con políticas de redistribución de
riqueza, con crecimiento económico sostenido, con una notable bolivianización
del sistema financiero, y con mayor soberanía sin tener que pedir consejo al
FMI. Página 12 de Argentina
(www.pagina12.com.ar)
¿QUÉ SIGNIFICA LA VICTORIA DEL PDTE. MORALES EN
LA PRIMERA VUELTA DE LOS COMICIOS EN BOLIVIA?
Telesur (www.telesurtv.net/news)
El
presidente Morales ganó las elecciones en las que se presentó (2005, 2009 y
2014) con mayoría absoluta, por lo que tiene la oportunidad de ampliar su
mandato por cinco años.
El Tribunal
Supremo Electoral de Bolivia
(TSE) entregó este domingo un informe preliminar con los resultados de las elecciones presidenciales en las que
el actual mandatario de la nación, Evo
Morales, se alzó con la victoria
con un 45,28 por ciento de las
preferencias.
Con el 84
por ciento de las actas escrutadas, el presidente Morales obtenía la ventaja en
esta primera vuelta, seguido por
el exgobernante Carlos Mesa, de la alianza Comunidad Ciudadana, que sumaba el
38,16 por ciento.
Pese a que
esta tendencia no es definitiva, existe la posibilidad de que exista una
segunda vuelta por primera vez en la historia del país, la que está prevista
para el próximo 15 de diciembre.
Análisis de
la primera vuelta
El
presidente Morales ganó las elecciones en las que se presentó (2005, 2009 y
2014) con mayoría absoluta, obteniendo votaciones que oscilaban entre el 54 y
el 64 por ciento. Sin embargo, estas elecciones representan uno de los comicios
más reñidos que ha enfrentado Morales, quien está próximo a cumplir 15 años en
el poder y aspira a extender su mandato hasta 2025.
En caso de
vencer en una hipotética segunda vuelta (aún se desconoce si habrá una nueva
jornada comicial, al no haber culminado el conteo de votos), Evo ampliaría su
mandato por otros cinco años, para profundizar los cambios sociales y
económicos con la Agenda del Bicentenario.
Este
proyecto consta de 13 pilares referidos a la erradicación de la pobreza,
universalización de los servicios básicos, acceso a la salud y educación
gratuita, telecomunicaciones, seguridad alimentaria y desarrollo del aparato
productivo, entre otros.
Para el
analista, Hugo Moldiz, la reelección le permitiría al actual mandatario tener
mayoría legislativa, lo que le garantizaría consolidar su proyecto.
"Esto
le da posibilidades al mandatario de seguir aprobando leyes en beneficios del
pueblo boliviano", sostuvo Moldiz.
También se
dio la particularidad de que estos comicios alcanzaron una alta participación,
que sobrepasó el 80 por ciento. El crecimiento económico de Bolivia, que según
el Fondo Monetario Internacional (FMI) cerrará el año al 3,9 por ciento, fue
una de las claves de su aceptación al igual que la reducción de la pobreza.
Esto le
permitió al mandatario continuar en la preferencia de votos del votante
boliviano durante esta primera vuelta, ya que cree en la continuidad del
proyecto por los próximos cinco años.
En este
sentido, el analista internacional José Luis Exeni, confió en que "Bolivia
siga manteniendo la estabilidad, no solo política, sino económica".
EVO GANÓ PERO IRÍA A BALLOTTAGE CON MESA
El presidente de Bolivia se imponía con el 45
por ciento de los votos, pero le faltaban puntos para evitar la segunda vuelta.
Carlos Mesa obtenía un 38 por ciento.
Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)
Con
incertidumbre y tensión, el desenlace de las elecciones en Bolivia se
prolongaba hasta casi la medianoche del domingo. El escrutinio se plantó a las
2 horas y 20 minutos de haberse cerrado la votación con el 83,76 de los
sufragios computados. Con ese porcentaje Evo Morales deberá revalidar su
victoria en la primera vuelta en un segundo turno. No sacaba el 10 por ciento
de diferencia sobre Carlos Mesa indispensable para ganar sin el 50 % más uno de
los votos. El presidente les habló a sus partidarios en el Palacio Quemado, la
ex Casa de Gobierno, anunciando su cuarta victoria electoral consecutiva, pero
dejó en suspenso si se podría evitar el ballottage. Carlos Mesa, el candidato
de Comunidad Ciudadana (CC) se había pronunciado antes: “Hemos logrado un
triunfo, estamos en segunda vuelta”. El denominado conteo rápido como lo llaman
acá, hacia presumir que los resultados totales y definitivos se conocerían
relativamente temprano. Pero no pasó. Entre las 20.20 (hora de Bolivia) y el
cierre de esta edición, festejaba el MAS, el partido del gobierno, y también
CC, la segunda fuerza.
La demora en
conocerse el 16,24 por ciento de los votos pendientes, según los medios,
distintos analistas y el propio Tribunal Supremo Electoral (TSE), se debía a
que provienen del campo, donde el MAS ha mantenido una hegemonía histórica. El
voto rural será el que en definitiva decida qué pasará con la continuidad de
Morales en el gobierno.
Al cierre de
esta edición ni siquiera se podían tener datos del TSE. Esa incógnita sobre los
sufragios de las zonas más alejadas de las grandes ciudades se trasladó a las
calles de esta capital, donde tanto masistas como partidarios del ex presidente
Mesa se adjudicaban la victoria. Unos con realismo y cautela. Es que Evo
efectivamente sacaba el 45,28 por ciento de los votos, pero le faltaban los
puntos necesarios para evitar la segunda vuelta; y otros porque cuando se
conoció el 83,76 de los sufragios emitidos, llegaban a la segunda vuelta con el
38,16 para Mesa. La diferencia de 7,12 por ciento entre los dos candidatos,
tomado en cuenta que ninguno superaba el 50 %, marcaba la certeza de un nuevo
turno electoral.
En la
hipótesis de un ballottage, se trataría de una elección muy diferente a esta.
El MAS iría a esa instancia fijada para el 15 de diciembre con su base
electoral intacta, pero competiría contra una oposición que se aglutinaría
detrás de la candidatura de Mesa. Oscar Ortiz, de Bolivia dice NO, anunció su
respaldo al ex presidente. Es previsible que el coreano-boliviano Chi Hyun
Chung llame a votar por Mesa. Entre los apoyos en las urnas que juntaron el
tercero y cuarto de los candidatos suman un 13,18 por ciento, un porcentaje que
puede ser decisivo para dirimir el resultado en el ballottage.
El
presidente les habló a sus partidarios en la ex Casa de Gobierno, acompañado
por su compañero de fórmula, Álvaro García Linera: “Entendemos las
informaciones preliminares y como siempre esperamos el voto del campo”, dijo y
recordó cuando en 2002, en su primera incursión como candidato a presidente,
los votos se demoraron por una nevada. “Vamos a esperar al último escrutinio
del voto nacional para continuar con nuestro proceso de cambio”, agregó.
Mesa, en
cambio, no esperó al cierre del escrutinio y ante su militancia salió a
confirmar que forzaba el ballottage de diciembre: “Es un triunfo incuestionable
que nos permite decir, con absoluta certeza y asusta seguridad, que estamos en
segunda vuelta. Este triunfo se lo debemos a la claridad de pensamiento del
pueblo boliviano. Mi agradecimiento a todas estas personas, millones de
bolivianos que han decidido votar por Comunidad Ciudadana”-
Bolivia
tiene nueve departamentos –el equivalente a nuestras provincias- donde Evo
ganaba en cinco de ellos: La Paz, Cochabamba, Oruro, Potosí y Pando. Mesa
triunfaba en Santa Cruz, Beni, Chuquisaca y Tarija. La votación para el
Congreso le adjudicaba la victoria al MAS en ambas cámaras, aunque con el
detalle clave de que en el Senado, el oficialismo cedía su mayoría (por la
pérdida de siete bancas). Las fuerzas quedaban así: 18 senadores del MAS, 17 de
la CC y uno de Bolivia dice No).
Los
guarismos parciales de la elección dejaron a los dos principales candidatos
despegados por una gran diferencia del resto. El Tribunal Supremo Electoral
(TSE) que había empezado el día destacando que se votó con normalidad en todo
el país, a las seis de la tarde daba los resultados iniciales que llegaban
desde el exterior. La primera mesa que se conoció fue de la Argentina. De la
escuela Nº 16 República de Corea ubicada en Murguiondo 76, del barrio de
Liniers. Ahí Evo sacó una diferencia aplastante sobre su rival: 45 votos a 10.
Los sufragios de los bolivianos en otros países representan el 4,7 % del
electorado. Un porcentaje nada desdeñable para las fuerzas que se presentaron a
las elecciones.
Detrás de
Evo y Mesa en las generales asomó la gran sorpresa de la votación. El coreano
Chi Hyun Chung, un pastor evangélico que ataca al feminismo y la educación de
género y que de la nada saltó al tercer puesto. Un fenómeno parecido ya vivió
Brasil con Jair Bolsonaro y las iglesias apoyándolo. Ortiz quedó cuarto y el
último de los nueve candidatos que superó el uno por ciento de los votos fue
Felix Patzi, del Partido Tercer Sistema. Tanto él como los restantes
desaparecerían del escenario electoral por no llegar al 3 % de los votos. La
ley electoral boliviana prevé que si las fuerzas políticas no obtienen ese piso
perderán su personería jurídica.
LOS RESULTADOS PARCIALES APUNTAN A UNA SEGUNDA
VUELTA EN BOLIVIA
El País de España (www.elpais.com)
El poder de Evo Morales
se tambalea. Los resultados provisionales de las elecciones generales en
Bolivia apuntan, por primera vez, a un desempate. El voto, con casi el 84% de
las actas escrutadas, refleja una caída de los apoyos al primer presidente
indígena del país, que gobierna desde 2006 y se presentó a estos comicios pese
a haber perdido un referéndum sobre reelección indefinida. El candidato del
Movimiento Al Socialismo (MAS) logra, de momento, un 45,7%, insuficiente para
revalidar el cargo, y se enfrentaría al exmandatario Carlos Mesa en la segunda
vuelta, prevista para el 15 de diciembre. El aspirante de la plataforma
Comunidad Ciudadana, el líder más visible de una oposición muy fragmentada,
obtiene, según los datos preliminares, el 37,8% de los votos. El discurso
ultraconservador del pastor presbiteriano Chi Hyung Chung le valió a este
médico de origen coreano un 8,7%, mientras que Óscar Ortiz, con un proyecto
neoliberal, se quedaría en un escueto 4,3%.
Mesa
compareció ante sus seguidores para afirmar que "con absoluta certeza y
absoluta seguridad" se enfrentará a Morales en segunda vuelta. "Por
supuesto nos queda la ruta hacia el triunfo definitivo y nosotros tenemos claro
que tiene que estar construida sobre la base de la unidad. Abrimos el paso a
todos los votantes que han querido escoger otro camino diferente al
nuestro", prosiguió. El mandatario no lo dio por hecho y trató de relativizar
los resultados parciales. "Vamos a esperar hasta el último escrutinio del
voto nacional para seguir y continuar con nuestro proceso de cambio",
enfatizó.
El Tribunal
Supremo Electoral empezó a retransmitir los datos del escrutinio pasadas las
siete de la tarde. Sin embargo, antes de las ocho el conteo se quedó estancado
en el 83,85%. La misión de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que
encabezó la observación internacional de la jornada electora, pidió
explicaciones a las autoridades a través de Twitter. "Fundamental que el
TSE explique por qué se interrumpió la transmisión de resultados preliminares y
que el proceso de publicación de los datos del cómputo se desarrolle de manera
fluida", señaló el organismo.
Los
adversarios de Morales llevan días agitando el fantasma del fraude electoral.
El propio Mesa,
dirigente del Frente Revolucionario de Izquierda, un movimiento que
se ha alejado de sus orígenes ideológicos, lo reiteró a lo largo del día. El
aspirante había asegurado a EL PAÍS en vísperas de los comicios estar preparado
“para todos los escenarios electorales que se pueden producir”. Ahora, si los
resultados se confirman, se verá obligado a tejer alianzas muy extremas. Ortiz
fue el primero en confirmar su apoyo: "Los bolivianos han decidido que
quien enfrente a Evo Morales en segunda vuelta sea Carlos Mesa y nosotros
apoyaremos esa decisión sin reserva ni condiciones". Chi Hyung Chung
también sugirió que respaldará a Mesa. Este político, que gobernó Bolivia entre
2003 y 2005, se enfrentaría al presidente en el primer desempate que se da en
el país desde 2002, aunque entonces fue el voto del Parlamento el que inclinó
la balanza.
Más de siete
millones de bolivianos estaban llamados a las urnas este domingo en unas
elecciones determinantes para examinar el estado de ánimo del país. El
resultado arroja, en cualquier caso, un escenario de profunda división
política. El objetivo
de Morales ya no era superar el 60% de los votos como en 2009 y en
2014, sino evitar una segunda vuelta. Los resultados preliminares reflejan una
pérdida de alrededor del 18%, lo que supone un duro revés para su proyecto.
Al final
pesó ese 15% de indecisos que añadía incertidumbre a las elecciones. El
desapego de una parte de los votantes tradicionales del MAS, el desencanto de
las comunidades indígenas a las que el MAS rescató del olvido y el impulso de
sus adversarios, que en algunos casos ni siquiera le reconocieron como
candidato, se debían en buena medida a las circunstancias mismas de su
postulación. Bolivia se partió en dos el 21 de febrero de 2016. Fue cuando el
mandatario perdió por la mínima una consulta popular sobre reelección
indefinida. No obstante, el Constitucional le reabrió la puerta a repetir y,
sobre esa base, el Tribunal Supremo Electoral habilitó el pasado mes de
diciembre su candidatura para un cuarto mandato consecutivo.
Esa decisión
intensificó la batalla política con la oposición, que lo acusa de haber
emprendido una deriva autocrática. Esa tensión se vio durante la jornada
electoral, especialmente en la ciudad de Santa Cruz,
un bastión opositor. El arresto de un centenar de jóvenes en la sede
de campaña de la plataforma Bolivia Dice No, de Óscar Ortiz, derivó en
altercados. Las autoridades alegaron, según el diario El Deber, que
estaban consumiendo alcohol, prohibido desde el viernes.
Este
periódico ha visitado el colegio Vicente Tejada de El Alto, el municipio de
Bolivia con la mayor concentración de votantes indígenas. En torno a las diez y
media la votación se celebraba de forma casi festiva, entre puestos de comida
que vendían golosinas, lechón o pollo al horno. Incluso allí, en un territorio
donde predomina la fidelidad a Morales, primer presidente indígena del país,
había votantes que optaron por Mesa.
El
crecimiento económico de Bolivia, que según el Fondo Monetario Internacional
(FMI) cerrará el año al 3,9%, fue una de las claves de su aceptación al igual
que la reducción de la pobreza. Con todo, los representantes de la oposición
consideran que el modelo, esencialmente extractivista, ha dejado de ser viable.
El Gobierno no está de acuerdo. Morales prometió centrarse en “terminar las
grandes obras en petroquímica, hierro y litio”, además de “bajar la extrema
pobreza a menos del 5%”. Estos resultados confirman que el MAS debe afrontar
también el debate de una transición interna y de liderazgo. La fórmula de
Morales y de Álvaro García Linera, su vicepresidente desde los inicios, ha
sufrido un desgaste generalizado, también entre los sectores populares.
UNO DE LOS PAÍSES QUE MÁS CRECIÓ EN LA REGIÓN
Evo parece querer perpetuarse en el gobierno,
pese a lo beneficioso que sería para el proceso democrático boliviano una
alternancia con otras fuerzas políticas.
La Voz de Argentina (www.lavoz.com.ar)
Evo Morales
asumió en 2006 cuando toda América latina crecía subida en la ola de los
superprecios. Lula da Silva, Néstor Kirchner y Hugo Chávez gobernaban sus
respectivos países con ingresos generosos que provenían de las exportaciones.
Bolivia
crecía al igual que los demás, pero partiendo de una base muy inferior. Es el
país más pobre de Sudamérica y su ingreso por habitante era de sólo 1.110
dólares, contra 13.840 de Chile o 14.830 de Argentina, según datos del Banco
Mundial para 2006.
América
latina es la región más injusta del mundo en la distribución del ingreso. En
ese aspecto, Bolivia lideraba junto con Brasil los países donde la distancia
entre pobres y ricos era mayor. Eso cambió desde 2006. El coeficiente de Gini
es un indicador de la distribución del ingreso: a mayor valor, peor la distribución,
y viceversa.
El Gini de
Bolivia, cuando arrancó el gobierno de Evo, era un 56,7, mientras el de Brasil
era de 55,6. Más de 12 años después, Brasil sigue con números similares –pasó
de 55,6 a 53,3–, mientras que Bolivia mejoró desde 56,7 a 44.
Para que
sirva como comparación, en nuestra región una de las mejores distribuciones de
ingreso es la de Argentina, que en las últimas mediciones es de 41,2. Chile,
con su fuerte crecimiento económico, pasó de un 48,2 (2006) al actual 46,6.
Avances
¿Qué otras
cosas cambiaron en Bolivia? El ingreso por habitante, medido por el Banco
Mundial, pasó de 1.110 dólares a 3.370 en 2018. Eso significó que el producto
interno bruto subió desde un bajísimo 11.452 millones de dólares hasta 40.288
millones.
La mejora económica
impactó en el nivel y calidad de vida. Subieron las importaciones, cambió el
consumo de alimentos y productos de calidad y aumentó la esperanza de vida más
que cualquier otro país de la región , aunque permanezca inferior. Era de 65
años y pasó a 71.
La pobreza
disminuyó más que nunca en la historia del país. Caminar por Bolivia da una
postal muy diferente de la de décadas anteriores. En mi experiencia en Santa
Cruz de la Sierra, aún se nota un país con una importante diferencia social y
falta de infraestructura básica.
¿Qué
exporta? Uno de cada cuatro dólares que exporta Bolivia es gas. Otro dólar es
entre zinc y oro. Lo demás es soja y plata, aunque sigue subiendo la
participación de productos manufacturados como el aceite de soja u otros
aceites comestibles, aunque el porcentaje total de bienes industriales es de
sólo 5%, según datos de Cepal, contra 20% de Argentina, 14% de Chile o 36% de
Brasil.
Bolivia
copia el modelo chileno y peruano en cuanto a exportación de minerales, de los
que obtiene la mitad de sus divisas, aunque también potenció otros sectores,
como la soja.
La deuda
interna
Acompañé a
dos profesores españoles en su visita a Santa Cruz de la Sierra. Fueron a
conocer la obra de un cura español que trabaja desde hace años en una de las zonas
más pobres de la región.
La profesora
volvió muy conmovida, era su primera visita a Bolivia y no dejaba de repetir
que nunca había visto tanta pobreza, pese a que viajó por todo el mundo. El
profesor, que ya había visitado Bolivia, estaba impresionado por la obra del
cura, y la quería convencer de que todo estaba mejor que en sus anteriores
visitas, que había pobreza, pero que se notaba la mejoría.
Esa puede
ser la visión diferente entre alguien que visitó antes Bolivia y el que va por
primera vez. Bolivia sigue siendo el país más pobre de Sudamérica, pero sus
avances económicos se reflejan en las estadísticas.
La otra gran
deuda es del proceso político. La grieta es tan fuerte como en la mayoría de
los países de la región. Además, Evo parece querer perpetuarse en el gobierno,
pese a lo beneficioso que sería para el proceso democrático boliviano una
alternancia con otras fuerzas políticas. El miedo del oficialismo es que, con
otro partido en el poder, los cambios introducidos sean revertidos y la economía
se debilite. Pero, incluso si eso ocurriera, el mismo proceso democrático
volvería las cosas a su lugar.
BOLIVIA VA A EXPERIMENTAR LA DEMOCRACIA
Haya o no definitivamente segunda vuelta el 15
de diciembre, y gane quien gane las elecciones, ningún partido contará con
mayoría absoluta. Habrá que buscar pactos, negociar y ceder, opina Julio Canto
Ortiz.
DW de Alemania (www.dw.com/es)
Evo Morales
lleva casi década y media gobernando Bolivia casi a su voluntad. Las mayorías
arrasadoras en las presidenciales y en el Poder Legislativo le han permitido
dictar el destino de los bolivianos sin oposición considerable. Pero los
bolivianos empezaron en 2016 a darle la espalda a su presidente. La negativa a
reformar una joven Constitución fue la expresión del miedo a que un líder al
que habían querido se convirtiera en un dictador enamorado de sí mismo y en
busca de la reelección eterna. Decidieron pararle los pies, aunque a él le dio
igual.
Ahora parece
que sigue dándole igual haber perdido un 20% de apoyo popular. Aún es posible
que gane las elecciones y siga siendo presidente, pero parece que las cosas van
a cambiar de alguna forma. Ya no tendrá una corte de aduladores que aprueben en
el Legislativo cualquier cosa que desee el presidente. Se va a encontrar, si
gana, con una dura oposición.
Y ese es el
otro dilema de la democracia boliviana: la oposición. Dispersa y sin un
proyecto claro de país, le ha faltado empuje y programa para convencer aún a
más bolivianos de la necesidad de alternancia y cambio. El único argumento
común era echar a Evo. Echarlo, pero, ¿para qué? Los principales candidatos
opositores coincidieron en campaña en mantener el modelo económico de Evo
Morales, y en sus discursos de campaña era difícil encontrar propuestas para
mejorar el país. Ahora, Carlos Mesa tendrá la tarea de conseguir aunar el voto
opositor en torno a él. Y tendrá que proponer una alternativa clara a Morales.
En lo institucional, pero también en lo político-social.
Gane quien
gane, todos tendrán que negociar con todos y dejar claro cómo entienden la
democracia. Eso, o encontrar un nuevo ardid legal para suspender la actividad
de un Parlamento difícil. Bolivia no es Venezuela, pero la deriva autoritaria
que acusan muchos ciudadanos en Bolivia la hemos visto ya antes, y siempre
empezaba de la misma forma: culto a la figura del líder, identificación de
Estado con partido y búsqueda de la reelección indefinida.
LA OPOSICIÓN SE UNE PARA DERROTAR A EVO MORALES
EN UNA CASI SEGURA SEGUNDA VUELTA
A Evo Morales le faltó el remate. Todo parece
indicar que no pudo ganar en primera vuelta y se le puede complicar el triunfo
para la segunda. Aún lleva la ventaja. Pero quien crece es Carlos Mesa, que
quedó de segundo y alcanzó un 38% de los votos, un porcentaje que no estaba en
los cálculos de ninguna encuestadora. A última hora se conocen las denuncias de
parte de Mesa de la interrupción de los escrutinios por parte del Tribunal
Electoral. El candidato afirma que la segunda vuelta es inevitable.
Al Navío de España (www.alnavio.com)
A Evo
Morales lo afectó el desgaste. Y también la derrota de 2016. La derrota en el
referendo que le impedía ser candidato presidencial para un cuarto periodo. Los
analistas del entorno de Evo Morales veían cuesta arriba el 50% en la primera
vuelta y sacarle 10 puntos de ventaja a Carlos Mesa. Era Evo Morales más bien
el que señalaba que las encuestas en las elecciones anteriores tampoco lo
favorecieron pero que siempre terminaba ganando con amplia ventaja. Esta vez le
falló el olfato. El Presidente se vendía como el candidato de la estabilidad.
Lo seguirá haciendo, porque todo parece indicar que habrá una segunda vuelta.
Lo decíamos
este martes 15: “Evo Morales tiene la ventaja. Todas las encuestas lo dicen.
Pero falta el remate. En el comando de campaña del mandatario no están seguros
de alcanzar el 40% de los votos este domingo y al mismo tiempo sacarle 10
puntos de ventaja al expresidente Carlos Mesa para así evitar la riesgosa
segunda vuelta”.
Sacó el 45%,
según los datos oficiales conocidos hasta esta hora. Le faltó la ventaja de 10
puntos puesto que Carlos Mesa obtuvo 38%. Una ventaja de 7% para el mandatario.
Evo Morales ha puesto el resultado como un triunfo y espera sumar más en las
próximas horas de las áreas rurales.
La verdad es
que el escenario se convierte en inédito. Era lo que temía el expresidente de
Ecuador, Rafael Correa. Que si Evo Morales iba a una segunda vuelta, la
situación se le complicaba. Ya nuestro
analista, Rogelio Núñez lo anticipaba: Evo Morales se enfrenta a las
elecciones más reñidas de los últimos años. Ahora está por confirmarse la
tendencia. Puesto que la transmisión de resultados fue interrumpida y Mesa ha
hecho la denuncia. Y señala que la segunda vuelta es irreversible y que ahora
se encuentra a 5% de Evo Morales, según revelan los conteos rápidos de firmas
especializadas.
Ninguna
encuestadora se acercó al resultado aunque la mayoría auguraba la segunda
vuelta. Algunas pronosticaban un 40% para Evo Morales sacándole 18 puntos a
Carlos Mesa, lo cual le evitaba la segunda vuelta. Otras no le daban a Morales
el 40% pero a Mesa ni siquiera el 30%. Queda, sin embargo, un pronóstico en el
escenario: El del diario Página 7: Que de irse a una segunda vuelta, el
expresidente le ganará al Presidente. Pero esta encuesta arrojaba un 33% para
Evo Morales y para Carlos Mesa un 26%. Los porcentajes quedaron muy por debajo.
Sin embargo, la ventaja de siete puntos se mantuvo.
Porque se
supone que es Carlos Mesa el que tiene mayor margen para crecer. Ha convocado a
la unidad de toda la oposición. Y la respuesta no se ha hecho esperar. Óscar
Ortiz, que llegó cuarto con 4,32%, anunció el respaldo al expresidente Carlos
Mesa. Un respaldo sin condiciones. “La decisión que ha tomado el pueblo
boliviano es que quien enfrente en una segunda vuelta a Evo Morales sea el
señor Carlos Mesa, nosotros respetamos esa decisión y lo haremos sin ninguna
condición”.
Los puntos
de Ortiz no son suficientes para asegurar el triunfo de Mesa. Porque la
sorpresa la dio el candidato Chi Hyun Chung, que llegó de tercero, y en las
encuestas siempre figuró por debajo de Ortiz. Chi obtuvo el 8%. Era el
candidato del Partido Demócrata Cristiano. Ya Chi se inclinó por apoyar a Mesa.
Lo declaró al diario El Deber. “Señor Carlos Mesa, estoy abierto al diálogo
para que entremos a la conversación, existen cosas que venimos observando, que
usted tiene que pensar. Debe bajar sus banderas, entre ellas, la bandera de la
ideología de género. Señor Evo, por favor, el pueblo le dijo que usted ya no es
el candidato preferido del país, el porcentaje que ha sacado ya es un gran
fracaso, debe bajar el telón del socialismo del siglo XXI”.
Si en
política uno más uno fuera dos, con estos apoyos, Mesa pasa a ganar con más de
50%. Pero en política lo predecible es lo impredecible. Por los momentos, la
oposición sueña con el triunfo de Mesa y este dice que ya está en la segunda
vuelta.
Anoche
todavía Evo Morales esperaba resultados de las zonas rurales. Pero la tendencia
marca que se iría a una segunda vuelta, y así lo destacan los voceros del
partido del Presidente, el MAS, que señalan no temer a la nueva medición. Ahora
Evo Morales tiene enfrente un país unido, y con un resultado electoral que lo
coloca en una posición incómoda. La oposición ya ganó el referendo por el No a
la reelección. Y la suma de los candidatos opositores confirma lo que pasó en
febrero de 2016.
EVO MORALES: FUTUROLOGÍA, VOTO RURAL Y EL
ESPERADO “DÍA DE LOS MUERTOS”
El presidente boliviano habló junto a su equipo
en el Palacio Quemado para proclamarse triunfador. Lo hizo pese a que faltan
computarse más de un 15 por ciento de los votos. El Tribunal Supremo Electoral
interrumpió la transmisión de datos.
Infobae de Argentina (www.infobae.com)
Evo Morales
actúa como un vidente. A tal extremo que parece haber visitado un oráculo y
observado el futuro. Pronosticó -desde la sede gubernamental- que ganaría con un “60 ó un 50”
por ciento de los votos. Lo anunció pese a que apenas superaba en siete puntos (45% a 38%) a su adversario político más
próximo en el escrutinio, Carlos Mesa y que quedaban 16 por
contabilizar. Fue luego de que éste asegurara que habría segunda vuelta en
Bolivia. Para el eterno Evo, eso es apenas una ilusión de su contrincante. Una
quimera.
Morales
-quien se presentó por tercera vez a una reelección presidencial pese a que la
constitución y un referéndum se lo prohibieron- tranquilizó a su Movimiento al
Socialismo (MAS) al avisar que sus rivales no debían contar más votos y que
menos tenían que encandilarse con las luces de una posible contienda definitoria
para el próximo 15 de diciembre. Para el líder popular nada de eso ocurrirá. Lo
manifestó convencido. Como si los votos faltantes ya hubieran sido inscriptos.
También informó que el parlamento continuará bajo su mando. Dio una razón para
semejantes presentimientos: señaló que todo se definirá gracias a los “votos
del campo”.
Esos
sufragios serán los que más tarden en contarse. Los más remolones en llegar al
Órgano Electoral Plurinacional (OEP) de Bolivia. Pueden pasar varias,
demasiadas horas para que el recuento sea absoluto. Quizás algunos días, por
qué no. Mientras tanto, Mesa y los demás opositores podrían gastar sus
gargantas reclamando un escrutinio definitivo, claro y transparente. El Palacio
Quemado dirá en cambio que se repitió la alianza “del campo y la ciudad” y que
todo es cristalino. Evo eterno, nuevamente.
Para mejor,
Bolivia se prepara para jornadas de juerga. En 10 días se espera el “Día de los
Muertos”. Es una celebración que en el calendario dura 24 horas, pero que en
las calles se extiende por cinco días. Incluso más. Para la mayoría de la
población es una de las fechas más importantes y de mayor festividad del año.
Quizás la más esperada. Es momento en que la tradición de los pueblos
originarios se entremezcla con la evangelización hispánica. Sagrado. ¿Quién
podría interrumpir el jolgorio en las calles con cuestiones políticas? Morales
lo sabe. Por ese motivo es que cambió la fecha electoral para combinarla con la
conmemoración de los difuntos y unirla en la confusión generalizada.
¿Despertarán
las almas para contradecir esta idea en comunión con el almanaque que diseñó el
MAS? ¿Cómo reaccionará la maquinaria represiva de La Paz cuando miles de
personas quieran hacerse escuchar ante las sospechas de manipulación de datos?
Son dudas que se plantean por estas horas en los centros de decisión de la
política boliviana. Mesa deberá elaborar bien su estrategia para cuando deba
plantear firmemente lo ocurrido.
Deberá
sostenerse en datos propios fieles, en la de sus circunstanciales aliados que ya
le tendieron una mano para esa posible segunda vuelta y en los números que
pueda aportar la única empresa que participó de encuestas de boca de urna
habilitada por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) para estos comicios:
Víaciencia. La compañía colombiana arrojó un 43.9 a Morales, un 39.4 al líder
Comunidad Ciudadana y 8.7 a Chi Hyun Chung. Balotaje. Por las dudas, seguidores
del principal rival hacían vigilia frente al organismo oficial.
“El TSE una
vez más incumple sus compromisos. Se ha suspendido la información de los TREP
(Transmisión de Resultados Electorales Preliminares). ¡Exigimos que el recuento
se reanude! Lo que está sucediendo es muy grave. ¡La segunda vuelta que todos
los datos independientes confirman, no puede cuestionarse y menos burlarse!”,
advirtió Mesa. en un mensaje transmitido a través de su cuenta de Twitter.
Por su
parte, la Organización de Estados Americanos (OEA), también encendió alarmas e
indicó que era “fundamental que el TSE explique por qué se interrumpió la
transmisión de resultados preliminares” y reclamó que “el proceso de
publicación de los datos del cómputo se desarrolle de manera fluida”. El
Palacio Quemado no pensaba contestar hacia el cierre de esta publicación.
Evo por
siempre
Evo Morales
se plantó sobre el poder boliviano el 22 de enero de 2006 y desde entonces se
juramentó no apartarse de él. Para eso tejió el manual del populismo: modificó
la constitución (en 2009) y moldeó un órgano superior de justicia
exclusivamente amigable hacia él y sus intereses de perpetuidad.
Pero
previendo que su estadía en el Palacio Quemado podría llegar más pronto que
tarde a su fin, nuevamente le pidió a su receptiva asamblea que reforme el
artículo 168 de la carta magna boliviana para que le permitiera nuevas eras al
comando oficial. “El período de mandato de la Presidenta o del Presidente y de
la Vicepresidenta o del Vicepresidente del Estado es de cinco años, y pueden
ser reelectas o reelectos por una sola vez de manera continua”, dice el texto
de hace una década que Evo atropelló.
No conforme
con eso, quiso que se le autorizaran dos mandatos más a aquel que ejerciera la
máxima magistratura nacional. Casualidades de la prestidigitación: el bendecido
sería -créase o no- él. Consiguió la modificación legislativa la cual debió
someterse a referéndum que se celebró el 21 de febrero de 2016. Por primera
vez, el pueblo boliviano le daría la espalda. Nadie en Bolivia quería a un Evo
perpetuado. Aún hoy, pese a la futurología del campeón de La Paz.
Pero la
siempre oportuna justicia de amistades bendecidas le sonreiría nuevamente. El 5
de diciembre pasado, el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia (TSE)
reinterpretó la Constitución Política del Estado en su masajeado artículo 168
-violentando la voluntad popular- y le dio vía libre a Morales para presentarse
a otra pulseada electoral, celebrada este domingo 20 de octubre. En la
resolución, a los jueces sólo faltó desearle “suerte” al presidente. “No
quiero, pero no puedo decepcionar a mi pueblo”, dijo Evo al ser autorizado
jurídicamente a una tercera reelección.
Hoy siguió
igual de seguro en su mensaje al pueblo. Le avisó el amplio margen por el cual
ganaría pese a las contradicciones que le planteaba la aritmética. “60... 50
por ciento”, dijo sin sonrojarse, seguro de los números que lo volverían a coronar.
UN DESGASTADO EVO MORALES IRÁ A LA SEGUNDA
VUELTA ELECTORAL CONTRA CARLOS MESA POR PRIMERA VEZ EN 17 AÑOS
Economía de México (www.economiahoy.mx)
El
presidente boliviano, Evo Morales, y el líder opositor, Carlos Mesa, se medirán
en una segunda vuelta electoral, a celebrarse probablemente en diciembre, según
los datos preliminares ofrecidos este domingo por el poder electoral del país
sudamericano.
Morales, que
opta a un cuarto mandato, recibió el 45.28% de los votos y su rival un 38.16%
de los sufragios, con un 83.76% de los votos escrutados, según los datos hechos
públicos por las autoridades.
De
confirmarse los resultados, sería la primera vez, desde 2002, en que Morales se
mediría a un rival en segunda vuelta. En la anterior ocasión perdió ante
Gonzalo Sánchez de Lozada (2002-2003), pero después ganó tres presidenciales
consecutivas con holgadas mayorías en primera vuelta.
"Esta
es una elección en la que se juega la democracia del país", ha dicho, tras
la publicación de los resultados, Mesa, quien precisamente era la fórmula
presidencial de Sánchez de Lozada, y se convirtió en presidente tras su
dimisión, estando en el cargo hasta 2005, cuando él también renunció, ante la
convocatoria de grandes protestas por la nacionalización de los hidrocarburos,
lideradas por Morales.
"Para
el conjunto del pueblo, nuestro más profundo agradecimiento. Primero, por su
voluntad cívica, su compromiso patriótico, y su decisión de expresar su
voluntad de transformar este país", ha añadido el candidato.
"¡La derecha,
no pasará!"
En la sede
del Gobierno boliviano, el Palacio Quemado, situado en el Centro de La Paz,
decenas de seguidores de Morales han esperado con gran expectación al
presidente.
Los soldados
que protegían la puerta han abierto el paso, animando a la multitud a entrar
para escuchar el discurso del presidente, que generalmente se hacía desde el
balcón del edificio hacia la plaza contigua. "¡La derecha, no
pasará!", han gritado sus seguidores en el salón central del recinto,
mientras Morales hacía su ingreso al lugar.
"Ganamos
una vez más, una cuarta elección consecutiva en Bolivia. Es inédito", ha
dicho el presidente, subrayando la necesidad de aguardar a que los resultados
sean totales y confirmados. "Confiamos en el voto del campo", ha
destacado Morales. "Vamos a esperar hasta el último escrutinio del voto
nacional para seguir y continuar con nuestro proceso de cambio. Las áreas
rurales van a seguir garantizando este proceso", ha asegurado Morales,
destacando haber conseguido la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados y la
mayoría en el Senado.
"Nueva
generación de políticos"
"¡Un,
dos, tres, Evo otra vez!", ha gritado la sala, donde se han visto banderas
de los movimientos afines al oficialismo, mientras Morales se retiraba.
"Son 13 años de Gobierno, con aciertos y errores, y la gente también se
casa un poco, pero esta elección nos está planteando que, para la siguiente,
tiene que haber una nueva generación de políticos en Bolivia", ha
analizado Walter Morales, experto en marketing y presente en la manifestación
de apoyo al líder boliviano.
Cree que el
pueblo boliviano no debe apoyar a Mesa. "Va a volver la derecha. La
derecha es el Fondo Monetario Internacional. La derecha es el ajuste. La
derecha es el gasolinazo. El tarifazo. Y generalmente ganan los que más tienen,
que son los banqueros", ha añadido el publicista.
"La
oposición, como siempre, financiada por el imperio yanqui, ha empezado a
difamar al presidente por las redes sociales, y nosotros lo hemos tenido que
contrarrestar todo y subir su imagen", ha comentado, en la continuación de
la manifestación de apoyo a Morales, fuera del palacio de Gobierno, la jubilada
Selvi Álvarez, mientras la multitud gritaba "¡Evo no está solo,
carajo!"
"Hay
una segunda vuelta en la que vamos a ganar", ha dicho, por su parte,
Vladimir Ochoa, e la organización Senda Nacional Popular, próxima a Morales.
"Tenemos un programa sólido, y una visión de Estado, a diferencia de un
discurso meramente abstracto de la oposición. Carlos Mesa es una versión
trasnochada de la política", ha añadido.
El
expresidente, que ha denunciado intentos de fraude por un retraso en el conteo
de votos por parte del poder electoral, confía en poder ganar a Morales la
segunda vuelta recogiendo los apoyos de los opositores eliminados de la contienda.
EL FIN DE LA BONANZA HACE
TEMER EN BOLIVIA UNA ETAPA DE AJUSTE
La declinación de los precios internacionales de las
materias primas y la perspectiva de que el gobierno deba aplicar medidas
correctivas, sobre todo sin mayoría absoluta en el Congreso, abre el temor de
que se desencadene una crisis económica.
El Ambito de
Argentina (www.ambito.com)
Luego de 13 años de bonanza, la perspectiva
de que el próximo gobierno de Bolivia
deba aplicar medidas correctivas para una época de franca declinación de los
precios internacionales de las materias primas, sobre todo si no tiene mayoría
absoluta en el parlamento, abre el temor a que se desencadene una crisis
económica.
“Sea quien
sea, el ganador no tendrá mayoría, habrá un Congreso dividido y la
gobernabilidad será más complicada”, vaticinó Ibo
Blazicevic, presidente de la Cámara Nacional de Industrias.
“Además hay un contexto internacional de declive
en el crecimiento mundial”, remató.
Michael Shifter, presidente
del centro de análisis Diálogo Interamericano, en Washington, señaló que “con la caída de los precios de las materias primas, el
Gobierno de Morales se ha visto obligado a pedir más préstamos y reducir las
reservas para tratar de mantener los buenos tiempos”.
Según el
ministro de Economía, Luis Arce, desde
que asumió el mandatario izquierdista, “el ingreso de los bolivianos
(PBI per capita) se cuadruplicó” y el FMI pronostica un crecimiento de 3,9%
este año.
Cuando llegó
al poder, en 2006, Morales encaró un proceso constante de nacionalizaciones,
que inició con la expropiación de los hidrocarburos, en manos desde mediados de
los 90 de una docena de compañías extranjeras, como la española Repsol, la
brasileña Petrobras o la francesa Total. Las nuevas reglas de juego, que le
dieron a Bolivia el control del negocio petrolero, permitieron, por ejemplo, la
creación de subsidios sociales. “A nivel regional, Bolivia dejó
de ser el país más pobre y la pobreza pasó de 38,7% en 2005 a 17,1% en 2017”,
según un reciente informe oficial.
Sin emargo, la oposición le endilga a Morales un mal manejo de la economía
a la vista del agudo endeudamiento: en 2006 la deuda externa bordeaba los 5.000
millones de dolares y a julio de este año alcanzaba a 10.605 millones.
“Hemos
duplicado la deuda externa. Sí y lo decimos con claridad y sin sonrojarnos.
Pero lo que no dice la oposición es que el ingreso de los bolivianos se
cuadruplicó”, arguyó Arce.
Dijo que la
deuda boliviana, que representa 23% del PBI, es sostenible y que el país tiene
todavía un margen para seguir contrayendo préstamos externos.
Usados para
atenuar la ralentización de la economía, las reservas internacionales netas y
otros activos bajaron de una cifra histórica de 14.000 millones de dólares a 8.316
millones a junio de este año.
Además, excepto Venezuela, Bolivia acumuló en 2018 el déficit fiscal más alto de
la región: 3.200 millones de dólares, su mayor cifra en tres
décadas, según la fundación Milenio.
A la luz de
esos datos, “el modelo económico boliviano
tuvo éxito durante algunos años, pero ya no es sostenible”, dijo Shifter.
Con tareas
pendientes como ajustar el precio de la nafta subvencionada o “sincerar” el
tipo de cambio, Blazicevic
recomienda “tener mucho cuidado”, vistos los disturbios causados en Ecuador
tras el aumento de los combustibles.
“El próximo Gobierno tiene la tarea
pendiente, y debe ser muy cauto por lo que estamos viendo y los efectos que
vive hoy Ecuador con los ajustes a los carburantes. Lo que menos queremos es
generar un clima de violencia, y el nuevo Gobierno debe ser muy hábil”, agregó.
Otro
analista, Gaspard Estrada,
especialista de América Latina de Sciences Po, París, dijo que aunque Bolivia “ha sido transformada por Evo”,
el país “depende demasiado de las exportaciones y no está integrado en la
cadena de valor internacional”.
En pleno
ocaso de los altos precios de los hidrocarburos, Bolivia se prepara para dar el
salto a la producción industrial de litio, mineral clave en la industria
electromotriz que lidera China, país con el que tiene firmado un convenio.
Bolivia
logró certificar sus reservas de litio de 21 millones de toneladas en febrero
pasado, principalmente en el Salar andino de Uyuni -la mayor pastilla salina
del mundo-, Coipasa y Pastos Grandes, según datos oficiales.
EL CHAVISMO YA SUEÑA CON UNA NUEVA BRISA
BOLIVARIANA
La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
El chavismo
vive con entusiasmo los soplidos de la "brisa bolivariana", término
acuñado en Caracas para definir la ola de protestas desatada en la región y el
ventajoso rally electoral de octubre. La revolución calcula que con la suma de
ambos datos pueden frenar el giro a la derecha emprendido en 2015 y desactivar
así la fuerte presión diplomática impuesta por el Grupo de Lima en la región.
"Está
soplando desde el Río Grande a la Patagonia. Los pueblos bolivarianos le dicen
al imperialismo que son libres e independientes", clamó Diosdado Cabello,
presidente de la Asamblea Constituyente y número 2 del régimen, recién llegado
a Venezuela después de semanas de gira por Corea del Norte y China.
El primer
combate por dilucidar es el boliviano, en el que los estrategas chavistas no
tienen ninguna duda: volverá a ganar el hermano Evo. Desde que en 2005 se lanzó
a las carreteras y los caminos de su país al frente de los indígenas cocaleros
y en contra de la ley de hidrocarburos, propuesta precisamente por el entonces
presidente Carlos Mesa, Evo ha contado con la ayuda directa de Hugo Chávez y
después de Nicolás Maduro. Un apoyo trascendental durante la convulsa primera
gestión del líder del Movimiento Al Socialismo (MAS). Viajes constantes a
Caracas, estrategias comunes, defensa irrestricta y hasta embajadores
convertidos en empresarios claves: la revolución indígena se sumó a la
bolivariana como si formara parte de ella.
En el sprint
final, Evo también contó con el apoyo de Caracas, incluso con aliados comunes
empujados desde el chavismo. Por La Paz pasaron el exjefe de gobierno español,
José Luis Rodríguez Zapatero, y el "superjuez" Baltasar Garzón.
Poco importa
que el chavismo sobreviva en una Venezuela en plena autodestrucción a costa de
su pueblo, que no detiene su gran diáspora. La doble paradoja es, primero, que
la peor economía del planeta lance constantes diatribas para protestar contra
medidas económicas en países con cuentas que están mucho mejor y, segundo, que
proteste por la acción policial cuando en su tierra reprime de forma salvaje,
con ejecuciones extrasumariales, torturas y prisioneros políticos, tal y como
denunció el informe de Michelle Bachelet, alta comisionada de las Naciones
Unidas para los Derechos Humanos.
Ajeno a los
terremotos económicos, Maduro pugna ahora por alcanzar en la subregión un
equilibrio entre bloques de derecha e izquierda: la Argentina, Bolivia,
Uruguay, Ecuador y la propia Venezuela, por un lado, y Chile, Perú, Colombia,
Brasil y Paraguay, por el otro. Bloques con muchos matices ideológicos, pero
unidos por su posición ante la tragedia venezolana. El Grupo de Lima,
conformado por los enemigos del "hijo de Chávez", perdería mucha de
su contundencia con el empate a cinco que calcula Caracas.
La cuenta
regresiva comenzó en Quito, donde el gobierno de Maduro dio la batalla codo a
codo con el "correísmo". Una batalla que no da por perdida pese al
acuerdo entre el "traidor" y debilitado Lenín Moreno y los indígenas.
No es casual que desde Venezuela provengan el 74% de los usuarios digitales en
favor del expresidente ecuatoriano Rafael Correa, aliado irrestricto y asesor
de cabecera de Maduro, como reconoció hace dos semanas.
El alto
mando revolucionario considera que la Argentina está ganada y que en Uruguay
habrá lucha hasta el final. Para sorpresa del continente, Montevideo mantiene
su apoyo a Caracas, basado en una extraña equidistancia.
Tres
procesos electorales que son fundamentales para redefinir cómo será el mapa
geoestratégico en una región crispada socialmente y que muestra su malestar
creciente ante la política. "Al poder se llega por derecha o por
izquierda, pero solo se gobierna por la izquierda cuando hay plata. En
condiciones internacionales desventajosas, o se es moderado o se termina como
la República Zimbabwana de Venezuela", sentencia el politólogo Andrés
Malamud.
La guinda la
puso Chile. Hace solo 10 días, los presidentes Sebastián Piñera y Martín
Vizcarra (Perú) reconocían al unísono que "el cuadro de América Latina hoy
día es muy difícil" por culpa de la incertidumbre, polarización, debilidad
institucional, corrupción y economías a la baja. Lo que no esperaba Piñera era
que el polvorín le estallase en casa.
"Toda
mi solidaridad con el noble pueblo chileno, quienes se encuentran en
resistencia contra las criminales políticas neoliberales implementadas por el
capitalismo. Abogo por el cese de la violencia y la brutal represión que
vulnera los derechos humanos", detalló Maduro en sus redes sociales,
incluyendo además una imagen de Salvador Allende. Bachelet, la gran enemiga de
la izquierda, también tuvo lo suyo: "Silencio ensordecedor",
"desnaturaliza el espíritu de los derechos humanos" y "ofende la
dignidad de América Latina", acusó la vicepresidenta Delcy Rodríguez.
Pequeñas
venganzas que hasta ayer parecían imposibles, antes de que volviera a soplar la
brisa bolivariana.
EL ASCENSO DE LOS 'CHOLOS' Y LAS 'CHOLAS' EN
BOLIVIA
La palabra, de origen despectivo para referirse
a los indios, encuentra un nuevo significado en la era Morales.
El Periódico de España (www.elperiodico.com)
'Cholo' era el histórico modo
despectivo de nombrar a las poblaciones originarias en la región andina.
El Inca Garcilaso de la Vega ya
da cuenta de ella en los 'Comentarios Reales de los Incas', obra publicada en
1609. "Evo chola de (Hugo) Chávez",
le decían en Santa Cruz a Morales en
los días de disputas regionales entre el oriente y el occidente bolivianos. A
medida que el Movimiento al Socialismo (MAS) se consolidó, la disputa política
empezó a darse también en el lenguaje. Una ley contra el racismo tuvo el efecto
de atenuar su uso desdeñoso en el espacio público.
En los
últimos años, en cambio, se ha llevado a cabo una apropiación orgullosa de la
palabra. Al compás del crecimiento económico han surgido los 'cholets', vocablo que mezcla 'cholo' y 'chalet' y que hace
referencia a un estilo arquitectónico. Se trata de edificios de hasta
siete pisos que llaman la atención por su policromía fluorescente y su
plasticidad. Los 'cholets', que tienen por lo general pistas de baile, locales
comerciales y hasta escuelas de moda
'chola', florecen como símbolos
del éxito de la nueva burguesía aymará en El Alto, la ciudadela que
rodea La Paz a 4.000 metros sobre el nivel del mar. Los diseños del
arquitecto Freddy Mamani han concitado el interés internacional.
El
'cholet' no es en la Bolivia actual
el único modo de ascenso. La activista cholita María Isabel Córdova recuerda que hace una década "era casi imposible que una 'chola' fuera
abogada o periodista, o que presentara un programa en la televisión
nacional". Un grupo de 'cholas' ha adquirido fama por
convertir en realidad su amor a las alturas. Ellas han subido a los picos más altos del país e
incluso llegaron a la cumbre del Aconcagua (6.962
metros) en Argentina. "Se han
apoderado de las montañas", dijo el diario paceño 'La Razón' a
propósito de 'Cholitas escaladoras', el documental de Arena Comunicación
que se presentará en diciembre en España y reúne los testimonios de Dora
Magueño Machaca, Analía González Magüeño, Cecilia Llusco Alaña y Elena Quispe
Tincutas. "Al principio decían, ¡¡Pero cómo va a escalar una 'chola'
una montaña!! Bueno, ¡¡estaban equivocados!!", dice una de ellas.
No todo es
cuestión de alpinismo. Bolivia es actualmente el tercer país del mundo con más mujeres en el Congreso, muchas
de ellas en reprentación de las comunidades originarias. Adriana Salvatierra es la
presidenta del Senado más joven de la historia y líder del movimiento feminista
que se ha fortalecido en un país que redujo la pobreza del 60% al 35%. En la
Bolivia que todavía tiene la segunda
tasa de femicidios de la región (2,16 cada 100.000 mujeres), las
'cholas', mestizas y aquellas que reivindican en oriente su "pura"
ascendencia europea o descreen de los linajes, habrán sido decisivas con su
voto en las presidenciales del domingo que tienen a
Morales como favorito. Pase lo que pase, algo ha cambiado en gran parte
de ellas para siempre.
LA CAPITAL MÁS ALTA, LA COCA “MILAGROSA” Y EL
FIN DEL CHE: CINCO COSAS SOBRE BOLIVIA
Este país tiene la capital más alta del mundo,
las tierras en las que ejecutaron al guerrillero Ernesto Che Guevara y la hoja
de coca, un antídoto popular que se ofrece en múltiples versiones.
Gestión de Perú (www.gestion.pe)
Bolivia,
donde hoy el presidente izquierdista Evo Morales pelea por un cuarto mandato,
tiene la capital más alta del mundo, las tierras en las que ejecutaron al guerrillero
Ernesto Che Guevara y la hoja de coca, un antídoto popular que se ofrece en
múltiples versiones.
-La Paz, la
más alta-
La Paz, sede
de los poderes Ejecutivo y Legislativo, está ubicada a 3.657 metros sobre el
nivel del mar.
Su
aeropuerto está en El Alto, una ciudad aledaña a 4,000 metros donde las tiendas
de “souvenirs” venden bebidas de coca y tubos de oxígeno para aliviar la
sensación de ahogo de los foráneos.
La capital
oficial es Sucre, a unos 700 kilómetros al sureste de La Paz. El “mal de
altura” o “sorojchi” que suele afectar a los turistas en La Paz, con dolor de
cabeza, insomnio o mareos, ocurre “fundamentalmente por una disminución de la
presión de oxígeno en el aire ambiente (y) una menor densidad del aire”, dice
la investigadora Mercedes Villena Cabrera, del Instituto Boliviano de Biología
de Altura.
En la zona
metropolitana viven casi dos millones de personas que son reflejo de las 36
nacionalidades -cada una con idioma propio- que integran Bolivia, donde los
indígenas representan 62% de los 11.3 millones de habitantes.
Las
comunidades más grandes son la quechua y la aymara.
-El final
del Che-
El 9 de
octubre de 1967 es ejecutado por el Ejército boliviano el guerrillero
argentino-cubano Ernesto Che Guevara, tras un enfrentamiento armado que marcó
el fracaso de su lucha por instalar un nuevo “Vietnam”.
En su
columna armada habían unas 50 personas, entre ellos cubanos y bolivianos. En
sus filas se encontraba el filósofo y escritor francés Regis Debray, detenido
en las selvas bolivianas el 20 de abril de 1967 y sentenciado por una corte
militar a 30 años de prisión, pero amnistiado en 1970.
El cuerpo
del Che fue hallado en una fosa común en el poblado de Vallegrande en junio de
1997 y llevado a Cuba.
-La hoja de
coca-
Bolivia es
el tercer productor de coca en el mundo, después de Colombia y Perú. La
milenaria planta es materia prima para la fabricación de cocaína, pero desde
tiempos precoloniales es utilizada por los indígenas para el mascado, la
infusión y rituales religiosos.
En el país
existen 23,100 hectáreas de cultivos de coca, según datos de las Naciones
Unidas. En Bolivia esta planta se usa en bebidas gaseosas, dulces, licor y
cerveza, e incluso en el champú, y las hojas se venden en bolsitas para
preparar infusión, como la que le ofrecieron al papa Francisco al llegar a La
Paz en 2015.
También hay
harina de coca, con la que prepararon una torta en 2014 al entonces secretario
general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, que cumplió 70 años en una visita al
país. A la infusión también le atribuyen beneficios digestivos.
-Salar de
Uyuni, maravilla natural-
En el
departamento andino de Potosí, en el suroeste, se encuentra el Salar de Uyuni,
la pastilla salina más grande del mundo, con una extensión de 10,582 cuadrados,
a 3,663 metros sobre el nivel del mar.
Es la
principal zona turística del país y uno de los más importantes yacimientos de
litio en el mundo. Bolivia logró certificar sus reservas de litio de 21
millones de toneladas en febrero pasado y busca fabricar baterías de litio en
asociación con empresas de Alemania y China.
-El trauma
de vivir sin mar-
En 1879
Bolivia fue a la guerra, en alianza con Perú, para enfrentar a Chile. Perdió
120,000 metros cuadrados y 400 kilómetros de costa sobre el océano Pacífico.
Los bolivianos cedieron territorios por la vía armada o diplomática a todos sus
vecinos, pero la pérdida de su única salida al mar es una herida que no sana.
El gobierno
de Evo Morales demandó a Santiago ante la Corte Internacional de Justicia para
que cumpla sus históricas ofertas de resolver la “mediterraneidad” de Bolivia,
pero La Haya falló que no había una obligación.
La Paz, no
obstante, no tiene intención de bajar los brazos hasta no volver a tener mar.
MUJER DETENIDA CON 20 KILOS DE COCAÍNA SE
ABSTUVO DE DECLARAR
Seguirá bajo arresto en Posadas. Su hijo de diez
años fue entregado a un familiar y regresó a Encarnación. La droga es de
procedencia boliviana y de máxima pureza.
Primera Edición de Argentina (www.primeraedicion.com.ar)
La mujer
paraguaya que intentó, el viernes, ingresar a Posadas veinte kilogramos
de cocaína de máxima pureza por el puente San Roque González,
se abstuvo de declarar este
sábado ante la Justicia Federal que la investiga por la violación a la ley
23.737.
La
sospechosa de 44 años fue trasladada a
una celda policial en el barrio Itaembé Guazú mientras que los
investigadores continúan con la pesquisa para establecer si su intención, como
lo manifestó al ser detenida durante el mediodía del viernes, era realmente
viajar hacia Uruguay.
“No llegaba lejos”
Fuentes en
contacto con PRIMERA EDICIÓN
conjeturaron a partir del análisis a la camioneta doble tracción azul, marca
Nissan, que no transportaba una silla de ruedas para el niño de diez años con
discapacidad motriz y retraso madurativo que viajaba acostado en el asiento
trasero cuando los agentes de Aduana requisaron el vehículo y hallaron los veinte panes de la droga
elaborada en Bolivia con un sello o logo de una “cruz de hierro” similar a los
registrados en la simbología nazi.
La estructura estaba adaptada para cargas mayores de estupefacientes, y
parte de los panes encontrados estaban en el baúl de la camioneta, nueve en
total.
Los once restantes en el doble fondo o
piso que fue detectado con el escáner de la AFIP-Aduana montado en el
viaducto.
Por este
motivo sospechan que la droga iba a ser acopiada en Posadas para ser
transportada luego con otra modalidad. “Así, en esas condiciones, con un niño
discapacitado, sin los elementos necesarios para su asistencia y sola, esa
mujer no iba a llegar lejos, menos hasta Uruguay”, resaltó una de las voces
consultadas.
El hallazgo
de la cocaína alertó sobre que en la zona se estarían estableciendo una nueva
ruta de este tipo de droga que baja desde Perú, Colombia y Bolivia hacia
Paraguay pero que, habitualmente, apunta a los paso de Salta y Jujuy para
ingresar a suelo argentino.
La “cuasi
militarización de la frontera salteña”, ampliaron las fuentes, obliga a las
bandas narcos a buscar otros caminos y estrategias. La del viernes con la
paraguaya con un hijo discapacitado acostado en la camioneta no resultó
positiva.
SEBASTIÁN PIÑERA ASEGURA QUE CHILE "ESTÁ EN
GUERRA" MIENTRAS SON YA DIEZ LOS MUERTOS EN LAS PROTESTAS
Los disturbios, que se iniciaron como una
protesta estudiantil en rechazo a la subida del billete del metro, dejaron ya
un saldo de 10 muertos en todo el país.
El Mundo de España (www.elmundo.es)
El
presidente de Chile, Sebastián Piñera,
ha asegurado que su país "está en
guerra", en una noche que incrementó la cifra de muertos a partir
de los graves disturbios que estallaron
el viernes, en la mayor oleada de violencia desde el regreso de la
democracia en 1990.
"Estamos
en guerra contra un enemigo poderoso, implacable, que no respeta a nada ni a nadie y que está dispuesto a usar la
violencia y la delincuencia sin ningún límite, que está dispuesto a quemar nuestros hospitales, el metro, los supermercados,
con el único propósito de producir el mayor daño posible", enfatizó
Piñera.
Los
disturbios, que se iniciaron como una protesta estudiantil en rechazo a la
subida del billete del metro, dejaron ya un saldo de 10 muertos en todo el país. Dos cuerpos fueron
encontrados tras un incendio en un local de construcción. El siniestro se
produjo durante la tarde luego de que una turba de desconocidos saqueara y le
prendiera fuego al recinto, según El Mercurio.
Piñera
ordenó ya el sábado el toque de queda
para intentar calmar la situación y entregó el control de la seguridad
en el área metropolitana de Santiago y en otras regiones a la autoridad
militar.
Según el
jefe de Estado chileno, el país se enfrenta a gente con "un grado de organización y logística que es propia de la
organización criminal".
"Le
pido a todos los compatriotas que nos unamos en esta batalla que no podemos
perder. No vamos a permitir que los violentistas y delincuentes se sientan
dueños de nuestro país", añadió.
Antes de que
Piñera hablara en la noche, grupos de
vecinos se organizaron para retirar escombros y limpiar las estaciones de metro
afectadas por los incendios y vandalismo. Al mismo tiempo, las redes sociales
difundían un llamativo y respetuoso diálogo entre un soldado y dos
manifestantes. "Tienes derecho a manifestarte, solo te pido que no rompas
nada y que respetes los derechos de los terceros", decía el soldado. El
diálogo terminó en acuerdo y manos estrechadas.
Este lunes, Santiago probará hasta dónde es capaz de
llegar una ciudad arrasada por la violencia y el miedo. "Es
imposible que sea un día normal", dijo la alcaldesa metropolitana de
Santiago, Karla Rubilar, la voz más clara y empática en estos días de
desconcierto.
"Pedimos
comprensión, solidaridad. Si sale en un coche y puede llevar a un vecino
llévelo. Les pedimos a los empleadores que entiendan que necesitamos estar todos unidos para
sacar Santiago y Chile adelante. Muchos trabajadores no van a poder llegar a
tiempo, necesitamos que los empleadores lo entiendan. Y si pueden ponerles
transporte, que les pongan", dijo Rubilar.
El Gobierno
también decidió que los taxis ofrezcan servicios de autobuses, es decir, que transporten a varios pasajeros en cada viaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario