El
candidato de Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, derrotado en la primera vuelta
de las elecciones en Bolivia del 20 de octubre , aumentó la tensión política y
social al anunciar que no reconocerá la auditoría sobre el escrutinio que la
Organización de Estados Americanos (OEA) realizará desde este jueves 31.
El
candidato opositor se plegó así a la posición de los denominados Comités
Cívicos, que incluso desde antes de la primera vuelta realiza movilizaciones
contra el presidente, Evo
Morales, y su partido Movimiento Al Socialismo (MAS).
Las
protestas se intensificaron a partir del lunes 21 luego de la interrupción
momentánea del escrutinio oficial, que fue denunciado por Mesa y el resto de
la oposición como evidencia del fraude.
Sin
embargo, y pese a los reparos iniciales, Carlos Mesa había comprometido su apoyo a la auditoria
propuesta por la OEA para zanjar la polémica sobre si era o no necesario un
balotaje.
Pero
tras la confirmación de que la organización comenzará este jueves 31 una
auditoría con carácter vinculante y con la que el Gobierno de Evo está de acuerdo, Mesa finalmente dijo que no
la respetará.
"Estamos
en un momento en el que se quiere no solo desacreditar la victoria del
presidente sino que han pasado a una fase golpista", dijo a Sputnik el
ministro de la Presidencia de Bolivia, Juan Ramón Quintana.
"No
cabe la menor duda que este es un golpe financiado por EEUU. Han aprendido a mover
muy bien sus fichas, especialmente para sostener toda una narrativa contra el
Gobierno, para articular a los actores y con mucho financiamiento para
desplazarse territorialmente", denunció Quintana.
Consultado
sobre los objetivos que persiguen estas movilizaciones, el entrevistado dijo que básicamente son dos.
Por
un lado "quebrar este proceso de transformación liderado por un
indígena", que permitió que Bolivia se desarrollara y creciera al mismo
tiempo de incluir socialmente a millones de desplazados históricos, "sin
seguir las fórmulas tradicionales de los Gobiernos neoliberales tutelados por
el Fondo Monetario".
"El
otro objetivo que hay en este golpe es contener el efecto dominó de caída de
los gobiernos neoliberales en la región, los aliados de Washington",
resumió Quintana.
El
ministro también destacó que Morales tiene "un discurso antiimperialista
inclaudicable", lo cual lo ha convertido "después de Fidel y de
Chávez, en el enemigo público número uno de Washington". Sputnik News de Rusia
(www.mundo.sputniknews.com)
El rival de Evo Morales rechazó por
"unilateral" el acuerdo con el organismo regional
EN BOLIVIA LA OEA AUDITARÁ
LAS ELECCIONES SIN EL OPOSITOR MESA
Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)
El
convenio para la realización de la auditoría será firmado en las próximas horas
con el titular del organismo regional, Luis Almagro, y contempla la
participación de observadores de México, Paraguay y España, según detalló a la
prensa el canciller Pary, quien puntualizó que 30 expertos auditores de la OEA
dilucidarán si hubo irregularidades en el proceso electoral ante las denuncias
de fraude de la oposición.
Pary
había celebrado que "Comunidad Ciudadana y el señor Carlos Mesa hayan
aceptado que se realice esta auditoría, y también los resultados que se vayan a
obtener". Sin embargo, el expresidente y quien quedó en segundo lugar en
las elecciones, a décimas de obtener la posibilidad del ballottage, volvió a
retroceder sobre sus zigzagueantes pasos y en un comunicado partidario descartó
al mediodía el aval a la auditoría por considerar que fue "acordada
unilateralmente entre el MAS y la OEA"
Los
vaivenes de Mesa dilataron varios días las negociaciones en torno a la
auditoría, a la que expresamente el vicepresidente Álvaro García Linera y el
ministro de Comunicación Manuel Canelas le habían pedido que accediera. Las
sugerencias de su entorno fueron ganando terreno ayer y en horas de la noche
adelantó: "Creemos que la auditoría de la OEA demostrará de manera
inequívoca el fraude en las elecciones". Sin embargo, Mesa hoy se
manifestó en sentido contrario y reiteró que "exigimos respeto a la
voluntad expresada en las urnas, que fue vulnerada en un cómputo
fraudulento".
En
este contexto se prevén choques en las ciudades más convulsionadas, como La
Paz, Santa Cruz y Cochabamba, entre trabajadores convocados por sindicatos y
organizaciones sociales, y los cabildantes convocados por los comités cívicos
-opositores más radicalizados- a rechazar la auditoría y pedir la anulación de
los comicios y la destitución del presidente Morales.
En
tanto, Bolivia sigue semiparalizada, sacudida por protestas, bloqueos e incidentes
desde hace diez días, cuando se proyectó la reelección de Evo Morales en
primera vuelta. Con menor ímpetu se cumple la tercera jornada del paro cívico
convocado por la CONADE -Coordinadora Nacional de la Democracia-, medida de
fuerza que se ha reducido a ciudades neurálgicas pero que se agrava por
piquetes en rutas interdepartamentales.
Los
avances para concretar la auditoría a partir de mañana, han abierto en parte
este compás de espera para el gobierno en medio de un constante clima de
sabotaje. La momentánea desmovilización de los bloqueadores también se explica
por el desgaste propio de los sectores de clase media y media alta, no
acostumbrados a este tipo de estrategias sostenidas en el tiempo. También
influye la constatación de que hay más actores no tan deseables detrás de las
acciones de desestabilización -como el titular del Comité Cívico Pro Santa
Cruz, Fernando Camacho, quien no pudo bajar del avión en El Alto porque lo
esperaba una concentración de mineros-, que han incitado a enfrentamientos
violentos y acciones directas contra militantes, gremialistas y campesinos.
Los
cortes de calles comienzan más tarde, terminan más temprano y se concentran en
accesos y puentes que, en algunos casos, son desbloqueados por vecinos
perjudicados o por los transportistas de minibuses que se las ingenian para
asegurar la circulación. También van relajándose otras formas de reclamo como
los cacerolazos nocturnos. La población comienza a hartarse de una situación
que la tiene de rehén. El comercio informal y los mercados, que son un motor
económico fundamental, ya sufren las consecuencias y el gobierno habla de
pérdidas varias veces millonarios.
La
mentada pacificación es paulatina y puede resultar engañosa, pero se evidencia
una normalización incluso en zonas residenciales como el sur de La Paz, donde
se concentran una incipiente burguesía y hasta nuevos ricos, donde el odio
hacia Evo Morales es recalcitrante y donde surgieron estos días cientos de
barricadas, ahora bajo la consigna de "anulación por fraude". En esos
barrios puede verse que, entre bloqueadores y bajo el tendido del teleférico,
han vuelto los jardineros que emprolijan los ligustros de negocios, edificios y
casonas.
BOLIVIA: LA DEMOCRACIA
DEFENDIDA EN LAS CALLES
Sputnik News de Rusia (www.mundo.sputniknews.com)
Miles
de manifestantes bajaron de la ciudad de El Alto a La Paz para respaldar a Evo
Morales y defender el resultado obtenido el pasado 20 de octubre. Denuncian el
intento de golpe de Estado que, afirman, debe frenarse con la defensa activa en
las calles.
La
democracia en Bolivia se defiende en las urnas y en las calles. Esa certeza
acompaña a quienes conforman el denominado proceso de cambio, que el 20 de
octubre pasado obtuvo una nueva victoria presidencial. Las elecciones ratificaron
por cuarta vez consecutiva a Evo Morales a la cabeza del Gobierno.
Y
las calles, el espacio público, han pasado a ser un espacio central de la
disputa, de la demostración de fuerzas. Esto se ha manifestado con gran
dimensión en las principales ciudades del país donde se enfrentan los dos
bloques políticos y sociales: el que lidera Morales, y el que está conformado
por dos dirigentes de la oposición, Carlos Mesa y Luis Fernando Camacho.
La
Paz es una expresión de esa disputa: por un lado, los sectores de oposición que
se han manifestado en los días recientes con bloqueos y movilizaciones, y por
el otro las fuerzas populares que respaldan a Morales y pelean por mantener en
pie el proceso de cambio ante las amenazas de golpe de Estado que no
disminuyen.
Así
el miércoles 30 de octubre fue el escenario de la mayor demostración de fuerzas
de los movimientos que defienden el proyecto político en curso. La
movilización, que inició en la ciudad de El Alto, bajó hasta La Paz marcada por
columnas de mineros, movimientos indígenas, coordinadoras barriales, juntas
vecinales, vecinos de la ciudad que se acercaron a mostrar su apoyo.
"Evo
no estás solo carajo", fue la principal consigna que acompañó el recorrido
que zigzagueó por las calles bajo los aplausos de los defensores del proceso de cambio, así como bajo gritos
contrarios por parte de quienes sostienen que ha existido fraude el 20 de
octubre.
¿Por
qué apoyan a Evo?
"Soy
un ciudadano de Bolivia que viene a apoyar el proceso, un gobierno de los
pobres que ha triunfado en las urnas y eso se tiene que respetar, la derecha
está desesperada de que no cumplió su objetivo", dijo un hombre que se
acercó a la movilización para apoyar "al Gobierno que ha dado todo por
nosotros".
"Es
una gran decepción de que no se acepte el voto del pueblo boliviano, el voto
del área rural y el voto del pueblo alteño, hemos votado y ha ganado el MAS
[partido Movimiento al Socialismo] por 56% de los votos, pedimos que respeten nuestro
voto, vamos a hacerlo respetar", expresó por su parte Sandro Ramírez,
expresidente de la Federación de Juntas Vecinales de la ciudad de El Alto, que
agrupa más de mil urbanizaciones donde viven cerca de un millón de habitantes.
Ramírez
se refirió a su vez a la necesidad no solamente de defender el voto, la
victoria, sino un modelo de país en construcción: "somos un país que da
oportunidades, un país productivo, tenemos grandes metas que vamos a lograr,
Bolivia va a ser la referente de industrialización, de la tecnología".
La
movilización se dio mientras se conocía el anuncio de Carlos Mesa, quien perdió
ante Evo Morales por más del 10%, de no aceptar la auditoría propuesta por el Gobierno y para la
cual vendrá una delegación de la Organización de Estados Americanos (OEA)
"No
entendemos al señor Mesa, antes de las elecciones hablaba de fraude, entramos a
las elecciones y dice que hay fraude y que quiere segunda vuelta, pero ahora ya
no quiere segunda vuelta, ni auditoría, lo que quiere es que se anulen las
elecciones", sostuvo Ramírez.
La
declaración de Mesa se unió a la postura de Camacho, quien la noche del lunes
28 de octubre afirmó que no aceptaría auditoría de las elecciones y amenazó con
continuar aumentando la presión contra el Gobierno. La hoja de ruta del golpe de Estado se mantiene, al igual que la
auditoría que comienza este jueves 31 de octubre con el acompañamiento de la
OEA.
En
este contexto se espera que la dinámica de movilizaciones se mantenga y
continúe en ascenso. Tomar las calles y las carreteras para defender derechos
no es algo nuevo para quienes respaldan a Evo Morales: así se gestó el proceso
de cambio en los años 80, 90, hasta el 2005 cuando Morales ganó las elecciones
por primera vez.
¿QUÉ HA PASADO EN BOLIVIA A
CASI DOS SEMANAS DE LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES?
En la
próxima jornada se inicia la auditoría integral de los comicios que han sido
tildados de fraudulentos por el candidato opositor Carlos Mesa, quien ha
llamado a bloqueos y paro en algunas ciudades.
RT de Rusia
(www.actualidad.rt.com)
Casi dos
semanas después de las elecciones generales en Bolivia, donde resultó reelecto
Evo Morales, algunas fichas del juego democrático se han movido ante los
señalamientos de supuestas irregularidades en el proceso.
El Gobierno,
que ofreció permitir una verificación de los resultados, ha sellado un acuerdo con la Organización de
Estados Americanos (OEA) para llevarla a cabo a partir de este jueves, a pesar
de la negativa del excandidato presidencial Carlos Mesa.
En las
calles se mantienen las tensiones entre quienes han bloqueado algunas zonas en
varias provincias alegando "fraude" y pidiendo repetición de
elecciones, y los que piden respetar los resultados y su derecho al libre
tránsito. Además, hay un llamado a paro, por parte de la oposición,
que ha dejado pérdidas millonarias y ha afectado incluso a quienes no han
querido adherirse.
Hasta el
momento se han contabilizado más de cien heridos en hechos de violencia
que el Gobierno atribuye a los llamados realizados por Mesa, como parte de
un "plan golpista". En respuesta, el excandidato ha negado su responsabilidad
y ha situado las agresiones del lado oficial.
Acuerdo
sobre auditoría
Diez días
después de haberse llevado a cabo los comicios, el Gobierno y la Secretaría
general de OEA firmaron un acuerdo que comprometió al país andino a
permitir que se realice una auditoría integral de los resultados, a partir
de este jueves.
El en
documento, La Paz acordó garantizar "todas
las facilidades para el cumplimiento adecuado de la
auditoría al cómputo oficial de los votos, así como la verificación de las
actas, los aspectos estadísticos, la cadena de custodia, todo en conformidad
con las normas".
Dos días
después de realizadas las elecciones generales, el canciller boliviano, Diego
Pary, informó que había solicitado a la OEA una verificación
de "todo el proceso de cómputo oficial de los votos de las
elecciones", mediante una carta enviada al secretario general de esa
organización, Luis Almagro, para que conformara una comisión al respecto.
Por su
parte, Mesa manifestó en un comunicado su desacuerdo con la auditoría, a la que
considera "inconsulta"
y "unilateral",
y advirtió que su posición era "invariable"
desde el día de los comicios, cuando arrojó sus dudas sobre la
transparencia del sistema electoral.
Las
peticiones de Mesa se han modificado con el paso de los días. En un inicio
pidió que se llevara a cabo una segunda vuelta, en rechazo
a los resultados preliminares que daban la victoria a Evo Morales, y luego dijo que solo aceptaría una auditoría vinculante si el mandatario
desconocía los resultados del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Las
dudas de las OEA
Tras el
ofrecimiento inicial de Bolivia, el Consejo Permanente OEA
se reunió la jornada siguiente para debatir sobre el informe
preliminar de la Misión de Observación Electoral (MOE), que cuestionaba
las elecciones en el país andino y recomendaba realizar una segunda vuelta
por las supuestas irregularidades halladas.
En este
encuentro, los representantes de Argentina, Brasil, Canadá, Colombia,
Costa Rica, EE.UU. y Ecuador manifestaron su desacuerdo con los resultados
preliminares de las elecciones en Bolivia.
Entre las
voces divergentes estaban los representantes de Bolivia, de México y de
Nicaragua, que recordaron que el proceso no había finalizado y pidieron respeto
por la soberanía del país andino y sus instituciones. Un día después, se
presentó ante el Consejo el canciller boliviano.
¿Qué había
pedido Mesa?
El
expresidente opositor había manifestado su desconfianza en el proceso
electoral boliviano antes y después de emitir su voto el domingo, y acusó TSE
de ser "un brazo operativo del Gobierno".
Al día
siguiente, calificó como "fraude
escandaloso" y "vergüenza para el país" los
resultados no definitivos que arrojó la Transmisión de Resultados Electorales
Preliminares (TREP) y convocó a los bolivianos a defender sus votos en las
calles en "una batalla democrática".
El
señalamiento de Mesa se debe a la suspensión de la
transmisión de la TREP cuando el conteo había alcanzado 83,7 % del total, la
noche del domingo. Según estos resultados previos y no vinculantes, como han
explicado las autoridades bolivianas, Morales iría a una segunda vuelta.
Tras
reanudarse el escrutinio, reflejado en la página del cómputo electoral,
la tarde del lunes, el propio organismo difundió el resultado
preliminar dando como ganador a Morales sin balotaje.
Bloqueos
Apenas se
conocieron las cifras preliminares, grupos de choque atacaron e incendiaron las
sedes de los tribunales electorales en las provincias de Beni, Santa Cruz,
Tarija, Chuquisaca y Potosí. El Gobierno ha responsabilizado a Mesa de estos
hechos y él lo ha negado.
En algunas
zonas de esas provincias, quienes apoyan a Mesa han realizado
bloqueos y barricadas en las vías citadinas, aduciendo que existe
"fraude", recoge La Razón.
En
respuesta, sectores campesinos e indígenas que respaldan a Morales han tratado
de retirar las barricadas, han obstruido algunas las carreteras
interdepartamentales y se han movilizado en defensa de los resultados de los
comicios.
Ante la
escalada de agresiones que se ha extendido por más de una semana, la
Organización de las Naciones Unidas ha pedido la pacificación "urgente"
en Bolivia.
Violencia
y heridos
Esta
situación ha generado tensiones y confrontaciones entre quienes obstruyen las
vías y los que exigen su derecho al libre tránsito y al trabajo.
En algunas
zonas de Santa Cruz, Cochabamba y La Paz se han registrado hechos de violencia
que han causado heridos. En la capital, en las inmediaciones de la 'Casa Grande
del Pueblo', sede del Gobierno, se ha iniciado una vigilia por parte de los
seguidores de Morales, además de marchas.
El Gobierno
ha responsabilizado a "grupos de choque" opositores de llevar a cabo
agresiones en contra de la ciudadanía con la finalidad de generar
desestabilización, a través de la violencia. Por su parte, la oposición señala
al partido oficialista de propiciar estos hechos.
Además de
los bloqueos, los sectores opositores han acatado el llamado a paro hecho por
Mesa, lo que ha generado pérdidas diarias de unos 20 millones de dólares en la
provincia de Santa Cruz, bastión opositor, donde los bloqueos y la violencia se
ha radicalizado, según datos de la vicepresidencia.
Hasta ahora,
según datos de la Defensoría del Pueblo, hay 139 personas heridas, entre
ellas cinco por arma de fuego.
¿Por
qué hubo una pausa?
Según el
sistema electoral boliviano, hay dos mecanismos de conteo que funcionan de
manera paralela: la TREP y el Recuento Oficial de los Votos.
Los
resultados que arroja la TREP son técnicos y no vinculantes, a diferencia del
cómputo oficial. La pausa que se realizó entre el domingo y el lunes se debe a
que está establecido que el conteo rápido solo puede llegar hasta 80 %,
aproximadamente. Ese tope es consecuencia del voto rural, cuyos datos no pueden
transmitirse de inmediato, en vista de que en muchos lugares no hay acceso
cercano a internet.
Ante el
cuestionamiento que generó la pausa que hubo durante la transmisión
de resultados preliminares, al llegar a 83,74% de los votos computados en el
TREP, tras un reunión en la que participó la OEA, en el TSE se sugirió
seguir transmitiendo los datos, por lo que así se hizo.
Morales, del
Movimiento Al Socialismo (MAS), obtuvo el 47,08% de los votos, mientras que Mesa, del
partido conservador Comunidad Ciudadana, logró el 36,51%. Dado el
margen de más de 10 puntos porcentuales, que representan 648.439 votos, el
mandatario logró la victoria sin necesidad de realizar una
segunda vuelta.
En estos
comicios, en los 342 municipios que hay en Bolivia, el MAS ganó en 289, lo que
equivale a más de 85 % del total.
En cuanto a
la Asamblea Legislativa Plurinacional, el partido de Gobierno obtuvo 21
representantes ante la cámara de senadores, que está compuesta por 36 escaños,
por lo que también posee mayoría absoluta.
En la cámara
de diputados, conformada por 130 legisladores, el movimiento oficial obtuvo 68
curules, lo que le otorga nuevamente la mayoría absoluta.
Finalmente,
y a pesar de la oposición férrea de Mesa y de la confianza del Gobierno en la
transparencia del árbitro electoral, habrá que esperar la revisión de los
resultados por parte de la OEA, que en un inicio pedía ir a segunda vuelta,
para saber qué nueva pieza del tablero político se mueve.
LOS PECADOS DE EVO
Noticiero Digital de Venezuela (www.noticierodigital.com)
Evo
Morales intenta violentar la soberanía popular expresada en las elecciones del
20 de octubre, tal como lo hizo con el resultado del referendo de febrero de
2016 cuando la mayoría de los bolivianos le dijeron No a la reelección
indefinida. Ese pronunciamiento era vinculante y obligatorio para el
mandatario. En esa ocasión, Morales presionó al Tribunal Constitucional para
que declarara con lugar la solicitud presentada por un grupo de sus partidarios
quienes señalaban que el gobernante había perdido la consulta por un margen muy
estrecho -51% contra 49%- y que tenía todo el derecho como ser humano a ser
reelecto Presidente cuantas veces quisiera.
El
Tribunal Constitucional, en un acto insólito de abyección, invocó la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, Pacto de San José, para darles la razón a los
simpatizantes del caudillo. Dictaminó que de aceptarse los resultados de la
consulta se violarían los “derechos humanos” del gobernante. Sin más trámites,
lo habilitó para presentarse como candidato en los comicios de 2019. La
decisión favoreció también a Álvaro García, su eterno vicepresidente.
El
exabrupto del Tribunal no se detuvo allí: sin ningún tipo de reforma previa
declaró inconstitucional el artículo 168 de la Constitución, que limitaba la
cantidad de períodos que Morales podía ser Presidente. Los magistrados no se
anduvieron con rodeos. Se entregaron en brazos del gamonal sin pudor.
A
partir del dictamen del Tribunal Constitucional, el Tribunal Supremo Electoral
autorizó la inscripción de Morales como aspirante a la presidencia de la
República. Todo esto ocurrió después que el cacique había declarado que
acataría sin chistar la opinión expresada en el referendo y se iría “feliz” del
Palacio de Gobierno, si perdía la consulta. Toda una farsa para esconder la
inmensa presión que luego desató sobre las instituciones.
En
esta oportunidad a Morales le ha sido más difícil torcer la voluntad de la
gente. Carlos Mesa, el principal candidato opositor en las elecciones
presidenciales, asumió la conducción de la lucha. Denunció el escandaloso
fraude que Evo intenta perpetrar. El autócrata ordenó detener el conteo rápido
cuando los cómputos lo desfavorecían. Veinticuatro horas después, el mismo
conteo, que había dejado de ser ‘rápido’, le dio una ventaja apreciable y
definitiva. La adulteración fue legitimada por el Tribunal Electoral, organismo
que lo declaró Presidente en la primera vuelta, a pesar de que la diferencia
con relación a Mesa fue sólo de 0.57% por encima del 10% exigido por la
Constitución, y luego de un episodio tan sospechoso y cuestionable como fue detener
la información sobre el conteo rápido.
La
respuesta de Mesa consistió en movilizar sus partidarios e insistir en que será
Presidente o irá preso. Ahora no se trata, como en 2017, de la defensa difusa
de un referendo popular que pertenecía a todos los bolivianos, pero en realidad
no pertenecía a ninguna persona o fracción particular. En la actualidad, el
afectado tiene nombre y apellido. Evo Morales cree que porque es de ascendencia
indígena y posee arraigo popular en los estratos pobres de la población, puede
perpetrar toda clase de abusos. En esta oportunidad se enfrenta con un
adversario que también cuenta con apoyo de masas y está dispuesto a confrontar
el proyecto hegemónico, el ventajismo y la corrupción representados por el
señor Morales.
Debido
a la presión interna e internacional, Evo se ha visto obligado a aceptar una
auditoria internacional de las elecciones del 20 de octubre. En ella podrían
participar la OEA, la Unión Europea y otros países. Morales dice que los
resultados que arroje esa investigación serán vinculantes y obligatorios para
él. Sin embargo, ya se sabe lo que estas palabras significan para el mandatario
boliviano, acostumbrado a hacer durante trece años lo que le place.
Derrotar
las andanzas del autócrata resulta crucial para quienes consideramos que la
salida a la crisis nuestra debe ser pacífica, democrática y electoral. En
Bolivia, de nuevo, se busca aplicar el modelo cubano usado en Venezuela:
valerse de las elecciones como fachada para crear la ficción de democracia y
participación; actuar convencidos de que los comicios se ganan por las buenas o
por las malas, pues los revolucionarios no conquistan mayorías legítimas, sino
que se imponen por la vía del control de la fuerza y la manipulación de las
instituciones.
En
Venezuela, se libra una batalla sin cuartel para derrotar, en las filas de la
oposición, el escepticismo con relación a los procesos comiciales y por
recuperar la confianza en que a través del voto es posible impulsar los cambios
que la sociedad exige, salir de la dictadura y construir una nación próspera y
equitativa.
Todavía
está muy cerca en la memoria de la gente la dolorosa experiencia de las
elecciones de la Asamblea Nacional, en 2015, cuando el régimen amputó las
competencias fundamentales del Parlamento. Nos toca lidiar con esa inmensa
frustración, y con el prejuicio de que quien confíe en la transparencia del
voto, es porque todavía cree en la cigüeña. La agresión de Morales a la
soberanía popular contribuye a reforzar la desconfianza de nuestros escépticos.
Las instituciones democráticas del continente deben obligarlo a ir a una
segunda vuelta supervisada y confiable.
A
Evo no puede permitírsele que siga pecando contra el voto. Los demócratas
salimos afectados.
BOLIVIA: UN RECORDATORIO
PARA AMÉRICA LATINA
La crisis boliviana nos previene sobre lo
fácil que resulta alterar los resultados de las elecciones en pleno siglo XXI.
El Salvador (www.elsalvador.com)
Las
deslucidas elecciones en Bolivia nos recuerdan tres requisitos fundamentales
para el cabal funcionamiento de la democracia: la importancia estratégica de la
observación electoral, las consecuencias que produce la falta de credibilidad
de los organismos electorales y la necesidad de una sociedad civil comprometida
con el Estado de derecho.
En su informe preliminar, la Misión de Observación Electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA) recomendó la celebración de una segunda vuelta.
En su informe preliminar, la Misión de Observación Electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA) recomendó la celebración de una segunda vuelta.
Fundamentó
su iniciativa en las irregularidades detectadas en el sistema de Transmisión de
Resultados Electorales Preliminares (TREP). El cambio de los porcentajes de
votos asignados por el TREP a los dos principales candidatos entre la noche del
evento y el día siguiente, con una interrupción de por medio, caldeó los ánimos
de la oposición que vio disminuida su ventaja y prácticamente anulada la
posibilidad de un balotaje. La OEA desempeñó un papel protagónico llamando a la
calma a los ciudadanos. También exigió a la autoridad electoral que expusiera
las razones por las que se detuvo el conteo preliminar por casi 24 horas.
La
OEA conoció sobre la molestia de distintos partidos políticos por la inequidad
de la competencia. Evo Morales, presidente y candidato a la reelección, utilizó
fondos públicos para realizar campaña a su favor. Lo hizo promocionando inauguraciones
de obras y programas a pesar que la ley electoral prohíbe la emisión de
propaganda gubernamental en los últimos 30 días de la contienda. El “ventajismo
oficial” juega a favor del aspirante de gobierno porque le permite persuadir a
los votantes mostrándoles los supuestos logros de su administración y pidiéndoles
la continuidad en el cargo.
El
Secretario General del organismo hemisférico, Luis Almagro, aceptó la solicitud
del gobierno boliviano para realizar un análisis de integridad electoral. Se
trata de una especie de auditoría en la que se verificarán, entre otros
aspectos, los cómputos y datos estadísticos de los resultados. La OEA ha
solicitado que sus conclusiones sean de carácter vinculante, es decir, de
obligatorio cumplimiento.
Por
otra parte, el árbitro electoral no cumplió sus funciones en forma imparcial.
Las decisiones que tomaron sus integrantes debilitaron la institucionalidad
electoral. Un año antes de la elección, según el informe de la OEA, renunciaron
la presidenta, el vicepresidente y un vocal del TSE, lo mismo que varios
funcionarios técnicos del tribunal, algunos de ellos con puestos de dirección y
amplia experiencia. La salida voluntaria del vocal del TSE, Antonio José Iván
Costas, dos días después de la elección, señalando como motivo de su separación
“la desatinada decisión de la sala del TSE de suspender la publicación de los
resultados del TREP” confirmó la denuncia de la OEA acerca de la inestabilidad
provocada por el organismo electoral y el incremento de los niveles de desconfianza.
La autoridad electoral ejerce un papel de primer orden en todo proceso comicial. Le corresponde organizar la competencia, vigilar el comportamiento de los contendientes y aplicar las sanciones en caso de violaciones al orden jurídico. Tiene que garantizar el ejercicio libre y secreto del sufragio a los electores y promover condiciones de igualdad entre los candidatos. Si retrasa la impartición de justicia o interpreta la ley orientado por motivaciones partidarias anula la voluntad ciudadana y contamina la legitimidad de las elecciones.
En 2016 los bolivianos rechazaron las pretensiones reeleccionistas de Evo Morales. El 51.3% votó en contra de las aspiraciones del gobernante para buscar un segundo mandato. Ante la catástrofe de ese mecanismo de democracia directa, Morales recurrió al Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), una instancia claramente inclinada hacia los intereses del oficialismo, que terminó resolviendo a su favor. La misma historia ocurrió en Nicaragua y Honduras. El TCP estableció que “no existía impedimento legal a la participación del presidente en la elección”. La participación de la sociedad civil organizada como garante de la separación de poderes es fundamental. Su reclamo en favor del correcto funcionamiento del sistema político toma aún mayor relevancia cuando los que detentan el poder quieren ignorar los límites legales con la excusa que representan un obstáculo para resolver los problemas de la gente.
La autoridad electoral ejerce un papel de primer orden en todo proceso comicial. Le corresponde organizar la competencia, vigilar el comportamiento de los contendientes y aplicar las sanciones en caso de violaciones al orden jurídico. Tiene que garantizar el ejercicio libre y secreto del sufragio a los electores y promover condiciones de igualdad entre los candidatos. Si retrasa la impartición de justicia o interpreta la ley orientado por motivaciones partidarias anula la voluntad ciudadana y contamina la legitimidad de las elecciones.
En 2016 los bolivianos rechazaron las pretensiones reeleccionistas de Evo Morales. El 51.3% votó en contra de las aspiraciones del gobernante para buscar un segundo mandato. Ante la catástrofe de ese mecanismo de democracia directa, Morales recurrió al Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), una instancia claramente inclinada hacia los intereses del oficialismo, que terminó resolviendo a su favor. La misma historia ocurrió en Nicaragua y Honduras. El TCP estableció que “no existía impedimento legal a la participación del presidente en la elección”. La participación de la sociedad civil organizada como garante de la separación de poderes es fundamental. Su reclamo en favor del correcto funcionamiento del sistema político toma aún mayor relevancia cuando los que detentan el poder quieren ignorar los límites legales con la excusa que representan un obstáculo para resolver los problemas de la gente.
La
crisis boliviana nos previene sobre lo fácil que resulta alterar los resultados
de las elecciones en pleno siglo XXI. La combinación de un organismo electoral
cuya independencia se encuentra en entredicho, la manipulación de los
mecanismos informáticos encargados de procesar los resultados, la inequidad de
la disputa electoral y el secuestro de las entidades públicas obligadas por
Constitución a controlar a sus pares en otros Órganos del Estado, facilita los
fraudes electorales. La última palabra la tiene la población. Solo la presión
ciudadana puede detener las ansias autoritarias de quienes quieren permanecer
en el poder aún en contra de lo que dictan las urnas.
BOLIVIA, ¿EN EL PUNTO SIN
RETORNO?
Revista América Economía
(www.americaeconomia.com)
Ya
es una semana de incertidumbre, y contrariamente a lo que se pensaba en un
principio, el paro general, las huelgas, protestas y bloqueos en el país se han
fortalecido notablemente conforme pasan los días, a la vez que Morales ha
amenazado con cercar ciudades y dejar sin provisión de agua a La Paz, “a ver si
aguantan.” Bolivia ha perdido su seguridad jurídica por completo.
¿Hasta
dónde están dispuestos a llegar quienes se refugian en la tan desafortunada
vieja frase de Víctor Paz Estenssoro “en este país pasa todo y nunca pasa
nada,” para finalmente convencerse de que el país está sumido en un problema
extraordinariamente serio?
Pero
poco o nada se está diciendo de la economía y el deterioro que puede haber
alcanzado, y esto lo saben los principales responsables de la política
económica. De hecho, no se actualiza al menos 10 cifras clave de la
economía a estas alturas del año en el que al menos tendría que empezar a
conocerse los nuevos lineamientos del PGE 2020 en el Parlamento, pero destaco
la ausencia sobre todo de un par de ellas: el nivel de reservas en el BCB y el
estado de los depósitos en el sistema financiero.
Por
la manera en que se han ido dando las cosas durante las últimas dos semanas,
las reservas podrían estar rondando los US$6.200 millones. En el entretanto, la
pregunta clave sobre cuál es el nivel óptimo de reservas solamente para
sostener el actual tipo de cambio, sigue sin ser respondida.
Igualmente, a pesar
de que, curiosamente, no ha habido un solo rumor de corrida siquiera, nada
permite asegurar que no se haya registrado una salida muy importante de depósitos
del sistema, y una huida paulatina y natural hacia el dólar.
Ya
habíamos adelantado algo sobre esto. Sin embargo, por la manera en que la
situación se complica casi cada hora que pasa, si la economía finalmente se
termina precipitando, no será nada extraño ver, además de la pérdida de la
seguridad jurídica, algunas de las siguientes figuras, cuando no todas
juntas:
Devaluación
Inflación de
dos dígitos
Tarifazos
(incluyendo gasolinazo)
Impuestazos
Controles
de precios
Cepos
cambiarios y de depósitos
Controles
a las exportaciones
Dólar
paralelo
Dobles
bandas cambiarias
Desabastecimiento
Yo
jamás me atreví a decir que Bolivia iba camino a ser una Venezuela (dije que
sería como la Argentina de los últimos años de los K o el Ecuador de Correa),
pero sí que me encargué de advertir que no había garantía alguna para que así
no fuera. Pues, lamentablemente, el desenlace parece ser muy claro, al menos
por ahora, pero que tampoco sirva de pretexto para quedarte con la duda de si
pudiste haber iniciado a tiempo la estructuración internacional de tu
patrimonio para protegerlo.
Ahora
bien, ¿es esta la peor situación posible? Para Irving Kahn, uno de los mejores
inversores de todos los tiempos, "los inversores no tienen
motivos para sentirse pesimistas o temerosos, los grandes value
investors están encantados de que los mercados caigan", pero
hay que estar preparado para entonces.
UNA LAMENTABLE POSTURA DE
MÉXICO Y EL PRESIDENTE ELECTO DE ARGENTINA
Informe 21 de España (www.informe21.com)
Andrés
Oppenheimer. ¡Qué verguenza! El presidente de México, Andrés Manuel López
Obrador, y el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, se pusieron
del lado de Cuba y Venezuela al apresurarse a aceptar la dudosa victoria
electoral del gobernante boliviano Evo Morales, que según una misión de
observación internacional de 92 miembros pudo haber sido fraudulenta.
En
caso de que no hayan seguido el caso boliviano de cerca, Morales se postuló
para un cuarto mandato en las elecciones del 20 de octubre, a pesar de que su propia
Constitución originalmente le prohibía servir más de dos mandatos consecutivos.
Pero lo que sucedió durante el proceso de conteo de votos el 20 de octubre fue
igual de escandaloso.
A
las 8 p.m. de la noche, el tribunal electoral controlado por Morales emitió una
declaración que mostraba que, con el 83 por ciento de los votos contados,
Morales no estaba obteniendo la diferencia del 10 por ciento de ventaja que
necesitaba para evitar una segunda vuelta. En Bolivia era vox populi que a
Morales le hubiera costado ganar una segunda vuelta, porque la mayoría de la
media docena de candidatos de la oposición se habrían unido contra él.
Pero
el sistema de conteo de votos misteriosamente se cayó poco después de las 8 de
la noche, y no hubo nuevos resultados durante las siguientes 23 horas. Cuando
se anunciaron los nuevos resultados al día siguiente, Morales había revertido
misteriosamente la tendencia, y ahora estaba cerca de ganar en la primera
ronda.
Horas
después, Morales se proclamó ganador en la primera vuelta, ante el asombro de
los observadores internacionales.
La
misión de observación electoral de 92 expertos de la Organización de Estados
Americanos (OEA) que supervisó la votación por invitación de Morales emitió un
comunicado manifestando su “profunda preocupación y sorpresa por el cambio
drástico y difícil de justificar en la tendencia de los resultados” tras la
interrupción del conteo.
La
misión electoral de la OEA concluyó que la victoria de Morales era dudosa y que
la mejor opción sería convocar una segunda vuelta electoral. Estados Unidos, la
Unión Europea y las democracias más grandes de América Latina, incluido Brasil,
apoyaron la recomendación de la OEA de realizar una segunda vuelta electoral.
Solo las dictaduras de Cuba y Venezuela aceptaron de inmediato la “victoria
electoral” de Morales.
El
principal candidato opositor Carlos Mesa denunció un fraude masivo, y la
oposición inició un paro nacional. Morales reaccionó ofreciendo a la OEA
realizar una auditoría de la votación, pero Mesa me dijo en una entrevista que
la oferta de Morales era “retórica y demagógica”, porque venía con varias
condiciones diseñadas para ganar tiempo y hacerla inútil.
Entre
otras cosas, el régimen de Bolivia dijo que las recomendaciones finales de una
auditoría de la OEA no podían ser vinculantes.
El
28 de octubre, un día después de las elecciones presidenciales de Argentina, el
presidente electo Fernández dio su bendición oficial a la cuestionable
reelección de Morales. En un tuit, Fernández agradeció a Morales “por tu amistad”
y le envió “mis felicitaciones por tu triunfo electoral”.
El
presidente de México, López Obrador tuiteó poco después que había felicitado
telefónicamente a Fernández y a Morales, “quienes triunfaron en elecciones
libres y democráticas en sus países”.
Fernández
ha anunciado que su primer viaje al extranjero como presidente electo será a
México, y que será un aliado cercano de López Obrador en asuntos de política
exterior.
La
postura de López Obrador y Fernández sobre Bolivia es preocupante. ¿Cómo
llegaron a la conclusión de que Morales ganó una elección democrática, cuando
la misión de 92 expertos de la OEA dictaminó lo contrario?
¿Por
qué se apresuraron a ponerse del lado de Cuba y Venezuela y felicitar a
Morales, sin esperar un recuento de votos o una segunda vuelta electoral?
El
apoyo de ambos a la dudosa elección de Morales es un mal presagio para
Argentina, México y América Latina. Si México y el gobierno entrante de
Argentina no defienden la democracia en el exterior, crearán un precedente
peligroso para no respetarla en sus propios países.
CHILE DISTRAE LO QUE OCURRE
EN BOLIVIA
Expreso de Perú (www.expreso.com.pe)
Es
interesante hoy leer y escuchar a algunos respetados comentaristas políticos y
económicos de izquierda –tanto dentro como fuera del Perú– ocupados con ‘el
caos del modelo’ en Chile, mientras la catástrofe en Venezuela inspiró –en los
casi veinte años de hegemonía del socialismo chavista– tibias evaluaciones,
páginas en blanco o hasta incómodos silencios.
Estas
preferencias analíticas parecen intentar otra vez rescatar, a grandes líneas y
pese a todo, la virtud ‘redistribuidora’ del socialismo igualitarista por un
lado, y acusar, por otro, a la ‘injusta desigualdad’ del contexto chileno.
Contexto en el que, según múltiples y serias evidencias, la pobreza y hasta la
desigualdad mermaron de manera considerable. Incluso durante todos los
gobiernos concertacionistas [Aylwin, Frei, Lagos]pre-Bachelet I, II y la Nueva
Mayoría.
Sobre
ello, lo que debe ser difícil es explicar cómo no estamos viendo chilenos
huyendo de su país como sí sucede con millones de venezolanos. Complicado.
A
estas alturas, pues, es posible considerar que las tensiones internas y
antisistémicas en nuestro vecino del sur han sido en gran parte incubadas y
finalmente encendidas para intentar ‘equiparar’ dos realidades socioeconómicas
realmente distintas. Mientras en paralelo se marketeó pacientemente al ‘modelo
boliviano’ –ahí donde la economía ‘sí crece’– como el norte a seguir: la famosa
y ‘nueva’ tercera vía en Sudamérica.
El
detalle de no menor importancia en los conflictos nacionales que se están
jugando en tableros múltiples, es que laestimulada ‘crisis’ chilena –más
política e ideológica que económica, como se intentó en Ecuador–, está
sirviendo para distraer a la opinión pública latinoamericana de lo que ocurre
hoy en Bolivia. Un megafraude electoral al que el castrochavismo podía recurrir
si los resultados le eran adversos para mantener en el poder a uno de sus
franquiciados, Evo Morales.
Así,
con el eco de la prensa latinoamericana izquierdista, las protestas en Chile se
han elevado a la categoría del principal problema regional. Ya hasta Piñera es
presentado como el ‘nuevo’ Pinochet; mientras Venezuela parece instalarse como
uno de los países ‘más estables’ de la región. La audacia de este
desplazamiento de las atenciones es sorprendente.
Anotábamos
en este espacio que el negado –e ‘inexistente’– castrochavismo ha logrado
expandir hacia otros países el alcance del conflicto que amenazaba por
derrumbarlo. Más si prosperaba una suerte de intervenciónmilitar internacional
para remover a Maduro. Con agilidad desplazaron los epicentros de tensión hacia
los países que se les contraponen. Y es que no hay estrategia más devastadora
en la política que el desplazamiento de conflictos. En este tipo de
confrontaciones la infiltración, la exportación de agitadores –incluyendo al
lumpen– y la aplicación previa de sondeos lentos prosediciosos
sondeterminantes.
Si
adoptamos la cautela que tendría el ‘décimo hombre’, no resulta inadecuado
afirmar que en cada país se está apostando por juegos distintos. No es un solo
tablero de ajedrez. Son múltiples. En cada territorio las tácticas se van
reactualizando, pero la estrategia es la misma: el proceso revolucionario. Una
proyección ya no necesariamente vía las armas y los uniformes guevaristas –con
excepción de las arengas–, pero sí por la intimidación y un dosificado terror
urbano con objetivos políticos [los incendios parecen ser ahora el pico alto de
esta ‘conflictividad social’ transnacional]. Y en contextos de democracias
bobas e inadvertidas, la apuesta por el voto popular suficientemente
adoctrinado es altamente rentable. Es decir, la ‘ventana táctica’ de la que
Chávez fue un insuperable maestro.
Chile
parece ser instrumentalizado como una enorme cortina de humo para no observar
que hoy en Bolivia la dictadura evista reprime con violencia a los bolivianos
que rechazaron no solo la postulación reeleccionista e ilegal de Morales, sino
además el descomunal fraude perpetrado el 20 de octubre. Se veía venir. Y tanto
La Habana como Caracas –y Moscú– necesitan conservar ese poder a toda costa.
Sin duda han celebran también el retorno del kirchnerismo en Argentina. Un
viejo socio funcional.
Es
posible que mientras se insista en desestimar imprudentemente esta dinámica de
la política subterránea regional –que tiene años de registro y de avance–, una
de las amenazas más serias yarticuladas contra las libertades en nuestro
continente seguirá empoderándose.
BOLIVIA SE PREPARA PARA
CONVERTIRSE EN UN "CAMPO DE BATALLA, UN VIETNAM"
Sputnik News de Rusia
(www.mundo.sputniknews.com)
El
proceso de cambio liderado por Evo Morales en Bolivia enfrenta nuevos peligros
ante las protestas de la oposición que rechazan el resultado de las elecciones.
Para comprender qué sucede, Sputnik entrevistó a Juan Ramón Quintana, ministro
de la Presidencia, quien anticipa que vendrán batallas muy duras.
"Lo
que estamos viendo es la ruta del golpe que se está desencadenando de manera
intensa y a distintas velocidades en todo el territorio nacional", afirma
Juan Ramón Quintana, ministro de la Presidencia en Bolivia. Responde a la
entrevista desde la Casa Grande del Pueblo, sede del Gobierno, donde están
desplegadas delegaciones de los movimientos indígenas, mineros, del
partido Movimiento al Socialismo (MAS), entre otros.
Las
claves de lo que podría suceder estaban desde antes de las elecciones del 20 de
octubre que le dieron la victoria presidencial a Evo Morales: "el fraude
es una coartada que fue instalada hace bastante tiempo en los medios de
comunicación, las redes, a través de los opinadores contratados, organizaciones
no gubernamentales con financiamiento extranjero, la Iglesia católica alineada
con la derecha", explica Quintana.
A
su juicio, la matriz de fraude fue "un montaje intensivo que se logró
irradiar en la sociedad antes del evento electoral". Se trató de una serie
de pasos diseñados y desencadenados según cada momento.
"Han
pasado a una fase golpista pretextando el fraude, pidiendo que se vaya a una
segunda vuelta, luego que se anulen las elecciones, desconociendo la victoria
del presidente, diciendo elecciones nuevas, y seguramente van a seguir en la
secuencia con el desconocimiento del Gobierno del presidente Evo", afirma
el ministro.
Quintana
habla de un "guión" montado para dar un golpe contra Morales, que
ganó su cuarto mandato consecutivo. ¿Quiénes están detrás y a la cabeza de este
intento?
Los
actores nacionales y la geografía del golpe
El
proceso de desestabilización tiene varios actores nacionales. Por un lado, está
la primera fuerza de oposición, con la candidatura de Carlos Mesa, "que no
es una fuerza política cohesionada, no es un partido, es una agregación de
movimientos espasmódicos de la sociedad como son los jóvenes especialmente y la
clase media y alta", explica Quintana.
Otro
actor son los Comités Cívicos, "que se han convertido en los instrumentos
operadores del golpe, son los que tratan de cargar legitimidad a este proceso
de desestabilización". Uno de los dirigentes más reconocidos de los
Comités es Luis Fernando Camacho, quien pide la anulación de las elecciones.
Junto
con esos dos actores, están lo que Quintana define como los "grupos de
choque", que "están organizados y financiados a través de los Comités
Cívicos, son como los núcleos más duros, reclutados desde el lumpen, con
drogadictos, expresidiarios, hasta plataformas ciudadanas".
Esos
grupos actuaron, por ejemplo, en la quema de sedes del Tribunal Supremo
Electoral o durante el 22 de octubre en la ciudad de Cochabamba, atacando a
quienes se manifestaban a favor de Evo Morales.
Existen
más piezas, como la Iglesia católica y organizaciones no gubernamentales
"que son como hongos que están operando en el financiamiento",
observa el ministro de Presidencia. Vehiculizan de conjunto un discurso
"no solamente del fraude sino racista, excluyente, muy duro, violento,
intolerante".
No es la primera vez que el proceso de cambio boliviano se enfrenta a
una escalada golpista.
Sucedió entre 2007 y 2008. En aquella oportunidad la ofensiva estaba
concentrada en el oriente del país, especialmente en Santa Cruz y zonas
cercanas, como Beni, Pando y una parte de Tarija. Hoy, en cambio, "está
discurriendo entre dos extremos, en el occidente La Paz, y en el oriente Santa
Cruz, con sus satélites que abonan a la desestabilización de acuerdo a la
cercanía con Santa Cruz o La Paz".
El
objetivo, esta vez, es "quebrar institucionalmente el orden en La
Paz". Quintana resalta la importancia de la capital: "si la quiebras
el resto del país cae como dominó, por eso los Comités Cívicos están
trasladando una gran parte de sus fuerzas más violentas, sus núcleos más
temerarios a La Paz para asediar al Gobierno".
El
cuadro se ha modificado. Quienes diseñaron este nuevo ataque cambiaron
elementos. "Los norteamericanos aprendieron mucho estos años y hoy día lo
están aplicando", remarca el ministro.
El
factor norteamericano
"No
cabe la menor duda que es un golpe financiado por los Estados Unidos (EEUU),
han aprendido a mover muy bien sus fichas, especialmente para sostener toda una
narrativa contra el Gobierno, articular a los actores con mucho financiamiento,
desplazarse territorialmente y tener como contraparte todo un polo mediático
desde el exterior vehiculizado por la Organización de Estados Americanos
(OEA)", afirma Quintana.
Para
entender el rol estadounidense es necesario verlo en perspectiva geopolítica,
explica. Los objetivos que persigue son dos: "en primer lugar, quebrar
este proceso de transformación, esta revolución democrática, cultural, liderada
por un indígena que ha institucionalizado un modelo de desarrollo, estabilidad,
crecimiento".
En
segundo lugar, el objetivo es el de "contener el efecto dominó de los
gobiernos neoliberales en la región, porque hoy día la crisis del modelo
capitalista está haciendo agua principalmente en los países peones del
FMI", señala. Es el caso, por ejemplo, de Ecuador, Chile y Argentina, que
han visto masivas impugnaciones al orden neoliberal.
En
ese contexto "Bolivia aparece como un actor regional fundamental para
seguir evitando este efecto de caída de los aliados de Washington en un
contexto de desquiciamiento, pérdida de control de los países de la
región", considera el ministro.
EEUU
tiene además por objetivos desmantelar tres grandes proyectos de desarrollo. El
primero es el proyecto de vertebración interoceánica entre el pacífico y el
atlántico, "que es un corredor estratégico para el comercio global y
Bolivia lidera esa construcción".
El
segundo es lo que Quintana llama "potencia geoenergética" boliviana.
El proyecto es el de lograr "un Estado autosuficiente energéticamente, con
dominio estatal sobre su potencial, y con capacidad de vender toda su
potencialidad a los países de la región".
El
tercero se refiere al "gran proyecto de desarrollo tecnológico-científico
vinculado al litio", un material estratégico en el área de la producción,
la medicina y la energía. Ese proyecto en marcha de desarrollo nacional ocurre
en alianza con capitales extranjeros, como chinos y rusos.
EEUU
tiene así una disputa en su "dominio geoenergético de la región", y
Bolivia, con el Gobierno de Evo Morales, es una pieza clave. Ese escenario hace
prever a Quintana un escenario de "guerra de alta intensidad para el
mediano plazo", una estrategia que se debe a que, como afirma, "es
muy difícil quebrar el proceso de cambio de la noche a la mañana".
Las
fortalezas del proceso de cambio
"Aquí
hay una acumulación política de los movimientos sociales que están dispuestos a
pelear", destaca Quintana. Se trata de lo que denomina como un
"Gobierno de los movimientos sociales", lo que constituye una de las
fortalezas centrales del proceso en marcha.
Esos
actores políticos, sociales, sujetos históricos, que eran antes excluidos del
orden dominante, "hoy convergen hacia un Estado plurinacional que los
reconoce, incorpora, les da la posibilidad de definir futuro, no son actores,
convidados de piedra, sino que son motores energizantes de un proceso
dialéctico político dinámico".
Junto
a esa fortaleza se encuentra la de la figura de Evo Morales como presidente
indígena que posee "liderazgo, estatura moral, política y es un factor
gravitante", resalta el ministro.
Quintana
se refiere también a la estabilidad económica y las respuestas hacia las
necesidades sociales de los sectores más humildes. Uno de los objetivos es
"que en el 2025 podamos reparar todos los daños del colonialismo interno,
cancelando las deudas sociales como la extrema pobreza". Por último,
destaca lo que denomina como "una fuerza ideológica muy fuerte que se
nutre de ideales antiimperialistas, anticapitalistas, anticoloniales".
Esta
conjunción de fortalezas obliga a la estrategia norteamericana a actualizar sus
métodos de desestabilización, ante lo cual Quintana prevé un escenario
complejo: "Bolivia
se va a convertir en un gran campo de batalla, un Vietnam moderno porque aquí las organizaciones sociales han
encontrado un horizonte para reafirmar su autonomía, soberanía,
identidad".
¿Qué
hacer?
La
respuesta debe transcurrir sobre dos carriles: "ocupación de calle y
credibilidad". Esto significa por un lado "recuperar la iniciativa en
la calle", así como "el desafío a transparentar el sistema de cómputo
que eso le otorgaría legitimidad al Gobierno", explica Quintana.
Esas
dos variables ya fueron puestas en marcha. Por un lado, los movimientos
comenzaron a desplegarse en varias partes del país —como frente a la sede de
Gobierno— y el Gobierno anunció que hará una auditoría de la cual participarán representantes de la OEA.
"Va
a ser una dura batalla, una batalla campal frente a la virulencia mentirosa de
los medios, las redes. Es una guerra de dimensiones muy complejas,
desconocidas, que nos va a exigir muchísimo agudizar el pensamiento, la
estrategia de autodefensa de este proyecto", concluye el ministro de la
Presidencia.
BOLIVIA, A UN PASO DE LA
REBELIÓN
La Razón de España (www.larazon.es)
“Lo
que estamos viendo es la ruta del golpe que se está desencadenando de manera
intensa y a distintas velocidades en todo el territorio nacional”, responde
Quintana desde la Casa Grande del Pueblo, sede del Gobierno, donde estaban
desplegadas este miércoles delegaciones de los movimientos indígenas, mineros,
del partido oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), entre otros.
“Las
claves de lo que podría suceder estaban desde antes de las
elecciones del 20 de octubre que le dieron la victoria presidencial a Evo
Morales. El fraude es una coartada que fue instalada hace bastante
tiempo en los medios de comunicación, las redes, a través de los opinadores
contratados, organizaciones no gubernamentales con financiamiento extranjero,
la Iglesia católica alineada con la derecha”, explica Quintana. Esos grupos
actuaron, por ejemplo, en la quema de sedes del Tribunal Supremo Electoral o
durante el 22 de octubre en la ciudad de Cochabamba, atacando a quienes se
manifestaban a favor de Evo Morales.
No
es la primera vez que el proceso de cambio boliviano se enfrenta a una escalada
de violencia. Sucedió entre 2007 y 2008. En aquella oportunidad la ofensiva
estaba concentrada en el oriente del país, especialmente en Santa Cruz y zonas
cercanas, como Beni, Pando y una parte de Tarija. Hoy, en cambio, está
discurriendo sobre todo entre dos extremos, en el occidente La Paz, y en el
oriente Santa Cruz, aunque también hay algunos incidentes en Cochabamba.
Por
su parte Carlos Mesa, candidato de Comunidad Ciudadana, rechazó la invitación
de Morales a participar en la auditoría de los votos de las pasadas elecciones
que dieron la reelección al mandatario indígena. “Nosotros no aceptamos la
auditoría en los actuales términos, pactados unilateralmente”, ha dicho Mesa,
ex presidente y ex vicepresidente que en los últimos comicios compitió por la
plataforma opositora Comunidad Ciudadana, en un comunicado.
Mesa
ha recriminado que el partido gobernante, el Movimiento Al Socialismo (MAS), y
la OEA no han consultado “ni al país” ni a la oposición. Así, ha señalado como
condiciones para que la oposición acepte la auditoría que el Gobierno acceda a
“desconocer” los resultados oficiales ya anunciados y “la necesaria
participación de la sociedad civil”.
“Nosotros
nos debemos a los más de dos millones de electores que nos respaldaron y
reconocemos las posiciones de instituciones, sectores cívicos y movimientos
sociales que plantean la anulación de las elecciones y manifiestan su desconfianza
acerca de la auditoría pactada entre la OEA y el MAS”, ha afirmado.
A
este respecto, ha subrayado que su posición es “invariable” desde la misma
jornada electoral: “Exigimos el respeto de la voluntad popular expresada en las
urnas”. En su opinión, “esa voluntad se burló en un cómputo fraudulento, tal
como reconoció la Misión de Observación Electoral (MOE) de OEA, la Unión Europa
y países amigos”. Además, ha denunciado que “el fraude ejecutado por el MAS y
su empeño en desconocer la voluntad popular han generado una espiral de
violencia de consecuencias que podrían resultar irreparables”.
“El
ataque de grupos organizados del Gobierno a los ciudadanos, la instrucción de
cercar ciudades, bloquear las carreteras, cortar el suministro de agua, decenas
de heridos y sangre derramada en nuestras calles son el resultado de la
ambición sin límites de Evo Morales y (del vicepresidente) Álvaro García
Linera”, ha apuntado.
En
este contexto, Mesa ha indicado que mantendrá “los mecanismos de coordinación
con todos quienes luchan por el respeto al voto popular y la democracia para
concertar las mejores salidas a esta crisis política, buscando siempre
preservar la paz y evitando la violencia fratricida”, informa Ep.
El
partido Comunidad Ciudadana junto a grupos de la extrema derecha desconocieron
los resultados de la elección popular que favoreció a Morales, con el 47,08% de
los votos en primera vuelta.
EVO MORALES CORRE EL RIESGO
DE CONVERTIR BOLIVIA EN OTRA DICTADURA COMO LA DE MADURO
Al Navío de España (www.alnavio.com)
El
opositor Carlos Mesa le dice a Evo Morales que se desproclame presidente. Que
hasta que la OEA no audite los resultados, no puede renovar su mandato. Este
termina el 22 de enero de 2020. Hoy parte de la comunidad internacional no
reconoce el resultado de las últimas elecciones. Ni la OEA, ni la UE, ni EEUU,
ni Canadá lo hacen. Así que, si Evo Morales no rectifica, podría colocar a
Bolivia como una dictadura. Lo mismo que le ocurrió a Nicolás Maduro,
curiosamente, este enero.
No
es el clima de celebración que le hubiera gustado a Evo
Morales. En Bolivia protesta la oposición, y los partidarios de
Morales le defienden, dejando al país en el desorden. Mientras las democracias
del planeta se niegan a reconocer las elecciones con las que Evo Morales se
autoproclamó presidente.
La
situación inevitablemente recuerda a Venezuela. A aquellas fraudulentas elecciones
presidenciales que Nicolás Maduro ganó en mayo de 2018 y que provocaron que más de 60 países desconocieran
su mandato en enero de 2019.
Un
fraude electoral que mostró al mundo, esta vez de forma evidente, cómo el
chavismo puso a las instituciones del Estado a su servicio para aferrarse al
poder, a pesar de ser minoría. En Bolivia está pasando algo parecido.
Por
todo lo anterior, el presidente encargado de Venezuela, Juan
Guaidó, que es producto de aquel fraude
de Maduro, observa con detenimiento lo que está ocurriendo en Bolivia. Así lo
pudo saber el diario ALnavío. Y
es que el equipo de Guaidó ya sitúa a Evo Morales, siempre y cuando no
rectifique, en el club de las dictaduras latinoamericanas de Maduro, Daniel
Ortega y Miguel Díaz-Canel.
Curiosamente
las fechas coinciden. El 22 de enero de 2020 finaliza el mandato de Evo
Morales, corriendo el riesgo de no ser reconocido en adelante. Y el 23 de enero
de 2019 fue cuando Juan Guaidó se juramentó como presidente encargado después
de que la comunidad internacional declarara ilegítimo a Maduro.
Dinamita, balas y violencia
en Bolivia
Los
principales departamentos de Bolivia, Santa Cruz, Cochabamba y La Paz, son escenario
de manifestaciones, revueltas y encontronazos entre opositores y seguidores del
Movimiento Al Socialismo (MAS), que es el partido de Morales. La
polarización que mostró el recuento electoral se hace evidente, aunque el
mandatario se niegue a admitirlo.
Cifras
oficiales informan de más de 30 heridos por estos choques. Vídeos en redes
sociales muestran a personas de uno y otro bando lanzándose piedras y cócteles
molotov. Muestran también cómo seguidores del MAS se toman la justicia por su
mano y se lanzan a “desbloquear” las marchas.
El
diario boliviano La Razón compartió imágenes de un grupo de ciudadanos
“desbloqueando” una manifestación en Cochacamba este martes. Consiguieron su objetivo, pero
no contentos con eso, se ensañaron contra un joven que iba en moto hasta
dejarlo inconsciente en el suelo. El vehículo tampoco se libró de los
violentos, ya que le prendieron fuego.
Otro
reporte del diario Los Tiempos informó de la batalla campal ocurrida el
lunes en Santa Cruz. Un grupo de seguidores de Morales se lanzó a “desbloquear”
una marcha, detonando en encontronazo en el que hubo palos, piedras, petardos e
incluso balas. Al menos cinco personas, precisó la Policía, resultaron heridas
con arma de fuego.
Sin
embargo, la imagen más impactante se vio en La Paz, donde sindicalistas
mineros, afines a Morales, marcharon por las calles reventando cartuchos de
dinamita para intimidar.
“Ustedes
conocen que la democracia se ha defendido con dinamita, históricamente, no de
ahora, desde la creación de esta matriz de trabajadores, del 52”, dijo el líder
de Central Obrera Boliviana, Juan Carlos Huarachi, para defender el uso de explosivos.
“Hemos
recuperado la democracia con dinamita, con marchas en las calles y en las
carreteras y hoy estamos haciendo lo propio, vamos a defender, no queremos
entrar a la confrontación sino llamamos a la paz social”, agregó.
La batalla política
Este
sindicalista llama a la paz social con explosiones. Curiosa forma de
reivindicarse. Quien también llama a la paz social es Evo Morales, mientras alienta
a los seguidores del MAS a desbloquear marchas.
Evo
Morales también denuncia la violencia. Dice que es instigada por el opositor Carlos
Mesa, aunque este ha dejado claro que
los paros convocados son pacíficos y que él y su equipo condenan cualquier acto
de violencia.
La
batalla también se libra en el terreno político. Evo Morales se autoproclamó
vencedor de las elecciones tras un recuento que brilló por su falta de
transparencia. Tal es así que la Organización de Estados
Americanos (OEA), la Unión Europea, Estados Unidos y Canadá, han expresado sus dudas sobre el proceso, coincidiendo en que lo mejor
para el país sería una segunda vuelta.
La
OEA pone sobre la mesa la opción de una auditoría del recuento. Una auditoría
vinculante que abraza Evo Morales. “Si se prueba el supuesto fraude, eso
determina una segunda vuelta. Desde luego que es vinculante, nada más
vinculante que ello”, dijo este martes Manuel Canelas, ministro de Comunicación de Morales.
Carlos
Mesa también está abierto a la auditoría. Pero advierte en entrevista con el
portal Infobae: “Hasta que no haya una auditoría los resultados no
pueden ser definitivos”. Es decir, Evo Morales tiene que desproclamarse
presidente, porque como dice Mesa, “el mandato de Morales termina de forma
absolutamente clara el 22 de enero de 2020”.
Carlos
Mesa teme que Evo Morales use el recuento como “trampa” para eternizarse en el
poder. Ya bastante polémica fue su participación en estas elecciones.
La
Constitución de Bolivia no permitía la reelección de Morales. Entonces el
mandatario sometió a referéndum una reforma constitucional para que pudiera
presentarse. 51% de los bolivianos votaron que no. Dijeron no a Morales. Pero
este no reconoció el resultado y lo reclamó al Tribunal Constitucional, entidad
puesta en entredicho por su independencia. Finalmente, este tribunal aprobó la
reforma constitucional diciendo que la reelección de un presidente “es un
derecho humano”.
Evo
Morales culminó el golpe de su eternización en el poder con unas elecciones
puestas en duda por todo. Si no rectifica, el 22 de enero de 2020 su destino
podría recordar al de Nicolás Maduro.
LAS PROTESTAS POR LA CRISIS
POLÍTICA EN BOLIVIA DEJAN AL MENOS DOS MUERTOS
Los manifestantes fallecieron en medio de un
enfrentamiento entre opositores y oficialistas cerca de Santa Cruz
El País de España (www.elpais.com)
Dos
personas murieron la noche de este miércoles en Bolivia
en medio de un grave enfrentamiento entre manifestantes opositores y
oficialistas en la ciudad de Montero, situada a 60 kilómetros de Santa Cruz de
la Sierra. Son las primeras víctimas mortales de los choques que se producen
diariamente en el país
desde hace una semana, entre grupos que intentan mantener las
ciudades paralizadas y movilizadas, para protestar por el resultado de las
elecciones del 20 de octubre, y grupos que, enarbolando las banderas oficialistas,
rompen e impiden los bloqueos.
Hasta
ahora estas peleas han causado decenas de heridos por pedradas y golpes,
algunos de ellos graves. En cambio, Mario Salvatierra, de 60 años, y Marcelo
Terrazas, de 48, murieron a consecuencia de heridas de bala. Esto implica una
escalada de la violencia
política que convulsiona a Bolivia desde que el resultado de las
elecciones fuera desconocido por el principal rival del
presidente Evo Morales, Carlos Mesa, quien sostiene que hubo un
“enorme fraude” y que se le arrebató la posibilidad de desempatar con Morales
en una segunda vuelta.
Unas
horas antes de que se conocieran la noticia de estas muertes, el ministro de
Comunicación, Manuel Canelas, había llamado a la oposición a encontrar una
solución política a la crisis, “antes de que pase algo de lo que todos nos
arrepentiremos”. Mesa decidió rechazar la invitación gubernamental a participar
de la auditoría de las elecciones que comenzará este jueves un equipo de
especialistas de la Organización
de Estados Americanos (OEA), en virtud de un acuerdo entre este
organismo y el Gobierno boliviano. Para Mesa,
los términos en los que esta auditoría se desarrollará fueron pactados
unilateralmente y sin tomar en cuenta los planteamientos de la oposición. Al
mismo tiempo, el excandidato culpó al Gobierno, que moviliza a sus bases en
contra de los bloqueos, por el incremento de la violencia.
Una
de las dos personas asesinadas, al parecer con disparos de escopeta, pertenecía
al movimiento cívico. Dirigentes opositores publicaros condolencias y fuertes
denuncias contra el oficialismo. La militancia de la otra persona fallecida no
está confirmada. La cuestión de quiénes fueron las víctimas y quiénes los
autores de los disparos adquiere ahora gran importancia en la polarizada
situación boliviana. Existen otros heridos de bala en las filas
progubernamentales; uno de ellos, en un vídeo, culpó por lo sucedido a los
dirigentes del Comité Cívico de Santa Cruz, que están a la cabeza de la huelga
más importante por la anulación de las elecciones. Su declaración mostró el
peligro que se cierne sobre el país: “Balean a la gente pobre, son unos
maleantes, esto no se va a quedar así”, dijo. Por su parte, el ministro de
Defensa, Javier Zavaleta, afirmó que “a las familias de quienes han fallecido
seguramente no les importa el bando del que eran; la pérdida de vidas es
irreparable”. Para Zavaleta, la peor parte de la falta de acuerdo entre el
Gobierno y la oposición es que, como resultado de ello, “hay grupos armados en
las calles”.
Mientras
tanto, el Gobierno está pendiente de la auditoría de la OEA. Si la verificación
encontrara suficientes irregularidades, podría producirse una votación de
desempate entre Morales y Mesa. La oposición considera que se trata de “un
engaño” y asegura que no quiere una segunda
vuelta, sino una nueva elección general. Incluso, algunos dirigentes
reclaman la renuncia inmediata del Gobierno.
Pero
la posición de Comunidad Ciudadana, la coalición de Mesa, sobre la auditoría ha
sido incierta: el propio expresidente la aceptó de forma implícita, pero su
número dos, Gustavo Pedraza, desmintió que la aprobaran como una salida a la
crisis actual. El vicepresidente del Gobierno de Morales, Álvaro García
Linera, pidió públicamente este martes por la mañana al “candidato
perdedor”, Mesa, sumarse al proceso de revisión. Horas después, este preguntó,
también a través de la prensa, si dicha auditoría sería “vinculante”. Es decir,
si podría cambiar los resultados oficiales del Tribunal Electoral. El ministro de
Comunicación respondió afirmativamente.
El
informe de la misión electoral centra sus críticas en la suspensión de la
transmisión de las fotografías de las actas electorales —para realizar el
recuento rápido— durante 24
horas, sin que se sepa con certeza la razón, ya que existen varias
explicaciones oficiales diferentes. Cuando este cómputo se suspendió, la
distancia entre Morales y Mesa era de siete puntos porcentuales y, de acuerdo
con la ley boliviana, debía haber una segunda vuelta. Cuando el cómputo se
reanudó, en cambio, Morales superaba por un 10,12% de los votos a Mesa, justo
el margen necesario para ganar en primera vuelta. La misión consideró este
cambio de los datos “inexplicable” y capaz de afectar seriamente la confiabilidad
de las elecciones. El oficialismo lo atribuyó al voto procedente del
área rural, que siempre le ha sido favorable.
Ahora
una treintena de especialistas internacionales verificarán los cómputos y
evaluarán la cadena de custodia del voto y otros aspectos del proceso
electoral, sobre el que se centran las acusaciones de fraude que hizo la
oposición boliviana. La auditoría de la OEA se realizará mientras continúan las
protestas.
BOLIVIANOS
QUE FISCALIZARON EN JUJUY LAS ELECCIONES DE BOLIVIA DEFIENDEN SU TRANSPARENCIA
La Provincia
de Argentina (www.grupolaprovincia.com)
Bolivianos
residentes en Jujuy que fueron nombrados por sorteo como autoridades de mesa en
las elecciones presidenciales de Bolivia expresaron hoy que el proceso
democrático fue "totalmente transparente" en la provincia y pidieron
"respeto a los resultados obtenidos independientemente del color
político".
Así
lo indicaron en una conferencia de prensa que brindaron en la sede del
Consulado de Bolivia en la capital jujeña.
"Como
jurados de mesas vemos necesario el poder compartir y defender cómo se han
desarrollado los comicios generales", señaló Celina Vargas, quien el 20 de
octubre fue jurado en la Escuela Normal Superior Juan Ignacio Gorriti, uno de
los tres puntos de sufragio habilitados para unos 8.512 bolivianos residentes
en Jujuy.
Vargas
contó que tras recibir la notificación para ser jurado, participó
"activamente" del proceso electoral y que se resolvió "con total
transparencia".
"Que
los paisanos bolivianos no duden de la transparencia de acá, no ha habido
ningún problema, y no creo que en Bolivia haya habido corrupción como se habla
porque allá hubo delegados de otros partidos políticos cuidando los votos y
todos tienen una fotocopia del acto", señaló.
Al
objetar las manifestaciones sobre fraude, mencionó además que en Jujuy tras el
cierre de la votación "se procedió al conteo de votos a puertas abiertas,
e inclusive asistieron algunos medios para tomar imagines de cómo se
realizaba".
La
boliviana residente en Argentina lamentó el "racismo" con el que se
actúa sobre todo en la capital cruceña al señalar que había "vivido muchos
años en Santa Cruz y he visto cómo se margina a los coyas".
Por
otro lado, el cónsul de Bolivia en Jujuy, Nelzon Guarachi, mencionó el pedido
de una "auditoría vinculante" a la OEA por parte del gobierno
boliviano y a la pretensión de la oposición de que se declare nula la elección.
"Lo
que hay es un golpe de estado blando por parte de la oligarquía, que además
están golpeando a gente que viste de pollera o con atuendo
tradicionalistas", sostuvo y remarcó que "no se quiere reconocer el
voto de indígenas ni de los que viven fuera del país".
Además,
retrató que se trata de "una lucha de clases" con "mineros,
campesinos y obreros, que apoyan la paz social y pretenden evitar con vigilias
un golpe blando, frente a la derecha boliviana, los empresarios, los latifundistas,
entre otros, que promueven bloqueos en sus barrios".
De
los más de 8.500 residentes bolivianos en Jujuy habilitados para sufragar un
60% acudió a las urnas, y el 90% de estos lo hizo a favor del presidente Evo
Morales, detalló Guarachi.
¡CONFIRMADO!:
EVO MORALES LLEGA A RÍO NEGRO
El reelecto
presidente de Bolivia será parte del Congreso Plurinacional, a realizarse en la
localidad de Jacobacci.
La Mañana de
Argentina (www.minutoneuquen.com)
"Evo Morales
estaría llegando el 17 de noviembre para el cierre del Congreso”. Con estas
palabras en voz del representante de la Nación Mapuche, Ignacio Prafil,
confirmó la visita del Presidente de
Bolivia a Río Negro
para participar del evento Plurinacional, promovido por representantes de
la región sur del Parlamento Mapuche, a celebrarse los días 16 y 17 de
noviembre en la localidad de Jacobacci.
Además,
según fue informado, Evo Morales podría llevar adelante algunas
actividades adicionales en otras ciudades del Alto Valle, donde tiene muchos
simpatizantes. Prafil comentó que estaban aguardando el resultado de
las elecciones en Bolivia para confirmar la noticia, pero "como ya
se hizo oficial su reelección, sigue todo como estaba previsto y Evo
llegaría para el broche de oro".
En
ese sentido el vocero mapuche expresó que enriquece mucho su visita a Río Negro, porque Evo Morales
puede aportar toda su larga experiencia en temas relevantes como el
resguardo territorial, el respeto a la lengua y el cuidado de los
alimentos naturales. "Los hermanos de todos los pueblos originarios que
habitamos esta Pachamama esperamos ansiosos su presencia”, agregó.
Es
oportuno traer a colación que el jefe
de Estado boliviano mantiene una estrecha unión con la comunidad
mapuche, en su rol de defensor permanente de los derechos de los pueblos
originarios.
¡Los
adherentes al mandatario, felices con la noticia de su visita a Río Negro!.
CASADO A
SÁNCHEZ: “ESTO DE LA PLURINACIONALIDAD SÓLO EXISTE EN LA BOLIVIA DE EVO
MORALES”
El líder del
PP pide cerrar las embajadas catalanas y reactivar la ley de estabilidad para
controlar las cuentas de la Generalitat
La
Vanguardia de España (www.lavanguardia.com)
El
líder del PP, Pablo Casado, aprovechó la rectificación del PSOE en su programa
electoral, para incluir la plurinacionalidad que había desaparecido, para
cargar contra el modelo territorial que defiende el PSOE, volviendo, dijo, “a
la agenda de Zapatero de la nación de naciones, a la que no renunciará”. Casado
se dirigió a Sánchez, para hacerle la misma pregunta que le hizo Patxi López en
el debate de las primarias que ganó el actual presidente del Gobierno: “¿Oye,
Pedro, tú sabes lo que es una nación?”. Porque el líder del PP está convencido
de que lo sabe pero lo quiere ocultar, porque tiene que pagar el apoyo de los
independentistas. Por eso “se inventa lo de plurinacionalidad, que no existe en
ningún país europeo, sólo existe en la Bolivia de Evo Morales.”
Pablo
Casado hizo estas afirmaciones en Palma de Mallorca, en un acto sobre vivienda,
donde dio a conocer su plan para reactivar este sector y favorecer el acceso a
la vivienda. Un discurso en las Illes Balears, que viene a cuento, subrayó el
presidente del PP, dado el acuerdo que mantiene el PSOE en esta comunidad
autónoma, con los soberanistas de Més.
“Me
preocupa que Més sea un aliado estratégico del PSOE”, subrayó Sánchez, porque
fue uno de los firmantes, la semana pasada, de un manifiesto, “con Torra, en
favor de la independencia de Catalunya y de los Países catalanes”, en el que
también participaron los partidos independentistas catalanes, el BNG y Bildu.
Por eso, y aunque la mayor parte de su discurso sigue siendo en torno a la
situación económica, Casado dedicó un apartado a este hecho: “Sánchez no puede
seguir en el alambre, haciendo funambulismo”, dijo Casado, “o está con sus
socios en Baleares, Catalunya, Navarra, que quieren la independencia, o pone
orden en la defensa de la Constitución, el orden público, la legalidad y no
oculta sus pactos para poder rascar algún voto”.
Casado
defendió en Mallorca la identidad de las Illes Balears, frente a quienes las
quieren incluir en los Países Catalanes, lo que no permitirá, dijo, porque “no
sois el apéndice de ningún país catalán, tenéis vuestra historia, vuestra
lengua, vuestra tradición propia y no pertenecéis a ninguna ingeniería social”.
El
apoyo a esa plurinacionalidad que vuelve al programa del PSOE es, a juicio de
Casado, fruto de la presión del PSC, y la forma de pago a los partidos
independentistas que le hicieron presidente del Gobierno, de los que sigue
dependiendo. Pero ahí está él para denunciarlo y que los españoles se enteren
las pretensiones de Sánchez, que pone en duda “que sólo hay una nación, la
española, y dentro de ella estas tierras con identidad, pero con un lazo común,
que es España”. Sánchez no cree en esto, dice que hay una pluralidad de
naciones “y se queda tan fresco”. y se preguntó “¿Tan cara es la factura que
tiene que pagar?”. Para concluir que “necesitamos en gobierno de verdad, y no
esta broma de la plurinacionalidad y la nación de naciones”.
Aprovechando
el discurso sobre la plurinacionalidad, el presidente del PP hizo otro
requerimiento a Pedro Sánchez, que cierre las llamadas embajadas catalanas, en
aplicación de la ley de Acción Exterior, tras la sentencia del Tribunal
Constitucional que declara inconstitucional la ley de Catalunya sobre este
mismo asunto. Según Casado, queda claro, con la sentencia del TC, que ninguna
comunidad autónoma puede tener “embajadas para hacer propaganda contra España”
, luego hay que cerrarlas, dijo, como las cerró el Gobierno de Mariano Rajoy,
con la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
Casado
achacó que se volvieran a abrir después esas mismas embajadas, a que Pedro
Sánchez levantó la supervisión de las cuentas públicas catalanas, pese a deber
80.000 millones de euros al fondo de liquidez autonómica, lo que a su juicio
supone una “complacencia del gobierno de España para que Catalunya mantenga
abiertas estas embajadas”, otra vez en pago por el apoyo obtenido para ser
presidente en la moción de censura.
Por
eso, además de cerrar Diplocat, Pablo Casado pide que se vuelva a activar la
ley de estabilidad presupuestaria para controlar las cuentas de la Generalitat
y conocer así “quien paga la casa de Waterloo, que relación tiene con los
detenidos por explosivos, quien paga los piquetes o quien impide a los alumnos
entrar en la universidad, con una huelga salvaje.
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